Desde aquí repartimos ideas y conceptos para la manipulación creativa y el abuso cultural. Somos el diario de lo genial, y el pensamiento de lo imposible
Escocia. Ese país que tiene derecho a tener un equipo de fútbol y un equipo de Rugby pero no a tener equipo olímpico o a participar en el Festival de la Canción de Eurovisión a menos que sea en su hermana fea, el Festival de Coros de Eurosivión (lo digo en serio).
Como se ve Escocia está acostumbrada a ser trolleada constatemente, ya sea soportando chascarrilos de pub como «qué se puede esperar de un país lleno de cardos de 30 centrímetros y hombres que insisten en llevar falda sin calzoncillos debajo», o bromas mucho más elaboradas como fue el referéndum del Brexit.
Y es una pena, porque quitando el mal tiempo, la horrible comida, las carreteras que parecen caminos de cabras, el acento cerrado de sus gentes, el que conduzcan por el otro lado, o que decidieran dejar sus señales de tráfico fuera del sistema métrico, Escocia es un país maravilloso.
De hecho Escocia, tiene muchas similitudes con España. Como el hecho de que todos en el país odien los ingleses, que el separatismo llene muchos titulares de prensa, que en el dial aparezcan canales de televisión que hablan en lenguas no mayoritarias o que ambos tengan una relación complicada con una de sus banderas.
Pros: Si eres un fan de Harry Potter podrás disfrutar de un montón de tours dedicados al personaje, incluyendo un viaje en tren de vapor por el mismo puente que cruza el Hogwarts Express.
Contras: Si vas con un fan de Harry Potter acabarás haciendo un montón de tours dedicados al personaje, incluyendo un viaje en tren de vapor por el mismo puente que cruza el Hogwarts Express.
Turista más famoso: El Profesor Charles Xavier ha viajado mucho a Escocia. Se dice que realizó inversiones en el mercado inmobiliario de una pequeña isla de la costa Norte, pero mucha gente señala que es mentira y que él solo va tanto porque está liado con una de las lugareñas.
Los españoles se dividen en tres: a) los que hicieron la ESO y no han oído hablar nunca de la Isla de Pascua; b) los que hicieron la EGB y saben que existe la Isla de Pascua pero son incapaces de situarla en un mapa; y c) Belén Esteban.
Con estos precedentes uno diría que las reformas educativas españolas son la razón por la que hay más agencias de viajes españolas con un apartado destacado en su web sobre ofertas para viajar a Corea del Norte (concretamente una) que a la Isla de Pascua (concretamente cero). Pero en realidad el motivo último por el que los españoles no viajan en masa a este enclave es porque es un viaje muy largo, no precisamente barato, y que al igual que pasaba con Australia tiene la poca visión comercial de hacer coincidir el invierno con las vacaciones de verano. Además, los moais no serán para tanto si los ingleses sólo se llevaron uno para el Museo Británico y nunca han vuelto a por más.
Pros: un selfie con un Moai es muy probablemente la forma que estabas buscando de decir que eres una persona atrevida, dinámica y con un rico mundo interior en tu perfil de Tinder, pero por si acaso háztela con nada más que el bañador puesto y con la piel bien bronceada, haznos caso.
Contras: Hay pueblos de la España Vaciada con más gente de la que hay en la isla, así que suerte buscando algo que hacer después de ver las estatuas.
Turista más famoso: El tío Gilito estuvo por allí explotando a sus familiares en busca de un tesoro. Eso te da una idea de lo que cuesta el combo billete más alojamiento.
La relación del cómic y los vampiros es tan fructífera que nos ha dado hasta películas:
Así que podríamos considerar que es hasta un tema trillado…
¡PERO! Eso no ha evitado que Marvel y DC se hayan dedicarlo a darle al tema a tope.
La verdad es que tardaron poco. Porque Batman apareció, ya sabéis, en Detective Comics #27. Pues para el 31 se metían ya en follones en el clásico
Una historia en dos partes -el decompressive storytelling, ya sabéis cómo eran en los años treinta- que terminaba en el número 32 con Batman descubriendo que su oponente, ese The Monk o The Mad Monk o lo que queráis llamarle, era en realidad un vampiro. Y, por tanto…
Tampoco es que Marvel tardara mucho más en sacarlo, porque en el Marvel Mystery Comics 35 de julio de 1942 se encontrarían con…
Algo que haría que fueran saliendo en otros títulos de ‘terror’ de los años ’50 de la Marvel-que-es-Marvel-pero-no-es-Marvel como Captain America’s Weird Tales, Adventures into Terror, Suspense, Mystic o Adventures into Weird Worlds. Hasta que, bueno… os podéis imaginar. Fue llegar el Comics Code a mediados de la década y desaparecer los vampiros.
Por supuesto eso no significa que en los sesenta no hubiera vampiros. Solo significa que no fueron ni oficiales ni… en los cómics.
Entre el film experimental de Warhol de 1964 y el exploit filipino del ’67 podemos decir que la cosa estuvo más o menos parada hasta que pasó al lado contrario con la llega de una nueva década. Y algo más que eso.
