Desde aquí repartimos ideas y conceptos para la manipulación creativa y el abuso cultural. Somos el diario de lo genial, y el pensamiento de lo imposible
Una cosa en la que puedo confiar es que si en algún momento quiero hablar de un marrón, hay dos opciones. O Sark ya ha escrito sobre ello o Sark ya me ha dejado el recadito de que lo haga yo. En este caso, por suerte, se trata del primer supuesto. De modo que por resumir mucho digamos que Scott Adams, el señor que creó Dilbert en aquella época en la que los webcómics eran un medio privilegiado lleno de oportunidades e internet iba a liberar las mentes de los ciudadanos del mundo, se ha hecho facha. Muy facha. O al menos, se ha destapado como tal. Cosas de divorciarse dos veces, de fliparse con Trump, de que Elon Musk te recomiende. Cosas que pasan cuando llevas años ganando dinero haciendo siempre lo mismo: acabas siendo un rancio. Como Alaska y Mario. Vamos, que probablemente era facha de antes.
El caso es que en lugar de seguir dándole bolo a sus cosas de facha, muchos autores han decidido reapropiarse un icono del noveno arte y del mundo digital como Dilbert y resignificarlo bajo una nueva dirección.
Sin embargo, la opción más habitual ha sido especular sobre nuevas posibles tiras de Dilbert bajo la nueva dirección que Adams, cada vez más enloquecido en su proceso de víctima de la cancelación, está tomando.
Es posible que a estas alturas ya hayáis notado cierta tendencia. Como un tropo visual bastante habitual. Esto es porque las tiras de prensa son cómic solo muy flojito y por tanto, no son un campo tan vibrante y creativo como el cómic de superhéroes.
Bueno, vais pillando la idea. En realidad esto es solo una muestra, claro. Hay más, ¡algunos incluso no incluyen referencias al KKK!
Por supuesto, toda este post viene a cumplir dos funciones en este blog. Por un lado, entendiendo ADLO! como el mayor repositorio de la Historia del Cómic en castellano de los últimos… bastantes años, es necesario preservar todos estos documentos para cuando Twitter fenezca y deje de funcionar. Por otro lado, al tratarse de una organización centrada en la DEFENSA! de los autores, uno podría pensar que desde aquí tenemos una postura completa. ¿Debemos considerar a Scott Adams un autor que necesita ser defendido?
Esta pregunta solo puede venir de una mente distraída que no haya hecho caso al punto esencial de este post. Y es que las tiras de prensa (y ya que estamos, los webcómics) no son cómics de verdad.
Siempre que se cuenta una historia se dejan otras de lado, a veces interesantes pero adyacentes y otras veces, simplemente, por mantener un mínimo de foco en la principial.
Y no, no estoy intentando justificar poner a dos señores de comisarios de una exposición sobre feminismo y cómic, sería tan ridículo como intentar justificar que una web para autoras de cómic llevara un juego de palabras con ‘útero’ a estas alturas de siglo.
Me refiero, por supuesto, a que cuando el otro día hablé de Scott Adams hubo cosas que me dejé fuera. Pero una de ellas me parece especialmente interesante de mencionar por algo que ha pasado también durante la semana (¿esta semana?, ¿la anterior?, ¿quién las distingue?)
Y por eso hoy vamos a hablar de Heart of the City. Por culpa de las Tortugas Ninja.
Ah, que quizá os falte información entre medias. Será más fácil empezar por el final. Van a hacer una nueva película animada de Las Tortugas Ninja.
Y esta es April.
Por lo que sea, imposible saber el qué, hay fanses quejándose de que no se parece a la original. Algo que nos puede parecer más o menos estúpido pero que es indudablemente cierto. Al fin y al cabo todos conocemos el aspecto de la April original de los cómics:
Igual que sabemos la historia detrás. Que Peter Laird quería que fuera una mujer asiática pero que Kevin Eastman decidió dibujarla a partir de su (entonces) mujer April. Se pueden encontrar fotos de April con cierta facilidad, por ejemplo en:
Por supuesto el señalar esto, o algunas de sus apariciones en esos primeros cómics de Mirage, como
No es nuevo, al fin y al cabo en la anterior versión animada de Las Tortugas Ninja ya teníamos a April.
Y la discusión fue la misma porque los racistas existen siempre.
Hay incluso gente que dice que no puede ser de color porque se apellida O’Neil, y que estoy esperando a ver su sorpresa cuando descubran la existencia de Shaquille O’Neal. Especialmente si es en Steel.
(Aunque hay una variedad de quejas sobre hacerla más infantil en lugar de una señora pechugona que, por un lado, mal, pero por el otro lado… bueno, al menos a estos no les ponen las niñas. Yo qué sé.)
El asunto es que salieron todo tipo de conspiranóicos a explicar que en realidad no era así porque el pelo era una permanente (?) o porque Eastman se había tomado libertades al crear al personaje (?) y no sabía lo que decía (?) porque el que sí lo sabía era Laird que cuando le preguntas ahora dice que lo de asiática de las notas no lo recuerda -el truco Stan Lee– y que será cosa de Eastman, igual que lo era lo de que fuera birracial, que para él valía blanca. Y por eso no había tenido problema con Lo que pasó.
Lo que pasó fue que decidieron ‘blanquear’ a April, según a quién le preguntes fue idea de la editorial o idea de la editorial tras ver los diseños para la serie.
(También hay gente que decide que estos cambios muestran un odio hacia las personas pelirrojas, pero yo diría que April es pelirroja en las versiones nuevas)
Por lo visto en aquel entonces había menos problema con modificar la apariencia de personajes. Yo qué sé, la integridad artística es un follón.
Lo que nos lleva de nuevo a Heart of the City.
