Desde aquí repartimos ideas y conceptos para la manipulación creativa y el abuso cultural. Somos el diario de lo genial, y el pensamiento de lo imposible
¡Un mes más, una letra menos! Este mes nos toca la O. Que, la verdad, es que acaba quedando más tranquila de lo que parecía. Y, mira, mejor, porque tenemos ahí delante la P o la S y yo necesito trabajar menos. Casi me alegro de que no haya llegado a salir aún Omega Kids. Pero, pese a todo, vamos a ir empezando porque hay por delante mucho cómic y no podemos ponernos… ¡OBTUSOS!
01) Obnoxio the Clown (1983)
Hablemos de Obnoxio. Y para eso primero tenemos que hablar de la revista Crazy. La Crazy fue uno de los múltiples intentos de Marvel de encontrar una alternativa a la MAD. Montada originalmente en 1953, con Stan Lee de editor y un buen puñado de autores como Bill Everett, duró solo 7 números. Hasta mediados de 1954.
Por supuesto, siendo Marvel como es, volvieron a intentarlo. Así que en 1973 lo intentaron de nuevo. Reciclando material el Not Brand Echh de la década anterior y ese tipo de trucos. Tres ejemplares duró esta vez. Pero alguien debió de pensar que es que no lo habían intentado correctamente. Así que para finales de ese año deciden sacar una versión en magazine en blanco y negro, con Marv Wolfman ocupándose (durante su primer año) de él.
También creo la primera mascota, ese ser que está ahí a la derecha y que parece una mezcla de Alfred E. Newman y Hamburglar.
Nebbish sería la ‘mascota’ de la revista durante bastantes números, y no sería el único ‘personaje recurrente’ de la misma porque también se inventarían a Teen-Hulk, pero en el 63 -coincidiendo con la llegada de Larry Hama como editor del título-
presentaron a un nuevo personaje regular (Bueno, un decir). Que, efectivamente, era Obnoxio.
Como veis llamarlo ‘personaje’ quizá era mucho llamarlo. Y, por supuesto, aparecía a la vez que Nebbish. Pero poco a poco fue ganando hueco hasta hacerse con la portada -aún compartida, por decir algo- para el 69.
La sustitución de mascotas junto al título llegaría con el 77
Y aunque no supuso la desaparición total de Nebbish sí que demostró que había habido un cambio y ahora la cara de la publicación era Obnoxio. Bueno, y no solo la cara…
La revista duraría, eso sí, hasta su número 94, a principios de 1983. El mismo año en el que saldría el cómic de ahí arriba.
Que, efectivamente, es una historia a color en la que se nos cuenta el ¿origen? de Obnoxio o algo. En realidad no es que haya nada que marque un antes y después en el personaje, aunque sí que es la primera interacción que podríamos considerar ‘dentro del universo Marvel’ -¿de cuál? ah, esa es otra pregunta- del mismo.
Obnoxio regresaría en un par de historietas cuando en 1991 Marvel sacara otra cabecera cómica, What The…?! en este caso. De nuevo a color, pero solo en el 13 y el 14.
Y para la siguiente aparición estaríamos ya en 2016, con un cameo en Deadpool: Back in Black 2 y luego una serie de intentos de cómics humorísticos por parte de Marvel, es de suponer que para meter el dedo a ver cómo estaba el agua.
Ziggy Pig-Silly Seal Comics y el tercer intento en cómic para la Crazy, ambas en 2019. El resultado claramente no convenció, pero al menos sirvió para recordar a Obnoxio, que pasaría a hacer cameos en series dispares como Venom: Lethal Protector (2022) o Deadpool: Seven Slaughters (2023). Pero no tuvo suerte. No fue en la historieta que dibujó ROB!
Aunque sí dejó claro que es el tipo de payaso al que vamos a encontrarnos una y otra vez en Marvel. Aunque no creo que a este lo anuncien en la New York Comic Con.
02) Occupy Avengers (2017)
A veces el Pisuerga pasa por Valladolid, otras veces Valladolid obliga al Pisuerga a pasar por él. Porque esto es lo que ocurre aquí. Tenemos una colección más o menos aleatoria que claramente iba a ser de Ojo de Halcón, con Red Wolf de fondo, los cuatro primeros números dibujados por Carlos Pacheco, y hasta el 3 no aparece Nighthawk. Creo que podría ser la colección de los Vengadores con menos Vengadores de la historia [y si viene alguien a decirme que ninini me dará material para un posteo, así que ganamos igual], sobre todo porque para esa cuarta, (en la que se junta Tilda Johnson que ya no se hace llamar Nightshade) se pierda a Pacheco, en el quinto tenemos a Gabriel Hernandez Walta, que estará dos números, uno con la historia de un skrull, y el sexto en el que se une Nico Wheels Wolinski. Sacado directamente de la serie clásica Wolfpack de la que ya hablaremos en la W (si llego hasta la W, claro).
El problema es que a partir de ahí meten la serie dentro del follón de Imperio secreto. Y ya no hay manera de salvarlo. Entre que pasamos a un intermedio de dibujantes -esta vez Martín Morazzo y Jorge Coelho-, que ahora no se llaman Occupy Avengers sino que el grupo es The Underground y ha incluido fuera de plano a la Viuda Negra, Ant-Man, La Cosa, Wonder Man, una IA de Tony Stark y un Giant-Man que pasaba por allí (Raz Malhotra, que creo que es el tercero o cuarto, un día tenemos que dedicarle un posteo también a estos) más nuestro grupo habitual que tiene ahora a dos Fireheart, Frank y Silas, de la reserva de Lobo Rojo y, bueno, que aparecen también de la nada aquí. Un despropósito que ni el regreso de Wata en el 9 logra maquillar. Sobre todo porque en el 9 hay tanta gente ya en el Underground -y tanta que no está- que queda claro que cualquier historia que hubiera se ha producido en otro sitio. Es una lástima porque los cuatro primeros iban en una dirección que podría haber funcionado. Aunque muy claramente no fuera un cómic de los Vengadores.
Pero este es el problema cuando decides Occupy cosas que están de moda, supongo.
03) Offcastes (1993)
Cuando en Epic decidieron montar lo de Heavy Hitters uno de los títulos elegidos fue este de Mike Vosburg, una curiosa historia de ¿aventuras? ¿misterio? ¿señoritas en ropa interior? Y si el estilo de Vosburg os suena os puedo ir lanzando un motivo posible: Fue parte del Studio X que fundó Howard Chaykin, de ahí el ‘aire familia’. Lo cierto es que el estilo, las composiciones e incluso la forma de organizar esta trama que es un poco de todo -incluyendo de espías, supongo que en su mayoría- se nota su mano. Poner a un chaval en el centro es un movimiento aquí no tanto -no solo- para que el lector se refleje en él, también para que el protagonista sea una persona con conocimiento de lo que pasa, pero sin mucho que pueda hacer para cambiarlo.
Aunque como es de Epic aquí no hay que pedir a Marvel que lo reedite sino buscar una editorial para el autor. Que alguna habrá. Y eso que aún no os he hablado de Sisters of Steel. Porque no hemos llegado aún a la S, que ya lo haremos.
04) Official Handbook of the Marvel Universe Master Edition Vol 1 (1990–1993) https://marvel.fandom.com/wiki/Category:Handbooks
La historia de los Handbooks comienza en 1983 con el inicio de la publicación del propiamente dicho The Official Handbook of the Marvel Universe que durante 15 números desgranaría el quién es quién de Marvel -bueno, de sus personajes-. El pistoletazo de salida al que luego se uniría en 1985, un segundo volumen de veinte números con el apelativo de Deluxe, y otro en el ’89 con el de Update. En 1990 fue la Master Edition de 36 números. Y ahí lograríamos cierta tranquilidad hasta 2006 con el All-New (de 12 números). Seguido de otro Update de 4 en 2007. Y, finalmente, un regreso al título clásico con los 14 números de 2008, y su Update de 2010 a 2011.
Y quizá creáis que eso fue todo.
Jaja, no.
Porque también hay una cincuentena de títulos que va de enciclopedias a repasos a las armas, Atlas, selecciones por multiversos, por colecciones, por temas y tantas otras cosas que iba a haber puesto imágenes aquí pero son DEMASIADAS.
Así que pondré los títulos que eso no abulta:
Handbook of the Conan Universe Punisher Armory Official Handbook of the Conan Universe Wolverine Encyclopedia Spider-Man: Back in Black Handbook Marvel Legacy: The 1960s-1990s Handbook Marvel Atlas Official Handbook of the Marvel Universe: Alternate Universes Official Handbook of the Marvel Universe: Avengers 2004 Official Handbook of the Marvel Universe: Avengers 2005 Official Handbook of the Marvel Universe: Book of the Dead 2004 Official Handbook of the Marvel Universe: Daredevil 2004 Official Handbook of the Marvel Universe: Fantastic Four 2005 Official Handbook of the Marvel Universe: Golden Age 2004 Official Handbook of the Marvel Universe: Horror 2005 Official Handbook of the Marvel Universe: Hulk 2004 Official Handbook of the Marvel Universe: Marvel Knights 2005 Official Handbook of the Marvel Universe: Spider-Man 2004 Official Handbook of the Marvel Universe: Spider-Man 2005 Official Handbook of the Marvel Universe: Teams 2005 Official Handbook of the Marvel Universe: Wolverine 2004 Official Handbook of the Marvel Universe: Women of Marvel 2005 Official Handbook of the Marvel Universe: X-Men – Age of Apocalypse 2005 Official Handbook of the Marvel Universe: X-Men 2004 Official Handbook of the Marvel Universe: X-Men 2005 Official Handbook of the Ultimate Marvel Universe 2005: The Fantastic Four & Spider-Man Official Handbook of the Ultimate Marvel Universe: The Ultimates & X-Men 2005 New Avengers Most Wanted Files Secret War: From the Files of Nick Fury Secrets of the House of M Marvel Zombies: The Book of Angels, Demons & Various Monstrosities Mystic Arcana: The Book of Marvel Magic Mighty Avengers: Most Wanted Files World War Hulk: Gamma Files X-Men: Messiah Complex – Mutant Files All-New Iron Manual Skrulls! Ultimate Secrets Marvel Mystery Handbook 70th Anniversary Special Marvel Pets Handbook Thor & Hercules: Encyclopaedia Mythologica Wolverine: Weapon X Files Iron Manual Mark 3 Deadpool Corps: Rank and Foul Avengers Assemble Women of Marvel: Celebrating Seven Decades Handbook X-Men: Phoenix Force Handbook Blockbusters of the Marvel Universe Thor: Asgard’s Avenger X-Men: Earth’s Mutant Heroes Captain America: America’s Avenger FF: Fifty Fantastic Years Vampires: The Marvel Undead Defenders: Strange Heroes Avengers: Roll Call Avengers NOW! Secret Wars: Official Guide to the Marvel Multiverse All-New, All-Different Marvel Universe Spider-Geddon Handbook Empyre Handbook X of Swords Handbook King in Black Handbook
Quizá creáis que con esto está todo señalado. ¡JA!
Porque en Marvel decidieron sacar también Mini-Handbooks. Más cortos y con menos fichas pero igual de existentes:
Astonishing X-Men Saga Saga of Squadron Supreme Annihilation: Saga Marvel: Your Universe Saga X-Infernus Saga Spider-Man: Brand New Day Yearbook War of Kings Saga Spider-Woman Saga Moon Knight Saga Thanos Sourcebook All-New Wolverine Saga Spider-Man Saga (Vol. 2) Mighty Thor Saga Fear Itself: Fellowship of Fear
¿Ahora sí? Ahora tampoco, porque en Marvel decidieron también sacar cómics explicando las cosas de las películas, las Guidebook to the Marvel Cinematic Universe…
Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Iron Man Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Incredible Hulk/Marvel’s Iron Man 2 Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Thor Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Captain America: The First Avenger Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s The Avengers Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Iron Man 3/Marvel’s Thor: The Dark World Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Captain America: The Winter Soldier/Marvel’s Ant-Man Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. Season One Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Guardians of the Galaxy Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Avengers: Age of Ultron Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. Season Two/Marvel’s Agent Carter Season One Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D. Season Three/Marvel’s Agent Carter Season Two Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Captain America: Civil War Guidebook to the Marvel Cinematic Universe – Marvel’s Doctor Strange
¿Y ya con esto? Pues… Casi. Porque desde 2019, además, Marvel ha comenzado a publicar todo este cachondeo en Omnibus recopilatorios. A razón de uno por año, más o menos, en 2023 no salió ninguno y en 2025 es un segundo volumen, pero, mira, de eso sí que puedo poner las imágenes y así cerramos esta sección que me hace pensar que en realidad un verano podríamos dedicarnos a postear portadas de las cosas estas. Porque está claro que lo de las ‘fichas’ es algo que en Marvel ha importado mucho siempre. Quizá porque es lo que se empollan los que quieren fingir que saben.
05) Official True Crime Cases Comics (1947)
Efectivamente, también Marvel -bueno, Atlas– también tuvo su momento ‘True Crime’, aunque en realidad venía de antes… Es en lo que se convirtió la serie que hasta ese año había protagonizado… Sub-Mariner. Del 1 al 23 había sido suya pero en el 1947 las cosas habían cambiado así que el hueco en los estantes lo pasó a ocupar esta… Más o menos, porque con este título solo estaría un par de números.
Para el 26 el nuevo título sería All True Crime Cases Comics, en el 37 quitarían lo de Comics
y en el 52 -ya en 1952, además- la cancelarían. Y es que la historia del ‘true-crimen’ siempre ha estado buscando a un público en tandas intensas.
06) The Olympians (1991–1992)
Un nuevo ejemplo de que dejas que un guionista inglés haga lo que quiera y la mayoría de las veces van a acabar haciendo una parodia de los superhéroes. Esta gente y sus manías. Aunque en este caso solo ‘estaban’ en Gran Bretaña porque Stephen Jewell es neozelandés y Gary Chaloner australiano. Así que debemos presuponer que es algo que echan en el agua.
En esta ocasión tienes a un trío de seres poderosos, también alguno más, pero los importantes son estos tres: El superfortachón, la mujer guerrera y el tipo qu se disfraza raro. A saber de dónde ha sacado la inspiración. Y en estos dos números -porque solo fueron dos-
se las apañan para repasar muchos de los lugares comunes, incluyendo, por supuesto… homenajes.
¡Homenajes, os digo! En fin, que quizá a alguien le suene lo que este guionista que es más conocido por escribir para la 200AD y este dibujante que es toda una institución en Australia.
O quizá le suene porque… bueno…
A veces Forum publicaba estas cosas.
07) The One (1985–1986)
Sí, en Epic parecían tener un cierto gusto. A favor de Veitch -al que tanto hemos visto- podemos decir que esto lo hace en 1985 y no en 1986, pero estaba claro que el interés estaba ahí al alcance. Comenzando por un artículo -que podría ser real porque en fin-, siguiendo con un truco para hacerse rico que sale regular, y por supuesto que hay violencia, algo de sordidez, decisiones cuestionables sobre violaciones, y la sensación de que esto se lo podían haber vendido en los noventa como derivado de los cómics de los ochenta. Sus cosas.
08) Omega the Unknown (1976–1977) (2007–2008)
Una de las cosas buenas de Marvel de los setenta es que estaban suficientemente… ahm… dispuestos… como para permitir a sus autores probar cosas nuevas. A Steve Gerber sobre todo. Aquí con Mary Skrenes de co-autora. Skrenes venía de haber hecho algunas cosas en los títulos de Kung Fu y en la Crazy, y aún colaboraría alguna cosa más. En Omega… colaboraría en la primera media docena y luego en los dos últimos.
Omega como tal no aparecería en muchos sitios, en un Howard el Pato, en algunos números de los Defensores, de paso en el Foolkiller… ese tipo de cosas que guionizaba Gerber.
La historia -de alienígenas, razas, decisiones tomadas y mucho giro que al final tenía algo de sentido- se convirtió en algo lo suficientemente de culto como para que quizá no. Y su joven co-protagonista regresaría años más tarde, esta vez con Lethem a los guiones.
Lo de Lethem fue particular. Entre otras cosas porque comenzó con un encontronazo con Gerber que se quejó de que no hubieran hablado (Lethem, Marvel…) con ellos. Luego Lethem se disculpó y se reunieron y todas esas cosas. Supongo que porque le explicó que lo que quería hacer no era tanto continuar con el personaje como contar una historia parecida pero diferente. Casi como una de esas… no parodias, pero sí versiones superheróicas de los cómics independientes USA de los ’90s.
La cosa podría haber sido el final de esta historia, pero nunca lo es, ¿verdad?
El joven adolescente que coprotagonizaba Omega the Unknown fue recuperado por Marvel en 2021 dentro de la especie de evento de Darkhold. Y luego en un número -el 9- de Scarlet Witch, todo ello con Steve Orlando como guionista. No lo ha vuelto a usar pero… bueno, creo que estas cosas ya sabéis cómo van.
09) Onslaught Reborn (2007–2008)
ROB! UUUuuuUUUUh-OOooh. Savior of the Universe!
Si es que mirad qué dibujos.
¿Cómo no va a lograr ROB! dar lustre y esplendor a lo que el invitado a la Comic-Con de Málaga Jeph Loeb hiciera? Mirad, mirad qué ilustraciones.
Cada una de esas ilustraciones que podrían lanzar mil análisis en este blog…
Porque la maravilla antigua fue esta, claro, comenzando porque en estos especiales hasta las portadas eran una juerga. Tú tenías esa de arriba, pero luego también estaba esta:
que se desplegaba. Y, en la otra -que no tenía segunda portada-
Que también se desplegaba… pero no para formar una imagen juntas. No. Aquí cada uno tenía la suya:
¿Swipe? A donde vamos no necesitamos swipes.
Pero, además, aunque la de los X-Men lo dibujaran Adam Kubert, Pasqual Ferry y Art Thibert, mientras el de Marvel Universe fuera obra de Andy Kubert y Joe Bennett, todas tienen páginas memorables.
AVIV THGUALSNO!!!
11) Open Space (1989–1990)
Pues sí, por extraño que suene Marvel tuvo un cómic de historias cortas de ciencia ficción, editado por Kurt Busiek y Carol Kalish y con un reparto de autores que podemos decir lo suficiente amplio como para incluir a Steve Yeowell, Norm Breyfogle, Pat Olliffe o Tom Grummett.
Lo cierto es que, bien por los autores adaptados, bien por el desinterés del público -que quizá esté relacionado- no pasaría del cuarto número. Así que cabe en un recopilatorio de tamaño razonable.
12) The Order (2002) (2007–2008)
En un giro de acontecimientos Busiek y Pacheco se reunieron para contar una historia de Los Defensores. No funcionó tan bien como su historia de Los Vengadores, pese a que jugaba con ideas como los originales -el enemigo también- y los siguientes, los equivalentes femeninos y más cosas. También recupera a Papa Hagg tras esa primera aventura se aquel segundo volumen que guionizó el propio Busiek a principios de los ’00s.
Y como estas cosas funcionan así cinco años más tarde teníamos un nuevo The Order…
que no tenía nada en absoluto que ver con el antiguo. Guionizada por Matt Fraction y dibujada por Barry Kitson, con una de esas ideas de Fraction creyéndose muy listo pero no demostrándolo, pronto empezarían a matar a los héroes y a buscar excusas, lo cierto es que no saldrían mucho más allá de esta mini (que quizá esperaba ser regular, pero poco) pasando a ser Fear Itself: Youth in Revolt, en 2011, su última aparición.
Pero ya hemos visto que si en Marvel hace falta ellos recuperan lo que sea necesario.
13) Origin II (2014)
Hablando de recuperaciones. Si lograron vender los suficientes ejemplares de Origin en Marvel estaban más que dispuestos a intentar repetirlo.
Entre 2001 y 2002 se había publicado la mini original, con Paul Jenkins, Bill Jemas y Joe Quesada acreditados como guionistas y Andy Kubert como único dibujante. Así que en 2014 debieron de pensar que ya se habrían olvidado. Pusieron a Kieron Gillen a los guiones y… vale, Andy Kubert no, pero Adam Kubert sí estaba libre. Como vale con poder poner el apellido no creo que hubiera mucho más discusión. Prometiendo mostrar bastante más Creed y metiendo a Siniestro por medio.
