
DC News: octubre de 1996

Te llamas Jack Burnley. Tu editor te encarga una portada para el número de Batman que aparecerá en la Navidad de 1944. La dibujas, la cobras y te olvidas
En 2022 una multinacional llega a un acuerdo con los que compraron el negocio a los que compraron el negocio a los que compraron el negocio a tus editores y fabrican un pijama con el diseño que tú dibujaste. A tus herederos no les dan ni las gracias
Te llamas Wayne Boring. Tu editor te encarga una portada para el número de Action Comics que aparecerá en la Navidad de 1947. La dibujas, la cobras y te olvidas
En 2022 una multinacional llega a un acuerdo con los que compraron el negocio a los que compraron el negocio a los que compraron el negocio a tus editores y fabrican un pijama con el diseño que tú dibujaste. A tus herederos no les dan ni las gracias
Hace un par de semanas hablaba yo por aquí de cómo la llegada de productos más lucrativos que los cómics al ecosistema de la “tienda friki” formaba parte de una tendencia que venía a desplazar a los tebeos de la que ha sido su base de operaciones habitual durante las últimas décadas. Como pináculo de esta toma del espacio (físico, pero también económico) mencionaba los Funko Pops, algo que desató un atribulado debate en la ADLOcueva acerca del auge, la crisis y el estado actual del asunto de los Funko Pops en las tiendas de cómics. Quiso la suerte que unos días después la prensa española (no la de tebeos, de esa no hablo) nos sacase de dudas publicando el siguiente titular:
Y digo que nos resuelve el dilema porque cuando la prensa española se entera de una tendencia (por ejemplo, el dropshipping, los cursos de seducción científica, los bitcoins, los NFTs, o cualquier cosa similar) suele querer decir que ya está cayendo tan abajo que hasta los redactores de prensa escrita pueden ver la parábola. Y además nos sacaba de dudas con una dato: 35.000€ (estimados) divididos entre 1.500 figuritas llega a poco más de 20 pavos por figura. Poco más de lo que cuestan en tienda las nuevas remesas. Vamos, que como negocio de coleccionismo, no lo veo muy boyante.
Por supuesto, otra cosa que sabemos los aficionados a los tebeos de superhéroes es que cuando algo comienza a anunciarse como objeto de coleccionista es porque las ventas se están yendo al garete. De eso iba el post de hace dos semanas: pasar de una audiencia enorme que compra un producto muy barato (una grapa de los 70, una figura de plástico de 15 pavos) a un público más reducido que compra bastantes productos más caros (unas portadas holográficas, unos Funkos edición limitada). Y como ya sabemos, ese es en muchos casos el paso al abismo. Es decir, que podemos concluir que los Funko Pop, efectivamente, están en crisis. Como el cómic en grapa. O la prensa española.
Lo cual no quiere decir que mañana vayamos a asistir al desmantelamiento del imperio Funko. Como dice Eduardo Garzón hablando de las criptomonedas, que algo siga valiendo dinero no quiere decir que no haya habido una burbuja. Qué duda cabe de que siempre habrá compradores y coleccionistas de tebeos, igual que los habrá de Funkos e incluso, quién sabe, de periódicos. No es nuevo y de vez en cuando, cual freaks nostálgicos a lo Mario Vaquerizo, son recuperados mediáticamente para recordarnos, de vez en cuando, que siguen ahí. Comprando Mortadelos, Cabbage Patch Kids, cromos de La Liga 1995 o lo que sea. Al fin y al cabo, desde hace ya un par de décadas, cuando hace falta rellenar parrilla tirar de los freaks siempre da resultado.
Y sin embargo, me reafirmo en lo que yo comentaba en mi artículo, porque lo que los Funkos han causado es un mal que no tiene remedio. Sí, puede que vayan pasando de moda y vayan dejando espacio poco a poco a otras cosas. Pero es poco probable que el espacio que en su momento robaron a los tebeos vuelva a ser recuperado por los tebeos. Pasarán a ser otro tipo de figuras baratas, de juegos de mesa, camisetas de Pampling, tazas, llaveros o algún tipo de merchandising apropiado. Porque sigue siendo más lucrativo tener en stock una caja de algo con un pingüe margen de beneficio que una caja de grapas de las que si acaso vendes alguna no vas a sacar ni un pavo. Es así de sencillo y así de duro. El daño, me temo, ya está hecho.
Los Funkos son solo una representación de un concepto mucho más grande y mucho más importante. Son fáciles de odiar porque son un conjunto obvio, que salta a la vista. Hay muchas figuras feas (desde esas figuras que imitan ser juguetes articulados de los 90 pero muchísimo más caras hasta las lolitas sexualizadísimas de tu tienda otaku más cercana) pero es más complicado saber de un vistazo a qué conjunto corresponden. Pero el Funko es obvio, monolítico, uniforme. El Funko es, al final, un signo de un tiempo donde el producto ya no importa, sino la IP, la marca. ¿Es fea la figura? ¿Es bonita? No importa, porque lo que importa es que es una figura que pertenece a X propiedad intelectual que te gusta. Y su valor estético importa mucho menos que su valor simbólico. Un Funko es una declaración de intenciones sobre un producto cultural que te gusta, no sobre el tipo de figura que te gusta. Y de hecho, si tienes muchos Funkos, y muy variados, ya no daremos tanto por hecho que te gustan la miriada de productos culturales que representan. Daremos por hecho que te gustan los Funkos. Como concepto. Como estructura. No lo entenderemos, quizá no queramos hacerlo. Pero es lo que vamos a inferir.