Que es la serie que muchos periódicos eligieron para sustituir Dilbert.
Y que ya había sido mencionado antes en ADLO!, aunque con otro aspecto.
Que es, efectivamente, algo distinto al que tiene aquí:
En realidad la historia es moderadamente sencilla de explicar. Heart of the City llevaba siendo una tira cómica de cierto éxito desde su creación en 1998. Detrás estaba Mark Tatulli, que quizá os suene porque en 2008 -15 años de nada hace- le dedicamos un posteo a su ‘nueva’ creación: Liō.
Una tira que tuvo mucho más éxito. Tanto que en 2020 Tatulli -que llevaba varios años liado en una adaptación audiovisual- decidió que iba a dejar de ocuparse de Heart of the City.
Lo que pasa es que a Andrews McMeel no le parecía bien.
Aclararé que Andrews McMeel no es una persona de verdad. Ni siquiera es un niño de madera. En realidad en una empresa de la que también podríamos contar bastante, formada por los apellidos de los dos socios que la formaron y que ha ido comiéndose el negocio de la sindicación de cómics, además son de Kansas City, en Missouri, así que si alguna vez te has preguntado qué hay en Kansas ya sabes que es el epicentro de las tiras cómicas. Como decía, es una empresa y una de sus ramas principales es Andrews McMeel Syndication. Responsable de una cantidad enorme de tiras -podéis echar un ojo en otra de las ramas, GoComics – y a los que Heart of the City les seguía dando beneficios.
Así que propusieron un cambio de autor.
Que es algo que pasa con las tiras cómicas como con tantas otras cosas. Hay tiras que terminan porque los creadores lo deciden, hay otras que se continúan, también porque los creadores lo deciden. Así que Tatulli aceptó que la tira siguiera.
Y así pasamos de:
A esto otro:
Sí, la decisión fue ponerle color porque la importancia como webcómic iba a ser mayor que como periódico (aunque siempre podrían imprimirlo en Glorioso B/N). La idea parecía clara: Coges una tira que lleva funcionando 22 años, subes un poco (pero no mucho) la edad de la protagonista hasta la middle school y lo lanzas al mercado de los cómics infantiles/juveniles que está a tope.
La elección de responsable tampoco fue descuidada, acabaron eligiendo a Steenz, une autore afroamericane bi que había trabajado previamente como editore, dibujante y guionista. Lo suficientemente vocal como para quejarse de que Oni Press , para quienes había co-creado Archival Quality, había dejado de pagar los royalties a sus autores a mediados del pasado año.
Que los periódicos decidieran sustituir Dilbert con Heart of the City no parece, por tanto, una decisión tomada a la ligera. Y es que hay cosas que cambian para seguir igual, pero también hay cosas que evolucionan.
El cómic en los periódicos. Algo que cada vez tienen menos periódicos, como ética o compradores, es un campo de batalla constante. Y lo ha sido siempre, al fin y al cabo el amarillismo viene directamente de la sección de cómics.
Lo habréis visto escrito tantas veces que no creo que haga ni falta explicarlo, pero si alguien se lo perdió: Joseph Pulitzer tenía contratado a Richard F. Outcault para hacer ilustraciones en el New York World, de Outcault salieron Hogan’s Alley y a partir de ahí The Yellow Kid. Cuando William Randolph Hearst decidió ‘robar’ a Outcault y sus cómics para el New York Journalcomenzó una competición que añadía al sensacionalismo este uso de los cómic y del color… amarillo. Y de ahí el amarillismo. Así que sí, los cómics han estado en este follón desde el principio. Y a Hearst y Pulitzer se les han dedicado obras – Ciudadano Kane, Newsies…- pero de la lucha por Yellow Kid, que yo sepa, no ha habido ninguna. Ahí tenéis vuestra idea para el próximo El invierno del dibujante.
¡Pero bueno! Que todo esto viene por algo, y es que en los entre mientras ha habido broncas siempre. Sea porque los autores iban de la izquierda a la derecha como Al Capp o Walt Kelly, porque la tira era claramente de derechas pero les parecía muy violenta como el Dick Tracy de Gould, porque eran directamente políticas como Doonesbury, o porque hablaba de una realidad que no era blanca, comoLa Cucaracha.
En realidad siempre ha habido un motivo u otro para la bronca.
La aparición de los webcómics podría haber servido para que esto cambiara. Y lo hizo, de cierta manera. Pasó a ser menos importante que hubiera un periódico por medio.
Con eso y todo seguían existiendo las diferentes ligas y versiones: Las revistas y periódicos universitarios, los Syndicates que llevaban revistas y periódicos, y los webcómics que muchas veces veían cómo estas fuentes oficiales construían webs para ofrecerlos gratis o, incluso, sindicarlos también a páginas webs.
(Ah, sí, el concepto de Syndicate es distinto al de Union, aquí no hablamos de sindicatos -eso son las Union– sino de empresas que se dedican a ‘alquilar‘ contenido. Cuando algo está en sindicación significa que el medio que lo publica ha alquilado esa obra, pero no la posee. Y eso valía en la tele con Xena, Los Vigilantes de la Playa o Star Trek: The New Generation, igual que vale en periódicos y revistas estadounidenses para casi cualquiera de las obras -y varias columnas- de las tiras cómicas. Por eso un Syndicate gordo significa que llegarás a más periódicos.)
Luego resulta que la tira que ha aparecido a la vez en más periódicos en todo el mundo lo ha hecho, en realidad, en algo menos de 2600 –Garfield, por si os extrañaba no haber leído aún sobre ella- pero, claro, esto depende primero de que es una estimación del Comité Guiness, y por otro lado, de que el número de periódicos es el que es.