Porque la aparición en abril de 1972 de La Tumba de Drácula no solo fue un éxito, también convirtió a Drácula en un personaje más de la Marvel. Tanto que da paso a una serie de recuperaciones de títulos de terror: Chamber of Chills, el nuevo Journey Into Mystery o directamente Dracula y Vampire Tales.
Por supuesto no es solo el éxito del cómic es un contexto en el que los vampiros estaban volviendo con fuerza, al fin y al cabo un año antes, en 1971 fue… MORBIN’ TIME!
Que pasaría a vivir algunas aventuras en otra de esas series antológicas -el Fear/ Adventure into Fear – cuando no pasaba por Vampire Tales o similares.
Además de eso no hay más que mirar de nuevo a DC, que había incorporado a un par de personajes vampíricos antes de la aparición del cómic de Marvel. En el Superman’s Pal, Jimmy Olsen 142 de octubre de 1971 nos encontramos con que Jack Kirby crearía a Dragorin
mientras que en febrero de 1972 Mike Friedrich y Dick Dillin presentarían en la Justice League of America 96 a Luciphage.
Personajes ambos con un recorrido vamos a decir que limitados pero que iban más allá del visto-y-no-visto en un único número.
Lo que sí que llegó después fue la aparición en la siguiente tanda de series antológicas de terror: House of Mystery, Weird Mystery Tales, House of Secrets, Weird War Tales o Secrets of Haunted House. Y, por supuesto, la aparición de su versión del Conde Drácula -también llamado Conde Rominoff– en Weird Mystery Tales 14 de noviembre de 1974. Que, de nuevo, no tenía tanto recorrido pero al menos va a apareciendo aquí y allá.
Es decir, comparado con otros ‘dráculas‘ como el Gustav Decobra que se enfrentó a Batman.
En Marvel, por su lado, sacaban discretamente a Drácula en el número de Vengadores 118, de septiembre de 1973, dentro de la ronda por el universo a cuenta de su encuentro con los Defensores. Que parece que no, pero que ya es introducirlo más. Preparar el terreno para lo que llegaría en abril de 1974:
Una mezcla de Spidey con Drácula -con la Maggia por medio, por algún motivo- que iría probando a ver cómo sería integrarlos. Igual que iríamos viendo vampiros en sitios menos esperables -¿o quizá no?- como Conan el Bárbaro.
Para 1975 veríamos como en el 26 de Luke Cage, Power Man nos presentarían a The Night Shocker.
Una trama peculiar de un teórico vampiro para este número únicamente, más cercano de lo que íbamos viendo en DC.
Pero en Marvel habían decidido ir más allá, así que para el número 44 de La Tumba de Drácula de febrero de 1976, comenzaría un crossover
que continuaría, claro, en el Doctor Extraño del mismo mes. A partir de ahí seguiría cada uno por su lado, eso sí.
Y, a la vez en Julio aparecería la versión vampírica del Barón Sangre en Invaders 9.
hasta el cierre de La Tumba de Drácula en mayo de 1979, que iría seguido ese mismo agosto -en la tradición Marvel– por la resurrección de Drácula… y de la colección.
Y así llegamos a la década de los ochentas en la que estaríamos aún poco a poco con los vampiros. Con el Barón Sangre regresando al Capitán América, mientras que en DC llegaría en una de esas series antológicas de terror algo perdurable también para ellos.
En la que J.M. DeMatteis -con dibujos de Tom Sutton, aunque la portada sea de Joe Kubert– presenta I, Vampire. La historia de uno de esos vampiros cazavampiros, Andrew Bennett, enfrentándose a la Secta de la Luna Rojo – Cult of the Blood Red Moon – y especialmente a su ex Mary, Queen of Blood. Con sus amigos, sus enemigos y blablabla. Dos años estaría con ella, hasta 1983.
Entre medias daría tiempo de ir apareciendo vampiros por Arak: Son of Thunder, The Brave and the Bold, Action Comics Annual e incluso en Batman con la aparición de un nuevo The Monk, esta vez Louis DuBois.
La incorporación vampírica seguiría con uno de los grandes nombres propios de la GENIALIDAD! como es la aparición en el primer número de New Guardians, en septiembre de 1988.
En los ochenta en Marvel la cosa estuvo también entretenida. Apariciones aquí y allá (en Defenders o Power Man & Iron Fist, por ejemplo), una saga corta en Doctor Extraño,
o en Lobezno,
aunque lo más gordo tendría lugar a principios de los ochenta, en julio de 1982, con la aparición del
sexto Anual de los X-Men con, de nuevo, Drácula.
Algo que impactaría lo suficiente como para que en 1990 X-Factor tuviera una pequeña aventura contra vampiros.
Claro que en los años ’90 cada editorial llevó el asunto por su lado. Por ejemplo en DC presentaron una mixmax con Bloody Mary, mitad vampiro mitad miembro de las Females Furies de Apokolips, o con Schrek de Red Shadows, la organización rival de Suicide Squad, aunque la noventerización tendría más gracia en versiones de como la de Pyra, en los Corpse Corps que salían en Superboy and the Ravers (serie completamente real de la que hablaremos al llegar a la S). Y sí, su nombre es Pyra. VamPyra. La Nina Skorzeny de Scare Tactics. La Nosferata -¿o NosfeRata?- de Superboy o el Carnivore de Supergirl.