¿Y no es eso lo que ocurre ahora con tantas aficiones últimamente? Lo importante no es que te guste una u otra película de superhéroes. Lo importante es que te guste el Universo Multimedia del que forma parte. Y aunque no te guste, lo tragas porque es una forma de participar de un universo poliédrico de películas, series, trailers promocionales, ruedas de prensa y comunicados. De ahí los multiversos y los serviversos y todas esas interacciones entre IPs que antes solo aparecían en las horribles camisetas de Qwertee que plagia Pampling y que ahora están por todas partes. Incluso en los Funkos.
Fase 1:
Una Fase que inevitablemente terminará llevando a la esperada reunión:
Y recordad, siempre recordad:
RecordAdlo!
Cuando uno busca escribir estos posteos -bueno, cubrir el expediente, ya sabéis que hay muy pocos posteos que realmente me interese escribir- suele procurar estar al día de los movimientos USAcas para ver qué se les ha ocurrido ahora.
Lo cierto es que ese Ahora es difícil de gestionar, por un lado porque el pasado siempre golpea al presente y manda ondas hacia el futuro -¿O era al revés? Bueno, los taquiones, ya sabéis.- como porque uno nunca sabe por dónde pueden salirte. Y de eso tenemos casos prácticos.
Cuando Marvel llegó a un acuerdo con el primer grupo editorial a nivel mundial –Penguin Random House, que es el primero mundial y el segundo de España, porque los modificadores a veces son como los Reyes Católicos- se discutió mucho qué pasaría y qué dejaría de pasar pero el resultado fue un poco el esperable.
Decidieron que ellos por su cuenta sacarían una colección de clásicos. De hecho, lo sacaron en dos versiones.
Porque, como todos sabemos, si algo no está publicado de Marvel son los clásicos. Es sorprendente la cantidad de veces que se reeditan unos cómics frente a otros, me pregunto si habrá algún motivo… Nah.
Pero, bueno, que los clásicos se sacaron en esas dos versiones, una más de batalla y otra más de lujo. Luego ya podemos discutir cuál es cuál. El asunto es que les debió de ir bien. Por que han repetido.
Es decir, no bien-bien como para sacar a una mujer, que suficiente tienen con usar a mujeres y personas racializadas en los prólogos – ¡y haber comenzando con el de Pantera Negra!- para que se note que en Marvel no tienen problemas con elles. Como para que además vayan a publicar alguna de sus colecciones.
El asunto es que parece claro con esta colección que en cuanto pueda se la traerán a España hay un interés por un mercado clásico en el cómic. Por volver a cosas que se hacían antes. No necesariamente una infantilización a partir de la nostaliga, qué va, pero sí una serie de decisiones que van confluyendo hacia un presente que, muchas veces, sólo se puede entender por la propia fluidez de la realidad.
Esto es:
¿En qué momento alguien pensó que era buena idea? Nunca lo sabremos. ¿Quién tomó las decisiones? Nunca lo sabremos. ¿La división de Warner que más dinero gana es la de lejía para los ojos? Nunca lo sabremos. ¿Es peor la idea de la Velma Piolín que la Velma Mindy Kaling? Difícil de decidir.
El problema, claro, es que recuperar cosas antiguas y traerlas al presente no siempre es sencillo, porque los lenguajes de entonces y de ahora han cambiado.
Por ejemplo, el Rol. Resulta que entre unas y otras cosas -es decir, por un lado lo bien que lo ha vendido Stranger Things, por el otro descubrir que las videollamadas servían para esas agendas imposibles de cuadrar- ha hecho que del pasado glorioso del MSHRPG -del que ya hablaremos algún día, o quizá ya hablamos hablado, de nuevo, los taquiones.- se haya pasado a la cosa esta de…
Sí, el d616. Si es que son unos cachondo. No hay más que ver que tiran 3 dados de 6 pero señalan si es un 6 ó un 9 no sea que el multiverso convierta tu d6 en un d12o, peor aún, un d20. Por supuesto ese regreso y ese rol de Marvel viene también con sus propias publicaciones que para algo están trabajando en ello duramente.
Desde el verano pasado llevan, y hasta este verano no parece que vaya a salir. Aunque, eso sí, nos prometan ADLianidad ya desde la portada. ¿No habéis visto la portada del módulo? Si es que además con lo del cucu trastrasmedia han decidido que El cataclismo de Kang va a ser el título del módulo y no de la Fase seis, o la que sea que vayan ya. Pero mirad un momento la cara de este Kang…
y decidme que esa sonrisa no es De las nuestras. En cualquier caso y al margen de las decisiones tomadas -¿lleva Kang medias? Puede ser- , hay una realidad clara y es que el choque entre esa creación de nuestro presente, el recuerdo del pasado, y el lenguaje del futuro al final acabaría creando equívocos.
Por ejemplo, todo esto de la idea de que el playtest se haga con ejemplares que TAMBIÉN hay que pagar, y ya que estás sacando algo que se paga pues sacas portadas alternativas, y ya que sacas portadas alternativas pues aprovechas para que sea más de coleccionista buscando algo que le pueda interesar a los compradores de rol, que a la vez pueda ser utilizado para futuros y que sin duda se encuentren con un mensaje sutil, una manera de relacionar elementos, que lleven a… a… a….
A esto.
Es cierto que [DM ONLY] puede significar muchas cosas.
Pero nuestra pregunta es…
¿Alguna buena?
Y precisamente por eso es por lo que hablamos del pasado, el choque con el presente, la decisión de vender cosas basada en esa nostalgia. Y como muchas de esas decisiones son… bueno… decisiones. No sabemos si será el capitalismo, no sabemos si serán los taquiones, pero os podemos decir algo…
¡HEMOS VISTO COSAS!