Etiqueta: los 70
En defensa de la subida de precios de los tebeos
¿Harto de que un tebeo cualquiera que en 2020 costaba 15€ en su edición de 2022 subiera a 18€ y este año se vuelva a publicar a 25€? Pues lamento decirte que no tienes ni la menor idea de cómo funciona la economía. Te lo explicaré con dibujitos para que lo entiendas, en concreto con unas viñetas del nº247 de Archie de 1975
¡No podemos dejar de comprar tebeos por mucho que suban! ¡Tenemos que seguir gastando dinero!
¡Hay que comprar tebeos para mantener las editoriales funcionando y publicando tebeos!
¡Así no tendrán que despedir redactores, traductores, maquetadores ni autores!
¡Y todos esos frikazos no despedidos tendrán dinero para gastar en más tebeos!
¡Las editoriales tendrán que contratar a más gente y publicar aún más tebeos para poder satisfacer la demanda de toda la gente que querrá comprar!
Así que cuanto más dinero le demos a las editoriales antes llegará…
LA EDAD DORADA DE LOS CÓMICS EN ESPAÑA
Los secretos del universo DC de la D a la… D
Un mes más, una letra menos. Volvemos a las letras y a la longitud habitual, qué le vamos a hacer. Alguna vez lograremos meter dos letras y acercarnos a Marvel.
Tenemos 24 cómics, por suerte no muchos más -bueno, por suerte y por lo que ya veremos de que en la D de DC hay mucho especial… y eso mejor dejarlo para otro día. Pero aquí tenemos suficiente material.
Y, lo mejor de todo, mucho de él es… GENIAL!
01) Danger Trail (1950-1951 / 1993)
En los años 50 en DC tenían una parrilla de hombres de acción al margen de los superhéroes. Personajes que aprovechaban cabeceras como esta Danger Trail en la que se juntaban las historias de varios de estos hombres de acción. ¿Que qué tipo de acción?
[El resto le pedís a EmeA que os lo cuente él]
Pues un poco la de siempre. También hubo una historia de unos buscadores de un ídolo Inca en México. Lo que supongo que explicaba que no lo encontraran. Pero bueno, lo importante es que esta cabecera se usó para presentar a un nuevo personaje, King Faraday. El resto de historias eran de personajes no recurrentes, pero aquí teníamos a alguien a quien seguir en cada entrega. Una especie de agente libre de la cosa de los detectives y espías. Reconocible sobre todo por su pelo de color gris ceniza, o algo así.
Aunque lo cierto es que Faraday ocupó los cuatro primeros, en el quinto cedió el puesto a Johnny Peril… Y para la siguiente estaba cancelado ya.
Faraday reaparecería a finales de los ’70s en Batman para pasar a convertirse en un agente de la agencia que tocara esa vez. Pero tras su paso a finales de los ochenta por Escuadrón Suicida le darían de nuevo serie propia…
Que se llamaría, de nuevo, Danger Trail. Y que, de nuevo, no superaría más que unos pocos números. En este caso 4. Faraday seguiría apareciendo aquí y allá, por Bane, Checkmate, Mighty Crusaders, Grayson o, de nuevo, Suicide Squad. Lo que no ha logrado es serie de nuevo. Pero con DC uno nunca puede asegurar que no vaya a suceder más.
02) Dark Mansion of Forbidden Love (1971-1972)
Los setenta trajeron muchas cosas, por ejemplo un nuevo interés en esa versión del gótico americano que estaba a medio camino entre la romántica y el terror, y que siempre ofrecía misterio. Es cierto que aún no habíamos llegado a Flores en el Ático, pero algo se notaba ya. Y si alguien había que darle la gracias era a… Dark Shadows. El magnífico culebrón que, tras coquetear con temas de fantasmas había decidido meter a un vampiro entre sus personajes y había tirado con ello sin mirar atrás. En DC decidieron aprovechar a ver qué pescaban, con la mítica Dorothy Woolfolk como editora montándose un primer número con una única historia larga que comenzaba así:
Lo que sí que incluía era un brevísimo relato de una página titulado The Love That Was Stronger Than Death y que, aún sin firmar, se atribuye a Wes Craven. Un punto de partida que establecía hacia dónde iban y que explicaría también cuando poco después se abriera The Sinister House of Secret Love.
Lamentablemente ni lo sólido de la propuesta ni lo poco habitual de la misma pudo mantener los números. En ambos casos se cambió para el quinto. Así pasamos de este The Dark Mansion of Forbidden Love a un título que dejaba claro que no había que preocuparse por ver a *puagh* gente dándose besitos.
Forbidden Tales of Dark Mansion duraría de 1972 a 1974, del 5 hasta el número 15. Había tratado de cambiar de aspecto y de dejar claro que las mujeres no eran las protagonistas, por no decir otra cosa. Con menos éxito que editores, porque para cuando llegó ese último número llevaban ya cinco.
Esto no significa que no quedara algo de impronta en DC, porque en el número 7 de esta segunda encarnación introducirían un Horror Host llamado Charity a la que luego veríamos en Starman.
En cuanto a la cabecera en sí… una versión acabaría regresando hace poco menos de una década, cuando se publicaron los tres números de la mini Deadman: Dark Mansion of Forbidden Love (2016—2017) en la que la escritora Sarah Vaughn contaría otra historia de amor, suspense y… fantasmas, claro.
Así que ya veis, uno nunca sabe cuándo va a decidir DC traer algo de vuelta de entre los muertos. O… con ellos.
03) Dark Nights: Death Metal: The Last 52: War of the Multiverses (2020)
¿Tengo realmente que comentar algo de Dark Nights: Death Metal: The Last 52: War of the Multiverses ? ¿No dice suficiente el año en el que sucedió? ¿El que sean una serie de historia de distintos guionistas y dibujantes que pueden ser completas o fogonazos de otras historias o interludios de algo que no se está contando o ninguna de las anteriores? Pues precisamente por eso tiene ese título tan ridículamente largo, porque no es realmente un cómic… es el espíritu de los tiempos: Jenny DC.
04) Dark Nights: Death Metal: Infinite Hour Exxxtreme! (2020)
Ya sabéis cómo va esto. Da igual lo lejos que parezca que hemos llegado, siempre vendrá el de detrás a demostrar que se puede ser más… eXXXtreme.
05) Darkstars (1992—1996)
En realidad los noventa estaban ahí para indicarnos el camino. Por ejemplo, con los Controladores, que pasaban de ser unos extraterrestres que pasaban por ahí a la versión que había elegido violencia de los Guardianes de la Galaxia. Que ya es elegir, visto lo visto. Y que decidieron que tener su propio cuerpo represor siempre viene a mano. De ahí esta idea de serie. ¿Quién iba a querer leer a unos profesionales de la salud mental galáctica? Mucho mejor pium pium. Que estamos hablando de una serie que decidió cambiar a Stroman por Charest, que iban de cara.
Total, que ahí estaban ellos para ser la versión con coleta y barba de tres días de los Linterna Verde, ofreciéndoles puestos a John Stewart o Donna Troy. La sería duraría hasta el número 38, después de que los Controladores se dieran cuenta de que los Darkstars se estaban dedicando a sus propias cosas y no a lo que ellos querían. Y esto no lo digo yo…
… lo dicen ellos.
El cerrar la serie significó, como de costumbre, que los personajes se quedaban para tareas de relleno, carne de cañón para mostrar el poder del enemigo de turno -bien al principio de la historia para que sirviera de ejemplo, bien como muerte sorprendente a mediados, bien como sacrificio heroico al final- y para que alguien asuma su nombre o les robe equipamiento o algo. Al menos hasta que haya un evento, algo como eso de Dark Knights que hemos visto antes, en donde decidan…
recuperarlos. ¿Para qué? Bueno, este es el vistazo al universo ahora, ya veremos en el futuro con qué nos encontramos.
06) Date with Debbi (1969-1971) / Debbi’s Dates (1969-1971)
Lo creáis o no, en DC tuvieron el interés de ofrecer cómic diferentes, de tocar varios palos y no ser solo los editores de mil títulos de Batman. En algún momento, al menos. La idea fue recuperar un personaje de los cuarenta, Binky, y empezar una serie de cómics similares a los de Archie. Ya hablaremos de él, cuando lleguemos a la L, igual que hablaremos de Scotter y de Paul McCartney incluso. De momento lo que tenemos por delante es Debbi, una joven soñadora y blablabla cuya vida amorosa centraba esta serie, por delante. Igual que el título que apareció poco después…
Esto funciona como funcionó y aunque ganó algunos premios para 1972 habían cancelado la línea entera. Es curioso la de veces que toca escribir esto cuando hablas de DC. En cualquier caso, el cierre de la línea significó la desaparición casi total de esos personajes, aunque, ya sabéis…
…en estos universos las cosas nunca desaparecen del todo.
07) DC 2000 (2000)
Como de alguna manera había que celebrar el nuevo no-pienso-entrar-a-discutir-el-qué del año 2000 en DC decidieron montar este encuentro en el que la JLA viajaba al pasado para intentar que la JSA le echara una mano con T.O. Morrow. La excusa era que Morrow había decidido llevar tecnología moderna al pasado para hacerse dictador universal, o algo así.
Pero sin querer toquetear demasiado la línea temporal, lo que lleva a la consiguiente refriega que acaba con una mirada de la JSA a ese futuro que…
…teniendo en cuenta que era el año 2000, cualquiera les cuenta los siguiente 24 años.
08) DC Challenge (1985-1986)
¿Eso de que en las fiestas se bebe mucho, se dicen cosas y luego hay que llevarlas a cabo? Pues este es el cómic, de una fiesta en la San Diego Comic-Con a acabar publicando una docena de cómics en la que distintos autores y dibujantes tenían que ir realizando distintos capítulos de una historia siguiendo lo que había dicho el anterior, pudiendo usar cualquier personaje de la editorial que no estuvieran escribiendo en ese momento y teniendo que acabar en cliffhanger en cada ocasión -siempre con una salida factible- y dando el título del siguiente capítulo. A partir de ahí un enorme follón que Mark Evanier -con ayuda de Marv Wolfman y alguno de los otros guionistas- intentó cerrar de manera coherente. Es cierto que no volvieron a repetirlo, pero siguieron yendo a fiestas en la Comic-Con, así que no debió de salirles tan mal.
09) DC Comics Presents (1978-1986)
En algún momento DC decidió que si The Brave and The Bold servía para que Batman hiciera team-ups ellos podían buscarle alguna vuelta para que también Superman tuviera su propio título de team-up. El primer intento, más o menos, tuvo lugar en Super-Team Family en 1975.
Las cosas no fueron como se esperaba por motivos que ya hablaremos en la S. Pero la idea quedaba. Así que cuando llegó la DC Explosion aprovecharon para lanzar esta.
El resultado fue esta cabecera en la que se juntaba con gente conocida y… no tan conocida.
A partir del 25 incluían también un complemento llamado Whatever happened to…? con personajes clásicos olvidados que duraría hasta el número 48.
Daba igual que héroes fuera, siempre se le podía encontrar un hueco…
…a veces, incluso, de fuera de la editorial.
Ahí, a poner problemas legales para reeditarlo en un tomarraco.
Aunque lo bueno era eso, la variedad de personajes, de tonos,
o de…
De todo. A veces a la vez.
A veces por separado.
Para el número 97 decidieron cerrarla. Había superado la Implosion, las Crisis y a Ambush Bug, pero a todo el mundo se le acaba la suerte. Así que aquí cerraron la cabecera.
Al menos hasta que en 2004 se buscó una manera de homenajear a Julie Schwartz en ocho especiales.
Y luego, en 2010 cuando decidieron sacar un formato de 100 páginas para reeditar cómics que no se hubieran recuperado desde su edición original.
Qué os puedo decir, parece que las reediciones eran parte de su destino.
10) DC Graphic Novel (1983—1986)
¿Si el resto se tira de un balcón tú te tiras también? Pues algo así pero con Novela Gráfica pasaba entre finales de los setenta y principios de los ochenta, y DC no iba a ser menos. ¡Por supuesto!
Es cierto, eso sí, que las historias que contaban dentro de la colección estaban… ¿cómo decirlo?
Fuera de continuidad en prácticamente todos los casos.
Aunque no todos. Eso sí.
Y, la verdad, por muy sorprendente que pudieran llegar a ser esos cómics.
Que ya os digo yo que lo eran.
Fue, sin duda, una colección llena de ideas…
Llena de ideas. Sí. Así que aunque sólo salían como una por semestre y acabaron en el siete, lo cierto es que nunca está de más recordarlos. Al fin y al cabo eran siempre…
originales.
11) DC Universe: Decisions (2008)
Alguien pensó en DC que había mucho interés entre los jóvenes por la política con ese chico nuevo que se presentaba a presidente en 2008. Así que… ¿Qué mejor que montar una historia sobre política y superhéroes, y apoyos explícitos, y todas esas cosas? Total, seguro que buscar a un villano al azar y una trama más al azar aún no es algo que vaya a hacer saltar a nadie.
Y, para todo esto, decidieron ponerle el título que mejor define prácticamente todos los cómics suyos sobre los que hemos ido hablando:
DECISIONES
12) DC Universe vs. Masters of the Universe (2013-2014)
De este ya hablamos en su momento, pero como ha salido el tema otra vez pues aquí volvemos a recordar que es algo que existe. ¿Que por qué He-Man lleva más ropa y Teela menos? Uy, la de cosas que tengo aún por escribir como para ponerme a explicar cosas *cof cof*.
13) DC’s How to Lose a Guy Gardner in 10 Days (2024)
El más reciente DC Special -no los llaman así, pero ya sabemos que lo son- sirve para recordar que hace unos años que sacan especiales temáticos a ver si así cuela y, de paso, para probar autores y conceptos. Salir sale regular, pero me va a dar para hacer un posteo algún día, así que no vamos a gastar aquí la bala.
Y sí, alguien pensó que era buena idea que Guy Gardner fuera la cara del especial de San Valentín de este año.
14) Dead Romeo (2009)
En algún momento de 2009 -bueno, antes, pero nos entendemos- alguien pensó que era buena idea publicar un cómic sobre un músico de rock muerto en los ochenta que es resucitado como vampiro. Es cierto que no tiene conexión alguna con el universo DC, que no han recuperado -de momento- al personaje, y que el guionista no parece haber hecho más en DC. Pero estoy seguro de que había un buen motivo para darle esta mini de seis números a este desconocido Jesse Blaze Snider, hijo de Dee Snider de Twisted Sister, y luego publicarlo y todo eso. Sí, algún motivo seguro que hubo.
15) Demon Knights (2011-2013)
Cuando montaron los New 52 necesitaban 52 cómics. Así que tiraron un poco de todas partes. Incluyendo este Demon Knights que duraría 24 números -incluyendo un 0- en el que se pondrían medievales -cronológicamente hablando- y sacarían a parte del universo DC que a supongo que tenían en común que podían montar a caballo pero no disparar pistolas o algo. En cualquier caso, parecía lo suficientemente abierta para que alguien pensara en recuperarlos en algún momento. Cosas más raras han vuelto.
16) Detention Comics (1996)
Vale, un motivo muy importante para elegir ese cómic ha sido la portada que no tengo muy claro qué pretende mostrar.
Dicho esto, lo de dentro eran tres historias cortas, puntos distintos sobre el asunto escolar. En la primera, Robin/ Tim Drake es espectador de la evolución de un caso de acoso escolar. En el segundo, Superboy/ Conner Kent vive una demostración del too cool for the school con alguna página completamente increíble, por último Guy Gardner / Warrior hace su propia versión de El Sustituto. Como lo más GENIAL! son las ´pagina en la de Superboy aquí las tenéis:
Lo único más increíble que esto es lo de que con un título siempre tendrás trabajo.
17) Doc Savage (1987-1988 / 1988-1990 / 2010-2012)
La historia de Savage es así, en los años ’40s los cómics los sacaban Street and Smith, en los ’60s se puso Gold Key, en los ’70s Marvel, así que en los ’80s le tocó a DC. Una prueba de cuatro números con Dennis O’Neil y los Kubert, Adam y Andy, en lo gráfico.
El éxito fue suficiente como para abrir una serie regular… en la que solo repetía O’Neil.