14) The Original Ghost Rider (1992–1994)
Quizá estéis pensado… ¿Pero cómo que el original? ¿El original no es el que nos contaste el otro día? Sí. Pero es que en los noventa el Motorista Fantasma era un personaje tan grande que en Marvel le hubieran dado incluso un par de películas con Nicolas Cage. Así que había que aprovechar, en este caso había que aprovechar… para reeditar las historias originales setenteras de la versión Johnny Blaze de Motorista Fantasma y ver hasta donde llegaban.
La respuesta es… hasta el número 12 del segundo volumen de ese título y primero del personaje. Aunque tiene su aquel, claro. En el primero recuperaban su creación en Marvel Spotlight, del 5 al 11 con lo que cubrieron hasta el 7 de esta. A partir de ahí comienzan con la serie regular… salvo alguna cosa. Por ejemplo, no reeditan el 10 porque ya era una reedición del 5 de Marvel Spotlight, además el 10 de Original Ghost Rider sería para el Marvel Spotlight 12 y el 19 para el Marvel Two-In-One. Así que llegar al 12 de la otra fue mucho llegar. Aunque, eso sí, aquella colección duró hasta el 81. Está claro que un poco cortos se quedaron. Claro, como no lo sacaron en un Omnibus a 100 pavos.
15) Ororo: Before the Storm (2005)
No os preocupéis que para la S haremos el repaso de todas las series que ha tenido Tormenta, que son unas cuantas. Pero esto es una precuela. Aquella primera aventura de Ororo que hemos visto como dos millones de veces en flashbacks en cómics en la que se quedaba semienterrada y blablabla… pues esa. Para que luego diga que no se pueden estirar las historias.
16) Oscar Comics (1947–1949) / Awful Oscar (1949)
No, no es un asesino en serie, es que antes dibujaban así.
Óscar es uno de tantos cómics de jóvenes cach… enamoradizos. Uno de esos que ya hemos contado mil veces de dónde salían ( Andy Hardy -> Archie ) y que tuvo su oportunidad en Marvel, como tantos. Tan como tantos que para el número 11 intentaron un cambio de nombre y de edad…
con unos resultados tan malos que para el 13 habíamos vuelto a las andadas.
Oscar llegaría hasta el número 13, ¿cómo es que entonces vemos el 24 en la portada? Bueno… resulta que Óscar venía de ocupar el espacio -y la numeración- de Funny Tunes, así que los dos primeros números mantuvieron la numeración para pasar en el tercero al número 3.
De modo que Oscar Comics es una cabecera que va del 3 al 10 y luego pasa al 13 y de ahí al 24 y 25. Que en realidad son de dos años antes que el 13. ¡La sencilla vida del lector de cómics!
17) Osborn (2011)
Hay alguien en Marvel convencido de muchas cosas. Una de ellas es que a la gente le gusta Norman Osborn. Así que le montaron esta historia de cárcel, fugas y maldad con Kelly Sue DeConnick guionizando y Emma Rios dibujando. Claramente ambas sabían dónde se estaban metiendo porque son cinco números que dejan bien claro que pueden ser profesionales en el sentido de esperar a sacar adelante un proyecto y cobrar un cheque. Que supongo que es de lo que va esto y no de curas conspiradores y tipos patibularios.
18) The Osborn Journals (1997)
Creo que hemos hablado lo suficiente de ella pero, por otro lado, ¿cuánto es demasiado para una obra que es GENIAL! a cada oportunidad?
Recordemos que este número aparece durante todo el follón aquel del clon, en teoría es un diario que encuentra Spider-Man en el que Osborn explica todo su malvado plan y trata de organizar los distintos eventos sucedidos. Por supuesto la continuidad tradicional tardara menos y nada en decir no ya que lo que aquí se cuenta era falso sino que, de hecho, la idea era que Spidey llevara el diario como prueba y para cuando la poli fuera a leerlo sus páginas hubieran mutado en el diario de un hombre preocupado porque Spider-Man era un obseso con alucinaciones que trataba de acabar con él. Así que supongo que podría haber sido peor.
Y del dibujo qué os puedo decir, en perfecta sintonía con el guión:
A ratos uno podría pensar que Kyle Hotz no solo se basa en los guiones de Glenn Greenberg sino, además, en los dibujos de Don Rosa para sus cómics de patos y en las ilustraciones de la Fangoria, porque va de uno a otro lado. Y va, además, con nada menos que tres entintadores: Jason Moore, Al Milgrom y él mismo. Normal, por tanto, que el resultado lograra ser tan GENIAL!
19) Our Love Story (1969–1976)
Efectivamente, otro título de historietas románticas -más o menos románticas, desde mi punto de vista-. Atlas tuvo de 1949 a 1950 un cómic llamado My Love que duró 4 números y otro llamado Our Love en las mismas fechas que solo duró dos. Seguir su evolución es un tanto complicado, porque también estuvo Actual Romances que acabó también en el segundo. Uno de estos dos se convirtió en True Secrets, que empezó en el 3 y que tendría una vida un poco más larga. En cualquier caso, tanto My Love como una versión del otro -la que aquí nos atañe- titulada Our Love Story, revivieron ese mismo 1969.
En el caso de esta Our Love Story duraría 38 números, aunque 12 serían de reeimpresiones. Y, como podéis ver, contaban con portadas de Romita padre, mientras que las historias -muchas escritas por Stan Lee– las dibujaban autores que podían ir de John Buscema a Don Heck. Porque los superhéroes podían estar vendiendo bien, pero había que tener huevos. En diferentes cestos, quiero decir.
20) Outlaw Fighters (1954–1955)
Efectivamente, Atlas también publicó títulos de vaqueros. Historias creadas por Stan Lee, George Tuska, Dick Ayers o Ernie Banche. Que de alguna manera lograron no incluir a ningún personaje que perdurara y tiene mucho mérito porque…
21) Outlaw Kid (1954–1957) (1970–1975)
Ese mismo año y esa misma editorial habían creado a The Outlaw Kid. Seguro que lo recordáis de cuando hablamos del Night Rider. Que tenía poco que ver, pero tenía.
Creado por Doug Wildey para esta misma colección, no deja de ser una versión de El Zorro. En este caso es el hijo de un ranchero, que en lugar de hacer calzones comenzando en lana y terminando en cuero decide jugar a los vigilantes. Que, en realidad, no está tan lejos. Aunque aquí los calzones van por dentro. Todo viene de que el padre era Marshal, de trabajo, no de nombre. De nombre era Zane. Así que cuando un forajido al que atrapó se ha fugado y busca venganza ya sabemos cómo va a acabar esto: Con la mujer muerta y el padre malherido. Inesperadamente -un decir- se unen a ayudarles -a los buenos, no a los forajidos- un par de… mejor os dejo que lo veáis con vuestros ojos:
Efectivamente, un indio y un mexicano. La clásica inclusión woke de los años 50. El caso es que su padre le dice que esto lo tiene que hacer cumplir la justicia (supongo que porque era un señor blanco cisheterosexual que había pertenecido a las fuerzas del orden) y le hace prometer que no buscará venganza. Así que la forma de cumplir su palabra es inventarse este Outlaw Kid y lograr que se haga justicia. ¿Es esto REALMENTE cumplir la palabra? Yo diría que no.
A partir de ahí, y con un caballo que pasa por allá y que se llama Thunder, se ocupará de ir desfaciendo entuertos sin que se entere su anciana tía… no, espera… su anciano padre.
Además de en su colección -que duraría 19 números, hasta 1957- fue apareciendo por otras como Wild Western, Kid Colt Outlaw, Wyatt Earp y, en fin, más títulos del Oeste.
Y en los setenta decidieron regresar con más western…
Aunque comenzaron con un primer número que era una reedición de uno de los antiguos. (El tercero, de hecho) Empresarios del tebeo, ya sabéis. En el 2 metieron una serie corta nueva y, en realidad, solo fueron novedades los números del 10 al 16, que es la manera de lograr que llegue al 30. Y si estáis pensando que los 19 antiguos y los 7 nuevos no suman 30 es porque no pensáis como uno de ellos. son 19+7+los 4 últimos que salen de repetir esos 7 nuevos. Aquí se aprovecha todo.
Y si creéis que es lo único que hizo este segundo volumen… ni mucho menos. Resulta que en ese regreso en el número 10 decidieron que su origen se parecía demasiado al de un personaje anterior, Texas Kid -ya llegaremos a la T- total solo porque los dos tuvieran el mismo origen y se llamaran igual y Texas Kid se creara en 1950… La gente. Así que le crearon uno nuevo. Y si creéis que mis comentarios sobre Spidey estaban fuera de lugar esperad a ver la portada del número:
En esta te cuentan que en realidad Lance Temple -sí, mantuvieron el nombre, yo qué sé- era un veterano de la Guerra Civil americana -¿en qué bando? Uy, a saber- que al regresar al rancho familiar para trabajar como abogado -y echando una mano a su padre- se encuentra con que unos malvados les lanzan dinamita haciendo que su padre, que aquí se llama Hoot, se quede ciego. De nuevo el padre le dice que la violencia ha sido la causa de esto y le pide blablabla. Ya sabéis cómo sigue.
Después de esto solo le volveríamos a ver mencionado en el nuevo Rawhide Kid de los ochenta, y en el espanto de Blaze of Glory de Ostrander y Manco. Para hacer un último regreso en 2007 dentro del Marvel Comics Presents volúmen 2 número 4. En esta ocasión nos lo presenta con su padre muerto, envuelto en una leyenda que lo presenta casi como ser sobrenatural, el giro del asunto es incluso más ridículo de lo que uno pensaría, con Outlaw siendo ‘responsable‘ de la muerte de su padre cuando este descubre su identidad, y disociándose hasta niveles ridículos según tuviera puesta la bandana tapándose la cara o no. Y cómo eso lleva al chaval a… perseguirse a si mismo.
En fin, Marvel y sus cosas. Pero supongo que eso significa que la próxima vez que le veamos le habrán vuelto a dar un trasfondo nuevo. Y con un poco de suerte esta vez no mezclaran historias en las que el padre puede ver y en las que no.
22) Outlawed (2020)
En 2020 pasaron cosas. Por algún motivo de algunas no nos acordamos mucho y de otras preferiríamos no acordarnos. Y, pese a todo, vamos a hacer recuerdo. Porque en Marvel habían tenido una idea: Prohibir a los superhéroes adolescentes. Sí, no hacía tanto de la Civil War, pero confiaban en que la gente no lo recordara ya tras el suficiente número de genocidios multiversales. Así que llegó el evento, saludó con la mano… y se fue.
Se supone que se dejó notar en varias colecciones pero…
creo que todos sabemos cómo acabó aquello.
23) Overkill (1992–1993)
Alguien en Marvel UK pensó que sería buena idea sacar una revista en la que ir presentando, moviendo y ofreciendo historias de su universo. Por supuesto sin hacer novedades-novedades sino, más bien, alguna novedad, alguna redifusión… un poco de cada.
Sí, sí, sé que ahí pone All-New Adventures, pero en realidad lo que pusieron fue las primeras páginas de cada uno de sus primeros números uno. En el resto fueron haciendo cachitos de distintos cómics del UK para repartirlos por ahí. Pero no solo eso, claro, también hubo un hueco para añadir alguna sección propia que… bueno…
Veintiséis números y acabó cerrando en un número con apariciones de los X-Men y el Capitán Britania. Eso sí, al menos sus cliffhangers se podían resolver buscando qué serie habían estado troceando esta vez. Más aún cuando acababa con el anuncio de lo que estaba por venir en el siguiente -e inexistente- número.
24) Over the Edge (1995–1996)
Alguien en Marvel pensó que sería buena idea sacar una revista en la que ir presentando, moviendo y ofreciendo historias de su sello Marvel Edge. No sé por qué pero esto me suena. En realidad Over the Edge también fue un evento del propio sello. Y, de alguna manera, acabó siendo un contenedor de historias sin mucho punto en común más que el que sus protagonistas estuvieran eso, en lo de Edge. Pero claro.
Comienza con 5 números con 5 personajes, siempre a precio promocional de 99 centavos. DareDevil, Doctor Extraño, Hulk, Motorista Fantasma y para el quinto sacan a The Punisher en un número en el que van cambiando el dibujante: Scott Kolins, Jeff Johnson y, por supuesto, Stephen B. Jones. Que en realidad sería casi el que más publicaría, porque es cierto que este número lo compartía, pero dibujó otros cuatro. De diez. Lo que pasa es que los otros cinco fueron del mismo autor: Robert Brown. Y entre ambos parecían querer canalizar la década de los noventa.
Los otros cinco se supone que deberían de haber sido una segunda vuelta, pero aunque Doctor Extraño y Motorista Fantasma regresaron no pasó lo mismo ni con Hulk ni con Punisher. En su lugar tuvimos tres números más de DareDevil -uno de ellos centrados en Elektra, bien es cierto- haciendo que de los diez números cuatro fueran suyos. Así que esta idea promocional quedó… peculiar.
Aunque nos dejó, eso sí, no solo unas grandes páginas noventeras. También algunas viñetas… memorables.
¡Hasta aquí para esta letra! Ya veis que la O tenía cosas que… Ofrecer… aunque fuera más tranquila. La calma antes de la tormenta porque el mes que viene habrá más, aunque será en DC. Además, así podemos aprovechar mientras para ir tomando fuerzas para dentro de dos meses, en las cosas que Marvel tiene preparadas para nosotros en la P. Y ya os podemos ir adelantando que os va a dejar…
¡Un mes más, una letra menos! Y es una letra menos, nada menos que la N. Que no nos ha dado tanto trabajo como la M pero que sigue teniendo su aquel. Así que ya podemos ir empezando porque hay por delante muchos cómics llenos de… ¡NOVENTERISMO!
01) The ‘Nam (1986–1993)
No sé si hay mucho que decir en realidad de The ‘Nam, una de esas colecciones emblemáticas hasta el punto de que Panini reeditaría de 2011 a 2012 tres volúmenes que recogían los 30 primeros números y alguna historieta más. También tenían una portada recoloreada, pero como no quiero causaron traumas -o incitar a nadie a hacer posteos comparándolos-. Forum llegó hasta el 42, aunque también es cierto que lo llamó Viet’Nam. Pero no recoloreó, así que punto a su favor. De todas formas mejor volver a la historia original.
Larry Hama es muchas cosas, incluyendo un veterano de Vietnam. Uno que estaba de editor en Marvel y podía pedir relatos para la Savage Tales -ya llegaremos a la S, ya- lo que le sirvió para colar uno bélico de otro veterano, Doug Murray, con dibujos de Michael Golden. Unos años más tarde Jim Shooter -ese hombre- le dijo a Hama que quería un cómic al estilo de los de G.I.Joe, se le había ocurrido el título de la colección y le daba bastante lo mismo quién o con qué lo rellenara. Así que a Hama le faltó tiempo para contactar de nuevo con Murray y montarle un drama bélico realista. Y convencer a Golden tampoco fue muy complicado.
Murray pensaba que Shooter le echaría como muy tarde en el número 12. Pero resulta que funcionó. En parte porque a la prensa generalista USA le pareció remarcable. Y eso que a nadie de Marvel se le ocurrió decir que era una Novela Gráfica. El éxito no significa que no hubiera cambios, como pasar a ser solo para el mercado directo, o la marcha de Golden (claro), sucedido por Wayne Vansant. Y si pensabais que también sale de Savage Tales… efectivamente. ¿Y la serie cambió? Pues cuando Hama dejó de ser su editor, y la persona a la que él puso también se fue, llegó un editor que quería superhéroes, y dejar algunos recursos narrativos -como que fuera ‘en tiempo real’, narrando un mes cada número- lo que llegó a una serie de enfrentamientos que llegaron a su punto álgido cuando… bueno… Es más fácil enseñarlo.
Sí, el nuevo editor pidió una historia del Frank Castle pre-Punisher en Vietnam. Dos números de Roger Salick que no le hicieron ninguna gracia a Murray, pero -peor aún- que causaron un precedente. Y que, para cuando salieron, ya teníamos los movimientos en acción. Porque se dejó marchar a Murray en el 45 con algunos números escritos -que irían saliendo entre huecos- y un nuevo guionista contratado. Y se lo pidió, de entre todas las personas posibles, a Chuck Dixon. Que no tiene pinta de haber combatido en Vietnam, pero seguro que tiene el Canal Historia en casa.
Así que hasta el 45 estuvo Murray, el 46 y 48 los dos primeros de Dixon, en el 47 la guionista televisiva Jacqueline Zambrano (que estaba ocupándose junto a Donald R. Boyle y Coleman Luck de la serie Gabriel’s Fire), del 49 al 51 alguno de los guiones de Murray, y en el 52-53 Punisher. Para, en el 54, que Dixon tome el puesto con un arco de cinco números tras el que se incorpora como regular, incluyen en el número 67 un regreso del pre-Punisher. Tras ello sería sustituido en el 70 por Don Lomax, guionista que había creado a finales de los ochenta para el mercado indie el cómic… Vietnam Journal. En el 75 incluirían una historia de Doug Murray… con crédito como co-escritor para Scott Lobdell. La serie acabaría en el 84. Aunque eso no impidió, por supuesto…
Un extra con la que hubiera sido la siguiente visita de Punisher. Punisher Invades The ‘Nam: Final Invasion (Y algún cameo en War Journal). Que podemos decir, al final parece que era cierto lo que se decía. Y todo valía en la guerra.
02) Namora (1948) (2010)
Probablemente alguna persona se quejaría de que se le diera un cómic propio a una chica en los wokes años ’40. Pero está claro que se lo merecía. Supongo que recordáis cuando hablamos de Namor, y de la primera etapa de sus cómics. El ‘Namor Original‘. Y si no, no pasa nada, ya os lo recordamos nosotros:
Ya sabéis, cuando escuchéis que hay que volver a la esencia de los personajes clásicos este es el Namor que están pidiendo. En cualquier caso, vayamos al número 82 de Marvel Mystery Comics de abril de 1947:
Efectivamente, ahí se produce la primera aparición de Namora, que tuvo el suficiente éxito (algo esperable, porque, como ya sabemos, Se me Namora lalma, se me Namora) como para convertirse en una secundaria fija. Creada por Bill Everett, Ken Bald y, aparentemente, Jimmy Thompson, con su primera aparición en portada siendo dibujada por Bob Powell, al que no le toca crédito pero ya estoy yo para decirlo, y si sois de los que creéis que el editor también se tiene que llevar lo suyo, el de este cómic era… un tal Stan Lee. Seguro que recordaba bien cómo eran los dos personajes centrales a futuros.
En aquel momento la historia era más o menos sencilla, se trataba de otra joven que creía ser atlan… ¿atlantea? ¿atlántica? ¿atlantola? ¿atlanteña? Bueno, de Atlantis. Pero resulta que ella estaba en su ciudad con su padre visitando al emperador de turno cuando unos malos malosos irrumpieron y masacraron a casi todos. Así que, cuando llegó Namor, se unió a él para vengarse de los tipos estos. Y, de paso, se cambió el nombre. Tras la venganza debida acabó encalomada en casa de la ‘amiga’ reportera de Namor, Betty Dean. La crisis de la vivienda y todo eso.
Ya con el tiempo tendrían la oportunidad de decidir si era la prima de Namor o no -o se decidían- o si había entre ellos amistad o también un ‘rollito romántico’-tampoco se decidían- y si podían tener a la vez lo de ser primos y tener ‘rollito romántico’ -que parece que es lo que hacía que no se decidieran-.
El caso es que pasó a ser una presencia habitual en los cómics de la época, no solo Marvel Mystery Comics, también Sub-Mariner -claro- y otros como Human Torch, Captain America o Blonde Phantom Cómics (¿no hablamos de Blonde Phantom en la B? Pues le debo una entrada propia para compensar) y, finalmente, en mayo de 1948 le dieron su propio cómic. Que es la portada que tenéis arriba, claro. Y que comenzaba así…
Claramente no había amor por esos niños.
