Viñetas diversas de lecturas dispersas

Viñetas recortadas con proliferación de primeros planos

Lazos Entrelazados

Desde su creación Gonder Co Wonder Woman ha sido un personaje marcado por una contradictoria dualidad.

Por un lado es una de las primeras y más importantes heroinas. Un personaje femenino tan empoderado que, como se ha escrito, casi podría considerarse el feminismo como uno de sus superpoderes.

Pero por otro es un personaje que tiende a acabar atada e indefensa en sus portadas.

Muy a menudo.

Una y otra vez a lo largo de las edades y las décadas.

Sin distinción de etapas ni de enfoques.

Tanto que casi podría decirse que su otro superpoder es el bondage.

Que, si no fuera porque es imposible, uno podría jurar que su creador era un abierto practicante del BDSM.

Afortunadamente, como cantaba Bob Dylan, los tiempos están a-cambiando. Vivimos en una época en la que por fin se está haciendo justicia a todos los grupos oprimidos por el heteropatriarcado que ha regido el Noveno Arte™ como regía el mundo. Y nuestra princesa de Themyscira preferida ya no es un mero objeto sexual destinado a verse reducida a la indefensión una y otra vez para satisfacer los fetichistas impulsos de masturbatorios lectores.

Bueno, salvo si le pones de guionista a un ex interrogador de la CIA que no ha logrado desengancharse de lo de atar y torturar gente, claro.

Todas las viñetas son cuadradas, aunque tenga que recortarlas para que encajen

Algo de lo que he leído (y releído) en marzo

Kyle Rayner y compañía

Hay conceptos que van indisolublemente ligados a algunos autores cuando se habla de ellos. Alan Moore tiene barba y es de Northampton. Grant Morrison es escocés, y Tom King trabaj´ó en la CIA. Hablamos poco de Tom King por aquí.

Posiblemente fueran los conocimientos adquiridos durante su trabajo en la agencia de inteligencia una de las inspiraciones para sus primera obras. Como el espionaje y la contrainteligencia en la divertida Grayson. O la crudeza realista de los conflictos bélicos en su primera obra con su ahora casi inseparable Mitch Gerads, el Sheriff de Bagdad.

Cuando esta obra para la línea Vertigo vio finalmente la luz, el título había sido escamoteado por otro menos explícito. Y es que es lo que pasa cuando trabaja con un ex-CIA, aunque fuera de oficinas, que hay que repasar muy bien lo que dice y como lo dice para que no se filtre información confidencial que no debe ser ofrecida de cualquier manera al gran público. Si lo llamas Bagdad te estás metiendo en un jardín, si hablas de Babilonia en el presente es pura invención.

Por eso King esconde el mensaje bajo capas de narrativa, hay que destilar el entramado bajo tanta técnica para saber qué está realmente queriendo decir.

Todo un desafío para los agentes encargados de desencriptar sus guiones para que no haya revelaciones de temas sensibles. Desafío todavía mayor cuando King, que es un cachondo, algunas veces juega a no contar nada y tiene a los agentes mareados buscando cosas que no existen. Anda que no debió reírse imaginando a los agentes buscando cosas en su Batman contra Elmer.

No parece este el caso, por supuesto, de sus Omega Men.

Una maxiserie con, aparentemente, tanta sustancia y salseo que su publicación tuvo que suspenderse cuando tan sólo habían aparecido seis de sus doce números previstos.

¿Pues no iba de unos rebeldes de varias y diversas civilizaciones que se alzaban contra el orden establecido de su sistema estelar Vega? ¿y que además recurrían descaradamente a la violencia, el secuestro y la extorsión?

Todo ello contado desde el punto de vista de un héroe (Kyle Rayner cada menos) que comienza siendo testigo y víctima de sus tácticas cercanas al terrorismo para, a medida que avanzaba la media miniserie, cuestionarse sus prejuicios para prácticamente terminar aliado con ellos.

