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Los secretos del universo DC de la O a la… O
¡Un mes más, una letra menos! Este mes nos toca solo una, pero una entera, la O. Que, aunque no lo pareciera, sigue teniendo su aquel. Cuando me puse a mirar pensé que no tenía muchas series en ella… pero luego me fijé en cuáles eran. Así que ya podemos ir empezando porque hay por delante mucho cómic que os dejarán… ¡OBNUVILADOS!
01) Old Lady Harley (2018—2019)

La saga de Old Fulanito sirvió para q… No, ya, no era el nombre pero hemos tenido tantos The End y Old Man y todo eso que, mira, de alguna manera hay que englobarlo. Tanto da. Su primera aparición -o la primera aparición de esta versión de Harley, si lo preferís, tiene lugar en el número 42 del tercer volumen de Harley Quinn, una historia de Frank Tieri con dibujos de Alain Mauricet en 2018 que se las apañaba para hacer a la vez una parodia del Old Man Logan -y el resto, pero sobre todo esa- y de, por algún motivo, Fury Road.

Ambas de tres años antes -a ojo-, pero es que los cómics son así. (Y por eso están las referencias que están, incluido ese tridente… y el comentario en la firma, claro)
Estamos en un futuro postapocalíptico en el que el Gang of Harleys (a quienes recordaréis de la H) se está peleando por Coney Island y blablabla. No es que tuviera mucho sentido sobre todo porque tuvieron que meterlo todo en un solo número.
Quizá por ese motivo pensaron en darle seis números más de su propia miniserie. No es que tuviera mucho más que añadir -claro- pero al menos tira arriba y abajo con algunos conceptos del futuro de DC.
Y luego ya no volvió a aparecer hasta unos pocos números ‘multiversales’ del cuarto. Pero con estas cosas, ¿quién sabe si no volverá? ‘Con estas cosas’ es lo del ‘multiverso’, no lo de ‘DC’… Bueno… ambas.
02) Olympus: Rebirth (2022)

Notar que había interés por la mitología grecolatina no debió de crear mucho problema a DC. Montaron todo un follón -que diría que aún dura, pero probablemente tendría que leer lo que están publicando ahora y no sé si estoy preparado- en el que lo mejor que pasó fue lo de Nubia que contábamos hace una letra (o dos meses), pero bueno, que aquí tenían la posibilidad de meter a Hipólita en el Olimpo y presentar un poco a los dioses. Lo cierto es que da la sensación de que todo lo que saben de mitología lo sacaron viendo Hércules, sus viajes legendarios -ni Xena, vamos- y el resultado es… bueno, el que esperarías de cómo está la DC de los últimos años.
03) OMAC (1974—1975)(1991)(2006—2007)(2011—2012) / OMAC Project (2005—2006) / Countdown Special: OMAC (2008)

Una cosa que se puede decir de OMAC es que tiene una de las mejores primeras páginas de cualquier tebeo de DC.




Y, efectivamente, tras esta explosión se vuelve al pasado, a presentarnos la historia que solo medianamente tiene que ver con mujeres en congeladores.
También hay IAs, o algo así. Lo cierto es que OMAC puede ser una de las obras más ‘actuales’ de Kirby. Supongo que poque hay cosas que nunca pasan de moda.

la serie duraría solo ocho números, de octubre de 1974 a diciembre de 1975. Ya sabemos cómo acabó aquella época en DC para Kirby, pero en DC decidieron traer de vuelta la serie -que para eso era suya- en octubre de 1978 como acompañamiento en Kamandi. El autor detrás sería Jim Starlin, que le iba a cambiar el origen, pasado, traje y…

bueno… todo lo cambiable. (Incluyendo convertirle en el abuelo de Kamandi). No está muy claro para qué querían traer de vuelto OMAC si no les gustaba nada. Pero lo trajeron de vuelta… más o menos.

Más o menos porque este relanzamiento de Kamandi con acompañamiento de OMAC duraría… solo este número. La DC Implosion les pilló en toda la cara, vaya. De hecho los dos números siguientes de Kamandi -incluyendo un crossover con The Sandman– aparecerían junto con la siguiente de OMAC en el Cancelled Comic Cavalcade. Aunque, en realidad, ese mismo número sería recuperado como complemento en Warlord 37, en septiembre de 1980.
O una versión parecida, porque cuando salió el Cancelled Comic Cavalcade vimos que se habían hecho algunos cambios antes de publicarlo.


sea como sea este título, que ya estaba preparado, ocuparía del 37 al 39 ( 8 páginas por números = 24) y sería todo lo que haría Starlin con el personaje. Porque volveríamos a verle de nuevo de complemento en la misma serie del 42 al 47 -en 1981 ya-, seis números con otras ocho páginas -es decir, otros dos números troceados- que realizarían, esta vez, Dan Mishkin y Gary Cohn con dibujos de Greg LaRocque. De nuevo acabaría con una suerte de cliffhanger…
Que no se molestarían en explicar dos años m´s tarde cuando en el DC Comics Presents 61 de 1983…

Se nos presentara una historia en la que OMAC viaja ‘al pasado’ y se encuentra con Superman. Para proteger a su antepasado, o algo así. Es difícil saber qué pretendían más allá de mostrar una versión con Len Wein escribiendo y George Perez y Pablo Marcos como ‘ilustradores’. Y -fuera de una aparición en History of the DC Universe– ya no volveríamos a verlo más…
Al menos durante casi una década, porque en 1991 cuando John Byrne quiso ser Kirby en lugar de calif… de Byrne lanzaría el segundo volumen:

Una versión en blanco y negro que, a ratos, parecía menos interesado en seguir el cómic antiguo que en prefigurar lo que acabaría siendo Savage Dragon

Sea como sea, como las cosas no estaban suficientemente complicadas decidió montar una de viajes en el tiempo. De esas que son capaces de explicar que no había que matar a Hitler. En fin, Byrne y sus cosas.
Fuera como fuese lo cierto es que desaparecería de DC con las Crisis y no se recuperaría hasta casi tres lustros después… con la llegada de otras crisis. En forma de miniserie de 2005 a 2006.

Esta vez con Greg Rucka a los guiones y Jesús Saiz dibujando. Y comenzando con Maxwell Lord asesinando a Blue Beetle. Seguro que echáis de menos esa etapa de DC, sí… En esta versión el Brother Eye fue una creación de… BATMAN. Sí, seguro que la echáis de menos. En fin. Los OMAC pasan a ser una especie de unidad de nanotecnologia que yadayadayada. Qué más dará. Matan a toda la gente de la JLI que pueden, copian cosas de Superman III, hacen -en general- de los cómics de superhéroe una cosa mucho menos divertida. Algo completamente en contra de aquellos ocho números iniciales de Kirby.
Sea como fuera esta mini acabaría dando paso a un número especial ligado a las Crisis, con Alexander Luthor por medio. Sí, seguro que habíais olvidado cómo fueron aquellas Crisis. Y como única utilidad dejando a Sasha Bordeaux fuera de este asunto. En teoría se ha acabado por fin con los OMAC… excepto que no.

Ese mismo 2006 se le dieron una serie propia. Sí, ‘el último hijo de OMAC’ o algo así. Tanto da. Ocho números duraría, otra vez. Tampoco esta vez le darían mucho que hacer porque estaríamos casi más cerca de una de Vértigo. Un tipo descubre que es la reserva de OMAC cuando le ponen en peligro. También los superhéroes lo descubren. Y ahí empieza una especie de carrera entre unos y otros con Brother Eye como el enemigo definitivo y un final de los que darían vergüenza ajena en un proyecto semestral de Comunicación Audiovisual.
Parecería que nos iban a dejar tranquilos pero en 2008 se acercaba otra crisis más, la Final Crisis. Así que sacaron un recopilatorio de historias antiguas…

…por motivos inexplicables. Porque si bien OMAC aparece -sin mucho sentido y contradiciendo varias de las cosas que se habían contado durante los dos últimos años- durante el evento lo cierto es que la cosa no pasó mucho de ahí. Bueno, pusieron a un pseudOMAC, Remac, en los Outsiders durante unos meses de 2008. Pero vaya.
Pero, por supuesto, todo era susceptible de empeorar. Es decir…

Sí, en 2011 Didio decidió autopremiarse con OMAC – Igual que haría luego con los Metal Men– y poner a Giffen en su mejor estilo kirbyesco a dibujarlo. Eso sí, de nuevo duró… ocho números. Que ya son.
Y como esto funciona como funciona a Didio le faltó tiempo para liarlo con el Proyecto Cadmus y, por supuesto, con todo el follón de Neo-Génesis y Apokolips. Fue cancelada a mitad del primer arco, pero decidieron publicar los números que faltaban, que ya es. Y terminar con un cliffhanger, claro, con la nueva versión – Kevin Kho, que hacía de Buddy Blank… o algo así- declarando que ya solo era OMAC.
Luego daría igual porque le irían sacando aquí y allá durante años, de Stormwatch a la Justice League International, Suicide Squad… bla.
Para 2015 llegó el evento Convergence, en el que reapareció el OMAC original, además del del universo habitual y de Benjamin Boxer, biOMAC. Ya, yo qué sé.
Y en 2017 Didio lo sacó en The Kamandi Challenge, y Paul Levitz y Phil Hester en el Darkseid Special. Cada uno el suyo, claro. El de Didio -que no es el otro de Didio, sino otra versión de Buddy Blank– apareció por la serie Bug de Young Animals, el de Levitz se supone que es el original de Kirby. Porque el de Didio que es el otro de Didio –Kho– aparecía ese mismo 2017 en Blue Beetle.
No entiendo yo tampoco por qué la gente piensa que la continuidad de DC es complicada.
Por supuesto Didio volvería otra vez a la carga en su último hurra con los Metal Men, recuperando a… Kho. Estoy casi seguro de que era Kho.
¿Significa esto que con la marcha de Didio se acabó el baile? ¡Que va!
En 2021, y dentro del evento Generations -yo qué sé, ya llaman Evento a cualquier cosa- aparece para unirse a los Linear Men (mira, esto os lo cuento otro día porque en fin, el follón). Y, sí, era el de Kirby otra vez. Pero en 2023 el que aparece en Dark Crisis: Big Bang es biOMAC.
Aunque, si a estas alturas sois capaces de recordar todas las versiones y continuidades que hemos visto para OMAC os tengo que felicitar y conmiserar. Porque tenéis una memoria prodigiosa y porque jamás trabajaréis en DC. Porque si algo espero que haya quedado claro después de todo este follón es que en DC no ha trabajado en décadas nadie que supiera realmente qué era o cómo iba OMAC.
04) The Omega Men (1983—1986) (2006—2007) (2015—2016)

Bueno, después de lo de OMAC seguro que lo siguiente es más senc… NOOOOOOOO!!!

Aparecidos originalmente en el Green Lantern 141 (el segundo volumen, eso sí), de manos de Marv Wolfman y Joe Staton, como un grupo de extraterrestres que estaban ocultándose en la Tierra de unos extraterrestres diferentes. Una historia que parece reunir ideas de conceptos que ya habíamos visto antes, que teniendo en cuenta que originalmente la idea de Wolfman era que fuera una banda de fantasmas con otro nombre… Supongo que las vidas editoriales tienen estas cosas, y al final cuelas tus ideas en donde caben.
Más aún cuando la historia que se inventan es incluso más complicada, porque se inventan que vienen de Vega en donde los Guardianes no operan porque llegaron a un acuerdo con el Spider Guild. ¿Podría ser esto una referencia? A estas alturas quién sabe.
El caso es que en esa zona hay unos planetas en los que están los Citadel haciendo, deshaciendo, mezclando razas y lo que se les ocurra. Y de ahí que hayan acabado huyendo unos cuantos de ellos. Por supuesto esto funciona como casi todas esas ‘razas desconocidas con la que nos encontramos’, de entrada tienes a media docena reconocibles pero dejas un bulto de fondo por si necesitas inventarte a alguien.
Tras una historia en cuatro partes (del 141 al 144) Wolfman volvería a sacarlos primero en el Action Comics 535 y luego continuaría esa historia en el New Teen Titans 24 y 25. Una historia que terminaba con Blackfire -la hermana malvada de Starfire– haciéndose con el control de Citadel. O La Ciudadela. O como leches decidieran llamarlo, tanto da.
Lo importante es que parecían haber logrado lo importante, al año siguiente tendrían otra aparición por dos números en Green Lantern 160 y 161 -esta vez con Mike W. Barr y Keith Pollard a los mandos- y ya para abril de ese 1983 se lanzo por fin su serie propia con Roger Slifer a los guiones y Keith Giffen dibujando -y echando una mano a los guiones-.
Durante 38 números y dos anuales tendríamos aventuras espaciales del grupo de alienígenas -cuyos jefes tenían un aspecto sospechosamente humano, aunque a uno de ellos la colección le costara un ojo de la cara, como si la hubieran sacado en Tomos Limited, vaya- en las que iríamos viendo a algunos otros extraterrestres, de hecho para el número tres…

se presentaría ya a alguien que claramente tendría una carrera extensa, aunque sus pintas -y no solo- fueran distintas de las que conocemos ahora.
Con el número siete los dibujos pasan a Tod Smith, para el 16 habría un pequeño interludio con Joey Cavalieri a los guiones y Alex Niño en los dibujos, para pasar a Doug Moench de guionista en el 17, aún con Tod Smith dibujando. Niño regresaría en otra historia suelta en el 21 con guión de Sharman DiVono, con Wolfman y O’Neill pasando a saludar en el 24, en el 25 aparecería Shawn McManus a los lápices y en el 26 Todd Klein como guionista, que entre otras cosas añadieron al reparto a Darkfire o Ryand’r. Es decir, el hermano pequeño de Starfire.
Algo que aprovecha Wolfman para preparar en New Teen Titans (segundo volumen) 15 para traerse a Starfire y preparar un cruce con Omega Men en el 34, -de mano de Klein y McManus, eso sí-, continuando la historia en el 16 de los titanes y rematando (por decirlo de alguna manera) en unos apuntes del 35 -que incluyen la despedida del personaje-.
Pero el final se acercaba ya. Para el 36 el dibujante sería Chuck Patton, en el 37 Martin King y el 38 sería el último con McManus de vuelta, y Steve Montano de añadido. Un número especial sobre los Omega Men que es un poco ‘esta ha sido su vida’, presentado por Synapse que es un… una…

…forma de vida alienígena.
Un final -o este final- que dejaba puertas abiertas para lo que viniera detrás. Que, por supuesto, fueron las Crisis. Al fin y al cabo era mayo de 1986.
Los Omega Men volverían a aparecer de una forma u otra en un par de títulos de los Titanes, Tales of the Teen Titans 82 y Teen Titans Spotlight 15, y ya no volveríamos a saber de ellos hasta… la Invasión entre el ’88 y el ’89. En la que, como suele suceder en estas cosas aprovecharon que había que darle dramatismo a la cosa matando a algunos personajes sin colección.
Os podéis imaginar que los Omega Men perderían a un par, incluyendo a su líder. Aunque estarían por allí echándole una mano a los Blasters.
Tras esto desaparecerían durante bastante tiempo. Algún cameo, algún comentario, poco más… Al menos hasta 2005.
La serie de Adam Strange de Andy Diggle y Pascal Ferry de mediados de la década los recuperaría, aún huyendo el Spider-Guild, porque era una mini de 8 (¿con 8 es mini o maxi?) para preparar el lanzamiento de unos movimientos galácticos, pero a los Omega Men los dejó un tanto colgados, esto de organizar así las historias impidió que fuera más allá la cosa.
Porque pasó lo que tenía que pasar… y les dieron otra serie. Una limitada.

Efectivamente esta vez era con Andersen Gabrych y Henry Flint, y por supuesto comenzaban como era de esperar: Aprovecharon que había que darle dramatismo a la cosa matando a algunos personajes sin colección, incluyendo a su líder. Una forma de comenzar una miniserie como otra cualquiera.
Además de eso tenía una trama en la que no está claro si estamos en una realidad alternativa o si toda la continuidad de DC se puede definir así. Con un dibujo que parece sacado de Vértigo…

y una trama en la que los Guardianes echan a L.E.G.I.O.N. y … bueno, más gente reconocible…

…reconocible dentro de un orden, al menos… mientras estos se enfrentan a las Arañas y hay una historia de piedras elementales… o algo así… la verdad es que no está muy claro.
Sea como sea esta historia que tiene a una monja…


…que en unos números acaba vistiendo poco monjil.

Ríete de los reveal.
Lo cierto es que de puro cachonda podríamos sospechar que es un cómic europeo.

Quiero decir, yo no soy arañólogo, pero juraría que en Spier-Man las telarañas no funcionaban así.
En fin, una mini muy recomendable para no tengo muy claro quién y, desde luego, que decide reinterpretar a los Omega Men de una manera… laxa.
Andersen Gabrych solo volvería a colaborar con DC en el especial de Vértigo llamado Fogtown, en 2010. A Henry Flint le volverían a llamar para el Haunted Tank de 2009. Pero alguien debió de leer este segundo volumen y tomar dos decisiones. La primera, sobre su colaboración con los autores, ya hemos visto cómo fue. La segunda fue relanzar a los personajes… más o menos… Porque la mezcla de L.E.G.I.O.N. y los Omega Men fue uno de los puntos centrales de R.E.B.E.L.S., en la que aparecerían durante casi todos los números. La cabecera de Tony Bedard y Andy Clarke en sus inicios, y Claude St. Aubin a partir del 4 y hasta su final, echaba un ojo al lado ‘espacial’ de DC. Los Omega Men estarían presentes en sus 14 primeros números -a falta de un par- de una serie que llegaría hasta el 28. Pero ese núero 14 en 2010 marcaría su desaparición,
¿Tuvo que ver con Flashpoint y los New 52? A saber. Pero el caso es que desaparecieron y cuando reaparecieron fue por la obra de…

ROB!
Sí, en Deathstroke 9 presenta una nueva versión en la que recupera a sus líderes habituales y se olvida de todo lo demás. New 52, ya os digo.
Esta versión duraría unos pocos número en Deathstroke y pronto desaparecería. Mira, como los New 52. Para el final de esta continuidad aparecieron como cameo en uno de los números de Convergence, y casi a la vez que el cambio de continuidad de turno -que llegaría en realidad en 2016, apareció su tercer volúmen.

Sí, Tom King, ese hombre. Con dibujos de Barnaby Bagenda. La ruleta había vuelto a girar y ahora eran delincuentes buscados como terroristas, por el asesinato de Kyle Rayner, que en realidad está… ¿secuestrado? Bueno, nada tiene mucho sentido pero están todo el rato poniéndose trascendentes -lo que demuestra que no es una falsificación, esto lo ha escrito King. Claro, ¿quién mejor para hablar sobre terrorismo?. Entre lo evidente de la metáfora y Rayner rezando todo el puto rato el resultado es de los que justifica el reboot universal de cada seis meses en DC.
Que es más o menos lo que consiguieron.
En Green Lanterns aún hay un punto de parecido con lo que hemos visto, para cuando llega Supergirl en su séptimo volumen en 2019 lo que tenemos es la colección original con los diseños de personajes nuevos.
Y para 2025, cuando aparecen en el Universo Ultimate… perdón… Absolute lo que tenemos es otra vez lo de ‘Estos Omega Men no son lo que parece’. Otro cambio a peor de gente que se cree muy lista. Sobre todo para usar algo sin conocer su historia. O, peor aún, ningunenándola.
Supongo que será cuestión de esperar un par de continuaciones para que vuelva a tocarles una cabecera.
05) One-Star Squadron (2022)

One-Star Squadron es lo que pasa cuando tienes un juego de palabras con All-Star Squadron y has sido capaz de obviar que la idea de ‘un grupo de superhéroes de medio pelo montra un servicio de contratación’ es algo que ya hizo DC mejor en varias ocasiones anteriores, con Hero Hotline en 1989, I Can’t Believe It’s Not the Justice League en 2005, Blue & Gold en 2021… En fin. Supongo que el problema principal es que aquí quiere hablar del capitalismo y la despersonalización. Pero, claro, usando superhéroes. Con pinta de que preguntó qué le dejaban usar. Que es la manera más sencilla de acabar sirviendo sobras.
06) The Oracle Code (2020)

Siempre es bueno recordar que lo mejor que ha hecho DC en los últimos años es sacar una colección de cómics juveniles autoconclusivos en los que da un giro a personajes o historias de manera que aunque estén fuera de la continuidad -que lo están- reflejan habitualmente mejor el corazón de los personajes que lo que se publica regularmente -y reguleramente-. En este caso nos presentan la historia de Barbara Gordon, recién disparada y dejada en silla de ruedas y necesitada de seguir una rehabilitación. Así que, al final, nos presenta una situación y un camino pero, sobre todo, lo usan para hablar de aquello del ‘autodescubrimiento’ y el ‘quién soy yo ahora’. Ojalá fueran capaces de hacer estas cosas en la regular.
07) Oracle: The Cure (2009)

El único otro con Oráculo en el título. Sí, de Batgirl hemos tenido bastantes, de Barbara Gordon no hemos tenido ninguno, y de Oráculo hemos tenido estos dos que hemos visto, el anterior y este pre-flashpoint en el que tras la separación de Birds of Prey y con Barbara centrada en ser Oráculo llega un enfrentamiento contra… ¡EL CALCULADOR! Eso y enseñar-sin-enseñar toda la teta posible parecen ser el centro de la historia. Que sean capaz de lograr esto último -o hacer explotar cabezas fuera de plano- mientras saca una trama que las películas de hackers de los noventa no hubieran admitido son dos de los elementos a elogiar de esta mini. Del final -que daría paso a otro número 1 de Batgirl– casi mejor no hablar. Y eso que he dejado fuera todo el follón con que en uno de los centros de la historia estuviera Wendy Harris. En resumen, un gran ejemplo de por qué es tan buena la colección juvenil de DC.
08) Orion (2000—2002)

Después de haber estado hablando en letras anteriores de Mister Miracle y de los New Gods parece casi inevitable seguir con Orion. Salvo que de Orion solo ha habido una serie. Que hemos mencionado… más o menos… en las dos anteriores. Pero, vaya, es su momento así que hagamos resumen:
Byrne parecía haberse alejado por fin de las series del Cuarto Mundo tras la mini de Genesis. Ya estaba lejos el New Gods de Tom Peyer y Rachel Pollack con dibujos de Luke Ross, así que… se lo dieron a Walter Simonson. Que decidió que lo más lógico era… ahm… meter a la Newsboys Legion y a Jim Olsen de secundarios…
E incluir de complemento en algunos los Tales of the New Gods en los que contar cosas ‘del pasado’. Y en los que iba contando con dibujantes invitados, entre otros

Frank Miller, Dave Gibbons, Erik Larsen, Howard Chaykin, Art Adams, Jim Lee o… por supuesto… ROB!

Eso sí, en el 13 y 14 buscaron un recambio a Simonson como dibujante… y no tuvieron otra idea que poner a Byrne. En el 19 estaría el último Tales… dibujado esta vez por Eddie Campbell. Y a partir de ahí la marcha hasta el 25, con un enfrentamiento con Mister Miracle.
Una forma de terminar para unos personajes que iban camino del Death of the New Gods. Pero esa es otra historia que, curiosamente, ya hemos contado.
09) The Other Side (2006—2007)

El primo de Jason Aaron era Gustav Hasford, el autor del libro en el que se basaba La chaqueta metálica. Sus memorias de Vietnam. Así que Aaron decidió contar más historias de las él, su grupo de amigos o… quien pillara… le había contado. Sí, en 2006. 13 años después de la muerte de Hasford. Y si para algo sirve este cómic es para dejar claro que el talento no se hereda.
10) Otherworld (2005)

A veces el centro de una historia es su potencialidad. Por ejemplo, Otherworld tenía la potencialidad para ser toda una serie de historias, comenzando por una maxi de 12 números y, según cómo funcionara, alargarlo más.
La historia, sin relación con la serie de televisión del mismo nombre, ofrecía una lucha entre magia y ciencia (ficción). Unos jóvenes se encuentran en una guerra entre ‘realidades’ por el control de la Otherworld, que es algo así como una dimensión de la magia y los muertos, aunque al final el enfrentamiento entre facciones lleva a parte de ellos a un mundo mágico y la otra a un mundo tecnológico.
Pero, claro, una cosa es la potencialidad y otra distinta que cuando DC publica este tipo de proyectos… me refiero a los Creator Owned… no te vayas a encontrar, como aquí, que deciden cancelarlo… en el 7.
Por supuesto Phil Jiménez podría haber buscado otro lugar, o algún lugar, en el que publicar al menos esos 5 últimos números que quedaron descolgados. Pero tampoco.
¿Qué puedo decir? La potencialidad tiene estas cosas. Funciona en dos direcciones aunque se nos olvide centrados siempre en la mejor de ellas.
11) Our Army at War (1952—1977) (2010)

Como tantos otros títulos bélicos lanzados durante los cincuenta, este Our Army at War comenzó como un cómic de historias cortas -bélicas, claro-, a la que se le podía añadir alguna página de humor,

pero, sobre todo, mucha propaganda. Y no siempre de la bélica manera, claro.

Que, muchas veces es más burda y más preocupante porque, bueno, es más fácil de comparar.
Pero tanto da, el asunto fue que la serie se convirtió en un éxito, más aún cuando comenzó a introducir personajes recurrentes como…

Sep, aún no era ‘oficial’ -eso llegaría en el 83- pero ya en el 81 se presentó a Rock y a la Easy Company.
En el 151 el personaje nuevo sería presentado con un enigma…

…que, tenía respuesta dentro.

Por supuesto hubo mucho más, como es lógico, desde personajes que no lograron el mismo recorrido a ‘series‘ de batallas reales y de biografías de guerreros a primeras colaboraciones de autores como Neal Adams, porque, en fin, es lo que pasa cuando tienes una serie que llega hasta el número 301. Más aún cuando no es que cierre en el ese 302 sino que cambia al de su más famoso personaje.

Título con el que, por cierto, duraría algo más de una década, de 1977 a 1988. Ya habrá más tiempo de hablar de Rock cuando lleguemos a la S (supongo que será en la S, al menos) pero os diré que en DC tardarían en recuperar el título… pero lo harían.
De entrada en 1978 se lanzaba Army at War, que parecía prometer una visión más… global de los conflictos…

…pero que en la práctica seguía siendo más de lo mismo. Sobre todo porque no pasó de este primer número debido a -ya os lo esperaréis, seguro- la DC Implosion.
Pero no sería el último intento, primero con la publicación del evento Our Worlds at War durante 2001, pero, mucho más directamente cuando en 2010 se lanzó Our Army at War (Featuring Sgt. Rock)

que contraponía las historias del pasado y el presente, contraponiendo Pearl Harbour y el 11S y presentando una nueva compañía con un nuevo jefe, el Capitán Duncan. La decisión de intentar mantenerles a la par en una historia que es a la vez distinta pero se va mostrando de manera paralela, hasta un final que supongo que intenta mostrar ese ‘por qué combatimos’ de una manera tal que lograron que no hubiera continuidad alguna ni para este título ni para su personaje central.
¿Qué os puedo decir? No todo iban a ser malas noticias.
12) Our Fighting Forces (1954—1978) (2010) / Our Fighting Forces Giant (2020)

Pero antes de Our Army at War estuvo Our Fighting Forces, de nuevo un título de larga duración en la que se buscó una buena cantidad de autores conocidos y que tras un par de años de historias nuevas (y alguna reimpresión) decidió lanzarse a lo de tener alguna figura central, recurrente. Así que aprovechó también para ‘traerse’ personajes de otros lados, concretamente a Gunner y Sarge, que venían de un par de historietas en All-American Men of War pero que fue en Our Fightin Forces donde encontrarían su ‘hogar‘. Es cierto que irían apareciendo aquí y allá en otros títulos bélicos como G.I. Combat, Capt. Storm, All-Out War, Unknown Soldier y -por supuesto- Our Army at War. Pero sería aquí donde iríamos viendo la aparición primero del Pte. «Gunner» MacCay y el Sgt. «Sarge» Clay en Our Fighting Forces 45, luego un par de meses más tarde la aparición del perro Pooch -este sí creado originalmente en Our Fighting Forces 49-, este trío peculiar -en realidad Pooch iba y venía- sería el centro de la colección (siempre acompañados por otras historias, claro) hasta el 94.
Del 95 al 98 se ocuparía un personaje más recordado hoy como curiosidad que otra cosa, se trataba de Fighting Devil Dog, conocido también por su nombre de Lawrence «Larry» Rock y que era, por supuesto, el hermano (marine) del Sgt. Rock. Pero claramente no tuvo mucho más tirón y se quedó para hacer solo apariciones especiales y esas cosas.
Y del 106 al 122 tendríamos a los…

Hunter’s Hellcats, un grupo claramente influido por los Doce del Patíbulo y que durante ese año y pico fueron ese centro de la colección. Hasta que le cedieron el hueco a algo que se venía fraguando desde la aparición de Gunner & Sarge en el 45 -y Pooch en el 49-.
Porque tras esas llegadas veríamos después la del Captain William Storm, que había debutado en su propio cómic Capt. Storm en 1964 –del que ya os hablamos brevemente en la C– y que ese mismo año entraría -además de en otros de los títulos bélicos- en Our Fighting Forces 87. Y, finalmente, el Lt. Flying Cloud a.k.a. Johnny Cloud y, a veces, incluso the Navajo Ace. Presentado en 1960 en All-American Men of War 82 en donde continuaría hasta el cierre de la colección en su número 117 en 1966, durante la que, además haría las rondas por tebeos bélicos, incluyendo una serie de apariciones esporádicas en G.I. Combat de 1964 al ’67 que incluirían ‘echarle una mano’ al Haunted Tank. Y precisamente allí, y con The Haunted Tank por medio conocería al resto de personajes en el G.I. Combat 138 de 1969.

Que, efectivamente, crearía un grupo reuniéndolos a todos. Un grupo que ‘rápidamente’ pasaría a ser el centro de Our Fighting Forces 123.

Desde ahí hasta el 181, con cierre de la colección en 1978, seguirían siendo los ‘protagonistas’, un peculiar grupito que parece creado con personajes que no ‘pegan’ porque, efectivamente, los personajes venían de aquí y allá. (Y que tuvieron una carrera posterior, incluyendo un número con su propio nombre durante las crisis en la que todo el grupo moría. Porque las Crisis son así, siempre mueren los mismos).
Por supuesto DC tenía en cuenta que había que recuperar el título de cuando en cuando. Perdón, quería decir, que había que homenajear el título. No por motivos de derechos, que va. Aunque tardaron un poco, en parte por los avatares de estos Losers.
Pero para 2010 hicieron una breve intentona de manos de B. Clay Moore y Chad Hardin…

…y para 2020 sacaron un GIANT

que, irónicamente, estaba centrado en The Unknown Soldier, un personaje bélico que NUNCA apareció en los 181 números de historias de Our Fighting Forces y que había aparecido originalmente en digital. El número especial traía también una historia de Batwoman, otra que era ‘basada en hechos reales’ de Brad Meltzer y Jim Lee pero que decidían que mejor si la metían dentro de una historia de Batman (y sí, es en la que sale Obama) y, de postre, la reimpresión de cinco números de historias bélicas… de Men of War. Sí, la versión de 2011-2012. Historias en las que nos encontramos a protagonistas reales, o al Sgt. Rock en una y el fantasma del general confederado Robert E. Lee en otra. Nada de los personajes que habían aparecido a lo largo de todos esos años de la cabecera cuyo nombre habían decidido usar.
Que puedo decir, el cariño de los directivos de DC por sus cómics se nota en estos pequeños detalles.
13) Outcasts (1987—1988)

Para finales de los ochenta la ‘British Invasion’ de los cómics iba viento en popa, así que no fue extraño que decidieran darle una oportunidad a John Wagner y Alan Grant, dos autores con una trayectoria ya, que desde principios de la década estaban colaborando en 2000 AD -y escribiéndose casi más de media revista entre uno, otro y ambos-. De ahí el lanzamiento de esta mini, Outcasts, como prueba.
Lo cierto es que el cómic no iría muy lejos de lo de 2000 AD: mega-corporaciones, políticos corruptos, deportes hiperviolentos… y lo que lanza la acción. La declaración de la ilegalidad de ser mutante. La Mutant Clearance Act que permite la caza, captura y deportación a colonias exteriores como trabajadores forzados. Una decisión que el político malvado de turno –Boss Angel– hace asegurando que su programa informático inteligente así lo ha decretado. (Podéis creer que me lo estoy inventando, pero no. De hecho esta ‘computadora orgánica’ recibe como nombre… ORCOM.
Si estáis esperando que lo siguiente que pase es que una persona rica que es un mutante en secreto reúna y prepare a un grupo de mutantes para luchar contra esta ley… estaréis en lo cierto. Un ex-deportista cyborg, un inmortal y un mutante con poderes de electricidad. Si esperáis que este punto de partida vaya dando lugar a revelaciones truculentas, enfrentamientos y la aparición de asesinos a sueldo… estaréis en lo cierto. Aunque no sé si os esperáis a The Satan Brothers.

