Absolución

Absolute Batman #1, Nick Dragotta (2024)

Dark Knight III #8, Bill Sienkiewicz (2017)

¿Coincidencia? ¿Serendipia? ¿Taquiones?

¡Tú decides!

Poll Maker

Algo de lo que he leído (y releído) en marzo

Historiador, no historietista…

…o «tecleé mal y me salieron videos de modositas«.

Todo vuelve. Los Heroes Reborn, los reboots en DC, Rocio y Antonio David, el Kun Agüero… Y ahora, Antonio Martín.

En la pasada entrega de Mask Author, el Jurado de Notables decidió que debía quitarse la máscara Darth Vader ¡QUI-TA-TE-LÁ! ¡QUI-TA-TE-LÁ! y esta vez, cuando se retiró el casco, la impresión del respetable no fue impostada. De esto va el shoubisnes, de llamar la atención.

Que la deliberación del tribunal no tenga actas con las que rendir cuentas es válido, al ser FICOMIC tan sólo una federación sin ánimo de lucro, incialmente compuesta por los gremios de Editores, Libreros y Distribuidores de Catalunya. Por gente seria, nada de artistas ni faranduleros. Y el tribunal va aparte. Aunque si la videoreunión de zoom fue grabada ojito por dónde circulan esos archivos. Según declaró Antonio Altarriba, el fallo es inapelable y soberano. Lo de inapelable es literal, pues el fallo no se la ha pelado a nadie. Y ya se sabe que Soberano es cosa de hombres.

Tan sólo dos días después del fallo, el Domingo, ya se propagaban las primeras reacciones. Tiene guasa que los primeros retuits vengan de Carles Santamaría.

Y las normas son interpretables, para eso están escritas. También es casualidad que encontrar las bases de años anteriores en la Red sea una odisea al haber discontinuado Ficomic su web anterior, pero habiendo llegado a las bases de 2012 podemos comprobar que no ha habido tijeretazo. Eran entonces y son ahora:

Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona

En reconocimiento a la trayectoria profesional de un autor español con un mínimo de 25 años de trabajo publicado. Para optar a este premio el autor debe estar vivo y no puede haber ganado este galardón previamente.

Evidentemente son las reglas de 2012. Las actuales ya especifican «autor o autora» por partida doble.

«Autor o autora español/a«, tan sólo eso. Las normas son interpretables. Como aquella partida de la Oca que gané a la familia, aún me maldicen. En ninguna parte se decía que mi dado debía limitarse obligatoriamente a seis caras. Si alguien más recuerda la tira de Muntanyola del campeón de piragua para el TBO, a ver si la encontramos ¿era una piragua de 500 metros?

El concepto de autor es muy amplio. Tanto que en el mundillo puede abarcar desde Jesús Marugán como autor de Akira Comics desde 1993, hasta Nacho Carmona como autor de dreamers.com desde 1996. Y sus labores merecen reconocimiento, pero otra cosa es que el ÓscarTM de este año se lo hayan otorgado a Sálvame. La labor divulgativa tuvo su hueco en los Premios de lo antes llamado Saló, entre 2007 y 2011. Dos de los cinco galardonados están en el actual tribunal, señal de lo acertado de los mismos. Antonio Martín no estuvo nominado ni una vez entonces, pero es que lo que primaba durante aquellas vacas gordas era la actualidad. Y la obra divulgativa de Martín es bastante anterior. Se podría aducir que la misma se encuentra descatalogada y es prácticamente inencontrable, pero de eso tampoco dicen nada las reglas. Y de la misma manera se puede argumentar que está por sacar en nada un libro de los suyos, con números de años como le gusta. Y portada de Sienkiewicz nada menos, ahí hay nivel. Vicente tiene todavía en standby si ponerle pegatina en portada con lo de «Del Ganador de…«.

Por cierto, que la entrevista a Vicente del enlace de arriba es lectura obligada.