Desde luego fue toda una época, no hay más que recordar el absolutamente original diseño del Nightrider de Team Titans,
o la trama de Looker en Outsiders que demuestra su noventerismo -de 1993 hablamos- presentándose en dos ejemplares:
¡ALPHA y OMEGA! Pocas cosas más noventeras que esa.
La trama en si es tan enrevesada y carente de sentido que creo que podemos dejarla para un posteo cualquier otro día, pero resumámoslo en que los Outsiders se encuentran en mitad de un incidente internacional detrás del cual resulta estar un vampiro. Un vampiro que es también noble, por cierto. La refriega termina con Looker aparentemente muerta. Pero no, lo que está es vampira. Durante un año están con esto -en realidad se olvidan de ello hasta que se dejan de olvidar- pero da suficiente juego para que podamos ver tanto una evolución de lo que vimos en el anual de los X-Men, pero, por supuesto, no fue lo único.
Porque tuvimos también la explosión de los Elseworlds que para lo que nos interesa trajo la trilogía de Batman y Drácula, tres números que comienzan en 1992 con Red Rain, continúan en 1995 con Bloodstorm y se remata en 1999 con Crimsom Mist.
Aunque supongo que lo más noventerista de DC fue, por supuesto, el sello Vértigo. En el que hubo notable representación en minis como Vamps (1994) y su continuación Vamps: Hollywood & Vein (1996). También Dhampire: Stillborn (1996) y, por supuesto, el Cassidy (1995) de Preacher .
Mientras tanto en Marvel el noventerismo era fuerte también. Algo que se notó especialmente en los vampiros entre el cambio de década con Varnae pasando por el Doctor Extraño en 1989 y su posterior establecimiento en Marvel Comics Presents 63 con Thor,
y estrenar el tercer y efímero volumen de La tumba de Drácula,
pero, sobre todo, con el inicio de ese Rise of the Midnight Sons que incluía, por supuesto, a una buena cantidad de personajes zascandileando, incluyendo la primera serie de Morbius aka Morbius: The Living Vampire -32 número que duró-y, por supuesto, los Nightstalkers -18 números-
El lanzamiento de esta especie de sellos/ series sirvió -además de para darnos mucho material para el blog- para que los personajes se pasearan por aquí y allá, siempre dispuestos a dar un muerdo,
algo que explica con cierta lógica que para 1998 se estrenara la película de Blade -a sus series habrá que dedicarles un posteo a parte, claro- pero que relanzó de nuevo lo de los vampiros, cazavampiros y sus amigos. Bueno, y sus enemigos también, que ese mismo 1998 recuperaron a Drácula en una nueva cabecera.
La siguiente década traería aún más Blade -por aquello de las películas- y solo un puñado de series comenzando por la de Bloodstone (2001)
siguiendo por la cuarta -e igualmente corta- de Tomb of Dracula (2004)
y, por supuesto, las experimentaciones particulares como X-Men: Apocalypse vs. Dracula (2006)
Aunque lo cierto es que dejaron todo preparado para cambiar las cosas en la década siguiente.
Pero antes de hablar de eso vámonos a la otra orilla. Aunque tampoco es que en DC estuvieran mucho más animados. Donde más había era en Vértigo. Blood + Water (2003), Bite Club (2004) y Bite Club: Vampire Crime Unit (2006)
En cuanto a las series regulares, en Outsiders presentaron en 2004 a un nuevo Sebastian Blood con poderes vampíricos. El mismo año en el que llegaba a la JLA Crucifer, sacaron una actualización en miniserie de Batman and the Mad Monk o Superman and Batman vs. Vampires and Werewolves (2008) pero, sobre todo, nos trajeron en Tales of the Unexpected (2007) -además de un nuevo regreso de I, Vampire– a Pryemaul. ¿Qué quién es Pryemaul?
Pues un gorila vampiro nazi, claro.
Eso y, por supuesto, el Dead Romeo (2009) del que hablamos hace un par de letras.
Ah, bueno, y, por supuesto, en el Superman 689 (2009) nos presentó a La Sangre. No os diré que sea una vampira de Barcelona… (pero lo es. Y también una historia para otro día) Aunque algo tendremos que decir cuando hablemos de la siguiente década.
Aunque antes tendríamos que hablar de Marvel, que había dejado todo preparado para…
La muerte de Drácula (2010). Sí, otra vez. Pero esta vez estaba pensado para crear un macroevento, la Guerra de los Vampiros, que enfrentaría distintas facciones convirtiéndose en un problema en el que se verían implicados
los X-Men se encuentran en mitad de un incidente internacional detrás del cual resulta estar un vampiro. Un vampiro que es también noble, por cierto. La refriega termina con Júbilo aparentemente muerta. Pero no, lo que está es vampira.
¿Qué puedo decir? A veces los taquiones nos gobiernan.