Por supuesto hay todo tipo de edades, muchas de esas tiras tienen ya sus años. Pero también ha entrado alguna sustitución. Así Blondie es de 1930, Beetle Bailey de 1950, Family Circus de 1960, Hägar de 1973, Shoe de 1977, Garfield de 1978, Foxtrot de 1988, Sherman’s Lagoon de 1991, Mutts de 1994, Zits de 1997, Pearls Before Swine de 2001, Liō de 2006…
Aunque, por supuesto, ahora mismo es más sencillo que la tira aparezca directamente en internete y ya si eso veremos, como ocurrió cuando las famosas -y, por tanto, ya olvidadas- guerras a cuenta de PvP.
La radicalización alt-chanera, sin embargo, tuvo mucho que decir a partir de ese 2010. Que no es que sea nuevo porque ya hemos contado lo de Capp. Pero que hemos tenido ejemplos más que de sobra en los últimos años. En lo que podemos poner tres ejemplos.
Por supuesto el primero sería el del tipo que se encuentra con que lo que hace recibe un calificativo peyorativo -pongamos Sexista- y decide usarlo como justificación para vender que dibujar mujeres de grandes pechos más o menos desnudas es una forma de combatir la corrección política, el wokismo, el outrage y to own de libs. La persona que es el poster de esto es Frank Cho, cuya especialidad en tetas teteantes hace que esté muy lejos ya de Univerty2 o Liberty Meadows, porque para qué trabajar a diario cuando puedes hacer portadas y cosas así.
El siguiente ejemplo de caer en un agujero cada vez más profundo es el de Tatsuya Ishida, que a estas alturas debe de andar ya con una pala. Porque ha ido de su propia versión de feminismo TERF al antivacunismo, la conspiranoia -casi cualquiera, le dedicó unas tiras a los reptilianos. No de manera irónica, sino real. Supongo que sería consciente que es una conspiranoia creada como manera de hablar de los judíos y… mira, en realidad no queréis saberlo- y ahora mismo no creo que ni él sepa qué está haciendo. Supongo que hasta que llegue el momento de rebelar al mundo que en realidad la tierra es plana.
Y, por último, la persona que ha hecho que tenga que ponerme a escribir esto. Yo podría haber puesto una imagen de cualquier cosa, tres frases y pasar el resto de la semana sin mover un dedo. Pero no, Scott Adams no podía estarse calladito.
Adams creó en 1989 la tira Dilbert, sobre un trabajador de una tecnológica. La clásica Tira de Oficina que fue convirtiéndose en más y más exitosa. Hasta el punto de que ¡llegó a ser publicada en España! Recopilatorios de los de toda la vida, libritos de regalo, libros propiamente dicho dentro de no-ficción/ humor. Toda la pesca, y publicados en España para mi sorpresa.
Uno pensaría que con ese nivel de éxito con estarse calladito valdría. Te callas, ves subir la pila de dinero y, como mucho, sacas merchandising de discutible calidad. Hacer un Garfield, vaya.
Pues no, en 2006 se casó, para 2010 pasó de sus cosas de pensamiento positivo y ‘si escribes algo muchas veces acaba sucediendo’ fueron yendo a peor, y cuando en 2014 su mujer pidió el divorcio Adams ya estaba en el mismo club de Elon Musk. Es decir, para 2015 ya estaba completamente MRA hablando de su derecho al sexo. Claro que a continuación se puso a hacer campaña por TRUMP!. Y para 2017 había ya periodistas señalando que en sus cómics el sensato había pasado de ser su personaje principal al jefe, de hecho, le habían hecho una campaña de hacer más joven y atractivo que ríete de Pablo Motos.
Claro que 2020 fue un año completo para él porque, además, se casó. A los 63 años y con una mujer de 34. Si pensáis que sabéis cómo va a terminar esto os puedo ir adelantando que sí que lo sabéis pero que no es lo que os esperáis. Porque, efectivamente, se divorciaron. En 2022. Pero el motivo no se llegó a hacer público PESE a que ella dijo que estaba pasando un momento complicado entre el divorcio y luchar contra el cáncer que le habían detectado. Claro, es que si te buscas a una de la mitad de la edad ¡qué menos que te la den en buenas condiciones!
Total, que ya había empezado su segunda transición. Porque estaba claro que tenía menos ganas de hacer tiras que la gente de leerlas. Por eso cuando en una decisión empresarial una cadena de periódicos regionales decidió prescindir de las tiras de prensa salió Adams a decir que LE ESTABAN CANCELANDO. A ver, Patrick McDonnell -el creador de Mutts–sacó un comunicado pidiendo a su base que escribiera a sus periódicos pidiendo que volvieran a poner su tira. Cada uno lo lleva a su manera, como el alcohol o el divorcio.
De ahí que pronto se metiera en guerras… con otra gente de derechas. A veces es difícil saber quién está peor. Sobre todo porque volvía a ser una discusión entre antivacunas. Ben Garrison se reía de Adams por creer en la ciencia siempre y decir que los antivacunas tenían razón por casualidad. Adams se rebotaba y decía que no había dicho eso, sin dejar claro si lo primero o lo segundo. En realidad a estas alturas ya deberíamos de saber que las guerras no tienen ganadores.
Lo que nos lleva a la actualidad. En la que la discusión sobre un lema de los supremacistas blancos («It’s okay to be white«) llevó a Adams a decir que los negros eran un grupo de odio del que había que alejarse, que él mismo se había alejado de ellos yéndose a un vecindario en el que no hubiera prácticamente ninguno.