Os preguntaréis si este es el ansiado libro con la historia de Forum o tan sólo va de Eclipse. La respuesta es «compra«. Siempre podéis ojearlo, cumpliendo escrupulosamente normas sanitarias.

Al final todo es wishful thinking, pues en la actualidad uno puede llegar a ser lo que se proponga ser, y no hay reglas ni realidades que puedan impedirlo. Bastan 25 años y estar vivo, y en ninguna parte dice que deban ser años terrestres. Mercurio tarda 88 días en dar la vuelta al Sol. Tod@s somos autor@s.

No voy a entrar en asuntos patibularios, pues tampoco de eso hablan las reglas. Mucha gente dice que Alan Davis es algo más que arisco y eso no le quita mérito a sus dibujitos. A mi lo que me importa es que Antonio Martín introdujo la obra de ROB! en España (si no contamos a Halcón y Paloma, pero sobre Zinco no hay libros), y eso merece premiarse de alguna manera. Tan positivo quiero ser que me gustaría rematar esto con una imagen de Martín sonriente…pero no he encontrado. De manera que he pedido a un autor anónimo que haga una.

Y como tiene un bocadillo, le cuenta como obra publicada de cómic para empezar a contar. Gracias, autor desconocido.

De nada, papá.

Calla y cuenta 25 años.

La composición tan parecida al Bad Weekend ha sido casualidad. Esas cosas suceden. Pero con la lectura fresca encuentro paralelismos…

Seamos pues positivos. Por cierto ¿no te fustra a ti también, autor de lecturas, que el comunicado circulante esté restringido a autoras y autores de cómic, como si la opinion de los demás no fuese también importante? tranquilo, mundillo, eso tendrá también tendrá pronto remedio. Wishful thinking.

(pst, ¿difundís el Otro Comunicado ya?)

Habrá más entregas de Mask Author, seguro ¿quien vota por el Cuadrado? ¿y por la Barretina? o lo verdaderamente importante ¿Antonio Martín dibujará el cartel del año que viene?

Los últimos posteos del año 20

Diciembre fue más o menos así

Lorrie Story

El próximo Noviembre Franklin Richards cumplirá 51 años.

Ya, en realidad todo el mundo sabe que en el MNU (Universo No-cinemático Marvel) el tiempo no discurre al mismo ritmo que nuestro continuo. Sin embargo han sido no pocos los autores y lectores que se han preguntado el motivo de este hecho, de lo cual surgió la casi compulsiva necesidad de darle una explicación que sonase coherente. Y la teoría más comúnmente aceptada es que hay un utratodopoderoso personaje que es el que hace que el tiempo se ralentice. Un personaje que no es otro que Franklin Richards. Pecata minuta para alguien capaz de crear universos de bolsillo donde algunos héroes pasen un tiempo bajo la batuta de JIM! y ROB!, o de hacer durante la etapa de Hickman todo aquello…es decir, todas aquellas cosas que hacía…las recordáis vosotros también ¿verdad? pues todo eso. Para alguien así, controlar el paso del tiempo, envejecer o rejuvenecerse a si mismo y los que le rodean no entraña problema.

La gráfica está sacada del muy interesante artículo «Franklin, Master of the Universe» del cual recomiendo la lectura en su totalidad. En el mismo también se propone la posibilidad de que aunque el cuerpo de Franklin se mantenga en permanente estado infante, su mentalidad si ha ido evolucionando de acuerdo a su edad cronológica. Así, se explicaría la creación del universo de bolsillo como la necesidad en el inicio de la madurez (28-29 años) de dejar huella en este mundo, la necesidad de independencia de los primeros veintes tendrían su reflejo en cuando creció y formó su grupo con serie propia, Fantastic Force. Siguiendo la misma teoría, la primera vez que cambió a forma adulta en un episodio de Byrne de 1982 se estarían representando los cambios físicos relacionados con la adolescencia.