El resumen es que hicieron lo mejor posible para crear una obra que pudiera funcionar con el público americano pero que mantenía ese estilo inglés. Aún con el ochenterismo en un guion que, en ocasiones, se iba acercando a los noventa. Aunque los encargados gráficos – Cam Kennedy y Steve Montano – estaban lejos de caer en los excesos que vendrían.
Al final la maxiserie vendió bien, no tanto como para continuarla (aunque su final no era exactamente el más continuable del mundo, pero siempre se puede apañar algo) pero sí lo suficiente como para que los jefes de DC tomaran una decisión.
Wagner y Grant pasarían a guionizar Detective Comics a partir del número 583, y esta vez Norm Breyfogle sería en encargado gráfico.
Qué puedo decir, a veces las recompensas por un trabajo bien hecho son misteriosas.
14) Outlaw Nation (2000—2002)

¿Cuántas veces habéis hecho risas con eso de ‘tres generaciones de mujeres que cuentan la historia de un blablalba’? Pues esta es la versión desquiciada y para DC. Porque en el centro está una familia de personas que viven mucho tiempo. Semi-inmortales y todo eso. El problema llega cuando uno de ellos va a Vietnam. La experiencia le deja semi-amnésico y no muy estable. Pero tras veinte años perdido, dedicado a escribir pulp (?) decide regresar a su casa. Sin pensar en que su familia también tendra opiniones. Ahí comienza esta saga-fuga, farsa y licencia, telenovelesca hasta más allá de la parodia. Que originalmente se presentara en el Winter’s Edge 3 con el título de The Great Satan tampoco es que nos desdiga.
Y, por supuesto, Jamie Delano -con dibujos de Goran Sudzuka– se mete de cabeza en este cacao que según el momento parece que va solo de esta familia que ha vivió la historia de USA, que la ha manipulado, que es parte de conspiraciones, que es ¿cómico? y que según decida el tiempo puede ser una de guerra, de ‘western‘, de drama familiar o dios sabe qué. Quizá ese es el asunto, que es todo a la vez y nada en concreto. Una ensaladilla de temas en la que echa todo lo que tenía en la nevera. Y lo hace a lo largo de 19 números como podría haber sido 6 ó 50. Total, no le iban a faltar cosas que comentar.
15) Outlaws (1991—1992)

Quizá creías que esta Outlaws es alguna historia de un grupo creado por Green Arrow. Solo estaréis medio equivocaos. Porque no es Green Arrow…

es una versión de Robin Hood que Michael Jan Friedman y Luke McDonnell ponen en un entorno postapocalíptico -otro, está visto que es el tema de este mes-. Una versión que conoce perfectamente el original hasta el punto de realizar metacomentarios, el protagonista crece conociendo la leyenda de Robin Hood porque se usa poco menos que como un fondo sobre el que crearle.
Y, sobre todo, una manera de demostrar que eso que decimos de que muchas veces a finales de los ochenta vemos ya cómics noventeros, también a principios de los noventa vemos cómics ‘ochenteros’.
16) The Outsiders (1985—1988)(1993—1995)(2003—2007)(2009—2011)(2024)/ Adventures of the Outsiders (1986—1987)/ Batman and the Outsiders (1983—1986)(2007—2011)(2019—2020)

Vamos a intentar hacer esto lo más corto posible, por lo que queda de mi estabilidad mental.
Todo empieza, en realidad, con otro cómic. No, no me refiero a ese décimo número de 1st Issue Special. Esos son otros Outsiders de los que ya hemos hablado. Hablo de un cómic diferente.
En abril de 1983 se publicaba The Brave and the Bold 200, un número especial en el que -de entrada- se cerraría la colección. Serviría también para mostrar y contraponer a los Batman de Tierra Uno y Tierra Dos, un team-up especial porque… no llegarían a coincidir. La historia de Brimstone es particular, pero servía, además, para atraer a los lectores a una previa de la colección que… no diremos tomaría su lugar pero sí que aprovecharía el hueco.
Y ahí vamos, ahora sí, a la publicación original en agosto de 1983 como Batman and the Outsiders.

En 1983 la Liga de la Justicia respondía a poderes políticos y blablabla. Se supone que era la ONU, pero creo que a nadie le sorprende que la falta de capacidad de reacción lleva el tiempo suficiente dando vueltas. Sea como sea Batman quería que actuaran en la guerra que estaba teniendo lugar en Markovia (porque estaba Lucius Fox por ahí en medio perdido, tampoco penséis que era por la bondad de su corazón) y como la JLA señaló que oficialmente no podían, Batman dimitió. Mitad pues me enfado y me llevo el balón, mitad me voy a montar mi propia Liga, con casinos y furcias. Por si os preguntáis cuál es cual, os diré que la primera alineación era Black Lightning, Geo-Force, Halo, Katana y Metamorpho. Os dejo que discutáis quién va en cada categoría.
El cómic lo montaban Mike Barr y Jim Aparo, aunque la historia de la formación era un poco más complicada, con Batman viajando con Black Lightning a rescatar a Fox mientras el Baron Bedlam hacía sus cosas tras matar al rey. Y uno de los príncipes -o como vaya eso- convirtiéndose en Geo-Storm tras un experimento científico pensado que buscaba crear un supertipo que venciera a Bedlam. Metamorpho estaba buscando a la doctora detrás del experimento científico. Katana estaba por ahí porque ¡honor! ¡venganza! Y, además, se encuentra con una joven amnésica y deciden que como les ha seguido la pueden adoptar. O algo. Total, que combaten juntos y deciden permanecer como equipo. ¿No podría Batman haber formado algo mejor buscando entre sus archivos gente a la que pedírselo? Posiblemente, pero esto es con lo que jugamos ahora.
La idea es convertirlos en un grupo de ‘operaciones especiales’ que pudieran acudir a misiones delicadas a las que no podía ir la Liga. Supongo que porque ‘un grupo de gente hace explotar cosas’ no iba a llamar mucho la atención. Las aventuras habituales van y vienen -no es que haya mucho que hubiera requerido que la Liga no interviniera, la verdad-. Aparo dura los doce primeros números, luego comienza un baile de dibujantes que incluye a Dan Day, Bill Willingham, Trevor von Eeden… el regreso de Aparo en el 16 y dos portadas inolvidables. Aunque sea por motivos distintos.


Pero que no os vuelva yo a leer diciendo que lo de ‘¡Y tiene tetas!’ fue idea de ROB!
Para el 20 se va definitivamente Aparo y, tras un número con Jerome Moore, llega para quedarse Alan Davis. Que es al que le toca comerse no solo el periodo durante las Crisis, también la decisión de que para el relanzamiento post-Crisis va a haber algún pequeño cambio de nada. Y así, tras una saga con la llegada de una nueva heroína -una persona femenina con superpoderes, no la droga- llamada Looker, nos encontramos con que…

¡Se acabó Batman and the Outsider!

¡Comienza Adventures of the Outsiders!
En el número siguiente, por supuesto. Que en los años ochenta aún se ganaban más lectores con la inercia que con un nuevo número 1.
Y si creéis que esto es raro esperad que aún os queda tela por ver.
Porque todo esto pasaba entre abril y mayo de 1986. PERO… resulta que con todo el follón de las Crisis en noviembre de 1985 se presentó…

Sí, el título de arriba. Y sí, seis meses antes -masomenos- de que Batman dejara los Outsiders. ¿Que cómo es esto posible? Pues… precisamente porque el follón que tenían en DC era lo suficientemente grande como para jugar ambas cartas. El mes que salía Batman and the Outsiders 27 se presentaba también este número que correspondería con el 39. ¿Que qué me hace pensar que correspondería con ese número?
Bueno, son una pequeña cantidad de indicios, como que continúa al 38 y que cuando Adventures of the Outsiders llegó al 39 el interior era el mismo. Solo cambiaron la portada.
Lo creáis o no Adventures of the Outsiders llegaría hasta el número 46 -en el que se reimprimía el número 8 de The Outsiders-, momento en el cual alguien debió de darse cuenta de que reimprimir algo con 8 meses de diferencia no tenía el público comprador que DC hubiera deseado. Así que se quedaron solo con The Outsiders.
Las opciones de los lectores de la época eran: Tener todo Batman and the Outsiders, luego Adventures of the Outsiders hasta el 38 y luego The Outsiders a partir del 1; tener todo Batman and the Outsiders, luego Adventures of the Outsiders hasta el 46 y luego The Outsiders a partir del 9; comprártelo todo, aunque sea dos veces, qué más dará, solo es dinero y espacio en casa; mezclarlos, ir alternando a partir del 38 de Aventures of the Outsiders entre esta colección y The Outsiders hasta el 8, qué más dará; ir con una garrafa de gasolina a las oficinas de DC para comentar tu opinión sobre la jugada.
Por supuesto la diversión no había hecho más que empezar. Porque esta nueva colección la dibujaba… Jim Aparo. Sí, por eso se había largado de la otra. El 36 fue el último número de Alan Davis, el 37 y 38 tuvimos de vuelta a Tevor von Eeden, y para el 39 (que era el 1) volvía Aparo. Aunque el último, igual que The Outisders 8, lo dibujaría Jan Duursema. El 9 volvía Aparo, pero fue una forma particular de rematar la serie original. Porque Aparo se quedó casi todo lo que quedó de serie. Excepto algunos números.
Dentro de la serie en el 18 volvería Batman -aunque esta vez nadie tocaría el título-. Y, quizá por aquello de conservar la paridad hombres-mujeres, rápidamente el equipo contaría, además, con un miembro nuevo llamado Windfall a partir de… bueno, es complicado pero diremos que del 20.
Como decía antes, Aparo dibujó, de nuevo, casi toda esta etapa. Salvo algunos sustitutos: En el 15 Dan Jurgens, el 16 lo dibujarían Jerome Moore y Jan Duursema, el 23 Dave Ross, el 24 Trevor von Eeden y Erik Larsen, este último regresaría en los dos últimos, en mitad del evento Millenium, para cerrar la colección con el 27 y 28. En febrero de 1988.
En ese final de colección habíamos visto que la lucha contra los Mahunters había acabado con la muerte (siempre aparente) de Metamorpho, Halo en coma y Looker perdiendo sus poderes. Por supuesto esto no iba a parar a DC para sacar cinco años más tarde un nuevo volumen, aún con Mike W. Barr como guionista, aunque el dibujante pasaría a ser Paul Pelletier. Y, de hecho, lo lanzarían en noviembre de 1993 con dos números 1, Alpha y Omega, ambos con portadas de Travis Charest.


La historia comienza con Sebastian Faust -teóricamente un héroe, en la práctica un personaje noventero- teniendo visiones de los Outsiders, un vampiro atacándole, un oso atacando al vampiro y Faust rematándolo (al vampiro, no al oso). Un poco lo de siempre, vaya. Y entonces comienzan los ecos de sociedad. La casi totalidad de los Outsiders vuelven a Markovia, al bautizo del Príncipe Gregor II. Que es el… ¿sobrino? de Geo-Force. Algo así. De hecho GF está en calidad de Príncipe Brion echando una mano a su cuñada, la Reina Illona, antes del bautizo (a estas alturas ya no sé cuántos miembros de la familia real llevan muertos en la serie, pero estos tres siguen vivos de momento).
Solo que Illona sigue fiel a sus tradiciones, el primero que llega la controla mentalmente y esta vez ha tocado que sea un vampiro, el Príncipe Roderick. A eso se suma que dos americanos han llegado para venderles una armadura de seguridad y defensa, o algo así. Porque nada dice tan bien que un reino está dispuesto a comprarte cosas como un bautizo, aparentemente. Mientras tanto Katana ha ido a despedirse a Halo -que sigue en coma- porque se va junto a Looker y su marido al bautizo. Ya sabéis, esos momentos en que el Gotha y el Gotham se juntan. Con todos por allí les llama Gardner Grayley (no hace falta que lo miréis, es el Atomic Knight) que les dice que está cerca de curar a Halo.
Sinceramente, haber reunido a ‘casi’ todo el viejo equipo y que te llamen diciendo esto debería de haber levantado alguna sospecha. Pero no.
A continuación pasa lo esperable: Illiona vuelve a culpar a Brion de algo malomalo y le convierte en un proscrito. Y Roderick pone en marcha su plan en dos fases: Primera fase) Hechizar a todos los que estén allí para que crean lo que ha dicho la reina. Segunda fase) Y a los que no han caído bajo el hechizo nos los cargamos y tan contentos. De hecho, también se cargan a Illiona que, mira, por lo menos la cosa estará tranquila ahí.
Por supuesto este ataque sirve para lo esperable: Que todos los personajes se reúnan, incluyendo el americano que se pone la armadura -y toma el nombre Technocrat– y su ayudante. El ataque ‘desbloquea’ los poderes de Looker -claro- que, a su vez, los usa para que Halo vuelva en si -más claro aún-. El oso de Faust ataca al ayudante de Technocrat, así que entre los dos se matan. La llegada del primero sirve para decir que aún queda suficiente fuerza vital en ambos y fusionarlos en un ser nuevo: Wylde. (Que ya era el apellido del tipo, pero mira, mejor ese nombre que FurriOso). También sirve para que se una al equipo, claro. Ah, y en un giro final parece que uno de los vampiros mata a Looker bebiéndose su sangre. Seguro que no os esperáis lo que viene detrás. Pero antes de que eso pase el Technocrat llama a su mujer para decirle que no se preocupe que todo está bien. Y ella hace lo que cualquier esposa en su situación. Informa al asesino a sueldo que ha contratado de dónde se encuentran. ¿Que si el asesino a sueldo es suficientemente noventero? Ustedes dirán.

Por tratar de resumir, el encuentro acaba con la mujer muerta y Halo también. Así que fusionan a la dos en un… espera, ¿no he escrito yo esto antes? Bueno, que ponen a la ‘energía vital’ que es Halo ligada con el cuerpo de la mujer de Technocrat. Se van a Batman para que les eche una mano y descubren que no fue al bautizo porque ahora Batman es Azrael. Y si os lo estáis pensando, efectivamente. Van a Gotham a hablar con Batman: Sale mal. También se encuentran con un Superman que resulta ser el Eradicator. Los noventa fueron así. Ah, y con una ¿supervelocista? o algo así llamada Dervish. Todo lo que no habían variado los miembros la vez anterior está variando esta. El enfrentamiento final con Roderick -y el sorprendente descubrimiento de que Looker está vivo y ahora es una vampira, que seguro que no os esperabais- llega justo a tiempo de Zero Hour y ese número Zero. Porque el final es, una vez más, que el equipo se había peleado y separado. Pero llega Zero Hour y volvemos al ataque. Y tras él, el número 12 con dos grupos de Outsiders, los de Katana y los del Eradicator. Wylde traiciona al equipo y acaba convertido en un oso en un zoo (y nadie parece acordarse de él porque… bueno… ¿qué sentido tenía en cualquier caso?). Ah, y en algún momento Windfall se ha vuelto a unir al equipo.
Que para el número 24 llegue Geo-Force a tiempo de casarse con la novia que se echó en el anterior (Denise Howard) y ponerla de regente. O algo. Pero, sobre todo, de cerrar la colección.

Creo que si puedes nombrar a todos los personajes de la imagen te dan un pin. Y, como veis, para ser noviembre de 1995 no estaba muy desatado el noventerismo. Y mira que podrían haberlo hecho. Pero los dibujantes, Paul Pelletier estaría hasta el 19, David Ammerman en el 20, Joe St. Pierre en el 21 junto a un Casey Jones que se encargaría -ya a solas- de todos los números que quedaban; no estaban por la labor. (Bien es cierto que algo más los últimos que el primero). Pero es especialmente divertido teniendo en cuenta que los guiones de Barr son extremadamente noventeros, con visitas al infierno y todo. Y que los diseños -el de Sanction que hemos visto antes, el de Sebastian Faust en general- también iban por ahí… Pero luego no acaba de rematar.
Pero bueno, hemos llegado a noviembre de 1995. Pasemos a ocho años más tarde en agosto de 2003.

Sí, ya no está Mike W. Barr, ahora está Judd Winick. Y muy claramente ha cambiado también el reparto.
Tras Graduation Day y la separación de los Titanes, Arsenal y Nightwing deciden montar un equipo. La idea es ‘que no sea de gente con la que tengan implicación emocional’. En serio. También os digo que siendo Terra algo así como una hermanastra de Geo-Force mucho cachondeito hay en la elección de nombre para el equipo por pate de un par de ex-Titanes, pero supongo que los miembros de la Bat-Familia tienen estas ideas.
Al final de los antiguos Outsiders se quedan a Metamorpho. Y, ya en ello, incluyen a cuatro mujeres: En primera ronda Indigo, Grace y Thunder. Thunder es, por supuesto, una de las hijas de Black Lightning, y Grace es una medio-amazona. Ambas se presentan en este número. Por su parte Indigo es una de esas versiones de Brainiac a la que habían presentado precisamente durante Graduation Day. Jade se uniría poco después. De manera que al final tenemos casi más un equipo de ‘legado’ que otra cosa. Con representantes de ‘familia’ de Batman y Black Lightning -más Metamorpho, claro- y luego de la ‘familia’ de Green Arrow, las Amazonas, y los Lanterns. No diré que Indigo sea de la de Superman, pero. Por cierto, se acaba descubriendo que en realidad Metamorpho no es Metamorpho, es un pedazo olvidado de Metamorpho que pasa a llamarse Shift. Legado.
Lo cierto es que no tardan en encontrarse con enemigos tan propios de los Titanes como el Hermano Sangre, mientras que Sabbac les ayuda a meter al Capitán Marvel (Jr) también dentro de la juerga. Aunque ni él ni Huntress serán oficialmente miembros. Pero para el 12 comienza la siguiente, con unos nuevos Fearsome Five. Y con Jade harta, acusando a Nightwing de estar muy alejado emocionalmente del equipo. Así que se hace con el puesto de líder y lo primero que hace es… incluir a Starfire como nuevo miembro. ¿Y a quién se trae entonces Winick como enemigo? Pues a Deathstroke. Vamos, que si Didio quería que no guionizara más a los Titanes el juego le salió regular. ¿Un ejemplo? Su siguiente arco argumental es ‘Hay un traidor en el grupo’. ¿Después de eso? Superboy.
Para cuando llega el One Year Later la nueva formación es Grace, Thunder, Nightwing, Katana, Metamorpho y… por algún motivo el Capitán Boomerang. Junior, por supuesto. Pero con el final del número 49 se acaban los guiones de Winick y Nightwing que le deja su puesto a Batman, lo siguiente que harán será el mini-evento Outsiders: Five of a Kind, cinco números en los que Batman ‘enfrenta’ a varios posibles miembros. Una idea que solo podemos definir como GENIAL! a lo que ayuda, además, la rotación de guionistas.
Outsiders: Five of a Kind tuvo los siguientes encuentros:
Nightwing/Boomerang por Nunzio DeFilippis, Christina Weir y Tony Bedard,
Katana/Shazam! por Mike W. Barr y Tony Bedard,
Thunder/Martian Manhunter por Tony Bedard,
Metamorpho/Aquaman por G. Willow Wilson y Tony Bedard,
Wonder Woman/Grace por Marc Andreyko.
Como os podéis imaginar la mayoría de estos encuentros son puro disparate y la actitud de Batman está más allá de lo g… De su manera habitual de actuar. De manera que cuando llega el 50, del que se ocupa también Tony Bedard, y vemos que ha decidido mantener a Katana, Grace y Metamorpho y de paso a Martian Manhunter, mientras que Boomerang decide irse a Suicide Squad, Nightwing decide que está harto de Batman y se larga, y Batman decide echar a Thunder. Pero poco, porque vuelve en un rato. Y de remate parece que meten a Catwoman… Uno se pregunta cómo podría ser más… más… el relanzamiento de la serie. Algo que nos será contestado cuando en diciembre de 2007 se hace con un guionista muy lejano a Winick… nada menos que Chuck Dixon.

Para que os hagáis a la idea del… decisionismo… lo primero que hace es sacarles un OMAC. Aunque ya lo sabíais si habéis leído lo de arriba, porque es el que acabaría siendo ReMAC. También os diré que en el mismo primer número, después del sindios del ‘torneo para elegir nuevos miembros’ se meta un miembro nuevo es… bueno… otra decisión más. Que para el cuarto ya hayamos perdido la cuenta de cuántos y cuáles son los miembros actuales… bueno… Qué os puedo decir. Hay momentos en los que parece que este volumen está hecho para que el de Winnick parezca mejor por comparación. Aunque una cosa le tengo que reconocer. Dixon puede ser el único guionista capaz de escribir a Geo-Force y olvidar que no es estadounidense. Así que no es de extrañar que tras el 10 estuviera fuera.
Que trajeran en su lugar a Frank Tieri fue más como poner a un interino que a un guionista propio.
Por si fuera poco se une el evento Batman RIP. Lo que hace un poco más complicado que exista un Batman and the Outsiders. Así que tras el número 14 y un especial que incluye una oferta para que se una Owlman entre otras cosas llega…

Efectivamente, seguimos con la numeración, quitamos el Batman. Y sí, ese es The Creeper, porque a estas alturas el sindios está desatadísimo. Esta vez el guionista es Peter J. Tomasi, que decide que una vez quitado el Batman del título lo más lógico es poner a los nuevos Outsiders a perseguir a viejos enemigos de Batman. Pero bueno, al menos para el 24 recuerda que Geo-Force es de Markovia. Si es que queda algún markoviano al que no hayan matado aún. Que lo hagan porque durante la cosa de los Black Lantern mandan a Terra a por él es… bueno…
Y si pensáis que esto no podía ir a más… ahm… a más… os diré que en el número 26 entra el nuevo guionista de la colección…
Dan Didio.
Ya.
Están jodidos.
Y eso que aún no he dicho que Didio decide meter a una creación suya, un personaje llamado Freight Train que mejor os dejo descubrir a vosotros.
Teniendo en cuenta que Didio se dedica a repetir cosas que ya hemos visto y, en un momento determinado, parece olvidar quién está dentro del equipo y quién fuera… bueno… digamos que hay cierta consistencia con su época al mando de DC. Claro que a partir del 32 el dibujante, Philip Tan, empieza a tener parte del crédito de los guiones. Supongo que para repartir culpas. Algo que se repetiría en los cambios puntuales de dibujantes como el 34, 38 y 39 con Keith Giffen o el 36 con Joe Bennett. Y como sorpresa, en el número 40 (agosto de 2011) regresa Batman y cambia -otra vez- el título de la colección. Total, para cargársela. Y por eso no llegaron a tener 15 miembros a la vez.
Y entonces llegaron los New 52, claro.
Lo siguiente que sabemos es que en Batman Incorporated se nos dice que Batman sigue contando con unos Outsiders: Freight Train, Halo, Katana, Looker y Metamorpho, con Red Robin como jefe de equipo. Si les preguntas probablemente ni lo recuerden.
Por suerte eso significó que hasta que no se pasó no se volvieron a acordar de ellos como grupo. En 2017 son mencionados como cameo de pasada en Dark Days: The Forge, en 2018 con Doomsday Clock sacan a unos Outsiders como los ‘héroes de Markovia’, al mando de la Baronesa Bedlam y compuesto por the Eradicator, Knightfall, Terra y Wylde. En fin, las vueltas de estos eventos (aunque Wylde acabaría apareciendo de cuando en cuando así que vamos a presuponer que ha sido retconeado en parte, pero mejor que nadie pregunte mucho por esta continuidad).
Hasta 2019 no volverían a la carga. En enero se nos deja caer que hay una nueva versión de los Outsiders funcionando. Una con Arsenal, Jade, Nightwing, Thunder y Grace. Así que vamos a suponer que es la de Winnick. No diré ‘en un intento de borrar lo de detrás’. PERO.
El asunto es que esto acabaría dando lugar a una nueva serie. Y como seguro que os imagináis, el título esta vez era…

Esta vez Batman pide a Black Lightining que cuide de The Signal y Batg… Orphan. Y Katana, suponemos. En realidad Batman no deja de meter las narices porque para eso está su nombre en la colección. Por cierto que esta vez se ocupan de ella Bryan Edward Hill y Dexter Soy. Por algún motivo deciden que deben de enfrentarse a Ra’s al Ghoul, con Karma como villano de fondo. Que tiene el problema de tener que explicarle a la gente 1) que Karma existe, 2) quién es. Para el 12 meten a Babylon en el equipo y, de paso, se enfrentan una última vez a Karma. Y para el número 17, en diciembre de 2020, alguien debe de ser consciente de que aquello no va a ninguna parte y lo cancela.
Pero como esto es DC y si una vez funcionó en algún momento tendrá que funcionar de nuevo, para 2024 se presentó un nuevo…

Sí, esta vez sin Batman. Pese al logo.
Comienza con Batwing, Batwoman y una nueva versión de Drummer. La serie no se parece a Outsiders, posiblemente porque lo que queda claro muy rápido es que querría ser Planetary. El problema es que los autores, Jackson Lanzing y Collin Kelly con dibujos de Robert Carey, están fundamentalmente en querrían como verbo. Eso sí, presentan a una nueva Jenny. Jenny Crisis.
Pero como todo puede tener un final feliz esta se canceló en el número 11. Y no hemos vuelto saber nada de un grupo -casi más no-grupo durante demasiado tiempo… o ‘grupo disfraz’, la verdad- llamado los Outsiders. Aún no hace un año de ello, pero estoy casi seguro de que los dejarán descansar un rato.
17) Out There (2001—2003)

En 1998 Jim Lee hizo dos cosas en Wildstorm. Bueno, hizo más, pero estas dos son las que nos importan ahora. La primera fue crear el sello Cliffhanger para que autores populares pudieran publicar sus cómics de propiedad propia. Fuera del universo WildStorm. Ahí estaría en marzo el Danger Girl de J. Scott Campbell, en abril el Battle Chasers de Madureira, y en mayo el Crimson de Humberto Ramos. Lo otro que hizo fue llegar a un acuerdo con DC para venderles WildStorm, efectivo a partir de enero de 1999.
You’ve been JimLee’d y todo eso.
Crimson llegaría hasta el 24 (o, dicho en parámetros actuales, un volumen recopilatorio en tapa dura) en 2001, y ese mismo año Ramos se puso con lo siguiente. Que era este Out There.
Una historia en la que las Fuerzas Vivas de la ciudad llegan a un acuerdo con las Fuerzas Muertas del demonio Draedalus, a cambio de su propia seguridad. O la del pueblo, vaya. Un acuerdo que a los adultos les parece razonable porque se supone que el pueblo quedará protegido de cualquier problema -de ahí lo de soltarle un grupo de demonios a unos traficantes de droga que se aproximaban a él- pero que tiene los problemas obvios: No solo que estás sacrificando al mundo por hacer lo que a ti te dé la gana y vivir bien y todas esas cosas. También que esperan que el demonio les respete a ellos. Y no es algo que debería pasar por muy Votante del Partido de los Leopardos Comecaras que seas. ¿Qué? ¿No era esa la metáfora?
Sea como sea hay cuatro chavales que no están contentos con este acuerdo y tratan de acabar con el demonio. A partir de ahí cada cierto tiempo le dan una vuelta a las historias, bien con la ciudad en sí, con los cuatro chavales protagonistas buscan un talismán mágico, parecen desarrollar poderes, con una especie de ¿reverenda? ¿cura mujer? ¿she-cura? por ahí dando vueltas, y con un final en el número 18 en el que se insinúa que lo que viene a continuación es una invasión extraterrestre (o intradimensional, o algo) que va a ir a por el objeto de poder. Todo ello con el estilo de dibujo y, sobre todo, ese coloreado de principios de siglo.
De momento no la han continuado -aunque parece que en la edición francesa Ramos metió una historietilla extra, pero a saber-, pero quién sabe. Al fin y al cabo pertenece a su creador… y antes o después llegará la nostalgia por los cómics de principios de los dosmil. Tiene que estar ya a la vuelta de la esquina, de hecho.
¡Hasta aquí para esta letra! Ya veis que la O nos ha traído más apocalipsis y ochenterismo de lo que parecía para lo poco que se suponía que iba a haber, un poco de cada. Pero el mes que viene habrá más, aunque será en Marvel. Además, así podemos aprovechar mientras para ir pensando para dentro de dos meses, en las cosas que DC tiene preparadas para nosotros en la P. Y ya os podemos ir adelantando que van a ser…

¡PECULIARES!
¡A mí la Legión… de los setenta!
Los secretos del universo Marvel de la O a la… O
¡Un mes más, una letra menos! Este mes nos toca la O. Que, la verdad, es que acaba quedando más tranquila de lo que parecía. Y, mira, mejor, porque tenemos ahí delante la P o la S y yo necesito trabajar menos. Casi me alegro de que no haya llegado a salir aún Omega Kids. Pero, pese a todo, vamos a ir empezando porque hay por delante mucho cómic y no podemos ponernos… ¡OBTUSOS!
01) Obnoxio the Clown (1983)

Hablemos de Obnoxio. Y para eso primero tenemos que hablar de la revista Crazy. La Crazy fue uno de los múltiples intentos de Marvel de encontrar una alternativa a la MAD. Montada originalmente en 1953, con Stan Lee de editor y un buen puñado de autores como Bill Everett, duró solo 7 números. Hasta mediados de 1954.
Por supuesto, siendo Marvel como es, volvieron a intentarlo. Así que en 1973 lo intentaron de nuevo. Reciclando material el Not Brand Echh de la década anterior y ese tipo de trucos. Tres ejemplares duró esta vez. Pero alguien debió de pensar que es que no lo habían intentado correctamente. Así que para finales de ese año deciden sacar una versión en magazine en blanco y negro, con Marv Wolfman ocupándose (durante su primer año) de él.

También creo la primera mascota, ese ser que está ahí a la derecha y que parece una mezcla de Alfred E. Newman y Hamburglar.

Sin nombre los ocho primeros números, bautizado como The Nebbish en el noveno, y más adelante como Irving Nebbish, sería la ‘mascota’ de la revista durante bastantes números, y no sería el único ‘personaje recurrente’ de la misma porque también se inventarían a Teen-Hulk, pero en el 63 -coincidiendo con la llegada de Larry Hama como editor del título-

presentaron a un nuevo personaje regular (Bueno, un decir). Que, efectivamente, era Obnoxio.

Como veis llamarlo ‘personaje’ quizá era mucho llamarlo. Y, por supuesto, aparecía a la vez que Nebbish. Pero poco a poco fue ganando hueco hasta hacerse con la portada -aún compartida, por decir algo- para el 69.