Durante la década estarán para arriba y abajo con muertes, traiciones y demás, aunque Drácula no duraría mucho tiempo muerto,
qué puedo decir, tenían cosas que hacer. De hecho, para mitades de la década acabaría en mitad de un movimiento de alianzas que terminaría con MuertoPiscinas casándose. No con él, conste. Quiero decir, no de momento.
Para finales de la década alguien debió de pensar que ya habían dado demasiadas vueltas y comenzaron la Guerra Civil de los Vampiros o algo así, con los Vengadores por medio (2019)
reconozco ser incapaz de distinguir la diferencia entre esta y la del principio, pero bueno, supongo que ellos tampoco.
La cosa acabó ya en la década de los veinte -de hecho, la portada de Lobezno es ya de 2020- con la creación en 2022 de la Vampire Nation, Vampyrsk, creada en la zona de exclusión de Chernobyl. Con Drácula a su cargo y Blade por medio otra vez.
¿Y en la otra editorial?
Pues comenzaron la década de los ’10s presentando una serie para Vértigo llamada American Vampire que logró que Stephen King escribiera guiones para -un complemento en- los 5 primeros números. Que ya es.
El éxito de la misma facilitaría que durante toda la década tuviéramos distintas continuaciones en forma de minis durante la década: American Vampire: Survival of the Fittest (2011), American Vampire: Lord of Nightmares (2012), American Vampire: The Long Road to Hell (2013), American Vampire Anthology (2013), American Vampire: Second Cycle (2014) y ya para el cambio de década American Vampire 1976 (2020). (También en Vértigo veríamos The New Deadwardians, pero esa es otra historia)
Aunque es de suponer que el éxito debería ser de ese I, Vampire (2011) que logró su primera serie propia gracias a The New 52.
Que llegaría a tener un crossover con la JLDark llamada, precisamente, Rise of the Vampires.
Mientras tanto tendríamos otro vampiro nazi con el Count Berlin en la JSA, a otro vampiro cazavampiros en Stake en Outsiders (ambas en 2010), y más adelante la recuperación en 2014 de Nocturna que pasará de ser Natalia Knight, una enemiga tanto de Batman como de Robin, a Natalia Mitternacht, una enemiga de Batwoman con poderes vampíricos. Para finales de la década tendríamos representación en el especial Young Monsters in Love (2018) y en Wonder Twins (2019) aparecería el Baron Nightblood, al que llaman Drunkula.
Aunque lo más importante llegaría con el cambio de década. Porque en 2021, y no diré que tras el éxito de Marvel Zombies porque aquello apareció más de una década antes, sacaron el Elseworlds DC vs. Vampires.
Ambientada en la Tierra 63, y seguida de una serie de one-shots al año siguiente
que junto a una reedición en dos tomos de la anterior mini sirvieron para dar salida a una nueva mini: DC vs. Vampires: All-Out War (2022)
Lo que nos lleva, por supuesto, a la actualidad actual.
Porque en Marvel decidieron darle una hija a Blade en 2023: Bloodline
pero, sobre todo, montar para mayo de 2024 un evento llamado Blood Hunt, el típico evento en el que hay una guerra civil entre vampiros, pero en el que se verán envueltos los héroes de Marvel que tendrán que luchar contra ellos, con tie-ins de gente, traiciones inesperadas, y gente convertida en vampiro un rato. Además de alguno que se quedará convertida en vampiro durante un par de años. (Eh, Júbilo duró como vampiresa hasta Generation X 87 de 2018, ¡nada menos que 8 años!)
Con el añadido de que, además, sacan unas ediciones Red Band en las que hay más casquería. Aunque lo cierto es que eso da para otro posteo, porque en lugar de ser para menores de 8 años pasa a ser un cómic para menores de 18. Supongo que lo que buscan es escandalizar a Abogados Cristianos o algo así.
Y, mientras, DC -que en 2023 sacó el one-shotDC’s Ghouls Just Wanna Have Fun– van avisando de que en agosto también de 2024 va a montar DC vs. Vampires: World War V, en el que se verán envueltos los héroes de DC que tendrán que luchar contra ellos, incluso contra aquellos de los suyos que se han visto convertidos ya.
Claro que también se supone que antes de final de año tendremos nueva serie de Blade en Marvel.
El aceleracionismo de la quema y reutilización de temáticas, junto con las modas externas y su influencia en los cómics, hacen que parezca seguro que con esto de los vampiros siempre hay algo a lo que hincar el diente. O clavar la estaca. Según los gustos, claro.
Y podría decir que son cosas nuestras, pero es que se nota en cosas como la diferencia de representación de personajes como Drácula, no es lo mismo el guerrero de pelo blanco vestido de rojo, que una versión seductora con piel de bola de discoteca que…
…ejemplos más clásicos.
Y eso que si algo podemos decir de Drácula es que es moderno y es eterno.
El anuncio de las nuevas series de los mutantes ha sido acogido con el regocijo habitual de estas cosas. Es decir, desde los que preguntan si no iban a sacar la serie Deadpool & Wolverine con eso de que había una película; a los que están jugando ya a los 3-en-1; ¿o era en raya?
