Una cosa acaba llevando a la otra. Por ejemplo, entre aquello que documentamos en El Evento Anteriormente Conocido Como Expofriki estuvo la pseudopresentación de este libro:

Pseudopresentación porque todo el mundo sabe que la buena es la que se hará esta semana y porque lo más complicado era entrar en la charla con ese diseño de los ranchitos que hicieron. Precisamente algo que nos permitiría varias cosas, como hablar de las charlas canceladas incluso aunque las dieran un par de ganadores del Premio Nacional del Cómic y el Donald TRUMP! de los autores españoles. Pero es mejor centrarnos en el libro en sí y en como a veces se descontrolan los proyectos. Por ejemplo este, claro. Pensado originalmente como un libro sobre el cierre de la editorial acabó expandiéndose a un repaso histórico de la misma que se centrara en su ascensión y, sobre todo, en su caída.
Y es que en esto de los proyectos uno nunca va a saber cómo puede acabar la cosa. Por ejemplo, en el libro antes mencionado resulta que al final el editor recomienda otras lecturas. De su propia editorial y de otras editoriales. Y la lectura elegida de otra editorial es nada menos que…
¡»Fariña«! Porque nada apetece más tras leer sobre la historia de Bruguera que saber más de la historia del tráfico de drogas en Galicia. Las conexiones inabarcables del mundo del cómic, ya se sabe. Por ejemplo, ¿quién nos iba a decir que Aitor Eraña tendría dos novedades a la vez en las librerías?

Más aún, ¿quién nos iba a decir que en la segunda abundarían los dibujos de menores desnudos?

No creo que hubiéramos adivinado que Aitor publicaría una obra que solo podemos definir como «de tema sexual» este año. Pero, claro, si el premio a Mejor Webcómic se lo lleva el webcomic Monteys podemos empezar a discutir la mejor forma de romper la cuarta pared.
Más aún, ¿hasta que punto puede llegar Lo Meta en nuestro mundo?
El año pasado, allá por octubre, se publicaba en este vuestro blog una entrada titulada tal que así:
Pues bien, si eso salía en octubre de 2015 el mes siguiente se anunció que en enero de 2016 saldría serie nueva de MuertoPiscinas. Más aún, que en ella aparecerían varios secundarios extravagantes de Marvel… Lo que para cuando salió la portada del #3 ya sabíamos que significaba que recuperaban a Slapstick.

A partir de ahí y gracias a nosequé de una película o algo así resultó que a MuertoPiscinas le dieron más series, incluyendo -a partir de abril- una dedicada al grupito este…

Y sí, eso significaba portadas con Slapstick -aunque fuera en las alternativas, echad un ojo por ComicbookDB –


Así que no debería sorprendernos demasiado que un par de meses después se anunciara que varios de esos personajes conseguían serie propia.
Incluyendo, por supuesto, a Slapstick.

Así que a partir de febrero de 2017 llegará la segunda serie de Slapstick -sí, leed el posteo original, ya tuvo uno en los noventa y ahora tiene otra. ¿Qué pasa? No es ni una mujer ni un GSD ni tiene ninguna de esas cosas de diversidad que llevan a dar una oportunidad pero solo una al personaje- y el asunto es, por supuesto, no tanto que vaya a tener serie propia…
Como que, ya que estaban, y teniendo en cuenta que salía de su proximidad con MuertoPiscinas, ¿quién mejor para hacerle una portada alternativa que ROB!?

Y quien dice una dice dos.

Bien de dientes, como tiene que ser. Así que… ¿Cómo sabemos qué ha influido en qué? ¿Es un asunto el universo? ¿Es casualidad? ¿Es el efecto 2016? ¿Es que ya no podemos diferencias lo real de lo falso como si viviéramos en un gigantesco medio de comunicación? O, simplemente… una cosa acaba llevando a la otra.