Lazos Entrelazados

Desde su creación Gonder Co Wonder Woman ha sido un personaje marcado por una contradictoria dualidad.

Por un lado es una de las primeras y más importantes heroinas. Un personaje femenino tan empoderado que, como se ha escrito, casi podría considerarse el feminismo como uno de sus superpoderes.

Pero por otro es un personaje que tiende a acabar atada e indefensa en sus portadas.

Muy a menudo.

Una y otra vez a lo largo de las edades y las décadas.

Sin distinción de etapas ni de enfoques.

Tanto que casi podría decirse que su otro superpoder es el bondage.

Que, si no fuera porque es imposible, uno podría jurar que su creador era un abierto practicante del BDSM.

Afortunadamente, como cantaba Bob Dylan, los tiempos están a-cambiando. Vivimos en una época en la que por fin se está haciendo justicia a todos los grupos oprimidos por el heteropatriarcado que ha regido el Noveno Arte™ como regía el mundo. Y nuestra princesa de Themyscira preferida ya no es un mero objeto sexual destinado a verse reducida a la indefensión una y otra vez para satisfacer los fetichistas impulsos de masturbatorios lectores.

Bueno, salvo si le pones de guionista a un ex interrogador de la CIA que no ha logrado desengancharse de lo de atar y torturar gente, claro.

ANIRT

Ha muerto Trina Robbins. Para muchos de los lectores de ADLO!, y para la mayoría de la prensa de los tebeos de superhéroes, el principal logro de Robbins es que fue la primera mujer en dibujar un cómic oficial de Wonder Woman. Así lo han destacado Eldiario.es o RTVE, por hablar de la prensa española. Sin embargo, el legado de esta autora legendaria del underground americano es mucho más importante. Fue la primera autora en crear una historia sobre una mujer abiertamente lesbiana en el cómic estadounidense (o, como ellos aseguran, del mundo mundial, aunque eso es más difícil de asegurar). Robbins no era lesbiana. Robbins, que sepamos, no pertenecía al colectivo LGTBI+. Pero en 1972 decidió fantasear con la idea de que igual, si las mujeres dejaban de ir detrás de los hombres, podían “hacerse lesbianas”. Trina Robbins fue la primera mujer en teorizar sobre el “lesbianismo político” en los cómics.

La cosa no le salió barata, aunque la historia la ha tratado con benevolencia. Su tira del lesbianismo político, publicada en el primer número del fanzine Wimmen’s Comix, provocó a otra autora, Mary Wings, a contraatacar con un fanzine autoconclusivo que desromantizaba el ideal amazónico de Robbins para plantear el drama sáfico desde un punto de vista biográfico. De este modo, Wings se convertiría en la primera autora LGTBI en crear un cómic sobre una mujer lesbiana en el cómic estadounidense (o, como ellos aseguran, del mundo mundial).

Después de eso Robbins hizo muchas cosas. Para ser una feminista de segunda ola, con todos los riesgos que todos sabemos que tienen esas cosas a medida que la edad avanza, el historial de la autora ha logrado evitar las polémicas más avinagradas entre el colectivo LGTB y las segundaolistas. De hecho, llegó a tirarle beef a Melinda Gebbie en su momento por publicar un tebeo sobre temática gay… sin ningún autor gay entre sus acreditados. Para que luego digan que no se puede aprender de los errores.

Es verdad que Robbins dibujó Wonder Woman. 4 números, nada menos. Pero hizo muchas más cosas. Algunas verdaderamente importantes y relevantes, preservando y contando la historia de las mujeres en un medio, el cómic, que ha tendido siempre a olvidarse de toda una labor underground, subterránea y alternativa poblada de mujeres. También en los 2000 empezó una serie de cómics para Image que solo duró dos números. Y amigos, si eso no es GENIAL!, yo no sé qué puede serlo.

Esta serie, ¿se ríe (de ti)?

Yo no suelo hablar de esto, pero hace dos años que no compro carne ni pescado en el super. Ni huevos, ni lácteos, tampoco. Dos años y cuatro meses, que se dice rápido pero no es tan rápido. Total, que yo sé que hay quien está muy preocupado por esos “productos vegetales” que se compran bajo el nombre de productos de origen animal. Leche de avena. Hamburguesas vegetales. Queso vegano. Lo entiendo. Igual tú ves una hamburguesa de remolacha y proteína de guisante y te la compras pensando que es carne de rata, cerdo y un montón de harinas para rellenar. Así no hay quien se cuide. Está fatal.

El caso es que espero que los mismos defensores del consumidor que han logrado imponer los tetrabriks de “bebida vegetal de soja” estén pendientes de las “series aperiódicas” con las que nos congratula ECC.

Que digo, imagina tener a Wonder Woman. Guionizada por Tom King. Y decidir que eso igual no merece la pena ni ponerle un calendario de ir saliendo al mercado. “Aperiódica”. Que quiere decir que si no te sacamos el siguiente número no puedes decir que no cumplan su compromiso de “siempre terminar las series”. La serie termina donde ellos digan. Como la anterior etapa de Wonder Woman. Que terminó donde les vino bien.

Pero claro, tú imagina que tienes a Superman. O a los Titanes, con Tom Taylor nada menos. Y dices. No, mira. También aperiódica. ¿Para qué nos vamos a pillar los dedos? No preocuparse, que es por el estado del mercado y la demanda del público. Lo que el público quiere es no saber si el siguiente tomo sale o no sale. Disfrutad lo votado.

Luego tienes las series periódicas. ¿Qué es eso? Que todos los meses sale el número. Pero claro, igual no es el número consecutivo al anterior. Igual nos saltamos unos números para sacar esto en tomo. ¿Que tienes toda la colección en grapa menos estos números? Ya, bueno, a mí me pasa con el final de The Nice House of the Lake y no he hecho tanto aspaviento.

Es que vamos a ver, la RAE es clara: “Conjunto de cosas que se suceden unas a otras y que están relacionadas entre sí.” Y hombre, sucederse se suceden, hasta que dejan de suceder. No están faltando a la verdad. ¿Dónde dice que la sucesión no puede ser aperiódica? Al fin y al cabo, lo períodico es solo aquello “Que se repite con frecuencia a intervalos determinados.” De modo que asumimos que las series aperiódicas se suceden en intervalos no determinados. Por ejemplo, el tomo 1 el mes que viene y el tomo 2, nunca. Ya sacaremos otro tomo más grande que incluya ambas. Esto es una serie, pero nadie dijo que fuera en serio.

Por suerte, esto no es como el “filete de atún 100% vegetal”, que puede llevar a engaño. Esto es una serie aperiódica atendiendo al estado del medio. Y si no te gusta, espera, que en seguida sale el DC Universe Infinite. Tú espera, que ya se viene.

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