En su cabecera nos ofrecían la clásica mezcla de cómics de aventuras, cómics de otros personajes -incluido Namor– y cómics de humor. A veces por los mismos personajes. Como aquí:
La cabecera duraría tres números, Aquaria Nautica Neptunia o Namora seguiría apareciendo en otras cabeceras -faltaría más- hasta que la reducción de títulos y situaciones fue haciéndolo más raro, a partir del 35 de Sub-Mariner, en mayo del 54, pasaría a limitarse a esa colección, en donde estuvo hasta el número 42, de julio de 1955, el último de la misma. Y sí, eso significa que entre esa la última aparición de Namor -que fue la misma que la de su ‘prima‘- y su regreso en el 4 de Fantastic Four, en febrero de 1962 pasaron la loca cantidad de 7 años -o un poco menos- así que normal que al tipo al cargo se le olvidara cómo era.
Pero, como decíamos, Namor regresó, acabó teniendo serie propia, y para 1972 Bill Everett -de nuevo- hacía en Sub-Mariner vol 2 número 50 el clásico juego de manos de Marvel y presentaba su muerte y su reemplazo, su hija Namorita. No vaya a ser que en los años setenta Namor tuviera a una igual, mucho mejor una más joven.
No es que quiera yo añadir mucho de Namorita porque ya sabemos todo el baqueteo que le fueron dando a la pobre, incluyendo matarla hace casi dos décadas y dejarla muerta. Pero aprovecho para señalar que sólo tuvo a su nombre un one-shot que además era un PSA junto a una fundación y un departamento de policía
que, eso sí y por supuesto, incluía esta impagable página:
Lo que tiene más mérito teniendo en cuenta que Byrne en los noventa decidió que…
Bueno, eso. Un autoclón. Resulta que el marido de Namora -el príncipe Talan, al que conocimos en ese mismo número- no lo sabía pero ella decidió meterse un clon que incluía mejoras genéticas de los mejores guerreros de Atlantis. O algo así. Ya sabéis, cosas de chicas.
Pero sí, Namora seguía muerta.
Hasta 2006. Ese año decidieron montar los Agentes de Atlas y si para su número 3 Jeff Parker decidió que encontraran el ataúd de cristal con el cuerpo de Namora putrificado para el 4…
Demuestra que en realidad todo era ‘un truco’ y que ahí sigue ella viva.
Aunque no hubo reencuentro, porque este regreso sucedió poco después de la muerte de Namorita. Pero así pudieron sacarla en World War Hulk. Y por los títulos de Hulk, de Hércules y de Atlas estuvo transitando, incluyendo a Parker explicando en el segundo volumen de Atlas que…
A ver, esto puede ser un poco confuso pero yo os lo explico igual.
Resulta que Namor y Namora SÍ son primos, porque la madre de Namor era hermana del padre de Namora. PERO el padre de Namora era… ADOPTADO así que EN REALIDAD no comparte consanguineidad con Namor. Es un poco la solución típica de las telenovelas… o de Los Serrano. Entonces, Namor y Namora quieren hacer cierto un viejo proverbio de Atlantis: «Cuanto más primo más me arrimo». ¡PERO! Resulta que descubren que eso es porque LOS ANTIGUOS -ellos- llevan años intentando que se líen para que produzcan una descendencia perfecta. Así que deciden que no se van a liar para llevarles la contraria. Jóvenes rebeldes. (Que no saben si quieren al otro por manipulación o por qué, pero bueno, ya vendrá otro y lo cambiará)
Luego ya estuvo el especial con su nombre
que puede contar como el segundo vol… ¡QUE ME MIRÉIS AQUÍ, YA ESTÁ BIEN!
Decía, el segundo volumen a su nombre. Y ahí ha seguido, con apariciones -la más reciente en el Amadeus Cho 20th Anniversary Special– que no es para menos. Al fin y al cabo no todas las editoriales pueden tener una superheroína que tuvo su primera cabecera propia en 1948.
03) Nellie the Nurse (1945–1947) (1957) / Nellie the Nurse Comics (1947–1952)
Como dirían los jefes de los periódicos: Volvamos a los años cuarenta. Por un momento, añadimos nosotros.
Dentro de la creación de cómics ‘femeninos’ le tocó el turno a una enfermera. O eso debemos de suponer porque, en realidad, hasta el sexto número no aparece trabajando.
Aunque es posible que la parte de trabajo no acabe de ser el centro del asunto. De hecho, dejadme que os haga una pregunta.
¿Cómo derriban la bandeja?
Para el nueve alguien decidió que Nellie no necesitaba ser enfermera.
Aunque, en realidad, siguieron usándolo en diferentes estilos y tamaños. fueron moviendo distintos tamaños de letras para mantenerlo. Y, por supuesto, ir apareciendo por sitios: Comedy Comics, Willie Comics, Joker Comics, Gay Comics, Lana, Tessie the Typist, Hedy De Vine… Y, por supuesto, Millie The Model. La rutina de costumbre.
Como todo lo que sube baja para el 22 deja de aparecer por las otras cabeceras. Sobre todo porque muchas de ellas no existen ya. La serie duraría hasta el 36, en junio de 1952.
Aunque intentarían recuperarlo en un segundo volumen, en julio de 1957.
No funcionó, así que tras unas pocas apariciones en la superviviente, Millie the Model… Desapareció en 1958. Quizá porque en Marvel estaban más ocupados con otra enfermera en mente. A la que ya llegaremos, espero.
04) New-Gen (2010)
New-Gen da una nueva explicación a ‘serie limitada’ Porque estaba previsto que sacara 6 números y acabaron sacando 3…
Pero, claro, es la típica historia que te pones a mirar y no tiene desperdicio. Resulta que la idea detrás de esto era vender una serie de animación. Y si estos tres números salieron en 2010… ¡En 2025 lo siguen intentando! Como si de un PUIUestadounidense se tratara, ahí siguen a pico y pala. Así que… ¡¿Quién sabe?! Quizá Marvel acabe publicando los tres cómics que faltan… ¡En cuanto estrenen la serie!
05) The New Warriors (1990–1996) (1999–2000) (2005–2006) (2007–2009) (2014–2015)
Vamos a intentar hacer esto rápido. Para finales de los ’80 Bob Harras tuvo una idea. Si los New Mutants estaban funcionando -que lo estaban- seguro que se podía intentar repetir el truco con los Vengadores. Pero en lugar de llamarlos New Avengers o Young Avengers mejor sacarse un grupo independiente, los New Warriors.
Que tenía sentido porque en Marvel ya habían tenido un Warriors…
…de la que ya hablaremos más en la W.
Para montarlo lo más fácil era coger a personajes juveniles que hubieran salido allá y aquí, y de distintos rincones del universo Marvel. Namorita, que ya dijimos que apareció en Sub-Mariner en 1972; Nova, que tuvo su propia serie de 1976 a 1979; Firestar, creada para la serie de animación Spider-Man and His Amazing Friends y trasplantada luego al Universo Marvel por Claremont en Uncanny X-Men en 1985; Speedball que había debutado en un anual de Amazing Spider-Man en 1988; lo de Marvel Boy (luego Justice) tendría más chicha, porque nos enonctraríamos con el jovenVance Astrovik primero en Giant-Size Defenders en 1975, luego, más mayor, en The Thing en 1985, y ahora ya como, digamos, superhéroe de pleno derecho. Así que ya veis, héroes de distintos rincones y conexiones, creados desde los setenta a los ochenta y redondeados con Night Thrasher, un héroe urbano y con recursos -y más cosas- traído como novedad para la ocasión. A partir de aquí la clásica presentación en otra colección –Thor fue el que tocó en 1989- y ya su propio título en 1990.
75 números de una serie que convertía los Very Special Episodes en su propia versión del Grim’n’Gritty noventero y que en su pico de popularidad llegó a jugar con la idea de tener su propio spin-off.
Las idas y venidas justificaron tanto que se les uniera (más o menos rato) personajes de los diversos rincones del universo Marvel como Dagger, Darkhawk o Scarlet Spider, como que aparecieran versiones de los que ya estaban ‘por necesidades del guión’. No todos tuvieron el mismo éxito, claro, y mientras algunos como Silhouette o Rage se convirtieron en casi sinónimos de los New Warriors -que tiene su gracia si pensamos que Rage era un Vengador al que mandaron a los New Warriors, cimentando esa idea original de Harras– otros como Timeslip, Helix o Hindsight tuvieron menos recorrido. Y no me hagáis hablar de Turbo.
Como decía, para el número 75 -en 1996- las cosas habían cambiado y pasaron de considerar darles un segundo título a cancelar el primero. ¡La siempre mutable gente del cómic!
Por supuesto y siguiendo la idea de ‘si una vez hicimos dinero con esto seguro que podemos repetirlo, el relanzamiento llegó para 1999. Sí, tres años duró ese primer vacío. Y los trajeron de vuelta, por supuesto, como mandaba el momento histórico… primero con un mini-cómic en la Wizard.
Y luego ya en su serie regular:
en el que la novedad para el segundo volumen era traerse como nuevos miembros a un secundario de Maverick, Bolt, y a Aegis. Un personaje nuevo que tuvo bastante poco recorrido. Tan poco que cuando se acordaron de él fue, resumiendo mucho, para matarlo. Esta vez quedó claro que había menos éxito porque no pasó del 10. Para el año 2000 ya estaban fuera.
El siguiente intento lo hicieron en 2005. Con una estética un tanto diferente y esta vez como mini.
El auge de un cierto tipo de tele-realidad servía como excusa y traía, claro, dos nuevas incorporaciones, ambas creadas para la serie: Debrii y Microbe.
La idea de probar el éxito y ver qué se hacía con ellos salió… regular. Porque lo siguiente que vimos fue la Civil War de 2006. La excusa para montarla tenía que ser grande, así que siguieron con los New Warriors y su programa de tele, pero ya solo quedaban cuatro miembros: Speedball, Night Trasher, Microbe y Namorita. Un intento de acción superheróica salía mal y, al más puro estilo Simpsons, morían no solo un buen puñado de gente, también una guardería infantil o algo así. Puras risas.
Esto es lo que llevaba al conflicto, una auténtica chorrada porque todo el tema de registrarse o no ya veis lo que servía con personajes como Namorita que no tenía ni identidad secreta.
Pero así intentaron lanzar en 2007 la siguiente versión,
en 2007 y durante 20 números, hasta 2009, tuvieron esta particular historia en la que varios personajes esta vez los llevaba un Night Trasher -que era distinto al que se creía que había fallecido- ocupándose de hacerlo junto a un puñado de mutantes que se habían quedado sin poderes y que tomaban nuevos nombres. Jubilee pasaba a ser Wondra, por ejemplo. Mientras, en la Iniciativa (y en Avengers: The Initiative) varios de los antiguos miembros se hartaban y decidían montar sus propios New Warriors que, por el follón de nombres y demás excusas, acabaron llamando Counter Force. Y todo esto sin mencionar lo de Speedball convertido en Penance. Para cuando la serie original terminó Counter Force pudo recuperar el nombre de New Warriors, y para 2010, con Siege, acabar con la tontería del asunto. Incluyendo lo de Penance. Al que pusieron, junto a otros New Warriors como Justicia, como profesores de la Avengers Academy.
Durante la nueva serie de Nova en 2013 (de un nuevo Nova, el anterior quedó tan espantado con lo que vio que se había ido de la Tierra. Como tantos lectores.) a Justicia y Speedball se les ocurrió volver a montar a la banda, así que se fueron a por el otro. Y con eso para 2014 llegamos a la encarnación número 5.
Si os estáis preguntando quiénes son los nuevos os voy anunciando que el de la derecha es Scarlet Spider, al que quizá conozcáis como… Kaine.
Yep. Decisiones Fueron Tomadas y todo eso. En realidad es fácil de explicar porque Christopher Yost venía de guionizar la serie Scarlet Spider así que decidió trasladar los juguetes e irse no solo con el propio Scarlet Spider, también Hummingbird y Sun Girl.
Por supuesto, por seguir la tradición incorpora un personaje nuevo creado para el título, Water Snake. Cuyo nombre real es… Faira Sar Namora. Es una sirvienta de Namora -algo así- que se supone que tenía que recuperar a Namorita o algo. Como digo, que no la hayan resucitado no deja de sorprenderme.
Más aún teniendo en cuenta que en lo de la Civil War hubo 4 Nuevos Guerreros. A Speedball ya hemos visto lo que le tocó sufrir, a Night Trasher ya hemos visto que le tocó ser ‘suplantado’ por Bandit, pero no hemos comentado que en realidad nunca murió porque El Coleccionista pasaba por allí y se lo llevó para el Contest of Champions de turno. Y reaparición en 2016 para la segunda Civil War, así que en 2014 aún no había vuelto a la Tierra. Microbe había aparecido solo los seis números de la mini, así que era normal que no lo hubieran recuperado -aunque en breve hablaremos más del asunto- y nos queda Namorita. Que a estas alturas lleva 20 años muerta. Bien es cierto que Namora estuvo desaparecida de 1955 a 1972 y ‘oficialmente’ muerta de ese año a 2006, así que tampoco debería de sorprenderme tanto.
Tanto da porque lo importante fueron dos cosas, la primera era que duró 12 números, hasta noviembre de 2014.
La segunda es que… estaban tratando de lanzar una serie.
En agosto de 2016 se anunció que Marvel estaba preparando una comedia superheróica. En realidad era la segunda porque en 2015 habían anunciado que iban a hacer una de Damage Control, pero querían esta otra. La idea era mezclar personajes de los Vengadores de los Grandes Lagos -en concreto ChicaArdilla, que iba a ser la protagonista, pero también Mr. Inmortal– con personajes de los New Avengers para crear una obra en la que tendrían un grupo juvenil, y un tanto desastroso, la idea (tenía toda la pinta) era montarse sus propios Misfits. Llegaron incluso a anunciar el reparto que incluía también a Speedball, Night Trasher y… Debrii y Microbe. Sí, alguien pensó que la mejor versión de los NW era esa mini que acabó causando la Civil War. Incluso anunciaron en 2017 que tenían a Keith David para un papel recurrente, y son palabras mayores porque ya sabemos que Keith David ha estado en otras series superheróicas como… The Cape.
Os sorprenderá saber que, sin embargo, no acabó de funcionar. A la gente de Freeform -el antiguo ABC Family al que Marvel TV le había colado ya Cloak & Dagger en 2018 (y por dos temporada nada menos)- le presentaron un piloto que no les acabó de convencer. Por lo visto tenían un límite. Así que se fueron a ver si alguien más lo quería, incluyendo HULU -al que les habían colado Runaways– o el futurible Disney+. Que decidieron pasar porque querían otro tipo de series para el lanzamiento. (Os dejo que intentéis hacer recuerdo de cuáles fueron esas series)
Así que la cosa acabó quedando en nada. Hubo bronca, claro. Porque se acusó a Disney de no seguir con ella porque tenía demasiados temas LGBT. Supongo que con The Fosters, Pretty Little Liars y tal tenían suficiente en Freeform.
Los New Warriors aparecerían aquí y allá, como flashbacks en general, eso sí. Y tampoco mucho.
Y entonces llegó el momento que une todo esto con Colbert. Siempre al filo de la actualidad. Porque resulta que uno de los guionistas de The Late Show es Daniel Kibblesmith, que comenzó a colaborar con Marvel en 2018 con una mini de Lockjaw. A eso le siguieron otros títulos como Black Panther vs. Deadpool o Loki. Y precisamente mientras estaba en el tercer volumen de ese personaje se anunció que iba a revivir a los New Warriors.
Pero no llegó a salir. Sí, se vieron avances, y se vio incluso… ¡Un vídeo!
¿Quién pensó que era buena idea? A saber. Pero parece que la decisión de crear esos nuevos personajes: Screentime, Snowflake, Safespace, Trailbazer y B-Negative; era hacer personajes actuales, cercanos y con humor. Fue un desastre. Desde la izquierda se entendió como una burda parodia, desde la derecha también. Probablemente porque lo era. Pero Marvel creía que iba a funcionar al revés. Así que lo que pasó fue que se cancelaron los tres números anunciados. Incluso se llegó a decir que en realidad era una broma de Marvel. Todo un clásico. Y luego fue por la Pandemia. Y no pusieron más excusas de milagro.
¿Que por qué aparecía Namorita en la portada si está muerta? ¿Pero cuántas excusas más queréis que pongan en Marvel?
De todo el reparto solo acabaríamos viendo a B-Negative, que aparecería en un cómic (Darkhold: Blade) de un universo alternativo en el que no se diría su nombre y casi ni tendría relevancia.
Así que, de momento, no hemos vuelto a tener New Warriors. El que no llegara a salir en los 2020 significa, además, que es el mayor espacio de tiempo que hemos tenido entre series. La primera comenzó en 1990 y acabó en 1999 con tres años para el segundo. Para el tercero fueron cinco. Para el cuarto fueron dos. Y para el quinto otros cinco. Si hubieran sido 2020 habríamos estado de nuevo en los cinco, pero ahora nos encontramos ya en los diez. Que es el doble del máximo. Lo que significa que no tardará mucho en anunciarlo. ¡A ver con qué nos encontramos!
06) Nick Fury/Black Widow: Jungle Warfare (1998)
Hemos hablado otras veces de los Marvel CyberComics y podemos afirmar que seguiremos hablando de ellos las veces que haga falta. Sólo con la imagen de presentación creo que ha valido la pena.
07) Nick Fury vs. S.H.I.E.L.D. (1988)
Es cierto que de Nick Fury podríamos haber puesto y contado más, pero creo que es mejor hacerlo con esta obra, aunque sea solo por ir viendo las portadas que le fueron haciendo
y que, claramente,
es un estilo distinto al de Paul Neary en el interior. Pero eso no significa que no dibujara páginas, composiciones o…
modelitos memorables.
08) Nightcat (1992)
Ya hemos hablado alguna vez sobre este cómic, pero hacerlo otra vez -de manera resumida- seguro que puede ser interesante.
Imaginad, Marvel, años noventa. Alguien piensa que puestos a repetir trucos pueden intentar darle de nuevo a Dazzler. Un agente se mete por medio, Don Kessler, que se encuentra por casualidad a Stan Lee y le convence de que es buena idea. Le piden a Jim Lee que lo diseñe, a Joe Jusko una portada, a…
a todos sus talentos.
Ni el cómic ni el álbum funcionó demasiado, y eso que aún no se sabía que la mayoría del tiempo la cantante era otra persona. Pero supongo que al menos sirvió para… no sé… ¿sacar este single que ya nadie recuerda ha logrado ser ‘de culto’?
Lo único que podemos lamentar de esto es que no llegaran a hacerle un videoclip en condiciones.
Ah, y si creéis que esto termina sus contactos con el cómic, os diré que la cantante, Jacqueline Tavarez, probaría también suerte en el mundo de la interpretación. Logrando un papelito en la película Tromeo & Juliet guionizada por… Ah, el mundillo, que pequeño es.
09) Nightcrawler (1985–1986)(2002)(2004–2006)(2014–2015) / Age of X-Man: The Amazing Nightcrawler (2019) / Giant-Size X-Men: Nightcrawler (2020)
Vamos a intentar que esto sea incluso más rápido: ¿Cuántas veces puedes Marvel insistir en que un personaje debería de poder tener su propia serie? Veamos…
En 1985 le dan una mini de cuatro a Dave Cockrum, como guionista y dibujante. Que es la mitad de todo lo que Cockrum guionizó en Marvel. No es que la cosa tuviera mucho más recorrido y Cockrum prefería centrarse en otras cosas como The Futurians, así que tampoco decidieron insistir.
En 2000, con la primera película, sacaron un cómic dentro del… ¿cómic? ¿historia?¿evento? Black Sun algo que podríamos llamar: No salen en la peli pero podemos ver si queréis que lo hagan en la siguiente.