La sustitución de mascotas junto al título llegaría con el 77

Y aunque no supuso la desaparición total de Nebbish sí que demostró que había habido un cambio y ahora la cara de la publicación era Obnoxio. Bueno, y no solo la cara…

La revista duraría, eso sí, hasta su número 94, a principios de 1983. El mismo año en el que saldría el cómic de ahí arriba.
Que, efectivamente, es una historia a color en la que se nos cuenta el ¿origen? de Obnoxio o algo. En realidad no es que haya nada que marque un antes y después en el personaje, aunque sí que es la primera interacción que podríamos considerar ‘dentro del universo Marvel’ -¿de cuál? ah, esa es otra pregunta- del mismo.
Obnoxio regresaría en un par de historietas cuando en 1991 Marvel sacara otra cabecera cómica, What The…?! en este caso. De nuevo a color, pero solo en el 13 y el 14.
Y para la siguiente aparición estaríamos ya en 2016, con un cameo en Deadpool: Back in Black 2 y luego una serie de intentos de cómics humorísticos por parte de Marvel, es de suponer que para meter el dedo a ver cómo estaba el agua.
Ziggy Pig-Silly Seal Comics y el tercer intento en cómic para la Crazy, ambas en 2019. El resultado claramente no convenció, pero al menos sirvió para recordar a Obnoxio, que pasaría a hacer cameos en series dispares como Venom: Lethal Protector (2022) o Deadpool: Seven Slaughters (2023). Pero no tuvo suerte. No fue en la historieta que dibujó ROB!
Aunque sí dejó claro que es el tipo de payaso al que vamos a encontrarnos una y otra vez en Marvel. Aunque no creo que a este lo anuncien en la New York Comic Con.
02) Occupy Avengers (2017)

A veces el Pisuerga pasa por Valladolid, otras veces Valladolid obliga al Pisuerga a pasar por él. Porque esto es lo que ocurre aquí. Tenemos una colección más o menos aleatoria que claramente iba a ser de Ojo de Halcón, con Red Wolf de fondo, los cuatro primeros números dibujados por Carlos Pacheco, y hasta el 3 no aparece Nighthawk. Creo que podría ser la colección de los Vengadores con menos Vengadores de la historia [y si viene alguien a decirme que ninini me dará material para un posteo, así que ganamos igual], sobre todo porque para esa cuarta, (en la que se junta Tilda Johnson que ya no se hace llamar Nightshade) se pierda a Pacheco, en el quinto tenemos a Gabriel Hernandez Walta, que estará dos números, uno con la historia de un skrull, y el sexto en el que se une Nico Wheels Wolinski. Sacado directamente de la serie clásica Wolfpack de la que ya hablaremos en la W (si llego hasta la W, claro).
El problema es que a partir de ahí meten la serie dentro del follón de Imperio secreto. Y ya no hay manera de salvarlo. Entre que pasamos a un intermedio de dibujantes -esta vez Martín Morazzo y Jorge Coelho-, que ahora no se llaman Occupy Avengers sino que el grupo es The Underground y ha incluido fuera de plano a la Viuda Negra, Ant-Man, La Cosa, Wonder Man, una IA de Tony Stark y un Giant-Man que pasaba por allí (Raz Malhotra, que creo que es el tercero o cuarto, un día tenemos que dedicarle un posteo también a estos) más nuestro grupo habitual que tiene ahora a dos Fireheart, Frank y Silas, de la reserva de Lobo Rojo y, bueno, que aparecen también de la nada aquí. Un despropósito que ni el regreso de Wata en el 9 logra maquillar. Sobre todo porque en el 9 hay tanta gente ya en el Underground -y tanta que no está- que queda claro que cualquier historia que hubiera se ha producido en otro sitio. Es una lástima porque los cuatro primeros iban en una dirección que podría haber funcionado. Aunque muy claramente no fuera un cómic de los Vengadores.
Pero este es el problema cuando decides Occupy cosas que están de moda, supongo.
03) Offcastes (1993)

Cuando en Epic decidieron montar lo de Heavy Hitters uno de los títulos elegidos fue este de Mike Vosburg, una curiosa historia de ¿aventuras? ¿misterio? ¿señoritas en ropa interior? Y si el estilo de Vosburg os suena os puedo ir lanzando un motivo posible: Fue parte del Studio X que fundó Howard Chaykin, de ahí el ‘aire familia’. Lo cierto es que el estilo, las composiciones e incluso la forma de organizar esta trama que es un poco de todo -incluyendo de espías, supongo que en su mayoría- se nota su mano. Poner a un chaval en el centro es un movimiento aquí no tanto -no solo- para que el lector se refleje en él, también para que el protagonista sea una persona con conocimiento de lo que pasa, pero sin mucho que pueda hacer para cambiarlo.
Aunque como es de Epic aquí no hay que pedir a Marvel que lo reedite sino buscar una editorial para el autor. Que alguna habrá. Y eso que aún no os he hablado de Sisters of Steel. Porque no hemos llegado aún a la S, que ya lo haremos.
04) The Official Handbook of the Marvel Universe Master Edition (1990–1993)

La historia de los Handbooks comienza en 1983 con el inicio de la publicación del propiamente dicho The Official Handbook of the Marvel Universe que durante 15 números desgranaría el quién es quién de Marvel -bueno, de sus personajes-. El pistoletazo de salida al que luego se uniría en 1985, un segundo volumen de veinte números con el apelativo de Deluxe, y otro en el ’89 con el de Update. En 1990 fue la Master Edition de 36 números. Y ahí lograríamos cierta tranquilidad hasta 2006 con el All-New (de 12 números). Seguido de otro Update de 4 en 2007. Y, finalmente, un regreso al título clásico con los 14 números de 2008, y su Update de 2010 a 2011.






Y quizá creáis que eso fue todo.
Jaja, no.
Porque también hay una cincuentena de títulos que va de enciclopedias a repasos a las armas, Atlas, selecciones por multiversos, por colecciones, por temas y tantas otras cosas que iba a haber puesto imágenes aquí pero son DEMASIADAS.
Así que pondré los títulos que eso no abulta:
Handbook of the Conan Universe
Punisher Armory
Official Handbook of the Conan Universe
Wolverine Encyclopedia
Spider-Man: Back in Black Handbook
Marvel Legacy: The 1960s-1990s Handbook
Marvel Atlas
Official Handbook of the Marvel Universe: Alternate Universes
Official Handbook of the Marvel Universe: Avengers 2004
Official Handbook of the Marvel Universe: Avengers 2005
Official Handbook of the Marvel Universe: Book of the Dead 2004
Official Handbook of the Marvel Universe: Daredevil 2004
Official Handbook of the Marvel Universe: Fantastic Four 2005
Official Handbook of the Marvel Universe: Golden Age 2004
Official Handbook of the Marvel Universe: Horror 2005
Official Handbook of the Marvel Universe: Hulk 2004
Official Handbook of the Marvel Universe: Marvel Knights 2005
Official Handbook of the Marvel Universe: Spider-Man 2004
Official Handbook of the Marvel Universe: Spider-Man 2005
Official Handbook of the Marvel Universe: Teams 2005
Official Handbook of the Marvel Universe: Wolverine 2004
Official Handbook of the Marvel Universe: Women of Marvel 2005
Official Handbook of the Marvel Universe: X-Men – Age of Apocalypse 2005
Official Handbook of the Marvel Universe: X-Men 2004
Official Handbook of the Marvel Universe: X-Men 2005
Official Handbook of the Ultimate Marvel Universe 2005: The Fantastic Four & Spider-Man
Official Handbook of the Ultimate Marvel Universe: The Ultimates & X-Men 2005
New Avengers Most Wanted Files
Secret War: From the Files of Nick Fury
Secrets of the House of M
Marvel Zombies: The Book of Angels, Demons & Various Monstrosities
Mystic Arcana: The Book of Marvel Magic
Mighty Avengers: Most Wanted Files
World War Hulk: Gamma Files
X-Men: Messiah Complex – Mutant Files
All-New Iron Manual
Skrulls!
Ultimate Secrets
Marvel Mystery Handbook 70th Anniversary Special
Marvel Pets Handbook
Thor & Hercules: Encyclopaedia Mythologica
Wolverine: Weapon X Files
Iron Manual Mark 3
Deadpool Corps: Rank and Foul
Avengers Assemble
Women of Marvel: Celebrating Seven Decades Handbook
X-Men: Phoenix Force Handbook
Blockbusters of the Marvel Universe
Thor: Asgard’s Avenger
X-Men: Earth’s Mutant Heroes
Captain America: America’s Avenger
FF: Fifty Fantastic Years
Vampires: The Marvel Undead
Defenders: Strange Heroes
Avengers: Roll Call
Avengers NOW!
Secret Wars: Official Guide to the Marvel Multiverse
All-New, All-Different Marvel Universe
Spider-Geddon Handbook
Empyre Handbook
X of Swords Handbook
King in Black Handbook
Quizá creáis que con esto está todo señalado. ¡JA!
Porque en Marvel decidieron sacar también Mini-Handbooks. Más cortos y con menos fichas pero igual de existentes:
Astonishing X-Men Saga
Saga of Squadron Supreme
Annihilation: Saga
Marvel: Your Universe Saga
X-Infernus Saga
Spider-Man: Brand New Day Yearbook
War of Kings Saga
Spider-Woman Saga
Moon Knight Saga
Thanos Sourcebook
All-New Wolverine Saga
Spider-Man Saga (Vol. 2)
Mighty Thor Saga
Fear Itself: Fellowship of Fear
¿Ahora sí? Ahora tampoco, porque en Marvel decidieron también sacar cómics explicando las cosas de las películas, las Guidebook to the Marvel Cinematic Universe…
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Iron Man
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Incredible Hulk/Marvel’s Iron Man 2
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Thor
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Captain America: The First Avenger
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s The Avengers
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Iron Man 3/Marvel’s Thor: The Dark World
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Captain America: The Winter Soldier/Marvel’s Ant-Man
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. Season One
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Guardians of the Galaxy
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Avengers: Age of Ultron
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. Season Two/Marvel’s Agent Carter Season One
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. Season Three/Marvel’s Agent Carter Season Two
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Captain America: Civil War
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Doctor Strange
¿Y ya con esto? Pues… Casi. Porque desde 2019, además, Marvel ha comenzado a publicar todo este cachondeo en Omnibus recopilatorios. A razón de uno por año, más o menos, en 2023 no salió ninguno y en 2025 es un segundo volumen, pero, mira, de eso sí que puedo poner las imágenes y así cerramos esta sección que me hace pensar que en realidad un verano podríamos dedicarnos a postear portadas de las cosas estas. Porque está claro que lo de las ‘fichas’ es algo que en Marvel ha importado mucho siempre. Quizá porque es lo que se empollan los que quieren fingir que saben.





05) Official True Crime Cases Comics (1947)

Efectivamente, también Marvel -bueno, Atlas– también tuvo su momento ‘True Crime’, aunque en realidad venía de antes… Es en lo que se convirtió la serie que hasta ese año había protagonizado… Sub-Mariner. Del 1 al 23 había sido suya pero en el 1947 las cosas habían cambiado así que el hueco en los estantes lo pasó a ocupar esta… Más o menos, porque con este título solo estaría un par de números.

Para el 26 el nuevo título sería All True Crime Cases Comics, en el 37 quitarían lo de Comics

y en el 52 -ya en 1952, además- la cancelarían. Y es que la historia del ‘true-crimen’ siempre ha estado buscando a un público en tandas intensas.
06) The Olympians (1991–1992)

Un nuevo ejemplo de que dejas que un guionista inglés haga lo que quiera y la mayoría de las veces van a acabar haciendo una parodia de los superhéroes. Esta gente y sus manías. Aunque en este caso solo ‘estaban’ en Gran Bretaña porque Stephen Jewell es neozelandés y Gary Chaloner australiano. Así que debemos presuponer que es algo que echan en el agua.
En esta ocasión tienes a un trío de seres poderosos, también alguno más, pero los importantes son estos tres: El superfortachón, la mujer guerrera y el tipo qu se disfraza raro. A saber de dónde ha sacado la inspiración. Y en estos dos números -porque solo fueron dos-

se las apañan para repasar muchos de los lugares comunes, incluyendo, por supuesto… homenajes.

¡Homenajes, os digo! En fin, que quizá a alguien le suene lo que este guionista que es más conocido por escribir para la 200AD y este dibujante que es toda una institución en Australia.
O quizá le suene porque… bueno…

A veces Forum publicaba estas cosas.
07) The One (1985–1986)

Sí, en Epic parecían tener un cierto gusto. A favor de Veitch -al que tanto hemos visto- podemos decir que esto lo hace en 1985 y no en 1986, pero estaba claro que el interés estaba ahí al alcance. Comenzando por un artículo -que podría ser real porque en fin-, siguiendo con un truco para hacerse rico que sale regular, y por supuesto que hay violencia, algo de sordidez, decisiones cuestionables sobre violaciones, y la sensación de que esto se lo podían haber vendido en los noventa como derivado de los cómics de los ochenta. Sus cosas.
08) Omega the Unknown (1976–1977) (2007–2008)

Una de las cosas buenas de Marvel de los setenta es que estaban suficientemente… ahm… dispuestos… como para permitir a sus autores probar cosas nuevas. A Steve Gerber sobre todo. Aquí con Mary Skrenes de co-autora. Skrenes venía de haber hecho algunas cosas en los títulos de Kung Fu y en la Crazy, y aún colaboraría alguna cosa más. En Omega… colaboraría en la primera media docena y luego en los dos últimos.
Omega como tal no aparecería en muchos sitios, en un Howard el Pato, en algunos números de los Defensores, de paso en el Foolkiller… ese tipo de cosas que guionizaba Gerber.
La historia -de alienígenas, razas, decisiones tomadas y mucho giro que al final tenía algo de sentido- se convirtió en algo lo suficientemente de culto como para que quizá no. Y su joven co-protagonista regresaría años más tarde, esta vez con Lethem a los guiones.

Lo de Lethem fue particular. Entre otras cosas porque comenzó con un encontronazo con Gerber que se quejó de que no hubieran hablado (Lethem, Marvel…) con ellos. Luego Lethem se disculpó y se reunieron y todas esas cosas. Supongo que porque le explicó que lo que quería hacer no era tanto continuar con el personaje como contar una historia parecida pero diferente. Casi como una de esas… no parodias, pero sí versiones superheróicas de los cómics independientes USA de los ’90s.
La cosa podría haber sido el final de esta historia, pero nunca lo es, ¿verdad?

El joven adolescente que coprotagonizaba Omega the Unknown fue recuperado por Marvel en 2021 dentro de la especie de evento de Darkhold. Y luego en un número -el 9- de Scarlet Witch, todo ello con Steve Orlando como guionista. No lo ha vuelto a usar pero… bueno, creo que estas cosas ya sabéis cómo van.
09) Onslaught Reborn (2007–2008)

ROB! UUUuuuUUUUh-OOooh. Savior of the Universe!
Si es que mirad qué dibujos.

¿Cómo no va a lograr ROB! dar lustre y esplendor a lo que el invitado a la Comic-Con de Málaga Jeph Loeb hiciera? Mirad, mirad qué ilustraciones.



Cada una de esas ilustraciones que podrían lanzar mil análisis en este blog…

En fin, una maravilla moderna.
10) Onslaught: X-Men (1996) / Onslaught: Marvel Universe (1996)

Porque la maravilla antigua fue esta, claro, comenzando porque en estos especiales hasta las portadas eran una juerga. Tú tenías esa de arriba, pero luego también estaba esta:

que se desplegaba. Y, en la otra -que no tenía segunda portada-

Que también se desplegaba… pero no para formar una imagen juntas. No. Aquí cada uno tenía la suya:


¿Swipe? A donde vamos no necesitamos swipes.
Pero, además, aunque la de los X-Men lo dibujaran Adam Kubert, Pasqual Ferry y Art Thibert, mientras el de Marvel Universe fuera obra de Andy Kubert y Joe Bennett, todas tienen páginas memorables.



AVIV THGUALSNO!!!
11) Open Space (1989–1990)

Pues sí, por extraño que suene Marvel tuvo un cómic de historias cortas de ciencia ficción, editado por Kurt Busiek y Carol Kalish y con un reparto de autores que podemos decir lo suficiente amplio como para incluir a Steve Yeowell, Norm Breyfogle, Pat Olliffe o Tom Grummett.
Lo cierto es que, bien por los autores adaptados, bien por el desinterés del público -que quizá esté relacionado- no pasaría del cuarto número. Así que cabe en un recopilatorio de tamaño razonable.
12) The Order (2002) (2007–2008)

En un giro de acontecimientos Busiek y Pacheco se reunieron para contar una historia de Los Defensores. No funcionó tan bien como su historia de Los Vengadores, pese a que jugaba con ideas como los originales -el enemigo también- y los siguientes, los equivalentes femeninos y más cosas. También recupera a Papa Hagg tras esa primera aventura se aquel segundo volumen que guionizó el propio Busiek a principios de los ’00s.
Y como estas cosas funcionan así cinco años más tarde teníamos un nuevo The Order…

que no tenía nada en absoluto que ver con el antiguo. Guionizada por Matt Fraction y dibujada por Barry Kitson, con una de esas ideas de Fraction creyéndose muy listo pero no demostrándolo, pronto empezarían a matar a los héroes y a buscar excusas, lo cierto es que no saldrían mucho más allá de esta mini (que quizá esperaba ser regular, pero poco) pasando a ser Fear Itself: Youth in Revolt, en 2011, su última aparición.
Pero ya hemos visto que si en Marvel hace falta ellos recuperan lo que sea necesario.
13) Origin II (2014)

Hablando de recuperaciones. Si lograron vender los suficientes ejemplares de Origin en Marvel estaban más que dispuestos a intentar repetirlo.
Entre 2001 y 2002 se había publicado la mini original, con Paul Jenkins, Bill Jemas y Joe Quesada acreditados como guionistas y Andy Kubert como único dibujante. Así que en 2014 debieron de pensar que ya se habrían olvidado. Pusieron a Kieron Gillen a los guiones y… vale, Andy Kubert no, pero Adam Kubert sí estaba libre. Como vale con poder poner el apellido no creo que hubiera mucho más discusión. Prometiendo mostrar bastante más Creed y metiendo a Siniestro por medio.
14) The Original Ghost Rider (1992–1994)

Quizá estéis pensado… ¿Pero cómo que el original? ¿El original no es el que nos contaste el otro día? Sí. Pero es que en los noventa el Motorista Fantasma era un personaje tan grande que en Marvel le hubieran dado incluso un par de películas con Nicolas Cage. Así que había que aprovechar, en este caso había que aprovechar… para reeditar las historias originales setenteras de la versión Johnny Blaze de Motorista Fantasma y ver hasta donde llegaban.
La respuesta es… hasta el número 12 del segundo volumen de ese título y primero del personaje. Aunque tiene su aquel, claro. En el primero recuperaban su creación en Marvel Spotlight, del 5 al 11 con lo que cubrieron hasta el 7 de esta. A partir de ahí comienzan con la serie regular… salvo alguna cosa. Por ejemplo, no reeditan el 10 porque ya era una reedición del 5 de Marvel Spotlight, además el 10 de Original Ghost Rider sería para el Marvel Spotlight 12 y el 19 para el Marvel Two-In-One. Así que llegar al 12 de la otra fue mucho llegar. Aunque, eso sí, aquella colección duró hasta el 81. Está claro que un poco cortos se quedaron. Claro, como no lo sacaron en un Omnibus a 100 pavos.
15) Ororo: Before the Storm (2005)

No os preocupéis que para la S haremos el repaso de todas las series que ha tenido Tormenta, que son unas cuantas. Pero esto es una precuela. Aquella primera aventura de Ororo que hemos visto como dos millones de veces en flashbacks en cómics en la que se quedaba semienterrada y blablabla… pues esa. Para que luego diga que no se pueden estirar las historias.
16) Oscar Comics (1947–1949) / Awful Oscar (1949)

No, no es un asesino en serie, es que antes dibujaban así.
Óscar es uno de tantos cómics de jóvenes cach… enamoradizos. Uno de esos que ya hemos contado mil veces de dónde salían ( Andy Hardy -> Archie ) y que tuvo su oportunidad en Marvel, como tantos. Tan como tantos que para el número 11 intentaron un cambio de nombre y de edad…

con unos resultados tan malos que para el 13 habíamos vuelto a las andadas.

Oscar llegaría hasta el número 13, ¿cómo es que entonces vemos el 24 en la portada? Bueno… resulta que Óscar venía de ocupar el espacio -y la numeración- de Funny Tunes, así que los dos primeros números mantuvieron la numeración para pasar en el tercero al número 3.
De modo que Oscar Comics es una cabecera que va del 3 al 10 y luego pasa al 13 y de ahí al 24 y 25. Que en realidad son de dos años antes que el 13. ¡La sencilla vida del lector de cómics!
17) Osborn (2011)

Hay alguien en Marvel convencido de muchas cosas. Una de ellas es que a la gente le gusta Norman Osborn. Así que le montaron esta historia de cárcel, fugas y maldad con Kelly Sue DeConnick guionizando y Emma Rios dibujando. Claramente ambas sabían dónde se estaban metiendo porque son cinco números que dejan bien claro que pueden ser profesionales en el sentido de esperar a sacar adelante un proyecto y cobrar un cheque. Que supongo que es de lo que va esto y no de curas conspiradores y tipos patibularios.
18) The Osborn Journals (1997)

Creo que hemos hablado lo suficiente de ella pero, por otro lado, ¿cuánto es demasiado para una obra que es GENIAL! a cada oportunidad?
Recordemos que este número aparece durante todo el follón aquel del clon, en teoría es un diario que encuentra Spider-Man en el que Osborn explica todo su malvado plan y trata de organizar los distintos eventos sucedidos. Por supuesto la continuidad tradicional tardara menos y nada en decir no ya que lo que aquí se cuenta era falso sino que, de hecho, la idea era que Spidey llevara el diario como prueba y para cuando la poli fuera a leerlo sus páginas hubieran mutado en el diario de un hombre preocupado porque Spider-Man era un obseso con alucinaciones que trataba de acabar con él. Así que supongo que podría haber sido peor.
Y del dibujo qué os puedo decir, en perfecta sintonía con el guión:

A ratos uno podría pensar que Kyle Hotz no solo se basa en los guiones de Glenn Greenberg sino, además, en los dibujos de Don Rosa para sus cómics de patos y en las ilustraciones de la Fangoria, porque va de uno a otro lado. Y va, además, con nada menos que tres entintadores: Jason Moore, Al Milgrom y él mismo. Normal, por tanto, que el resultado lograra ser tan GENIAL!
19) Our Love Story (1969–1976)

Efectivamente, otro título de historietas románticas -más o menos románticas, desde mi punto de vista-. Atlas tuvo de 1949 a 1950 un cómic llamado My Love que duró 4 números y otro llamado Our Love en las mismas fechas que solo duró dos. Seguir su evolución es un tanto complicado, porque también estuvo Actual Romances que acabó también en el segundo. Uno de estos dos se convirtió en True Secrets, que empezó en el 3 y que tendría una vida un poco más larga. En cualquier caso, tanto My Love como una versión del otro -la que aquí nos atañe- titulada Our Love Story, revivieron ese mismo 1969.
En el caso de esta Our Love Story duraría 38 números, aunque 12 serían de reeimpresiones. Y, como podéis ver, contaban con portadas de Romita padre, mientras que las historias -muchas escritas por Stan Lee– las dibujaban autores que podían ir de John Buscema a Don Heck. Porque los superhéroes podían estar vendiendo bien, pero había que tener huevos. En diferentes cestos, quiero decir.
20) Outlaw Fighters (1954–1955)

Efectivamente, Atlas también publicó títulos de vaqueros. Historias creadas por Stan Lee, George Tuska, Dick Ayers o Ernie Banche. Que de alguna manera lograron no incluir a ningún personaje que perdurara y tiene mucho mérito porque…
21) The Outlaw Kid (1954–1957) (1970–1975)

Ese mismo año y esa misma editorial habían creado a The Outlaw Kid. Seguro que lo recordáis de cuando hablamos del Night Rider. Que tenía poco que ver, pero tenía.
Creado por Doug Wildey para esta misma colección, no deja de ser una versión de El Zorro. En este caso es el hijo de un ranchero, que en lugar de hacer calzones comenzando en lana y terminando en cuero decide jugar a los vigilantes. Que, en realidad, no está tan lejos. Aunque aquí los calzones van por dentro. Todo viene de que el padre era Marshal, de trabajo, no de nombre. De nombre era Zane. Así que cuando un forajido al que atrapó se ha fugado y busca venganza ya sabemos cómo va a acabar esto: Con la mujer muerta y el padre malherido. Inesperadamente -un decir- se unen a ayudarles -a los buenos, no a los forajidos- un par de… mejor os dejo que lo veáis con vuestros ojos:

Efectivamente, un indio y un mexicano. La clásica inclusión woke de los años 50. El caso es que su padre le dice que esto lo tiene que hacer cumplir la justicia (supongo que porque era un señor blanco cisheterosexual que había pertenecido a las fuerzas del orden) y le hace prometer que no buscará venganza. Así que la forma de cumplir su palabra es inventarse este Outlaw Kid y lograr que se haga justicia. ¿Es esto REALMENTE cumplir la palabra? Yo diría que no.
A partir de ahí, y con un caballo que pasa por allá y que se llama Thunder, se ocupará de ir desfaciendo entuertos sin que se entere su anciana tía… no, espera… su anciano padre.
Además de en su colección -que duraría 19 números, hasta 1957- fue apareciendo por otras como Wild Western, Kid Colt Outlaw, Wyatt Earp y, en fin, más títulos del Oeste.
Y en los setenta decidieron regresar con más western…

Aunque comenzaron con un primer número que era una reedición de uno de los antiguos. (El tercero, de hecho) Empresarios del tebeo, ya sabéis. En el 2 metieron una serie corta nueva y, en realidad, solo fueron novedades los números del 10 al 16, que es la manera de lograr que llegue al 30. Y si estáis pensando que los 19 antiguos y los 7 nuevos no suman 30 es porque no pensáis como uno de ellos. son 19+7+los 4 últimos que salen de repetir esos 7 nuevos. Aquí se aprovecha todo.
Y si creéis que es lo único que hizo este segundo volumen… ni mucho menos. Resulta que en ese regreso en el número 10 decidieron que su origen se parecía demasiado al de un personaje anterior, Texas Kid -ya llegaremos a la T- total solo porque los dos tuvieran el mismo origen y se llamaran igual y Texas Kid se creara en 1950… La gente. Así que le crearon uno nuevo. Y si creéis que mis comentarios sobre Spidey estaban fuera de lugar esperad a ver la portada del número:

En esta te cuentan que en realidad Lance Temple -sí, mantuvieron el nombre, yo qué sé- era un veterano de la Guerra Civil americana -¿en qué bando? Uy, a saber- que al regresar al rancho familiar para trabajar como abogado -y echando una mano a su padre- se encuentra con que unos malvados les lanzan dinamita haciendo que su padre, que aquí se llama Hoot, se quede ciego. De nuevo el padre le dice que la violencia ha sido la causa de esto y le pide blablabla. Ya sabéis cómo sigue.
Después de esto solo le volveríamos a ver mencionado en el nuevo Rawhide Kid de los ochenta, y en el espanto de Blaze of Glory de Ostrander y Manco. Para hacer un último regreso en 2007 dentro del Marvel Comics Presents volúmen 2 número 4. En esta ocasión nos lo presenta con su padre muerto, envuelto en una leyenda que lo presenta casi como ser sobrenatural, el giro del asunto es incluso más ridículo de lo que uno pensaría, con Outlaw siendo ‘responsable‘ de la muerte de su padre cuando este descubre su identidad, y disociándose hasta niveles ridículos según tuviera puesta la bandana tapándose la cara o no. Y cómo eso lleva al chaval a… perseguirse a si mismo.
En fin, Marvel y sus cosas. Pero supongo que eso significa que la próxima vez que le veamos le habrán vuelto a dar un trasfondo nuevo. Y con un poco de suerte esta vez no mezclaran historias en las que el padre puede ver y en las que no.
22) Outlawed (2020)

En 2020 pasaron cosas. Por algún motivo de algunas no nos acordamos mucho y de otras preferiríamos no acordarnos. Y, pese a todo, vamos a hacer recuerdo. Porque en Marvel habían tenido una idea: Prohibir a los superhéroes adolescentes. Sí, no hacía tanto de la Civil War, pero confiaban en que la gente no lo recordara ya tras el suficiente número de genocidios multiversales. Así que llegó el evento, saludó con la mano… y se fue.
Se supone que se dejó notar en varias colecciones pero…

creo que todos sabemos cómo acabó aquello.
23) Overkill (1992–1993)

Alguien en Marvel UK pensó que sería buena idea sacar una revista en la que ir presentando, moviendo y ofreciendo historias de su universo. Por supuesto sin hacer novedades-novedades sino, más bien, alguna novedad, alguna redifusión… un poco de cada.
Sí, sí, sé que ahí pone All-New Adventures, pero en realidad lo que pusieron fue las primeras páginas de cada uno de sus primeros números uno. En el resto fueron haciendo cachitos de distintos cómics del UK para repartirlos por ahí. Pero no solo eso, claro, también hubo un hueco para añadir alguna sección propia que… bueno…

Veintiséis números y acabó cerrando en un número con apariciones de los X-Men y el Capitán Britania. Eso sí, al menos sus cliffhangers se podían resolver buscando qué serie habían estado troceando esta vez. Más aún cuando acababa con el anuncio de lo que estaba por venir en el siguiente -e inexistente- número.
24) Over the Edge (1995–1996)

Alguien en Marvel pensó que sería buena idea sacar una revista en la que ir presentando, moviendo y ofreciendo historias de su sello Marvel Edge. No sé por qué pero esto me suena. En realidad Over the Edge también fue un evento del propio sello. Y, de alguna manera, acabó siendo un contenedor de historias sin mucho punto en común más que el que sus protagonistas estuvieran eso, en lo de Edge. Pero claro.
Comienza con 5 números con 5 personajes, siempre a precio promocional de 99 centavos. DareDevil, Doctor Extraño, Hulk, Motorista Fantasma y para el quinto sacan a The Punisher en un número en el que van cambiando el dibujante: Scott Kolins, Jeff Johnson y, por supuesto, Stephen B. Jones. Que en realidad sería casi el que más publicaría, porque es cierto que este número lo compartía, pero dibujó otros cuatro. De diez. Lo que pasa es que los otros cinco fueron del mismo autor: Robert Brown. Y entre ambos parecían querer canalizar la década de los noventa.



Los otros cinco se supone que deberían de haber sido una segunda vuelta, pero aunque Doctor Extraño y Motorista Fantasma regresaron no pasó lo mismo ni con Hulk ni con Punisher. En su lugar tuvimos tres números más de DareDevil -uno de ellos centrados en Elektra, bien es cierto- haciendo que de los diez números cuatro fueran suyos. Así que esta idea promocional quedó… peculiar.
Aunque nos dejó, eso sí, no solo unas grandes páginas noventeras. También algunas viñetas… memorables.


¡Hasta aquí para esta letra! Ya veis que la O tenía cosas que… Ofrecer… aunque fuera más tranquila. La calma antes de la tormenta porque el mes que viene habrá más, aunque será en DC. Además, así podemos aprovechar mientras para ir tomando fuerzas para dentro de dos meses, en las cosas que Marvel tiene preparadas para nosotros en la P. Y ya os podemos ir adelantando que os va a dejar…

¡PATIDIFUSOS!
Los secretos del universo DC de la N a la… N
¡Un mes más, una letra menos! Este mes nos toca solo una, pero una entera, la N. Que, aunque no lo pareciera, sigue teniendo su aquel. Así que ya podemos ir empezando porque hay por delante mucho cómic… ¡NOTORIO!
01) Naomi (2019) / Naomi: Season Two (2022)

Fichar a Bendis tiene estas cosas, tú crees que estás fichando a un nombre bien conocido y él cree que está consiguiendo más contactos. Supongo que el pasar de autoinsertos a insertos de su hija adoptiva por lo menos ha sido una mejora. Pero, sea lo que sea, lo va consiguiendo cada vez.
Es decir, DC le ficha, él vende la cosa esta de Naomi en 2019, que es poco menos que una ‘película de origen’ troceada y cuando logra venderla -como serie para The CW, claro- logra que le publiquen una segunda miniserie…

en la que vuelve a vender una historia de origen, cinco minutos después de la anterior o algo. Lo que tiene mérito no solo porque la CW canceló con rapidez la serie -para el capítulo 13, nada menos, porque para el año en que se estrenó Warner y la CBS estaban ya en charlas para venderlo a un grupo católico al que le faltó tiempo para… hacer sus cosas-, también porque Bendis ya estaba en esos momentos preparando su salida de DC. Así que supo hacerlo valer hasta el último momento. Lo de conseguir que le adapten cosas a otros medios y lograr dineros de ello, quiero decir.
02) Nathaniel Dusk (1984) (1985—1986)

En los ochenta Don McGregor logró que DC le dejara hacer una miniserie (y luego otra) en homenaje y recuperación de los hardboiled de los treinta y cuarenta,

y es cierto que estas dos minis recuperan de manera evidente el espíritu de esas publicaciones porque…

…si se descuidan con tanto texto hacen una novela ilustrada.
03) Nazz (1990—1991)

Si os preguntáis por qué esa portada tiene pinta de salir de la Heavy Metal os diré que esto es a lo que se dedicaban Veitch y Talbot a principio de los noventa, antes de que existiera Vértigo y se pudieran publicar estos cómics dentro del sello. Lo que no significa que no fuera suficientemente noventera, ni mucho menos:

Tras algo así como una crisis de la mediana edad el protagonista (aunque no parezca tener ni treinta años, esto de las crisis van así) se hace mochilero y se va a Nepal, de ahí a otros territorios igual de asiático-vagamente-indio a, básicamente, hacerse novio de la muerte. Si esa muerte fuera algo así como Shiva con Tetas Gordas. A patir de ahí tenemos algo de metanarrativa con uno de sus amigos haciendo un cómic (en blanco y negro) adaptando sus historias,

lo que permite aún más metacomentario, claro.