Por algún extraño motivo esto acabó en periódicos decidiendo dejar de llevar la tira. Lo que, a su vez, llevó a su Syndicate a dejar de distribuirla y, finalmente, a Adams diciendo que cerraba Dilbert para sacar un Dilbert 2.0 en una web de pago para la que pedía ideas para el título.
¿Es esto un plan para librarse de su acuerdo con el Syndicate y poder dedicarse directamente a ser tertuliano? Pues quizá, pero tampoco parece la mejor de las ideas. O sí. O a saber.
Conste que en un momento del pasado tenía la idea de hablar de la cuenta de tuiter «Afectados_traducción_Jerusalén_Alan_Moore» pero como a cada nueva captura que suben de la edición perpetrada por Planeta Cómic y Minotauro la cosa mejora vamos a darles un poco de espacio antes de hacer un álbum recopilatorio. Eso sí, podéis seguirles y retuitearles de mil amores. ¿Que no créeis que sea para tanto? Echad un ojo a esta:
— Afectados_traducción_Jerusalén_Alan_Moore (@AfectadosMoore) May 10, 2021
Este viernes pasado varias tiras cómicas aprovecharon para sacar un tema común, los personajes ‘sin pantalones’. En teoría era por una buena causa. Aunque no han acabado de decidir cuál.
En serio, no han dejado claro ni qué hacer ni cómo hacerlo ni qué significa esto. Es maravilloso.
Tradicionalmente en un cómic si un personaje aparecía sin pantalones era por un motivo lógico y razonable como, yo qué sé, estar rodeado de niños gritando que no lleva pantalones.
Ah, que no me creéis… bien:
Pero ahora parece que han decidido adoptar lo que fue una costumbre de una fraternidad que luego decidieron lanzar como parte de su marca -o algo así- y entonces lograron eco para que les hicieran caso en otros países y blablala. La rutina de costumbre.
Y este año, con eso de que llevamos ni se sabe trabajando en calzones, un grupo de autores de tiras cómicas para periódicos han decidido lanzar la iniciativa de celebrar el No Pants Days para recordar algo muy importante:
Que hay periódicos que siguen publicando tiras cómicas.
No, perdón. Algo más modesto y fácil de lograr.
Que hay gente que no tiene la posibilidad de conseguir ropa y aquí tenemos dos ramificaciones del asunto en la que los autores no pensaron demasiado. Porque por supuesto que una gran parte es por pobreza, pero otra parte es por problemas de género.
En cualquier caso la tira que más se está usando para explicar el asunto es la de Daniel el travieso, lo que supongo que os explicará cómo ha ido el tema.
Los personajes salen sin pantalones, se menciona explícitamente la festividad, se señala el carácter benéfico/ humanitario de la misma -sin entrar en explicaciones incómodas- y se sugiere, incluso, una posibilidad para que no parezca un tiro al aire. Pero no como exclusión de las demás sino como inclusión.
Que el chiste sea dos menores diciendo que esperan que su vecino de avanzada edad conozca la fiesta de no llevar pantalones es un tema que podemos dejar para otro día, pero que va ligado a lo que os decía antes de cómo funcionan los cómics.
Y ustedes sin creerme.
Por supuesto hay gente que ha hecho un buen trabajo explicando algunas de estas circunstancias y finalidades. Concretamente la gente del Kings Feature. Y menos mal porque cada autor ha decidido hacer lo que le daba la gana con la idea. Desde los que han cumplido la parte de convertirlo en el centro del chiste, mencionar el día y hablar de las donaciones como Blondie:
a los que hacen todo lo anterior Y ADEMÁS logran que el chiste no sea literalmente explicar la fiesta como Arctic Circle:
a los que lo han convertido en el el tema centrándose en la parte más caritativa como la tira queer Rae the Doe:
Los que hacen el chiste mencionando el día sin explicar nada como Shoe:
los que lo convierten en el chiste sin terminar de hablar de nada más, incluyendo el motivo o el día:
Los que sencillamente enseñan a gente sin pantalones y allá cada uno que se las apañe como Dick Tracy:
Y, por supuesto, los que no han participado pero, ¿cómo de seguros estamos de que no lo han hecho?
Sobre todo cuando algunos de los que se supone que sí que han participado lo han hecho… de manera creativa.
Y es que al final estas cosas de juntar a mucha gente siempre crean estas situaciones peculiares.
Algo que saben bien los lectores de superhéroes porque tú sugieres ponerle pantalones a Wonder Woman y te la montan.Porque al final eso de ir sin pantalones puede parecer cosa de sexualización cuando puede ser una tradición del cómic. Como lo de los menores que… Queremos decir… eh…
Da igual.
Lo importante es que yo he podido hablar de tiras cómicas, que hemos hablado de iniciativas solidarias, que hemos recordado cómo funcionan las cosas en los cómics…
y, sobre todo, que hemos pensado mucho en los niños.
A los que tanto se tienen en cuenta en estas muestras de solidaridad.
A veces las costumbres son difíciles de quitar, eso sí.
Hay veces que la gente toma decisiones porque no le queda más remedio. De modo que frente al resto de decisiones inadvertidas que crean los multiversos -como sabe todo el mundo- se crean pequeños nudos de realidad que parecen centrar decisiones que crearán graves alteraciones. Decisiones meditadas y que uno puede compartir más o menos pero conviene que respete siempre.
No es fácil la decisión de seguir con algo que no quieres, no sabes lo que va a durar, no sabes en qué condiciones será, sólo sabes que tendrás muchas discusiones por delante y que incluso las que ya tenías seguirán.
No es fácil irse y dejar tirados no solo al resto de al comunidad sino a tus propios compañeros, sobre todo cuando no sabes a dónde ir y todo lo que tienes en la cabeza es la música de la gente cantando la canción de los hombres furiosos.