Repetiría solo 6 números, dando paso a Mike W. Barr que siguió con Rod Whigham – con alguna mínima colaboración puntual de Morrisette o Barreto– hasta el 24.
Tras lo cual le tocó la primera mitad de los noventa a Millenium, y la segunda a Dark Horse. Y ya en 2010
Dentro de una de esas ideas de la era Didio como era el Pulpverso llamado First Wave, en el que reunía a héroes como Spirit y… bueno… Fundamentalmente estos dos. La serie duraría hasta el 18. Aunque en realidad la cancelaron tan de sopetón en el 17 que el 18 solo se publicó en digital, y porque habían dejado una historia a medias.
Luego ya lo pillaría Dynamite, que desde 2013 iría sacando series limitadas, minis, one-shots… esas cosas. Hasta 2017, de momento.
18) Doom Force Special (1992)
Que hay que ponerlo porque hay que ponerlo, claro, pero que la tenéis más que analizada aquí, y que hemos ido mencionándolo aquí y allá, así que no podíamos olvidarnos de ello.
19) Doom Patrol (1964-1973 / 1987-1995 / 2001-2003 / 2004-2006 / 2009-2011 / 2016-2018) + Doom Patrol: Weight of the Worlds (2019-2020) + Unnstopable Doom Patrol (2023)
Sí, ya, la Doom Patrol, todo el mundo la conoce…
Lo que pasa es que, sin querer dedicarle un posteo entero -que nos conocemos-, lo cierto es que tienen una vida bastante extensa y, sospecho, no siempre conocida. Así que vamos a echar un rapidísimo vistazo por todas las veces que en DC le han dado serie propia. Comenzando por cuando le dieron una ajena.
Aparecen por primera vez en el número 80 de My Greatest Adventure, en junio de 1963, con el éxito suficiente como para que en el 86 -ya en 1964- la cabecera tome su nombre. Ese primer volumen dura 39 números, hasta el 124 en julio de 1973. La despedida que más tiempo les tuvo aparatados de los cómics.
La siguiente vez que les vimos fue en octubre de 1987 y duró 87 números, la más larga hasta el momento. Y sí, esa fue la de Morrison… que ni la empezó ni la terminó. La comenzó Kupperberg, que duraría 18 números -y un número especial cruce con el Escuadrón Suicida-; Morrison la tomo del 19 al 63, durante 45 números; detrás vino Pollack, del 64 al 87, 24 números en total. Ese último número, en febrero de 1995.
Volveríamos a encontrarnos con ellos en una obra muy particular…
Una versión Tangent Comics escrita por Dan Jurgens. La vida.
Por supuesto eso no significa que no hubiera otras oportunidades. El tercer volumen llegó en 2001, 22 números de diciembre de 2001 a septiembre de 2003, esta vez con Arcudi de guionista.
Y para agosto de 2004 estaba ya en marcha el cuarto, con John Byrne al cargo, y que duraría 18 números, hasta enero de 2006. Que ya es mucho.
La siguiente serie, la quinta ya, la tuvo en octubre de 2009, 22 números en total para llegar hasta julio de 2011.
Sería Gerard Way para el sello Young Animal cuando se acordarían de nuevo de ellos para algo así como título emblemático del sello.
Comenzando en noviembre de 2016 y hasta diciembre de 2018, 12 números en total. En teoría el último volumen propio que han tenido. En la práctica se vieron seguidos por una mini, Doom Patrol: Weight of the Worlds, de siete números y de nuevo con Gerard Way guionizando.
Y, para la Despedida y Cierre del sello, dentro de las Milk Wars, un cruce con la JLA. O dos.
Y… en mayo de 2023 comenzó Unstoppable Doom Patrol, 7 números más que llegaron hasta diciembre de ese mismo año.
Ahora es cuando nos ponemos a hacer cuentas: 6 de My Greatest Adventures, 39 números del primer volumen, 87 del segundo, 2 especiales, 22 del tercero, 18 del cuarto, 22 del quinto, 12 del sexto, 7 de la primera mini, 2 especiales más, y otros 7 de la segunda mini. En total 224 cómics ‘propios’ como equipo.
Así que ya veis todo lo que tenéis para poneros al día antes de que ocurra lo que ya sabemos que va a suceder…
20) Doomed (2015-2016)
Creo que lo más sencillo aquí es decir que esto es una idea de Scott LOB!dell. Bueno, la idea en general porque en realidad demuestra lo que es ser un Crisol de Ideas. Un chaval muy inteligente, con una tía anciana, que se encuentra inesperadamente modificado por un experimento científico. Bueno, más que experimento se supone que son las esporas de Doomsday o algo así, tampoco llegan a explicarlo realmente. También es un científico bienintencionado que se ha encontrado convertido en un monstruo que destroza toda su ropa y cuya violencia no acaba de controlar blablabla. Os hacéis a la idea. La idea era que, además, se trataba del vecino de al lado de Clark Kent/ Superman -en esos momentos de hace una década que vivía en un piso de soltero o algo así-, de paso aprovecha para ponerle un interés romántico científico y, total ya, su mejor amigo y compañero de piso resulta ser, en secreto, el ‘nuevo’ Centurión Escarlata. Para el sexto número estaba cancelada.
Así que Lobdell puso un aviso diciendo que lo buscaran en los Teen Titans, que ahí iba a seguir apareciendo. En el mejor de los casos aparece de fondo durante unos pocos números. Por supuesto los Titanes tampoco duraron mucho más en sus manos, pero antes de eso decidió que Doomed tenía que volver a Metrópolis a seguir con sus cosas.
Y allí es donde lo recoge en otra de sus series para DC, Red Hood: Outlaw. Resulta que en STAR Labs no le habían hecho más que pruebas, que ahora controlaba algo más el ‘monstruo’ pero tampoco demasiado y que, bueno, que volvía a pasar al fondo dentro de un grupo llamado Generation Outlaws que se sacudían sin ceremonia alguna en cuanto Lobdell dejaba de guionizar el cómic.
Y ya. La única aparición posterior, que yo sepa, es en una pantalla/holograma en la que salía ‘la gente más poderosa del mundo’ o algo igual de idiota.
Al menos mientras en DC no les de por contratarle otra vez.
21) Doorway to Nightmare (1978)
Hay tres motivos para darle un hueco a esta otra antología de terror que duró cinco números por culpa de la DC Implosion. El primero y, supongo, principal es que presentaba a Madame Xanadu. Que aún no ha tenido película pero que hablen con Sony.
El segundo, y realmente principal, es que las cinco portadas las hizo Michael Kaluta. Kaluta… que tipo.
La tercera es, por supuesto… ese título.
Pero bueno, reciclaron los interiores que tenían preparados dentro de The Unexpected -ya llegaremos a la U también- y a ella le dieron primero un one-shot con una portada de Kaluta que debía de quedar por allí y luego un puesto dentro de DC como secundaria del Espectro.
22) Dragonlance (1988-1991)
De nuevo, de esto ya hemos hablado, pero eso no evita recuperarlo porque, bueno… Así podemos aprovechar para recordar ese divertido momento en el que se pusieron a continuar la edición de una colección abierta a partir del cuarto número.
23) Duo (2022)
Cuando DC se pone a hacer cosas las hace a tope. Por ejemplo, montar esto de Earth M que se supone es una vuelta de Milestone. Pero esta vez como planeta, más allá de Dakota. Y con un giro, claro, con un personaje que ya conocíamos: Xombi (ya llegaremos a la X, incluso) que tuvo serie en 1994 y también en 2011. Y que en este reboot no será Xombi.
Esta vez los nanitos que entran en el cuerpo del protagonista masculino no se limitan a devorar a su novia, o no solo. Ella queda atrapada dentro de su cerebro. Y así él y ella se turnan en controlar el cuerpo de él. O algo así, es ligeramente confuso. Sobre todo porque solo duró 6 números. En los que Park aprovecha para expandir un poco los temas orientales a los que no dedicaban tanto espacio en el original. Aunque en esos seis números contaban bastante menos que la serie original en un par de los suyos.
Probablemente porque esperan que así DC les deje regresar. Total, Milestone no va a ser menos que Shangri-la.
24) Dynamic Classics (1978)
Terminamos por hoy con una historia. En DC deciden lanzar Dynamic Classic, un título en el que reeditar algunas obras que no habían tenido su oportunidad. Así que sacaron este primer número en el que avisaban de que comenzaba la saga de Manhunter con reedición del Detective Comics 395. Además de un complemento del Detective Comics 437, también con el Manhunter de fondo.
Como no podía ser de otra manera, salió mal. De nuevo la DC Implosion le pilló de lleno, aquí con solo el primer número publicado. Y casi que de improviso. Solo salió este, y me sorprende incluso que saliera.
¡Hasta aquí para esta letra! Quizá algún día salga lo de los especiales, pero no hay prisa. Espero. Además, así podemos aprovechar mientras para ir pensando en las cosas que DC tiene preparadas para nosotros en la E. Y si algo os puedo decir de ella es que va a ser…
¡EXTREMA!
Boquitas Pintadas
La semana pasada os prometía -un decir- que os contaría la historia de Web Woman. Así que supongo que es el momento. Y también es el momento de intentar que no se me vaya el asunto de las manos.
Así que hablemos de Web Woman, de los Super 7 y, por supuesto, de la Filmation…
Imaginad… Reseda, 1963, una joven de enormes pechos… Bueno, no tan grandes, que aún no eran los noventa.
En las oficinas de la Filmation están decidiendo qué es lo siguiente que van a montar. Creada por Norm Prescott, Hal Sutherland y, sobre todo, Lou Scheimer. Habían intentado distintas cosas a principios de los setenta, como una serie sobre Jesús, sobre un niño y su perro o sobre Los Hermanos Marx. Nada acabó de funcionar -especialmente el intento de secuela para El Mago de Oz– y acabaron donde uno esperaría que acabaran estas cosas: En los cómics.
Se aproximaron a DC Cómics, en aquel momento aún National Periodical Publications, para realizar un par de adaptaciones. De esa colaboración saldrían en 1966 The New Adventures of Superman y The Adventures of Superboy. La empresa, que se había formado en mitad de la producción de la serie Rod Rocket, y había tomado su lugar, encontraba así su primer creación ‘propia‘. Luego vendría alguna más al margen, como crear dibujos a partir de películas de FOX.
Pero el éxito con los supes les ayudó a crear también Aquaman -yo qué sé, irían por orden alfabético- y crear en 1967 el ‘contenedor‘ The Superman/Aquaman Hour of Adventure que añadiría a las tres series también fragmentos de Teen Titans, The Flash, The Atom, Green Lantern, Hawkman y hasta la Justice League of America. -Aunque sin advertir a los epilépticos de nada-. Al año siguiente añadirían a Batman (The Adventures of Batman). Y se irían a por más cómics, con Archie (Archie, Sabrina, etc..) lo que facilitó un trato. O dos.
En 1971 la Kinney estaba en mitad del follón de separarse en dos empresas, una de ellas con Warner en el título. Warner había sido adquirida en 1969 y en Kinney estaban viendo qué y cómo hacerlo, pero lo que tenían claro es que había que aprovechar los recursos comunes. De ahí que Warner decidiera cerrar un trato con Filmation para que estos últimos hicieran dibujos animados sobre las producciones de DC. Líos empresariales, ya sabéis.
Pero es que, además, los fundadores originales se habían largado. En 1969 vendieron la empresa a la compañía TelePrompTer, que se encargaran ellos. Entre medias habían ido teniendo éxito y expandiéndose con series como Will the Real Jerry Lewis Please Sit Down, Lassie’s Rescue Rangers, Fat Albert and the Cosby Kids o Star Trek: The Animated Series. Pero cuando tuvieron que hacer su primera serie ‘de imagen real‘ optaron por volver a DC y montar Shazam! (1974-1976) , algo que seguiría con The Secret of Isis -vale, y también con The Ghost Busters, pero no creo que haya que hablar con ellos- y una vez tienes a esta gente… Pues ya puedes montarte casi cualquier cosa. Más aún si resulta que The Secret of Isis -además de optar al título en la discusión por la primera superheroína televisiva de ‘imagen real’– acabaría apareciendo en los cómics de la DC y convirtiéndose en un personaje más de la compañía… un año después de la aparición de la serie.
En estas estaban cuando decidieron aprovechar para montar otro de esos contenedores. En 1976 habían creado Tarzan, Lord of the Jungle, en 1976 The New Adventures of Batman, en 1977 The Batman/ Tarzan Adventure Hour que reunía capítulos de ambas. Así que el siguiente paso era montar algo incluso más grande. Y ahí es donde entra: Tarzan and the Super 7.
El programa contenedor de Tarzan and the Super 7 tenía, de nuevo, a Tarzan y Batman, tenía también una serie de ‘imagen real’, Jason of Star Command -una especie de continuación rara de la anterior Space Academy (1977-1979) y cuatro series animadas nuevas.
Las cuatro series con bastante miga, sin duda. Por ejemplo, Superstretch and Microwoman es el primero en un montón de cosas, es lo que tienes cuando pones de protagonistas a una pareja afroamericana casada en la que ella se miniaturiza y él se puede estirar todo lo que quiera y adoptar formas extrañas. Muy funky.
Y Manta and Moray nos presenta al soberano de los siete mares -algo así- que pertenece a la perdida civilización de Mu pero ahora es el último de su raza, y que combate el crimen (oceánico, más o menos) junto con una joven que ha sido creada por… no sé, delfines, focas, algo así. El asunto es que esta y la anterior marcaron un punto de inflexión con DC. Porque tenían la absolutamente ridícula opinión de que les estaban trampeando para copiar a sus personajes de Aquaman o Plastic Man. Qué ideas más ridículas, eh.
El asunto llegó a los tribunales que, más o menos, le dieron la razón a DC -si os hace mucha ilusión podéis leer más aquí – y significó el final de la colaboración entre ambas empresas a partir de 1982. Año en el que este contenedor, que había pasado a llamarse Batman and the Super 7 usando reposiciones y sacando Jason of Star Command y Tarzán del contenedor, dejando solo 5 series. -¿De dónde sacaban el 7 ahora? Aunque… si era X+7… ¡Tendrían que haber sido 8 en total! (De hecho, Saturday Mornings Forever asegura que había otra serie que tendría que haberse emitido pero la cadena decidió prescindir de ella) A saber- marcó su última colaboración, The Kid Super Power Hour with Shazam! (que tenía capítulos de Shazam! en dibujos animados y también de la serie igualmente animada Hero High, con aparición de Isis, claro) cerraran.
Otra de las series era The Freedom Force. Puede que pensáis que ahí es donde salía Web Woman. Pero no, la de Freedom Force era Julia Carpenter. En Marvel no se andan con chiquitas. A ver por qué creéis que todas estas series se llamaban Shazam! y no Capitán Marvel. La que sí salía en Freedom Force era, por supuesto, Isis. Que había reclutado a un grupo de gente para llevar a cabo acciones. ¡QUE BIEN SE LE DA ESO A ISIS! Aprovechan para sacar, además, a otro que había estado por allí, Hércules de los Space Sentinels -originalmente Young Sentinels, pero estrenaron nosequé película de guerras en el espacio y había que aprovechar-, y luego ya un no-tan-viejo Merlin, Simbad y un sidekick, y el Super Samurai.
Lo que nos trae, finalmente, hasta Web Woman.
Puede que a DC no le hiciera gracia alguna lo de Plastic Man y Aquaman, pero llegaron tarde. A Marvel, sin embargo, le dieron el queo de que tenían intención de que una de las series se llamara Spider-Woman y les faltó tiempo para montar una estrategia en dos partes, la gente de legal corría a registrar el nombre en todas sus iteraciones y los creativos montaban deprisa y corriendo un cómic en el que poder fundarlo con los resultado que ya conocemos.
¿Qué decidió Filmation entonces? Pues tirar para delante cambiando el nombre, que es lo habitual.
Web Woman apareció en 11 de las 33 entregas del formato, que no está mal. Decían en Saturday Mornings Forever que se turnaba con Superstretch and Microwoman, y también ofrecían una imagen del concepto original. De hecho, si queréis un texto más serio probablemente sea mejor que mi versión intentando encontrarle el sentido a esto.