Eso no quita para que nos encontremos, sobre todo, con las obsesiones de Veitch. Porque el cómic va dando bandazos. Hay varios momentos de Nazz y los superhéroes gubernamentales. Luego hay cosas de pseudohippies sobre el poder, y el poder consumiendo a la gente. Después tenemos las transformaciones físicas con Nazz pasando de lo que vemos al principio a una versión noventizada a una versión corrupta -y, por tanto, gorda Kingpin style-.
Vamos, que queda de lo mas contemporánea. Que supongo que es algo que demuestra que el ‘ahora’ de los cómics -o de la sociedad- no se ha alejado tanto del entonces del noventerismo.
04) Neil Young’s Greendale (2013)

En 2003, con la decisión de hacer una opera rock ecologista post-11S denunciando los problemas de la sociedad USA yada-yada, Neil Young sacó Greendale. Diez años después Vértigo publicó esta adaptación a cómic que -se supone- intentaba darle un mayor sentido -y menos canciones, sospecho- a las letras. El resultado es una mezcla de ecologismo-terror-política que tiene el sentido esperable en un disco conceptual.
Lamentablemente la experiencia no animó a que sacara más de sus libros en cómics, tampoco a que lo hicieran otros cantantes. Aunque nunca se sabe. Quizá algún día adapte [BUSCAR EN INTERNETE A VER QUÉ DISCOS TIENE NEIL YOUNG, NO CONFUNDIR CON NEIL DIAMOND].
05) Nemesis: The Impostors (2010)

Es comprensible ver esta portada y pensar que estamos ante algo del Millarverso, pero no. Resulta que este Nemesis se publicó un mes antes de que saliera el de Millar. Probablemente, de hecho, se publicó porque salía el de Millar. Porque Nemesis no dejaba de ser un personaje de DC.
Es cierto que en los sesenta habíamos tenido a Nemesis Kid, creado por Jim Shooter como enemigo de Karate Kid, miembto de la Legión de Super-Villanos y aparentemente muerto desde los ochenta. Que con las continuidades de DC es mucho decir.
Pero no, nos referimos a Tom Tresser, el tipo del jersey negro de cuello vuelto y el símbolo de la balanza. Presentado en ese mismo 1980, en un The Brave and the Bold como complemento, creado por Cary Burkett y Dan Spiegle, sus apariciones irían del 166 al 193 -en 1982-, con una apariencia de muerte.

Que, por supuesto, no fue. Porque le reencontramos en el Escuadrón Suicida en 1987. En donde no duraría mucho.
Reaparecería en 1993 con los Shadow Fighters que estaban lucharon contra Eclipso, teóricamente el único superviviente. (Luego irían sobreviviendo más gente a posteriori, como pasa siempre con estas personas)
Y para 2006, durante One Year Later, empezó a aparecer como secundario del relanzamiento de turno de Wonder Woman. Hasta 2009. Y entonces -sea o no por casualidad- resultó que en 2010 se sacó esta mini. En la que sigue yendo de negro y con la cara destapada. Así que si alguien quisiera copiarlo es lógico que decidiera vestirle de blanco y con la cara tapada. La Inspiración y el Homenaje funciona así.
Pero, claro, no hay que pensar que solo porque, digamos, alguien hiciera un anuncio diciendo «Descubre qué pasaría si Batman fuera el Joker» en la editorial propietaria de dichos personajes, con otro personaje secundario con ese nombre que llevaba años dando vueltas y que había recuperado cierta notoriedad al llevar tres años en uno de sus títulos fundamentales decidieran crear un cómic, cualquier cómic, el thriller más genérico del mundo, y meter dentro al Joker y Batman. Y llamarlo Los Impostores.
¿Qué sentido tendría hacer eso en un mundillo del cómic como el nuestro? Ninguno, ninguno, claramente ninguno.
Por supuesto Tresser seguiría apareciendo por DC, después del follón de los New 52, esta vez como parte de Checkmate. Luego pareció que le habían asesinado en el follón del Santuario, y después le des-asesinaron. Así que por aquí anda aún, para cuando quieran necesitarle. Qué puedo decir, es uno de esos personajes para el que las cosas de los cómics superheróicos es la rutina de costumbre.
06) Neon Joe: Werewolf Hunter (2015, 2017)

Lo creáis o no, hubo dos números, uno por cada temporada de la serie de [adult swim]. Sí, está basada en una serie de [adult swim], que no deja de ser un bloque de Cartoon Network, o la mitad de su cadena o yo qué sé… Pero el caso es que son ambas propiedad del conglomerado de turno con el nombre Warner que les haya tocado. Así que tenemos otro ejemplo de aquello de la sinergia. De ahí que fuera un cómic gratuito. Ah, que no lo había dicho y lo mismo no notasteis que faltaba en la portada el precio. Pues sí, eran unos cómics para repartir en eventos y así ayudar a popularizar la serie.
¿Que cómo salieron los cómics? Pues… ¿Vosotros dirías que la serie es muy popular?
Pero no os preocupéis, que podéis… experimentar… un acercamiento a ese material:
07) Nevada (1998)

Creo poder decir sin equivocarme mucho que Nevada es uno de los cómics más Steve Gerber que se me ocurre. No de los mejores, pero sí de los más ‘ah, sí, un cómic de Gerber‘ que puedo pensar. Parte de lo que vemos aquí no desentonaría en Howard o en She-Hulk, por ejemplo. Pero, claro, en el momento en el que tienes a una… bailarina exótica llamada Nevada que actúa junto a su inseparable avestruz Bolero en Las Vegas mientras un grupo de hampones ¿extradimensionales? hacen que la policía la investigue por unos extraños asesinatos… No, claramente es Gerber desde la sinopsis. Que el dibujo sea muy Genérico de Vértigo Noventero Sección Línea Clara -es decir, los que se podían distinguir los personajes del fondo- y, a la vez, tengan algo claramente setentero… lo convierte en casi atemporal.
08) The New Adventures of Charlie Chan (1958—1959)

Es ciertamente sorprendente que no os haya dado más la vara con los cómics de Charlie Chan. Con Charlie Chan en general. A veces sospecho que porque tampoco le importa mucho a nadie. Pero, claro, ¿qué le importa en realidad a la gente en ADLO!? Quizá por eso he logrado colar alguna referencia aquí y allá, incluyendo aquella vez que hablé de lo de Jack Kirby.
Pero el asunto vuelve. Siempre vuelve. Charlie Chan fue extremadamente popular en el no-tan-lejano pasado de USA. Como Bulldog Drumond o Nick Carter. No, el de Backstreet Boys no, digo el que fue tremendamente popular y omnipresente durante una buena temporada y de improviso dejó de salir en sitios y la gente pareció olvidarse de él. Y, además, era detective.
Pero es una buena cosa tener esto en cuenta: La fama es efímera, uno nunca sabe por dónde van a salir las popularidades del presente y lo que hoy es tremendamente popular lo mismo en unos años nadie recuerda. O casi nadie. La vida da vueltas y The Shield vuelve a ser ‘Ah, sí, ese personaje que dibujó ROB! un rato antes de enfadarse’ cuando menos te lo esperas.
Pero volvamos a Charlie Chan. Nuestro detective asiático tuvo tira cómica desde 1938 hasta Pearl Harbour, en 1948 fue retomado primero en Prize Comics, luego en Charlton Comics y, finalmente, en DC Comics en 1958 aprovechando la nueva serie de televisión.
Duró, eso sí, solo seis números.
Pero no os preocupéis que luego iría a Dell Cómics en los sesenta y a Gold Key en los setentas. En los ochenta pasaron cosas y, pese a eso, eternity reeditó aquellas primeras tiras.
Por supuesto para que lo recuperen solo hace falta que alguien tenga ganas de dos cosas: Escribir detectivesco clásico y tratar con respeto a los asiáticos. Así que seguro que ya estamos más cerca de conseguirlo.
09) New Comics (1935—1936) / New Adventure Comics (1937—1938)

En diciembre de 1935 DC Cómics decidió dar un valiente paso adelante y publicar New Cómics, una publicación con el tamaño de medio tabloide -cercano (o más cercano) al tamaño actual de los cómics, digamos- y que ofrecía cómics no publicados antes. Posiblemente se dieron cuenta de que ese había sido el problema con las cabeceras Cómics Repetidos y Cómics Viejos.
Sea como fuera el inicio fue prometedor dentro de un orden. Sí, dentro de estos cómics pudimos encontrarnos a 17-20 on the Black, Captain Jim of the Texas Rangers, Don Coyote o The Strange Adventures of Mr. Weed. Historietas todas reales -y solo una fracción de los personajes recurrentes que aparecían-, pero faltaba algo. Ahí es cuando entró el cambio de nombre para el número 12, en el que pasó a ser

Del 12 al 31. A partir del 31 quedó claro que la gente ya había tenido suficientes cómics nuevos, así que desde el 32 pasaron a llamarlo, a secas…

Sí, ESE Adventure Comics.

Que tendría varias vidas, primero de 1938 a 1983, luego un volumen 2 de 2009 a 2010 que pasó a recuperar la numeración tradicional en 2010 antes de cerrar en 2011.
¿Qué puedo decir? Se empieza con New Comics y a saber dónde puede terminar uno.
10) New Deadwardians (2012)

La historia alternativa es así, montas una Inglaterra imperial con vampiros y zombies pero en la que la investigación de unas muertes sean lo principal. Hay algo de crítica colonialista y, en general, lo necesario para que lo sacaran en Vértigo. ¿Desnudos? Pues claro. Lo raro es que no lo hayan adaptado a serie. Será que aún no lo veían tan claro.
11) New Fun Comics (1935)

Como segunda parte de lo que hablábamos antes tenemos este New Fun Comics que puso el NEW porque su innovación era, precisamente, que no era un recopilatorio de tiras de prensa o páginas de revistas. Quién iba a decirnos que NEW sería más importante que FUN. Aunque en la cabecera no le dan tanto espacio. En cualquier caso, la hicieron con el formato tabloide normal y eso no acabó de funcionar, así que -más allá de intercambiar personajes con otras cabeceras… como New Comics que se quedó el Captain Spinacker– y para el número siete habían pasado a ser More Fun Comics. Todo deja de ser New después de un tiempo, supongo.
More Fun Comics duraría de 1936 a 1947, cerrando en el 127. Y serviría para presentar primero en los treinta al Doctor Occult, The Spectre y el Doctor Fate. Ya en los cuarenta sería el lugar donde aparecería Green Arrow o Aquaman, para el 101 de 1945 veríamos a Superboy. Pero a partir del 108 decidieron cambiar un poco ls cosas. More Fun Comics pasaría a centrarse en cómics de humor, los superhéroes se mudarían a Adventure Comics (como veis, todo estaba hilado) y eso significaría… el cierre de esta cabecera en 1927.
Y así dejó de haber More como antes había dejado de haber New.
12) New Gods (1971—1972) (1984) (1989—1991) (1995—1997) (2025—) / Return of the New Gods (1977—1978) / Death of the New Gods (2007—2008)

Una vez más, Kirby volvió a DC para estas cosas. Aunque cualquiera que leyera el primer número pensaría que había habido un error allí y que en realidad se debería de haber llamado…

Supongo que The New Gods facilitaba las cosas si Orion pedía un aumento de sueldo porque si no se largaba de la serie. Y, de hecho, la portada del tercer número…

animaba a pensar eso mismo. Pero sería el único que lo tuviera. En esos primeros 11 números que logró durar el invento. Y en los que, por cierto, demostraba Kirby estar más que dispuesto a meter héroes que no solo fueran blancos.

Con éxito desigual, pero lo intentaba. (Y sí, había aparecido originalmente en Forever People, pero aquí le vemos en un contexto de The New Gods)
Pero, como decíamos, para el número 11 acabó -un poco de cualquiera manera, menos atado con un lacito como Mister Miracle, desde luego- aquella primera etapa… para ser revivida por un número 12 unos 5 años más tarde. Previo tanteo en una de esas colecciones especiales de las que ya hemos hablado.

Como veis, con algún cambio más, comenzando por el título:

Y siguiendo, claro, por el nuevo traje de Orion y el equipo creativo que aquí pasaría a ser Gerry Conway y Don Newton. 8 números más tarde la cosa se acababa de nuevo. Dejándola sin un final propiamente dicho, porque pasaban la historia que estaban contando a…

Sí, Adventure Comics de nuevo. Ya veis que el espacio dado al asunto era el que en DC pensaban que merecía. Lo cierto es que aunque tanto en el último número como en Adventure se anunciaba que el paso había sido de uno a otro había aparecido entre medias una aventura igualmente guionizada por Conway en Super-Team Family:

y luego en Adventures no duraría mucho más porque para el segundo número podéis ver la relevancia del asunto

Pero Conway era un hombre de recursos, así que primero se los llevó al Secrets Origins os Super-Heroes… perdón, al DC Special Series

y luego aprovechó que le habían puesto a guionizar Justice League of America (desde el 151) para montarse en el 183



un trío de números con la tradicional reunión JLA/JSA de fondo para rematar la historia. Con la derrota ahora_sí_de_verdad_definitiva_0k_3 de Darkseid.
Aquello ocurría a finales de 1980 y, pese a todo, para 1984 ya estaban de vuelta.

en forma de reedición de lo de Kirby, eso sí. 6 números para los 11 habituales. Porque en el último meten una historia nueva, Even Gods Must Die, hecha por Kirby para redondear. O algo.
Y después de esto solo hubo que esperar cinco años para la siguiente:

Ya os dije que hubo cosas que fueron noventeras antes de los noventa. Mark Evanier guionizando y Paris Cullis como dibujante, con Rick Hoberg apareciendo aquí y allá hasta hacerse cargo del 19 al 22, el 23 se hace cargo Steve Erwin, hasta el regreso final de Hoberg del 26 al 28. 28 números, por cierto, que ya son más que todos los anteriores juntos. Teniendo en cuenta que termina con algo así como zombies lo cierto es que podría haber sido peor. Corte a su regreso cuatro años más tarde en 1995.

Estoy dispuesto a concederos que esta versión es más noventera incluso que la anterior. Supongo que habrá alguien pensando si el noventerismo entraba también en el interior.

Yo diría que sí.
Y sí, Ace Ventura 2 se estrenó ese mismo año.
Tom Peyer y Rachel Pollack guionizaban, no sabemos bien cómo, y luego Luke Ross dibujaba, sabemos demasiado bien cómo. ¿Que cómo?

Tocado por la gracia de ROB!

Bastante tocado.
En el seis se marchó Peyer, en el siete apareció Stefano Raffaele, y comenzará una rotación de dibujantes para los siguientes números con Dean Zachary, Keith Giffen y Sergio Carriello que dibujaría el once. Unos últimos números con la presencia de Superman, por cierto, que ya sabemos que se fue posicionando como rival de Darkseid.
Y, para el 12… John Byrne.
Que hizo lo de siempre, llegó sin importarle lo de los anteriores, montarla y para el 15 pedir que la cerraran para ‘relanzarla’.

A su mayor gloria.
Si la serie anterior había durado de 1995 a 1997 esta nueva lograría aguantar hasta 1998. En fin, sus cosas. Y eso que ese mismo año habían sacado un especial

Y, al mes siguiente, cerraron la serie.
Algo que lograría mantener el título fuera de circulación durante una décad, con los personajes haciendo apariciones aquí y allá hasta que los recuperaron para…

Sí, para matarlos.
Bueno, y para que Starlin volviera a hacer su cómic de siempre.
La historia acabaría en 2008 (seguido por un especial Countdown que lo que hacía era reimprimir historias antiguas), a tiempo para los follones de continuidad de DC como The New 52. Que también tendría lugar en todo este jaleo cuando en 2014 se publicó

17 números duró. Hasta 2015.
Y sí, era muy propio de la época.

Mucho.
Y para 2017

El resultado fue… el esperable.
Si la idea hubiera sido recuperar a los personajes lo cierto es que les llevó un rato. Porque hasta febrero de 2025 -fecha de portada, guiño- no apareció

que traía a Evan Cagle a dibujar las historias con una mezcla de estilos de inspiraciones europeas y asiáticas. Lo que, a estas altura de la historia de los personajes, supongo que ya es algo.
13) The New Guardians (1988—1989)

Vale, sí, sobre los New Guardians, Extraño, Floro, Gloss, RAM, Jet… la historia del Hemo-Goblin y demás escribimos ya hace un tiempo… pero eso no significa que no merezca ser recordado de nuevo porque pocas series encajan mejor en el adjetivo ADLiano que esta.
14) New History of the DC Universe (2025—)

En un intento de DC de organizar con orden y coherencia su continuidad pensaron que darle a Mark Waid lo que está más cerca del libro ilustrado que del cómic era lo más sensato. No diré Sale Mal porque por lo menos intenta hacerlo tan sencillo y comprensible como para que hasta los ejecutivos, editores y guionista de la compañía puedan entenderlo. Pero duro que su explicación o coherencia duren mucho más allá del minuto en que se publiquen. Y eso siendo optimista, probablemente sea incluso antes.
15) New Romancer (2016)

Milligan y Parson crean un cómic con un malvado Casanova, un Byron… bueno… un Byron, servicios de citas que salen mal… en fin, lo esperable en estos casos que lo mismo presentan dildos como armas o malvadas empresas que usan IAs para recrear a los fallecidos como si fuera la sección de cultura de La Vanguardia. Claramente una decisión.
16) New Super-Man (2016—2018) / New Super-Man and the Justice League of China (2018)

Los intentos de las empresas estadounidenses de hacerse un hueco en ‘el mercado asiático’ (China, la mayor parte de veces es China) tienden a ser más divertidas que ver que interesantes. A veces por motivos externos, como aquí cuando al pobre Gene Luen Yang al que le van poniendo dibujantes como si fuera aquello Vértigo en lo más duro de los noventas.
Bien es cierto que aquí tampoco tiene mucho con lo que hacer, aunque intenta que el personaje de New Superman sea algo más que un cliché y, ya puestos, repasando lo que podríamos llamar ‘el pasado asiático’ de DC. Diría que ‘fuera para bien o para mal’, pero todos sabemos que fue fundamentalmente para mal.
Para el número veinte intentaron… no tengo muy claro qué intentaron, cambiándole el título a

pero dado que la cosa se acabó en el 24. Que mucho es. Y, total, a Kenan Kong le hemos seguido viendo aquí y allí, sobre todo en títulos de la super-familia, así que supongo que no es un mal final.
O algo.
17) New Talent Showcase (1984—1985)(2017) / New Talent Showcase 2017 (2018) / New Talent Showcase 2018 (2019) / New Talent Showcase: The Milestone Initiative (2023)

La idea de DC era, por supuesto, showcasear el talento, que es algo que ya sabemos regularmente que pasa. Comenzaron con una serie de comics: Durante los tres primeros números sacaron Forever Amber de Rich Margopoulos y Stan Woch y Class of 2064 de Todd Klein y Scott Hampton, los dos primeros incluyeron también Sky Dogs de L.B. Kellogg y Tom Mandrake. Y luego, además, algunos cómics sueltos. Que se convirtió en la norma a partir del cuarto, a ver si algo quedaba. Luego llegaron Feral Man de Steve Ringgenberg y June Brigman, y Ekko de Rich Margopoulos y Steve Lightle. Etc. Iban cogiendo y soltando series, normalmente sin que nada ‘se quedara pegado’.
Para el 16 intentaron un cambio de aspecto, dando menos importancia a los cómics y el resto de cosas, como lo de NEW…

Y para el 19 todo había terminado.
Pero ya sabemos que eso no significa que no se pueda volver a intentar… dándole una vuelta.

En 2016 lo intentaron al revés. Personajes conocidos y autores no-tan-conocidos. Tuvo el suficiente éxito como para tirar un par de ellos más, siempre con fecha de portada del año siguiente pero fecha del que tocaba. Es decir, fecha de portada enero 2017 pero se publicaba en noviembre de 2016, etc. De ahí que en años venideros tuviéramos:


Después de 2018 pareció que el interés disminuía, pero en 2023 probaron a meterle un giro más:

Sí, esta vez los personajes serían de Milestone. O el Dakotaverso. De hecho, podéis usar esta portada la próxima vez que alguien diga que conoce perfectamente DC. A ver si os puede nombrar a los doce personajes que aparecen.
Dado que no han repetido parece que tampoco así, pero ya sabéis. Es cuestión de tiempo que se les ocurra cómo intentar repetirlo.
18) The New Teen Titans Drug Awareness Special (Keebler) (NSDI) (IBM) (1983)

No voy a hablaros aquí de los New Teen Titans, por dos motivos. En primer lugar, porque tiene pinta de ser mucho trabajo y, la verdad, seguimos en agosto. La segunda, porque EN REALIDAD debería de hacerlo en la T. Así que para entonces ya me decidiré.
Pero lo que no puedo es dejar pasar estos especiales de Qué malas son las drogas pagados por gente que no era mucho mejor que las drogas. Es decir, el gobierno Reagan -y Nancy– y una serie de empresas y conglomerados a cual más divertido. Comenzando por Keebler Company, propiedad entonces de United Biscuits.

La segunda la presenta la Soft Drink Industry.

Y la última es IBM.
Comencemos diciendo que Kebbler no debió de pagar lo suficiente porque le pusieron la portada con todo el mundo triste y su mascota sonriendo, el muy cabrón.
Ah, y si os preguntáis quién es el tipo que parece Marvel Boy con los colores cambiados… es Protector. El personaje al que tuvieron que meter porque Robin tenía unos derechos de imagen que impedía que saliera EN UNOS ESPECIALES CONTRA LAS DROGAS. ¡¿QUÉ NOS QUIERES DECIR, DC?! Pero bueno, parece que fue por un asunto de empresas, porque Keebler iba a patrocinar uno y Robin tenía un acuerdo con otra empresa, Nabisco, así que en su lugar pusieron a este otro y le llamaron PROTECTOR. Suponemos que después de haber rechazado Sensitive, Estrías o SinLatex. El personaje no volvería a aparecer, lo que significa que tanto rollo con las drogas y luego los Titanes iban sin Protector.
Luego tanto ellos como los de las bebidas, que están en… el negocio del azúcar (truenos y relámpagos), y la IBM tiene tanto que hablar de la cosa digital como de… bueno…

DECISIONES.
Y, ciertamente, IBM puede hablar largo y tendido de TOMAR DECISIONES

La verdad es que podría haber hecho un resumen del cómic porque el contenido da para posteo, pero entonces estaríamos centrándonos en quién pensó que era buena idea todo esto de sacar tres distintos en lugar de… digamos… cambiarle las portadas.
Aunque, al final, volvemos a lo mismo… Decisiones.
19) The Newsboy Legion and the Boy Commandos Special (2017)

Por supuesto que lo más lógico en estos especiales de Kirby era darle el que reunía a la Newsboy Legion y los Boy Commandos a Howard Chaykin. Claro que una vez lo lees te preguntas más por las decisiones de entintado y coloreado. Por lo demás, es un cómic extremadamente Chaykin. Hasta el punto de que puede llegar a parecer más una parodia de Chaykin que un homenaje a Kirby. Pero supongo que cada uno tiene su trayectoria.
20) Newstime: The Life and Death of the Man of Steel (1993)

Para empezar, Superman había muerto. Así que sacar un ejemplar ‘conmemorativo’ parecía obvio. Pero en lugar de la clásica recolección decidieron hacerlo con forma de revista de actualidad y, como tal, dotarlo de un formato que muchas veces no tenía demasiado sentido dentro de algo conmemorativo, pero sí para que la redacción de DC se echara unas risas. No hay más que mirar los anuncios

y la peculiar mezcla de figuras del universo DC y figuras reales, que uno nunca tiene muy claro dónde empieza y acaba la ficción. Igual que muchas veces no está claro hasta que punto las cosas más tópicas

entran dentro de lo real o lo imaginado. Pero lo importante es que les quedó algo suficientemente original como para que se acuerden la próxima vez. Suponiendo que alguien se crea de verdad otra muerte de cómic, claro.
21) Night Force (1982—1983) (1996—1997) (2012) / Tangent Comics/ Nightwing: Night Force (1998)

La reunión de Marv Wolfman con Gene Colan acabó con la creación de un cómic más o menos de terror, más o menos de aventuras, en la que teníamos a todo un grupo de personajes diversos que se encontraban y desencontraban luchando contra las fuerzas del mal. Pero dejemos de hablar de La tumba de Drácula.
Cuando se reencontraron para Night Force el centro no estaba en el villano sino en algo que ya habíamos visto otras veces, un tipo inteligente y con conocimientos que reunía a un grupo de personas para hacerle el trabajo sucio. Pero esta vez era para luchar contras fuerzas más o menos del mal. Había un periodista, un científico y una mujer con habilidades psíquicas. Y luego alguna persona más, pero lo cierto es que toda esta gente peculiar -el científico investigaba lo sobrenatural y perdería a su mujer durante un ritual satánico que saldría mal, qué puedo decir- iría de un lado a otro sin que quedara más claro que el Baron Winter pese a su figura mefistofélica, sus viajes en el tiempo y su incapacidad de abandonar su mansión en la actualidad estaba decidido a comandar esta Night Force a como diera lugar.
La aventura duraría 14 números, al final de los cuales leeremos

Por supuesto no volvimos a saber de ellos.
Al menos durante 13 años, tiempo tras el cual

Wolfman, ahora con Brent Anderson como dibujante, un nuevo grupo -y apariciones de alguno de los antiguos-, niños asesinos, sectas del milenarismo -que iba a llegar- e incluso un mínimo de ‘nueva carne’. Para el 4 Anderson es sustituido por un número por Eduardo Barreto, y luego vendrían Shawn Martinbrough (tres números), Matthew Smith (cuatro números) y Sergio Carriello para el 12, el último.
Pero ese mismo 1997 vio la aparición de Tangent Comics, incluyendo el de Nightwing. Y en 1998 hubo una segunda ola que incluyó…

Sí, una versión de John Ostrander que mezclaba ese Nightwing reimaginado con una Night Force igual de reimaginada. Nightwing era aquí no una persona sino una organización. Una a la que se oponían la Doom Patrol (compuesta por Doomsday, Firehawk, Star Sapphire y Rampage) y a cuya lucha se unía aquí una Night Force compuesta por Black Orchid, Gravedigger, Hex, Jade, Nightshade, Obsidian y Wildcat.
Supongo que la culpa de todo esto es de La Era del Apocalipsis, pero las ganas de epatar de Ostrander no ayudan a que esto funcione pero sí a que vayan apareciendo ideas GENIAL!es. Un ejemplo:

Así que casi puedo decir que lo que más me sorprende es que Wolfman tuviera aún otra oportunidad.

Tras la de 14 y la de 12 ahora llegaba la de 7. Así que no hay que descartar que si vuelve sea como one-shot. La pena es que eran los New 52 así que tuvieron la oportunidad de cambiar a los personajes. Y el dibujo de Tom Mandrake… bueno.
El número terminaba con el nuevo Mandrake hablando de ‘lo siguiente’. Y no hubo siguiente. De momento. Al fin y al cabo Wolfman tiene solo 79 años, aún puede engañar a alguien de DC. No parece tan difícil.
22) Night Tribes (1999)

El paso del noventerismo al dosmilerismo podría mostrarse en este cómic, un one-shot con mucha página llena de monstruos bichos y detallitos pero con todo más redondeado, menos excesivo en su noventerismo y más en sus ganas de desagradar. En fin, no siempre podemos tenerlo todo.
23) Nightmaster: Monsters of Rock (2011)

Aparecido por primera vez en el año ’69, en un Showcase, este cantante reconvertido en héroe de lo oculto que acabó abriendo una tienda para disimular mientras seguía combatiendo con su Espada de la Noche y, llegado el momento, se convirtió en algo así como el líder de los Shadowpact.

Tantos años en activo y no sería hasta 2011 que tendría la oportunidad de tener su propio título. Ese one-shot hasta cierto punto humorístico -o al menos, sin tomarse mucho en serio- hasta el punto de ponerle de acompañante un viejo fan de la categoría fanpesado. Pero, al menos ha tenido la posibilidad. Supongo.
24) Nightwing: Alfred’s Return (1995)

Dejad por un momento de intentar descubrir lo que está pasando en esa portada y vamos con un poco de texto.
Sí, podríamos haberle dedicado una entrada más larga a Nightwing. No solo por la cantidad de chistes sobre Batman que cabían, o sobre su gusto para los trajes, también porque es cierto que ha tenido colecciones y apariciones todo el rato. Colecciones con su nombre ha tenido desde 11 años después de que decidiera ponerse ese nombre, en 1995 (mini de 4 números), seguido de un segundo volumen que fue de 1996 a 2009, un tercero de 2011 a 2014, sustituida por Grayson de 2014 a 2016 y el cuarto volumen de 2016 a ya veremos cuándo. Y eso solo en series regulares.
En minis compartidas, especiales y similares tenemos también una buena lista entre Tangent Comics/ Nightwing (1997), Tangent Comics/ Nightwing: Night Force (1998), Nightwing/Huntress (1998), Nightwing Secret Files and Origins (1999), Nightwing 80-Page Giant (2000), Nightwing: Target (2001), Nightwing: Our Worlds at War (2001), Batman/Nightwing: Bloodborne (2002), Convergence: Nightwing/Oracle (2015), Nightwing: Rebirth (2016), Nightwing: The New Order (2017—2018), Nightwing/Magilla Gorilla (2018), Batman: Prelude to the Wedding: Nightwing vs. Hush (2018), Future State: Nightwing (2021), Knight Terrors: Nightwing (2023), Nightwing: Uncovered (2024) y, por supuesto Nothing Butt Nightwing (2024—).
Y no es que no pudiéramos hablar de ellas, de Nothing Butt Nightwing algo hemos dicho, y de las demás… digamos que estuvimos muy cerca de elegir a otra candidata. No hay más que ver la portada para entender por qué.