Por eso cuando alguien nos dice que quieres irse de ADLO! le atamos a una silla y seguimos posteando en su nombre hasta que su familia o amigos se preocupan por él. -Lo que explica la larga estancia posteadora de Emilio, jijijiji-, algo que se aplica a todos, Javi Riva nunca nos ha abanadonado, es que no tiene muy claro cuál es el siguiente día temporalmente que le toca postear.
Pero no me refería a nosotros. No solo porque estemos con un décimo aniversario vamos a tratar de que todo tenga que ver sobre nosotros mientras pasan cosas fueras que tratan de quitarnos de enmedio de nosotros que nosotros no nosotreamos porque nososotros nosotrimos nosotridades nosotridosas.
Os perdonamos.
Pero precisamente por eso tenemos que hablar de esa gente que nos parte el corazón cuando se marcha y nos lo detroza cuando se queda. Sí, ya sé que lo habéis entendido pero aquí estamos. Sabéis de qué voy a hablar porque, al fin y al cabo, la semana pasada no se habló de otra cosa. Pero aún así vamos con ello:
Efectivamente. Bill Watterson volvió -brevemente- para hacer unos chistes con un favorito de lo que esto escribe, Stephen Pastis. El motivo fue que le apetecía colaborar con él y que de paso se quedaba con los originales para subastarlo para la fundación Team Cul de Sac, una asociación a favor de la investigación de la investigación de Parkinson sufrida por el autor Richard Thompson del que es amigo y fan. Claro que todo eso se puede leer en piezas como esta en el Washington Post.
Es mucho más entretenido leer la versión de Pastis y como todo sale de haber hecho esta tira:
a partir de lo cuál vemos cómo funcionan estas cosas. Gente que se va, gente que se queda, mentir para tener sexo… Lo clásico del mundillo. Ah, y si le dais a los enlaces también veréis los comments. Cualquiera diría que escriben para que la gente haga lo contrario de lo que han decidido y no para que se reafirmen en que están haciendo lo correcto, ¿verdad?
Pero qué puedo deciros… Bill está en su derecho. Si decide seguir fuera para evitarse los problemas, censuras y luchas con los periódicos su decisión no puede ser más que respetada, si cree que puede regresar y quedarse -aunque sea una semana- para tratar de cambiar las cosas… ¿quién podría decir algo en contra? Lo único que os puedo decir es…
Resumen abreviado de las anteriores entregas (lo de las líneas de conexión y las viñetas hexagonales a lo Hickman lo dejamos para otra ocasión, pero haré el idiota con el justificado a izquierda y derecha para que parezca profundo y simbólico):
Vale, habíamos dejado a nuesto héroe en el típico cliffhanger ¡no! en estas aventuras nada era típico porque todo sucedía aquí por primera vez, era lo bueno de ser el primero, que todo lo que hicieras era innovador. Tenemos por tanto al Fantasma en la guarida de una banda de maleantes, que como sabían que había un impostor en sus filas han ido desarmándose y quitándose las caretas hasta que sólo quedaba uno ¡Quítate la ropa, simpaticón!
Vaya ¿así que primero se han desarmado todos? pues entonces hay todavía escapatoria para un luchador bregado como el Hombre Enmascarado.
Así que reparto de armas entre los malvados y vuelta a intentarlo.
Ahora sí, le tienen descubierto, desarmado y maniatado, y es entonces cuando llega el momento "Yo no estoy encerrado aquí con vosotros, vosotros estáis encerrados aquí conmigo" ¡pero recordad que lo leísteis aquí primero! Y nadie llamaba nunca a Lee Falk para agradecerle el dinero que estaban ganando…
Que socarrón, el Fantasma; ahora toca desenmascararle, pero ¡cuidado!…
…pues cuenta la Historia que aquel que ose contemplar el rostro del Fantasma morirá poco después. Advertido quedas "¡Chorradas!" pues chorradas, de acuerdo, pero advertido quedas.
Un truco viejo para vosotros, lectores que ya estáis curtidos en esto, pero en tiempos más sencillos la estrategia colaba, lo cual hacía dudar y sudar al malo. No tengo miedo ¡puedo hacerlo! ¡voy a desemascararte! ¡y aluego te mataré! ¡por ese orden!
Dudas, dudas, tantas dudas ¿para qué arriegarse teniendo esbirros que pueden hacerlo por ti? ¡yuju, patitos, venirse para aquí que vamos a divertirnos! HO- HO HAW-HAW-HAW!!
HAW-HAW…que gracia, que el que le desnemascare morirá, dice, jojo, venga quitásela, no, mejor quitásela tú ¡eh! ¿por qué debo ser yo?
La tensión del momento queda interrumpida por la irrupción de un nuevo elemento en la trama ¿recordáis que el Fantasma había avisado por radio al barco para que vinieran a ayudarle? como digáis que no, de contar alguna historia por entregas en un futuro voy a haceros unos resúmenes más extensos que los posteos. Bueno, pues el barco se acerca, todos en posición y dejad lo que estéis haciendo. Menos mal que lo tenían atado.
Más tensión. Los piratas toman medidas drásticas y apuntan al barco con su cañón, como se acerque le irá el pepinazo…
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Pero recordemos también que en el barco no destacaban precisamente por su colaboración con el Fantasma, de manera que unas vuelticas mirando por encima y como no ven nada dan media vuelta.
Así, no dejan al Hombre Enmascarado otra opción que ¡actuar!