La historia es un poco complicada pero, por algún extraño motivo, también familiar. La joven Kelly Webster (¿lo pilláis, eh, eh, eh?) es una científica de la NASA que un día se encuentra con un alienígena insectoide al que salva de morir ahogado, él la recompensa con un anillo que le da enormes poderes y también un vehículo con forma de insecto. Ah, y también le dan un ayudante miedoso mitad ¿araña? ¿gato? ¿perro? ¿rata? ¿mono? ¿murciélago? ¿castor? ¿escroto?, mitad… mira, si no sé lo que es la primera mitad imagínate acertar lo que es la otra mitad. Lo único que puedo suponer es que el regalo del día del padre lo mandaría con ayuda de una tabla de encuentros aleatorios.
El anillo le otorgaba un traje -vamos a suponer que inteligente, pero ojalá ver a algún hombre usándolo- cuando decía algo así como «Insecto poderes… ACTIVACIÓN!», no exactamente como una magical girl (espera, ¿aún se puede decir magical girl?) sino más como ShazY UNOS INCREÍBLES PODERES. Unos fabulosos poderes insécticos, de hecho. Por ejemplo, lanzaba gas somnífero. Que es algo que los insectos que llevan anillo siempre hacen. Y también cosa de las arañas, como unas telarañas que hacen también de campo de fuerza. A ver, que los poderes insectuales eran extraterrestres, vete tú a saber lo que hacían los insectos de por ahí fuera. Lo mismo mataban al Tercer Doctor y todo. Sea como sea el alienígena tampoco se había ido muy largo porque le había dejado una especie de bola roja enorme en la… ahm… insectocueva… a través de la cual le hacía llamadas de zoom para indicarle problemas o encargarle misiones. (Misiones aceptables para la Asociación de Padres Televidentes -algo así- del momento, que eran los que intentaban que la televisión fuera educativa, los muy mensos)
¿Qué es lo que sí que os puedo contar?
Pues que, de momento, os podéis ver ¿todos? los capítulos por aquí:
Ahora, a vuestro riesgo.
Lo cierto es que tras la cancelación no volverían a recuperarla, ni la sacarían en cómics, ni nada. Total, en Filmation estaban muy ocupados, primero por la compra en 1981 de TelePrompTer y todas sus propiedades -esta incluida- a manos de Westinghouse -sí, la de los electrodomésticos-, y también con He-Man y She-Ra y Los «Auténticos» Cazafantasmas y todo eso…
Al menos hasta que Westinghouse decidió que iba a dedicarse a otras cosas -luego compraría la CBS y pasaría a tomar su nombre, pero esa es otra historia de casi una década después-, así que le vendió Filmation a… L’Oreal.
Bueno, a ver, en realidad fue a Paravision International, que era una rama de L’Oreal. Y a la que le prepararon la sorpresa de cerrar los estudios de animación en mitad del proceso de venta. Porque ellos lo valen.
L’Oreal no volvería a abrir los estudios, ni falta que les hacía. De hecho, unos años más tarde vendieron ese fondo -bueno, de lo que tenían derechos, ya sabéis aquello de los acuerdos- a Hallmark que, a su vez, se lo venderían a… bueno, os lo resumo: Tras una serie de comprar, recompras y matrioskas empresariales ahora mismo lo tiene DreamWorks/ Universal/ NBC / Peacock… Iba a decir Lagarto Spock, pero los dibujos de Star Trek lo recuperaron en Paramount. En realidad la única persona que de cuando en cuando parecía que quería recuperar el nombre Filmation era Lou Scheimer, y hasta eso se terminó en 2013 con su muerte.
Así que si queréis que recuperen a Web Woman, ya sabéis a quién se lo tenéis que preguntar. Bueno… Lo mismo no tenéis ni que pedirlo, son capaces de montar una película o algo:
¡MADAME WEB WOMAN!
El embeleso de la Mujer Araña
Cuando Sony decidió que iba a hacer películas con los personajes de Spider-Man una de las primeras cosas que anunció era que tenían un proyecto para que lo protagonizara una mujer. Rápidamente las apuestas fueron a por La Gata Negra, Tía May y, por algún motivo, Spider-Woman. Al final la película que ha salido adelante ha sido Madame Web. Y si para eso han tenido que hacer cambios en los tebeos, pues se hacen.
Bien es cierto que durante tiempo no se sabía qué iban a hacer. Entre noticias y rumores, además de la famosísima Black & Silver co-protagonizada por Black Cat y Silver Sable, y que ahora mismo se supone que va a ser tres películas (una para cada una y luego la peli juntas) pero para cuando termine el año posiblemente no sea ninguna; también se supone que se pensó en un thriller con Jessica Drew, en una peli juvenil con Spider-Gwen o con May Mayday Parker, en algo parecido a Spider-Verso pero con mujeres y, por motivos que solo puedo atribuir a una Singularidad de la GENIALIDAD!, a Trouble.
La decisión final parece haber sido hacer un batiburrillo. Lo que, como poco, resulta consistente. Sobre todo con el personaje de Spider-Woman. Porque para eso va a ser de lo que hablemos hoy. Y para los que se quejan de los post kilométricos y que me voy a terminar el espacio de internete he tenido una nueva idea para contar esto. ¡EL POST DENTRO DEL POST!
PERO… ¿QUIÉN FUE LA PRIMERA SPIDER-WOMAN?
La primera Spider-Woman en aparecer lo hizo en 1975 y se llamaba Valerie. Valerie la Bibliotecaria, en concreto. Era parte de The Electric Company, ese programa en el que Spidey aparecía regularmente. Un programa educativo y que mostraba bastante diversidad, por lo menos en la parte racial, y de ahí que sacaran Spidey Super Stories, el mismo nombre de su sección en el programa. Si aquella era una versión de ‘imagen real’ -la primera de Spidey– su paso a los cómics nos permitió cosas como esta imaginación de una Spider-Woman. La pesadilla de los malhechores y de los Republicanos: Mujer, negra, bibliotecaria.
No apareció mucho, eso sí. Aunque la colección duró 57 números. Lo que lo sigue poniendo en la parte de arriba de las series de Spidey. Y, como veis, demostró ser una serie innovadora y presciente en muchos aspectos.
Pero muchos,
muchos.
DE ARAÑA A MUJER
Por lo demás, podemos avanzar dos años. Hasta el Marvel Spotlight #32 en el que la visión de Stan Lee llegó, una vez más, a los quioscos -o donde sea que se compraban en los setenta los cómics- demostrando su pensamiento privilegiado. Y su decisión de no callárselo. Por ejemplo, cuando le hicieron una especie de entrevista en la Universidad James Madison que luego fue reproducida por The Comic Journal.
Y en la que dice, directamente:
Ah, sí… ¡DEPRISA, AL ALTAVISTAMÓVIL!
ASKERGEN: Esto es en un nivel un poco más inmediato. En algunos artículos que Marv Wolfman ha publicado en un par de fanzines, menciona de pasada que quería hacer algunos cambios en el personaje de Spider-Woman…
LEE: Ni siquiera he leído esa maldita cosa. [Risas] Puede que lo haya dicho y no lo recuerdo, tal vez fue el disfraz o algo así.
ASKEGREN: ¿Qué tipo de pensamiento entró en ese personaje? ¿Fue solo un nombre que apareció?
LEE: Sí… ¿sabes por qué lo hicimos, de verdad? De repente me di cuenta de que alguna otra empresa podría publicar rápidamente un libro como ese y afirmar que tiene derecho a usar el nombre, y pensé que sería mejor hacerlo muy rápido para proteger el nombre. Así que eliminamos uno rápidamente y eso es exactamente lo que pasó. Quería proteger el nombre, porque es el tipo de cosas que alguien podría decir: «Oye, ¿por qué no sacamos una Mujer Araña? No pueden detenernos».
ASKEGREN: DC tiene una Power Girl…
LEE: Exacto, y eso me molesta bastante. De hecho, eso me recuerda que tengo que preguntarle a la abogada; se supone que va a iniciar una demanda por eso y no he oído nada. No me gusta la idea… Ya sabes, hace años sacamos a Wonder Man y nos demandaron porque tenían a Wonder Woman, y yo, siendo un caballero [Risas], dije está bien, descontinuaré Wonder Man. Y de repente tienen a Power Girl. Oh chico. Que injusto. Sí, recordaré comprobarlo. [En broma] Rodarán cabezas.
Efectivamente, Spider-Woman aparece en 1977 por el motivo más noble posible: Que una empresa pueda ejercer los derechos de copyright sobre un nombre, sin importarles mucho el contenido.
Os preguntaréis si realmente tenían un motivo para pensar que eso iba a suceder. Y yo os diré que de Web Woman hablaremos otro día.
Así que volvamos a los cómics.
Por obra de Archie Goodwin (en su doble papel de guionista y editor) y Sal Buscema -a partir de un diseño de Marie Severin, ¿podría haber dibujado el número Severin? Eso es otra pregunta.- conocemos a… Arachne. Sí, aún no era Jessica Drew, ya llegaremos a eso. Arachne es…
Una joven con poderes a la que acusan de bruja en un pueblecito centroeuropeo y a la que el odio de sus conciudadanos lleva a unirse a una organización criminal. Un argumento nunca antes visto.
Pronto se convierte en un valioso operativo, especialmente cuando se echa novio, y ese novio es capturado por SHIELD, y ella jura vengarse.
Y lo hace.
Al menos… hasta que descubre que en realidad son… FAKE NEWS.
¡Él nunca la amó! ¡Sólo quería usarla para acabar con Fury! ¡Ni siquiera la acepta, la considera una repulsiva criatura! ¿No es como para cortarle la… ¿Qué? Es de HYDRA, le volvería a crecer. Bueno, sí, le crecerían dos y sería un follón, tenéis razón. Mejor no cortarle la… cabeza.
Total, que se va a hablar con su jefe y este le confiesa que sí, que efectivamente y que, de hecho, tiene un origen secreto. Tiene mucho mérito porque tardar 7 páginas en retconear un origen debe de ser algún récord incluso para Marvel. Total, que descubrimos que detrás de esta joven a la que sus conciudadanos acusaban de bruja y blablabla estaba…
¡EL ALTO EVOLUCIONADOR! Sí, y los Caballeros de Wundagore. No sabemos si Bova la cuidó cuando era pequeña, eso también es cierto. El asunto es que Arachne le queda claro que, en realidad, es una araña con forma de mujer. Y no es el único recuerdo desbloqueado.
Por supuesto ella, como buena superheroín… supervill… como buena pers… como buenamente pudo se lo tomó con entereza.
Más o menos.
La aventura acaba con ella habiendo ayudado a SHIELD a acabar con ese grupo de HYDRA, pero sin cruzarse con ellos. Dando vueltas perdida.
Como buena añagaza editorial podría haberse quedado ahí. Pero estaba Marv Wolfman por medio. Que estuvo convenciendo a Stan Lee de que le diera una oportunidad, que él tenía ideas. Eso le llevó a una aparición en Marvel Two in One que usó durante cinco números, y con Ron Wilson de dibujante, para una miniserie de lanzamiento encubierta que se centraba en lo que claramente necesitaba más. Una nueva revisión de su origen.
Que quede claro que no es una araña convertida en mujer sino… otra cosa… Pero definitivamente una mujer. Ya está bien de discusiones y definiciones.
Una vez que ya estaba claro que era una mujer y no una araña, y por tanto al lector no tenía que darle asco… ahm… leer sus cómics. Eso. Tocaba la segunda parte del plan.
Una vez puestas las piedras para lanzarlo pudo, por fin, hacerse la serie regular.
LA SEGUNDA PRIMERA MUJER ARAÑA.
En la que se hacían algunos cambios claramente necesarios. Y no me refiero a poner a Carmine Infantino a dibujarla. No solo. Por ejemplo, en su origen. Sí, otra vez. Volvemos a Wundagore y El Alto Evolucionador, -que a estas alturas ya debe de ser El Jarto Evolucionador, qué digo, el Jartísimo– pero esta vez…
Y ahí volvemos al momento del Spotlight.
En fin, ¿qué podemos decir de todo esto? Además de que un científico que dice «Nunca pensé que el uranio afectaría a Jesse» está, claramente, cerca del Nobel. Ah, sí, porque ya tiene nombre: Jessica Drew. Una chica inexplicablemente sensible al uranio.
Por supuesto, y como hemos visto de antes, Stan Lee tenía opiniones sobre cosas que había que arreglar. Fundamentalmente el traje. ¿Y qué cambia en el traje? Efectivamente, el pelo.
La forma de lograr que no la relacionen es, por supuesto, teñirse el pelo. De esa manera nadie pensará en la chica que… ahm… ahora tiene el pelo teñido también. Parece que aún faltaba para que Hanna Montana les explicara cómo usar las pelucas.
Además, Marv Wolfman decidió escribir una extensa carta explicándose:
Por supuesto lo más interesante es cuando dice cosas como que no han cambiado nada de lo que Goodman escribió, solo añadido. Por ejemplo, Goodman escribió Es una araña convertida en mujer y él solo añade delante Es una chica que ha olvidado su pasado y cree que. Pequeñas cosas que nada alteran.
También explica que no va a tener historias ‘estrictamente‘ superheroicas como Spidey, no va a combatir monstruos como en el Marvel Two in One y, aunque en su texto no lo ponga, ya os digo yo que tampoco va a ser una de espías como en su primera aparición en el Spotlight. Que va a combatir el crimen ‘a pie de calle’.
Ah, y también dedica un buen párrafo a explicar el nombre. Que es el de su hija. Pero porque le convencieron, eh, que él no quería.
En fin, un inicio que mostraba que Wolfman tenía ideas para el personaje.
Muchas ideas.
Y muy variadas.
Qué puedo deciros, los números pares son así.
Lo cierto es que entre la aparición del misterioso Magnus y el ponerle un novio de SHIELD -con el que se niega a colaborar-, más hacer a sus antagonistas gente como los Brother Grimm, The Hangman o El Hombre Lobo parece que hay un cierto interés por lo macabro en la serie. Al fin y al cabo una mujer necesita tener aficiones…
Necesita tener VARIAS aficiones.
Pero bueno, lo importante es que Wolfman siguiera con la… ah, cierto. En el número 9 (1978) decide dejar la colección. Y es raro…
Parecía tener cuerda para rato.
Wolfman había sido guionista y editor de la colección hasta el número 8. A partir del 9 se repartirían el trabajo entre Mark Gruenwald -el guión- y Roger Stern -la edición-. Infantino aguantaría a los dibujos. Gruenwald seguiría con la idea de meter elementos en el lado de lo grotesco, incluyendo la decisión de que las feromonas de Jessica inducían al terror y debía corregirlo. La llegada de Gruenwald coincidía, además, con la aparición de la serie de animación -bueno, más o menos animación- del personaje aprovechando un acuerdo de Marvel. Sería la última serie de DePatie-Freleng Enterprises / Marvel Comics Animation, que ya habían colaborado con la ABC a finales de los sesenta. Y que a finales de los ’70s regresan, en general con la NBC, hasta que Web Woman -sí, ya, prometo hablar de ella en algún momento no tan lejano– puso a Marvel a moverse para sacar adelante esta.
Por suerte este no es un posteo sobre las series de animación de Marvel -apuntadlo para futuros- así que volvemos a los cómics. En los que esta popularidad se vio reflejada en… Nada en absoluto.
GUIONISTAS, DIBUJANTES, EDITORES Y TODO LO DEMÁS
En esos nueve primeros números la serie había pasado de ser una de las más vendidas a una más. Daba igual los esfuerzos de Wolfman o la decisión -suya y de Stan Lee– de mantenerla separa de Spidey. Parecía que eso no ayudaba a las ventas. Y eso llevó a la siguiente decisión. En el número 20, en agosto de 1979, por fin se cruzarían sus caminos.
No solo eso, sería, además, la señal de un cambio. Otro. Infantino se haría ido de la serie en el 19 y Gruenwald se quedaría solo hasta ese mismo número 20. A partir de ahí se haría cargo de la colección Michael Fleischer. El problema es que seguían teniendo problemas. El número 20 presentaba al nuevo dibujante, Frank Springer, que duraría solo hasta el 22. A continuación Trevor von Eedon aguantaría dos números, hasta la entrada de Steve Leialoha en el 25. Para entonces habría entrado también, por fin, un nuevo editor. Porque Roger Stern se marchó en el 19 y del 20 al 24 había estado ejerciendo Jim Shooter en un doble puesto como Editor en Jefe y Editor de la colección. Hasta que logró meter a Denny O’Neil.