Por supuesto la aparición de NYX, o Nyx o NyX o nyX o lo que sea que sea, es lo que más ha impactado. Probablemente porque tenía todo un recorrido. Siendo ese recorrido: Joe Quesada.
O Grant Morrison, según. Le guionista lo enseñaba en 2002, durante su etapa enNewXneMo como fuera aquello. Y, claro, alguien tenía que aprovecharlo. Concretamente… él.
Joe Quesada aparecía como el guionista, junto con Joshua Middleton como dibujante, de una serie que comenzó en octubre de 2003 que pretendía mostrar a los residentes de esa zona centrándose en una joven adolescente: Kiden Nixon. ¿Lo pilláis? Nixon, NYX. Si es que este Quesada es un hacha.
La serie no es ya que saliera con la idea de algo adulto que es adolescente sino que mezclaba a adolescencia y sordidez como si fuera una serie de Netflix. De ahí que en el tercer número aprovecharan para presentar a otro persona, una joven prostituta adolescente:
De ahí lo de Mature Content. Por supuesto la decisión es aprovechar el conocimiento de Quesada
para contar la historia de esta joven
con garras. ¿No habíamos mencionado las garras? Pues sí. Esta es la presentación de Laura Kinney, X-23. Vale, en realidad el personaje lo había creado Craig Kyle para un capítulo de la tercera temporada (2003) de la serie de animación X-Men: Evolution. Así que es muy buena idea la de presentarlo en los cómics como trabajadora sexual adolescente para ver si así no lo reclamaba. ¡Está en todas Quesada!
El personaje pasaría a Uncanny, a X-Men y a su propia serie, sin abandonar esta. En el número 4 se nos había presentado a Tatiana, una adolescente que se podía transformar en la versión furry de los animales cuya sangre tocara -yo qué sé, los Mature Readers tienen estas cosas-, todo esto sin olvidar a Kiden Nixon. Tampoco os preocupéis mucho porque para el número 7 (Septiembre 2005) la habían cerrado.
Ya, ya sé. ¿Pero si empezó en octubre de 2003 y terminó en septiembre de 2005 cómo leches fueron 7 números? Las cosas de Marvel. Y, por supuesto, de Quesada. Los tres primeros números no dieron problema, pero entre el tercero (Diciembre 2003) y el cuarto (Mayo 2004) pasó un poco de tiempo. No diré que se estaba documentando, pero sin duda no quería precipitarse. Como demuestra que el quinto saliera en octubre de 2004, el sexto en julio de 2005 y el séptimo y último en septiembre de ese mismo año. A ver si os creíais que la Secretaria Kim era la primera serie que vivía estas vicisitudes.
De ahí que X-23 pudiera salir en todos esos números y estar apareciendo en otras series y tener la suya propia. Es que le dio tiempo a que salieran los 6 números de la suya antes de que saliera el sexto de esta.
Por supuesto esto no fue el final de la idea de aprovechar la cosa. La cosa de las ideas, ya sabéis.
Porque como la suya iba para largo Quesada puso a David Hine a hacer un algo dentro de su línea Marvel Knights con esta localización. El resultado fue District X.
Bad Boys, Bad Boys, nosequé, nosecuantos…
Además, ya que lo tenían decidieron ir sacándolo en sitios, aunque tampoco mucho. Pero Madrox pondría allí sus nuevas oficinas.
14 números duraría, de mayo de 2004 a junio de 2005. Vamos, entre el 4 y el 6 de NYX.
Que, además, cerró en parta porque cuando llego la House of M…
pasó a ser Mutopia X. Podría haber sido KrakoaX, pero esto es entonces y ahora es ahora.
Esta serie duraría 5 meses, hasta noviembre de 2005. Lo suficiente como para dar tiempo a que se publicara el último de Nyx. Y cuando llegara en noviembre de 2005 la Decimation -aquello del No More Mutants que significó que seguían los de siempre- se mostró especialmente allí. Porque siempre hay una vuelta posible.
Madrox pasó a X-Factor, que seguía ahí. Y algunas otras de las series mutantes pasaban o enseñaban gente de por ahí.
Mientras tanto a Laura le había ido bien, en 2006 había tenido otra mini, X-23: Target X, y la gente estaba ya en otras cosas. Olvidado el asunto de su actualización de un motivo clásico de la literatura. En esa primera década de los ’00s teníamos a una mutante con poderes regenerativos, igual que en el siglo XIV la Trotaconventos y en el XVI la Celestina remendaban hímenes. Hay cosas que nunca cambian.
Casi podríamos decir que todo el mundo había olvidado NYX. ¿Todo el mundo? ¡NO!
En 2008 lo intentaban de nuevo con NYX: No Way Home. 6 números que llegarían hasta 2009. Solo 1 mes de retraso y, esta vez sí, una guionista: Marjorie Lu.
Quién iba a decirnos que si buscas guionistas las encuentras.