Menos mal que no era un botón, sino se hubiera dejado la nariz en el intento. Tranquilos, el barco ya se había alejado suficiente, de manera que las salvas han servido de advertencia de que efectivamente ahí hay algo
Parece que se acerca el desenlace, pues la acción se sucede vertiginosamente (y eso que una aventura de estas solía desarrollarse en 3-4 meses mínimo a ritmo de tira diaria ¿dónde pensabáis acaso que se inventó el decompressive? ¡el Hombre Enmascarado es el primero en todo!). El héroe queda momentáneamente fuera de juego, al tiempo que los refuerzos se aproximan y a los malos se les queda esa cara que veis.
Ya estás atado e inconsciente. Tan sólo queda ¡matarte!
Y nueva interrupción; jefe, que vienen.
Tengo un bote y dinero ¡huiremos y nos daremos la vida padre! aunque, un momento, esperad, que me olvidaba de una cosa, son tantas interrupciones…
"Voy a matarle"; "no hay tiempo, jefe"; "y además dijeron que quien le mira el rostro morirá"; "¡eso, eso es lo que quiero probar!" ¿Veis? esto es lo que pasa por hablar todos a la vez, que me lo marean; de ir a matarle a volver a querer desenmascarle, se trataba de enemigos más simples pero al tiempo más nobles.
Tan nobles que primero lo reaniman.
Jeeefe, que se distrae demasiaaado y los soldados vieeenen ¡que pesados, ir tirando que en seguida os alcanzo! le desenmascaro, lo mato, y voy para allá, qué prisas.
¡y el momento llega!
Vale, jefe, guai, lo has hecho y no ha pasado nada, venga, vámonos ¡un momento, quiero regodearme! ¡ahora, ahora sí te mataré!
Que sí, que lo hemos oido, seguimos aquí ¿acabas o qué? ¡que sí, que ya voy!
Tramas posteriores llamaron a esta situación "lo que pasa cuando eres más lento que el caballo del malo".
La Profecía se ha cumplido, aquel que ha visto el rostro del Fantasma ha muerto, lo que deja a los piratas moscas comentando la jugada y, ahora sí, huyendo, que mucho quejarse del jefe pero ellos tampoco habían adelantado mucho.
Pero ya va todo rodado, apenas queda tiempo para un poco más de acción.
Rendición, victoria, atar cabos sueltos y una nueva aventura del Fantasma concluída, que fascina a chicos y mayores por igual. El héroe primigenio tiene todo el apoyo del público entre otras razones porque no hay mucha otra cosa que ver.
Y así era por aquel entonces, queridos lectores modernos, aventura sin adulterar, fascinación sencilla que no precisaba de requiebros ni complicaciones para entretener. Fueron los que llegaron después los que tuvieron que retorcer los argumentos para crear un más difícil todavía con el que seguir contando aventuras que no sonaran a algo ya visto. Pero quedaros con la lección de que no importa lo que hayáis leído después, el Fantasma lo hizo antes. Lo que fuera.
Continuamos de la semana anterior este relato de El Primer Gran Heroe, aventura pura e inocente sin adulterar, para reencontrarnos con el germen de las historias posteriores que de ella se derivaron, disfrutando de la esencia de la aventura de tiempos sencillos cuando no era necesario enrevesar las situaciones para contar algo diferente porque estaba todo aún por inventar. Habíamos dejado al Fantasma señalando con ráfaga de luz acusadora a los miembros de la Banda del Hormiguero que iban a atracar un barco (barco que era para ellos un objetivo deseable porque el mismo Fantasma se había encargado de propagar el rumor de que llevaba un cargamento apetitoso, pero eso son detalles accesorios).
Como viles villanos que son, Trancas y Barrancas huyen ante la luz de la Justicia.
Son blanco sencillo para la tripulación de barco, como pescar peces en un barril…pero eso sería si desde el barco pusieran algo de su parte, que ya pudimos ver en la entrega anterior que no estaban muy por la labor.
En buena ley, las Hormigas no han hecho otra cosa que nadarles delante, no han hecho nada malo todavía que ellos sepan. Y sin víctima no hay crimen, se siente. Dicho lo cual no le dejan otra opción a nuestro héroe que guisárselo y comérselo él solito. Te lo pondrán difícil, Fantasma, es lo que tiene haberles convertido en blanco de asaltantes para ponerte a tiro de los bandidos, siempre queda un puntito de rencor.
Adivinanza 1: el Fantasma se aproxima a uno de los botes de la Banda. Descúbralo en esta imagen.
Adivinanza 2: Descubra ahora al Fantasma en la segunda viñeta.
Solución:
Como ya le sucedió en el barco, la gente se pregunta quién puede ser el tipo alto y misterioso que no se deja ver ni se relaciona con los demás, pero sin entrometerse ni importunar, todavía había modales.
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Amparados en la oscuridad llegan a la cueva secreta del cubil secreto de la banda secreta. La siguiente maniobra del Hombre Enmascarado es ya más cosa psicológica para desmoralizar y/o acojonar a la tropa. Los golpes del Fantasma dejan la marca en forma de calavera de su anillo, de manera que se dedica a ir dando golpes a los demás, siempre en plan encontronazo nocturno, pero con la fuerza suficiente para marcar su sello.
Y tras haber repetido la operación bastantes veces se esconde sumergiéndose en las oscuras aguas de la oscura cueva del oscuro cubil de la oscura banda.
Al menos dentro de la guarida tienen luz y se ve al autor intelectual de la banda, malo con monóculo. Malo típico de ahora, pero muy novedoso por aquel entonces.
Al hacerse la luz los sicarios se dan cuenta de la marcas que llevan.
Entretanto uno de los vigilantes de la banda hace un descubrimiento.
Tramas posteriores más complicadas seguirían con el centinela disparando o dando la voz de alerta, pero aquí estamos en una época más noble en la que el descubridor se dedica a interpelar al descubierto "¡ye, tú! ¿eres uno de los nuestros?"