Pero nos decidimos en su lugar por el one-shot que lo empezó todo, la primera vez que alguien pensó que poner Nightwing en la portada podría vender. Aunque sea solo porque es lo que mejor se entiende de la portada.
Vale, es cierto, no era exactamente la primera vez que le habíamos tenido dando vueltas por ahí. En 1987, solo tres años desde el cambio, tuvo un espacio en los Secret Origins

y al año siguiente le dieron un serial en el Action Comics Weekly del 613 al 618

seguido por otro del 627 al 634

(Todo ello recopilado en 2013 dentro del tomo Nightwing: Old Friends, New Enemies)
Pero no le habían dado algo con su nombre. Es cierto que no había dejado de aparecer aquí y allí entre unas colecciones de la batfamilia, otras de los titanes y lo que le pillara por ahí. Pero no tenía algo propio… hasta esto.
El final de KnightsQuest había incluido a Alfred yéndose a Londres. Ya, bueno, no vamos a intentar entender KnightsQuest a estas alturas. Nightwing va allí a tratar de convencerle de que regrese y le encuentra en mitad de un follón con la mujer con la que estuvo a punto de casarse y su hijo. Lo típico. Aunque es cierto que el interior es menos noventero que la portada, al fin y al cabo dentro tenían a Dick Giordano, así que lo más noventero era el diseño del traje de Nightwing y el que llevara una coleta que le llegaba hasta la identificación de Nightwing. Pero, claro, ves la portada de Brian Stelfreeze y piensas que el noventerismo había llegado. Y que habían decidido meter un cambio para la batfamilia en un número externo a ver si eso animaba las ventas y le daban serie propia. Supongo que en ambos casos tuvieron éxito.
No todo el mundo puede presumir de haber compartido título con Magila el Gorila.
25) Nine Princes in Amber (1996)

Pues sí, en un momento de los noventa alguien en DC pensó que podían hacer una adaptación de la saga de diez títulos de Zelazny. Duraron hasta el segundo. Que ya tienen mérito teniendo en cuenta lo estático sección Vértigo que resultaba esta primera adaptación en tres partes. Pero bueno, así son en DC, siempre innovando.
26) Ninja Boy (2001—2002)

Como ser visitado por el fantasma de los dosmiles pasados, los seis números de esto que presupongo que podríamos llamar amerimanga por llamarlo algo, con páginas sin una palabra y otras llenas de ellas, sirven de encapsulamiento de lo que uno podía publicar incluso después de que DC se hiciera con Wildstorm.
27) The Nobody (2009)

En contra de lo que pudiera parecer, crear algo en 2009 no tiene por qué hacerlo menos de la década. Como demuestra este cómic que es bastante más ‘cómic indie USA trata de darle la vuelta a una historia conocida’ de lo que uno pensaría que en 2009 tendríamos por delante. Pero supongo que por algún lado tenían que dejar que Lemire hiciera sus cosas. Y sí, es exactamente la historia que crees, pero usando solo el punto de partida para contar algo distinto. Supongo que como siempre con estas cosas.
28) Noche Roja (2011)

Vale, es cierto, posiblemente no habría metido esta historia ‘criminal’ en blanco y negro en la lista si el nombre no estuviera en español. ¡Pero es que lo está!
Y luego hay un montón de diálogos entre «<» y «>» porque ‘en español en el original.
Para que luego digan que no hay diversidad en las cosas de Vértigo.
29) North 40 (2009—2010)

Alguien la caga con un conjuro y tu pueblecito acaba envuelto en transformaciones monstruosas y terror tentacular. Con mucho lovecraftismo y una clara intención de convertirse en una serie regular que, sin embargo, no llegó a lograr. Supongo que porque a alguien se olió el pescado.
30) Nubia: Real One (2021) Nubia and the Amazons (2021—2022) Nubia: Coronation Special (2022) Nubia: Queen of the Amazons (2022) Nubia & The Justice League Special (2023) Diana and Nubia: Princesses of the Amazons (2023)

Es sorprendente -usando de manera muy ligera la palabra y su significado- cómo a Nubia la están poniendo en títulos desde solo 2021. Podría parecer que es un personaje reciente y no.
Nubia apareció por primera vez en el Wonder Woman 204 de 1973.

En él Wonder Woman se enfrenta a una mujer en armadura que acaba revelándose como…

Nubia. Y sí, Wonder Woman ve a alguien morenito y decide hablarle en español. Debe de ser la famosa sabiduría de Atenea.
Para el 206 se explica que en realidad cuando Hipólita creó a Diana en realidad… bueno, mejor que os lo explique ella:


Así que, resumiendo, Diana tiene algo así como una hermana gemela de otro color, que no fue bendecida por los dioses, que fue raptada por Marte, a la que buscaron pero no mucho y de la que decidieron todos olvidarse. No por su color, que va, en absoluto. Es que son cosas que pasan. Pero en ese 204 regresa y aparece tres números. Hipólita termina el último número diciendo que ‘puede ser’ que esa Nubia se la misma Nubia que su Nubia, es decir, lo mismo Marte se dedica a raptar niñas negras llamadas Nubia. Todo el mundo necesita un hobby. Y a Diana debe de parecerle que ‘imposible saberlo’ porque no vuelve a intentar buscarla.
Hasta el punto de que su siguiente aparición será al año siguiente en Supergirl, en el número anterior a que cancelaran su serie. Y visto todo el capítulo y la manera de tratarla… casi mejor.
No volveríamos a saber de ella hasta 1999, recuperada para la post-Crisis en un anual que quizá no era el mejor para recuperarla…

Una vez más, Decisiones Fueron Tomadas. El caso es que esta recuperación de Nubia, ahora Nu’bia…

no es una posible hermana sino una amazona que ganó el torneo antes que Diana y, por tanto, la mandaron al infierno. Bien es cierto que no es lo único, porque parece que ahí ligó con Ahura Mazda, entidad suprema del zoroastrismo y de los antiguos persas. Supongo que es cuestión de tiempo que en una serie de DC salga un ligue de Yahve o algo así. Catedráticas en colombofilia seguro que tienen.
La siguiente vez que aparece, ya en la colección regular y en 2000, es en un par de números para perseguir a un demonio y devolver la vida a su dios-novio. Y luego en 2002 una mención de pasada en el The History of the Amazons en Wonder Woman Secret Files and Origins.
Tras esto no volveremos a saber de ella hasta… 2019. Lo que supongo que explica por qué no han sacado un tomo recopilatorio con sus aventuras antiguas. Iban a terminar muy rápido.
Nubia ahora -porque de 2002 a 2019 han pasado 17 años y como tres o cuatro reboots del universo DC- y reaparece traicionando a las Amazonas uniéndose a la hija de Darkseid. En realidad era parte de un truco o algo, yo qué sé. Pero se queda por ahí de fondo. De hecho en DC Rebirth en el número 750 de Wonder Woman se acuerda de nuevo de ella… Para presentarla como una guerrera más, de nuevo, y decir que estuvo cautiva de un hombre que la tenía encadenada y la violaba. En fin, parece que solo tuvieran un número de historias que contar. Pero alguien decidió cambiar esto.
Y entonces llega ese 2021.
Un año en el que lo primero que hacen es sacar su cómic juvenil Nubia: Real One. En este cómic es una joven adolescente aparentemente normal pero que resulta tener la fuerza y blablabla de una amazona. Así que un día hay un incidente, usa la fuerza, sus madres tienen que llamar a ‘alguien’. Que, por supuesto, es Wonder Woman. Que le cuenta que es su gemela. Su gemela de como veinte años menos, supongo. En fin, hemos vuelto al principio, pero con varios giros. Pero lo importante es que Nubia ahora puede ir a manifestaciones de Black Live Matter. No, no, no lo digo como comentario sarcástico. Es literal.


No sé a quién engañaron o si no prestaban atención, pero pasar de la anterior versión a esta es todo un logro. El cómic habla también de machismo, violencia contra las mujeres, tiroteos en las escuelas… en fin, un ALL-IN USA. Es sorprendente lo que logras contratando autoras afroamericanas, en este caso una guionista estadounidense y una dibujante jamaicana.
Pero esto fue el principio del año y en un título juvenil, ese mismo 2021 en el universo habitual durante lo de Dark Nights: Death Metal Diana se larga a combatir, y en mayo -en Infinite Frontier 0- la reina Hipólita ofrece a las amazonas cubrir el puesto de Wonder Woman, les va explicando lo que conllevaría… y al final solo Nubia se atreve. Lo que pasa es que era un truco -como siempre- porque Hipólita es la que se va a quedar de reemplazo de Wonder Woman, mientras que Nubia ocupará el trono. Lo que nos lleva a:

En la que explican que Nubia nació como amazona por el estilo tradicional: Saliendo del Pozo de las Almas cerca de cuando la princesa Diana -la suya- nació. Algo importante porque la serie comienza tras todos esos años sin actividad con la aparición de cinco nuevas amazonas salidas del pozo. Ninguna de las cuales tienen el pelo largo tapándoles de la cara ni salen de la tele, para que digan luego que están respetando las tradiciones. La mini se usa, por tanto, para ‘contar’ cómo funcionan las cosas, que es una forma de reseteo como otra cualquiera. Explicando que han podido tener una vida antes pero que ni la recuerdan ni es importante, porque cuando llegan a Temiscira tienen que encontrar de nuevo su propósito y lugar. Así, volvemos de nuevo a la historia de Nubia como guardiana de la Puerta del Infierno -bueno, Doom’s Doorway, que suena un poco menos Sunnydale-, (algo que enlaza con lo que cuentan de ella en Wonder Woman 80th Anniversary 100-Page Super Spectacular), también aprovechan para recuperar un símbolo de su breve aparición por WW hacía unos 20 años. El león. Por supuesto nos enseñan otras cosas como que tiene una relación con otra de las amazonas, o que la puerta se está abriendo. Por supuesto esto lleva a varias cosas, no solo a 2022, también fundamentalmente a que en una serie de solo 6 números para el final del 5 nos anuncian ya que participarán en un crossover, que tiene llegar en el sexto y último. En fin, decisiones editoriales.
Trial of the Amazons es uno de esos crossovers en los que cada serie, incluso las creadas para la ocasión, parecen estar contando una serie distinta en la que suceden algunos hechos comunes, que van encaminando a matar a algunos personajes que, si se acuerdan, ya volverán. (De momento no lo han hecho, pero sólo han pasado tres años). No te digo ya el follón de tener por medio a Yara Flor, Cassie Sandsmark y Donna Troy. Como para preguntar quién es quién. Aunque, de momento la cosa terminaba yendo a un especial.

Y aquí veremos la vida anterior, su vida como Zahavah, princesa de Madagascar. En serio. Una guerrera que comandó en la batalla y se encontró traicionada por un tipo que decidió que si mataba a suficiente gente podía llegar a ser rey. Supongo que por pura observación. También hablaría de otros asuntos sobre misoginia, raza, etc…
Y serviría para lanzar la siguiente serie. Miniserie esta vez:

Cuatro números duró Nubia: Queen of the Amazons (2022) y sirve más para hacer cosas distintas a las que nos habían presentado en el especial de coronación, así que podemos decir que la coordinación de DC sigue siendo la de siempre. Al final parece más centrada en mandar a la gente a la colección de Wonder Woman y en crear a una enemiga modelo Grace Jones no está muy claro para qué. Por cierto que este último número llegaría en noviembre de 2022, pero lo de Revenge of the Gods no llegaría hasta mayo de 2023.
Como decía, un ejemplo de gestión de DC.
Entre medias, en enero, tendríamos dos nuevos lanzamientos con Nubia en el título. El primero sería Nubia & The Justice League Special (2023)

Vendido como parte del 50 aniversario del personaje, y que en realidad sirve para meterla con la JLA a que todos digan lo guay que es, salga otra vez al mundo de los hombres -que tiene la sorprendente tendencia de ser Estados Unidos- y poco más. Desde luego nada que tenga que ver con ninguna de las tramas abiertas.
En cuanto al otro lanzamiento…

Continuación de uno de los títulos más exitosos de la colección infantil de DC, Diana: Princess of the Amazons, en esta vemos como Nubia desea una hermana y acaba encontrándose que Diana existe. Cosa que no recuerda. Ni Diana. Pero el resto sí. Porque Diana tuvo el mismo deseo. Tiene que aparecer Hera a explicarles el multiverso: En algunos universos Diana era hija única, el otros lo era Nubia, y los hay -como este- en el que las dos eran hermanas. Gemelas. Dentro de un orden. Y todo irá sobre adaptarse a esa novedad, lo que se pierde y, sobre todo, lo que se gana.
Por supuesto Nubia sigue siendo la reina de las amazonas, así que la vamos viendo en Lazarus Planet, Amazons Attack, Beast World, Absolute Power, Birds of Prey, por algún motivo también en Batman/ Santa Calus: Silent Knight Returns. Lo cierto es que desde noviembre de 2024 no la hemos vuelto a ver. Aunque no diré que por motivos electorales pero con DC por medio… a saber.
Aunque, al menos, ya hemos visto que Nubia no tiene prisa. Sus lectoras, por otro lado… Quizá agradecerían tenerla de vuelta, a ser posible viva y sin torturar.
¡Hasta aquí para esta letra! Ya veis que la N nos ha traído variedad y nostalgia, un poco de cada. Pero el mes que viene habrá más, aunque será en Marvel. Además, así podemos aprovechar mientras para ir pensando para dentro de dos meses, en las cosas que DC tiene preparadas para nosotros en la O. Y ya os podemos ir adelantando que os va a dejar…

OJIPLÁTICOS!
Los secretos del universo Marvel de la N a la… N
¡Un mes más, una letra menos! Y es una letra menos, nada menos que la N. Que no nos ha dado tanto trabajo como la M pero que sigue teniendo su aquel. Así que ya podemos ir empezando porque hay por delante muchos cómics llenos de… ¡NOVENTERISMO!
01) The ‘Nam (1986–1993)

No sé si hay mucho que decir en realidad de The ‘Nam, una de esas colecciones emblemáticas hasta el punto de que Panini reeditaría de 2011 a 2012 tres volúmenes que recogían los 30 primeros números y alguna historieta más. También tenían una portada recoloreada, pero como no quiero causaron traumas -o incitar a nadie a hacer posteos comparándolos-. Forum llegó hasta el 42, aunque también es cierto que lo llamó Viet’Nam. Pero no recoloreó, así que punto a su favor. De todas formas mejor volver a la historia original.
Larry Hama es muchas cosas, incluyendo un veterano de Vietnam. Uno que estaba de editor en Marvel y podía pedir relatos para la Savage Tales -ya llegaremos a la S, ya- lo que le sirvió para colar uno bélico de otro veterano, Doug Murray, con dibujos de Michael Golden. Unos años más tarde Jim Shooter -ese hombre- le dijo a Hama que quería un cómic al estilo de los de G.I.Joe, se le había ocurrido el título de la colección y le daba bastante lo mismo quién o con qué lo rellenara. Así que a Hama le faltó tiempo para contactar de nuevo con Murray y montarle un drama bélico realista. Y convencer a Golden tampoco fue muy complicado.
Murray pensaba que Shooter le echaría como muy tarde en el número 12. Pero resulta que funcionó. En parte porque a la prensa generalista USA le pareció remarcable. Y eso que a nadie de Marvel se le ocurrió decir que era una Novela Gráfica. El éxito no significa que no hubiera cambios, como pasar a ser solo para el mercado directo, o la marcha de Golden (claro), sucedido por Wayne Vansant. Y si pensabais que también sale de Savage Tales… efectivamente. ¿Y la serie cambió? Pues cuando Hama dejó de ser su editor, y la persona a la que él puso también se fue, llegó un editor que quería superhéroes, y dejar algunos recursos narrativos -como que fuera ‘en tiempo real’, narrando un mes cada número- lo que llegó a una serie de enfrentamientos que llegaron a su punto álgido cuando… bueno… Es más fácil enseñarlo.

Sí, el nuevo editor pidió una historia del Frank Castle pre-Punisher en Vietnam. Dos números de Roger Salick que no le hicieron ninguna gracia a Murray, pero -peor aún- que causaron un precedente. Y que, para cuando salieron, ya teníamos los movimientos en acción. Porque se dejó marchar a Murray en el 45 con algunos números escritos -que irían saliendo entre huecos- y un nuevo guionista contratado. Y se lo pidió, de entre todas las personas posibles, a Chuck Dixon. Que no tiene pinta de haber combatido en Vietnam, pero seguro que tiene el Canal Historia en casa.
Así que hasta el 45 estuvo Murray, el 46 y 48 los dos primeros de Dixon, en el 47 la guionista televisiva Jacqueline Zambrano (que estaba ocupándose junto a Donald R. Boyle y Coleman Luck de la serie Gabriel’s Fire), del 49 al 51 alguno de los guiones de Murray, y en el 52-53 Punisher. Para, en el 54, que Dixon tome el puesto con un arco de cinco números tras el que se incorpora como regular, incluyen en el número 67 un regreso del pre-Punisher. Tras ello sería sustituido en el 70 por Don Lomax, guionista que había creado a finales de los ochenta para el mercado indie el cómic… Vietnam Journal. En el 75 incluirían una historia de Doug Murray… con crédito como co-escritor para Scott Lobdell. La serie acabaría en el 84. Aunque eso no impidió, por supuesto…

Un extra con la que hubiera sido la siguiente visita de Punisher. Punisher Invades The ‘Nam: Final Invasion (Y algún cameo en War Journal). Que podemos decir, al final parece que era cierto lo que se decía. Y todo valía en la guerra.
02) Namora (1948) (2010)

Probablemente alguna persona se quejaría de que se le diera un cómic propio a una chica en los wokes años ’40. Pero está claro que se lo merecía. Supongo que recordáis cuando hablamos de Namor, y de la primera etapa de sus cómics. El ‘Namor Original‘. Y si no, no pasa nada, ya os lo recordamos nosotros:

Ya sabéis, cuando escuchéis que hay que volver a la esencia de los personajes clásicos este es el Namor que están pidiendo. En cualquier caso, vayamos al número 82 de Marvel Mystery Comics de abril de 1947:

Efectivamente, ahí se produce la primera aparición de Namora, que tuvo el suficiente éxito (algo esperable, porque, como ya sabemos, Se me Namora lalma, se me Namora) como para convertirse en una secundaria fija. Creada por Bill Everett, Ken Bald y, aparentemente, Jimmy Thompson, con su primera aparición en portada siendo dibujada por Bob Powell, al que no le toca crédito pero ya estoy yo para decirlo, y si sois de los que creéis que el editor también se tiene que llevar lo suyo, el de este cómic era… un tal Stan Lee. Seguro que recordaba bien cómo eran los dos personajes centrales a futuros.
En aquel momento la historia era más o menos sencilla, se trataba de otra joven que creía ser atlan… ¿atlantea? ¿atlántica? ¿atlantola? ¿atlanteña? Bueno, de Atlantis. Pero resulta que ella estaba en su ciudad con su padre visitando al emperador de turno cuando unos malos malosos irrumpieron y masacraron a casi todos. Así que, cuando llegó Namor, se unió a él para vengarse de los tipos estos. Y, de paso, se cambió el nombre. Tras la venganza debida acabó encalomada en casa de la ‘amiga’ reportera de Namor, Betty Dean. La crisis de la vivienda y todo eso.

Ya con el tiempo tendrían la oportunidad de decidir si era la prima de Namor o no -o se decidían- o si había entre ellos amistad o también un ‘rollito romántico’ -tampoco se decidían- y si podían tener a la vez lo de ser primos y tener ‘rollito romántico’ -que parece que es lo que hacía que no se decidieran-.
El caso es que pasó a ser una presencia habitual en los cómics de la época, no solo Marvel Mystery Comics, también Sub-Mariner -claro- y otros como Human Torch, Captain America o Blonde Phantom Cómics (¿no hablamos de Blonde Phantom en la B? Pues le debo una entrada propia para compensar) y, finalmente, en mayo de 1948 le dieron su propio cómic. Que es la portada que tenéis arriba, claro. Y que comenzaba así…

Claramente no había amor por esos niños.
En su cabecera nos ofrecían la clásica mezcla de cómics de aventuras, cómics de otros personajes -incluido Namor– y cómics de humor. A veces por los mismos personajes. Como aquí:

La cabecera duraría tres números, Aquaria Nautica Neptunia o Namora seguiría apareciendo en otras cabeceras -faltaría más- hasta que la reducción de títulos y situaciones fue haciéndolo más raro, a partir del 35 de Sub-Mariner, en mayo del 54, pasaría a limitarse a esa colección, en donde estuvo hasta el número 42, de julio de 1955, el último de la misma. Y sí, eso significa que entre esa la última aparición de Namor -que fue la misma que la de su ‘prima‘- y su regreso en el 4 de Fantastic Four, en febrero de 1962 pasaron la loca cantidad de 7 años -o un poco menos- así que normal que al tipo al cargo se le olvidara cómo era.
Pero, como decíamos, Namor regresó, acabó teniendo serie propia, y para 1972 Bill Everett -de nuevo- hacía en Sub-Mariner vol 2 número 50 el clásico juego de manos de Marvel y presentaba su muerte y su reemplazo, su hija Namorita. No vaya a ser que en los años setenta Namor tuviera a una igual, mucho mejor una más joven.
No es que quiera yo añadir mucho de Namorita porque ya sabemos todo el baqueteo que le fueron dando a la pobre, incluyendo matarla hace casi dos décadas y dejarla muerta. Pero aprovecho para señalar que sólo tuvo a su nombre un one-shot que además era un PSA junto a una fundación y un departamento de policía

que, eso sí y por supuesto, incluía esta impagable página:

Lo que tiene más mérito teniendo en cuenta que Byrne en los noventa decidió que…

Bueno, eso. Un autoclón. Resulta que el marido de Namora -el príncipe Talan, al que conocimos en ese mismo número- no lo sabía pero ella decidió meterse un clon que incluía mejoras genéticas de los mejores guerreros de Atlantis. O algo así. Ya sabéis, cosas de chicas.
Pero sí, Namora seguía muerta.
Hasta 2006. Ese año decidieron montar los Agentes de Atlas y si para su número 3 Jeff Parker decidió que encontraran el ataúd de cristal con el cuerpo de Namora putrificado para el 4…

Demuestra que en realidad todo era ‘un truco’ y que ahí sigue ella viva.
Aunque no hubo reencuentro, porque este regreso sucedió poco después de la muerte de Namorita. Pero así pudieron sacarla en World War Hulk. Y por los títulos de Hulk, de Hércules y de Atlas estuvo transitando, incluyendo a Parker explicando en el segundo volumen de Atlas que…
A ver, esto puede ser un poco confuso pero yo os lo explico igual.
Resulta que Namor y Namora SÍ son primos, porque la madre de Namor era hermana del padre de Namora. PERO el padre de Namora era… ADOPTADO así que EN REALIDAD no comparte consanguineidad con Namor. Es un poco la solución típica de las telenovelas… o de Los Serrano. Entonces, Namor y Namora quieren hacer cierto un viejo proverbio de Atlantis: «Cuanto más primo más me arrimo». ¡PERO! Resulta que descubren que eso es porque LOS ANTIGUOS -ellos- llevan años intentando que se líen para que produzcan una descendencia perfecta. Así que deciden que no se van a liar para llevarles la contraria. Jóvenes rebeldes. (Que no saben si quieren al otro por manipulación o por qué, pero bueno, ya vendrá otro y lo cambiará)
Luego ya estuvo el especial con su nombre

que puede contar como el segundo vol… ¡QUE ME MIRÉIS AQUÍ, YA ESTÁ BIEN!
Decía, el segundo volumen a su nombre. Y ahí ha seguido, con apariciones -la más reciente en el Amadeus Cho 20th Anniversary Special– que no es para menos. Al fin y al cabo no todas las editoriales pueden tener una superheroína que tuvo su primera cabecera propia en 1948.
03) Nellie the Nurse (1945–1947) (1957) / Nellie the Nurse Comics (1947–1952)

Como dirían los jefes de los periódicos: Volvamos a los años cuarenta. Por un momento, añadimos nosotros.
Dentro de la creación de cómics ‘femeninos’ le tocó el turno a una enfermera. O eso debemos de suponer porque, en realidad, hasta el sexto número no aparece trabajando.

Aunque es posible que la parte de trabajo no acabe de ser el centro del asunto. De hecho, dejadme que os haga una pregunta.

¿Cómo derriban la bandeja?
Para el nueve alguien decidió que Nellie no necesitaba ser enfermera.

Aunque, en realidad, siguieron usándolo en diferentes estilos y tamaños. fueron moviendo distintos tamaños de letras para mantenerlo. Y, por supuesto, ir apareciendo por sitios: Comedy Comics, Willie Comics, Joker Comics, Gay Comics, Lana, Tessie the Typist, Hedy De Vine… Y, por supuesto, Millie The Model. La rutina de costumbre.
Como todo lo que sube baja para el 22 deja de aparecer por las otras cabeceras. Sobre todo porque muchas de ellas no existen ya. La serie duraría hasta el 36, en junio de 1952.
Aunque intentarían recuperarlo en un segundo volumen, en julio de 1957.

No funcionó, así que tras unas pocas apariciones en la superviviente, Millie the Model… Desapareció en 1958. Quizá porque en Marvel estaban más ocupados con otra enfermera en mente. A la que ya llegaremos, espero.
04) New-Gen (2010)

New-Gen da una nueva explicación a ‘serie limitada’ Porque estaba previsto que sacara 6 números y acabaron sacando 3…
Pero, claro, es la típica historia que te pones a mirar y no tiene desperdicio. Resulta que la idea detrás de esto era vender una serie de animación. Y si estos tres números salieron en 2010… ¡En 2025 lo siguen intentando! Como si de un PUIU estadounidense se tratara, ahí siguen a pico y pala. Así que… ¡¿Quién sabe?! Quizá Marvel acabe publicando los tres cómics que faltan… ¡En cuanto estrenen la serie!
05) The New Warriors (1990–1996) (1999–2000) (2005–2006) (2007–2009) (2014–2015)

Vamos a intentar hacer esto rápido. Para finales de los ’80 Bob Harras tuvo una idea. Si los New Mutants estaban funcionando -que lo estaban- seguro que se podía intentar repetir el truco con los Vengadores. Pero en lugar de llamarlos New Avengers o Young Avengers mejor sacarse un grupo independiente, los New Warriors.
Que tenía sentido porque en Marvel ya habían tenido un Warriors…

…de la que ya hablaremos más en la W.
Para montarlo lo más fácil era coger a personajes juveniles que hubieran salido allá y aquí, y de distintos rincones del universo Marvel. Namorita, que ya dijimos que apareció en Sub-Mariner en 1972; Nova, que tuvo su propia serie de 1976 a 1979; Firestar, creada para la serie de animación Spider-Man and His Amazing Friends y trasplantada luego al Universo Marvel por Claremont en Uncanny X-Men en 1985; Speedball que había debutado en un anual de Amazing Spider-Man en 1988; lo de Marvel Boy (luego Justice) tendría más chicha, porque nos enonctraríamos con el joven Vance Astrovik primero en Giant-Size Defenders en 1975, luego, más mayor, en The Thing en 1985, y ahora ya como, digamos, superhéroe de pleno derecho. Así que ya veis, héroes de distintos rincones y conexiones, creados desde los setenta a los ochenta y redondeados con Night Thrasher, un héroe urbano y con recursos -y más cosas- traído como novedad para la ocasión. A partir de aquí la clásica presentación en otra colección –Thor fue el que tocó en 1989- y ya su propio título en 1990.
75 números de una serie que convertía los Very Special Episodes en su propia versión del Grim’n’Gritty noventero y que en su pico de popularidad llegó a jugar con la idea de tener su propio spin-off.
Las idas y venidas justificaron tanto que se les uniera (más o menos rato) personajes de los diversos rincones del universo Marvel como Dagger, Darkhawk o Scarlet Spider, como que aparecieran versiones de los que ya estaban ‘por necesidades del guión’. No todos tuvieron el mismo éxito, claro, y mientras algunos como Silhouette o Rage se convirtieron en casi sinónimos de los New Warriors -que tiene su gracia si pensamos que Rage era un Vengador al que mandaron a los New Warriors, cimentando esa idea original de Harras– otros como Timeslip, Helix o Hindsight tuvieron menos recorrido. Y no me hagáis hablar de Turbo.
Como decía, para el número 75 -en 1996- las cosas habían cambiado y pasaron de considerar darles un segundo título a cancelar el primero. ¡La siempre mutable gente del cómic!
Por supuesto y siguiendo la idea de ‘si una vez hicimos dinero con esto seguro que podemos repetirlo, el relanzamiento llegó para 1999. Sí, tres años duró ese primer vacío. Y los trajeron de vuelta, por supuesto, como mandaba el momento histórico… primero con un mini-cómic en la Wizard.

Y luego ya en su serie regular:

en el que la novedad para el segundo volumen era traerse como nuevos miembros a un secundario de Maverick, Bolt, y a Aegis. Un personaje nuevo que tuvo bastante poco recorrido. Tan poco que cuando se acordaron de él fue, resumiendo mucho, para matarlo. Esta vez quedó claro que había menos éxito porque no pasó del 10. Para el año 2000 ya estaban fuera.
El siguiente intento lo hicieron en 2005. Con una estética un tanto diferente y esta vez como mini.

El auge de un cierto tipo de tele-realidad servía como excusa y traía, claro, dos nuevas incorporaciones, ambas creadas para la serie: Debrii y Microbe.
La idea de probar el éxito y ver qué se hacía con ellos salió… regular. Porque lo siguiente que vimos fue la Civil War de 2006. La excusa para montarla tenía que ser grande, así que siguieron con los New Warriors y su programa de tele, pero ya solo quedaban cuatro miembros: Speedball, Night Trasher, Microbe y Namorita. Un intento de acción superheróica salía mal y, al más puro estilo Simpsons, morían no solo un buen puñado de gente, también una guardería infantil o algo así. Puras risas.
Esto es lo que llevaba al conflicto, una auténtica chorrada porque todo el tema de registrarse o no ya veis lo que servía con personajes como Namorita que no tenía ni identidad secreta.
Pero así intentaron lanzar en 2007 la siguiente versión,

en 2007 y durante 20 números, hasta 2009, tuvieron esta particular historia en la que varios personajes esta vez los llevaba un Night Trasher -que era distinto al que se creía que había fallecido- ocupándose de hacerlo junto a un puñado de mutantes que se habían quedado sin poderes y que tomaban nuevos nombres. Jubilee pasaba a ser Wondra, por ejemplo. Mientras, en la Iniciativa (y en Avengers: The Initiative) varios de los antiguos miembros se hartaban y decidían montar sus propios New Warriors que, por el follón de nombres y demás excusas, acabaron llamando Counter Force. Y todo esto sin mencionar lo de Speedball convertido en Penance. Para cuando la serie original terminó Counter Force pudo recuperar el nombre de New Warriors, y para 2010, con Siege, acabar con la tontería del asunto. Incluyendo lo de Penance. Al que pusieron, junto a otros New Warriors como Justicia, como profesores de la Avengers Academy.
Durante la nueva serie de Nova en 2013 (de un nuevo Nova, el anterior quedó tan espantado con lo que vio que se había ido de la Tierra. Como tantos lectores.) a Justicia y Speedball se les ocurrió volver a montar a la banda, así que se fueron a por el otro. Y con eso para 2014 llegamos a la encarnación número 5.

Si os estáis preguntando quiénes son los nuevos os voy anunciando que el de la derecha es Scarlet Spider, al que quizá conozcáis como… Kaine.
Yep. Decisiones Fueron Tomadas y todo eso. En realidad es fácil de explicar porque Christopher Yost venía de guionizar la serie Scarlet Spider así que decidió trasladar los juguetes e irse no solo con el propio Scarlet Spider, también Hummingbird y Sun Girl.
Por supuesto, por seguir la tradición incorpora un personaje nuevo creado para el título, Water Snake. Cuyo nombre real es… Faira Sar Namora. Es una sirvienta de Namora -algo así- que se supone que tenía que recuperar a Namorita o algo. Como digo, que no la hayan resucitado no deja de sorprenderme.
Más aún teniendo en cuenta que en lo de la Civil War hubo 4 Nuevos Guerreros. A Speedball ya hemos visto lo que le tocó sufrir, a Night Trasher ya hemos visto que le tocó ser ‘suplantado’ por Bandit, pero no hemos comentado que en realidad nunca murió porque El Coleccionista pasaba por allí y se lo llevó para el Contest of Champions de turno. Y reaparición en 2016 para la segunda Civil War, así que en 2014 aún no había vuelto a la Tierra. Microbe había aparecido solo los seis números de la mini, así que era normal que no lo hubieran recuperado -aunque en breve hablaremos más del asunto- y nos queda Namorita. Que a estas alturas lleva 20 años muerta. Bien es cierto que Namora estuvo desaparecida de 1955 a 1972 y ‘oficialmente’ muerta de ese año a 2006, así que tampoco debería de sorprenderme tanto.
Tanto da porque lo importante fueron dos cosas, la primera era que duró 12 números, hasta noviembre de 2014.
La segunda es que… estaban tratando de lanzar una serie.
En agosto de 2016 se anunció que Marvel estaba preparando una comedia superheróica. En realidad era la segunda porque en 2015 habían anunciado que iban a hacer una de Damage Control, pero querían esta otra. La idea era mezclar personajes de los Vengadores de los Grandes Lagos -en concreto Chica Ardilla, que iba a ser la protagonista, pero también Mr. Inmortal– con personajes de los New Avengers para crear una obra en la que tendrían un grupo juvenil, y un tanto desastroso, la idea (tenía toda la pinta) era montarse sus propios Misfits. Llegaron incluso a anunciar el reparto que incluía también a Speedball, Night Trasher y… Debrii y Microbe. Sí, alguien pensó que la mejor versión de los NW era esa mini que acabó causando la Civil War. Incluso anunciaron en 2017 que tenían a Keith David para un papel recurrente, y son palabras mayores porque ya sabemos que Keith David ha estado en otras series superheróicas como… The Cape.
Os sorprenderá saber que, sin embargo, no acabó de funcionar. A la gente de Freeform -el antiguo ABC Family al que Marvel TV le había colado ya Cloak & Dagger en 2018 (y por dos temporada nada menos)- le presentaron un piloto que no les acabó de convencer. Por lo visto tenían un límite. Así que se fueron a ver si alguien más lo quería, incluyendo HULU -al que les habían colado Runaways– o el futurible Disney+. Que decidieron pasar porque querían otro tipo de series para el lanzamiento. (Os dejo que intentéis hacer recuerdo de cuáles fueron esas series)
Así que la cosa acabó quedando en nada. Hubo bronca, claro. Porque se acusó a Disney de no seguir con ella porque tenía demasiados temas LGBT. Supongo que con The Fosters, Pretty Little Liars y tal tenían suficiente en Freeform.
Los New Warriors aparecerían aquí y allá, como flashbacks en general, eso sí. Y tampoco mucho.
Y entonces llegó el momento que une todo esto con Colbert. Siempre al filo de la actualidad. Porque resulta que uno de los guionistas de The Late Show es Daniel Kibblesmith, que comenzó a colaborar con Marvel en 2018 con una mini de Lockjaw. A eso le siguieron otros títulos como Black Panther vs. Deadpool o Loki. Y precisamente mientras estaba en el tercer volumen de ese personaje se anunció que iba a revivir a los New Warriors.