Por supuesto podríamos pensar que la historia había quedado ahí. El Distrito X se había olvidado ante las novedades, Kiden Nixon y Tatiana Catiana Caban ni estaban ni se esperaban, y en Marvel suficiente tenían con Nox – Un personaje femenino aparecido en Doctor Extraño durante los ’90s como parte de los Fear Lords que no regresaría hasta 2011 con los Mystery Men (ya llegaremos a la M) y luego en 2012 saludando en el Journey Into Mystery de Loki-. Pero eso era en Marvel.
Quizá penséis que voy a hablaros de Nyx, la secundaria de SPAWN! aparecida en 2003. Pero ya sabemos que no le darían una serie con su nombre. No se lo dieron ni como She-Spawn, así que imaginad. De hecho entre 2008 y 2019 solo apareció una vez en 2013.
Pero no.
Fue Dynamite la que decidió publicar en 2021 esta serie, aprovechando el personaje mitológico -que era parte de la referencia del de Marvel, aunque luego (en 2019) sacarían también un Nyx mitológico. Por si acaso.- pero, sobre todo, el personaje del mismo nombre que habían creado en 1996 Tom Sniegoski y Ed McGuinness para Vampirella cuando Harris Comics lo publicaba (y luego Vengeance of Vampirella tanto en aquel momento como en la recuperación entre 2019 y 2021), y a la que darían después más espacio en Sacred Six (Entre 2020 y 2021). Hasta llegar a esta colección sobre una joven que…
que…
Que seguía con los negocios de costumbre.
La serie llegaría hasta 2022 -aunque sacaron luego el TPB-, y es la más reciente con ese nombre… por lo menos hasta que Marvel llegue y saque la suya.
¿Estoy acaso sugiriendo que Marvel ha decidido revivir una antigua cabecera para evitar que Dynamite la pueda seguir usando?
¡QUE VA, QUE VA, QUE VA!
Si estaba claro que tenían ganas de recuperarla, pero no habían encontrado el momento.
Por eso a estas alturas seguimos sin saber si ese NYX, o Nyx o NyX o nyX o lo que sea que sea, va del Distrito X, de Kiden Nixon, de Tatiana, de X-23 o de qué. Lo importante es que van a tener registrado ese título para una colección.
Para que luego se pregunten los adolescentes qué hay en un nombre.
¿No odiáis cuando la portada del tebeo es una pose molona genérica que no tiene nada que ver con el interior?
Pues Will Conrad no es de esos. ¿Que hay una pelirroja bañándose desnuda en portada? Pues también va a dibujar una pelirroja ba´ñándose desnuda en el interior
Y no solo en una escena desligada del resto de la trama, no… en una secuencia larga en que se pelea con un señor. Desnudo también, por supuesto. Ni machismo ni feminismo, i-gual-dad
Bueno, ya os hacéis a la idea. El resto de las páginas las amontono para abreviar
Porque a estas alturas ya habréis adivinado que lo de Will Conrad era solo un McGuffin para el verdadero propósito de este posteo…
Los puzzles son traicioneros, no solo por las formas que pueden llegar a tener las piezas. También porque según desde donde lo mires pueden parecer una cosa u otra. Imagínate si el puzzle es de una fotografía de nubes.
Eso pasa muchas veces cuando miras las cifras de ventas que hay y que se tienen. Que es lo que vamos a hacer hoy aunque probablemente debería de estar escribiendo esto Pablo, EmeA o Pedro. Igual que quizá deberíamos estar esperando al mes que viene, cuando tengamos -probablemente- los datos de 2023.
POR OTRO LADO, si lo escribo yo hoy cualquiera de ellos… ¡O INCLUSO YO! podemos hacer un SEGUNDO POSTEO sobre el mismo tema el mes que viene. Y como eso sí que es una ventaja notable vamos a ello.
Si miramos los datos que se facilitan de las ventas en librerías especializadas la cosa parece bastante clara. Los datos más recientes son los de ICv2 para el último trimestre de 2023.
Marvel está muy por delante en cantidades vendidas, DC va detrás -lejos-, Image después -muy lejos- y ya luego van apareciendo los demás, la primera de manga llega en el 7º lugar, etc…
Es parte de una tendencia habitual en la que Marvel tiene más o menos el mismo segmento del mercado mientras que DC va subiendo y bajando por la barra según se les ocurren ideas. Hasta el punto de que si nos vamos a hace veinte años…
Las cosas cambian menos de lo que podríamos imaginar.
Pero, claro, esta es una parte de la historia. Una de las piezas que montan uno de los lados del puzzle. La que corresponde a las ventas a Librerías Especializadas. Y el problema es que hay todo un mundo ahí fuera.
Uno que podríamos llamar Bookscan. Una fuente de datos anual similar a los informes -privados estos- que hacían Nielsen o GFK de los libros vendidos a partir de los datos del 70% de los puntos de venta más la extrapolación y blablabla. En teoría en USA esos datos están incluso más afinados. Pero, vamos, que estos son los datos de todo lo que se vende en general. Y tienen un segmento de cómic.
Tuvo que separar los mangas por otro lado para que no se comieran el resto de la lista. Pero no os preocupéis, que ya han logrado que no sea SOLO manga gracias a una decisión lógica:
Han añadido también los cómics infantiles a la lista.