El Fantasma, como el Rayo, no responde ¡actúa! ¡por fin acción! tenía que terminar pasando.
Teniendo además el pasaje por el que le ha visto el centinela, el Fantasma ahora decide ir para adentro aunque OOPS.
El OOPS es que por la misma escalera qu él quiere bajar, una hormiga (o un sobrinito del Pato Donald) pretende subir.
El patito llega hasta lo alto y hace un sorprendente descubrimiento ¿dara él la voz de alarma? quizá en aventuras posteriores, pero estamos viviendo una aventura de una época sencilla. Y no tiene a mano su Manual de los Jóvenes Castores en el que hallar consejo.
Puestos a preguntar, mejor a Mac, que lo que le haya pasado lo ha vivido en primera persona ¿sígilo, precaución, voz de alarma, pistolas? que maleados estáis la gente moderna, leñe.
¡Acción!
Jorgito (o alguien que se parece mucho a él), desciende y contesta a su compañero con monosílabos ¿qué sucede? solución en la segunda viñeta.
Ya con nuestro héroe infiltrado en la tropas (mejor dentro que fuera, pensó hace unas viñetas) se termina descubriendo el pastel: hay alguien por la isla y el señor monóculo sabe de quién se trata.
En la banda de Pablo Motos, los sicarios no se quitan las máscaras para nada, circunstancia por la cual nuestro protagonista puede camuflarse perfectamente sin necesidad de ponerse una manta por encima. Pero la cúpula de la banda pretende desenmascararle y convocan una reunión de toda la gente disfrazada ¡se trata de adversarios astutos!
Aunque tampoco lo son demasiado, ya que si todo se van para la reunión, mediante un hábil "ahora voy para allá, un momento" el Fantasma que Camina queda con camino libre para la habitación de radiocomunicaciones, esa que hay en toda guarida de isla de banda de piratas.
Así, mientras nuestro héroes se deshace del telegrafista y radia su posición a la gente del barco (con la esperanza de que esta vez tengan a bien hacerle un poco de puñetero caso), la banda se agrupa y…
…y comienzan a contarse para ver si están todos. Nadie dijo que fuera fácil descubrir a la oveja enmascarada por muy astuto que seas.
Faltan dos, el de la habitación de la radio y otro. Así que el esbirro mayor va a buscarles, pero como descubre a uno ya no ve necesario entrar en la habitación de la radio ¿para qué? (y de hacerlo podemos imaginar que se limitaría a preguntar al Fantasma "¡tú estabas con él!¿tienes alguna idea de qué puede haberle pasado?", pero eso lo sabemos porque desde esta aventura ha llovido mucho y hemos leído ya muchas malas copias derivadas de la misma situación). Y le pide que se quite la máscara, menudo cliffhanger del día en la tira ¿eh?
Pero la tensión se desinfla a la viñeta siguiente en esta narración acelerada (trepidante, me atrevería a decir), no hace falta descubrirse ahora, que vaya donde están todos juntos y así será más divertido.
¿Cómo saldrá de esta? el Fantasma lo intenta con un inesperado (para la época, recordemos) recurso, el de "ahora vuelvo que he olvidado una cosa" ¡pero no cuela, ya hemos dicho que sus adversarios son astutos!
Siguiente fase del astuto plan de los astutos piratas en su astuta guarida ¿estamos todos? pues soltad vuestras armas.
Cautivos y desarmados, el siguiente paso del proceso ¡quitaos los disfraces! esa cara es un poema, Fantasma, te estás encontrando con la horma de tu zapato.
Y se van despelotando ¡hasta que sólo queda uno!
¿Será él, no será él (podemos dudarlo, pues se ha quitado la flecha)? y de serlo ¿cómo saldrá de esta? pues estad atentos y expectantes ya que la próxima semana tendréis la conclusión de esta epopeya piráticomarina de aventura de la buena. Marcad la fecha en vuestro calendario, o simplemente seguid pasando por aquí, que como podréis suponer tendréis preparado un buen resumen de dónde nos hemos quedado para que no perdáis el hilo ¡Hasta entonces!
Y es que cuando uno se refiere al Fantasma que Camina no puede haber nada quemado en el sentido de repetitivo cansino. El Fantasma no repite, al contrario, lo que hace es sentar precedentes. Se trata de un personaje que aparecido en 1936 precede en dos años al tan cacareado "primer superhéroe" llegado del planeta Krypton ¡El Fantasma llevaba los calzoncillos por fuera mucho antes que Superman!
Estamos por tanto ante un personaje fundador de las bases y los mecanismos del género, cuando leemos sus aventuras debemos remontarnos a un tiempo anterior donde las cosas no se habían complicado tanto todavía, no había necesidad de ser enrevesado ni retorcer nada porque todo era NUEVO. Mientras que ahora cada una de las escenas de los héroes de turno que pueblan las estanterías cada mes nos suenan a variciones de fórmulas conocidas mil veces, todo lo que hiciera el Fantasma era recibido con vítores y suspiros de fascinación por cuanto solía ser la primera vez que se contaba en el medio de la narrativa dibujada. Y teniendo tanto terreno por delante, podía hacer lo que le viniera en gana, sin complicaciones. Aventura inocente, aventura pura. Y así deben entenderse sus relatos, como la semilla primigenia que luego dio lugar a variaciones, algunas de las cuales darían un fruto atinado y algunas aberraciones se quedarían por el camino por la selección de mercado. Pero la esencia de lo que se contaba en aquellos relatos iniciales permanece con toda su fuerza y merecen ser revisitadas con periodicidad para empaparse de su espíritu sin contaminar por influencias posteriores.