La frontera entre la Resistencia y el Terrorismo en el sistema estelar Vega es tan difusa, tan fina y al tiempo tan permeable…cabe tanto ahí dentro…quién dicta qué esta bien y que no lo está…y en base a qué intereses lo dicta…tantas posibilidades…normal que las autoridades parasen aquello a los seis episodios para darle un par de vueltas, ver con calma dónde King pretendía llegar y, si fuera necesario, reconducirlo a una conclusión digna de la mejor manera. Todo para mantener la pureza del pensamiento, o como sea que llamen ahora a estas cosas. Que pensar tanto no puede ser bueno.

Terminaron publicándose los doce números, con los agentes leyendo y releyendo cada escena para que King no filtrase nada inadecuado. Pero tanta tensión y atención fue en balde para ellos, pues esta fue una de las veces que el escritor decidió tomarles el pelo, mareándoles con supuesta trascendencia cuando estaba contando cosas que ya se habían visto antes. Cosa que los agentes hubieran notado fácilmente si hubieran sabido dónde mirar.

Pues los Omega Men de Tom King no son más que un homenaje.

Lo que pasa es que hasta eso lo escondió hasta casi el final en su juego de espejos, escondrijos y tramas de 3 x 3.

Pues al principio parecía que el variopinto grupo…

…con su salvaje hombre-felino…

…y un adversario con gran poder político, grandote, calvo y con ropajes basados en la religión…

…tendrían que inspirarse necesariamente en otra serie que contaba en sus filas un líder con pelazo, barbita y uniforme ajustado.

De verdad que a veces pienso que el que sólo nos llegase la parte de epic no fue tanta pérdida.

Está todo ahí. La resistencia, la lucha contra la opresiva instrumentalidad. Son bravos, son valientes, son inconformistas, son disidentes, son…

Y entre tanta ensalada de adjetivos, cuando estamos llegando casi a la conclusión de la historia, cuando se nos van narrando y numerando las campañas para la liberación de los territorios oprimidos, es cuando Tom King hace su truco final. Nos lo cambia en una sola viñeta. Prestidigitación.

Una viñeta casi intrascendente, en la celebración posterior a una de las batallas de la ardua reconquista, cuando los bravos guerreros se reúnen frente al hogar para gozar de la merecida y corta desconexión. La transición entre una aventura y la siguiente.

Dijimos rebeldes, dijimos bravos, dijimos disidentes, dijimos…dijimos tantos…

Y nos dejamos uno.

Nos dejamos «Irreductibles«.

(de hecho pensaba al principio titular a esto «¡Están locos estos Veganos!» por ser más bait, pero igual era demasiado spoiler).

Lo dicho, que Tom King es un cachondo. Y si Kyle Rayner como Linterna Blanco no necesitaba recargar su anillo…

es porque debería caer de pequeño en una batería de poder.

Viñetas variadas del mes y de hace décadas

Instagrameos de viñetas, ahora con un 50% de Spiderman

Cuando el chiste no tiene gracia

Ya sabéis que en ADLO! hay un montón de chistes privados, cosas recurrentes, referencias a cosas con tantos años que casi nadie las recuerda… Lo sabéis porque solo los más capaces de aguantar semejante carga de lore pajero pueden leer ADLO!… o tebeos de superhéroes, ya puestos.

Sin embargo hay veces que la cosa no tiene gracia. Ocasiones en los que la repetición da más pesadumbre que sonrisas. Ya sabéis que por aquí se dice mucho lo de «todo esto ya ha pasado» y lo de «y volverá a pasar». Pero sinceramente.

Esto podría no pasar más.

Porque como asociación de DEFENSA!, esto no tiene ni puñetera gracia.

Y estaría genial saber qué ha pasado con la inmediatez de todos esos medios que sacan una nota a la más mínima filtración de algo en Twitter, pero que de esto no han dicho nada todavía…