El problema más obvio es que para ese número 25, que debería haber servido para celebrar los poco más de dos años continuados de la serie, el recuento que se hacía era de tres guionistas, cuatro dibujantes y otros cuatro editores. Un carajal que demostraba lo que los lectores notaban: Nadie tenía muy claro qué hacer con el personaje. Algo que se notaba también en los secundarios.
Los dos secundarios de Wolfman: Magnus y Jerry Hunt, habían desaparecido de la serie con Gruenwald, el primero en mitad de una desaparición que nunca se habían molestado en explicar demasiado, el segundo poco menos que en un coche para que se largara. Gruenwald no creó más que a una secundaria, Lindsay McCabe y, en realidad, solo apareció en tres números, dos de ellos hacia el final de su estancia. y su estatus como amigas solo se cimenta… en su último número en la colección.
Cierto es que Gruenwald hizo cosas con otros cabos sueltos de la marcha de Wolfman, como la historia detrás de Brother Grimm. Quizá no muy bien anudados, pero algo era. Le toca a Fleischer organizar las cosas, y primero lo intentó con un espantoso personaje masculino como novio. Con un intento de darle un policía ‘de apoyo’. Con el intento de usar más a McCabe. Y con un secundario que era también para verlo. Además de eso la convirtió en cazarrecompensas.
El resultado fue… digamos que irregular en el mejor de los casos. Para este 25 se había quitado -menos mal- de en medio al novio, también a McCabe, del policía se acordaba a ratos. Así que solo quedaba… el secundario.
Scotty McDowell era un criminólogo en silla de ruedas que reunía la información y ayudaba a Jessica. Un personaje que siempre se estaba quejando de que no se fijara en él más que como ayudante.
Las ideas de Fleischer habían sido… particulares. Incluida una historia con un asesino payaso. No, no un payaso asesino sino algo más cercano a… la realidad, digamos.
O algún nuevo supervillano como… ahm…
Fleischer entró en el número 21 y saldría en el 32. Tras un nuevo intento de que aquello funcionara, que incluía que el ayudante sufriera una transformación en el supervillano The Hornet. E incluía la participación de The Fly en la trama.
De nuevo el final de la etapa coincidió con un intento de relanzamiento por parte de la editorial. Aparición en un Marvel Two in One junto a Hulk, escrito por Steve Grant y dibujado por… Infantino. Así como un cameo en Amazing Spider-Man.
El número 33 fue de transición, con un guión de DeMatteis que entró aquí como podía haber ido en cualquier otro lado y en el que Spider-Woman pintaba poco o nada. Pero todo fuera por preparar al nuevo equipo para el número 34. (Octubre 1980)
Esta vez desembarcaba un peso pesado de la compañía: Chris Claremont se encargaría de la serie. Llevaba desde 1975 en los X-Men, había estado escribiendo números para alguna otra colección y, en general, ¿que es lo peor que podría pasar?
Claremont decidió que había que cambiar su ciudad de residencia, librarse del de la silla de ruedas en cuanto pudiera y convertirla en otra cosa. Por ejemplo, en detective privado.
Por supuesto a los genios hay que permitirles muestras de GENIALIDAD! Como dejar bastante claro que le importaba bien poco lo anterior, que así pueden decir que son RUPTURISTAS. Pero para que quedara claro que en realidad sí que se había leído los tebeos antiguos rescató a Lindsay McCabe como secundaria con, de nuevo, ningún interés por si tenía sentido o no lo que estaba haciendo. ¡Que quedara claro quién mandaba ahí!
Por supuesto el nuevo relanzamiento sirvió también para sacar al personaje en más sitios: Bubble Funnies Mini Comics que salían en los chicles o en cómics promocionales del 7 Eleven como Together for the First Time. Ya en 1980 habían sacado un disco acompañado por un cuaderno coloreable de actividades que unía de nuevo a Spider-Man con Spider-Woman, así que parecía que por lo menos por ahí podían rascar algo.
Pero, además de esto, empezaron a sacarla en sitios como Uncanny X-Men, que para eso tenía Claremont que intentar algo, también en un Anual de Vengadores, el 10, en el que su participación casual en un momento clave del Universo Marvel facilita que salga en flashbacks de cuando en cuando -vamos, que es la persona que evita que Ms. Marvel se hunda y muera en el río cuando Pícara cuando se dedica a robarle los poderes y tirarla desde el Golden Gate. Un pasaba por ahí como otro cualquiera.-, otro Marvel Two in One, en Dazzler o considerada como Vengadora en el 221 (1982), casi a la vez que el Conquest of Champions.
En la serie regular también se intentaba por todos los medios que aquello funcionara, incluyendo visitas de personajes inesperados…
Pero no había manera. Parecía que nadie tenía muy claro qué hacer con el personaje o cómo tratarlo o qué quería leer la gente. Así que decidieron dar otro volantazo más en el número 46 (Junio 1982). Se llevaron de nuevo a Mark Gruenwald. Pero esta vez de editor. Fue una llamada que podemos resumir en dos puntos: Hola, Mark, hemos decidido que seas el nuevo editor de Spider-Woman. y Por cierto, la cerramos en el 50, tú verás lo que haces.
Lo que hizo fue quitarse de en medio a Claremont -que había estado junto un año, del 34 al 46- y a Leialoha -que estuvo del 25 al 46, superando por dos los 19 números que aguantó Infantino en el título-, y decidir que de perdidos al río, contando con dos jóvenes rupturistas: Ann Nocenti a los guiones y Brian Postman a los lápices. Sería una etapa…
TODA NUEVA.
Lo cierto es que sirvió para foguear a ambos, pero poco más. En cuatro números no da para mucho, sobre todo si el editor quiere que los últimos hagan un repaso por el personaje y la gente con la que se ha encontrado. A ratos un tanto meta. En otras prácticamente Vértigo -un poco pronto, también es cierto-. Lo cierto es que lo más sonado fue la decisión del número final. Ya desde la portada.
Por si os lo estáis preguntando, sí, son Ann Nocenti, Mark Gruenwald y otros miembros de Marvel caracterizándose para este fotomontaje. Por lo menos se lo pasaban bien, supongo.
Pero, además, decidieron irse por todo lo alto. La recuperación de personajes antiguos sirvió, por ejemplo, para que alguien se acordara de Magnus -probablemente Gruenwald, que es el que se lo había quitado de en medio y dejado como ‘ya veremos’- para finalmente contar su historia y pasado poniéndole junto a la protagonista en una batalla contra Morgana LeFey. Al final de la cual…
Sí, el espíritu de Spider-Woman, salido de su cuerpo para la lucha, volvía y se encontraba a su encarnación física muerta. Así que, para que no sufrieran, le pedía a Magnus que la borrara de la memoria de todo el mundo.
Por algún motivo ignoto esto sí que no gustó. Vale que tras 50 números habían tenido a cinco guionistas, cinco editores y seis dibujantes. Pero tanto como para hacer que se olvidara la gente… Con la de problemas que eso da. Por ejemplo, que te pille este número 50 justo en medio de una aparición en Capitán América. Con el último número saliendo después de esa muerte.
Así que Gruenwald, en cuanto tuvo la oportunidad, hizo para que se deshiciera esta situación. De manera literal. Porque si en su época era guionista mientras que Stern era el editor ahora él era el editor de una serie en la que Stern era guionista. Si en el número 50 de su serie (febrero 1983) sucedía esto, en Vengadores 240 (noviembre 1983) sucedía… otra cosa.
Así que, recuperada para la vida, por fin podía Jessica Drew volver a ser la Spider-Woman que… Ah, no, espera. Que en Marvel decidieron tirar por otro lado. Su regreso a la vida iba con el añadido de la pérdida de poderes. Y ella tampoco parecía muy molesta.
En la mini original de West Coast Avengers sale ejerciendo de detective privado en San Francisco, estableciendo que no tenía intención o ganas de mezclarse con asuntos superheróicos de nuevo.
LA OTRA MUJER
Unos meses más tarde, en julio de 1984, en otra serie con guion de Roger Stern, Doctor Extraño, veíamos al doc echándole un ojo a ver cómo iba Jessica, viéndola vestida paisano aunque colaborando con The Shroud (uno de esos personajes que ya llegará su letra) y trabajando de detective.
No fue lo único que salió ese mes. El séptimo número de las Secret Wars nos traía a…
Ya nos habían dejado claro que Jessica Drew había decidido dejar su vida como Spider-Woman, así que nos podían presentar a esta nueva Spider-Woman… de la que, en realidad no se decía mucho -probablemente no lo tenían decidido- más que Spidey usaba un traje negro muy parecido al suyo. Algo que parecía pensado por Shooter para que se especulara sobre lo que pasaba en ese planeta, quién era esa persona, y cuál era su relación con el arácnido. Todas ellas cosas que… no se explicaban.
Y después de eso estuvo -estuvieron, incluso- dos años sin aparece en ningún lado.
Cuando, finalmente, esta nueva Spider-Woman reaparece lo hace como parte de la segunda versión de Freedom Force en The Uncanny X-Men 206, puesta ahí a dedo por Val Cooper. En un número que tiene, además, la particularidad de que los X-Men estaban visitando San Francisco, un par de números antes habían estado con Jessica Drew y, en este número, las dos encarnaciones se encontraban.
No mucho ni para mucho, pero se encontraban.
Y vuelve a estar con FF en X-Factor 8 y en The Avengers Annual 15, en el que rompe con ellos para ayudar a Los Vengadores. Tres meses más tarde reaparece en Iron Man 214 (Octubre 1986), en un número guionizado por Danny Fingeroth en el que el latas cede el protagonismo a favor de enormes cantidades de tiempo para ella. Conocemos su nombre, Julia, y a su hija, Rachel, en un número supervisado por Gruenwald que sirve de prólogo a la miniserie de Danny Fingeroth y Keith Pollard para esta Spider-Woman que anunciaban para muy pronto…
Taquiones mediante, supongo. Porque, en lugar de esa miniserie anunciada la vemos de nuevo, tres meses más tarde, contra el Escuadrón de Demolición en Peter Parker, the Spectacular Spider-Man #125–126. En el que JJJ ha tenido la idea de que si ambos son Spider-Personas deben de estar conectados de alguna manera. Lento pero seguro, JotaJota. En el lado bueno, nos dejaba viñetas… viñetas.
La historia la firmaba, de nuevo, Fingeroth, aprovechando que le había tocado por allí, aunque en los dos números que duró le pusieran a dos dibujantes distintos: Jim Mooney y Alan Kupperberg. Por supuesto esto no evita que acabe, de nuevo, prometiéndonos una cercana serie de Spider-Woman.
La viñeta es casi la misma. Pero ahora, además de sus ganas de venganza, tenemos también la historia de ‘auténtico empleador’. Sea como sea, uno esperaría que, ahora sí, la serie de Spider-Woman -la nueva- estuviera cerca de aparecer.
En lugar de eso, medio año más tarde, ya en junio de 1987, reaparece mencionada de rondó en Web of Spider-Man que escribía… Danny Fingeroth, por supuesto. Y ya lo siguiente, tres años después, fue un cameo en febrero de 1990 en Silver Surfer: The Enslavers.
¿Qué fue, mientras tanto, de Jessica Drew? Pues allá seguía en pequeñas apariciones, en aquello de The Evolutionary War de los Anuales de 1988, y luego, ese mismo año, convirtiéndose durante cosa de año y medio en secundaria de la serie de Lobezno, de nuevo con Claremont por medio, como detective en Madripur junto a Lindsay McCabe. Habiendo recuperado algo de su antiguo poder pero ni todo, ni queriendo recuperar aquella otra vida. 10 números duraría Claremont, 6 la mantendría Peter David. A partir de ahí volvería solo en alguna ocasión a la serie. Y mientras, de nuevo, aparecería aquí y allá. Con los mutantes de Claremont ya con Silvestri dibujándolos, por ejemplo, ya en 1990.
Alrededor de un año después, en marzo de 1991, sería la segunda Spider-Woman, Julia, la que es recuperada. Aunque aún no para esa miniserie que anunciaban un lustro antes. En lugar de eso acaba apareciendo como invitada en el 70 del que ya era tercer volumen de los WACOs, que ahora habían pasado a llamarse Avengers West Coast. Lo hace, esta vez, de manos de Roy y Dann Thomas y presentándonos, siete años después de su primera aparición, su apellido. Ella es Julia Carpenter.
LA MUJER CON NOMBRE
A partir de ahí los eventos se suceden. Se junta de aquella manera con ellos, le confiesa su identidad secreta a su hija (en el 75), y ya que estaba en el grupo, va asomando por distintas series: Avengers -claro-, Wonder Man, Captain America, Fantastic Four, Infinity War, Darkhawk, New Warriors, Iron Man, Secret Defenders, Super Soldiers (Sí, Marvel tuvo una serie llamada Super Soldiers, ya llegaremos a la S), Infinity Crusade… hasta llegar al Avengers West Coast 100 -treinta números más tarde-, al año 1994 y, finalmente, a la famosa miniserie.
Tan noventero como os podíais imaginar.
En cuanto a esta miniserie, supongo que no hace falta decir que a estas alturas -y por si no os lo imaginabais- ya no era obra de Fingeroth, no digamos ya de Pollard. Fingeroth había dejado de ser editor de Spidey y se había centrado en escribir otras series como Dazzler o Darkhawk. Y dedicarse a cosas más agradecidas como trabajo para museos, asociaciones o lamerle el… escribir diversos libros sobre figuras importantes del cómic. Sí. Eso.
En su lugar estaban Roy y Dann Thomas -que se habían encargado de ella en los WACOs-, y John Czop al dibujo. Así que diez años después de su presentación y ocho desde la primera vez que se habló de darle una mini, por fin había llegado su momento. Cuatro números, eso sí. Y, con ella, un pasado, un origen para los poderes y todas esas cosas. Con lo poco que habían dado de contexto siendo encajado a martillazos, a veces de manera especialmente GENIAL! como el encargado que tenía cuando trabajaba encubierta para Val Cooper, que Fingeroth había dejado claro que tenía que ‘pagar por aquello’ descubriéndose ahora que aquello era…
que el tipo era un antiguo pretendiente de su madre rechazado a favor de su padre.
Un motivo para todo ese odio tan bueno como cualquier otro, sin duda… Pero, en fin, no es lo único que nos encontramos. También que el CSA no dejó que Carpenter se llamara Arachne, por lo visto porque otra persona se había pedido primer.
La mini duró 4 números, entre que había llegado el final de los WACOs con el número 102 y que empezaba su siguiente ‘versión’, de nuevo con Carpenter: Force Works. Bueno, eso y apariciones de fondo en la muy noventera serie de Scarlett Witch, claro.
Lo que no volvió -y decir ‘volvió’ quizá es darle demasiado empaque a la mini- es a tener serie propia. Pero bueno, era 1994, era la Spider-Woman oficial, y estaba saliendo en sitios mientras que Jessica Drew estaba… ¿Dónde estaba?
Pues lo cierto es que no estaba demasiado. Alguna vez alguien contaba lo de Pícara y Ms. Marvel o alguien traía de vuelta a Morgana, y entonces caía un flashback. Poco más. Y si os estáis preguntando por qué no estoy hablando de su participación en 1994 en la -especialmente noventera- The Secret Defenders.
Es porque ESA no es Jessica Drew ni Spider-Woman.
¡Es Shadowoman! Hay que ver, que todas las mujeres os parecen iguales. (Ya hablaremos de ella, pero no será hoy, ni ahora)
Así que Carpenter era la que tenía el… vamos a llamarlo Primer Plano por llamarlo algo. Lo cierto es que ese mismo 1994 se integró rápidamente en esos Force Works que siguieron a los WACOs.
¿Hemos mencionado ya el noventerismo? Nah, posiblemente no haga falta porque no se note.
Eso permitía que siguiera saliendo en algunas viñetas aquí y allí de distintas colecciones y cabeceras, ¡incluso de los propios Secret Defenders! Que la sacaron en sus tres primeros números y no volvieron a acordarse de ella hasta el veinte.