En 2002, con la película, decidieron intentarlo otra vez. La colección Icon en la que esta vez presentan…
a un cura de combate. Claro que queda mejor que lo que sacaron al año siguiente cuando se estrenó la película:
Estoy tan sorprendido de que no vendiera mejor este cómic, con esta portada, con guión de Chuck Austen, como vosotros.
Por lo menos la peli sirvió para intentarlo de nuevo, esta vez con Aguirre-Sacasa de guionista.
Esta vez duró 12 números.
Y volvemos otra vez a los especiales a ver si esta vez sí que sí como
X-Men: Manifest Destiny Nightcrawler en 2009 y al año siguiente
X-Men Origins: Nightcrawler 2010
Así llegamos al cuarto intento, esta vez en 2014:
Exactamente los mismos 12 números que la anterior y esta vez con Chris Claremont a los guiones.
Y para el siguiente intento, en 2019, fueron en… vamos a decir otra dirección.
Podría ser peor, en lugar de The Amazing Nightcrawler podrían haberlo llamado Uncanny Spider-Man.
Pero tras estos cinco números tocó otra vez intentar con un one-shot
Y aún hubo una otra cosa cuando en las Nosequé de X decidieron probar a sacar una serie llamada Nightcrawlers en 2023 (tres números enteros)
¿Es esto un título de Rondador Nocturno? ¿Es el resultado de lanzar cosas a ver si algo se queda? ¿Tiene algo de sentido alguna cosa? Lo cierto es que no, pero por eso no estoy intentando explicar nada de su interior.
Así que hagamos el repaso. A estas alturas ha tenido 4 cabeceras propias, 5 si contamos lo de Uncanny, 6 si contamos… nah, no hay manera de contar Nightcrawlers en ningún lado que no sea ‘kinks‘. Así que 5, más 5 one-shots. Y ahí sigue Marvel, intentándolo. Supongo que hay una enseñanza en todo esto como ‘hay gente que no sabe cuándo parar de trepar’ o ‘hace falta algo más que bienquedismo para triunfar en los cómics’, pero creo que podemos resumirlo en que a la gente en realidad no le importa tanto. O, dicho de otra manera, ¿quién es capaz de decir, sin mirar de nuevo, si había más Piratas o más Curas en las portadas? Pues eso. Con lo fácil que sería hacer una película de animación para luego poder hacer la de acción real si vende suficientes peluches.
Por extraño que parezca a Nighthawk lo crearon en 1969, dentro de Avengers y como parte del Escuadrón Siniestro. Luego estaba el del Escuadrón Supremo, pero aquí el que toca es el malo que luego se ‘redimió’ con los Defensores. Y mira que podríamos hablar de cosas como cuando estuvo en el follón ese de ir cambiando cerebros dentro de cuerpos. Pero no, centrémonos en que se esperaron a que le hubieran matado. En Defenders 106 en 1982. Y pasó más de una década, pero en 1998 alguien pensó que era buena idea recuperarlo, darle una serie propia con Jim Krueger y Richard Chase. Y decidir que le resucitaba un ángel… que acababa siendo Mefisto. Lo creáis o no esta mini de tres números se publicó meses antes que la del Punisher. Aunque hay que reconocer que aquella hacía buena a esta que, resumiendo, era un truco de Mefisto para lograr el alma de Matt Murdock y acababa con ambos tratando de sobrevivir en el infierno. En fin, no sé quién pensó que era buena idea para una primera miniserie, pero en Marvel claramente pensaban que era la historia que la gente quería leer.
La cosa sirvió para que volviera a la vida y a los Defenders, The Order, Thunderbolts y bla.
Y entonces llegó MAX y crearon otro universo con su propio… Squadron Supreme. Que tuvo tanto una mini para el personaje de 2005 a 2006
como una que le enfrentaba en 2007 con Hyperion.
En ambos casos se trataba de un Nighthawk distinto, claro. Uno que era una especie de versión de Batman pero en más oscuro. Sobre todo de piel.
Sobre todo porque eso sucedió en 2007, pero en 2008 durante Last Defenders, el otro Nighthawk no es que siguiera vivo. Es que había cedido también su manto. Se lo había pasado a un agente de SHIELD con el que tenía lo que se podría llamar una enemistad familiar. Y que aparecería en otros cómics como Vengeance en 2012.
Y que, sin embargo, sería el de MAX entre esas dos cabeceras y ya en 2016
que le ponía a perseguir a un asesino en serie. No, no tiene mucho sentido, pero qué más dará. Que acabaran en el universo 616 es otra de esas cosas difícil de explicar, más aún cuando metieron a los skrulls por medio, que en 2017 acabara dentro de una de las series del Dark Reign llamada Occupy Avengers, tampoco. Que acabara con el personaje siendo asesinado y otro tomando su puesto menos.
Así que, resumiendo. Tenemos un Darkhawk retirado, uno muerto y dos en activo. No está mal para un personaje que se supone que no es ni de 616.
11) Night Man (1993–1995) (1995) / Night Man vs. Wolverine (1995) / The Night Man / Gambit (1996)
Espero que este sí que os suene. Al fin y al cabo no es solo una creación de Steve Englehart junto con Rick Hoberg para Strangers, una de esas series de 1993 del Ultraverso -Ya hablaremos de ellos cuando lleguemos a la S-. Allí debutó como Johnny Domino, que tenía el poder de… no sé… ¿Pizzas? En realidad no, pero si os digo lo de las pizzas es menos ridículo. ¿Que por qué digo eso? Venga, vamos con la explicación real.
Johnny Domino era un saxofonista. En realidad ese es su nombre artístico. El nombre real era John Domingo. Que es un motivo tan bueno como otro cualquiera para cambiárselo. Pero bueno, un saxofonista profesional y, por lo visto, de cierto reconocimiento. Johnny estaba dentro de un tranvía cuando una nube de energía Ultra… no, espera, eso parece un partido de fútbol… una nube de ultra-energía les sacudió y dio poderes. Así que estuvo unos números -de los Strangers– de civil hasta que llegó su propia serie.
Y entonces llegó la serie propia manteniendo en los guiones a Steve Englehart. Pero con dibujos de Darick Robertson. en el primero, de Gene Ha el segundo y tercero y Kyle Hotz del cuatro al doce, con algunos sueltos, varios guionistas echando una mano a Englehart, cambios completos a partir de ahí… en gin, el caos habitual.
En cualquier caso este Night Man hacía de vigilante con sus poderes que son… no, sigo sin tener claro cuáles eran. Pero ahí estaba. Y cuando llegó al número 23 sacaron un especial Infinity
y antes de lanzar el segundo volumen, ya dentro de Marvel intentaron darle un poco más de empaque con
Qué puedo decir. Más aún teniendo en cuenta que esta historia sale de un duplicado que había aparecido en el número 22. Y que estaría solo en un par de números, el Ultraforce / Avengers y este. Por lo menos lo intentaron y sacaron el siguiente volumen.
Aunque el relanzamiento no duraría más de cuatro números. Aunque, eso sí, en 1996 volvieron a la carga con otra serie limitada.
En la que, por cierto, además del de siempre estaba también el duplicado. En fin, los noventa.
¿Y esto qué tiene que ver con que os suene?
Bueno, claro, porque fue una de las primeras series de acción real de Marvel, claro.
Dos temporadas duró, que ya me parecen temporadas. De 1997 a 1999. Y, pese a eso, no intentaron relanzar el cómic en ningún momento. Claramente en Marvel tienen una forma peculiar de llevar su negocio.
12) Night Nurse (1972–1973) (2015)
Quizá recordéis que en la L hablamos de Linda Carter, Student Nurse. Pues bien, tras esa serie que duró de 1961 a 1963 y una protagonista que aparecía en algunas otras series de la casa. De hecho la última en la que apareció no fue la suya sino Patsy and Hedy. Y sí, es ESA Patsy. El mismo 1963.
Pero casi una década más tarde alguien pensó que había que darle una segunda oportunidad, esta vez como Night Nurse. Que duró, eso sí, solo cuatro números. ¡Pero qué números!
El primer número te presenta a otras dos enfermeras, para que así además de la rubia haya una pelirroja y una morena. Una de ellas tiene una historia romántica con un millonario, la otra se ve metida en un incidente violento que incluye un tiroteo en el hospital. El segundo da vueltas sobre un atropello. El tercero continúa lo del primero y añade una serie de asesinatos. En un especial navidad. Que incluye OTRO tiroteo en el hospital. Para el cuarto y último la pelirroja va de enfermera a una mansión aislada, con un joven en silla de ruedas y misterios y muertes. Lo típico de los hospitales, vaya. Si logra durar seis números llegan a las abducciones alienígenas.
No volvimos a saber de ella hasta que en 2004 a Bendis (¿Bendis? Sí, Bendis. Ok.) se le ocurre recuperarla como guiño. Y empieza a usarla, aparece en The Pulse o Civil War, en varios de ellos. En 2006 aparece de secundaria en Doctor Strange: The Oath y, a partir de ahí se normaliza más que aparezca.
De hecho, en 2015 publican…
Que podría parecer otro one-shot ya con temática superheróica, pero que en realidad es una reedición de los cuatro números más una de sus apariciones en DareDevil. Pero que demuestra su reencontrado peso, algo que se ve más claro incluso al ir apareciendo de manera casi regular en Defenders, Hawkeye: Freefall o Spider-Woman. Y teniendo en cuenta que su última aparición fue en la Avengers Academy en 2024 parece que aún tendremos enfermera para rato. A ver si, además, se animan a darle de nuevo colección propia.
13) Nightmare (1994–1995)
En los años noventa Marvel intentó muchas cosas, y una de ellas queda clara viendo solo las portadas:
aunque teniendo en cuenta que no pasó del cuarto número creo que está claro. No, no lograron replicar Vértigo.
14) Nightmask (1986–1987)
La idea no era mala, o no necesariamente mala, pero la ejecución daba para tomar biodramina antes de repasar los equipos. Pero empecemos por el principio. Este título del Nuevo Universo tenía de protagonista a un chaval Keith Remsen, que por culpa de una explosión que le deja sin padres y a su hermana la deja en silla de ruedas. ¿Y a él? Pues se le aleja un trozo de metal en la cabeza que le deja en coma un rato, cuando vuelve tiene el poder de entrar en los sueños de los demás. La idea principal era esa, también que en sueños lleva su traje de Nightmask, y toda una serie de ideas alrededor de influir a la gente en sus sueños. Además le ponen a dos doctores, una doctora terapeuta física para que recupere la movilidad tras el coma y un señor doctor no sabemos bien en qué que decidirá seguir adelante con el ‘experimento’ Nightmask para ayudar a la gente y esas cosas. Los protagonistas son blanco y todo eso, Keith Remsen y su hermana Teddy, mientras que los doctores son la Doctora Estrellita Mercado –Lita para los amigos- y el afroamericano Lucian Ballad.
El punto de partida podría haber dado para mucho, pero el problema es que los equipos creativos… La serie comienza con Archie Goodwin y Tony Salmons, el segundo sigue Goodwin pero esta vez dibuja Ernie Colon, del tercero se ocupan Cary Bates con Alex Savluk, el cuarto vuelve Goodwin pero con Ron Wagner, el quinto recupera a Bates pero con Arvell Jones, el sexto tiene a Roy y Dann Thomas con Javier Saltares, el séptimo repite a Thomas pero pone a dibujar a Michael Bair, el octavo tiene de nuevo a Archie Goodwin pero con Keith Giffen de dibujante, para el 9 tenemos Sandy Plunkett y Mark Bagley, en el diez repite Bagley pero los guiones son de Roy y Dann Thomas, en el once siguen los Thomas pero el dibujante es ahora Kyle Baker, y en el doce POR FIN se produce la primera repetición de equipo creativo… con los Thomas y Bagley. Es decir, después de un año de colección seguimos sin dos cómics con los mismos autores. Y no lo vamos a tener porque este fue el ÚLTIMO número de la cabecera. Así que podemos decir ya que en 12 números hubo 4 guionistas: Archie Goodwin que hizo 4 números, Cary Bates con 2 números, Sandy Plunkett con 1 y los Thomas con 5. Y también tuvimos 10 dibujantes, porque solo Bagley repitió -tres veces- así que os podéis imaginar los bandazos que las historias y los estilos causaron.
Que no significa que si hubieran tenido un equipo fijo desde el principio con los Thomas y Bagley la cosa hubiera salido mejor, porque a los Thomas les falta tiempo para hacer cosas que, en el mejor de los casos, podemos llamar ‘estereotipos raciales’, así que como la Dra. Lita es hispana su hermano es un pandillero, y como el Dr. Ballad es afroamericano le meten en una subtrama de vudú.
Como decía, es una pena porque hay ocasiones en las que se demuestra que podía haber habido algo ahí, como cuando deciden ir por un camino más Ditko con el onirismo, pero como tampoco deciden si quieren ir por sendas más ‘cósmicas’, más psicoanalíticas o del viejo pumba pumba pues al final lo que queda es que en Marvel estaban lanzando cosas a ver si funcionaban.
Eso sí, les dio tiempo de llevarse a los personajes de paseo por otras series como Justice o Star Brand, y de recuperarlo dos veces.
La primera en 2006 dentro de la ‘iniciativa’ Untold Tales of the New Universe que en absoluto era una manera de mantener el copyright del título, que va.
Por supuesto el equipo era nuevo, Fred Van Lente y Arnold Pander. Que hacen un mínimo repaso a alguno de los elementos del cómic -fundamentalmente de los primeros- para dejarlo apuntado por si acaso se continuaba. Que no fue el caso, claro.
Aunque en 2016 volvimos a saber de Nightmask. Esta vez compartiendo título:
Sí, Starbrand & Nightmask. ¿Que de dónde sale este Nightmask que claramente no es el anterior? Bueno… La culpa, como de tantas cosas, la tiene Jonathan Hickman que lo hace aparecer como un Adam (es de suponer que Warlock) en el quinto número del quinto volumen de los Vengadores en 2013, y lo mantiene dando vueltas por ahí en esa colección, Infinity, Avengers World o lo que toque, hasta el Avengers World 21 de 2015. Por supuesto el personaje actualizado tiene poderes distintos, poderes que pueden usar en el mundo real, y ya puesto es todo lo que se les ocurre porque no solo está racializado -nunca mejor dicho teniendo en cuenta que es un ser construido- sino que es bisexual y poliamoroso. Ah, y no es adolescente sino más bien veinteañero, por si acaso. Si os estáis preguntando por qué si se trata de un personaje que es claramente distinto en poderes y todo lo demás al anterior se llama igual… ¡Pues como Sandman y no hay tanta queja, hombre ya!
Total, que así llega esta mini en la que se van -él y al nuevo StarBrand– a la universidad. Lo que permite un cameo de Chica Ardilla. No preguntéis. Por lo menos esta vez todos los números los hacen los mismos, Greg Weisman y Domo Stanton. Lo cierto es que parece intentar ser algún tipo de lanzamiento de un título más que de historia propia. Y, claro, se queda ahí. Reaparecen por el Secret Empire en 2017 antes de que muera el nuevo Starbrand.
¿Y entonces? Bueno, pues hemos visto a NightMask de nuevo por Spectacular Spider-Men, que para eso guionizaba Weisman. Un secundario más, pero que ahí estaba, representando.
Teniendo en cuenta que la última vez que lo vimos fue en mayo de 2025 será cuestión de ir viendo por dónde aparece, y si alguien se anima a recuperar a Keith Remsen. Pero, al menos, a este personaje del nuevo universo no le ha ido TAN mal.
15) Night Raven House of Cards (1991)
Sí, esto se supone que es una Novela Gráfica pese a que esto parezca un bolsilibro. Personaje aparecido en Marvel UK, tanto en complementos como Hulk, Savage Sword of Conan o Captain Britain, a creaciones propias como Savage Action, Marvel Super-Heroes, The Daredevils, The Mighty World of Marvel… A veces historias de texto, a veces como cómic.
Y, en estas, apareció una novela gráfica que podría haber sido un one-shot de 64 páginas, por Delano y Lloyd. El personaje apareció por primera vez como complemento de Hulk, escrito por Steve Parkhouse y dibujado, como la novela gráfica, por David Lloyd, aunque es cierto que Jamie Delano pudo ser el que más escribiera sobre él en sus primeros trabajos para Marvel. Así que tenía lógico juntar a ambos autores para esta historia, más aún teniendo en cuenta que hablamos de un joven medio Mohawk que se convierte en vigilante en los años ’20. Y tras una refriega con Yi Yang, la Reina de Nieve, acaba expuesto a un producto que la hace inmortal pero también le causa locura. Y se convierte en su enemigo jurado. Un asesino en serie se haría con su mascara para cometer asesinatos, en fin, lo típico. Y, por supuesto, esta es una historia sobre salvar a los inocentes, descubrir quién quiere -o no- ser salvado y, por supuesto, las batallas de Yi Yang.
Ah, sí, no ha reaparecido mucho más tras eso, incluso ha dejado cierto legado del que ya hablaremos. Pero a él directamente sí que le vimos en el Fury/Black Widow o en Marvel Comics 1000 (con una página de texto y una ilustración, como en los viejos tiempos) y lo más reciente es de Phases of the Moon Knight número 2.
En 2024. Así que ya veis… uno nunca saben cuándo van a recuperar a un personaje que parece olvidado. Aunque sea solo porque ha tenido su propia Novela Gráfica.
16) Night Rider (1974–1975)
Cuando os empieza a doler la cabeza os animo a que paséis al siguiente cómic.
Para empezar, Night Riderno existe. Es decir, claro, existió un cómic llamado Night Rider. Duró seis números de 1974 a 1975. Pero luego ya no.
Luego ya no porque alguien avisó a Marvel que QUIZÁ querrían cambiarle el nombre. Por aquello de que Night Rider era una de las formas de llamar a los miembros -a algunos miembros- del Ku Klux Klan. Que, en realidad, era un follón en el que se habían metido ellos solos. Porque el personaje, originalmente, tenía otro nombre. Pero, claro, decidieron cambiárselo para evitar problemas. Que es lo que pasa cuando tienes un personaje llamado…
Ghost Rider.
Ya, obviamente había que separarlo. Y de Ghost Rider a Night Rider a Phantom Rider.
Expliquémoslo un poco mejor. *supiro*.
En 1949 Magazine Enterprises publicaba la revista Tim Holt que, en su número 11, presentaba de manos de Ray Krank y Dick Ayers a un nuevo personaje, Rex Fury. También llamado…
La empresa cerraría, el personaje pasaría a Dominio Público y distintas editoriales lo irían usando aquí y allí. Por ejemplo en AC Comics decidieron reeditar, extender y de todo al personaje a partir de los ochenta. Pero, eso sí, le cambiaron el nombre.
¿Y qué pinta Marvel en todo esto? Bueno… en Texas Kid número 4, en 1951, publicaron una historieta de… Texas Kid, claro… En la que un pueblo era ¿encantado? por un jinete fantasma. En realidad acababa siendo un promotor inmobiliario intentando que la empresa del tren pagara a precio de oro sus terrenos. Scoobydubismo antes de Scooby Doo. Salvo porque.. en realidad no llegamos a ver si a nadie vestido de Fantasma, ni se dice Ghost Rider en ningún momento. Que yo haya visto. Y me lo he leído varias veces.
Pero bueno, les sirvió para reclamar que ellos tenían un Ghost Rider. Cuando sacaron en 1966 el cómic…
Creado, sí, por Dick Ayers. De nuevo. Que era el dibujante, claro, los guionistas acreditados fueron Gary Friedrich y Roy Thomas.
Esta versión tenía a Carter Slade, un tipo, antiguo boxeador, que acudía a un sitio en el que unos colonos parecían estar siendo asesinados por indios. ‘Parecía’ porque resulta que no eran indios de verdad sino señores blancos disfrazados de indios. Que disparaban y malherían a Carter por ir a ayudar. Por suerte había un niño, Jamie Jacobs, único superviviente, que le echaba una mano, lo suficiente como para que llegaran unos pobladores originales -ahí se sabe que eran de verdad- que le ayudaban a recuperarse. A partir de ahí Slade se dedicaba a ayudar a la justicia disfrazado de fantasma. Se ve que no había murciélagos.
