Hace poco, algún desalmado nos hablaba en
otro blog sobre
la manía que tienen los guionistas de contarnos los orígenes de los personajes una y otra vez. El noble arte de los orígenes es un propio subgénero dentro de los tebeos de supertipos, así que todos debemos congratularnos de que haya guionistas que mantengan la llama del
originismo encendida. No obstante, los grandes guionistas saben que para mantener el
originismo en plena vigencia no hay nada como contar orígenes nuevos, y ello implica crear personajes y dotarles de una historia inicial, un background, que los haga interesantes. Muchos guionistas lo intentan, pero sólo los grandes lo consiguen.
Y Bruce Jones es de los más grandes.
Pongámonos en situación. Greg Rucka acaba de dejar Checkmate y, según las malas lenguas, DC. Bruce Jones lo sustituye y, para su primer número, decide empezar fuerte creando un nuevo personaje y, siguiendo a los clásicos, comienza contándonos su origen secreto. Una muestra de rigor creativo por parte de Jones que, sin duda, nos honra como lectores. Analicemos la historia en sí misma.
Todo comienza en el desierto de Iraq, con un río. Y no, no me refiero ni al Tigris ni al Éufrates, sino al momento en que a Adam Sharpe, un soldado americano que está haciendo guardia en un jeep en mitad de la noche con dos compañeros…
…le entran ganas de mear. Así que Adam Sharpe sale del jeep para aliviar su vejiga justo en el momento en que…
…la patrulla es atacada por milicianos iraquíes. Nuesto protagonista se ha salvado por los pelos. Una cerveza menos y hubiera estado dentro del jeep en el momento del ataque. Afortunadamente está vivo aunque, decididamente, no en su mejor momento. Claro que los pérfidos milicianos iraquíes no piensan dejarle estar y le someten a severos maltratos físicos mientras lanzan un grito de guerra tremendamente vejatorio y claramente indicativo de lo serias que están las cosas en este Iraq en guerra…
– Perrito necesita bota.
– Perrito necesita bota.
– Perrito necesita bota.
El aguerrido soldado Sharp aguanta como un machote el castigo, y es entonces cuando las desavenencias empiezan a surgir entre los insurgentes…
– Hala, ya está bien. Enviemos al infiel al infierno.
– No, hombre no. Mejor lo dejamos aquí para que se muera el solito y así que su cuerpo sirva para alimentar a las bestias del desierto.
– Ya. ¿Y si no la diña?
– ¿Pero cómo no la va diñar? ¿No ves que está más hecho polvo que el ego de Rajoy?
-Sí, claro, pero luego en el campamento ¿qué decimos? ¿Que le dejamos vivo? Porque entonces viene la parienta y me gira la cara de una yoya.
– Mejor acabamos el trabajito.
– Pues yo no pienso dejar que su sangre me rebaje aún más.
– Vale, par de nenazas, ya me ocupo yo del tema, como siempre…
Así que los malvados terroristas le dan el tiro de gracia al valeroso Adam Sharpe y le abandonan dándole por muerto… Aunque, por supuesto, cuando otros militares americanos llegan al lugar de para investigar los hechos, descubren que nuestro portagonista está moribundo, no fallecido, y es entonces cuando un helicóptero de Checkmate aparace para llevárselo y usarlo como conejillo de indias para un experimento de creación de super-soldados.
Pero antes de continuar con el origen de la historia de Adam Sharpe, hacemos un interludio y viajamos hasta las selvas de …
…donde en el bucólico paisaje tropical seguiremos a un aguerrido cazador…
…de loros que, casualmente presencia el despertar de una misteriosa bestia. El cazador es sorprendido por la visión de la desconocida amenaza, y pide protección divina (en castellano)…
…al mismísimo JESUCHRISTO.
Ni que decir tiene que más tarde o más temprano los caminos de esta bestia se cruzarán con los de nuestro soldado Sharpe, quien sigue sometido a todo tipo de experimentos en el castillo de Checkmate. Pero el día del cambio estaba prefijado por el destino y es por ello cuando, durante una operación exploratoria para que los científicos de Checkmate comprueben el estado de los nervios modificados de la columna vertebral del bueno de Adam…
…los hados se cruzan en el camino de nuestro hombre en la forma de enfermera torpe…
…que derrama una de las pócimas de misterioso contenido con las experimenta todo buen científico visionario justo…
…sobre la incisión abierta en la espalda de nuestro protagonista que deja al descubierto su médula espinal.
Y es así como el gran Bruce Jones, cuya etapa en Hulk merece un monográfico de esos de los que tanto en tanto pensamos en hacer y luego nos olvidamos (¡no nos llaman desorganización por nada, amiguitos!), nos trae hasta nuestros tebeos un nuevo personaje. Ya que, como os imaginaréis, este desgraciado accidente le otorgará poderes, concretamente, la capacidad de absorber amplificadas las características físicas (fuerza, velocidad, apariencia) de cualquier animal cercano. Señores, ha nacido Chimera.
… y para ello sólo ha necesitado que un obús volara el jeep en el que sus compañeros esperaban a que el prota acabara de mear, para que después le pegaran una paliza unos guerrilleros iraquíes y Checkmate hiciera experimentos con él hasta que un día en un quirófano super-profesional una enfermera derramara por accidente sobre su espina dorsal al descubierto una pócima milagrosa cualquiera.
Desde aquí, quiero lanzar una felicitación a Bruce Jones por escribir un Secret Origin no sólo emocionante, sino también verosímil y realista. Ojalá todos los guionistas de tebeos fueran como él y no nos torturaran con argumentos infantiloides llenos de fantasía y ciencia-ficción. ¡Donde esté un buen atentado terrorista y un laboratorio secreto, que se quite todo lo demás!. Entonad conmigo un furibundo
¡¡¡AVIV ECURB SENOJ!!!
y pasad un buen fin de semana.