[Sí, no me cabía el 15 y he pensado que mejor ponía el 14 otra vez para que no quedara tan lamentable el asunto. Y sí, el NYT hace su TOP con los 15 primeros. Yo qué sé. La gente.]
Así que ahora en lugar de una lista de manga en la que hay algún cómic que nos es manga tienen una lista de cómic infantil en el que sale algún manga. El éxito es doble porque así consiguen una lista llena de autores estadounidenses -o estadounidens-ish– y también eliminan las quejas que hubo cuando, en vista de que el manga copaba la lista, decidieron montar una lista de Manga y una lista de Otros. El que decidan que los cómics son Novelas Gráficas tiene su coña también porque, claro, por un lado es lo esperable en el NYT y, por el otro, aquí hasta los Don Mikis son Novela Gráfica si la bolsa sona.
Yep. Marvel vende menos que DC. Y las dos juntas venden lo mismo que PRH y una cuarta parte de lo que Scholastic.
Por supuesto los datos de antes son tan ciertos como estos, lo único que pasa es que depende lo que midas. Y si mides las ventas en librerías especializadas sin tener en cuenta cómo están las susodichas… Pues al echarte para atrás descubres por qué DC está tan interesada en hacer cómics infantiles/ juveniles. (Aunque no por qué no sacan alguna grapa, solo tomos y webcomics)
En realidad es un poco como las películas: DC hace los suyos, Marvel le ha vendido sus derechos a otras editoriales como… Scholastic. Si algún día se animan a hacerlo ellos mismo -y encuentran a alguien que sepa gestionarlo- posiblemente su % supere al de DC. Mientras tanto… servirá para que otras editoriales les publiquen por el mundo. ¡Eh, seguro que en Planeta están muy contentos de poder decir que publican ALGO que lleva Marvel en algún lado del nombre!
Pero bueno, los despieces de Heidi MacDonald quizá lo expliquen más sencillo que yo, incluso sin entrar a cosas como «este año los datos no van mal pese a que el cómic más vendido haya sacado algo más de 600 mil ejemplares vendidos en lugar del 1,3 millones del año pasado«. Sólo porque vender millones de un cómic suene a algo de los años cuarenta/cincuenta o de los noventa no significa que no pase. Solo que no es habitual y no son los supes los que lo venden. Es como lo de Dav Pilkey, que ha sido el autor más vendido este año (bueno, en 2022) y lo ha sido vendiendo el 7% de todos los cómics. Es decir, Dav Pilkey (Capitán Calzoncillos pero para lo que nos ocupa Dog Man o Cat Kid, es decir, PoliCan y SuperGatito -eh, ¿quizá sí que hay superhéroes que venden?-) ha vendido más cómics que DC o que Marvel. Pero, claro, solo con la cifra del cómic más vendido es normal.
Por supuesto también nos da info sobre el manga más vendido:
Y sobre lo primero que no es ni infantil ni manga:
Pero a lo que íbamos de los despieces de MacDonald y los supes:
Lo bueno de los datos es eso, que lo puedes mirar por casi cualquier lado. Vale, que en los 750 números solo haya uno de Marvel no parece bueno… ¡Pero en 2021 no hubo ninguno! ¡¡¡Es una mejora!!!
Algo parecido se puede decir de DC.
Que es un poco «Si sobreviven a Zaslav sobrevivirán a todo«. Parecía que Perlmutter y su manía por hacer una película de los Inhumanos era malo -que lo era, claro- pero ha llegado Zaslav con su manía de eliminar películas. Pero ya vemos que le gusta cerrar más cosas como… el departamento de ventas. ¿Quién necesita un departamento de ventas? Equisdelol.
Por su lado nos explica un poco mejor el asunto de Marvel:
Que ya veis que es sencillo: Si vendes los derechos de cosas a otras editoriales –Viz, Scholastic, PRH, Abrams– resulta que luego no cuentan como ventas tuyas sino como suyas.
Que Miles Morales: Shockwaves haya vendido 42000 ejemplares y Moonknight from Lemire and Smallwood (el único título propio) 16000, supongo que debería de hacer pensar a alguien en Marvel que QUIZÁ deberían estar intentando vender algo así DENTRO de su editorial. Pero para eso necesitarían un Feige, supongo.
Por supuesto todo esto de lo que hablamos pasa en todas partes, claro. En España es tan sencillo como mirar los tops de ventas (por mal hechos que estén, como en TTL) y ver que lo que suele aparecer es el Asterix o el Mortadelo de turno, algún manga, Heartstoppers y algún cómic de superhéroe que traiga regalito. Pero, claro, si le dices a la gente que Heartstopper ha vendido más que sus colecciones de superhéroes lo mismo tienes que explicarles qué es Heartstopper. Y no le vas a decir, «Un webcómic sobre dos adolescentes enamorados que Scholastic publica en papel y que tiene tanto éxito que Netflix le ha hecho una serie y sus cuatro primeros volúmenes llegaron a estar entre los 6 más vendidos del NYT», porque tendrías demasiadas cosas que explicar después y acabarías haciendo un posteo en el blog.