Pero no llegó a salir. Sí, se vieron avances, y se vio incluso… ¡Un vídeo!
¿Quién pensó que era buena idea? A saber. Pero parece que la decisión de crear esos nuevos personajes: Screentime, Snowflake, Safespace, Trailbazer y B-Negative; era hacer personajes actuales, cercanos y con humor. Fue un desastre. Desde la izquierda se entendió como una burda parodia, desde la derecha también. Probablemente porque lo era. Pero Marvel creía que iba a funcionar al revés. Así que lo que pasó fue que se cancelaron los tres números anunciados. Incluso se llegó a decir que en realidad era una broma de Marvel. Todo un clásico. Y luego fue por la Pandemia. Y no pusieron más excusas de milagro.
¿Que por qué aparecía Namorita en la portada si está muerta? ¿Pero cuántas excusas más queréis que pongan en Marvel?
De todo el reparto solo acabaríamos viendo a B-Negative, que aparecería en un cómic (Darkhold: Blade) de un universo alternativo en el que no se diría su nombre y casi ni tendría relevancia.
Así que, de momento, no hemos vuelto a tener New Warriors. El que no llegara a salir en los 2020 significa, además, que es el mayor espacio de tiempo que hemos tenido entre series. La primera comenzó en 1990 y acabó en 1999 con tres años para el segundo. Para el tercero fueron cinco. Para el cuarto fueron dos. Y para el quinto otros cinco. Si hubieran sido 2020 habríamos estado de nuevo en los cinco, pero ahora nos encontramos ya en los diez. Que es el doble del máximo. Lo que significa que no tardará mucho en anunciarlo. ¡A ver con qué nos encontramos!
06) Nick Fury/Black Widow: Jungle Warfare (1998)

Hemos hablado otras veces de los Marvel CyberComics y podemos afirmar que seguiremos hablando de ellos las veces que haga falta. Sólo con la imagen de presentación creo que ha valido la pena.
07) Nick Fury vs. S.H.I.E.L.D. (1988)

Es cierto que de Nick Fury podríamos haber puesto y contado más, pero creo que es mejor hacerlo con esta obra, aunque sea solo por ir viendo las portadas que le fueron haciendo

y que, claramente,




es un estilo distinto al de Paul Neary en el interior. Pero eso no significa que no dibujara páginas, composiciones o…

modelitos memorables.
08) Nightcat (1992)

Ya hemos hablado alguna vez sobre este cómic, pero hacerlo otra vez -de manera resumida- seguro que puede ser interesante.
Imaginad, Marvel, años noventa. Alguien piensa que puestos a repetir trucos pueden intentar darle de nuevo a Dazzler. Un agente se mete por medio, Don Kessler, que se encuentra por casualidad a Stan Lee y le convence de que es buena idea. Le piden a Jim Lee que lo diseñe, a Joe Jusko una portada, a…

a todos sus talentos.
Ni el cómic ni el álbum funcionó demasiado, y eso que aún no se sabía que la mayoría del tiempo la cantante era otra persona. Pero supongo que al menos sirvió para… no sé… ¿sacar este single que ya nadie recuerda ha logrado ser ‘de culto’?
Lo único que podemos lamentar de esto es que no llegaran a hacerle un videoclip en condiciones.
Ah, y si creéis que esto termina sus contactos con el cómic, os diré que la cantante, Jacqueline Tavarez, probaría también suerte en el mundo de la interpretación. Logrando un papelito en la película Tromeo & Juliet guionizada por… Ah, el mundillo, que pequeño es.

09) Nightcrawler (1985–1986)(2002)(2004–2006)(2014–2015) / Age of X-Man: The Amazing Nightcrawler (2019) / Giant-Size X-Men: Nightcrawler (2020)

Vamos a intentar que esto sea incluso más rápido: ¿Cuántas veces puedes Marvel insistir en que un personaje debería de poder tener su propia serie? Veamos…
En 1985 le dan una mini de cuatro a Dave Cockrum, como guionista y dibujante. Que es la mitad de todo lo que Cockrum guionizó en Marvel. No es que la cosa tuviera mucho más recorrido y Cockrum prefería centrarse en otras cosas como The Futurians, así que tampoco decidieron insistir.
En 2000, con la primera película, sacaron un cómic dentro del… ¿cómic? ¿historia?¿evento? Black Sun algo que podríamos llamar: No salen en la peli pero podemos ver si queréis que lo hagan en la siguiente.

En 2002, con la película, decidieron intentarlo otra vez. La colección Icon en la que esta vez presentan…

a un cura de combate. Claro que queda mejor que lo que sacaron al año siguiente cuando se estrenó la película:

Estoy tan sorprendido de que no vendiera mejor este cómic, con esta portada, con guión de Chuck Austen, como vosotros.
Por lo menos la peli sirvió para intentarlo de nuevo, esta vez con Aguirre-Sacasa de guionista.

Esta vez duró 12 números.
Y volvemos otra vez a los especiales a ver si esta vez sí que sí como

X-Men: Manifest Destiny Nightcrawler en 2009 y al año siguiente

X-Men Origins: Nightcrawler 2010
Así llegamos al cuarto intento, esta vez en 2014:

Exactamente los mismos 12 números que la anterior y esta vez con Chris Claremont a los guiones.
Y para el siguiente intento, en 2019, fueron en… vamos a decir otra dirección.

Podría ser peor, en lugar de The Amazing Nightcrawler podrían haberlo llamado Uncanny Spider-Man.
Pero tras estos cinco números tocó otra vez intentar con un one-shot

Y aún hubo una otra cosa cuando en las Nosequé de X decidieron probar a sacar una serie llamada Nightcrawlers en 2023 (tres números enteros)

¿Es esto un título de Rondador Nocturno? ¿Es el resultado de lanzar cosas a ver si algo se queda? ¿Tiene algo de sentido alguna cosa? Lo cierto es que no, pero por eso no estoy intentando explicar nada de su interior.
Así que hagamos el repaso. A estas alturas ha tenido 4 cabeceras propias, 5 si contamos lo de Uncanny, 6 si contamos… nah, no hay manera de contar Nightcrawlers en ningún lado que no sea ‘kinks‘. Así que 5, más 5 one-shots. Y ahí sigue Marvel, intentándolo. Supongo que hay una enseñanza en todo esto como ‘hay gente que no sabe cuándo parar de trepar’ o ‘hace falta algo más que bienquedismo para triunfar en los cómics’, pero creo que podemos resumirlo en que a la gente en realidad no le importa tanto. O, dicho de otra manera, ¿quién es capaz de decir, sin mirar de nuevo, si había más Piratas o más Curas en las portadas? Pues eso. Con lo fácil que sería hacer una película de animación para luego poder hacer la de acción real si vende suficientes peluches.
10) Nighthawk (1998) (2016) / Supreme Power: Nighthawk (2005–2006)

Por extraño que parezca a Nighthawk lo crearon en 1969, dentro de Avengers y como parte del Escuadrón Siniestro. Luego estaba el del Escuadrón Supremo, pero aquí el que toca es el malo que luego se ‘redimió’ con los Defensores. Y mira que podríamos hablar de cosas como cuando estuvo en el follón ese de ir cambiando cerebros dentro de cuerpos. Pero no, centrémonos en que se esperaron a que le hubieran matado. En Defenders 106 en 1982. Y pasó más de una década, pero en 1998 alguien pensó que era buena idea recuperarlo, darle una serie propia con Jim Krueger y Richard Chase. Y decidir que le resucitaba un ángel… que acababa siendo Mefisto. Lo creáis o no esta mini de tres números se publicó meses antes que la del Punisher. Aunque hay que reconocer que aquella hacía buena a esta que, resumiendo, era un truco de Mefisto para lograr el alma de Matt Murdock y acababa con ambos tratando de sobrevivir en el infierno. En fin, no sé quién pensó que era buena idea para una primera miniserie, pero en Marvel claramente pensaban que era la historia que la gente quería leer.
La cosa sirvió para que volviera a la vida y a los Defenders, The Order, Thunderbolts y bla.
Y entonces llegó MAX y crearon otro universo con su propio… Squadron Supreme. Que tuvo tanto una mini para el personaje de 2005 a 2006

como una que le enfrentaba en 2007 con Hyperion.

En ambos casos se trataba de un Nighthawk distinto, claro. Uno que era una especie de versión de Batman pero en más oscuro. Sobre todo de piel.
Sobre todo porque eso sucedió en 2007, pero en 2008 durante Last Defenders, el otro Nighthawk no es que siguiera vivo. Es que había cedido también su manto. Se lo había pasado a un agente de SHIELD con el que tenía lo que se podría llamar una enemistad familiar. Y que aparecería en otros cómics como Vengeance en 2012.
Y que, sin embargo, sería el de MAX entre esas dos cabeceras y ya en 2016

que le ponía a perseguir a un asesino en serie. No, no tiene mucho sentido, pero qué más dará. Que acabaran en el universo 616 es otra de esas cosas difícil de explicar, más aún cuando metieron a los skrulls por medio, que en 2017 acabara dentro de una de las series del Dark Reign llamada Occupy Avengers, tampoco. Que acabara con el personaje siendo asesinado y otro tomando su puesto menos.
Así que, resumiendo. Tenemos un Darkhawk retirado, uno muerto y dos en activo. No está mal para un personaje que se supone que no es ni de 616.
11) Night Man (1993–1995) (1995) / Night Man vs. Wolverine (1995) / The Night Man / Gambit (1996)

Espero que este sí que os suene. Al fin y al cabo no es solo una creación de Steve Englehart junto con Rick Hoberg para Strangers, una de esas series de 1993 del Ultraverso -Ya hablaremos de ellos cuando lleguemos a la S-. Allí debutó como Johnny Domino, que tenía el poder de… no sé… ¿Pizzas? En realidad no, pero si os digo lo de las pizzas es menos ridículo. ¿Que por qué digo eso? Venga, vamos con la explicación real.

Johnny Domino era un saxofonista. En realidad ese es su nombre artístico. El nombre real era John Domingo. Que es un motivo tan bueno como otro cualquiera para cambiárselo. Pero bueno, un saxofonista profesional y, por lo visto, de cierto reconocimiento. Johnny estaba dentro de un tranvía cuando una nube de energía Ultra… no, espera, eso parece un partido de fútbol… una nube de ultra-energía les sacudió y dio poderes. Así que estuvo unos números -de los Strangers– de civil hasta que llegó su propia serie.
Y entonces llegó la serie propia manteniendo en los guiones a Steve Englehart. Pero con dibujos de Darick Robertson. en el primero, de Gene Ha el segundo y tercero y Kyle Hotz del cuatro al doce, con algunos sueltos, varios guionistas echando una mano a Englehart, cambios completos a partir de ahí… en gin, el caos habitual.
En cualquier caso este Night Man hacía de vigilante con sus poderes que son… no, sigo sin tener claro cuáles eran. Pero ahí estaba. Y cuando llegó al número 23 sacaron un especial Infinity

y antes de lanzar el segundo volumen, ya dentro de Marvel intentaron darle un poco más de empaque con

Qué puedo decir. Más aún teniendo en cuenta que esta historia sale de un duplicado que había aparecido en el número 22. Y que estaría solo en un par de números, el Ultraforce / Avengers y este. Por lo menos lo intentaron y sacaron el siguiente volumen.

Aunque el relanzamiento no duraría más de cuatro números. Aunque, eso sí, en 1996 volvieron a la carga con otra serie limitada.

En la que, por cierto, además del de siempre estaba también el duplicado. En fin, los noventa.
¿Y esto qué tiene que ver con que os suene?
Bueno, claro, porque fue una de las primeras series de acción real de Marvel, claro.
Dos temporadas duró, que ya me parecen temporadas. De 1997 a 1999. Y, pese a eso, no intentaron relanzar el cómic en ningún momento. Claramente en Marvel tienen una forma peculiar de llevar su negocio.
12) Night Nurse (1972–1973) (2015)

Quizá recordéis que en la L hablamos de Linda Carter, Student Nurse. Pues bien, tras esa serie que duró de 1961 a 1963 y una protagonista que aparecía en algunas otras series de la casa. De hecho la última en la que apareció no fue la suya sino Patsy and Hedy. Y sí, es ESA Patsy. El mismo 1963.
Pero casi una década más tarde alguien pensó que había que darle una segunda oportunidad, esta vez como Night Nurse. Que duró, eso sí, solo cuatro números. ¡Pero qué números!



El primer número te presenta a otras dos enfermeras, para que así además de la rubia haya una pelirroja y una morena. Una de ellas tiene una historia romántica con un millonario, la otra se ve metida en un incidente violento que incluye un tiroteo en el hospital. El segundo da vueltas sobre un atropello. El tercero continúa lo del primero y añade una serie de asesinatos. En un especial navidad. Que incluye OTRO tiroteo en el hospital. Para el cuarto y último la pelirroja va de enfermera a una mansión aislada, con un joven en silla de ruedas y misterios y muertes. Lo típico de los hospitales, vaya. Si logra durar seis números llegan a las abducciones alienígenas.
No volvimos a saber de ella hasta que en 2004 a Bendis (¿Bendis? Sí, Bendis. Ok.) se le ocurre recuperarla como guiño. Y empieza a usarla, aparece en The Pulse o Civil War, en varios de ellos. En 2006 aparece de secundaria en Doctor Strange: The Oath y, a partir de ahí se normaliza más que aparezca.
De hecho, en 2015 publican…

Que podría parecer otro one-shot ya con temática superheróica, pero que en realidad es una reedición de los cuatro números más una de sus apariciones en DareDevil. Pero que demuestra su reencontrado peso, algo que se ve más claro incluso al ir apareciendo de manera casi regular en Defenders, Hawkeye: Freefall o Spider-Woman. Y teniendo en cuenta que su última aparición fue en la Avengers Academy en 2024 parece que aún tendremos enfermera para rato. A ver si, además, se animan a darle de nuevo colección propia.
13) Nightmare (1994–1995)

En los años noventa Marvel intentó muchas cosas, y una de ellas queda clara viendo solo las portadas:



aunque teniendo en cuenta que no pasó del cuarto número creo que está claro. No, no lograron replicar Vértigo.
14) Nightmask (1986–1987)

La idea no era mala, o no necesariamente mala, pero la ejecución daba para tomar biodramina antes de repasar los equipos. Pero empecemos por el principio. Este título del Nuevo Universo tenía de protagonista a un chaval Keith Remsen, que por culpa de una explosión que le deja sin padres y a su hermana la deja en silla de ruedas. ¿Y a él? Pues se le aleja un trozo de metal en la cabeza que le deja en coma un rato, cuando vuelve tiene el poder de entrar en los sueños de los demás. La idea principal era esa, también que en sueños lleva su traje de Nightmask, y toda una serie de ideas alrededor de influir a la gente en sus sueños. Además le ponen a dos doctores, una doctora terapeuta física para que recupere la movilidad tras el coma y un señor doctor no sabemos bien en qué que decidirá seguir adelante con el ‘experimento’ Nightmask para ayudar a la gente y esas cosas. Los protagonistas son blanco y todo eso, Keith Remsen y su hermana Teddy, mientras que los doctores son la Doctora Estrellita Mercado –Lita para los amigos- y el afroamericano Lucian Ballad.
El punto de partida podría haber dado para mucho, pero el problema es que los equipos creativos… La serie comienza con Archie Goodwin y Tony Salmons, el segundo sigue Goodwin pero esta vez dibuja Ernie Colon, del tercero se ocupan Cary Bates con Alex Savluk, el cuarto vuelve Goodwin pero con Ron Wagner, el quinto recupera a Bates pero con Arvell Jones, el sexto tiene a Roy y Dann Thomas con Javier Saltares, el séptimo repite a Thomas pero pone a dibujar a Michael Bair, el octavo tiene de nuevo a Archie Goodwin pero con Keith Giffen de dibujante, para el 9 tenemos Sandy Plunkett y Mark Bagley, en el diez repite Bagley pero los guiones son de Roy y Dann Thomas, en el once siguen los Thomas pero el dibujante es ahora Kyle Baker, y en el doce POR FIN se produce la primera repetición de equipo creativo… con los Thomas y Bagley. Es decir, después de un año de colección seguimos sin dos cómics con los mismos autores. Y no lo vamos a tener porque este fue el ÚLTIMO número de la cabecera. Así que podemos decir ya que en 12 números hubo 4 guionistas: Archie Goodwin que hizo 4 números, Cary Bates con 2 números, Sandy Plunkett con 1 y los Thomas con 5. Y también tuvimos 10 dibujantes, porque solo Bagley repitió -tres veces- así que os podéis imaginar los bandazos que las historias y los estilos causaron.
Que no significa que si hubieran tenido un equipo fijo desde el principio con los Thomas y Bagley la cosa hubiera salido mejor, porque a los Thomas les falta tiempo para hacer cosas que, en el mejor de los casos, podemos llamar ‘estereotipos raciales’, así que como la Dra. Lita es hispana su hermano es un pandillero, y como el Dr. Ballad es afroamericano le meten en una subtrama de vudú.
Como decía, es una pena porque hay ocasiones en las que se demuestra que podía haber habido algo ahí, como cuando deciden ir por un camino más Ditko con el onirismo, pero como tampoco deciden si quieren ir por sendas más ‘cósmicas’, más psicoanalíticas o del viejo pumba pumba pues al final lo que queda es que en Marvel estaban lanzando cosas a ver si funcionaban.
Eso sí, les dio tiempo de llevarse a los personajes de paseo por otras series como Justice o Star Brand, y de recuperarlo dos veces.
La primera en 2006 dentro de la ‘iniciativa’ Untold Tales of the New Universe que en absoluto era una manera de mantener el copyright del título, que va.

Por supuesto el equipo era nuevo, Fred Van Lente y Arnold Pander. Que hacen un mínimo repaso a alguno de los elementos del cómic -fundamentalmente de los primeros- para dejarlo apuntado por si acaso se continuaba. Que no fue el caso, claro.
Aunque en 2016 volvimos a saber de Nightmask. Esta vez compartiendo título:

Sí, Starbrand & Nightmask. ¿Que de dónde sale este Nightmask que claramente no es el anterior? Bueno… La culpa, como de tantas cosas, la tiene Jonathan Hickman que lo hace aparecer como un Adam (es de suponer que Warlock) en el quinto número del quinto volumen de los Vengadores en 2013, y lo mantiene dando vueltas por ahí en esa colección, Infinity, Avengers World o lo que toque, hasta el Avengers World 21 de 2015. Por supuesto el personaje actualizado tiene poderes distintos, poderes que pueden usar en el mundo real, y ya puesto es todo lo que se les ocurre porque no solo está racializado -nunca mejor dicho teniendo en cuenta que es un ser construido- sino que es bisexual y poliamoroso. Ah, y no es adolescente sino más bien veinteañero, por si acaso. Si os estáis preguntando por qué si se trata de un personaje que es claramente distinto en poderes y todo lo demás al anterior se llama igual… ¡Pues como Sandman y no hay tanta queja, hombre ya!
Total, que así llega esta mini en la que se van -él y al nuevo StarBrand– a la universidad. Lo que permite un cameo de Chica Ardilla. No preguntéis. Por lo menos esta vez todos los números los hacen los mismos, Greg Weisman y Domo Stanton. Lo cierto es que parece intentar ser algún tipo de lanzamiento de un título más que de historia propia. Y, claro, se queda ahí. Reaparecen por el Secret Empire en 2017 antes de que muera el nuevo Starbrand.
¿Y entonces? Bueno, pues hemos visto a NightMask de nuevo por Spectacular Spider-Men, que para eso guionizaba Weisman. Un secundario más, pero que ahí estaba, representando.

Teniendo en cuenta que la última vez que lo vimos fue en mayo de 2025 será cuestión de ir viendo por dónde aparece, y si alguien se anima a recuperar a Keith Remsen. Pero, al menos, a este personaje del nuevo universo no le ha ido TAN mal.
15) Night Raven House of Cards (1991)

Sí, esto se supone que es una Novela Gráfica pese a que esto parezca un bolsilibro. Personaje aparecido en Marvel UK, tanto en complementos como Hulk, Savage Sword of Conan o Captain Britain, a creaciones propias como Savage Action, Marvel Super-Heroes, The Daredevils, The Mighty World of Marvel… A veces historias de texto, a veces como cómic.
Y, en estas, apareció una novela gráfica que podría haber sido un one-shot de 64 páginas, por Delano y Lloyd. El personaje apareció por primera vez como complemento de Hulk, escrito por Steve Parkhouse y dibujado, como la novela gráfica, por David Lloyd, aunque es cierto que Jamie Delano pudo ser el que más escribiera sobre él en sus primeros trabajos para Marvel. Así que tenía lógico juntar a ambos autores para esta historia, más aún teniendo en cuenta que hablamos de un joven medio Mohawk que se convierte en vigilante en los años ’20. Y tras una refriega con Yi Yang, la Reina de Nieve, acaba expuesto a un producto que la hace inmortal pero también le causa locura. Y se convierte en su enemigo jurado. Un asesino en serie se haría con su mascara para cometer asesinatos, en fin, lo típico. Y, por supuesto, esta es una historia sobre salvar a los inocentes, descubrir quién quiere -o no- ser salvado y, por supuesto, las batallas de Yi Yang.
Ah, sí, no ha reaparecido mucho más tras eso, incluso ha dejado cierto legado del que ya hablaremos. Pero a él directamente sí que le vimos en el Fury/Black Widow o en Marvel Comics 1000 (con una página de texto y una ilustración, como en los viejos tiempos) y lo más reciente es de Phases of the Moon Knight número 2.

En 2024. Así que ya veis… uno nunca saben cuándo van a recuperar a un personaje que parece olvidado. Aunque sea solo porque ha tenido su propia Novela Gráfica.
16) Night Rider (1974–1975)

Cuando os empieza a doler la cabeza os animo a que paséis al siguiente cómic.
Para empezar, Night Rider no existe. Es decir, claro, existió un cómic llamado Night Rider. Duró seis números de 1974 a 1975. Pero luego ya no.
Luego ya no porque alguien avisó a Marvel que QUIZÁ querrían cambiarle el nombre. Por aquello de que Night Rider era una de las formas de llamar a los miembros -a algunos miembros- del Ku Klux Klan. Que, en realidad, era un follón en el que se habían metido ellos solos. Porque el personaje, originalmente, tenía otro nombre. Pero, claro, decidieron cambiárselo para evitar problemas. Que es lo que pasa cuando tienes un personaje llamado…
Ghost Rider.
Ya, obviamente había que separarlo. Y de Ghost Rider a Night Rider a Phantom Rider.
Expliquémoslo un poco mejor. *supiro*.
En 1949 Magazine Enterprises publicaba la revista Tim Holt que, en su número 11, presentaba de manos de Ray Krank y Dick Ayers a un nuevo personaje, Rex Fury. También llamado…

La empresa cerraría, el personaje pasaría a Dominio Público y distintas editoriales lo irían usando aquí y allí. Por ejemplo en AC Comics decidieron reeditar, extender y de todo al personaje a partir de los ochenta. Pero, eso sí, le cambiaron el nombre.

¿Y qué pinta Marvel en todo esto? Bueno… en Texas Kid número 4, en 1951, publicaron una historieta de… Texas Kid, claro… En la que un pueblo era ¿encantado? por un jinete fantasma. En realidad acababa siendo un promotor inmobiliario intentando que la empresa del tren pagara a precio de oro sus terrenos. Scoobydubismo antes de Scooby Doo. Salvo porque.. en realidad no llegamos a ver si a nadie vestido de Fantasma, ni se dice Ghost Rider en ningún momento. Que yo haya visto. Y me lo he leído varias veces.
Pero bueno, les sirvió para reclamar que ellos tenían un Ghost Rider. Cuando sacaron en 1966 el cómic…

Creado, sí, por Dick Ayers. De nuevo. Que era el dibujante, claro, los guionistas acreditados fueron Gary Friedrich y Roy Thomas.
Esta versión tenía a Carter Slade, un tipo, antiguo boxeador, que acudía a un sitio en el que unos colonos parecían estar siendo asesinados por indios. ‘Parecía’ porque resulta que no eran indios de verdad sino señores blancos disfrazados de indios. Que disparaban y malherían a Carter por ir a ayudar. Por suerte había un niño, Jamie Jacobs, único superviviente, que le echaba una mano, lo suficiente como para que llegaran unos pobladores originales -ahí se sabe que eran de verdad- que le ayudaban a recuperarse. A partir de ahí Slade se dedicaba a ayudar a la justicia disfrazado de fantasma. Se ve que no había murciélagos.
La cabecera duraría hasta el número 7, pero el personaje volvería a aparecer en Western Gunfighters… hasta el número 7. En ese número Carter muere, Jamie toma su lugar, y también muere, y -finalmente- el hermano de Carter, Lincoln, que era Marshal Federal. Y que había discutido con su hermano, se había negado a ‘tomar el manto’ tras su muerte, pero tras la de Jamie había decidido aceptar que ese era su destino.

Por ridículo que suene Western Gunfighters duraría hasta el 33, pero después de ese número 7 de 1971 no volvimos a ver a Ghost Rider. ¿Puede tener que ver con que Marvel Spotlight fuera a sacar en su número 5 de 1972 a Johnny Blaze? Imposible saberlo.
Así que el Motorista Fantasma se convierte en un éxito y alguien en Marvel tiene una idea… ¡Reeditar Ghost Rider! Ahm… ¡con un nuevo nombre!
Y ahí, entre 1974 y 1975, llegó el nombre del Klan.
Por algún motivo se quedó en seis números. Lincoln no volvería a aparecer hasta un viaje de los Vengadores al pasado. Y luego unos números de 1980 Ghost Rider en el que se encuentra con ellos.

No, aquí aún no habían decidido cambiarle el nombre.
Que acabaría con la aparición de un nuevo Slade, Hamilton. Un arqueólogo que investigando unas reliquias indias es elegido por Los Grandes Espíritus para ser el nuevo… ahm… el nuevo COMOSELLAMÉ.
Y luego… bueno. Lo de los West Coast Avengers o WaCos de 1985 a 1987 aprox.
Como si alguien en Marvel hubiera pensado: ¿Cómo podemos evitar que se asocie el personaje a la infame decisión de llamarlo como a un miembro del KKK? Ah, ya sé. ¡Démosle una trama en la que los WaCos viajan al pasado, Lincoln va perdiendo la cabeza, se enamora de Pájaro Burlón, la droga y viola? Que acabe con que él muere, además.
El asunto es Hamilton había aparecido -en pocos sitios, pero había aparecido- cuando se dejó caer por los West Coast Avengers en sus primeros números -bueno, el 4, el 8 y el 9-, en los dos últimos está poseído por Lincoln. Explicar por qué o cómo acaban viajando al pasado es otro tema. Pero resumamos que hacen todo lo dicho arriba.
La excusa de que Los Grandes Espíritus habían elegido a Carter y Hamilton pero no a Lincoln es… bueno, es una excusa. Por supuesto eso ponía a rondar a Carter, Lincoln y Hamilton. Pero la cosa no se acabó ahí. Nunca se acaba ahí.
Porque, por ejemplo, alguien en Marvel en 1991 decidió montar una serie llamada Original Ghost Rider. Y ponerle de complemento historias de Phantom Rider. Porque esta gente no sabe parar.
Alguien pensó que era buena idea poner en la mini western Blaze of Glory a Reno Jones haciendo de Phantom Rider. No tuvo más trascendencia y cuanto menos la recordemos, mejor. Pero es algo pasó.

Pero no era esto, era otro Slade más. Otra, en realidad. Jaime Slade. Sí, se llama Jaime y es una mujer.

Creo que queda bastante claro. En cualquier caso en esta Hawkeye & Mockingbird (2010-2011) fueron -por motivos más que razonables- los Phantom Raiders uno de los centros. En realidad Jaime -la hija de Hamilton– estaba poseída por Lincoln -otra vez, aunque su padre lo sería por Carter– y no sale más allá de estos cinco números. Pero la reunión de los Slade buenos (Carter y Hamilton) y malos (Lincoln y la posesionada Jaime) tuvo lugar aquí… Y su teórico final.

Aunque, bueno, ya volverán. Algunos fantasmas, ya sabéis, son difíciles de exorcizar.
17) Nightside (2001–2002)

¿Sería capaz alguien en Marvel de explicar por qué tienen una serie llamada Nightside protagonizada por un personaje llamado Nightsade?
En cualquier caso, se trata de una detective que investiga en los bajos fondos donde una extraña organizacióon etcétera. Publicada a principio de los dosmiles lo cierto es que no hay mucha memoria de él, pero está claro que algo intentaba decir con sus portadas…

algo querían sugerir…

aunque quizá nunca lleguemos a descubrirlo…

¡NUNCA!
18) Nightstalkers (1992–1994)

Definición de noventerismo desde su primera portada. Lo cierto es que no tengo intención de explicar su trama. Tampoco tengo la capacidad. O el conocimiento. Creo que ya os he dicho antes que intentar explicar la historia de Motorista Fantasma es perder cordura. Y por aquí no es que la cosa vaya mucho mejor. Aunque podéis pedirle a Emilio que os haga algunos posteos.
Mientras tanto os diré que el grupo este formado por Blade, Hannibal King y Frank Drake. Y que sus portadas son…

Llamativas, sin duda. De la primera a la del 69.

Perdón, que se me ha ido la cabeza. Si solo tuvo 18 números. Ahora, que portadas.







Los años noventa fueron esto.
19) Night Thrasher: Four Control (1992–1993) / Night Thrasher (1993–1995) (2024)

Como decía antes, Night Trasher se creó para New Warriors. Y, por supuesto, ante el éxito de la serie le dieron una mini para probar, y como funcionó le dieron su propia serie.

Los años noventa, qué puedo decir.
Ya hemos hablado de sus aventuras -un decir- con los New Warriors, no hemos hablado de que el trasfondo del personaje, que es de lo que hablan aquí, vienen lo que su padre encontró durante la guerra de… Siancong (en fin). Nah, en tiempos era la de Camboya, pero las actualizaciones son así. Bueno, eso.
Luego siguió con los New Warriors, tuvo pocas aparición fuera de ellos, se murió, apareció un clon, resultó que no estaba muerto, lo típico.
Y en 2024 decidieron darle una miniserie nueva.