Que igual es forzar un poco las cosas para que los hechos encajen en la teoría, eso de que la adolescencia no llegue hasta los 14 años. Que cuando los de primero de ESO salen de clase hay que mirar más para arriba que para abajo para verles las caras. Pero es que hasta Byrne no había ningún otro hecho parecido que encajara ¿o sí lo hubo?

Poca gente lo recuerda, pero entre la recordada etapa de Marv Wolfman con Keith Pollard y la recordada etapa de Byrne, hubo un tándem de autores que realizaron un buen puñado de números entre 1980 y 1981: Doug Moench y un tal B.S. (solución al final) con el entintado del perenne Joe Sinnott.

Se trataba de historias de no mucha extensión y con adversarios nada corrientes, sin que ninguno de ellos tuviera una trayectoria más allá de estas aventuras. Una etapa extraña, en la que Moench se esforzaba además en no dar a los lectores nada demasiado masticado.

Ciertamente, era bastante intensito. Y precisamente por eso, sorprendió la aparición en el título del personaje de Lorrie, que era de lo más directo.

«Hola, guapo, me llamo Lorrie y tengo un jacuzzi en casa…«. La Antorcha capta el subtexto. Y sí, salieron juntos. De hecho, se la llevó con la Fantastibañera al clásico Rincón de los Enamorados. Ya sabéis, ese descampado apartado que al oscurecer se llena de coches, y las parejas acuden a ver la luna y charlar un rato.

La diferencia es que en los años ochenta los coches bajaban las ventanillas para poder conversar con la pareja de al lado.

Como se dice en la viñeta del jacuzzi, Lorrie apareció «justo antes de que empezaran los problemas con Franklin«. Un Franklin cuya edad cronológica llegaba entonces a los 13 años. Una edad delicada ¿es posible que un personaje tan primario como Lorrie fuera creado expresamente por Franklin para sofocar los impulsos tan extraños que estaría comenzando a experimentar? no suena nada extraño.

Tened todo esto presente cuando llegamos a la viñeta definitiva en la que todo concuerda: la viñeta en la que se encuentran Frankin y Lorrie.

Esa mirada con chiribitas no engaña. Ahí hay pulsiones. Y lo que dice ese «niño» es algo que ningún adulto educado diría en público. Pensarlo sí, por supuesto.

No sería pues nada extraño que la última amenaza pre-Byrne a la que el grupo se enfrentó (un par de viajeros del futuro que se transformaron al cruzar un agujero negro, uno en un guerrero hecho de energía negativa y otra en una dama de luz. Intensito Moench) no fuera más que otra excusa generada por Franklin para quedarse a solas con Lorrie y su tía Alicia.

La foto es bien mala, pero lo que su madre le dice al despedirse mientras él sonríe de forma pícara es «Quiero que seas todo un HOMBRECITO, Franklin, y hagas todo lo que Lorrie y tu tía Alicia te digan«. Hay argumentos de escenas eróticas que son más sutiles.

Hubiera sido interesante saber hasta dónde hubiera llegado esta relación, pero en la última página del último número antes de Byrne, el vínculo entre Johnny y Lorrie se rompió de manera precipitada y no se supo nunca nada más del personaje.

Una escena que fue realizada por un equipo diferente al habitual. Salieron acreditados como Gurland y Moore, aunque en realidad fueron Roger Stern y Al Milgrom. De hecho el tal «Moore» debiera haber constado como «and more«, pero la pifiaron los duendes. Internet también puede servir para recopilar información. Una escena claramente destinada a cerrar cabos sueltos y dejarlo todo limpito para la llegada de Byrne. Que al canadiense le gustaban más jovencitas.

Y eso es todo. Así que cuando surja en la librería el cíclico debate del paso del tiempo en el MNU recordad a Lorrie.

Ah, y B.S. es Bill Sienkiewicz. Los primeros ochenta fueron muy locos.