La cabecera duraría hasta el número 7, pero el personaje volvería a aparecer en Western Gunfighters… hasta el número 7. En ese número Carter muere, Jamie toma su lugar, y también muere, y -finalmente- el hermano de Carter, Lincoln, que era Marshal Federal. Y que había discutido con su hermano, se había negado a ‘tomar el manto’ tras su muerte, pero tras la de Jamie había decidido aceptar que ese era su destino.
Por ridículo que suene Western Gunfighters duraría hasta el 33, pero después de ese número 7 de 1971 no volvimos a ver a Ghost Rider. ¿Puede tener que ver con que Marvel Spotlight fuera a sacar en su número 5 de 1972 a Johnny Blaze? Imposible saberlo.
Así que el Motorista Fantasma se convierte en un éxito y alguien en Marvel tiene una idea… ¡Reeditar Ghost Rider! Ahm… ¡con un nuevo nombre!
Y ahí, entre 1974 y 1975, llegó el nombre del Klan.
Por algún motivo se quedó en seis números. Lincoln no volvería a aparecer hasta un viaje de los Vengadores al pasado. Y luego unos números de 1980 Ghost Rider en el que se encuentra con ellos.
No, aquí aún no habían decidido cambiarle el nombre.
Que acabaría con la aparición de un nuevo Slade, Hamilton. Un arqueólogo que investigando unas reliquias indias es elegido por Los Grandes Espíritus para ser el nuevo… ahm… el nuevo COMOSELLAMÉ.
Y luego… bueno. Lo de los West Coast Avengers o WaCos de 1985 a 1987 aprox.
Como si alguien en Marvel hubiera pensado: ¿Cómo podemos evitar que se asocie el personaje a la infame decisión de llamarlo como a un miembro del KKK? Ah, ya sé. ¡Démosle una trama en la que los WaCos viajan al pasado, Lincoln va perdiendo la cabeza, se enamora de Pájaro Burlón, la droga y viola? Que acabe con que él muere, además.
El asunto es Hamilton había aparecido -en pocos sitios, pero había aparecido- cuando se dejó caer por los West Coast Avengers en sus primeros números -bueno, el 4, el 8 y el 9-, en los dos últimos está poseído por Lincoln. Explicar por qué o cómo acaban viajando al pasado es otro tema. Pero resumamos que hacen todo lo dicho arriba.
La excusa de que Los Grandes Espíritus habían elegido a Carter y Hamilton pero no a Lincoln es… bueno, es una excusa. Por supuesto eso ponía a rondar a Carter, Lincoln y Hamilton. Pero la cosa no se acabó ahí. Nunca se acaba ahí.
Porque, por ejemplo, alguien en Marvel en 1991 decidió montar una serie llamada Original Ghost Rider. Y ponerle de complemento historias de Phantom Rider. Porque esta gente no sabe parar.
Alguien pensó que era buena idea poner en la mini western Blaze of Glory a Reno Jones haciendo de Phantom Rider. No tuvo más trascendencia y cuanto menos la recordemos, mejor. Pero es algo pasó.
Pero no era esto, era otro Slade más. Otra, en realidad. Jaime Slade. Sí, se llama Jaime y es una mujer.
Creo que queda bastante claro. En cualquier caso en esta Hawkeye & Mockingbird (2010-2011) fueron -por motivos más que razonables- los Phantom Raiders uno de los centros. En realidad Jaime -la hija de Hamilton– estaba poseída por Lincoln -otra vez, aunque su padre lo sería por Carter– y no sale más allá de estos cinco números. Pero la reunión de los Slade buenos (Carter y Hamilton) y malos (Lincoln y la posesionada Jaime) tuvo lugar aquí… Y su teórico final.
Aunque, bueno, ya volverán. Algunos fantasmas, ya sabéis, son difíciles de exorcizar.
17) Nightside (2001–2002)
¿Sería capaz alguien en Marvel de explicar por qué tienen una serie llamada Nightside protagonizada por un personaje llamado Nightsade?
En cualquier caso, se trata de una detective que investiga en los bajos fondos donde una extraña organizacióon etcétera. Publicada a principio de los dosmiles lo cierto es que no hay mucha memoria de él, pero está claro que algo intentaba decir con sus portadas…
algo querían sugerir…
aunque quizá nunca lleguemos a descubrirlo…
¡NUNCA!
18) Nightstalkers (1992–1994)
Definición de noventerismo desde su primera portada. Lo cierto es que no tengo intención de explicar su trama. Tampoco tengo la capacidad. O el conocimiento. Creo que ya os he dicho antes que intentar explicar la historia de Motorista Fantasma es perder cordura. Y por aquí no es que la cosa vaya mucho mejor. Aunque podéis pedirle a Emilio que os haga algunos posteos.
Mientras tanto os diré que el grupo este formado por Blade, Hannibal King y Frank Drake. Y que sus portadas son…
Llamativas, sin duda. De la primera a la del 69.
Perdón, que se me ha ido la cabeza. Si solo tuvo 18 números. Ahora, que portadas.
Los años noventa fueron esto.
19) Night Thrasher: Four Control (1992–1993) / Night Thrasher (1993–1995) (2024)
Como decía antes, Night Trasher se creó para New Warriors. Y, por supuesto, ante el éxito de la serie le dieron una mini para probar, y como funcionó le dieron su propia serie.
Los años noventa, qué puedo decir.
Ya hemos hablado de sus aventuras -un decir- con los New Warriors, no hemos hablado de que el trasfondo del personaje, que es de lo que hablan aquí, vienen lo que su padre encontró durante la guerra de… Siancong (en fin). Nah, en tiempos era la de Camboya, pero las actualizaciones son así. Bueno, eso.
Luego siguió con los New Warriors, tuvo pocas aparición fuera de ellos, se murió, apareció un clon, resultó que no estaba muerto, lo típico.
Y en 2024 decidieron darle una miniserie nueva.
No es que tenga mucho sentido teniendo en cuenta lo de la Gang War, pero supongo que les valió para revalidar el título. Por lo menos esta vez el guionista era afrodescendiente.
Lo que nos lleva a lo mejor que produjo Night Trasher. La carta que Dwayne McDuffie escribió a Marvel después de que apareciera por primera vez.
¿Qué puedo decir? Los cómics siempre son divertidos.
20) Nightwatch (1994–1995)
No sé si he mencionado ya esto, pero el noventerismo siempre va a más.
Creado en el año 1993 para Web of Spider-Man, y dando vueltas durante cerca de un año por las cabeceras arácnidas, que nos presenta al doctor Kevin Tech y unos números más tarde
tarda un tanto en aparecer, pero lo acaba haciendo.
¿Qué? Un tipo de color que se pone un traje en rojo, blanco y negro. ¡Pues la cosa más normal del mundo en los noventa!
Para el especial número 100 de Web of Spider-Man descubrimos que la explicación es que el Dr. Tech se encontró a un tipo con un traje especial, saliendo de la nada, cayó moribundo a su lado, le quitó la máscara y vio que era ¡él mismo! Así que se hizo con su traje de él. Y tomó su lugar. Su de él. De… Da igual.
Total, que para el 106, tras haber estado apareciendo en complementos, le dieron su serie propia.
El resultado fue…
Noventero.
MUY Noventero.
Extraordinariamente noventero. En serio, es difícil pensar en un título como este, que duró solo 12 números, que acabó con una portada como
Y, más todavía, que un cómic salido de la nada veinte años más tarde decide retconear por completo inventándose una tontería de que en realidad era un villano que rehízo la realidad para parece un héroe o una estupidez similar. Al final todo esto, todo este viaje, es lo que resume mejor Los ’90.
21) Nocturne(1995)
Un tipo está investigando para un documental y se encuentra con los rastros de un héroe de antaño -o quizá un vigilante, según a quien preguntes, la cosa acaba con el tipo cogiendo el traje y su lugar. ¿Que de qué héroe de antaño hablo? Pues, por supuesto:
¡NIGHT RAVEN! Por supuesto que sí. ¡El héroe favorito de los lectores Marvel!
Con esto se montan una historieta de ‘pez fuera del agua tomando el manto sin realmente quererlo’ sacando personajes antiguos de los cómics de Night Raven y, por supuesto, presentando una extraordinariamente noventera situación que, sorprendentemente, no tuvo continuación. ¡Al menos de momento!
22) Nomad (1990–1991) (1992–1994) / Nomad: Girl Without a World (2009–2010)
Ay, señor, allá vamos de nuevo. Veamos…
Sin duda todos recordáis cómo acabó la saga del Imperio Secreto. Tras ella el Capitán Am… Steve Rogers, Ciudadano Particular decidió seguir combatiendo el crimen desde una nueva identidad: Nómada.
Algo que le duraría unos pocos números. Digamos del 180 al 183 de su colección (1974), pero podemos añadir o recortar tanto da. Entre medias Cráneo Rojo mató al sustituto del Capi -y sigue muerto, que tiene más mérito- así que bueno, cosas que pasan.
Pero para el 215 regresa un personaje del pasado. Jack Monroe, el Bucky del falso Capitán América de los años ’50 con el que se habían encontrado por última vez allá por el 156. Monroe iría apareciendo de cuando en cuando por la colección y para el 281 demostró estar lo suficientemente bien -risas- como para volver a su lado. Primero como Bucky y ya en el 282 (1983) como…
Exactamente, Nomad. Y estaría más o menos por la colección un lustro, hasta el 345 (en 1988 ya), en el que más allá de que su puesto lo haya ocupado Battlerstar -seguro que os acordáis de él-, y que estemos en mitad de las discusiones con el Capitán América de Johnny Walker, el Capi tiene un encuentro con él en un bar, se lo encuentra borracho (Nómada, claro) y tienen una discusión menos física que de recriminaciones, con Nomad acusando al Capi de ser un flojo.
Así que ese mismo año en el Marvel Comics Presents 14 tiene una primera aventura suelta, puro Miami Vice – y ya en 1990 tuvo un complemento propio en el Anual del Capi (el 9) que la continuaba. Y que tenía un final que recordaba hasta cierto punto al del Imperio Secreto y causaba un… cambio.
Y ahí es donde nos lo encontramos en la portada de arriba. Una primera mini de cuatro números que, pese a eso, logra tener momentos… intrigantes.
Quizá os preguntéis por qué ese bebé lleva antifaz. Yo también. Y más sorprendido aún de que durante un número y pico Nomad se lo lleve por aquí y allá y termine la mini…
…quedándose el bebé sin que nadie intervenga. Bueno, y habiendo conseguido su reto principal: Dejarse barbita de tres días.
Una barbita que, por supuesto, le acompañó cuando le dieron ya en 1992 su serie regular -tras solo una aparición en el Anual 10 del Capi-.
Como veis la portada responde a las dos preguntas principales que se pueden hacer: «¿Pero todavía sigue llevándose por el país a El Bebé Enmascarado?» y «¿Ha aprendido ya a poner morritos para los selfies?». Que esté cruzando el país haciendo autoestop es algo que descubriremos dentro.
Aunque algo me hace sospechar que el guionista –Fabian Nicieza– era consciente también de que no partía tampoco del mejor de los puntos. Pero al menos dejaba claro que iba viajando por el país, sobreviviendo gracias a las tretas
por supuesto es el mejor en lo que hace porque se lo toma muy a pecho,
pero lo importante es que sabe mantenerse en ello con muy buen gusto
y no le importa apechugar.
En noticias no relacionadas, el dibujante S. Clarke Hawbaker sólo duró los primeros tres números. Bueno, y el séptimo. Suponemos que sería por algún tropezón.
Tras él estaría Pat Olliffe hasta el 10, a partir de ahí comenzaría una situación peculiar porque, aunque Oliffe se encargaría también del 12, 13 y 15, aparecería Rick Mays para hacerse cargo del 11 y 14 primero y luego de algunos números suelto (17, 18, 20) con algunos otros dibujantes apareciendo para realizar solo un número (Art Nichols el 16, Bill Wylie el 19, John Hebert el 21) y, finalmente, ocuparse a medias del 22 y 23 junto a Pete Garcia, que sería el sustituto a solas de Hays para los dos últimos, el 24 y 25. Eso sí, Nicieza se mantuvo toda la colección así que por lo menos había una cohesión argumental.
Y sí, se pasa los 25 números con el bebé a cuestas. Luego ya acaba la cosa en ese último número, en 1994, una mega-explosión en la que parece que Monroe ha muerto. Así que la bebé acaba siendo adoptada. Años más tarde, en 2005, volveremos a verla brevemente para comprobar que ha crecido con cierta normalidad y ha olvidado por completo esta etapa de su vida. Al menos de momento, que en Marvel uno nunca sabe.
Y si pensáis que no va a haber aquí un repaso de portadas noventeras es que no estáis sacando nada de esta letra:
¡ARTE!
Teniendo en cuenta que el final de cómic nos demuestra que a Nómada le han metido dentro de un tubo para… pues para sus cosas de meter a gente en tubos, supongo… tampoco debería de sorprendernos mucho que volviéramos a verle.
Aunque debo decir que fue más tiempo del que esperaba. Reaparece en el 2000 como Scourge, parece que lo del tubo vede al final decidieron que fuera ponerle nanitos para que Gyrych pudiera usarlo para sus cosas de Gyrich. Luego se cuenta que a Gyrich también le controlaban. Así que pudo liberarse un rato, estar con los Thunderbolts otro y, finalmente, mezclarse en el follón del Soldado de Invierno. En teoría este le mató y usó su cuerpo para propósitos nefandos. ¡NO! Para culparle de un ataque terroristas, que siempre pensáis en lo mismo. En el Captain America volumen cinco número siete (2005) hacen un repaso a su vida, te sacan a Jane Foster diciendo que su fórmula del supersoldado se estaba desintegrando y luego cómo le asesinan. Lo típico. Que llevemos veinte años y no le hayan resucitado aún tiene más mérito, supongo.
Mientras, por supuesto, han aparecido un par más de Nomads, como Rikki Barnes, la Bucky del universo Reborn que tras múltiples peripecias entre universos acabó en el nuestro tras Onslaught Reborn y de ahí al especial 600 del Capitán América y a su propia mini en 2009.
Nomad: Girl whitout a World en 2009, que comienza como una historieta juvenil durante la que cambia de traje, habla de problemas políticos juveniles en una historia dosmilera agradable que termina avisando de que para el Captain America 602 de 2010 comenzaría a aparecer como Nómada en un complemento de la colección.
De ahí iría a Young Allies, Spider-Girl, Future Foundation… precisamente a finales de aquella mini fue una de las últimas vece que la vimos. Aunque aún tendría un par de cameos más. El último en 2021.
¿Fue este el final de Nomad? Claro que no. De hecho en 2012 nos habíamos encontrado por primera vez con en el primer número del séptimo volumen del Capitán América, con Ian Rogers, una creación de Arnim Zola en la Dimension Z, en la que se convirtió en -por supuesto- Nomad. Evidentemente llegó a la Tierra 616, estuvo por ahí hasta el final, y con el paso a All-New Captain America se mantuvo allí. Hasta llegar al follón de Hydra, con una última aparición de 2023. Así que sí, tenemos a dos Nomad funcionando casi a la vez, y uno muerto-pero-ya-sabemos. Así que podemos hacer una porra de cuál será el primero en regresar.
23) Nomextra and Kevlor (1992)
Sí, este es uno de esos famosos cómics ‘de pago’. En este caso por parte de la Du Pont para promocionar entre los bomberos dos de sus tejidos especiales ‘resistentes al fuego’, el Nomex y el Kevlor. De ahí que el malo sea… Pyro. Guionizaba George Caragonne, dibujaba Mike Harris y entintaba Jimmy Palmiotti. Así que ya véis, los cómics peculiares nunca se acaban.
24) Northstar (1994)
Pues sí, en 1994 lograron sacar una mini para Northstar. Sería la primera y única. Así que además de las palmadita de ‘fue la primera vez que’ podemos sentarnos a pensar cómo una vez logrado ese ‘ser los primeros’ no se molestaron en mantenerlo y reintentarlo con el tiempo. Que no es que haya desaparecido precisamente, ahí sigue. Pero se ve que no es como para intentar darle un espacio propio. Aunque, eh, siempre le puedes usar para una portada la próxima vez que necesites un ‘la primera vez que’.
Así que sí, ya escribiremos más sobre él, pero será otro día.
25) Nostalgia Illustrated (1974) (1975)
Si algo nos ha quedado claro con los últimos Eisner es que en lo de los cómics hay muy nostálgico. Así que era normal que Marvel, con su rama Curtis Magazines -algún día escribiremos sobre ello- sacara una revista. Es cierto que la primera vez solo sacaron dos, pero para 1975 sacaron ocho. Y esto es importante porque demuestra que en 1975 salieron muchos nostálgicos que antes pasaban por otra cosa. Si algo me extraña es que no hayan hecho un relanzamiento en 2025.
26) Not Brand Echh (1967–1969, 2018)
A finales de los sesenta en Marvel alguien tuvo una idea, otra vez.
La idea era sacar un cómic en el que distintos autores parodiaran los cómics de la competencia. De cualquier competencia pero, claro, sobre todo de DC. Esa sería la Brand X o Brand Echh. Pero a Stan Lee le pareció que a su público sería más sencillo venderle sus propias parodias, a las que se pudiera añadir -claro- alguna de la competencia. Y de ahí el paso a Not Brand Eech.
Y sí, metieron algunas que no eran de DC como Magnus, Robot Fighter que por aquel entonces publicaba Gold Key. Así como a películas y demás asuntos del pop del momento en los que -claro- metían superhéroes. En general daba la sensación de ser una versión inferior de las parodias de la MAD. El experimento, sin embargo, no duraría mucho. Para el número 13 decidieron acabar con el asunto. Es cierto que luego vendrían Crazy! o What the–?!… pero de eso ya hablaremos en la W.
Por supuesto como las cabeceras hay que renovarlas de cuando en cuando en 2017 se publicó el número 14 de este primer -y único- volumen:
Pero, como podéis imaginar, la cosa no pasó de ahí.
Mientras tanto quedémonos con que si algo -o alguien- ha salido de todo esto es, sin duda, Forbush Man. Otra cosa es cuánta cancha le dieran. Pero supongo que eso siempre podría ser excusa para un posteo.
27) Nth Man: The Ultimate Ninja (1989–1990)
Hay veces en las que uno puede intentar explicar el cómic, pero el cómic se resiste. Más aún cuando tiene un cierto nombre y, sin embargo, ha pasado suficiente tiempo desde la última vez que se publicó.
Así que hablemos de Nth Man, The Ultimate Ninja, una idea de Larry Hama para hacer una historia en 24 páginas que podemos intentar resumir en que dos amigos de la infancia están enfrentados. Uno se ha convertido en miembro de las Operaciones Especiales de la CIA, el otro ha logrado poderes casi-cósmicos. y a partir de ahí toda una serie de luchas y escaramuzas, muchas veces casi cómicas y sin una gran cohesión interna porque el tener a un personaje que puede crear paradojas y tiene poderes casi cósmicos tiene ese asunto. Bueno, y que a Hama le dijeron que en lugar de 24 tenía que hacerlo en 16 cuando llevaba ya como 12, así que el final está notablemente apresurado. Pese a lo cual Ron Wagner logró dibujar casi todos los números (salvo el 8, que es obra de Dale Keown).
Pese a todo, se acabó convirtiendo en un título ‘de culto’, probablemente por esa libertad con la que Hama movía a los personajes, más aún en un universo en la que el Universo Marvel era unos cómics que se podían referenciar y que nos acabaron dejando momentos que, quizá, hayan estado en la inspiración de otros creadores…
Qué puedo decir, al final uno nunca sabe quién te puede estar leyendo.