Sólo bajo el prisma de la una suspensión de la credulidad bastante inocente puede comprenderse en su totalidad y disfrutar adecuadamente la siguiente aventura del personaje, una en la que el lector experimentado encontrará los elementos que han influido en mil y una narraciones posteriores, aquella que enfrentó al Fantasma que Camina contra…
Cuando el relato comienza parece de plena actualidad por las referencias a las redes sociales móviles y a la etapa presente de Marvel, pero en realidad la aventura pasa de los sesenta años.
Una peligrosa banda de hormigas que asalta cruceros en alta mar para aligerar su cargamento. La oleada de crímenes se sucede y obliga a que se abra una investigación policial, sobre la cual el Fantasma quiere informarse para intervenir y ayudar ¿cómo accederá nuestro héroe al edificio donde se celebra la reunión y escucharla? ¿por los tejados, con sotisficados micrófonos?
Nada tan rebuscado, no hacía falta todavía; eran otros tiempos y bastaba con preguntar al conserje por el lugar de la reunión…
…y acceder como público.
Así, Fantasma y lobo acompañante recaban una cuestión importante que se formula al capitán, que el hombre no valora en todo su potencial "¿Qué barco será el próximo en ser asaltado?" Vale que el capitán en esta ocasión no tuviera idea, pero valía la pena intentarlo.
De hecho, es lo que inspira al Fantasma a ir a los muelles y escampar el rumor de que un barco que sale mañana lleva un cargamento de platino.
Estrategia que rápidamente prueba ser efectiva.
La siguiente parte del elaborado plan es también sencilla: acudir al barco al que acabas de convertir en blanco potencial de un asalto y advertirles del peligro que corren. Y ¿cómo acceder al capitán del barco? vais adivinándolo. Con educación se llega a todas partes.
Aquí comienza la parte melodramática, pues el capitán va y no le cree mucho. Un obstáculo con el que posiblemente no contaba nuestro héroe.
Total, que el Fantasma pasa de meterse en jaleos y sale de allí tras dejar el aviso antes de que lo caneen.
O eso es lo que quiere hacer que parezca, pues en realidad nada más salir aprovecha que el gentil señor del bigote ha terminado su turno y vuelve a entrar por el mismo sitio.
Se esconde, sí, pero en alta mar vuelven a pillarle "¡Usted otra vez! ¿qué quiere ahora?" "Volverle a advertir".
Ahora le mandan a tierra en otro barco para perderle bien de vista ¿terminará aquí la intervención de nuestro héroe en la aventura?
No, p
ues se da la circunstancia de que el marinero que le recibe en el barco es algo durillo y le pregunta a él que acaba de bajar por la escalerilla que dónde esta ese tipo peligroso que debe ser arrestado que ha de bajar por la escalerilla. Gente más sencilla en tiempos menos complejos
La coyuntura ofrece el momento necesario al Fantasma para escaparse y volver al barco por tercera vez, aprovechando que la escalerilla sigue ahí.
Accede al barco de nuevo…
…y debe volver a ocultarse en él ¿cómo lo hará esta vez? ya le han pillado entre la carga ¿en los botes salvavidas, acaso? pues agárrense los machos:
En el camarote que había reservado.
La tripulación sabe que nuestro protagonista escapó de la barca, pero no le dan demasiada importancia.
Y es que tienen algo más interesante: un misterioso pasajero que sólo sale de su camarote de noche y pide siempre dos filetes, uno de ellos crudo.
En efecto, se trata del Fantasma, que amparado en la oscuridad de la noche aunque sin demasiado disimulo (aún faltaba hasta Batman) patrulla en busca de la banda de Trancas y Barrancas.
Tanto antes como ahora, un tipo que viaje sólo en un crucero y no se intente relacionar con nadie despierta MUCHAS sospechas entre tripulación y pasajeros (lo de que salga sólo de noche es más normal, no será el único).
Tanto recelo produce que prácticamente obliga a un sobrecargo a cotillear con su llave maestra, y es que con su extraño comportamiento el hombre lo va pidiendo ¡una persona que entra y sale de su camarote!
Total que entra y se lo encuentra ceñido con licra ajustada y un antifaz para estar más cómodo; nada fuera de lo normal de la intimidad de cada uno si no fuera por el lobo que lo acompaña, pues los animales no están permitidos a bordo.
Vestirse y otra vez para el capitán, ya se conoce el camino.
-"Nuevamente, le advierto".
-"Quítese la ropa"
-"no quiero, so fresco"
Y de vuelta al camarote, esta vez vigilado.
Total, que el único que realmente vigila ahí es el Fantasma, que acierta a ver cómo la Banda del Hormiguero acecha.
Avisa y no le hacen caso ¿qué puede hacer? obviamente, cambiarse.
Así, sí. Y sobre todo con educación.
De esta forma nuestro héroe consigue salir, llegar al puente de mando corriendo, tocar el pito y advertir de la presencia de las Hormigas Submarinas a pie de buque.
¿es este el fin de la aventura o seguirán sin creerle y volverá a encerrarle? estad atentos la próxima semana para asistir a la continuación de esta aventura seminal para el género heroico. Lo habréis visto en otros sitios, pero más rebuscado, esto es lo original, lo básico, lo primitivo, el cogollo, lo que hay que saber. Seguimos revisitándolo en breve para comenzar este nuevo curso con aventura de la buena.
(y sí, lo de marineros abriendo en mal momento la puerta del camarote de un pasajero interesante y pillarle con lycra también ha alimentado otros géneros)
"Lo más quemado versión ADLO: hoy aventuras viejunas que ni siquiera acaban ¿no os daba fusilándola tal cual para una sección en Navidades? antes molabais" ¡te estoy leyendo los pensamientos, Keto!