Esa sería la tónica habitual hasta que dos años más tarde Mark Gruenwald decidió recuperar al personaje en una de las historias del Sensational Spider-Man Annual ’96. Por si quedaba alguna duda lo llamó The Return of Spider-Woman, y salía también la versión de Carpenter. Vamos que si salía. En la primerita página.
La historia tenía más miga, porque era el traje animado -por cierto, con pelucón negro- el que iba a buscar a Carpenter. Siguiéndolo llegaba a una casa en la que estaban Lindsay McCabe y Jillian Woods (¡Shadowoman!), que le estaba contando que Drew estaba atrapada en un plano místico. Y allá que se van, traje incluido, para rescatarla y que vuelva a ser Spider-Woman.
Dejemos de lado lo que Jillian le iba a proponer a Lindsay como pago. Lo importante aquí es… no, tampoco quién iba a conservar el nombre. lo importante aquí es el texto de abajo. Ese Keep an eye out for an upcoming issue of Spider-Man Team-Up!
Si habéis estado siguiendo esto ya sabéis que Julia Carpenter y un texto anunciando una próxima aparición suya suele acabar mal. En este caso acabó en tragedia.
Para cuando se publicó el anual Mark Gruenwald había muerto. Falleció en agosto de 1996 con 43 años y, claro, no pudo seguir adelante con sus ideas para recuperar una vez más a Jessica Drew. Hasta el punto de que para Marvel esta historia está fuera de la continuidad. Más que de costumbre, quiero decir.
Así que cuando la volvemos a ver -dentro de una especie de escuadrón de mujeres controladas mentalmente por Viper en Lobezno 125- sigue sin llevar su traje clásico. Diría que casi ningún traje, pero iban todas de verde. Ningún traje, eso si, lleva en Héroes de Alquiler 18 y 19 a finales de 1998.
Julia Carpenter por su parte, seguí en lo mismo, apariciones más en grupo que sola en series como Ultragirl (¿Qué? Sí, otra para el alfabeto) hasta la llegada en 1997 de ese nuevo volumen de los Vengadores de Busiek y Pérez que en sus primeros números sacaron gente como si aquello fuera ¿Dónde está Wally?, ella incluida. Para dejarlos ir para el 4. Y por la que no volvería a aparecer más que en flashbacks.
Lo que nos lleva a 1999. Y con ese año…
Una tercera Spider-Woman. De John Byrne.
NO HAY DOS SIN TRES
La historia es… no diré que sencilla porque ya sabemos que esa época de Spidey no fue sencilla, fue GENIAL!
En este caso arrancamos a mediados de 1998. En Spectacular Spider-Man 262 Norman Osborn está preparando La Reunión de los Cinco, una ¿historia? ¿evento? ¿patatas con carne? en el que está reuniendo distintos elementos poderosos que cuando se juntan otorgan o dones o maldiciones. La idea era unir las cuatro colecciones del trepamuros de cara a un relanzamiento. Y así, mientras Norman Osborn busca arriba y abajo y asistimos a media docena de tramas secundarias y terciarias -siendo probablemente la más GENIAL! la de que la enfermera que robó el bebé de Peter y MJ y que reaparece para… Bueno, da igual, ya hemos hablado lo suficiente de gente que mirar el papel pintado de la pared durante años-. Volvamos a Spider-Woman. Porque en uno de los números llama a uno de los dueños de esas piezas, el tipo se niega a participar, pero alguien acecha en las sombras. Alguien que se presenta ante Norman para sorpresa de este que dice It can’t be! Not you! Como esto es un ejemplo de ladillismo pulguero editorial -es decir pequeños puntos saltarines por todas partes que no tienen más objeto que demostrar molonosidad- ni se nos revela quién es en el siguiente número de la colección ni en el siguiente número de la historia. La etapa de Mackie y Byrne era así.
La primera vez que les vemos en movimiento es, en realidad, en el infodump de la reunión propiamente dicha, que es un evento distinto llamado El Capítulo Final. Probablemente porque nadie pensó que Spider-Man pudiera seguir tras eso. Y fíjate. Total, que en esa imagen aparece por fin Spider-Woman.
¿Qué? No, no. Esa no es Spider-Woman. Es Madame Web. Un error muy común. En Hollywood les pasa todo el rato.
UN INTERLUDIO LLAMADO MADAME WEB
Madame Web está ahí después de que se junte el clásico intento de Osborn de convencerla de que se una, sus propios poderes para predecir el futuro que fallan siempre y su propia mortalidad, demostrada a través del dibujo. El truco de poner a Norman Felchle fue determinante para esto. No hay más que ver la página del Spider-Man 96 que dibujó y en el que Osborn la tienta con su juventud.
En realidad Madame Web había aparecido solo en un puñado de cómics hasta entonces. Pero en la serie de animación noventera sí que había causado un poco más de impacto. En los cómics había salido menos de media docena de veces, por primera vez en el Amazing Spider-Man 210 (Agosto 1980), luego seis meses, después aproximadamente un año más tardes (dos números seguidos en su enfrentamiento contra el Juggernaut y en el que Madame Web acaba en el hospital) y, por último, nueve meses más tarde en el 239 de la misma colección (Enero 1983) en un momento mínimo en el que Spidey pasa por el hospital a ver cómo sigue.
Y ya.
Quince años en blanco hasta que Osborn le hace esas promesas.
Por suerte, como decía, la serie de televisión noventera (1994-1998) le hizo más caso. (Y supo darle un papel más interesante). Y como su primer aparición fue en 1996 y la última en el capítulo final en 1998, con un total de 14 apariciones en total… Sí, creo que es sencillo pensar que cuando la recuperan en 1998 quizá confiaban en que los lectores la recordaran de allí.
PERO, ENTONCES… ¿QUIÉN ES LA TERCERA SPIDER-WOMAN?
Sin ánimo de ofender la inteligencia de nadie. En la foto solo hay dos personas de apariencia femenina y una de ellas ya os he dicho que no. Si Marvel fuera más progresista podría ser más difícil. Pero es Marvel. Así que podéis descartar a Norman Osborn (al menos por esta vez) y al señor calvo, gordo y bajito. Quedan dos posibilidades.
Por reducir la charla os diré que es la que lleva pendientes. Que, de hecho, es la persona que Osborn se sorprendía de ver. Martha Mattie Franklin, es la hija del tipo que tenía la pieza, tenía la suficiente edad como para no querer que la llamaran Spider-Girl y estaba allí porque estaba harta de su padre. Lo que nos llevaría de nuevo al asunto de la edad, pero mejor no.
Lo importante es que hacen el ritual, parece que han logrado unos poderes o unos problemas (que a Madame Web le ha tocado Muerte) pero luego son otros y, sorpresa, a Mattie le ha tocado Poder. Así que cuando parece que Spidey ha desaparecido decide cubrir su puesto. Algo que él acaba descubriendo en el 2 número del segundo volumen de The Amazing Spider-Man. Para el tercero vuelve a tocar otra racha de infodump. Con Byrne, Mackie y Scott Hanna al guión a la vez parece que esto es lo que se les ocurrió.
Pero eso nos lleva a la portada de antes, de nuevo. Una vez regresado Spidey parece que Mattie puede ser la nueva Spider-Woman con… bueno… una versión del traje de Spidey sacado de algún bazar y con una coleta enorme. Aunque no es la única en aparecer, porque en el The Amazing Spider-Man 5 llega… ¡La cuarta Spider-Woman!
SÍ HAY CUARTA MALA
La cosa se explica -de nuevo, vía infodump– en ese Peter Parker: Spider-Man 5. (Es curioso lo fácil que ha sido explicar todas las décadas anteriores y lo tortuoso que está siendo con esto. Será la mala suerte Parker.) Tanto, da, vamos a lo importante. Mattie resulta ser sobrina de la segunda mujer de John Jonah Jameson. Todo queda en casa.
La mala es, por otro lado, Charlotte Webb. Nieta, por lo visto, de la Madame Web original. Aunque su error fue mezclarse con el Doctor Octopus. Que la conocía de… ahm… de…
De cosas. De sus cosas. De eso la conocía.
Total, que el clásico combo de ‘experimentos con cosas‘. Con cosas diferentes a las anteriores. Y otro tipo de experimentos. Y… Mira, da igual mejor sigamos.
Spidey se enfrenta a ella y a Doc Oc, les vence. Fin de la historia.
De la parte en la que tengo que hablar de esa etapa de Spidey, digo. Porque llega, por fin…
¿Qué os puedo decir? Tiene una pinta…. muy dosmilera. Y en el interior… bueno. Toda la gente que aparece ahí, incluyendo el regreso de Madame Web.
Sé lo que estáis pensando. ¿Pero esta mujer no era Rubia en lo que le enseñaba Osborn? Creo que a estas alturas si algo hemos aprendido es que a las Spider-Woman les gusta teñirse. Y del resto podemos echar la culpa a Matrix. Bueno, de que a ella le tocara al final la Inmortalidad no. Y de que la Inmortalidad la haya rejuvenecido tampoco.
En cuanto al dibujo de Bart Sears, vamos a dejarlo en que es…
Icónico.
Icónico, os digo.
¡ICÓNICO!
En cuanto a Byrne… ahora que lo estáis viendo creo que puedo dejar de llamarlo infodump y llamarlo de otra manera. Yo qué sé, blakeymortimerismo, por ejemplo.
Pero lo importante es que ahí están todas, dispuestas a enfrentarse a una enemiga común. Más o menos.
Charlotte le quita el poder a Jessica y a Julia, pero cuando se enfrenta a Mattie -sí, ya, Matt… Byrne lo usa a veces, mi teoría es que ni él sabe cómo se llama- es ella la que le quita los poderes propios y ajenos. Y se lleva, de regalo, un mechón blanco. El aplauso de nuestro público me temo que no, que tuvo casi más trajes distintos que números.
11 trajes, 18 números.
Por suerte el último pudo durar… lo que duró.
Mientras tanto Charlotte escapó -varias veces- y Madame Web volvió a ser mayor, quizá no tanto, pero más o menos. Los poderes de lo de Los Cinco son así de peculiares. Julia se va tras el número 4 –Es una superheroína reluctante, lo mismo vuelven los poderes y no dice nada, dice Jessica Drew que es la que ha tenido poderes y ha seguido de investigadora privada mientras la otra se iba uniendo a todas las Caras B de los Vengadores que iban apareciendo-. Y poco más porque cada número parece que tira hacia otro lado, mucho peor que en aquel momento post-Gruenwald de Drew.
En cuanto a apariciones de otro lado… Cuando tuvieron que sacar a la última Spider-Woman en el Contest of Champions II optaron por… bueno…
Claro que era más fácil elegir el primero.
Pero bueno, supongo que os estaréis preguntando qué pasó cuando después de que la serie llegara al Spider-Woman 18 (Octubre 2000) y acabara. La versión corta es: JAJA NO.
Porque, entonces, llegó ÉL.
BENDIS, ESE HOMBRE
En 2001 Marvel quería sacar la línea MAX, una línea ADULTA (es decir, para adolescentes) en la que tratar temas ADULTOS (sexo, drogas y violencia, ya sabéis), así que buscaron a autores ADULTOS (pero acabaron contratando a los de siempre).
En el caso de Bendis, pidió que le dejaran usar a Jessica Drew. No le dejaron. Así que en su lugar creó a Jessica Jones. Una antigua superheróina que decidió colgar el traje y dedicarse a ser investigadora privada. Qué os puedo decir, se puede sacar a los personajes de Bendis, pero eso no va a conseguir que Bendis decida prescindir de esos personajes. Aunque no tengan nada que ver, ni a parecerse en nada más que las cuatro cosas que le interesaban. Lo que, visto en perspectiva, era lo que iba a hacer de todas formas así que… ¡BIEN JUGADO, MARVEL!
Eso no evitó, claro, que en el número 16 de Alias (la serie de Jessica Jones para MAX) sacara a Mattie en problemas y, durante su arco, también a Madame Web y, por supuesto, a Jessica Jones. ¡DREW! ¡QUERÍA DECIR JESSICA DREW!
La trama era, por supuesto, escabrosa. Al fin y al cabo se juntaban el hambre y las ganas de comer. Perdón, quería decir… Al fin y al cabo se juntaban la línea MAX y Bendis.
Por supuesto le faltó tiempo para llevarse a Drew a los Bendisdores. Y en una especie de miniserie-precuela: Spider-Woman: Origin. Luego se la trajo de vuelta para una de esas ideas suyas, el evento de 2008, Secret Invasion. En la que se descubre que Drew lleva siendo una Skrull -¡y qué Skrull! La emperatriz skrull Veranke nada menos- que se supone que llevaba años infiltrada, pero que en realidad podemos discutir cuándo lo estaba. Desde luego en House of M, está claro, vamos a suponer que en todos los Bendisdores, y también que Charlotte Webb tuvo que robarle los poderes a la auténtica Jessica Drew -que, a la vez, robaría Mattie– pero bueno… Así que en 2009 Bendis consiguió, por fin, su querida serie de Jessica… ahm… de Spider-Woman.
Mientras tanto, a Julia Carpenter le tocó aparecer en JLA/ Avengers, en un flashback el Hulka de Slott, y luego pasó a dedicarse a sus cosas de secundaria.
Que ya es más de lo que podemos decir de Mattie que, básicamente, pasó a The Loners.
Arreglado todo el follón de los skrulls por fin le tocó a la cuarta serie de Spider-Woman. De nuevo siendo Jessica Drew; con Bendis y
el filtro para cómic del programa informático que usaba Alex Maalev duró 7 números. Habrá quien diga: Demasiados, porque la gente es muy mala. Y porque seguía apareciendo en New Avengers y en a saber cuántos títulos más con el truco de los grupos, los flashbacks y todo aquello. Que, además, se retroalimenta. Así que vas de New Avengers, Avengers, Secret Avengers. Parece que has hecho algo distinto a cambiar el nombre de las patatas aunque todas sepan a sopa de sobre. Incluso S.W.O.R.D. Al menos hasta que empezaron los eventos arácnidos.
PASEN, PASEN, AL FONDO HAY SITIO
Uno pensaría que a estas alturas en Marvel habrían pensado que tenían demasiadas Mujeres Araña. A estas alturas uno debería de ser consciente de que en Marvel los pensamientos no funcionan así.
En 2004 alguien pensó que Marvel necesitaba lectores jóvenes. Así que había que poner en marcha la iniciativa Marvel Next. Y, una vez puesta en marcha, que lo que hacía falta es que hubiera una versión juvenil, hispana, con un giro a los poderes. Pero capaz de reclamar un poder que parece mítico, con una gran tradición detrás. Habrá quien piense que merecería, incluso, su propia película. Pero ya sabemos que para eso tendría que haber salido un par de años más tarde y ser un hombre.
En cualquier caso Anya salió en la cabecera Amazing Fantasy. No porque Marvel quisiera conservar el copyright, ¡que cosas tenéis! Es que era lo lógico… Sí… Mucho. También hay gente que piensan que Anya o Aña se llama así porque ni Fiona Avery ni Mark Brooks son hispanos. Cómo sois, tanto tiempo con creadores de Spider-Women que no son mujeres y cuando por fin hay uno ahora el problema es otro. ¡Si se apellida Corazón! Seguro que también tenéis un problema con su padre, Gil Corazón. O con el otro secundario hispano: Miguel Legar. Que, además, trabaja para los Web-Corps. Una evolución de un sociedad española antigua, la Sociedad Araña. ¿Es que no habíais oído hablar del Capitán Araña? Además, tiene sentido porque su madre (mexicana) se apellidaba Araña. Y cuando se casaron en México ella tomó el apellido de él -aunque fuera de Costa Rica- y por eso seguro que es descendiente directa o algo. ¿Qué queréis decir con que en México no se cambia el apellido de las mujeres casadas? ¡Vais a saber más que Marvel! Lo importante es que ella tiene esa cosa mística y blablabla que le permite… ahm…
Incluso si quisiera inventarme algo así no podría hacerlo.
Igual que es difícil describir el concepto ‘dosmilero’ y, sin embargo, se puede mostrar una viñeta con parte de los principales secundarios de la historia y que lo comprendáis:
Auto-explicativo, ¿verdad?