¡Hasta aquí para esta letra! Al final la N está claro que nos ha dado juego, mucho exceso, mucha portada. Pero el mes que viene habrá más, aunque será en DC. Además, así podemos aprovechar mientras para ir pensando para dentro de dos meses, en las cosas que Marvel tiene preparadas para nosotros en la O. Y ya os podemos ir adelantando que os va a dejar…
¡Un mes más, una letra menos! ¡POR FIN! Cuatro meses más tarde terminamos de una vez con la letra M. Una segunda parte bastante repleta -aunque no tanto, por suerte, como la primera-. Así que ya podemos ir empezando porque hay por delante muchos cómics y aún más… ¡MAJADERÍAS!
27) Miss Beverly Hills of Hollywood (1949—1950) / Miss Melody Lane of Broadway (1950)
Como hemos ido estableciendo en otras ocasiones, las decisiones creativas de intentar sacar cómics ‘para chicas’ lleva a tratar a las muchachas como seres extraterrestres con unos intereses desconocibles. Lo que llevaba a muchas de estas series, como esta sobre una aspirante a actriz que llevaba también a su novio y su -relativamente- traviesa hermana pequeña.
Además de eso teníamos también cómics humorísticos sobre Hollywood. Algunos de los cuales se podrían haber escrito ayer, debo decir.
Vamos, eso lo veo convertido mañana mismo en una peli protagonizada por Rhianna.
Por si acaso metían también breves ‘biografías en cómic’ -y luego también textos ilustrados, que es más barato- de distintas «estrellas» de Hollywood.
¿Que si todos los elegidos eran actores conocidos? Bueno, había de todo…
La sección, por cierto, iría ganando presencia en las portadas:
Publicada cada dos meses, alguien pensó que no era tan mala idea. Así que, a partir del número 6 -en febrero- los meses que no salía esta publicaban…
ahora con una nueva protagonista y una nueva localización. Pero no parece que la idea les fuera tan bien porque esta última terminaría su recorrido en julio, con su tercer número, mientras que la otra se quedaría en el nueve. De momento no han recuperado a ninguna de las dos pero siempre nos queda la esperanza de que retomen una nueva serie adaptada a los tiempos que corren… Miss Pantalla de Verde.
28) Mister E (1991)
En diciembre de 1980, en el número 31 dentro de la colección Secrets of Haunted House, se presentó de la mano de Bob Rozakis y Dan Spiegle, a un nuevo personaje.
Un aparente Detective de lo Sobrenatural de gafa con las lentes rojas, aparentemente ciego pero con ciertos conocimientos mágicos -o algo, la verdad es que tampoco parece muy efectivo- que se enfrentaría primero con un juez (que resulta ser un hombre ‘dos veces maldito’, como vampiro y como hombre lobo) llamado Kobold como antagonista, y luego con otra serie de casos de lo sobrenatural. De esta historia original ganaría una suerte de secretaria, Kelly O’Toole, que lo era del juez sin saber lo que este se proponía. Y seguiría con él bastante de fondo. Lo cierto es que la mayoría de las veces no parece estar haciendo gran cosa en la historia, la aparente irracionalidad, con la que jugaban en sus primeras apariciones, desaparece rápido. Hasta el punto de que dejaría de protagonizar las portadas de la serie en el 36. El 38 regresaría a ella, de nuevo con Kobold de enemigo, pero sin éxito de nuevo. En el 39 le darían un nuevo personaje secundario, David Neu, y tratarían de darle algo más de importancia a Kelly. Con éxito dispar porque Mister E seguía estando de fondo de las limitadas historias cortas, así que para el 41 veríamos su última historia. Aunque la cabecera duraría aún hasta el 45.
No volveríamos a saber de él hasta que en 1990, en The Books of Magic, se nos presenta una versión post-crisis bastante peculiar. Formaría parte de la Trenchcoat Brigade y no se parecería más que en parte del aspecto. Por supuesto los cambios son los esperables por Gaiman: Ahora es una persona a la que violaron y maltrataron en su infancia, su propio padre le dejó ciego y la religión causó que se convirtiera en poco menos que un fanático. Motivo por el cuál nunca conviene preguntar ¿Qué hay de autobiográfico en la obra? a los autores. En cualquier caso este grim’n’gritty noventero sería el punto de partida de la serie propia del personaje obra de K. W. Jeter y John K. Snyder III, con unas portadas de Merritt Dekle -lo único que haría para DC– que están bastante lejos del dibujo interior. Aunque es de suponer que la parte de Vértigo-antes-de-Vértigo esperaba que estas cosas funcionaran.
Durante la historia nos encontramos con otros dos personajes que resultan ser partes de su ser. Una de las cuales acaba muerta, claro.
Eso no impide que Gaiman saque lo que parece una versión alternativa, El Eremita, en Muerte: El alto coste de la vida. O que le recuperen para apariciones concretas como la de Underworld Unleashed en 1995 o Trenchcoat Brigade en 1999, ya llegaremos a esas letras. Además de las distintas secuelas del asunto.
O que durante el oscuro paréntesis de los New 52 apareciera como un enemigo de Constantine. Luego ya se les pasaría porque volver a lo de Los Libros de la Magiaera lo más sencillo. Al volumen 3 en 2018, en concreto. Aunque más adelante -en enero de 2022- volveríamos a verle en un anual:
En el que quedaba claro que volveríamos a saber de él… (Y que Constantine es bastante veleta). Exceptuado el asunto de que la serie regular llevaba cerrada casi un año para entonces y estaban apareciendo como complemente de la Justice League. No, yo tampoco sé por qué. Y dado que aparece solo como, digamos, una mención a una historia en curso que no se llegó a completar… Bueno, supongo que el universo DC es también eso. No sé si siempre o a veces.
29) Mr. Majestic (1999—2000) / Majestic (2004—2005) (2005—2006)
En enero de 1999 se hizo efectivo el acuerdo de compra de DC y Wildstorm. Mr. Majestic, creado en 1994 por Jim Lee y Brandon Choi para WildC.A.T.s #11 (1994), tuvo serie propia en septiembre.
Con guiones de Joey Casey y Brian Holguin y dibujos de Ed McGuiness los seis primeros números y Eric Canete -con Juan Vlasco– los tres siguientes… y últimos. Casi podríamos decir que es la puerta a un mundo nuevo. Los seis primeros son números casi-independientes, con un pequeño arco de fondo. Los tres últimos son una historia contada en tres partes, con una interdependencia muy clara y, a la vez, una dudosa necesidad de usar tres números para contar el asunto.
Esto terminaría con una metanarración en la que explica que va a explorar otros universos. Como parte de las decisiones de unir -o probar a unir de alguna manera- el universo Wildstorm con el de DC. De entrada como parte del multiverso. Lo que explica que pase a hacer unas visitas a Superman. Bueno, para que una tormenta temporal -o algo- le lleve a Metrópolis en lugar de Superman. Tanto da. El caso es que le tienen tres números y luego hacen lo esperable…
Darle una serie propia. Es un héroe que ha perdido su mundo (y el Míster de delante del nombre) y ahora se encuentra en Metropolis, sin saber cuándo volverá y teniendo que adaptarse. Así que establece unas nuevas reglas. Cambia algo su cabeza, le da un pueblo y algunos secundarios y deja preparadas las cosas para que quien quiera entender el cambio sucedido entre su vida en Wildstorm y lo siguiente pueda rellenar los huecos. Sí, lo siguiente, porque en realidad esta mini de Abnett y Lanning con Kerschl sirve, sobre todo, para organizar las cosas hacia:
La serie regular de Abnett y Lanning, y Neil Googe. Que, irónicamente, no comienza en esa nueva situación sino con Majestic regresando junto a Superman y Erradicator a la Tierra-Wildstorm para encontrarla vacía de personas y animales. Decisiones. Más aún cuando no parece que tengan muy claro tampoco qué hacer porque ese mismo año comenzarían una serie de eventos, primero con Captain Atom: Armageddon hasta llegar a 2008 con World’s End. La asimilación de Wildstorm estaría terminada y el relanzamiento de New 52 ya incluiría a su personajes dentro del Universo DC.
En 2012 aparecería Team 7 -el segundo volumen- en el que se presentaría el nuevo Majestic, James Bronson, un experimento para replicar a Superman. En fin.
Después de eso le hemos visto poco. Y con poco contexto detrás. Ahora mismo suele mencionarse dentro de ese Team 7 en el que estaba Deathstroke también, pero parece que no tienen claro qué más hacer con él. Así que será cuestión de esperar y ver.
30) Mister Miracle (1971—1973,1977—1978) (1989—1991) (1996) (2017—2019) / Mister Miracle Special (1987) / Seven Soldiers: Mister Miracle (2005—2006) / The Black Racer and Shilo Norman Special (2017) / Mister Miracle: The Source of Freedom (2021—2022) / Mister Miracle: The Great Escape (2022)
Con lo tranquilo que estaba yo y ya empiezan los follones…
Mister Miracle se presentó en 1971, en aquel momento en que dejaron regresar a Kirby a DC con absoluta libertad creativa. Y uno de los resultados fue la creación de este personaje, Scott Free, dentro de todo lo relativo al Cuarto Mundo (Y, por supuesto, pasando a saludar por alguna de las otras series). Bueno, su creación, y la de Oberon, de Big Barda, de Ted Brown. Os hacéis a la idea. De hecho, para el número 15 presentó también al que se convertiría en una especie de sidekick/ aprendiz de Miracle:
Ya sabéis, la famosa ‘inclusión forzada’ de… ahm… 1973.
Lamentablemente las ventas siempre han mandado así que para el número 18 tuvimos una reunión de villano, una boda de emergencia,
…pero muy de emergencia, una serie de despedidas no-muy-explicables y -a la vez- no muy comprensibles,
Para concluir con lo que solo puedo considerar ‘unas vi´ñetas icónicas’.
Esto era marzo de 1974… y para septiembre de 1977 Mister Miracle regresaba, con Steve Englehart y Marshall Rogers. Y en su número 19, por supuesto.
¿Qué es lo que había pasado entre medias? Más allá de una aparición en The Brave and The Bold ese mismo 1974 que parecía un genérico de aventura que no encajaba por ningún lado con la continuidad hasta el momento, y que es es de suponer que fuera un guion preparado anterior, quizá incluso de promoción, que salió en el peor momento posible. Lo que ocurrió fue que se hizo una prueba de relanzamiento.
En 1976, y dentro de la colección -casi podríamos decir que iniciativa- 1st Issue Special, en su número 13, Gerry Conway y Dennis O’Neil con Mike Vosburg a los lápices presentaban Return of the New Gods. Una historieta que servía, sobre todo, para presentar el nuevo aspecto de Orion.
El mismo título con el que retomaría la colección en 1977, continuando -eso sí- la numeración de New Gods. Algo similar a lo que ocurriría con nuestro Mister Miracle.
Los cambios fueron, eso sí, notables. Barda era secuestrada, Mister Miracle regresaba pero se reencontraba solo con Oberon, y juntos iban a rescatarla. Lo que nos lleva a tres números en los que Barda poco menos que está tumbada. Y luego otro en el que directamente no estaría. Para el 23 el guión pasaría a Gerber, que recuperaría a Barda y a Ted Brown y… poco más porque en el 25 la cancelarían de nuevo. Por supuesto eso que vimos en 1978 no sería lo último.
En octubre de 1980 los follones de los Nuevos Dioses pasaron por Justice League of America 183, la primera parte de su encuentro anual con la JSA. Y parte de lo que podríamos llamar los movimientos para establecer a Darkseid como enemigo de Superman y la JLA. Lo que, a su vez, favorece que personajes como Mister Miracle aparezcan por las páginas de sus cómics cuando hay sarao. En movimientos no siembre sencillos de explicar, he de decir…
El caso es que el personaje está claramente… integrado… dentro del Universo DC. Lo que favorece siempre nuevas etapas. La suya llegó en 1987. Es decir:
Efectivamente, en ese año logra ser parte de la Liga, lo que conlleva no solo más apariciones en otros cómics como parte de grupo, también visitas a los títulos que van logrando otros compañeros como Booster Gold o Blue Beetle. En 1987 tiene un especial guionizado por Mark Evanier y dibujado por Steve Rude.
Y, finalmente, en 1989…
Un segundo volumen de sus aventuras, esta vez con J.M. DeMatteis y Ian Gibson. La serie intentaba llevar el tono ligero y humorístico de la Liga contando los intentos de normalidad de sus personajes, y un cierto elemento de enemistad-cómica entre los personajes propia de la sitcom de la época. Para el 6 colaboraría (por vez primera, reaparecería más tarde en otro número) en los guiones Giffen -con aparición de G’Nort– y otro dibujante en lugar de Gibson, el inicio de unos cambios que concluirían en el número 8 con Len Wein de guionista y Joe Phillips de dibujante. Este aguantaría como dibujante -con algún sustituto puntual- toda la colección. Pero el guionista pasaría ser Doug Moench para el 14, quien para el 21 se trae de vuelta a Shilo Norman para continuar lo que Kirby inició.
Sep, entrenarle para ser el nuevo Mister Miracle. Y, por cierto, una demostración mediante la moda de que los noventa fueron noventeros de muchas maneras. (Y eso que no he querido mostraros la ‘barba sin bigote’ que se acabó dejando Free).
Durante estos años los personajes seguirían apareciendo aquí y allá, sobre todo por los títulos de Superman, pero también por la Liga, en donde Shilo Norman sería ‘descubierto’ y considerado un impostor. Una vez dadas las explicaciones necesarias de tan divertido equívoco se cimenta su condición de sustituto, algo que facilita el final de la colección en el número 28 a mediados de 1991. Curiosamente cercano al original de Kirby, con Miracle y Barda teniendo que volver con los Nuevos Dioses y dejando detrás a Oberon y Norman -que tomaría en teoría el manto de Mister Miracle-. Pero esta vez con tiempo de despedirse del resto de secundarios de la serie, y con una sorpresa, Barda conocería a su madre.
Después de esto volveríamos a las vueltas, en Eclipso (en 1994) aparecería como parte de la JLA, pero para lo que hace podemos pensar que era Norman el que estaba bajo el disfraz. O algo.
Pero estaba claro que tenía que regresar, y eso es lo que haría en 1996…
en la tercera versión de su título, esta vez con Kevin Dooley en los guiones y Steve Crespo en los dibujos. Dooley era más conocido como editor de DC, aunque había publicado algunas historias cortas, cerrado The New Guardians y tenido una corta estancia en Green Arrow. Crespo, por su parte, venía de la muy noventera Anima (y después de esto no haría mucho más, pasando a trabajar para Nickelodeon).
El punto de partida, con Free rechazando sus deberes con Nueva Génesis -incluyendo su ascensión y cambio de nombre y poderes- lleva a… de alguna manera: Secuestrar a Barda. No él, sino el Black Racer. Mientras las dos caras de los Nuevos Dioses se ponen en su contra. Ellos acaban en la Tierra y Barda se enfada con Scott y se va a vivir con las Amazonas. Que es lo que pasa cuando tienes autores que no saben escribir parejas. O quizá es porque lo de Mister Miracle era un papelón, y por eso le han vencido las tij… da igual. Pero eso explica que más de la mitad del número seis fuera un cuerpo entre Barda y Wonder Woman. Lo cierto es que para el 7 ya la habían cancelado, con un aviso de que habían desaparecido Apokolips y Nuevo Génesis. Y un rótulo diciendo que para seguir con el personaje se leyeran New Gods, que en ese momento iba a ser relanzado en el número 12 con John Byrne como dibujante y guionista.
(En medio de aquella serie se publicaría la mini The Final Night de Karl Kesel y Stuart Immonen, como parte de las fuerzas que intentaban parar a un Sun-Eater. )
Lo de New Gods duraría hasta febrero del ’97, para ser relanzado al mes siguiente con un nuevo título. De John Byrne, claro. Mucho. Byrne escribía, dibujaba, entintaba y rotulaba. Así que la nueva cabecera se llamaba, obviamente, Jack Kirby’s Fourth World.
En ella, por cierto, además de Scott Free se recuperaría a Shilo Norman en una extraña trama secundaria sobre una muchacha que les visita a él y a Ted Brown asegurando ser la hija de Oberon. Una trama de la que Byrne se iba olvidando y que acaba resolviendo casi de cualquier manera -y casi mejor con el melodrama que monta- en el 12. Y no volverían a salir, claro.
En cualquier caso la serie llegó hasta el 19, en septiembre de 1998. Por medio Byrne había sacado una mini llamada Genesis. Ese mismo año volvimos a verle por la JLA, luego por Day of Judgment en 1999, y, finalmente, por el Orion que sacaron en el 2000.
Curiosamente al año siguiente reaparecería Shilo Norman en Joker: Last Laugh. Que quizá facilitó que en 2005 Grant Morrison le convirtiera en uno de sus Siete Soldados oficializando por primera vez en un título el nombre de Mister Miracle para él aunque llevara ejerciendo desde los noventa.
Poco más en aquellos años. Menciones, recuerdos, flashbacks de compañeros de la Liga o de Barda, la reaparición en 2007 en Firestorm para Battle of the New Gods de Shilo Norman… Y entonces, a final de año, llegaría otro de esos eventos canónicos:
Death of the New Gods comenzaría, por supuesto, quitándose a Barda de en medio. Miracle moriría antes de que acabara la mini. Y luego hay una explicación final de Starlin. Así que en teoría se hubiera acabado allí lo suyo.
En 2008 sería Shilo Norman el Mister Miracle de la Final Crisis, y el que acompañaría en 2011 el que aparecería con la JLA durante Brightest Day. Y entonces, como suele pasar con DC, llegó The New 52. Durante el follón que fue ese lustro (recordemos, de 2011 a 2016) lo cierto es que si se llegan a descuidar Mister Miracle no aparece. De hecho Shilo Norman no llegó a aparecer, y Scott Free lo hizo con la fiesta a punto de terminarse. En el Justice League -volumen 2, claro- 40, en junio de 2015. Por si os lo estábais preguntando: Sí. Tiene que ver con Darkseid. Concretamente con lo que llamaron The Darkseid War. Y allí que aparecerá hasta el 50 para arriba y abajo, casi el cierre de la misma -de la colección y de la versión del universo, porque ya estábamos en 2016, y de verdad que pocas cosas cerraron- en una batalla sin mucho sentido en el que Barda acaba pactando con las Furias quedarse con ellas después de la batalla a cambio de su apoyo durante la misma. Lo hace también para tener vigilado al nuevo amo de Apokolips, Lex Luthor. Como decía, mucho tardaron en resetearlo.
¿Que si no hubo innovaciones por la cosa esta? Bueno, como siempre en esa época. De entrada Scott Free era su nombre para encajar entre los humanos, en realidad él era Scot. Sí, Scot. El Dios de la Libertad. En serio. No sabemos si de las Terracitas también, pero con la de años que pasó en Apokolips es más que posible. La historia del intercambio, con Metron por medio… vamos a dejarlo en que es una historia. Pero bueno, da igual, porque en realidad solo existió un año y algo.
Para el Rebirth de DC aparece como mención o representación, como un personaje ya existente, dentro de esa nebulosa continuidad en la que se ha abandonado la de los New 52 para casi todo mientras se usa también la post-Crisis y se decide cada vez qué es y no es Canon dentro de ese movimiento ‘Canon es lo que yo digo que es en ese momento y en cuanto de de estar aquí y ahora diciéndolo lo mismo deja de serlo‘. Ojalá alguien hubiera tenido la idea de que no sepas cómo es la continuidad de algo hasta que no abres y miras. Pero no se me ocurre ningún ejemplo, por supuesto.
Así que podríamos decir que sus primeras apariciones reales -o más reales- son en 2017 en Bug!. Lo que, supongo, tiene sentido. Algún sentido. En cualquier caso la aparición de Shilo Norman la hizo ese mismo año. Con su nombre.
Que podían haberle puesto el nombre de personaje, pero en fin. También le cambian el peinado. Ya habéis visto que aquí toca uno en cada momento.