Todo esto sin dejar de tener en cuenta que, como decíamos, cada vez que se habla de los números tenemos poco menos que gente mirando por un agujerito e intentando hacerse una idea de qué está viendo, que estos datos son de 2022 y los de 2023 tardarán aún como un mes en salir, y que la enseñanza principal debería de ser que hay un problema con las librerías especializadas -y eso que allí no parecen decididos a pedir seis ejemplares del número cuarto de una colección para luego devolverlos, ni a inventarse mierdas para que los libreros no estén en sus chiringuitos- y con el modelo de venta y compra con tres meses por adelantado -casualmente el modelo que PRH tiene en España y al que parece que Planeta quiere apuntarse-, no digamos ya a la gente que está dispuesta a entrar en ese tipo de lugares a comprar.
Que, como hemos visto en la diferencia entre el primer y el segundo gráfico… algo es también.
Pero, claro, las ventas reales de los cómics -después del éxito de los cuarenta -no han sido nunca mejores que en los noventa. Cuando lo que había era un mercado de la especulación -no diremos que de lavado de dinero porque, claro, ¿cómo podríamos afirmar tal cosa- pero que dejó claro una cosa a los ejecutivos:
Las ventas nunca son tan buenas como cuando se comprar para no leer.
Y no se puede decir que no lo estén intentando con todas sus fuerzas.
El foreshadowing (o presagio, como dirían los españoles de bien) es un recurso literario en que el autor de una obra pone de manifiesto algunos detalles que aprovechará en el futuro, creando por un lado anticipación y por otro una sensación de coherencia en la trama. Plantar una semillita para que germine después
Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en el nº666 de Vampirella (porque lo de relanzar series con el nº1 está muy visto) en el que Christopher Priest (el que se ha muerto no, el otro) con la colaboración imprescindible de su dibujante Ergün Güzdün nos ofrece este diálogo al inicio del tebeo (suprimo los diálogos no relacionados para mantener al mínimo los destripes)
-Probablemente sea por tus pezones -Mis pezones
-Cómo los fetichizamos. Después de todo, no estás ocultando tus pechos… estás ocultando tus pezones. Quizá los pezones femeninos causan ceguera. Como un eclipse
-Cuando una chica cumple doce años la sociedad hace que se vuelva contra su propio cuerpo. «Teme el pezón»
Y durante el resto de la historieta Priest y Güzdün nos muestran precisamente eso: montones de apariciones de pechos desnudos tanto de Vampirella como de otros personajes y ni un solo pezón femenino (masculino sí, claro)
Una vez acabado el tebeo, solo una duda. ¿Este abuso de cosificación aprovechando la rendija legal del ocultamiento de pezón se limitará a este episodio?
Todo el mundo conoce la estrategia que la editorial Dynamite despliega con sus portadas: múltiples versiones para cada número publicado, generalmente con la protagonista femenina de la serie enseñando culo y tetas, a poder ser a la vez
Pero en esto que llega Geebo Vigonte y decide rompernos los esquemas a todos con su portada:
Sí, es Barbarella, pero en una pose que OCULTA culo y tetas a la vez. No creo que sea la versión más vendida de las dieciocho portadas distintas de este cómic de Barbarella en concreto, pero al menos se merece una mención por su atrevimiento
Si esto es 2023 eso significa que 2022 ya se ha acabado. Y eso significa ADEMÁS que ya hemos visto todos los cómics que han tenido #1 durante el año.
A veces uno piensa que lo ha visto todo -en el sentido de que ha estado atento a las novedades, claro. De lo otro uno nunca deja de sorprenderse- cuando echando un ojo a lo que se ha publicado -pero de verdad, no leyendo listas- se encuentra con…
Cosas.
¿Qué tipo de cosas?
Cosas.
De ahí que en cuanto uno se descuida empiece a considerar que quizá nos centramos mucho en grandes eventos en lugar de en…
Otras cosas.
Cosas… distintas…
Cosas… Inenarrables…
Cosas, en fin, que a veces parecen justificar esto de los cómics…
O plantearnos qué títulos dominan a conversación.
Porque lo cierto es que hay muchos títulos.
Pero muchos muchos.
Y por eso siempre conviene dejar un espacio abierto a la reflexión, rebuscación y relecturación.
Al fin y al cabo uno puede estar convencido de lo contrario y dejar pasar… ¿cómo describirlo?
Una obra capital de un gran talento de nuestro tiempo que ha invertido el esfuerzo necesario por su parte para crear un nuevo paradigma.
Cosas.
¿Quién sabe? Quizá el nuevo año podamos seguir leyendo todo este tipo de obras. Y hablando de ellas. Al fin y al cabo ya sabéis lo que se dice:
Hace tres años Dynamite alcanzó la marca de 87 portadas distintas para una misma revista de historietas. ¿Habrá mejorado la situación en todos estos años? Veámoslo
Pues bien, la situación ha mejorado claramente en este tiempo: el nº1 de Vampirella Year One solo tiene 71 portadas diferentes entre sí. Otra señal de que el capitalismo funciona y el mercado se regula solo