Tras los seis primeros números pasó a ocupar su serie propia: Araña: The Heart of the Spider. 12 números duró, y es una lástima porque daba la sensación de que por lo menos alguien volvía a saber qué hacer con una Spider-Mujer, especialmente tras el desastre de Mattie. Para cerrar las historias y vender más metieron a Spidey en ello -cuando solo había aparecido como un cameo hasta el momento- y, ya puestos, pensaron que lo más lógico para la serie de un personaje que llevaba 18 números con el mismo guionista era, por supuesto, cambiarlo justo para el número que tenía que cerrar las tramas abiertas.
El resultado fue el que fue y, rápidamente, con la Guerra Civil de por medio, pasó a seguir el destino de tantas otras heroínas arácnidas antes de ella: Ser secundaria en otras series. En Ms. Marvel, sobre todo. Aunque, por supuesto, en algún momento tenía que reunirse con las otras mujeres araña.
IT’S KRAVIN TIME!!!
Durante el tiempo que no habíamos hablado de ellas Julia Carpenter pasó a cambiarse de nombre, por fin sería Arachne. La segunda. Y con ese nombre pudo ejercer de secundaria en Ms. Marvel primero, luego a ser parte de Omega Flight (primero en su serie y luego en Marvel Comics Presents) y, finalmente, en 2010 apareció por esa especie de reunión llamada Grim Hunt.
Drew podía estar ocupada en las cosas de Bendis. Pero eso significaba también otra cosa: Mientras Bendis estuviera entretenido con ella no iba a molestar a las demás. Probablemente de ahí que Mattie solo hubiera estado en The Loners hasta que reapareció aquí, igual que Madame Web… Bueno, ella había aparecido antes en Sensational Spider-Man y llevaba como desde el 600 con su propia versión de Alguien va a matar a alguien. Pero nos vale igual.
La familia de Kraven decide enfrentarse a Las Arañas (algunas arañas, en mi opinión) para traer de la muerte a Kraven. Supongo que os sorprenderá que Kraven esté muerto, probablemente pensabais como yo, que su destino había sido incluso peor. Una película de Sony. Y nadie puede estar muy muerto cuando sale en una película.
Total, que la familia secuestra a Madame Web, Mattie se encuentra por medio y son Carpenter y Corazón los que tienen que ayudar a Spidey. Y Kaine está también allí.
¿Qué queréis que os diga? Definir los tebeos modernos -y aquí estamos hablando de mediados de 2010- tiene la misma sensación de definir un sueño. Parece algo nebuloso, irreal, poco coherente… y a la mañana siguiente ya lo has olvidado.
Es difícil buscar una viñeta, o una parte de ella, que resuma el asunto… pero lo puedo intentar igual.
Nada dice tanto como ese ‘No hay tiempo para explicaciones’.
¿Cómo es posible que Madame Web pueda ver? ¿Y que se esté muriendo? ¿Por heridas causadas por La Familia Kraven? ¿Pero la cosa de los cinco no le había hecho Inmortal? ¿Y le quiere pasar su manto a Julia Carpenter? ¿Y esto qué tiene que ver con nada? Espera… ¿Qué pasará ahora con Rachel? ¡¿ES QUE NADIE PIENSA EN LOS NIÑOS?!
Y así es como Julia Carpenter se convirtió en la nueva Madame Web.
La Segunda.
No sé cómo Carpenter se las apaña para ser siempre la segunda en todo, pero supongo que eso explica su divorcio.
Por si os lo preguntáis, ya han vuelto a revivir y volver a matar a Mattie. Y a Madame Web. Ahm… a Cassandra Webb. A Charlotte Webb no porque solo ha vuelto a aparecer una vez desde que cerró la serie de Mattie. En un número, en 2019. Y antes de eso estuvieron los eventos arácnidos.
PODERES PARA TODOS Y TODOS PARA PODERES
En 2011 tocó la idea de ‘Eh, ¿y si todo el mundo consiguiera el poder de Spidey?‘ Es algo que pasa a veces. Probablemente porque tuvo suerte con esto. Y eso facilitó que se repitiera con Thor o con simbiontes o con… Bueno, nos entendemos.
Sirvió para hacer pruebas de personajes, que Madame Web -ahora con pintas de ser el gender-bender de DareDevil– hablara de La Gran Tela, La Tela de la Vida, La Tela que Cortar… lo que sea.
Hablar de la Orden de las Avispas -algo así-, que Jessica hiciera sus cosas, que Aña fuera Spider-Girl y… bueno, todas esas cosas que sirven para ver si esto tenía algo que funcionara.
Por supuesto lo siguiente fue lo mismo pero al revés.
Es decir, el multiverso. Múltiples versiones de Spider-Personas. Aunque la mayoría son versiones de Peter Parker porque, por lo visto, lo de los señores blancos cisheteros ocupando todos los puestos que pueden es multiversal. Pero eso no significa que dentro de las distintas cosas que montan no haya mujeres, claro que no. ¿Es que no habéis visto las películas?
Pues entonces ya sabréis de dónde sale esto: De los dos últimos capítulos de la serie de animación noventera (al final tendré que hacerle un posteo, verás) casi tanto como del videojuego ese que salió de Activisión. Vamos, los éxitos de otros medios, como siempre.
Por no hablar de SONY. Porque SONY estaba, en aquel momento, decidida a poner en marcha su Spider-Universo con las películas de Andrew Garfield que iban a presentar a los Seis Siniestros, y también iba a haber una película de Veneno, de Morbius, de Kraven, de… JAJAJA. ¡Cuántas ideas despendoladas!
Pero, claro, resulta que en Sony se dieron cuenta de que se estaban dejando a un público fundamental del que también podían sacar dinero…
¡Y por eso sacaron una película animada infantil!
Ah, sí, y también algo con mujeres y eso.
En 2014 se supo que SONY había estado hablando con Marvel para ver de que mujer hacía película para las cosas de Spidey. (También fue el año en el que pasó aquello con la portada de Spider-Woman de Milo Manara. Pero en este posteo no se habla de Milo, no, no, no). En Marvel aplicaron su habitual comprensión lectora y decidieron que lo que hacía falta era sacar más mujeres en sus cómics, darles más relevancia y series propias. (En realidad es algo que siempre les hace falta, así que esta vez sirvió para algo todo esto) Y eso les llevó a tomar DECISIONES.
UN AGUANTE DE SEDA
En Marvel tenían un par de cosas que hacer. De entrada, tenían que terminar con Superior Spider-Man. Hecho. A continuación tenían que buscar una nueva manera de ‘sacudir los cimientos de la Casa de las Ideas y que nada volviera a ser lo mismo’. Para eso estaba Original Sin, en la que se suponía que todo el mundo miente. No, perdón, en la que se supone que todo el mundo iba a recibir visiones escondidas por el Vigilante. Pero nada de Las IAs nos acechan y pretenden acabar con nosotros fingiendo que tu novia se lio con el padre de tu amigo, tuvo dos hijos y no se construyó un LEGO gigante porque no le dio la gana, que no te enteras de nada, carajota. Que si hubieras contando el número de brazos y dedos te habrías dado cuenta de que los había creado una IA y no un demonio. No. En lugar de eso, y tras los primeros números del Amazing Spider-Man volumen 3 (cómo crecen los volúmenes cuando hay que relanzar) llegamos finalmente al cuarto, en el que Spidey se iba a enterar que la araña que le picó luego picó a otra persona, que esa persona lleva años escondida en un bunker -qué os puedo decir, si algo demostró Tía May es que mirar el estucado siempre ha gustado- y que la metió allí Ezekiel. (Solo para ella construyó un zulo)
Diría algo del estilo de: Ezekiel, meter mujeres en bunkers es TAN de película producida por J. J. Abrams. Pero me acabo de acordar de que estos cómics fueron de abril a junio de 2014 preparando la presentación, así que aún quedaban dos años para la película. ¡Taquiones!
Total, que Peter saca a la mujer del bunker. Le cuesta porque ella no quería salir porque sabía de la existencia de Morlun y no quería que su presencia le hiciera aparecer para matar a todo el mundo. Pero Spidey la saca de todas maneras diciéndole que Morlun está muerto. Alegría, regocijo, Cindy sale, hace sus cosas de haber estado practicando con el fluido arácnido durante lustros -dentro de un búnker es comprensible- y hasta se pone un nombre propio como quien tiene que elegir nick para internete.
Y aquí tenemos a SILK, Cindy Moon, una nueva Spider-persona-mujer de origen asiático. ¡¿ES ESTO LO QUE QUERÍAS, AMY PASCUAL?!
Por lo demás, todo iba bien hasta que pregunta cuándo murió Morlun.
Titantos años en un bunker y entiende mejor el Universo Marvel que Spidey.
Aunque, claro, también podría ser que esta segunda vez Morlun se hubiera muerto bien muerto y no fuera a regresar en absoluto.
Ahm… O puede que estar sola en una habitación, sin salir durante años y con cero vida social le hubieran dado un conocimiento de cómo funcionan los cómics realmente preciso. Quién sabe.
Esto llevó a aquello del Spider-Verso de matar a las distintas versiones de Jet Li de distintos universos. No, perdón, de Spidey. Que en las cosas de supes y pelis esto es James Wan, no James Wong. James Wong está para hacer Dragonball Evolution. Así que… bueno, multiversos y eso. Reunir versiones varias y variadas, da igual que sea la tercera Spider-Woman, o Cindy Moon, o Ghost-Spider o quien sea. O como yo lo llamo:
MARTHA, SEDAS, GWEN Y LAS DEMÁS
Ah, espera que aquí Mattie Franklin seguía muerta… Bueno, menos mal que quien les atacó fue Morlun y no Batman v Superman. Pero el asunto viene a ser el mismo, traen a gentes de distintos sitios, algunas son mujeres, y entre ellas está
¿Qué os puedo decir que vuestra demografía no os haya dicho ya? Por supuesto en Marvel evitaron los problemas que hacían difícil saber quién era Spider-Woman de la manera clásica.
Haciendo difícil saber con qué nombre había que llamarla.
Es posible que penséis que me estoy adelantando. Y es completamente cierto, pero es que si no no acabamos nunca. ¡MÁS NUNCA AÚN!
Dentro del follón este Marvel aprovechó para relanzar también (quinto volumen ya) Spider-Woman. La tercera vez que la protagonizaría Jessica Drew.
Diez números duró esta vez, un éxito. Como veis también a Silk y a Spider-Gwen le dieron series.
La de Silk duraría siete números (2015) y luego 19 (2015-2019) y luego 5 (2021) y luego 5 (2022) y luego 5 (2023)… Así que ya veis, cinco volúmenes y 41 cómics propios lleva ya. ¡Qué tiempos aquellos en los que la primera Spider-Woman tuvo 50 números seguidos!
Spider-Gwen tuvo 5 número (2015) y 35 (2015 – 2018) y 10 (2018-2019) y 5 (2022) y, de momento, 2 (2023-). Vale, el tercero se llamaba Spider-Gwen: Ghost-Spider y el cuarto Spider-Gwen: Gwenverse y lo de ahora empezó en diciembre y ya veremos lo que dura… ¡Pero me sigue valiendo!
Mientras tanto a Jessica Drew le dieron un relanzamiento como Spider-Woman tras esos primero 10 números del volúmen 5.
Ah, sí, seguro que lo habéis notado…
¡Le cambiaron el traje!
Por la columna no os preocupéis, es algo que ya sabemos que en los cómics de superhéroes no hay que tener en cuenta.
Por cierto, ese mismo 2016 tuvo lugar otra serie pensada, por supuesto, para los fanes auténticos para la gente que se lee los cómics, no para mandarlo a ningún ejecutivo de ningún lado. Sería tan ridículo como intentar venderles ese personaje… Jackpot… que apareció (o aparecieron) entre 2007 y 2010 en menos de dos decenas de tebeos. ¿Cómo podrían hacerlo interesante para los ejecutivos de Hollywood? JAJAJA.
Lo importante, decía, es que en 2016 pudieron tener su propio evento:
En el que hacen el repaso de la situación: Julia Carpenter era Madame Web, no Spider-Woman; Mattie estaba muerta -de momento, al menos-; Anya Corazón… ¡UPS!
Bueno, no pasa nada, porque a Anya Corazón ya le darían otra oportunidad en 2018 durante el Spider-Geddon.
Por si os lo preguntáis, el truco está en montarlo de la siguiente manera. Pones a un personaje en el centro, dice ‘un gran mal se acerca’, hay que reunir un equipo, se reúne, se enfrentan, pasamos al siguiente.
Esto sirve sea Morlun, la Corte de las Avispas, el Chacal, los Herederos, Doctor Octopus, una Gwen malvada, la Reina-Araña, o lo que toque esta vez.
Por supuesto que habrá quien piense que todo este Spider-Verso y Spider-Force y Spider-Geddon no le Spider-Pitufa. Qué le vamos a hacer, es uno de los sitios principales en los que se metieron los personajes femeninos (bueno, no solo ellos) de Spidey.
¡Como si alguien fuera a usar algo así para montar una película!
Por lo demás, a Jessica le fue lo suficientemente bien con esos 7 números del volumen seis de Spider-Woman (2016-2017) que el siete tuvo 21 (2020-22). ¡Y el 8 lo lanzaron en diciembre de 2023! Quién iba a pensar que el secreto del éxito era tener una serie aclamada por la crítica y luego a gente que se dedicaba a deshacer lo que el guionista anterior había hecho.
A Aña Corazón no le tocó serie propia, pero iba de secundaria de unas a otras. ¡Y tuvo esa serie de la que hablábamos antes en la que salía la Spider-Girl que más números ha protagonizado, May Mayday Parker! ¡Y Spinneret!
Vale, es verdad que aún podríamos hablar de las otras Arachnes que ha habido, incluyendo la que era una diosa con culo de araña.
Lo importante es dejar claro que esto es solo una parte de todo lo que hay. -Ya os dijimos, hay tela que contar.- Pero, sobre todo, para justificar que intentáramos poner un poco de orden en una serie de personajes para que tengáis claro todo lo que van a hacer mal los ejecutivos de SONY. Y, sobre todo, para justificar rendir homenaje a una de las grandes.
Diez mil palabras bien empleadas, sí señor. Ya solo falta la guinda:
Los secretos del universo DC de la C a la… C
Un mes más, una letra menos. Preparados para irnos de viaje por las cabeceras, esta vez en DC y, de nuevo, no ha habido forma de hacer más de una letra. Que yo pensaba que esta vez sí, pero no hay forma.
Lo bueno es que al menos esta vez van los 29 títulos que tenían que ir casi no se ha quedado nada fuera. Y eso que nos hemos limitado con Catwoman y no hemos puesto ni su cruce con Tweety & Sylvester. Pero entre eso y limitar lo Cosmic y lo Curse, hemos logrado un espacio razonable. Qué podemos decir, en esta editorial no son tan de Capitanes.
Pero lo mejor es que lo veamos, antes de que alguien decida hacerles una película. O, incluso, cancelársela. Que también es con C.
01) Cancelled Comic Cavalcade (1978)
Pocos cómics resumen mejor una época que esta obra… que nunca se editó. La DC Implosion, de la que hemos hablado pero no lo suficiente por aquí (convenced a Pablo), acabó con una notable cantidad de series canceladas. Algunas antes de empezar, otras a mitad de tramas y, sobre todo, varias de ellas… con trabajo ya entregado. Títulos ya dibujados, portadas ya hechas, guiones entregados… Hasta 31 series. De ahí que una serie de personas de la compañía decidieron montarse estas ediciones homenaje. Sí, dos números…
Qué os puedo decir, cayeron MUCHAS series. En ella, con dos portadas especiales hechas para la ocasión, se recogieron esos números ya preparados, portadas, algún texto… Para distribuirlos entre esas misma personas que los habían creado. Y un ejemplar para el Registro Legal. Pero no para publicarlo, claro. ¿Significa eso que no esté… encontrable? Bueeeenooooo…
02) CAPER (2003-2004)
En lugar de dejar que intentéis adivinar de qué va este cómic, os diré que es una historia criminal sobre la mafia judía. Ya sabéis. Undzer Shtik y todo eso. Dos hermanos, una evolución desde pequeños a la parte superior de etcétera. Detrás estaba Judd Winick, que si os preguntáis donde está ahora… En los cómics infantiles que publica Planeta.