No es que tenga mucho sentido teniendo en cuenta lo de la Gang War, pero supongo que les valió para revalidar el título. Por lo menos esta vez el guionista era afrodescendiente.
Lo que nos lleva a lo mejor que produjo Night Trasher. La carta que Dwayne McDuffie escribió a Marvel después de que apareciera por primera vez.

¿Qué puedo decir? Los cómics siempre son divertidos.
20) Nightwatch (1994–1995)

No sé si he mencionado ya esto, pero el noventerismo siempre va a más.
Creado en el año 1993 para Web of Spider-Man, y dando vueltas durante cerca de un año por las cabeceras arácnidas, que nos presenta al doctor Kevin Tech y unos números más tarde

tarda un tanto en aparecer, pero lo acaba haciendo.
¿Qué? Un tipo de color que se pone un traje en rojo, blanco y negro. ¡Pues la cosa más normal del mundo en los noventa!
Para el especial número 100 de Web of Spider-Man descubrimos que la explicación es que el Dr. Tech se encontró a un tipo con un traje especial, saliendo de la nada, cayó moribundo a su lado, le quitó la máscara y vio que era ¡él mismo! Así que se hizo con su traje de él. Y tomó su lugar. Su de él. De… Da igual.
Total, que para el 106, tras haber estado apareciendo en complementos, le dieron su serie propia.
El resultado fue…

Noventero.

MUY Noventero.



Extraordinariamente noventero. En serio, es difícil pensar en un título como este, que duró solo 12 números, que acabó con una portada como

Y, más todavía, que un cómic salido de la nada veinte años más tarde decide retconear por completo inventándose una tontería de que en realidad era un villano que rehízo la realidad para parece un héroe o una estupidez similar. Al final todo esto, todo este viaje, es lo que resume mejor Los ’90.
21) Nocturne (1995)

Un tipo está investigando para un documental y se encuentra con los rastros de un héroe de antaño -o quizá un vigilante, según a quien preguntes, la cosa acaba con el tipo cogiendo el traje y su lugar. ¿Que de qué héroe de antaño hablo? Pues, por supuesto:

¡NIGHT RAVEN! Por supuesto que sí. ¡El héroe favorito de los lectores Marvel!
Con esto se montan una historieta de ‘pez fuera del agua tomando el manto sin realmente quererlo’ sacando personajes antiguos de los cómics de Night Raven y, por supuesto, presentando una extraordinariamente noventera situación que, sorprendentemente, no tuvo continuación. ¡Al menos de momento!
22) Nomad (1990–1991) (1992–1994) / Nomad: Girl Without a World (2009–2010)

Ay, señor, allá vamos de nuevo. Veamos…
Sin duda todos recordáis cómo acabó la saga del Imperio Secreto. Tras ella el Capitán Am… Steve Rogers, Ciudadano Particular decidió seguir combatiendo el crimen desde una nueva identidad: Nómada.

Algo que le duraría unos pocos números. Digamos del 180 al 183 de su colección (1974), pero podemos añadir o recortar tanto da. Entre medias Cráneo Rojo mató al sustituto del Capi -y sigue muerto, que tiene más mérito- así que bueno, cosas que pasan.
Pero para el 215 regresa un personaje del pasado. Jack Monroe, el Bucky del falso Capitán América de los años ’50 con el que se habían encontrado por última vez allá por el 156. Monroe iría apareciendo de cuando en cuando por la colección y para el 281 demostró estar lo suficientemente bien -risas- como para volver a su lado. Primero como Bucky y ya en el 282 (1983) como…

Exactamente, Nomad. Y estaría más o menos por la colección un lustro, hasta el 345 (en 1988 ya), en el que más allá de que su puesto lo haya ocupado Battlerstar -seguro que os acordáis de él-, y que estemos en mitad de las discusiones con el Capitán América de Johnny Walker, el Capi tiene un encuentro con él en un bar, se lo encuentra borracho (Nómada, claro) y tienen una discusión menos física que de recriminaciones, con Nomad acusando al Capi de ser un flojo.
Así que ese mismo año en el Marvel Comics Presents 14 tiene una primera aventura suelta, puro Miami Vice – y ya en 1990 tuvo un complemento propio en el Anual del Capi (el 9) que la continuaba. Y que tenía un final que recordaba hasta cierto punto al del Imperio Secreto y causaba un… cambio.


Y ahí es donde nos lo encontramos en la portada de arriba. Una primera mini de cuatro números que, pese a eso, logra tener momentos… intrigantes.

Quizá os preguntéis por qué ese bebé lleva antifaz. Yo también. Y más sorprendido aún de que durante un número y pico Nomad se lo lleve por aquí y allá y termine la mini…

…quedándose el bebé sin que nadie intervenga. Bueno, y habiendo conseguido su reto principal: Dejarse barbita de tres días.
Una barbita que, por supuesto, le acompañó cuando le dieron ya en 1992 su serie regular -tras solo una aparición en el Anual 10 del Capi-.

Como veis la portada responde a las dos preguntas principales que se pueden hacer: «¿Pero todavía sigue llevándose por el país a El Bebé Enmascarado?» y «¿Ha aprendido ya a poner morritos para los selfies?». Que esté cruzando el país haciendo autoestop es algo que descubriremos dentro.

Aunque algo me hace sospechar que el guionista –Fabian Nicieza– era consciente también de que no partía tampoco del mejor de los puntos. Pero al menos dejaba claro que iba viajando por el país, sobreviviendo gracias a las tretas

por supuesto es el mejor en lo que hace porque se lo toma muy a pecho,

pero lo importante es que sabe mantenerse en ello con muy buen gusto

y no le importa apechugar.

En noticias no relacionadas, el dibujante S. Clarke Hawbaker sólo duró los primeros tres números. Bueno, y el séptimo. Suponemos que sería por algún tropezón.
Tras él estaría Pat Olliffe hasta el 10, a partir de ahí comenzaría una situación peculiar porque, aunque Oliffe se encargaría también del 12, 13 y 15, aparecería Rick Mays para hacerse cargo del 11 y 14 primero y luego de algunos números suelto (17, 18, 20) con algunos otros dibujantes apareciendo para realizar solo un número (Art Nichols el 16, Bill Wylie el 19, John Hebert el 21) y, finalmente, ocuparse a medias del 22 y 23 junto a Pete Garcia, que sería el sustituto a solas de Hays para los dos últimos, el 24 y 25. Eso sí, Nicieza se mantuvo toda la colección así que por lo menos había una cohesión argumental.
Y sí, se pasa los 25 números con el bebé a cuestas. Luego ya acaba la cosa en ese último número, en 1994, una mega-explosión en la que parece que Monroe ha muerto. Así que la bebé acaba siendo adoptada. Años más tarde, en 2005, volveremos a verla brevemente para comprobar que ha crecido con cierta normalidad y ha olvidado por completo esta etapa de su vida. Al menos de momento, que en Marvel uno nunca sabe.
Y si pensáis que no va a haber aquí un repaso de portadas noventeras es que no estáis sacando nada de esta letra:





















¡ARTE!
Teniendo en cuenta que el final de cómic nos demuestra que a Nómada le han metido dentro de un tubo para… pues para sus cosas de meter a gente en tubos, supongo… tampoco debería de sorprendernos mucho que volviéramos a verle.
Aunque debo decir que fue más tiempo del que esperaba. Reaparece en el 2000 como Scourge, parece que lo del tubo vede al final decidieron que fuera ponerle nanitos para que Gyrych pudiera usarlo para sus cosas de Gyrich. Luego se cuenta que a Gyrich también le controlaban. Así que pudo liberarse un rato, estar con los Thunderbolts otro y, finalmente, mezclarse en el follón del Soldado de Invierno. En teoría este le mató y usó su cuerpo para propósitos nefandos. ¡NO! Para culparle de un ataque terroristas, que siempre pensáis en lo mismo. En el Captain America volumen cinco número siete (2005) hacen un repaso a su vida, te sacan a Jane Foster diciendo que su fórmula del supersoldado se estaba desintegrando y luego cómo le asesinan. Lo típico. Que llevemos veinte años y no le hayan resucitado aún tiene más mérito, supongo.
Mientras, por supuesto, han aparecido un par más de Nomads, como Rikki Barnes, la Bucky del universo Reborn que tras múltiples peripecias entre universos acabó en el nuestro tras Onslaught Reborn y de ahí al especial 600 del Capitán América y a su propia mini en 2009.

Nomad: Girl whitout a World en 2009, que comienza como una historieta juvenil durante la que cambia de traje, habla de problemas políticos juveniles en una historia dosmilera agradable que termina avisando de que para el Captain America 602 de 2010 comenzaría a aparecer como Nómada en un complemento de la colección.

De ahí iría a Young Allies, Spider-Girl, Future Foundation… precisamente a finales de aquella mini fue una de las últimas vece que la vimos. Aunque aún tendría un par de cameos más. El último en 2021.
¿Fue este el final de Nomad? Claro que no. De hecho en 2012 nos habíamos encontrado por primera vez con en el primer número del séptimo volumen del Capitán América, con Ian Rogers, una creación de Arnim Zola en la Dimension Z, en la que se convirtió en -por supuesto- Nomad. Evidentemente llegó a la Tierra 616, estuvo por ahí hasta el final, y con el paso a All-New Captain America se mantuvo allí. Hasta llegar al follón de Hydra, con una última aparición de 2023. Así que sí, tenemos a dos Nomad funcionando casi a la vez, y uno muerto-pero-ya-sabemos. Así que podemos hacer una porra de cuál será el primero en regresar.
23) Nomextra and Kevlor (1992)

Sí, este es uno de esos famosos cómics ‘de pago’. En este caso por parte de la Du Pont para promocionar entre los bomberos dos de sus tejidos especiales ‘resistentes al fuego’, el Nomex y el Kevlor. De ahí que el malo sea… Pyro. Guionizaba George Caragonne, dibujaba Mike Harris y entintaba Jimmy Palmiotti. Así que ya véis, los cómics peculiares nunca se acaban.
24) Northstar (1994)

Pues sí, en 1994 lograron sacar una mini para Northstar. Sería la primera y única. Así que además de las palmadita de ‘fue la primera vez que’ podemos sentarnos a pensar cómo una vez logrado ese ‘ser los primeros’ no se molestaron en mantenerlo y reintentarlo con el tiempo. Que no es que haya desaparecido precisamente, ahí sigue. Pero se ve que no es como para intentar darle un espacio propio. Aunque, eh, siempre le puedes usar para una portada la próxima vez que necesites un ‘la primera vez que’.

Así que sí, ya escribiremos más sobre él, pero será otro día.
25) Nostalgia Illustrated (1974) (1975)

Si algo nos ha quedado claro con los últimos Eisner es que en lo de los cómics hay muy nostálgico. Así que era normal que Marvel, con su rama Curtis Magazines -algún día escribiremos sobre ello- sacara una revista. Es cierto que la primera vez solo sacaron dos, pero para 1975 sacaron ocho. Y esto es importante porque demuestra que en 1975 salieron muchos nostálgicos que antes pasaban por otra cosa. Si algo me extraña es que no hayan hecho un relanzamiento en 2025.
26) Not Brand Echh (1967–1969, 2018)

A finales de los sesenta en Marvel alguien tuvo una idea, otra vez.
La idea era sacar un cómic en el que distintos autores parodiaran los cómics de la competencia. De cualquier competencia pero, claro, sobre todo de DC. Esa sería la Brand X o Brand Echh. Pero a Stan Lee le pareció que a su público sería más sencillo venderle sus propias parodias, a las que se pudiera añadir -claro- alguna de la competencia. Y de ahí el paso a Not Brand Eech.
Y sí, metieron algunas que no eran de DC como Magnus, Robot Fighter que por aquel entonces publicaba Gold Key. Así como a películas y demás asuntos del pop del momento en los que -claro- metían superhéroes. En general daba la sensación de ser una versión inferior de las parodias de la MAD. El experimento, sin embargo, no duraría mucho. Para el número 13 decidieron acabar con el asunto. Es cierto que luego vendrían Crazy! o What the–?!… pero de eso ya hablaremos en la W.
Por supuesto como las cabeceras hay que renovarlas de cuando en cuando en 2017 se publicó el número 14 de este primer -y único- volumen:

Pero, como podéis imaginar, la cosa no pasó de ahí.
Mientras tanto quedémonos con que si algo -o alguien- ha salido de todo esto es, sin duda, Forbush Man. Otra cosa es cuánta cancha le dieran. Pero supongo que eso siempre podría ser excusa para un posteo.
27) Nth Man: The Ultimate Ninja (1989–1990)

Hay veces en las que uno puede intentar explicar el cómic, pero el cómic se resiste. Más aún cuando tiene un cierto nombre y, sin embargo, ha pasado suficiente tiempo desde la última vez que se publicó.
Así que hablemos de Nth Man, The Ultimate Ninja, una idea de Larry Hama para hacer una historia en 24 páginas que podemos intentar resumir en que dos amigos de la infancia están enfrentados. Uno se ha convertido en miembro de las Operaciones Especiales de la CIA, el otro ha logrado poderes casi-cósmicos. y a partir de ahí toda una serie de luchas y escaramuzas, muchas veces casi cómicas y sin una gran cohesión interna porque el tener a un personaje que puede crear paradojas y tiene poderes casi cósmicos tiene ese asunto. Bueno, y que a Hama le dijeron que en lugar de 24 tenía que hacerlo en 16 cuando llevaba ya como 12, así que el final está notablemente apresurado. Pese a lo cual Ron Wagner logró dibujar casi todos los números (salvo el 8, que es obra de Dale Keown).
Pese a todo, se acabó convirtiendo en un título ‘de culto’, probablemente por esa libertad con la que Hama movía a los personajes, más aún en un universo en la que el Universo Marvel era unos cómics que se podían referenciar y que nos acabaron dejando momentos que, quizá, hayan estado en la inspiración de otros creadores…


Qué puedo decir, al final uno nunca sabe quién te puede estar leyendo.
¡Hasta aquí para esta letra! Al final la N está claro que nos ha dado juego, mucho exceso, mucha portada. Pero el mes que viene habrá más, aunque será en DC. Además, así podemos aprovechar mientras para ir pensando para dentro de dos meses, en las cosas que Marvel tiene preparadas para nosotros en la O. Y ya os podemos ir adelantando que os va a dejar…

OJIPLÁTICOS!
Qué andaban haciendo Iron Man y sus secundarios hace cincuenta y cinco años
Los secretos del universo DC de la M a la… M (Parte 2)
¡Un mes más, una letra menos! ¡POR FIN! Cuatro meses más tarde terminamos de una vez con la letra M. Una segunda parte bastante repleta -aunque no tanto, por suerte, como la primera-. Así que ya podemos ir empezando porque hay por delante muchos cómics y aún más… ¡MAJADERÍAS!
27) Miss Beverly Hills of Hollywood (1949—1950) / Miss Melody Lane of Broadway (1950)

Como hemos ido estableciendo en otras ocasiones, las decisiones creativas de intentar sacar cómics ‘para chicas’ lleva a tratar a las muchachas como seres extraterrestres con unos intereses desconocibles. Lo que llevaba a muchas de estas series, como esta sobre una aspirante a actriz que llevaba también a su novio y su -relativamente- traviesa hermana pequeña.

Además de eso teníamos también cómics humorísticos sobre Hollywood. Algunos de los cuales se podrían haber escrito ayer, debo decir.

Vamos, eso lo veo convertido mañana mismo en una peli protagonizada por Rhianna.
Por si acaso metían también breves ‘biografías en cómic’ -y luego también textos ilustrados, que es más barato- de distintas «estrellas» de Hollywood.
¿Que si todos los elegidos eran actores conocidos? Bueno, había de todo…



La sección, por cierto, iría ganando presencia en las portadas:




Publicada cada dos meses, alguien pensó que no era tan mala idea. Así que, a partir del número 6 -en febrero- los meses que no salía esta publicaban…

ahora con una nueva protagonista y una nueva localización. Pero no parece que la idea les fuera tan bien porque esta última terminaría su recorrido en julio, con su tercer número, mientras que la otra se quedaría en el nueve. De momento no han recuperado a ninguna de las dos pero siempre nos queda la esperanza de que retomen una nueva serie adaptada a los tiempos que corren… Miss Pantalla de Verde.
28) Mister E (1991)

En diciembre de 1980, en el número 31 dentro de la colección Secrets of Haunted House, se presentó de la mano de Bob Rozakis y Dan Spiegle, a un nuevo personaje.

Un aparente Detective de lo Sobrenatural de gafa con las lentes rojas, aparentemente ciego pero con ciertos conocimientos mágicos -o algo, la verdad es que tampoco parece muy efectivo- que se enfrentaría primero con un juez (que resulta ser un hombre ‘dos veces maldito’, como vampiro y como hombre lobo) llamado Kobold como antagonista, y luego con otra serie de casos de lo sobrenatural. De esta historia original ganaría una suerte de secretaria, Kelly O’Toole, que lo era del juez sin saber lo que este se proponía. Y seguiría con él bastante de fondo. Lo cierto es que la mayoría de las veces no parece estar haciendo gran cosa en la historia, la aparente irracionalidad, con la que jugaban en sus primeras apariciones, desaparece rápido. Hasta el punto de que dejaría de protagonizar las portadas de la serie en el 36. El 38 regresaría a ella, de nuevo con Kobold de enemigo, pero sin éxito de nuevo. En el 39 le darían un nuevo personaje secundario, David Neu, y tratarían de darle algo más de importancia a Kelly. Con éxito dispar porque Mister E seguía estando de fondo de las limitadas historias cortas, así que para el 41 veríamos su última historia. Aunque la cabecera duraría aún hasta el 45.
No volveríamos a saber de él hasta que en 1990, en The Books of Magic, se nos presenta una versión post-crisis bastante peculiar. Formaría parte de la Trenchcoat Brigade y no se parecería más que en parte del aspecto. Por supuesto los cambios son los esperables por Gaiman: Ahora es una persona a la que violaron y maltrataron en su infancia, su propio padre le dejó ciego y la religión causó que se convirtiera en poco menos que un fanático. Motivo por el cuál nunca conviene preguntar ¿Qué hay de autobiográfico en la obra? a los autores. En cualquier caso este grim’n’gritty noventero sería el punto de partida de la serie propia del personaje obra de K. W. Jeter y John K. Snyder III, con unas portadas de Merritt Dekle -lo único que haría para DC– que están bastante lejos del dibujo interior. Aunque es de suponer que la parte de Vértigo-antes-de-Vértigo esperaba que estas cosas funcionaran.
Durante la historia nos encontramos con otros dos personajes que resultan ser partes de su ser. Una de las cuales acaba muerta, claro.
Eso no impide que Gaiman saque lo que parece una versión alternativa, El Eremita, en Muerte: El alto coste de la vida. O que le recuperen para apariciones concretas como la de Underworld Unleashed en 1995 o Trenchcoat Brigade en 1999, ya llegaremos a esas letras. Además de las distintas secuelas del asunto.
O que durante el oscuro paréntesis de los New 52 apareciera como un enemigo de Constantine. Luego ya se les pasaría porque volver a lo de Los Libros de la Magia era lo más sencillo. Al volumen 3 en 2018, en concreto. Aunque más adelante -en enero de 2022- volveríamos a verle en un anual:

En el que quedaba claro que volveríamos a saber de él… (Y que Constantine es bastante veleta). Exceptuado el asunto de que la serie regular llevaba cerrada casi un año para entonces y estaban apareciendo como complemente de la Justice League. No, yo tampoco sé por qué. Y dado que aparece solo como, digamos, una mención a una historia en curso que no se llegó a completar… Bueno, supongo que el universo DC es también eso. No sé si siempre o a veces.
29) Mr. Majestic (1999—2000) / Majestic (2004—2005) (2005—2006)

En enero de 1999 se hizo efectivo el acuerdo de compra de DC y Wildstorm. Mr. Majestic, creado en 1994 por Jim Lee y Brandon Choi para WildC.A.T.s #11 (1994), tuvo serie propia en septiembre.
Con guiones de Joey Casey y Brian Holguin y dibujos de Ed McGuiness los seis primeros números y Eric Canete -con Juan Vlasco– los tres siguientes… y últimos. Casi podríamos decir que es la puerta a un mundo nuevo. Los seis primeros son números casi-independientes, con un pequeño arco de fondo. Los tres últimos son una historia contada en tres partes, con una interdependencia muy clara y, a la vez, una dudosa necesidad de usar tres números para contar el asunto.

Esto terminaría con una metanarración en la que explica que va a explorar otros universos. Como parte de las decisiones de unir -o probar a unir de alguna manera- el universo Wildstorm con el de DC. De entrada como parte del multiverso. Lo que explica que pase a hacer unas visitas a Superman. Bueno, para que una tormenta temporal -o algo- le lleve a Metrópolis en lugar de Superman. Tanto da. El caso es que le tienen tres números y luego hacen lo esperable…

Darle una serie propia. Es un héroe que ha perdido su mundo (y el Míster de delante del nombre) y ahora se encuentra en Metropolis, sin saber cuándo volverá y teniendo que adaptarse. Así que establece unas nuevas reglas. Cambia algo su cabeza, le da un pueblo y algunos secundarios y deja preparadas las cosas para que quien quiera entender el cambio sucedido entre su vida en Wildstorm y lo siguiente pueda rellenar los huecos. Sí, lo siguiente, porque en realidad esta mini de Abnett y Lanning con Kerschl sirve, sobre todo, para organizar las cosas hacia:

La serie regular de Abnett y Lanning, y Neil Googe. Que, irónicamente, no comienza en esa nueva situación sino con Majestic regresando junto a Superman y Erradicator a la Tierra-Wildstorm para encontrarla vacía de personas y animales. Decisiones. Más aún cuando no parece que tengan muy claro tampoco qué hacer porque ese mismo año comenzarían una serie de eventos, primero con Captain Atom: Armageddon hasta llegar a 2008 con World’s End. La asimilación de Wildstorm estaría terminada y el relanzamiento de New 52 ya incluiría a su personajes dentro del Universo DC.
En 2012 aparecería Team 7 -el segundo volumen- en el que se presentaría el nuevo Majestic, James Bronson, un experimento para replicar a Superman. En fin.
Después de eso le hemos visto poco. Y con poco contexto detrás. Ahora mismo suele mencionarse dentro de ese Team 7 en el que estaba Deathstroke también, pero parece que no tienen claro qué más hacer con él. Así que será cuestión de esperar y ver.
30) Mister Miracle (1971—1973,1977—1978) (1989—1991) (1996) (2017—2019) / Mister Miracle Special (1987) / Seven Soldiers: Mister Miracle (2005—2006) / The Black Racer and Shilo Norman Special (2017) / Mister Miracle: The Source of Freedom (2021—2022) / Mister Miracle: The Great Escape (2022)

Con lo tranquilo que estaba yo y ya empiezan los follones…
Mister Miracle se presentó en 1971, en aquel momento en que dejaron regresar a Kirby a DC con absoluta libertad creativa. Y uno de los resultados fue la creación de este personaje, Scott Free, dentro de todo lo relativo al Cuarto Mundo (Y, por supuesto, pasando a saludar por alguna de las otras series). Bueno, su creación, y la de Oberon, de Big Barda, de Ted Brown. Os hacéis a la idea. De hecho, para el número 15 presentó también al que se convertiría en una especie de sidekick/ aprendiz de Miracle:

Ya sabéis, la famosa ‘inclusión forzada’ de… ahm… 1973.
Lamentablemente las ventas siempre han mandado así que para el número 18 tuvimos una reunión de villano, una boda de emergencia,

…pero muy de emergencia, una serie de despedidas no-muy-explicables y -a la vez- no muy comprensibles,

Para concluir con lo que solo puedo considerar ‘unas vi´ñetas icónicas’.

Esto era marzo de 1974… y para septiembre de 1977 Mister Miracle regresaba, con Steve Englehart y Marshall Rogers. Y en su número 19, por supuesto.

¿Qué es lo que había pasado entre medias? Más allá de una aparición en The Brave and The Bold ese mismo 1974 que parecía un genérico de aventura que no encajaba por ningún lado con la continuidad hasta el momento, y que es es de suponer que fuera un guion preparado anterior, quizá incluso de promoción, que salió en el peor momento posible. Lo que ocurrió fue que se hizo una prueba de relanzamiento.
En 1976, y dentro de la colección -casi podríamos decir que iniciativa- 1st Issue Special, en su número 13, Gerry Conway y Dennis O’Neil con Mike Vosburg a los lápices presentaban Return of the New Gods. Una historieta que servía, sobre todo, para presentar el nuevo aspecto de Orion.

El mismo título con el que retomaría la colección en 1977, continuando -eso sí- la numeración de New Gods. Algo similar a lo que ocurriría con nuestro Mister Miracle.
Los cambios fueron, eso sí, notables. Barda era secuestrada, Mister Miracle regresaba pero se reencontraba solo con Oberon, y juntos iban a rescatarla. Lo que nos lleva a tres números en los que Barda poco menos que está tumbada. Y luego otro en el que directamente no estaría. Para el 23 el guión pasaría a Gerber, que recuperaría a Barda y a Ted Brown y… poco más porque en el 25 la cancelarían de nuevo. Por supuesto eso que vimos en 1978 no sería lo último.
En octubre de 1980 los follones de los Nuevos Dioses pasaron por Justice League of America 183, la primera parte de su encuentro anual con la JSA. Y parte de lo que podríamos llamar los movimientos para establecer a Darkseid como enemigo de Superman y la JLA. Lo que, a su vez, favorece que personajes como Mister Miracle aparezcan por las páginas de sus cómics cuando hay sarao. En movimientos no siembre sencillos de explicar, he de decir…

El caso es que el personaje está claramente… integrado… dentro del Universo DC. Lo que favorece siempre nuevas etapas. La suya llegó en 1987. Es decir:

Efectivamente, en ese año logra ser parte de la Liga, lo que conlleva no solo más apariciones en otros cómics como parte de grupo, también visitas a los títulos que van logrando otros compañeros como Booster Gold o Blue Beetle. En 1987 tiene un especial guionizado por Mark Evanier y dibujado por Steve Rude.

Y, finalmente, en 1989…

Un segundo volumen de sus aventuras, esta vez con J.M. DeMatteis y Ian Gibson. La serie intentaba llevar el tono ligero y humorístico de la Liga contando los intentos de normalidad de sus personajes, y un cierto elemento de enemistad-cómica entre los personajes propia de la sitcom de la época. Para el 6 colaboraría (por vez primera, reaparecería más tarde en otro número) en los guiones Giffen -con aparición de G’Nort– y otro dibujante en lugar de Gibson, el inicio de unos cambios que concluirían en el número 8 con Len Wein de guionista y Joe Phillips de dibujante. Este aguantaría como dibujante -con algún sustituto puntual- toda la colección. Pero el guionista pasaría ser Doug Moench para el 14, quien para el 21 se trae de vuelta a Shilo Norman para continuar lo que Kirby inició.

Sep, entrenarle para ser el nuevo Mister Miracle. Y, por cierto, una demostración mediante la moda de que los noventa fueron noventeros de muchas maneras. (Y eso que no he querido mostraros la ‘barba sin bigote’ que se acabó dejando Free).
Durante estos años los personajes seguirían apareciendo aquí y allá, sobre todo por los títulos de Superman, pero también por la Liga, en donde Shilo Norman sería ‘descubierto’ y considerado un impostor. Una vez dadas las explicaciones necesarias de tan divertido equívoco se cimenta su condición de sustituto, algo que facilita el final de la colección en el número 28 a mediados de 1991. Curiosamente cercano al original de Kirby, con Miracle y Barda teniendo que volver con los Nuevos Dioses y dejando detrás a Oberon y Norman -que tomaría en teoría el manto de Mister Miracle-. Pero esta vez con tiempo de despedirse del resto de secundarios de la serie, y con una sorpresa, Barda conocería a su madre.
Después de esto volveríamos a las vueltas, en Eclipso (en 1994) aparecería como parte de la JLA, pero para lo que hace podemos pensar que era Norman el que estaba bajo el disfraz. O algo.
Pero estaba claro que tenía que regresar, y eso es lo que haría en 1996…

en la tercera versión de su título, esta vez con Kevin Dooley en los guiones y Steve Crespo en los dibujos. Dooley era más conocido como editor de DC, aunque había publicado algunas historias cortas, cerrado The New Guardians y tenido una corta estancia en Green Arrow. Crespo, por su parte, venía de la muy noventera Anima (y después de esto no haría mucho más, pasando a trabajar para Nickelodeon).
El punto de partida, con Free rechazando sus deberes con Nueva Génesis -incluyendo su ascensión y cambio de nombre y poderes- lleva a… de alguna manera: Secuestrar a Barda. No él, sino el Black Racer. Mientras las dos caras de los Nuevos Dioses se ponen en su contra. Ellos acaban en la Tierra y Barda se enfada con Scott y se va a vivir con las Amazonas. Que es lo que pasa cuando tienes autores que no saben escribir parejas. O quizá es porque lo de Mister Miracle era un papelón, y por eso le han vencido las tij… da igual. Pero eso explica que más de la mitad del número seis fuera un cuerpo entre Barda y Wonder Woman. Lo cierto es que para el 7 ya la habían cancelado, con un aviso de que habían desaparecido Apokolips y Nuevo Génesis. Y un rótulo diciendo que para seguir con el personaje se leyeran New Gods, que en ese momento iba a ser relanzado en el número 12 con John Byrne como dibujante y guionista.
(En medio de aquella serie se publicaría la mini The Final Night de Karl Kesel y Stuart Immonen, como parte de las fuerzas que intentaban parar a un Sun-Eater. )
Lo de New Gods duraría hasta febrero del ’97, para ser relanzado al mes siguiente con un nuevo título. De John Byrne, claro. Mucho. Byrne escribía, dibujaba, entintaba y rotulaba. Así que la nueva cabecera se llamaba, obviamente, Jack Kirby’s Fourth World.
En ella, por cierto, además de Scott Free se recuperaría a Shilo Norman en una extraña trama secundaria sobre una muchacha que les visita a él y a Ted Brown asegurando ser la hija de Oberon. Una trama de la que Byrne se iba olvidando y que acaba resolviendo casi de cualquier manera -y casi mejor con el melodrama que monta- en el 12. Y no volverían a salir, claro.
En cualquier caso la serie llegó hasta el 19, en septiembre de 1998. Por medio Byrne había sacado una mini llamada Genesis. Ese mismo año volvimos a verle por la JLA, luego por Day of Judgment en 1999, y, finalmente, por el Orion que sacaron en el 2000.
Curiosamente al año siguiente reaparecería Shilo Norman en Joker: Last Laugh. Que quizá facilitó que en 2005 Grant Morrison le convirtiera en uno de sus Siete Soldados oficializando por primera vez en un título el nombre de Mister Miracle para él aunque llevara ejerciendo desde los noventa.

Poco más en aquellos años. Menciones, recuerdos, flashbacks de compañeros de la Liga o de Barda, la reaparición en 2007 en Firestorm para Battle of the New Gods de Shilo Norman… Y entonces, a final de año, llegaría otro de esos eventos canónicos:

Death of the New Gods comenzaría, por supuesto, quitándose a Barda de en medio. Miracle moriría antes de que acabara la mini. Y luego hay una explicación final de Starlin. Así que en teoría se hubiera acabado allí lo suyo.
En 2008 sería Shilo Norman el Mister Miracle de la Final Crisis, y el que acompañaría en 2011 el que aparecería con la JLA durante Brightest Day. Y entonces, como suele pasar con DC, llegó The New 52. Durante el follón que fue ese lustro (recordemos, de 2011 a 2016) lo cierto es que si se llegan a descuidar Mister Miracle no aparece. De hecho Shilo Norman no llegó a aparecer, y Scott Free lo hizo con la fiesta a punto de terminarse. En el Justice League -volumen 2, claro- 40, en junio de 2015. Por si os lo estábais preguntando: Sí. Tiene que ver con Darkseid. Concretamente con lo que llamaron The Darkseid War. Y allí que aparecerá hasta el 50 para arriba y abajo, casi el cierre de la misma -de la colección y de la versión del universo, porque ya estábamos en 2016, y de verdad que pocas cosas cerraron- en una batalla sin mucho sentido en el que Barda acaba pactando con las Furias quedarse con ellas después de la batalla a cambio de su apoyo durante la misma. Lo hace también para tener vigilado al nuevo amo de Apokolips, Lex Luthor. Como decía, mucho tardaron en resetearlo.
¿Que si no hubo innovaciones por la cosa esta? Bueno, como siempre en esa época. De entrada Scott Free era su nombre para encajar entre los humanos, en realidad él era Scot. Sí, Scot. El Dios de la Libertad. En serio. No sabemos si de las Terracitas también, pero con la de años que pasó en Apokolips es más que posible. La historia del intercambio, con Metron por medio… vamos a dejarlo en que es una historia. Pero bueno, da igual, porque en realidad solo existió un año y algo.
Para el Rebirth de DC aparece como mención o representación, como un personaje ya existente, dentro de esa nebulosa continuidad en la que se ha abandonado la de los New 52 para casi todo mientras se usa también la post-Crisis y se decide cada vez qué es y no es Canon dentro de ese movimiento ‘Canon es lo que yo digo que es en ese momento y en cuanto de de estar aquí y ahora diciéndolo lo mismo deja de serlo‘. Ojalá alguien hubiera tenido la idea de que no sepas cómo es la continuidad de algo hasta que no abres y miras. Pero no se me ocurre ningún ejemplo, por supuesto.
Así que podríamos decir que sus primeras apariciones reales -o más reales- son en 2017 en Bug!. Lo que, supongo, tiene sentido. Algún sentido. En cualquier caso la aparición de Shilo Norman la hizo ese mismo año. Con su nombre.

