
Entretanto por aquí Panini decide sacar un segundo tomo de Extra Superhéroes enteramente dedicado al personaje con los doce episodios de su serie de 2004-2005 (95 céntimos más barato que lo que costaron los 2 tomos 100% en su día), estando los seis primeros realizados por Starlin. Cosas que pasan, casualidades y que cualquier cosa es buena si se acerca una película. Ey, que empezó Marvel volviendo a contar el origen de Thanos en aquella mini dibujada (o algo) por Simone Bianchi al poco de terminarse la película de los Vengadores.
Y es que cualquier material es bueno para sacar aprovechando el filón, y si en América no producen historietas nuevas, Panini sabe mucho de tirar de las antiguas. Y es por eso que me atrevo a sugerirles ahora que es buen momento la publicación de una miniserie todavía inédita por estos lares, que cuenta un enfrentamiento entre los Héroes Más Poderosos de la Tierra (los Vengadores, claro) y el Titan Púrpura (Thanos), enclavado en lo más profundo de los espacios interestelares. Un sabroso aperitivo para hacer hambre antes de las películas. Si a todo esto le sumamos la intervención de un guionista mítico y los lápices de un autor español en una época que eso no se estilaba tanto, tenemos una obra imprescindible. Me estoy refiriendo a Celestial Quest, aparecida en los USA en 2001-2002.

Conocido por muchos por el bombo que se le dio a un puñado de episodios del Capitán América contra el Imperio Secreto durante los años setenta, Englehart escribió tambien una etapa en los Vengadores que se hace difícil de olvidar (por mucho que se intente) para los que tuvieron la suerte de leerla, la saga de Mantis. Una medio monja shaolin medio meretriz vietnamita con antenas que es buscada por unos entes y defendida por los Vengadores; al final resulta que se trataba de una raza de plantas bondadosas que pretendían fecundarla pero sin mala intención, sólo porque de la unión de Mantis y su elegido saldría la criatura que traería el cambio a la galaxia y todo eso. Total, que el matrimonio y su consumación tienen lugar cuando la esencia del novio-planta se encarna en el cadáver del anterior compañero de Mantis, el Espadachin. A grandes rasgos y de memoria era esto. Nada mal para la época. En los setenta en Marvel fumaban muchas cosas, ya lo dicen en el libro de Sean Howe. Pero lo bueno es que mientras otros autores lo dejaron o buscaron otros temas para evolucionar, Englehart se ve que siguió fumando. Sólo así puede comprenderse su ambiciosa obra posterior para Marvel, obra que en conjunto llamaré el Englehartverso.
Cronológicamente, el Englehartverso comenzó a consolidarse con la publicación de Los Nuevos Vengadores (todo aquel que los llame West Coast Avengers es porque no los ha leído). Pocos meses después, Englehart se hizo también con el control de Los Cuatro Fantásticos tras la marcha de John Byrne, y una vez tuvo en sus manos dos series con los personajes más emblemáticos de la editorial…sencillamente se desmadró. Sus episodios con los Cuatro Fantásticos son delirantes, con una chica-cosa con uniforme de camarera de McDonalds, una nueva mutación de la Cosa con piedras que parecían pinchos, Belasco, Crystal, su celoso marido Mercurio, Pandemonium, el Todopoderoso de las Secret Wars…fantasía sin complejos de principio a fin para mentes abiertas. Y no se quedaron atrás sus Nuevos Vengadores con Al Milgrom, que en cuanto cogieron carrerilla se marcaron una saga por el Espacio Tiempo, incluyendo la consabida parada por el Egipto de Rama-Tut que a día de hoy sigue siendo una verdadera delicia para los verdaderos conaisseurs de esto de los tebeos de tortazos con colores de puntitos. Y en medio de todo esto, mezclando situaciones y personajes tenemos lo que puede considerarse el Magnum Opus del Englehartverso: la maxiserie de 12 episodios de la Visión y la Bruja Escarlata. El título en que la casada pareja se muda al campo y por allí pasan de visita los cuñados en crisis de pareja (Mercurio, siempre inestable y un poco cornudo, es lo que tienen los aires del campo), el suegro (ojo con llevarte mal con él si tu eres un androide y él el Amo del Magnetismo), una inquietante niñera y para culminarlo todo nacimiento de gemelos ¿pero La Visión puede…pues bueno, entonces parecía que sí. Lo dicho, una maxiserie imprescindible y que tiene que terminar volviendo a salir por aquí, que los precios del retapado de forum por ebay son prohibitivos.
Tuvo tiempo Englehart de iniciar tambien e incluir en su universo la serie de 1987 de Estela Plateada, la única de todas que duró algo, señal de su buen hacer. En sus primero episodios rescató del semiolvido a Mantis para que fuera compañera del surfista plateado por conflictos interestelares dibujados por un Marshall Rogers todavía en forma. Mucha más diversión que en otras sagas estelares supuestamente trascendentales. Steve Englehart, un monstruo, señores.
Total, que ya entrados en el Siglo XXI se le ofreció a Englehart la posibilidad de hacer una serie con los Vengadores, situación que aprovechó para volver a contar cosas con Mantis. Y como el villano principal de la historia es Thanos voy a contaro
s algunas pinceladas sin espoilear, con el fin de picaros el gusanillo y que lo exijais a los que corresponda.
Eso sí, debo advertiros antes de comenzar (exacto, ya lleváis leido hasta aquí y todavía no he comenzado, lo siento) que comienzos de siglo es para los Vengadores una época algo atípica. Cuesta creerlo ahora que son la franquicia de Marvel y tiene sopocientas serie que comienzan por X V, pero hubo un tiempo en que los Vengadores apenas molaban. Que sí, que están saliendo unos tomos muy cañeros de Extra Superhéroes con Kurt Busiek y George Pérez, pero llega un momento que Busiek se vuelve monótono y predecible y luego se va, y…total, que cuando ya no salgan más Extra Superhéroes de los Vengadores, de esa época estamos hablando.
Grandes rasgos y sin destripes, Thanos está por la Tierra buscando a Mantis, y cuando esta se ve amenazada lanza una petición de ayuda místicotelepática a los Vengadores.

Héroes que dejan sus importantes menesteres para atenderla.

A los héroes se les suma, porque pasaba por allí (esto es, cerca del Monte Gruenwald) Alambre.




Y en el largo trayecto aeroespacial Englehart nos demostró que un sintozoide también era capaz de BESAR.

E incluso llegó a sugerir que un sintozoide era capaz de AMAR.
Tampoco lo es mucho Mantis, que nada más llegar se echa en brazos de la forma energética de su esposo planta con la apariencia del cadáver de su ex.




Reptyl era a Estela Plateada lo que Turk a Daredevil, para entendernos.


nzaré nada por no destripar, os dejo solamente con la sugerente portada del episodio que no dibujó Santamaría y la advertencia de que alguien de los buenos termina muriendo, pero no destriparé quién (tan sólo una pista: pasaba por allí).



…entonces llega su momento Sailor Moon ¡TA-CHAN!

Y así termino hoy. Con Thanos dando saltitos y un sintozoide capaz de todo. Si con esto no decidís darle un tiento al Englehartverso es que no teneís alma. O peor aún, que sois sintozoides.