03) Capt. Storm (1964-1967)
Sí, cómics bélicos en los años ’60. Eh, no es como si los USA tuvieran algún conflicto bélico que les fuera mal. Sea como sea, la idea de un marino con una pata de palo probablemente tuviera otro punto de partida. Sea como sea, y teniendo en cuanta que no hay mucho más apariciones… ahm… bueno, con su grupo The Losers… No, esos no. En fin. La más reciente es de 2017 y… Yo qué sé. En su momento parecería una buena idea.
04) Captain Carrot and His Amazing Zoo Crew (1982-1983)
Siguiendo una lógica que solo puedo definir como: Al lector de superhéroes le gustan los furries, alguien decidió que podían aprovechar para usar a Superman como presentación de esta… ahm… versión de funny animals. La cosa empezó en un inserto en el New Teen Titans, pasó a serie regular por unos 20 minutos, o números, y cuando fue cancelada aún tuvo la oportunidad de volver en los episodios que quedaron cortados que se recuperaron como una miniserie…
Sí, esta. Y, como todo pasa, con suficiente tiempo dando vueltas la gente acaba trayendo de vuelta las series del pasado. De ahí que reaparecieran en 2005 en el Teen Titans de turno tan metas como de costumbre…
Lo que acabaría en que lograran su propia mini…
Luego pasaron más cosas. Los convirtieron en animales normales. Los convirtieron en su forma anterior. Menos convertirlos en un éxito, de todo.
05) Catwoman Defiant (1992)
Os dije que al lector de superhéroes le gustaban los furries.
Es bastante lo que podría decir de este cómic si no fuera por dos cosas. Primero: Creo que con la portada tenemos suficientes. Y después… Todo lo que pueda decir de este cómic no llega ni a acercarse al siguiente.
06) Catwoman: Guardian of Gotham (1999)
¿Qué os puedo decir? Los años noventa fueron, por encima de todo, noventeros.
De ahí esa decisión de sacar una versión alternativa en la que Catwoman es el equivalente a Batman. Excepto porque su traje era… ahm… otro tipo de traje. Más…
Flexible. Flexible y… variado.
¿Qué os puedo decir? Estoy mirando los cocos. Pero bueno, que no es lo único de lo que se puede hablar. También se puede mencionar que se permitían algunos giros en personajes como Dos caras…
o su versión de Alfred.
En fin, qué os puedo decir. Todo esto fueron los noventas…
…aunque hubiera jurado que estaban un poco más codificados.
07) Cave Carson Has a Cybernetic Eye (2016-2017)
Creado en 1960, Calvin Cave Carson era parte de un grupo. Era una época de grupos en DC. Los Challengers de lo Unknown habían tenido gran éxito, Rip Hunter y sus Time Masters no iban mal, e incluso los Sea Devils habían logrado su propia colección. Pero no Carson y su equipo de espeleólogos. Ya, yo tampoco entiendo cómo no vieron lo sexy. En los ochenta acabaría unido a los Forgotten Héroes -que no llegaron a tener serie propia- y, bueno, iba apareciendo mencionado aquí o allá… hasta que en 2016 la línea Young Animal le dio esta serie. Co-creaba el propio Gerard Way junto con Jon Rivera. Y dibujaba Michael Avon Oeming. Duraría 12 números, luego 6 más con un pequeño cambio de título…
Eh, incluso, un especial junto a Swampy.
Y ahí se quedó. Porque salió en el evento de las Milk Wars, pero para finales de 2018 se acabó el asunto. Al menos hasta el momento, ya habéis visto que los personajes de DC tienen una cierta tendencia a reaparecer.
08) Chain Gang War (1993-1994)
No sé si tenéis muy en mente los noventa, pero uno de sus éxitos fue el Punisher. Por algún motivo eso hizo pensar a alguien en DC que podían ofrecerle a John Wagner que hiciera una de sus cosas en versión descafeinada para ellos. El problema, como siempre, es que incluso un Wagner descafeinado es una cosa a manejar. Y, claro, los manejos de DC son los que son. Recapitulando: Un trío de señores particulares -un millonario, un ex-militar, un… ¿timador psicopático?- deciden acabar con el crimen en Gotham. Para ello la solución más sencilla que se les ocurre es raptar a capos criminales y encerrarlos en una casa… de tortura, de trampas, de ‘reformatorio’… en fin. Por supuesto las cosas en el mundo criminal se van calentando pero, sobre todo, se van calentando entre los miembros del trío porque EN FIN. Y, por supuesto, las decisiones de DC fueron del tipo de ‘ahí tienes que meter a Deathstroke‘ o ‘tiene que salir Batman’. Teniendo en cuenta, además, que era el Batman noventero interpretado por Azrael. Doce números y lo único que quedó de ellos es… el olor de la tinta metálica de las portadas.
09) Checkmate (1988-1991) (2006-2008) (2021-2022)
Tener una organización secreta no significa que sepas qué hacer con ella. Bien es cierto que antes de Checkmate la crearon como La Agencia para usarla en Vigilante, y es posible que la idea fuera distinta. Pero para eso lo justificaron en Action Comics, se iba Valentina Vostok y Amanda Waller elegía en su lugar a Harry Stein para darle un lavado de cara. Así que Stein pensó en el ajedrez. Mira, manías. A partir de ahí dejaron a Kupperberg divertirse. Luego tuvieron lo de The Janus Directive, además de dar paso a personajes que, por algún motivo, acabaron teniendo cierta relevancia.
Kupperberg se divertía, ya os digo. Y la serie cerró en el 33, en 1991. Pero dejó suficiente poco como para que la mantuvieran dando vueltas o que tras The OMAC Project e Infinite Crisis alguien pensara en 2006 que era buena idea recuperarla.
31 números duraría esta vez en la que, como mayor cambio habían separado no solo en figuras de ajedrez a los operativos. También entre Blancas y Negras. Mira, yo qué sé. Pero duró una cantidad razonable de tiempo. Como para que decidieran recuperarla una tercera vez.
Sí, esta vez con Bendis y solo por 6 números. La excusa era todo ese follón de Leviatán. Y seguro que notáis una cierta diferencia entre esa portada y las anteriores. Y No me refiero a que el precio de la grapa fuera 3,99 $ desde los 1,25 $ de la primera. Ni a que tuvieran ahí al malo de Harry Potter. Y estoy casi seguro de que no se ha insertado ninguna ficha. Solo está sentada. Eso.
Sea como sea, llegaron hasta 2022. Así que es de suponer que ya tendremos más.
10) Christmas with the Super-Heroes (1988/1989)
Yep, durante dos años consecutivos fueron capaces de hacer especiales navideños. Aunque no iban sobre una joven y exitosa profesional que por un revés de fortuna tenía que volver a su pueblecito natal donde reconectaba con su antiguo amor que ahora es veterinario. Pero, bueno, ya habrá tiempo de sacar más cosas de aquí para hacer rellenos. Y, por supuesto, también habrá tiempo de que mi trama acabe convertida en un cómic de DC.
11) Chronos (1998-1999)
Tras ni sé el tiempo de Chronos como archienemigo de Atom alguien pensó que podrían meter otra versión del personaje que fuera un anti-héroe. Como lo de las cosas temporales es un follón siempre después de cancelarle la serie -en el 12, que ya es más de lo que esperaba- ha ido apareciendo bien para que le mataran o para aparecer como alguien en el limbo.
12) Cinder and Ashe (1988)
Dentro de las cosas que ECC aún no ha recuperado de lo que sacó Zinco y resacón Planeta y que cuentan con un autor con tirón como es José Luis García López una de las más sorprendentes es esta mini de cuatro números con guiones de Gerry Conway. Una obra muy clásica ochentera de acción que menciono aquí -donde supongo que en realidad la gente aún la recuerda- más por la sorpresa que como petición. (Excepto, claro, que la hayan publicado ya. Pero hayan puesto por fuera las tapas de La broma asesina y por eso no lo hayamos descubierto)
13) Cinnamon: El Ciclo (2003-2004)
Lo primero que quiero decir es que ese El Ciclo no va de lo que podría parecer, por muy de rojo que veáis a la protagonista. En realidad va sobre la venganza. Porque esto está ambientado en la actualidad. Un western en un mundo de superhéroes y operaciones especiales -sí, Checkmate tiene su parte por aquí- en el que las hijas de señores asesinados se persiguen entre ellas mientras intentan hacer el bien y son amigas pero son enemigas y… Mira, yo qué sé. Cinnamon reaparecería como Torre de Checkmate. Y poco más.
14) CLASH (1991)
La historia de un señor que encuentra una fuente de poder y la lía. Está Veitch, está Kubert y está Hornung -que no es tan conocido, pero vaya-. Y, sin embargo, fueron tres números que no recuerda hoy casi nadie. Quizá porque era un extraño revoltijo de cosas (Personajes y vestimentas de ese medieval de la tele, soldados de entre guerras, doncellas orientales) pero sospecho que más porque no supieron ni donde meter la obra. (Culpa suya por sacarla antes de que se inventaran Vértigo, claro)
15) Claw the Unconquered (1975-1978)
¿Taquiones? ¿Qué taquiones? No sé de qué me habláis.
Claw the Unconquered fue de aquella época en la que hubo una racha de Espada y Brujería: Warlord (al año siguiente y, con diferencia, el de mayor éxito) pero también Beowulf, Stalker, y Tor (las tres de este mismo año), Es curioso que no lograran que personajes que ya habían creado, como Nightmaster, tuvieran su propia serie. pero eso es tema para otro momento. Claw era un bárbaro con una mano… peculiar. De ahí el mote. Porque en realidad se llamaba Valcan. Yo qué sé, los padres cinmer… ahm… bárbaros, que son así.
Empezaron a publicarla a ver si rascaban algo, y no les acabó de funcionar. Así que para el 9 lo pararon a ver qué se les ocurría. Tenían a Michelinie de guionista y a Chan de dibujante. Hasta que le cambiaron por Giffen y entonces, por algún motivo, empezaron a meter elementos de ciencia ficción. Para el doce decidieron pararlo y relanzarlo con Tom DeFalco como nuevo guionista… pero no llegaron a ello. Porque los tres números que tenían preparados para ese tercer intento fueron pasto de la DC Implosion.
Como dos ya estaban publicados acabarían saliendo en la famosa Cancelled Comic Cavalcade de la que hablábamos hace un rato. Aunque al menos a este le dieron unas páginas en un par de números de Warlord para cerrar sus aventuras. ¿Significa eso que el personaje desapareció? No exactamente, pero a estas alturas imagino que os lo imaginabais.
De entrada, porque a mediados de los noventa lo recuperaron mediante un descendiente, John Claw Chan, para esa versión de los Guardianes Globales que fue Primal Force y de la que señalaré solo que comenzó cinco años antes del entreno de Mistery Men.
No, por nada.
Después… bueno… ese limbo en el que apareces aquí y allá, te enfrentas a los Creature Commandos, se te referencia cuando toca… Hasta que Dynamite, con su característico estilo… ahm… dinámico… lo rescató para un crossover con Red Sonja que DC utilizó para ver si para esto podía mover el sello Wildstorm.
Y, una vez, lanzado. Darle su propia colección escrita por…
Sí, Chuck Dixon. Decisiones fueron tomadas. Seis números duró, tras los cuales volvió a ese limbo en el que espera a que vuelta a salir su número. Como la última vez que apareció a saludar fue en Dark Nights: Death Metal tampoco creáis que se ha quedado tan olvidado.
16) Collapser (2019-2020)
Sí, otra de Young Animals. Una mina para esta sección fue aquello. Y mira que parecía responder a la pregunta: ¿Cuántos músicos necesitas para hacer un cómic? Aquí teníamos a dos guionizando: Mikey Way y Shaun Simon. No parece que la historia en general -o el dibujo de Ilias Kyriazis– hiciera pensar en ella mucho más allá de: ¿Se puede llegar tarde a Vértigo? Pero existir, existió.
17) Congo Bill (1954-1955 / 1999-2000)
Vale, mirad la portada y decidme: ¿Quién es Congo Bill?
No, no es el gorila. El gorila es ese Golden Gorilla de la caja amarilla. Ya hablaremos más de él. Tampoco es el niño-Tarzán. Ese es, claramente, Janu the Jungle Boy. Y, muy claramente, no es La Rubia. Ojalá, pero en los años cincuenta no estaban muy por la labor. Así que, sí, Congo Bill, el tipo que sale en el título, es ese señor de blanco al que casi ni se le ve.
Lo cierto es que tenía incluso más años. Apareció originalmente en 1940 dentro del More Fun Comics, como una de las historietas de relleno. Una en la que las malas lenguas decían que había inspiración al Jungle Jim de Alex Raymond.
Por supuesto no hay nada que nos haga creer que esa es la realidad. Que cosas tenéis. Pero mantuvieron sus cómics primero ahí y luego en Action Cómics. Ahí le metieron de sidekick a Janu. Y de ahí salió para su propia serie. Esa en la que decidieron poner un gorila (dorado) en la portada.
Como quizá suponíais por datos como… no sacar al protagonista en la portada… resultó que no tenía tanto tirón, así que para el séptimo estaba cancelada la serie y de vuelta Bill a Action Cómics. En la que volvió a cruzarse con el Gorila Dorado y luego con otro gorila, también dorado, pero un tanto diferente. Tanto que para 1959 la serie cambió. Pero ya hablaremos de ese cambio en unos minutos.
Porque a muy-finales de los ’90s le dieron una serie en Vértigo.
Pero de esta se acuerdan incluso menos. ¿Y por qué? Pues porque como decía antes, en 1959 pasó…
18) Congorilla (1992)
Efectivamente, Congo Bill cruzó sus pasos con Congorilla en 1959. Ya antes se había encontrado con El Gorila Dorado y con Kongorilla. Podemos dar por hecho que es el mismo o que es otro, tanto da. Lo importante es que en 1959 y por una serie de motivos que incluyen un anillo mágico, Congo Bill comenzó a tener la oportunidad de cambiar su mente con la del gorila. A partir de ahí sus historietas pasaron a tener otra dimensión. Una que incluía esta miniserie noventera en la que un Janu ya crecido le traiciona, ocupa la mente de Congorilla y se enfrenta ‘a muerte’ a Bill.
De ahí la portada.
Tampoco es que le hicieran mucho caso porque en teoría aquello acababa con la muerte de Congorilla y de Janu –¡SPOILERS!– pero faltó nada y menos para que reapareciera –Congorilla, a Janu no se han molestado (de momento) en recuperarlo- precisamente en esa mini de Vértigo.
Luego pasaron más cosas, claro. Fue parte de los Forgotten Heroes -sí, él/ellos también- , de la Liga de la Justicia. Tuvo un one-shot con Starman. Y en 2019 aparecieron en la serie de Damage. Pero bueno, eso es una historia para otro momento… Concretamente para la próxima letra.
19) Conjurors (1999)
Una constante tanto de Marvel como de DC, da igual la cantidad de personajes del lado mágico tengas que vas a estar moviéndolos para arriba y abajo, intentando crearles historias y que aquello cuaje todo el rato. Este Conjurors con, de nuevo, Chuck Dixon, entraba por el lado del Elseworlds enfrentando a los hechiceros de DC contra series de más allá de evos incontables. Efectivamente, horrores de Eldritch (¿no os acordáis de cuando ‘eldricht‘ era una palabra inglesa que significaba ‘misterioso’ y no ‘taquiones con tentáculos’? Ya, yo tampoco.) Y ahí estaba Barretto para hacer los dibujos. Nombres conocidos, nombres fiables. O algo.
20) Conqueror of the Barren Earth (1985)
¡Malditas editoriales, metiendo la política en sus cómics y sacando a mujeres a protagonizar títulos masculinos, ¿es que creen que la A significa Francia?! ¡Ahí van los… ochenta!
Sí, en 1985 y dentro de las cosas para las que usaban Warlord estuvo la presentación de esta serie, así como con nombre de banda de rock progresivo deathmetal finés o algo así, en la que se nos mostraba no el clásico spin-off de aquella sino las historias de un futuro posible -aunque no muy probable- entre lo distópico y lo apocalíptico pero que incluye a un sol muriente -el nuestro-, la exploración espacial, el mundo casi destruido y unos malvados alienígenas. Una docena de complementos que sirvieron como rampa de lanzamiento de esta colección.
Cuatro números duraron las aventuras de Jinal Ne’ Comarr, así que podemos suponer que la rampa de lanzamiento era de SpaceX.