Hablando de tocar, ese mismo mes salía la que es de esperar que fuera la motivación para no sacar el título, que ya podían haberlo sacado en otro mes, pero en fin… ¿quién entiende a DC? Se trata de
el cuarto volumen. ¿Y logra ser tan GENIAL! como el anterior? Pues no. Lo es más. Con la habitual ronda de reciclajes y de creerse muy listos por usarlo, si no os habéis aburrido ya de todas esas muertes, giros y dudas sobre la realidad que ya vimos en el anterior volumen o en Death of the New Gods es una suerte que podamos seguir con más de lo mismo. Aunque supongo que vender como novedad restos calentados es también un arte.
Normal que luego en 2019 tuviéramos Female Furies, que no tiene nada que ver con esto, aunque a estas alturas, ¿quién espera que haya alguna continuidad con tanto reboot?. Teniendo en cuenta que a la vez están las broncas con Atlantis, lo que quiera que fuera lo de Doomsday Clock, el follón de Dark Knights y Dark Crisis y Dark nosequé, que hay más góticos ahora que en los noventa.
Mientras Shilo Norman reaparece en 2018 en Sideways, como parte de los Siete Soldados de la Victoria. Dos años después aparece echando un ojo en el complemento Action Comics de Midnighter, por los títulos de los Titanes -por algún motivo- y como protagonista en 2021 de…
Por si os lo estáis preguntando, sí, le vuelven a cambiar el corte de pelo. Parte de la trama da vueltas sobre si Mister Miracle -este- debería de reconocer que es negro. Y también un enemigo que parece sacado directamente de los noventa. Que quizá penséis que exagero pero… Yo lo pongo y ya decidiréis.
Por supuesto la historia se monta un follón multiversal, que es a lo que estamos ahora. Os lo explicaría pero, ¿realmente es necesario? Digamos que este no es nuestro universo, al margen de que ya no sepamos en qué universo estamos.
Y la siguiente vez que Mister Miracle protagonizó un cómic, al año siguiente, sería en otro lado del multiverso.
¿Qué? ¿Os he dicho yo si es Shilo Norman o Scott Free? Pues eso. Un cómic juvenil que hace todo lo posible por acercarse a un manga, o algo.
Y como esto da tantas vueltas como el tambor de una lavadora, y con un sentido de la trama similar, para 2025 le hemos recuperado en The New Gods. Sí, otros.
Pero al final andamos siempre con las misas, parece. Así que ya veremos qué es lo próximo que nos toca.
Sí, he logrado escribir todo esto de Mister Miracle sin hablar ni una sola vez de Funky Flashman y Houseroy. Un prodigio de contención, eso soy.
31) Mr. District Attorney (1948—1959)
En 1939 se comenzó a emitir una radionovela, Mr. District Attorney, que se iba encontrando con distintos casos criminales. Siguiendo la famosa táctica de ‘sacado de los titulares’.
El éxito fue suficiente como para que en 1951 diera el salto a la televisión. No fue un gran éxito así que la cancelaron en 1952, pero en 1954 decidieron revivirla como serie en sindicación. Como si fueran Los Vigilantes de la Playa, vaya. Esa vez duró dos temporadas, hasta 1955. Para su final llevaba varias temporadas en la radio -terminó en 1953- y algunas películas (dos en 1941, otras en 1942 y 1947). Además de, claro, un cómic. Quede esto como testimonio, mínimo, de lo que puede olvidarse el éxito en unas décadas.
Pero bueno, volviendo al cómic, ya veis que no solo duró unos años, sino que terminando en 1959 fue lo último que desapareció del personaje. También publicaron un libro que tenía en la esquina una ilustración, de manera que podía ‘animarse’ manualmente. Pero aquí nos interesan los cómics, así que podemos decir que fueron 67 números, con distintas aventuras más o menos fantasiosas -hay algún scoobydoobismo, algo de disfraces, cosas que hubieran costado más en la televisión o no hubieran sido tan vistosas en la radio, claro- pero no tuvo expansión en ninguna dirección dentro de DC. Ni su personaje apareció en otros títulos ni -fuera de los anuncios- los personajes de DC aparecieron por aquí. Y eso que Dos-Caras apareció por primera vez en 1942.
32) Mister Terrific (2011—2012) / Mr. Terrific: Year One (2025—)
Si esperáis que os haga la ficha completa de Mister Terrific vais dados. Que podría, claro, pero que para qué. Hago un resumen y ya habrá oportunidades. El primer Mr. Terrific, Terrence Sloane, aparecería en 1942 en Sensation Comics. Y moriría, en teoría, en 1979. Lo que no le impediría regresar alguna vez como fantasma. El segundo, Michael Holt, aparecería en Spectre 54 -en el volumen 54- en 1997. Y por allí siguió, sobre todo en JSA aunque no solo. Y entonces llegó los New 52. Y sacaron esto que duró 8 números enteros.
Y eso fue antes de que el personaje -bueno, otro Holt, Curtis… con un estilo diferente, digámoslo así- empezara a aparecer en Arrow.
Luego tuvo follón con el Nth Metal, dio varias vueltas más (Quizá penséis que voy a hablar de The Terrifics, pero ya llegaremos a la T) y para 2025…
…volvieron a las andadas. Porque sale en la peli de Superman. Aunque hay que recordar que el que lo interpreta es Edi Gathegi, no Aldis Hodge (distintas películas). Es una historia en el pasado, que es por lo que el estilo de la parte del pasado es Hawkeye.
Pero, por supuesto, siempre hay viñetas a rescatar:
33) Mnemovore (2005)
Terror tentacular y horror cósmico, con una atleta retirada tras una lesión que se encuentra con que ha perdido recuerdos. Puede que sea por la lesión, o por el terror tentacular. A veces esas cosas es difícil de distinguirlas.
34) Mobfire (1994—1995)
Lo más sorprendente de este cómic es que es anterior a Los Soprano. Pero, bueno, siempre hemos tenido obras de Organización Criminal, sobre todo de mafias. Y no me refiero a los representantes de autores. Aquí, además, hay algo de magia -sección vudú diría yo- y hasta una visita de Constantine. Teniendo en cuenta que el último número además de zombies tiene varios bebés psiquicos muertos… digamos que es una obra al menos particular.
35) Monkey Prince (2021—2023)
En DC a veces intentan cosas. Entendiendo ‘cosas‘ como ‘conquistar el mercado chino‘. Con éxito… vamos a decir que desigual. El caso de Monkey Prince es bastante claro.. Quiero decir, su primera aparición la hizo en DC Festival of Heroes: The Asian Superhero Celebration. La sutileza.
Luego tuvo 12 números que claramente podrían haber sido muchos más pero parece que la cosa no acompañó. Es una lástima aunque algo comprensible, porque aunque Gene Luen Yang se encargara de los guiones para los guiones no buscaron a un Cliff Chiang o Afu Chan sino a un creador de estilo más genérico de superhéroes. Y les metieron en un crossover, claro que sí. Lazarus Planet.
Luego aparecería aquí y allí, reencontrándose con Damian Wayne y, claro, el Ape-ril Special de 2024. Porque, bueno… monos. Aparecería también por los líos de Absolute Power y en navidades para Batman/Santa Claus: Silent Knight Returns en el cambio de año. Y de momento no tenemos más, pero espero que alguien en DC le esté dando vueltas a lo mucho mejor idea que sería convertirlo en una serie de cómics autoconclusivos en la sección juvenil.
Con Gene Luen Yang a ser posible, que claramente tiene la idea de que esta versión del Rey Mono -quizá el héroe de la mitología asiática más conocido- que hace lo suyo adaptándolo a un nuevo contexto pero manteniendo la inspiración original aquí contraponiendo la historia clásica del Rey con la juvenil del Príncipe. Y es que incluso los claros intentos de sacar pasta de DC pueden hacerse bien con buenos autores detrás. Que, aunque no lo parezca leyendo sus cómics regulares, siguen existiendo.
36) Monolith (2004—2005)
Justin Gray y Jimmy Palmiotti debieron de pensar que podían usar la historia del golem para hacer una maxi. Lograron 12 números, sacaron una aparición en lo que estaban haciendo en este momento – Hawkman, concretamente- y, una vez terminado, decidieron ver dónde podían seguir sacándolo. Así que -aunque solo saliera fuera de sus cómics como cameo durante la Infinite Crisis-fue parte de la Battle for Blüdhaven durante 2006 y en 2009 los sacaron en su Power Girl. Y después… ya estuvo. Sobre todo porque Palimiotti y Gray lograron mantener los derechos del personaje… que ahora tienen en Image. Así que imaginaos las risas no ya para que lo fuera a usar alguien -quiero decir, es un golem, no es que sea muy complicado sustituirlo- sino para hacer las reediciones.
37) Monster World (2001)
Esta historia de ciencia ficción con personajes superdeformed y estética más allá de lo dosmilero es uno de esos cómics que sacó Wildstorm cuando ya era parte de DC. Es de suponer que Scott Lobdell tenía los contactos y las ganas de trabajar junto con Carlos Meglia. Y el resultado fue este particular cómic. No solo porque Lobdell no es Carlos Trillo, o porque la serie animada de Cybersix tuvo un recorrido que quizá no fue el esperado. El resultado aquí es un tanto similar. Teniendo en cuenta que termina diciendo que al final son 6 números -‘la primera miniserie’- y enseñando las portadas que podrían tener, para seguir diciendo que sus lectores tienen la posibilidad de que siga adelante y se hagan realidad. Que no, claro, porque… bueno, a veces hay ideas que simplemente parecen existir para poder señalarlas y decir: Mira, en este momento los cómics eran así.
¿Que cómo le funcionó? Pues cumplió su contrato con Marvel y publicó este cómic de 1985 a 1987… Y para los noventa estaba en DC… Y en cuanto pudo… ¡volvió a publicarlo! Esta vez en Vértigo, claro. ¿Cómo no valorar a un héroe que supo vender dos veces el mismo trabajo y, además, conservarlo?
Sí, porque conservó de nuevo los derechos, por si tenían que volverlo a vender.
¿Que si volvió a vender otra vez una tercera vez el mismo cómic? Eso es material para otro día.
39) Mostly Wanted (2000)
Está claro que Lobdell cada vez que podía hacía un cómic. Por lo menos en WildStorm. Esta vez el dosmilerismo lleva aún noventerismo residual en el ADN. Eso y fan-service.
No, no exagero. Quiero decir…
Ni un poco.
Podría poner más ejemplos pero para qué. Lo importante aquí es que Lobdell terminó el cuarto número en un cliffhanger -sacado de una película, claro- con la duda de si la serie seguiría tras estos cuatro números. Creo que ya sabéis la respuesta. Claramente no hicieron suficiente fan-service. O no era en DC donde tenía que haberlo publicado.
40) Motherlands (2018)
A veces los cómics van así, sobre mujeres, clones, relaciones maternofiliales, con una forma distinta que puede enseñar penes o pechos pero de una manera notablemente distinta a la de Mostly Wanted. Como se puede comprobar:
Aunque supongo que es la vieja frase. Cada uno tiene su propio kink. En cualquier caso Si(mon) Spurrier y Rachael Scott lograron un cómic ciertamente particular. Me pregunto cuánto influiría para que la segunda acabara dibujando una corta temporada de Supergirl.
41) Mother Panic (2017) / Mother Panic/Batman Special (2018) / Mother Panic: Gotham A.D. (2018)
A veces las editoriales se empeñan en cosas. Por ejemplo, en mover algo de un sello editorial nuevo, a ver si cae la breva.
Esa es la presentación que podemos necesitar para Mother Panic, o Violet Paige, una vigilante que sigue el clásico: La mandaron a una escuela experimental pero en lugar de ser Método Montessori, resultó ser Método Te-Convertimos-En-Una-Máquina-De-Matar. Uno nunca sabe qué le va a tocar en estas escuelas. Y, por supuesto, en cuando estuvo fuera se hizo un traje y equipamiento para acabar con la escuela y sus responsables. Que es, sin duda, un propósito loable para cualquier persona. Mucho mejor que montar un Sandy Hook por lo menos.
Así que primero presentaron al personaje dentro del número especial para presentar el sello nuevo –Young Animal, concretamente- en 2016 con DC’s Young Animal Ashcan Edition. Luego vendría esta primera maxi de 12 números que ocupó todo 2017. Incluyendo una aparición como complemento en el ejemplar de marzo de ese año en Shade, the Changing Girl. También del grupo, claro.
Al año siguiente lo que intentaron fue montar un evento, las Milk Wars. Y como Mother Panic era la de Gotham estaba claro lo que le iba a tocar:
Seguido de la aparición en el especial JLA/Doom Patrol. Una forma de que el resto de compradores -sí, mucho optimismo hay en llamarlos así- de Young Animals les conociera. Y, tras esto, lanzaron una segunda serie, intentando hacerla más atractiva a los compradores… es decir:
Que quede más clara la parte de Gotham. Esta vez solo le dieron seis números, eso sí. Y no pasó de ahí. Ni -de momento- apariciones en títulos de la Batfamilia, ni paseos por el resto de series -como el fin de fiesta de Doom Patrol-, ni nada de nada.
A veces las editoriales se pasan dos años intentando que algo funcione y luego… No diré que lo desechan. Simplemente lo guardan porque quién sabe qué puede ser de utilidad dentro de unos años. O décadas. O ya veremos.
42) My Buddy, Killer Croc (2022)
La colección de tomos autoconclusivos de infantil-juvenil es uno de los grandes éxitos del DC reciente. Como demuestra que se pueda hacer una historia sobre un chaval con una cicatriz -o algo- en la cara, que acaba de llegar a Gotham, y es fan de un luchador… Killer Croc.
y sí, el dibujo de este cómic es de los que envidiarían muchos de los ‘de adultos’.
Más aún si acaba siendo un cómic sobre matonismo -sobre que no siempre está tan claro quién está siendo ‘el malo’, además; o quiénes son tus amigos- y las dificultades de crecer. Otro ejemplo de la magnífica labor editorial que DC está haciendo en los sitios que no tienen compradores por inercia. O no los tienen… aún.
43) My Faith in Frankie (2004)
A Mike Carey las cosas religiosas le gustan. Y Sonny Liew es un gran dibujante. Supongo que no hacía falta mucho más para que montaran esta historia -contada en cuatro grapas- que hoy en día probablemente podría haber salido directamente como un tomo. Pero, bueno, que lo importante es ser consciente de que más allá de los follones de novios tóxicos y los líos sobrenaturales, con un final ciertamente avanzado y, como decía, Carey a los guiones y Liew a los dibujos. Hay cómics que se han reeditado hasta la saciedad con mucho menos.
44) My Greatest Adventure (1955—1964) (2011—2012)
La historia detrás de My Greatest Adventure debería de ser sencilla de contar. Así que podéis esperaros cualquier cosa. Lanzada en 1955 como título contenedor de historietas de Aventura, Acción y -si toca- Fantástico -más SciFi que Fantasía o, desde luego, Terror, que para eso tenían otros títulos, pero ya os hacéis a la idea-. El tipo de publicación que comienza con una historia llamada I Was King of Danger Island, que lleva en su portada la tercera historia, My Cargo Was DEATH! y cuya historia intermedia es I Hunted a Flying Saucer!. La idea era sacar historietas contadas en primera persona, de ahí tanto título con I y con My, daba igual que se tratara de cosas más creíbles como I Fought a Live Volcano o de I Was A Cop from Outer Space. Según pasaran los números las historias irían tendiendo hacia el lado fantástico -sin duda os sorprenderá- y también se irían abriendo hacia el We, que siempre es de agradecer. Parecía estar funcionando lo suficiente como para pasar de su inicial salida bimestral a cambiarla a partir de su número 23 por una mensual. Mientras seguía ofreciendo historietas de interés para sus lectores, claro.
Para su número setenta -en los años sesenta- parecía que los intentos de meter historias sin esa primera persona se iban haciendo más habituales. En el 78 no habría ya ningún pronombre entre los títulos de las tres historias. Y para el número 80 llegaría la sorpresa…
La Doom Patrol acapararía las tres historias. Bueno, en realidad dividiría la historia suya en tres capítulos titulados un poco al estilo de lo que venía siendo habitual en la cabecera. Pero lo cierto es que de la Doom Patrol ya hablamos en la D. Porque, a partir de aquí y hasta el número 85 sería La Patrulla Condenada la que se ocupara de llevar el título adelante, y tras la prueba de esos seis meses el nombre cambiaría, tras My Greatest Adventure 85 pasaría a ser Doom Patrol 86.
Pero, por supuesto, el peso histórico de las cabeceras se mantiene. Igual que la necesidad de renovar los derechos. Así que en 2011 DC decidió traerla -brevemente, 6 números- de vuelta.
Lo protagonizarían, eso sí, historias separadas. En la primera de ella tendríamos a Robotman -un guiño al final de la colección original-, obra de Matt Kindt y Scott Kolins. Las otras dos las protagonizarían Garbage Man y Tanga. Sí. Esos son los nombres. Dos personajes que habían aparecido por primera vez con un truco similar en Weird Worlds -ya llegaremos a la W– y que no volverían a aparecer después de este segundo truco. De Garbage Man se encargaría Aaron Lopresti como autor casi-completo (las tintas serían de Matt Ryan), mientras que la de Tanga sería Kevin Maguire como autor completo. Los mismos equipos que en el anterior intento.
Y poco más hay que contar aquí, salvo que ya volverá DC a necesitar renovar el título, claro.
45) My Name Is Chaos (1992)
Una nueva historia de Tom Veitch intentando darle una vuelta a la cosa superhumana. Lo hace, por supuesto, con un entorno distinto, en este caso las colonias de Marte. Con intrigas, guerras, seres fantásticos y dándole vuelta a lo que parece que él considera las dos ‘fundaciones’ de Lo Superhumano por delante. Un elegido por Seres Inmortales Casi-Fantásticos para ser el portador de importantes poderes. Una persona a la que un científico lleva con sus conocimientos más allá de los límites de la maravilla. Todo ello con un estilo que mira más a lo francobelga, así que supongo que es una pequeña rareza para DC. Y lo esperable en, digamos, la Heavy Metal. El contexto a veces tiene estas cosas.
46) My Name is Holocaust (1995)
Holocaust era parte del dakotaverso, la línea Milestone o como lo queráis llamar. Era algo así como el villano dentro del grupo. Luchando muchas veces contra Tech-9 hasta salirse para actuar directamente como un criminal. De hecho esta mini de cinco números salió durante la publicación de Blood Syndicate, sirve para explicar un cambio significativo y, además, para contar ese paso de miembro del grupo -o de un par ellos, si contamos Star Chamber– a jefe criminal a buscar la afiliación con el grupo de grandes criminales -jefes mafiosos, no supertipos- del momento. Que, además, irían llevando a la mini-serie y evento Long Hot Summer. No puedo decir que sea de lo mejor del dakotaverso pero, claro, el nivel era alto. En cualquier caso está claro que hasta para estas minis se lo pensaban.
47) Mysteries of Love in Space (2019)
Empecemos por el final, porque este número especial fue un intento de recuperar una serie de la que hablaremos a continuación. Pero lo hizo como especial para San Valentin. Y con bastante humor. Así que recuperaban la cabecera para contar particulares historias. Con los Nuevos Dioses y Superman y Lois, pero también con Kilowog, Bizarro, Hawkgirl, Space Cabbie y, por supuesto, Adam Strange. ¿Que por qué ‘por supuesto‘? Eso os lo cuento en el siguiente apartado.
48) Mystery in Space (1951—1966,1980—1981) (2006—2007) (2012) / DC Comics Presents: Mystery in Space (2004)
Comenzó a publicarse en 1951, con Julius Schwartz como editor, para dar cabida a historias espaciales. Más de aventuras que de misterio, pero como la otra se llamaba Strange Adventures era bastante lógico. Publico distintas personas y personajes, además de historietas sueltas. Pero solía haber una historia principal con algún personaje, comenzando por los Knights of the Galaxy los 8 primeros números, el 16 al 25 Interplanetary Insurance, Inc., del 21 al 47 aparecería con cierta frecuencia Space Cabbie, y… en el 53 llegó Adam Strange. Que venía del Showcase y se quedaría aquí hasta prácticamente el 102. Mientras seguía compartiendo cabecera con otros personajes como Star Rover -salteado del 66 al 86-, Space Ranger -92 a 103-, Ultra the Multi-Alien (103 a 110) y algunos que aparecieron solo unos pocos como Hawkman (87-90) o Jan Vern, Interplanetary Agent (100 y 102).