Que podían haberle puesto el nombre de personaje, pero en fin. También le cambian el peinado. Ya habéis visto que aquí toca uno en cada momento.
Hablando de tocar, ese mismo mes salía la que es de esperar que fuera la motivación para no sacar el título, que ya podían haberlo sacado en otro mes, pero en fin… ¿quién entiende a DC? Se trata de

el cuarto volumen. ¿Y logra ser tan GENIAL! como el anterior? Pues no. Lo es más. Con la habitual ronda de reciclajes y de creerse muy listos por usarlo, si no os habéis aburrido ya de todas esas muertes, giros y dudas sobre la realidad que ya vimos en el anterior volumen o en Death of the New Gods es una suerte que podamos seguir con más de lo mismo. Aunque supongo que vender como novedad restos calentados es también un arte.
Normal que luego en 2019 tuviéramos Female Furies, que no tiene nada que ver con esto, aunque a estas alturas, ¿quién espera que haya alguna continuidad con tanto reboot?. Teniendo en cuenta que a la vez están las broncas con Atlantis, lo que quiera que fuera lo de Doomsday Clock, el follón de Dark Knights y Dark Crisis y Dark nosequé, que hay más góticos ahora que en los noventa.
Mientras Shilo Norman reaparece en 2018 en Sideways, como parte de los Siete Soldados de la Victoria. Dos años después aparece echando un ojo en el complemento Action Comics de Midnighter, por los títulos de los Titanes -por algún motivo- y como protagonista en 2021 de…

Por si os lo estáis preguntando, sí, le vuelven a cambiar el corte de pelo. Parte de la trama da vueltas sobre si Mister Miracle -este- debería de reconocer que es negro. Y también un enemigo que parece sacado directamente de los noventa. Que quizá penséis que exagero pero… Yo lo pongo y ya decidiréis.

Por supuesto la historia se monta un follón multiversal, que es a lo que estamos ahora. Os lo explicaría pero, ¿realmente es necesario? Digamos que este no es nuestro universo, al margen de que ya no sepamos en qué universo estamos.
Y la siguiente vez que Mister Miracle protagonizó un cómic, al año siguiente, sería en otro lado del multiverso.

¿Qué? ¿Os he dicho yo si es Shilo Norman o Scott Free? Pues eso. Un cómic juvenil que hace todo lo posible por acercarse a un manga, o algo.
Y como esto da tantas vueltas como el tambor de una lavadora, y con un sentido de la trama similar, para 2025 le hemos recuperado en The New Gods. Sí, otros.

Pero al final andamos siempre con las misas, parece. Así que ya veremos qué es lo próximo que nos toca.
Sí, he logrado escribir todo esto de Mister Miracle sin hablar ni una sola vez de Funky Flashman y Houseroy. Un prodigio de contención, eso soy.
31) Mr. District Attorney (1948—1959)

En 1939 se comenzó a emitir una radionovela, Mr. District Attorney, que se iba encontrando con distintos casos criminales. Siguiendo la famosa táctica de ‘sacado de los titulares’.
El éxito fue suficiente como para que en 1951 diera el salto a la televisión. No fue un gran éxito así que la cancelaron en 1952, pero en 1954 decidieron revivirla como serie en sindicación. Como si fueran Los Vigilantes de la Playa, vaya. Esa vez duró dos temporadas, hasta 1955. Para su final llevaba varias temporadas en la radio -terminó en 1953- y algunas películas (dos en 1941, otras en 1942 y 1947). Además de, claro, un cómic. Quede esto como testimonio, mínimo, de lo que puede olvidarse el éxito en unas décadas.
Pero bueno, volviendo al cómic, ya veis que no solo duró unos años, sino que terminando en 1959 fue lo último que desapareció del personaje. También publicaron un libro que tenía en la esquina una ilustración, de manera que podía ‘animarse’ manualmente. Pero aquí nos interesan los cómics, así que podemos decir que fueron 67 números, con distintas aventuras más o menos fantasiosas -hay algún scoobydoobismo, algo de disfraces, cosas que hubieran costado más en la televisión o no hubieran sido tan vistosas en la radio, claro- pero no tuvo expansión en ninguna dirección dentro de DC. Ni su personaje apareció en otros títulos ni -fuera de los anuncios- los personajes de DC aparecieron por aquí. Y eso que Dos-Caras apareció por primera vez en 1942.
32) Mister Terrific (2011—2012) / Mr. Terrific: Year One (2025—)

Si esperáis que os haga la ficha completa de Mister Terrific vais dados. Que podría, claro, pero que para qué. Hago un resumen y ya habrá oportunidades. El primer Mr. Terrific, Terrence Sloane, aparecería en 1942 en Sensation Comics. Y moriría, en teoría, en 1979. Lo que no le impediría regresar alguna vez como fantasma. El segundo, Michael Holt, aparecería en Spectre 54 -en el volumen 54- en 1997. Y por allí siguió, sobre todo en JSA aunque no solo. Y entonces llegó los New 52. Y sacaron esto que duró 8 números enteros.
Y eso fue antes de que el personaje -bueno, otro Holt, Curtis… con un estilo diferente, digámoslo así- empezara a aparecer en Arrow.
Luego tuvo follón con el Nth Metal, dio varias vueltas más (Quizá penséis que voy a hablar de The Terrifics, pero ya llegaremos a la T) y para 2025…

…volvieron a las andadas. Porque sale en la peli de Superman. Aunque hay que recordar que el que lo interpreta es Edi Gathegi, no Aldis Hodge (distintas películas). Es una historia en el pasado, que es por lo que el estilo de la parte del pasado es Hawkeye.
Pero, por supuesto, siempre hay viñetas a rescatar:

33) Mnemovore (2005)

Terror tentacular y horror cósmico, con una atleta retirada tras una lesión que se encuentra con que ha perdido recuerdos. Puede que sea por la lesión, o por el terror tentacular. A veces esas cosas es difícil de distinguirlas.
34) Mobfire (1994—1995)

Lo más sorprendente de este cómic es que es anterior a Los Soprano. Pero, bueno, siempre hemos tenido obras de Organización Criminal, sobre todo de mafias. Y no me refiero a los representantes de autores. Aquí, además, hay algo de magia -sección vudú diría yo- y hasta una visita de Constantine. Teniendo en cuenta que el último número además de zombies tiene varios bebés psiquicos muertos… digamos que es una obra al menos particular.
35) Monkey Prince (2021—2023)

En DC a veces intentan cosas. Entendiendo ‘cosas‘ como ‘conquistar el mercado chino‘. Con éxito… vamos a decir que desigual. El caso de Monkey Prince es bastante claro.. Quiero decir, su primera aparición la hizo en DC Festival of Heroes: The Asian Superhero Celebration. La sutileza.
Luego tuvo 12 números que claramente podrían haber sido muchos más pero parece que la cosa no acompañó. Es una lástima aunque algo comprensible, porque aunque Gene Luen Yang se encargara de los guiones para los guiones no buscaron a un Cliff Chiang o Afu Chan sino a un creador de estilo más genérico de superhéroes. Y les metieron en un crossover, claro que sí. Lazarus Planet.
Luego aparecería aquí y allí, reencontrándose con Damian Wayne y, claro, el Ape-ril Special de 2024. Porque, bueno… monos. Aparecería también por los líos de Absolute Power y en navidades para Batman/Santa Claus: Silent Knight Returns en el cambio de año. Y de momento no tenemos más, pero espero que alguien en DC le esté dando vueltas a lo mucho mejor idea que sería convertirlo en una serie de cómics autoconclusivos en la sección juvenil.
Con Gene Luen Yang a ser posible, que claramente tiene la idea de que esta versión del Rey Mono -quizá el héroe de la mitología asiática más conocido- que hace lo suyo adaptándolo a un nuevo contexto pero manteniendo la inspiración original aquí contraponiendo la historia clásica del Rey con la juvenil del Príncipe. Y es que incluso los claros intentos de sacar pasta de DC pueden hacerse bien con buenos autores detrás. Que, aunque no lo parezca leyendo sus cómics regulares, siguen existiendo.
36) Monolith (2004—2005)

Justin Gray y Jimmy Palmiotti debieron de pensar que podían usar la historia del golem para hacer una maxi. Lograron 12 números, sacaron una aparición en lo que estaban haciendo en este momento – Hawkman, concretamente- y, una vez terminado, decidieron ver dónde podían seguir sacándolo. Así que -aunque solo saliera fuera de sus cómics como cameo durante la Infinite Crisis-fue parte de la Battle for Blüdhaven durante 2006 y en 2009 los sacaron en su Power Girl. Y después… ya estuvo. Sobre todo porque Palimiotti y Gray lograron mantener los derechos del personaje… que ahora tienen en Image. Así que imaginaos las risas no ya para que lo fuera a usar alguien -quiero decir, es un golem, no es que sea muy complicado sustituirlo- sino para hacer las reediciones.
37) Monster World (2001)

Esta historia de ciencia ficción con personajes superdeformed y estética más allá de lo dosmilero es uno de esos cómics que sacó Wildstorm cuando ya era parte de DC. Es de suponer que Scott Lobdell tenía los contactos y las ganas de trabajar junto con Carlos Meglia. Y el resultado fue este particular cómic. No solo porque Lobdell no es Carlos Trillo, o porque la serie animada de Cybersix tuvo un recorrido que quizá no fue el esperado. El resultado aquí es un tanto similar. Teniendo en cuenta que termina diciendo que al final son 6 números -‘la primera miniserie’- y enseñando las portadas que podrían tener, para seguir diciendo que sus lectores tienen la posibilidad de que siga adelante y se hagan realidad. Que no, claro, porque… bueno, a veces hay ideas que simplemente parecen existir para poder señalarlas y decir: Mira, en este momento los cómics eran así.
38) Moonshadow (1994—1995)

¿Que cómo le funcionó? Pues cumplió su contrato con Marvel y publicó este cómic de 1985 a 1987… Y para los noventa estaba en DC… Y en cuanto pudo… ¡volvió a publicarlo! Esta vez en Vértigo, claro. ¿Cómo no valorar a un héroe que supo vender dos veces el mismo trabajo y, además, conservarlo?
Sí, porque conservó de nuevo los derechos, por si tenían que volverlo a vender.
¿Que si volvió a vender otra vez una tercera vez el mismo cómic? Eso es material para otro día.
39) Mostly Wanted (2000)

Está claro que Lobdell cada vez que podía hacía un cómic. Por lo menos en WildStorm. Esta vez el dosmilerismo lleva aún noventerismo residual en el ADN. Eso y fan-service.
No, no exagero. Quiero decir…

Ni un poco.
Podría poner más ejemplos pero para qué. Lo importante aquí es que Lobdell terminó el cuarto número en un cliffhanger -sacado de una película, claro- con la duda de si la serie seguiría tras estos cuatro números. Creo que ya sabéis la respuesta. Claramente no hicieron suficiente fan-service. O no era en DC donde tenía que haberlo publicado.
40) Motherlands (2018)

A veces los cómics van así, sobre mujeres, clones, relaciones maternofiliales, con una forma distinta que puede enseñar penes o pechos pero de una manera notablemente distinta a la de Mostly Wanted. Como se puede comprobar:

Aunque supongo que es la vieja frase. Cada uno tiene su propio kink. En cualquier caso Si(mon) Spurrier y Rachael Scott lograron un cómic ciertamente particular. Me pregunto cuánto influiría para que la segunda acabara dibujando una corta temporada de Supergirl.
41) Mother Panic (2017) / Mother Panic/Batman Special (2018) / Mother Panic: Gotham A.D. (2018)

A veces las editoriales se empeñan en cosas. Por ejemplo, en mover algo de un sello editorial nuevo, a ver si cae la breva.
Esa es la presentación que podemos necesitar para Mother Panic, o Violet Paige, una vigilante que sigue el clásico: La mandaron a una escuela experimental pero en lugar de ser Método Montessori, resultó ser Método Te-Convertimos-En-Una-Máquina-De-Matar. Uno nunca sabe qué le va a tocar en estas escuelas. Y, por supuesto, en cuando estuvo fuera se hizo un traje y equipamiento para acabar con la escuela y sus responsables. Que es, sin duda, un propósito loable para cualquier persona. Mucho mejor que montar un Sandy Hook por lo menos.
Así que primero presentaron al personaje dentro del número especial para presentar el sello nuevo –Young Animal, concretamente- en 2016 con DC’s Young Animal Ashcan Edition. Luego vendría esta primera maxi de 12 números que ocupó todo 2017. Incluyendo una aparición como complemento en el ejemplar de marzo de ese año en Shade, the Changing Girl. También del grupo, claro.
Al año siguiente lo que intentaron fue montar un evento, las Milk Wars. Y como Mother Panic era la de Gotham estaba claro lo que le iba a tocar:

Seguido de la aparición en el especial JLA/Doom Patrol. Una forma de que el resto de compradores -sí, mucho optimismo hay en llamarlos así- de Young Animals les conociera. Y, tras esto, lanzaron una segunda serie, intentando hacerla más atractiva a los compradores… es decir:

Que quede más clara la parte de Gotham. Esta vez solo le dieron seis números, eso sí. Y no pasó de ahí. Ni -de momento- apariciones en títulos de la Batfamilia, ni paseos por el resto de series -como el fin de fiesta de Doom Patrol-, ni nada de nada.
A veces las editoriales se pasan dos años intentando que algo funcione y luego… No diré que lo desechan. Simplemente lo guardan porque quién sabe qué puede ser de utilidad dentro de unos años. O décadas. O ya veremos.
42) My Buddy, Killer Croc (2022)

La colección de tomos autoconclusivos de infantil-juvenil es uno de los grandes éxitos del DC reciente. Como demuestra que se pueda hacer una historia sobre un chaval con una cicatriz -o algo- en la cara, que acaba de llegar a Gotham, y es fan de un luchador… Killer Croc.

y sí, el dibujo de este cómic es de los que envidiarían muchos de los ‘de adultos’.

Más aún si acaba siendo un cómic sobre matonismo -sobre que no siempre está tan claro quién está siendo ‘el malo’, además; o quiénes son tus amigos- y las dificultades de crecer. Otro ejemplo de la magnífica labor editorial que DC está haciendo en los sitios que no tienen compradores por inercia. O no los tienen… aún.
43) My Faith in Frankie (2004)

A Mike Carey las cosas religiosas le gustan. Y Sonny Liew es un gran dibujante. Supongo que no hacía falta mucho más para que montaran esta historia -contada en cuatro grapas- que hoy en día probablemente podría haber salido directamente como un tomo. Pero, bueno, que lo importante es ser consciente de que más allá de los follones de novios tóxicos y los líos sobrenaturales, con un final ciertamente avanzado y, como decía, Carey a los guiones y Liew a los dibujos. Hay cómics que se han reeditado hasta la saciedad con mucho menos.
44) My Greatest Adventure (1955—1964) (2011—2012)

La historia detrás de My Greatest Adventure debería de ser sencilla de contar. Así que podéis esperaros cualquier cosa. Lanzada en 1955 como título contenedor de historietas de Aventura, Acción y -si toca- Fantástico -más SciFi que Fantasía o, desde luego, Terror, que para eso tenían otros títulos, pero ya os hacéis a la idea-. El tipo de publicación que comienza con una historia llamada I Was King of Danger Island, que lleva en su portada la tercera historia, My Cargo Was DEATH! y cuya historia intermedia es I Hunted a Flying Saucer!. La idea era sacar historietas contadas en primera persona, de ahí tanto título con I y con My, daba igual que se tratara de cosas más creíbles como I Fought a Live Volcano o de I Was A Cop from Outer Space. Según pasaran los números las historias irían tendiendo hacia el lado fantástico -sin duda os sorprenderá- y también se irían abriendo hacia el We, que siempre es de agradecer. Parecía estar funcionando lo suficiente como para pasar de su inicial salida bimestral a cambiarla a partir de su número 23 por una mensual. Mientras seguía ofreciendo historietas de interés para sus lectores, claro.

Para su número setenta -en los años sesenta- parecía que los intentos de meter historias sin esa primera persona se iban haciendo más habituales. En el 78 no habría ya ningún pronombre entre los títulos de las tres historias. Y para el número 80 llegaría la sorpresa…

La Doom Patrol acapararía las tres historias. Bueno, en realidad dividiría la historia suya en tres capítulos titulados un poco al estilo de lo que venía siendo habitual en la cabecera. Pero lo cierto es que de la Doom Patrol ya hablamos en la D. Porque, a partir de aquí y hasta el número 85 sería La Patrulla Condenada la que se ocupara de llevar el título adelante, y tras la prueba de esos seis meses el nombre cambiaría, tras My Greatest Adventure 85 pasaría a ser Doom Patrol 86.
Pero, por supuesto, el peso histórico de las cabeceras se mantiene. Igual que la necesidad de renovar los derechos. Así que en 2011 DC decidió traerla -brevemente, 6 números- de vuelta.

Lo protagonizarían, eso sí, historias separadas. En la primera de ella tendríamos a Robotman -un guiño al final de la colección original-, obra de Matt Kindt y Scott Kolins. Las otras dos las protagonizarían Garbage Man y Tanga. Sí. Esos son los nombres. Dos personajes que habían aparecido por primera vez con un truco similar en Weird Worlds -ya llegaremos a la W– y que no volverían a aparecer después de este segundo truco. De Garbage Man se encargaría Aaron Lopresti como autor casi-completo (las tintas serían de Matt Ryan), mientras que la de Tanga sería Kevin Maguire como autor completo. Los mismos equipos que en el anterior intento.
Y poco más hay que contar aquí, salvo que ya volverá DC a necesitar renovar el título, claro.
45) My Name Is Chaos (1992)

Una nueva historia de Tom Veitch intentando darle una vuelta a la cosa superhumana. Lo hace, por supuesto, con un entorno distinto, en este caso las colonias de Marte. Con intrigas, guerras, seres fantásticos y dándole vuelta a lo que parece que él considera las dos ‘fundaciones’ de Lo Superhumano por delante. Un elegido por Seres Inmortales Casi-Fantásticos para ser el portador de importantes poderes. Una persona a la que un científico lleva con sus conocimientos más allá de los límites de la maravilla. Todo ello con un estilo que mira más a lo francobelga, así que supongo que es una pequeña rareza para DC. Y lo esperable en, digamos, la Heavy Metal. El contexto a veces tiene estas cosas.
46) My Name is Holocaust (1995)

Holocaust era parte del dakotaverso, la línea Milestone o como lo queráis llamar. Era algo así como el villano dentro del grupo. Luchando muchas veces contra Tech-9 hasta salirse para actuar directamente como un criminal. De hecho esta mini de cinco números salió durante la publicación de Blood Syndicate, sirve para explicar un cambio significativo y, además, para contar ese paso de miembro del grupo -o de un par ellos, si contamos Star Chamber– a jefe criminal a buscar la afiliación con el grupo de grandes criminales -jefes mafiosos, no supertipos- del momento. Que, además, irían llevando a la mini-serie y evento Long Hot Summer. No puedo decir que sea de lo mejor del dakotaverso pero, claro, el nivel era alto. En cualquier caso está claro que hasta para estas minis se lo pensaban.
47) Mysteries of Love in Space (2019)

Empecemos por el final, porque este número especial fue un intento de recuperar una serie de la que hablaremos a continuación. Pero lo hizo como especial para San Valentin. Y con bastante humor. Así que recuperaban la cabecera para contar particulares historias. Con los Nuevos Dioses y Superman y Lois, pero también con Kilowog, Bizarro, Hawkgirl, Space Cabbie y, por supuesto, Adam Strange. ¿Que por qué ‘por supuesto‘? Eso os lo cuento en el siguiente apartado.
48) Mystery in Space (1951—1966,1980—1981) (2006—2007) (2012) / DC Comics Presents: Mystery in Space (2004)

Comenzó a publicarse en 1951, con Julius Schwartz como editor, para dar cabida a historias espaciales. Más de aventuras que de misterio, pero como la otra se llamaba Strange Adventures era bastante lógico. Publico distintas personas y personajes, además de historietas sueltas. Pero solía haber una historia principal con algún personaje, comenzando por los Knights of the Galaxy los 8 primeros números, el 16 al 25 Interplanetary Insurance, Inc., del 21 al 47 aparecería con cierta frecuencia Space Cabbie, y… en el 53 llegó Adam Strange. Que venía del Showcase y se quedaría aquí hasta prácticamente el 102. Mientras seguía compartiendo cabecera con otros personajes como Star Rover -salteado del 66 al 86-, Space Ranger -92 a 103-, Ultra the Multi-Alien (103 a 110) y algunos que aparecieron solo unos pocos como Hawkman (87-90) o Jan Vern, Interplanetary Agent (100 y 102).
En realidad el estilo del cómic iría cambiando también. La primera versión, con los Knights of the Galaxy como decía, incluía también algo de divulgación en páginas y artículos. A partir de la aparición de Space Cabbie sería más habitual que se fueran añadiendo personajes recurrentes y no solo historias cortas más una recurrente. Sin contar, claro, con una disminución de la parte divulgativa. Para el 71 el número de historias habría ido disminuyendo hasta tener, en resumen, la de Adam Strange y ‘la otra’ -generalmente de otro de los personajes- que es lo que explica, por ejemplo, la prueba de tres números de Hawkman. De hecho en la primera aparición juntos la historia de Strange se mezclaría con la Hawkman. Además, claro, de lanzar la Guerra Rann-Thanagar. Como concepto poco claro, al que ya le darían mucho más tarde uso otros guionistas.
Para el número 91 hubo un cambio. Julius Schwartz dejó de ser editor para pasar a serlo Jack Schiff. Un editor que, sin duda, dejó su marca. Porque se trajo al Space Ranger de los Tales of the Unexpected que él editaba. Y, de paso, cambió el equipo de Strange, Gardner Fox y Carmine Infantino dejarían paso a Dave Wood y Lee Elias, sin el mismo éxito por algún extraño motivo.
Los cambios -y el editor- favorecieron que Strange acabara saliendo de la cabecera. Lamentablemente Space Ranger, que había ido ocupando su puesto, no tenía tampoco mucho tirón. Así que pese al intento de buscar otro personaje que mantuviera la cabecera para el 110 cerraron la serie. Eh, hay muchas maneras en las que un editor puede dejar su marca.
Por supuesto hablamos de DC, así que para 1980 intentaron continuarlo con el 111. Un intento de relanzarlo ahora que Time Warp (ya llegaremos a la T) había cerrado. La idea fue intentar regresar al estilo de historias cortas, sueltas, de guionistas y dibujantes de la casa. Algunos de los nombres más memorables que tenían entonces. Pero fuera por la extrañeza del número o de la propuesta lo cierto es que para el 117 había cerrado ya.
En 2004 se recuperó en homenaje a Schwartz como DC Comics Presents: Mystery in Space.

Tendría una primera historia, Crisis on 2 Worlds, de Adam Strange -junto a Alanna Strange y Elongated Man y Sue Dibny– a manos de Elliot S. Maggin y J.H. Williams III. La otra, Two Worlds, también de Strange, sería obra de Grant Morrison y Jerry Ordway.
La cosa debió de funcionar lo suficiente como para que en 2006 lo intentaran de nuevo.

La decisión esta vez fue darle la oportunidad a Jim Starlin para que se ocupara de ella, guionizando dos historias, una del Captain Comet que dibujaba Shane Davis y otra de The Weird que dibujaba el propio Starlin.
Starlin decidió que la primera fuera más policíaca. Lo cierto es que ni por esas (?) logró pasar del número 8.
Aunque eso no evitó que en 2012 se intentara una vez más,

esta vez como one-shot pero con más páginas y dentro de Vértigo. De nuevo la idea era dejar que hicieran historias de ciencia ficción algunos de los grandes nombres del sello. De nuevo la recepción no animó a que volvieran a intentarlo.
Al menos no hasta que en 2019… bueno, ya habéis visto lo que he contado en el espacio anterior.
Pero eso deja clara una cosa: Volveremos a ver un intento. La duda es sólo cuándo.
49) The Mystery of the Meanest Teacher (2021)

Los tomos de infantil/juvenil de DC no dejan de darnos alegrías. Por ejemplo, este en el que Kid Constantine -una persona particular- investiga junto a su nueva amiga Anna si su profesora oculta algo raro… ¡Cómo ser una bruja! Pero, por supuesto, no va de eso -o no solo de eso- el asunto. ¡También va sobre las amistad! Porque si de alguien quieres aprender sobre la amistad es de John Constantine. Perdón, Kid Constantine.
50) Mystik U (2018)

Ciertamente 2018 era un buen momento para presentar y ofrecer una obra juvenil en una escuela de magia. La Dark Academy es lo que tiene. En este caso se montaron un universo alternativo con Zatanna, un par de descendientes de personajes de lo oculto con representación más o menos directa en el universo tradicional DC (Sebastian Faust, hijo de Felix, y Davit Sargon, que es David Sargent que es el nieto del John Sargent –Sargon the Sorcerer– original), algún nombre conocido que sirve de anzuelo perfecto –June/ Enchantress – y un par de personajes más –Pia Morales o Plop– que están ahí porque alguien tiene que cumplir su cometido. Todo eso inventándose una universidad de las ciencias ocultas, junto a las casas de Caín y Abel y con estos y otros nombres bien conocidos –Dr. Psychic, Dr. Occult, Merlin, Mr. E, Madamme Xanadu…- en el claustro. Todo para contarnos una historia de jóvenes estudiantes con misterio, amor y humor. Es una pena que sacaran solo tres números de aparición bimestral, porque si esto se hubiera hecho directamente en un tomo con la posibilidad de contar cada año como un cómic nuevo creo que podría haberle ido mejor. Y, con eso y todo, no puedo quejarme mucho.
51) Mythos: The Final Tour (1996—1997)

John Ney Rieber tuvo una peculiar carrera en los cómics. Su primera aproximación fue un follón que incluía escribir textos para ilustraciones que ya existían. Su entrada en Vértigo tuvo también sus problemas, aunque acabara convertido en el guionista principal del segundo volumen de Los libros de la magia. Y su salto a Marvel para escribir al Capitán América coincidió con el 11S y acabó en un choque tan frontal con Joe Quesada que Rieber dejó Marvel con su etapa a medias.
Así que este cómic sobre una músico -con drogas, sexo y… bueno, se supone que algo de música- que en realidad tiene la facultad tanto de contactar con los dioses como de que su música recorra distintos planos, lleno de visitantes especiales -muchos de ellos del mismo Vértigo, claro- y en el que da la sensación en todo momento que nadie tenía muy claro de qué iba la serie. ¿De un músico autodestructivo? ¿De algunos dioses tratando de causar el final de los tiempos? ¿De que hay alguien matando a algo de alguna manera quizá?
Sea como sea sirve de ejemplo de lo que publicaba Vértigo en esa época de 1996-1997. Y como, también, algunos cómics pueden ser más o menos prescientes.

52) My Video Game Ate My Homework (2020)

¿Cómo acaba DC publicando un cómic infantil en el que no sale ninguno de sus personajes y que, en realidad, queda lejos del resto de obras de su sello? Es de suponer que porque Dustin Hansen decía -supondremos que es verdad, pero atribuiremos las responsabilidades a quien las tiene- que había sido responsable del diseño en The Sims o Madden Football, y luego había estado creando Street Sports, una aproximación más infantil, antes de pasar a convertirse en director de innovaciones para Hasbro. Y escribir un par de libros sobre videojuegos y su propia serie de libros infantiles. Así que presentar una historia sobre cuatro amigos que se ven envueltos en un videojuego mientras buscan los deberes desaparecidos de uno de ellos, con un estilo de ilustración que podríamos definir como entre Gumby y Bob’s Burguer y un estilo de narración claramente inspirado por los videojuegos -¿cuáles? Ah, las posibilidades- ciertamente resulta una rareza incluso para DC. Pero es de suponer que, a veces, esto de los cómics funciona también así.
Hasta aquí por hoy. Parece mentira pero tras cuatro meses por fin hemos terminado con la letra M. Espero que, al menos, os lo hayáis pasado tan bien como yo. Porque, desde luego, nos ha dado mucho… Material. Eso sí, aún nos quedan muchas letras por ver, que con esto hemos llegado… ¡A LA MITAD! Así que aún tenemos mucho por delante, empezando dentro de dos meses con la siguiente letra de DC que viene de lo más…

¡NUTRITIVO!
Viñetas recortadas con proliferación de primeros planos
El Calor Púrpura
La pérdida de Peter David la semana pasada nos ha hecho recordar las adaptaciones a cómic de la franquicia de Star Trek.

Una larga colección de títulos que, empezando por Gold Key y terminando en IDW, ha pasado por más editoriales que las series de He-Man y los Masters del Universo. Que ya es decir. Paradójicamente es Gold Key, en su época una empresa especializada en las adaptaciónes de series y películas, la que protagoniza la más notoria adecdota del subgénero.

Todo por culpa de Janice Rand. Más concretamente de su pelo.

Las fotos de documentación que en 1967 se mandaron a Gold Key estaban en blanco y negro [meter aquí una larguísima explicación sobre cuánto material visual solía ser en B/N por tema de costes antes de la llegada de los formatos digitales]. Así que el colorista no entendió que su peinado era una sesentera colmena de laca…

…y creyó que era un gorro. Convirtiéndola en un What If en el que la Pitufina hubiera heredado el manto de Papá Pitufo (¿Mamá Pitufa?).
Por supuesto inmediatamente Saltaron Todas las Alarmas™ y a partir del segundo número Rand es coloreada correctamente.

Quedando todo en un tonto malentendido que nunca ha vuelto a producirse.
Por ejemplo en 1975 Peter Pan editó varios títulos protagonizados por la tripulación de la Enterprise en su linea de tebeos con audio historias en vinilo con la autoria de, entre otros, Neal Adams.

Y a estas alturas la fidelidad visual al material original es impecable. Desde el diseño de los escenarios a los uniformes pasando por las armas. Y eso incluye los colores correctos.
Como los de Uhura.

Que no es Nichelle Nichols tras hacerse un Michael Jackson sino una mujer blanca y rubia.

Porque claro, la serie de TV es una cosa pero los tebeos los leen niños. Y ¿vamos a criar una generación de niños que fantaseen con chicas negras?
¡ASÍ EMPEZÓ VENEZUELA!
Ah, lo de Sulu, decís. Que por qué es…

¡Por el maldito inclusivismo, por eso! ¿De verdad creiais que sólo hoy en dia sufrimos su azote?
¡YA ENTONCES LE CAMBIABAN LA RAZA A LOS PERSONAJES PARA SATISFACER A LOS OFENDIDITOS WOKE EN LUGAR DE RESPETAR SU ETNIA ORIGINAL BLANbueno, la que fuera…
(como si me fuera a creer la excusa de «es que no teníamos los derechos de imagen de los demás actores» por mucho que la suelte el propio Adams)