Y no hemos vuelto a saber de ella -al menos hasta donde llega mi conocimiento-, pero supongo que será cuestión de tiempo. Porque he oído que en DC están intentando publicar más títulos protagonizados por mujeres y todo eso. Así que ya tiene que falta menos.
21) Cool World (1992)
DC logró los derechos no solo de la adaptación de la película Cool World, también de esta mini que servía como precuela. Y esto era en 1992, Roger Rabbit había sido un éxito solo cuatro años antes, contaban con Kim Basinger como gancho en un papel que podía recordar al de Jessica Rabbit. ¡Y de los dibujos se encargaba nada menos que Ralph Bakshi! ¡¿Qué podría salir mal?!
Ah, ya.
22) Cosmic Boy (1987)
Otro de esos personajes que llevaban a saber el tiempo por ahí -bueno, sí que lo sabemos, lo crearon en 1958 para para la Legión de Superhéroes en Action Cómics– y que tras treinta años consiguió su oportunidad aprovechando Legends. Pero, claro, una mini de cuatro no dio para mucho y las andanzas volverían a Action Comics y a la Legion de Superhéroes. Pero quede constancia que hubo intento.
23) Creature Commandos (2000)
De entre las diferentes posibilidades para aprovechar aquello del bélico ya hemos visto que en DC fueron exploraron distintas ideas. Como, por ejemplo, Weird War Tales que salió en 1971 y que en su número 93, ya en 1980, nos presentó a un grupo peculiar.
Lo de los Creature Commandos era una idea. Vamos a decir que peculiar. Al fin y al cabo era de J. M. DeMatteis (y Pat Broderick). Monstruos convertidos en luchadores anti-nazis. Quizá en esa idea de que para acabar con un monstruo hace falta otro, o algo así. La idea era ir creando series -o personajes recurrentes y etc- en las cabeceras de historias sueltas. En este caso un grupo compuesto por un hombre lobo, un vampiro, una criatura y una gorgona, más algún cambio que iría surgiendo. DeMatteis no duraría demasiado y la propia cabecera -en la que también estaba apareciendo G. I. Robot– acabaría cerrando en 1983.
Pero aquí no se tira nada, solo faltaría, y en el 2000 le dieron la posibilidad de protagonizar su propia serie. A la que añadieron, ya puestos, a una nueva versión del G.I. Robot, el enlace humano pasaría a ser el antiguo jefe de los Hunter’s Hellcats, además de Gunner Mackey, de The Losers, ambos grupos -y personajes- habituales de Our Fighting Forces. Y también personajes nuevos, claro, no hay que reparar en gastos. 8 números duraron.
Luego ya han ido apareciendo aquí y allá, de manera más regular en tres números de Frankenstein, Agent of S.H.A.D.E. de 2011. Y ahora mismo no tienen serie, pero algo me hace sospechar que no tardarán tanto en tenerlo. Al fin y al cabo de los multiversos se aprovecha todo. Aunque sea para hacer croquetas.
24) Creeper (1968-1969 / 1997-1998 / 2003 / 2006-2007)
A veces las historias son más largas. Como es este caso de Creeper, que unas veces se llama The Creeper y otras Beware the Creeper. Según el día. Pero, bueno, empecemos por el principio.
El paso de Steve Ditko de Marvel a Charlton y DC sirvió para muchas cosas, incluyendo la creación de este Creeper en el Showcase #73. Con esa idea suya de crear algo que no fuera los típicos personajes de la época. Su idea fue crear un presentador televisivo, Jack Ryder, al que despiden por su capacidad abrasiva, que se mete a investigar y tras una serie de peripecias acaba inyectándose un suero. De todas formas para cuando le dieron la serie propia Ditko se limitó a la idea del primer número y a la parte artística, con Dennis O’Neil en los guiones. La serie duraría, eso sí, solo seis números. Luego volvió a la Showcase aunque precisamente uno de ellos no salió porque le pilló por medio -nunca lo adivinareis- la DC Implosion. (El número acabaría siendo recuperado, claro, pero esa es otra historia).
Después, en los noventa, decidieron darle un segundo intento con Kaminski y Martinbrough, esta vez llamándolo solo The Creeper. 12 números duró. Y es la más extensa. Aunque entre medias habían decidido que el suero se lo inyectara un aparato aquí se volvió al presentador broncas, una historia similar aunque con un aspecto un poco más… Vértigo. Por supuesto siguió entrando y saliendo en distintos cómics. Ah, y en algún momento pasó a ser un demonio que poseía al periodista. Qué os puedo decir, lo veo factible.
Para 2003 volvió a tocar una revisión y -sorpresa- esta vez ya lo metieron directamente en Vértigo. Ah, y la volvieron a llamar Beware the Creep porque estas cosas funcionan así, ya os digo. Un yoyo y un consejo editorial, distintas herramientas para el mismo uso. Y, como el… bueno, os lo ahorro: ¡Ahora Creep era una mujer!
Que diréis: Pues perfecto. Creep es lo que pienso cuando veo a las presentadoras de magazines de la tele. Pero no, es casi peor. Si antes era un periodista ahora estamos en los 1920s en París y la protagonista es Madeline Benoir, una dramaturga cuya hermana gemela era una pintora a la que un admirador violó y mató. Sí, yo estoy igual de sorprendido de que cuando el pintor es hombre a nadie se le ocurra violarle. En fin. ¿Había mencionado que el protagonista es una mujer pero guioniza un hombre? Sé que hoy no dejo de daros sorpresas. El asunto es Madeline decide disfrazarse como un personaje de los cuadros de su hermana para vengarse de la familia criminal de la que era parte -y que protegía a- el agresor. Cinco números duró, pero cerrando en el último como si hubiera sido una mini lo suficientemente peculiar.
Por supuesto eso no evitó que volviéramos arriba y abajo pero, sobre todo, que tres años más tarde le volvieran a dar una serie, bueno, ahora sí una miniserie.
Con la idea de que fuera más de terror se llevaron a Steve Niles – y supongo que también a Justiniano– y le dieron otra vuelta más. Esta vez estaba relacionado con experimentos con El Joker. Y ahora la transformación era física. Ah, y sale Batman. Es una cosa que en DC tiende a suceder.
Por supuesto después de esto ha seguido apareciendo y han seguido cambiando las cosas. Como hacer a Ryder un periodista alcohólico -ahm- cuyo cuerpo muerto era revivido por un demonio que ahora venía de los Onis japoneses. Que llevaba, además, cadenas que podía usar como armas. Yo qué sé. En cuanto te descuidas le cambian el pasado, lo mismo te meten una enfermedad mental previa que deciden que el personaje nunca existió, son dos entidades distintas, o lo que toque. Lo último que sé -de nuevo, puedo estar equivocado- es que apareció en DCeased como ejemplo de superser inmune a los zombies.
En serio, lo mejor es no preguntar.
25) Crimson Avenger (1988)
Allá vamos de nuevo. En Detective Comics iban creando personajes a ver lo que funcionaba. Uno de ellos se creó en el número 20 de la colección: Crimson Avenger.
Un enmascarado, Lee Travis, un joven editor en el periódico Globe-Leader, que acabaría teniendo un ayudante asiático, una pistola de cartuchos de gas y que blablabla. Cosas de la época. Logró su primera portada en el número 22 de la colección.
Lo que pasa es que sólo lograría tener otra portada más porque entre medias, en esa cabecera, pasaron cosas. Ya sabéis.
Por supuesto la llegada de Batman no impidió que siguieran apareciendo algunos complementos -varios, inclusos- pero sí que varios de estos personajes irían pasando a otras cabeceras. Por ejemplo, Crimson Avenger iría a More Fun Cómics y en el número 56, de nuevo como signo de los tiempos, pasaría a llevar traje -bueno, pijama superheróico, ya sabéis- de rojo y con una cosa amarilla con un punto negro que se supone que es una bala.
Una época en la que no parece que saliera en muchas portadas, pero sí en alguna. Por ejemplo, en Leading Comics.
Lo cierto es que iría quedando en el olvido más o menos. Hasta el punto de que en 1963 apareció un nuevo Crimson Avenger de muy corta duración.
Pero muy poca. Intentó ayudarles esa vez, salió mal, no volvió.
Para 1988 le dieron la mini que tenéis arriba. Esta vez con un equipo de marido y mujer en el que uno de los nombres seguro que os suena: Dann y Roy Thomas. Dann (Danette, de soltera Weikis) puede ser menos conocida, pero a Roy le conocemos todos. Supongo.
Su decisión fue intentar revivir al personaje con una nueva aventura en forma de mini que acababa con una llamada a que si los lectores estaban interesados habría más aventuras.
No las hubo.
Así que lo que hicieron fue crear una nueva. Una mujer. Negra. ¡Maldit… Bueno, ya sabéis cómo va esto. Se trata de algo así como un Espíritu de la Venganza menor con poderes sobrenaturales. Pero le sigue gustando el rojo, supongo. En abril de 2000 apareció en Stars and S.T.R.I.P.E., luego en la JSA,
y lo último que le he visto es en el Stargirl Spring Break Special en 2021.
26) The Curse of Brimstone (2018-2019)
Tras varias versiones diferentes de Brimstone con distintos orígenes y poderes -incluido uno que podía sentir la existencia de Tierra Dos– alguien decidió darle una oportunidad a Justin Jordan y Philip Tan para que hicieran su propia versión. Una especie de antihéroe en lugar de villano. Aunque con el fondo de una maldición tras un acuerdo más o menos fáustico. El dibujo de Tan sería deliberadamente raro en los primeros números hasta ir normalizándose y pasando a la clásica mezcla de superhéroes y vértigo. Y luego a su reemplazo. Pero tuvo doce números, un especial, y luego alguna aparición tanto él como su hermana melliza. Qué os puedo decir, algunas maldiciones corren en la familia.
La última aparición, de ella en concreto, es de 2021. En Dark Nights: Death Metal The Last 52: War of the Multiverses. Que, si algo he aprendido en esto de ver películas de terror, debe de ser algún tipo de parodia.
27) Cursed Comics Cavalcade (2018)
Una antología de historias de terror con distintos personajes superheróicos conocidos, una forma de probar autores -guionistas / dibujantes / etc- para ver qué tal se les da. Y también de probar ideas. Como meter a Batman en un slasher. Es una lástima -aunque pueda entenderlo- que no hayan repetido la experiencia. Pero si se animan de nuevo aquí estaré.
28) Cyborg (2008 / 2015-2016 / 2016 – 2018 / 2023- )
Pues aquí llega el último del día. Un personaje bien conocido pero que se quedó sin película como estaba claro que iba a pasar. Y es que si tienes un personaje cuya primera aparición es de 1980 (en un inserto en DC Comics Presents #26 para dar paso a su aparición en Teen Titans) pero no logras tu propio título hasta 2008, cuando ya lo había tenido antes…
hasta Cyborg Superman. El año anterior, y un One Shot. Pero anterior.
El caso es que le dieron una miniserie que aunque sea de 2008 a ratos parece fundamentalmente noventera.
Pero tras ello logró por fin una serie propia con un primer volumen… en 2015. Vale, habían pasado muchos años mientras tanto. Pero en medio habían sucedido cosas como… ahm… que había salido en una película. ¡Era el séptimo componente de la Liga de la Justicia! Y no porque alguien hubiera considerado que había que haber alguien de color, no valía que fuera de color verde y a los Green Lanterns no los querían ni mentar. ¡Sucias suciedades!
La idea era un poco la de siempre, el joven deportista, el accidente, el intento de reconfigurarlo, el ponerle bluetooth hasta en el pito,
todas esas cosas. Lo cierto es que la cosa había ido bien. Incluso aunque estaba claro que George Pérez se había inspirado en Deathlock -palabras de él, no nuestras- y aunque fueran probando estilos y portadas que llamaran la atención. Es cierto que eran ya los ’10s, pero había que intentar ver qué le interesaba a los chavales, y con esto de los roboces se podía probar hasta el amerimanga.
En cualquier caso los 12 números se acabaron y, además, llegó un nuevo evento. REBIRTH. De ahí que en DC decidieran darle primero un especial
y luego ya una nueva serie regular que parecía querer ir más de seria
incluyendo hasta aproximaciones más scifi-vértigo
el resultado tuvo sus más y menos -y no lo digo porque coincidiera con el lanzamiento en cines de la película de la Liga de la Justicia en edición colores apagados (mirad que genialidad de simbiosis por parte del portadista)- pero logró llegar hasta 2018 y tener 23 números. (En realidad lo cancelaron en el 20, pero llegó Marv Wolfman a convencerles de que le dieran tres más. Y ya. Estaban anunciados los números 24 y 25, incluso estaban puestos a la venta en Diamond. Pero nunca se supo de ellos.)
Pero como ya estaba asentado -un decir- era cuestión de esperar a la siguiente. Que, casualmente, es la actual. El Dawn of DC.
Que tiene confirmado hasta el número 6 para enero de 2024. (Y probablemente no más) Ah, sí, como esto funciona como funciona el número pondrá enero pero será de diciembre. Lo lógico sería que tuviera más, al fin y al cabo febrero ofrece dos posibilidades para ellos porque en DC han decidido celebrar tanto el Mes de la Historia Negra como el Mes de las Portadas Ligeras de Ropa.
Y en DC ya sabemos lo que le gusta la lógica.
¡Hasta aquí para esta letra! Todo termina siempre. Y así ya podemos ir pensando en el próximo mes. O en lo que puede ofrecernos DC para la próxima entrega. Que ya puedo ir diciendo que…
¡No pueden evitar que sea tan inesperado como de costumbre!
Leyendo el Hulk de los 70 y la EC de los 50
Leyendo tebeos de décadas pasadas… y Astérix
Homenajes encadenados a modo de homenaje
Monkey Prince 5 (Bernard Chang, 2022)
Quantum & Woody 1 (Mike Rooth, 2017)
Deadpool: Merc with a Mouth 2 (Arthur Suydam, 2012)
Heroes for Hire 5 (Greg Horn, 2011)
Simpsons Comics 135 (Jason Ho, Mike Rote y Serban Cristescu, 2007)
Get Kraven 2 ( Joe Quesada, Danny Miki y Richard Isanove, 2002)
ThunderCats 71 (Art Wetherell, Tim Perkins y Euan Peters, 1988)
Nightcrawler 2 (Dave Cockrum, 1985)
Spidey Super Stories 16 (John Romita, 1976)
Action Comics 456 (Mike Grell, 1976)
Mad 180 (Mort Künstler, 1976)
Jaws (Roger Kastel, 1975)
[R.I.P. Roger Kastel, 1931-2023]
No soy tu mami, papi
Cuando se habla del retorno a la Marvel de los 70 de un Jack Kirby desengañado tras el fracaso de sus proyectos en la DC se suelen mencionar sus últimas grandes creaciones, Los Eternos, 2001 Una Odisea Espacial y la injustamente menos famosa Dinosaurio Diabólico. Se habla mucho menos de las portadas que realizó para diversas colecciones en esa época, incluyendo la de Los Cuatro Fantásticos.
Y hasta cierto punto es comprensible al no tratarse precisamente de sus mejores trabajos.
Se nota en ellos algo más que el simple cansancio creativo.
Se adivina una patente desgana, quizá debida a tratarse precisamente de sus personajes más famosos.
Y sin embargo quien tuvo, retuvo.
Igual que Frenesí o La Trama son consideradas Hitchcock menores y al serlo están a años luz de las mejores películas de otros directores un Kirby siempre es un Kirby.
Y ocasionalmente El Rey nos regala portadas donde podemos apreciar el brillo de su dinámica composición y su irrepetible plasmación de las figura humana en movimiento.
E incluso más. En la ilustración del número 180 Kirby nos recuerda que siempre fué un maestro del retrato psicológico. Con cuatro magistrales trazos era capaz de dibujar personajes cuyo carácter quedaba inmediatamente claro para el lector. Casi como si le estuvieran hablando al oido.
Y diciendo «Como te pille te vi a desgraciar, zoquete»
«Te voy a arrancar la piel a tiras, grrrrr»
«Mira, bastante bien he salido para ser la idea que tenia de una femnista radical un señor nacido en 1940«
«Si te gustaba deberias haberle puesto un anillo.
Si te gustaba deberias haberle puesto un anillo.
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh, o-ohh»