En realidad el estilo del cómic iría cambiando también. La primera versión, con los Knights of the Galaxy como decía, incluía también algo de divulgación en páginas y artículos. A partir de la aparición de Space Cabbie sería más habitual que se fueran añadiendo personajes recurrentes y no solo historias cortas más una recurrente. Sin contar, claro, con una disminución de la parte divulgativa. Para el 71 el número de historias habría ido disminuyendo hasta tener, en resumen, la de Adam Strange y ‘la otra’ -generalmente de otro de los personajes- que es lo que explica, por ejemplo, la prueba de tres números de Hawkman. De hecho en la primera aparición juntos la historia de Strange se mezclaría con la Hawkman. Además, claro, de lanzar la Guerra Rann-Thanagar. Como concepto poco claro, al que ya le darían mucho más tarde uso otros guionistas.
Para el número 91 hubo un cambio. Julius Schwartz dejó de ser editor para pasar a serlo Jack Schiff. Un editor que, sin duda, dejó su marca. Porque se trajo al Space Ranger de los Tales of the Unexpected que él editaba. Y, de paso, cambió el equipo de Strange, Gardner Fox y Carmine Infantino dejarían paso a Dave Wood y Lee Elias, sin el mismo éxito por algún extraño motivo.
Los cambios -y el editor- favorecieron que Strange acabara saliendo de la cabecera. Lamentablemente Space Ranger, que había ido ocupando su puesto, no tenía tampoco mucho tirón. Así que pese al intento de buscar otro personaje que mantuviera la cabecera para el 110 cerraron la serie. Eh, hay muchas maneras en las que un editor puede dejar su marca.
Por supuesto hablamos de DC, así que para 1980 intentaron continuarlo con el 111. Un intento de relanzarlo ahora que Time Warp (ya llegaremos a la T) había cerrado. La idea fue intentar regresar al estilo de historias cortas, sueltas, de guionistas y dibujantes de la casa. Algunos de los nombres más memorables que tenían entonces. Pero fuera por la extrañeza del número o de la propuesta lo cierto es que para el 117 había cerrado ya.
En 2004 se recuperó en homenaje a Schwartz como DC Comics Presents: Mystery in Space.
Tendría una primera historia, Crisis on 2 Worlds, de Adam Strange -junto a Alanna Strange y Elongated Man y Sue Dibny– a manos de Elliot S. Maggin y J.H. Williams III. La otra, Two Worlds, también de Strange, sería obra de Grant Morrison y Jerry Ordway.
La cosa debió de funcionar lo suficiente como para que en 2006 lo intentaran de nuevo.
La decisión esta vez fue darle la oportunidad a Jim Starlin para que se ocupara de ella, guionizando dos historias, una del Captain Comet que dibujaba Shane Davis y otra de The Weird que dibujaba el propio Starlin.
Starlin decidió que la primera fuera más policíaca. Lo cierto es que ni por esas (?) logró pasar del número 8.
Aunque eso no evitó que en 2012 se intentara una vez más,
esta vez como one-shot pero con más páginas y dentro de Vértigo. De nuevo la idea era dejar que hicieran historias de ciencia ficción algunos de los grandes nombres del sello. De nuevo la recepción no animó a que volvieran a intentarlo.
Al menos no hasta que en 2019… bueno, ya habéis visto lo que he contado en el espacio anterior.
Pero eso deja clara una cosa: Volveremos a ver un intento. La duda es sólo cuándo.
49) The Mystery of the Meanest Teacher (2021)
Los tomos de infantil/juvenil de DC no dejan de darnos alegrías. Por ejemplo, este en el que Kid Constantine -una persona particular- investiga junto a su nueva amiga Anna si su profesora oculta algo raro… ¡Cómo ser una bruja! Pero, por supuesto, no va de eso -o no solo de eso- el asunto. ¡También va sobre las amistad! Porque si de alguien quieres aprender sobre la amistad es de John Constantine. Perdón, Kid Constantine.
50) Mystik U (2018)
Ciertamente 2018 era un buen momento para presentar y ofrecer una obra juvenil en una escuela de magia. La Dark Academy es lo que tiene. En este caso se montaron un universo alternativo con Zatanna, un par de descendientes de personajes de lo oculto con representación más o menos directa en el universo tradicional DC (Sebastian Faust, hijo de Felix, y Davit Sargon, que es David Sargent que es el nieto del John Sargent –Sargon the Sorcerer– original), algún nombre conocido que sirve de anzuelo perfecto –June/ Enchantress – y un par de personajes más –Pia Morales o Plop– que están ahí porque alguien tiene que cumplir su cometido. Todo eso inventándose una universidad de las ciencias ocultas, junto a las casas de Caín y Abel y con estos y otros nombres bien conocidos –Dr. Psychic, Dr. Occult, Merlin, Mr. E,Madamme Xanadu…- en el claustro. Todo para contarnos una historia de jóvenes estudiantes con misterio, amor y humor. Es una pena que sacaran solo tres números de aparición bimestral, porque si esto se hubiera hecho directamente en un tomo con la posibilidad de contar cada año como un cómic nuevo creo que podría haberle ido mejor. Y, con eso y todo, no puedo quejarme mucho.
51) Mythos: The Final Tour (1996—1997)
John Ney Rieber tuvo una peculiar carrera en los cómics. Su primera aproximación fue un follón que incluía escribir textos para ilustraciones que ya existían. Su entrada en Vértigo tuvo también sus problemas, aunque acabara convertido en el guionista principal del segundo volumen de Los libros de la magia. Y su salto a Marvel para escribir al Capitán América coincidió con el 11S y acabó en un choque tan frontal con Joe Quesada que Rieber dejó Marvel con su etapa a medias.
Así que este cómic sobre una músico -con drogas, sexo y… bueno, se supone que algo de música- que en realidad tiene la facultad tanto de contactar con los dioses como de que su música recorra distintos planos, lleno de visitantes especiales -muchos de ellos del mismo Vértigo, claro- y en el que da la sensación en todo momento que nadie tenía muy claro de qué iba la serie. ¿De un músico autodestructivo? ¿De algunos dioses tratando de causar el final de los tiempos? ¿De que hay alguien matando a algo de alguna manera quizá?
Sea como sea sirve de ejemplo de lo que publicaba Vértigo en esa época de 1996-1997. Y como, también, algunos cómics pueden ser más o menos prescientes.
52) My Video Game Ate My Homework (2020)
¿Cómo acaba DC publicando un cómic infantil en el que no sale ninguno de sus personajes y que, en realidad, queda lejos del resto de obras de su sello? Es de suponer que porque Dustin Hansen decía -supondremos que es verdad, pero atribuiremos las responsabilidades a quien las tiene- que había sido responsable del diseño en The Sims o Madden Football, y luego había estado creando Street Sports, una aproximación más infantil, antes de pasar a convertirse en director de innovaciones para Hasbro. Y escribir un par de libros sobre videojuegos y su propia serie de libros infantiles. Así que presentar una historia sobre cuatro amigos que se ven envueltos en un videojuego mientras buscan los deberes desaparecidos de uno de ellos, con un estilo de ilustración que podríamos definir como entre Gumby y Bob’s Burguer y un estilo de narración claramente inspirado por los videojuegos -¿cuáles? Ah, las posibilidades- ciertamente resulta una rareza incluso para DC. Pero es de suponer que, a veces, esto de los cómics funciona también así.
Hasta aquí por hoy. Parece mentira pero tras cuatro meses por fin hemos terminado con la letra M. Espero que, al menos, os lo hayáis pasado tan bien como yo. Porque, desde luego, nos ha dado mucho… Material. Eso sí, aún nos quedan muchas letras por ver, que con esto hemos llegado… ¡A LA MITAD! Así que aún tenemos mucho por delante, empezando dentro de dos meses con la siguiente letra de DC que viene de lo más…
Todo por culpa de Janice Rand. Más concretamente de su pelo.
Las fotos de documentación que en 1967 se mandaron a Gold Key estaban en blanco y negro [meter aquí una larguísima explicación sobre cuánto material visual solía ser en B/N por tema de costes antes de la llegada de los formatos digitales]. Así que el colorista no entendió que su peinado era una sesentera colmena de laca…
…y creyó que era un gorro. Convirtiéndola en un What If en el que la Pitufina hubiera heredado el manto de Papá Pitufo (¿Mamá Pitufa?).
Por supuesto inmediatamente Saltaron Todas las Alarmas™ y a partir del segundo número Rand es coloreada correctamente.
Quedando todo en un tonto malentendido que nunca ha vuelto a producirse.
Por ejemplo en 1975 Peter Pan editó varios títulos protagonizados por la tripulación de la Enterprise en su linea de tebeos con audio historias en vinilo con la autoria de, entre otros, Neal Adams.
Y a estas alturas la fidelidad visual al material original es impecable. Desde el diseño de los escenarios a los uniformes pasando por las armas. Y eso incluye los colores correctos.
Como los de Uhura.
Que no es Nichelle Nichols tras hacerse un Michael Jackson sino una mujer blanca y rubia.
Porque claro, la serie de TV es una cosa pero los tebeos los leen niños. Y ¿vamos a criar una generación de niños que fantaseen con chicas negras?
¡ASÍ EMPEZÓ VENEZUELA!
Ah, lo de Sulu, decís. Que por qué es…
¡Por el maldito inclusivismo, por eso! ¿De verdad creiais que sólo hoy en dia sufrimos su azote?
¡YA ENTONCES LE CAMBIABAN LA RAZA A LOS PERSONAJES PARA SATISFACER A LOS OFENDIDITOS WOKE EN LUGAR DE RESPETAR SU ETNIA ORIGINAL BLANbueno, la que fuera…
¡Un mes más, una letra MENOS! ¡Menos mal! No puedo creer que por fin vayamos a acabar con la letra M. De momento en Marvel. Pero algo es algo, podemos ir a partir de ese Marvel que no se acabó, y seguir aún un buen rato porque está claro que en la letra M el número de cómics que aún queda sigue siendo… ¡MASIVO!
31) Marvel Tarot (2007)
Marvel decidió hacer un tarot. En realidad sospecho que no era el primero y, desde luego, tampoco el último. Si no hemos hecho un posteo sobre el asunto ya lo haremos. Pero lo importante aquí es que Marvel decidió hacer un tarot y que ya puesto pensó que lo mejor era introducirlo dentro de su universo. Y recurrió a un personaje que, en el mejor de los casos, estaba tirando a olvidado: Ian McNee.
MacNee había sido un antagonista del Doc Extraño en un número de Marvel Fanfare a principios de los ochenta….
sí, a veces los ochenta pueden parecer noventeros. Decíamos, se presentó -por parte de Rogern Stern y Charles Vess nada menos- como un joven hechicero que retaba a Extraño y descubría por el camino el peso de llevar el manto del hechicero supremo. Hoy en día con esto te montaban un macro-evento. Pero aquí con eso había tenido suficiente. O eso parecía.
Porque en 2007 reaparecería durante el evento Mystic Arcana. A la vez que salía el tarot este al que llamaban The First Tarot. Como el que se había usado en los noventa en los Secret Defenders. De la que ya hablaremos cuando lleguemos a la S porque tela. Pero quedémonos con que el objeto arcano este estaba ilustrado con héroes y no-tan-héroes de la Marvel. En esos números teníamos una serie de aventuras con los héroes mágicos (un decir, en realidad fueron Magik, La bruja escarlata, Sister Grimm y Black Knight) más un handbook del universo mágico de Marvel. En esas aventuras -en algunas de las cuales aparecía el tarot por medio- las acompañaba un complemento con Ian McNee, ahora más mayor, más experimentado, igual de mágico, pero ahora con unas gafas con cristal rojo redondo en las que iban apareciendo símbolos. Sus cosas. Tampoco es que la cosa fuera muy coherente, aunque dejaba a McNee a disposición del siguiente, por si querían darle una serie o un algo. Que no, claro. El asunto es que todo esto se acompañó, a la vez, de un cómic que iba con el tarot. Pero como esto es Marvel las cosas no podían ser ta sencillas.
El no-cómic parecía un repaso por el lado mágico de Marvel
que, a su vez, servía también para hablar y explicar un poco más de las cartas
y, finalmente, mostrárnoslas
Seguro que ya os estáis imaginando con solo estas imágenes qué es lo que pasó.
Y no me refiero a que hubiera que ingresar a los rotulistas. Que debieron de perder más cordura que el corrector ortotipográfico del Necronomicón. Me refiero a las cartas en sí. Porque, como veis, algunas de ellas tenían más de una posibilidad.
Os hago el resumen:
El Mago era de cada 10 veces 9 el Doctor Extraño y 1 Ian McNee. El Hierofante se repartía a tercios entre La Bruja Escarlata, Agatha Harkness y Tormenta. El Emperador se repartía al 50% entre Doom y el lemuriano Naga. La Justicia era la mitad de las veces la Valkiria, el resto Magik. El Demonio era en la misma proporción Satana o Hellstrom. Y La Luna, de nuevo a la mitad, podría ser Dream Weaver o Sleepwalker.
Os dejo que calculéis la combinatoria de todas las posibilidades.
Pero ya veis que Marvel lo había vuelto a conseguir, convirtiendo el Tarot en una suerte de Cartas Coleccionables. Porque hay mucho que se puede decir de ellos, pero no que no tengan claro cómo inventarse una manera de hacer ‘coleccionable’ algo que no parece que se vaya a vender de otra manera.
Por supuesto esto no significa que fuera la única vez que a Marvel se le ocurriera algo así. Pero para eso ya llegaremos a la T.
32) Marvel Riot (1995)
Entre 1994 y 1996 -la época de la gran explosión de sellos Marvel– alguien pensó que era buena idea crear una de ‘humor‘. O algo. Lo cierto es que Marvel Absurd sobre todo publicó ‘personajes’ de otros lados. Como los tres números de Earthworm Jim obra de Dan Slott y Barry Crain. Además de asumir algunos de los que ya existían como Beavis y Butthead y Ren y Stimpy. Logrando el muy notable cierre de ambas. ¿Y qué más? Pues solo una.
Imagino que habéis caído en que era Marvel Riot. Aunque sea solo porque es el nombre que tenemos ahí arriba. En teoría era una parodia sobre lo de la Era de Apocalipsis. En la práctica logró que no saliera ningún otro número de la cabecera. Así que ahora me pregunto si habría que considerarlo un tie-in.
33) Marville (2002–2003)
Oh, boy… Hay veces que uno dice: Es difícil explicar esto para los que no lo vivieron. En este caso es complicado explicarlo incluso para los que lo vimos en directo. Esto y Trouble. (Ya llegaremos a la T).
El evento -llamémoslo así- U-Decide! comenzó en teoría como una discusión entre Peter David con los dos jefes de Marvel, el entonces Editor Jefe Joe Quesada y el Jefe con cargo dios-sabe-cómo-lo-llamaban Bill Jemas. La discusión, sobre decisiones editoriales, precios y problemas de marketing llevó a esta idea… sí, lo podemos llamar idea. En teoría cada uno de ellos se ocuparía de un título, cada compra sería un voto y el que ganara seguiría. Todo tenía pinta de ser una charada para intentar mantener vivo el Capitán Marvel de PAD. Pro eso no impidió que los otros dos cómics salieran. Lo que demuestra que no existen los viajeros temporales.
De Ultimate Adventures ya hablaremos. (Ya llegaremos a la U… Espero…) Del Capitán Marvel no hay nada que debamos añadir. Espero de corazón que Peter David riera el último. Ahora, y divagando para siempre. De Marville… de Marville podríamos lanzar mil posteos.
Que salieran siete números de… esto… ya es una demostración del poder de la GENIALIDAD!, con deciros que iban a haber sido solo seis números… aunque posiblemente alguien considere que las portadas alternativas algo tuvieron que ver.
Las portadas alternativas:
Bueno, alternativas. Es cierto que el número uno tendría aún otra portada.
Pero lo que podríamos llamar la portada ‘normal’ de Marville desaparecería entre los números 2 a 4 dejándonos solo con… ahm… las otras. Y cuando regresara para el número cinco… bueno…
Aún tendríamos otra portada ‘original’ en el sexto, aunque a estas alturas era difícil defender que esta se trataba de la suya y no de la alternativa.
Como demuestra que para el séptimo volvimos a no-tener otra portada. En fin, a veces la alternativa se convierte en mainstream y evita que haya una alternativa a la alternativa. O algo.
Quizá penséis que esto, las portadas, es lo peor que podemos decir del cómic. Jaja. Jajaja. Que va.
Esto es poco menos que lo primero que veían sus lectores. La primera página del primer número. En la que poco menos que acusa a Ted Turner de comunista. Que ya es acusar. ¿Qué tocaba después? Ah, sí…
Sacar a la figura mediática de ultraderecha Rush Limbaugh como invitado. En bañador. Detrás de eso venía
Un Iron Man racista, es verdad. ¿Están las historias conectadas? Ahm…
Ojalá poder deciros otra cosa. ¿Y luego? ¿La cosa mejora?
Ah, sí, claro, Tienes que estar exagerando… Bien, entonces… Presentado sin comentario:
La verdad es que podría seguir así. ¿Os pongo cuando se descubre que Kingpin en realidad es Spike Lee que suelta un discurso sobre ‘los negros’? ¿Cuando se hartan de dibujar cómics y en lugar hacen una cosa sobre que la evolución no existe, que lo que hay es Diseño Inteligente, tal y como les cuenta Jack -un tipo que puede ser o no Dios- en un momento en el que están los cuatro desnudos? ¿Cuando no-exactamente-dios coge una nutria, la hace evolucionar, dice que es el primer mutante y acaba siendo algo así como proto-Lobezno? ¿Las dos veces que saca a Jesucrito crucificado mientras explica cosas sobre poder y responsabilidad? ¿El speech final sobre cómo la ideología política y religiosa es lo que divide al mundo? ¿El séptimo número que no está claro si es un anuncio de la ‘nueva’ Epic, una guía de cómo trabajar en Marvel, una forma de repasar lo que tenían en marcha? ¿Que en todo esto qué pintan las portadas con la señorita con poca ropa? Nada en absoluto, por supuesto.
La verdad es que es un comic tan GENIAL! que lo raro es que no lo hayan reeditado en Limited Edition por 80 euros. Y luego regalarlo con alguna entrada de Salón.
34) Mary Jane (2004) / Mary Jane: Homecoming (2005) / Spider-Man Loves Mary Jane (2006–2007) (2008–2009) / Amazing Mary Jane (2019–2020) / Mary Jane & Black Cat: Beyond (2022) / Mary Jane & Black Cat (2023)
Desde su primera aparición real en 1966 -más que la del ’65, que no era completa-Mary Jane había estado dando vueltas por el Universo Marvel. Uno podría pensar que en realidad no habría motivo para darle su propio cómic. ¿Por qué iba a tener derecho a él si no tenía poderes, si solo era una modelo, cuándo ha tenido una modelo una extensa cantidad de números, títulos y conexiones? Ah, eso.
Total, que en 2004, mientras buscaban a ver si podían convencer a alguien de que leyera sus cómics, se les ocurrió la idea esta de Mary Jane. Bueno, en realidad en 2003 salió una novela,
y con McKeever y Miyazawa se pasarían cuatro volúmenes en estas aventuras adolescentes, de 2004 a 2009:
Y ahí podría haberse quedado la cosa si no hubieran pensado en 2019 que le podían dar un poco más de espacio.
Convertir el cómic en una reflexión sobre el papel de MJ a partir de la propia idea de que interprete una versión meta de si misma es una idea genial. Asegurar que en Hollywood solo les interesaría si fuera una superheroína ella misma… ah, qué cosas tiene Leah Williams. Lo cierto es que esta meta-historia con enemigos de Spider-Man por medio, incluyendo los… ¿seis? ¿siete? ¿ocho? ahm… los Un Número Indefinido de Siniestros. Una pequeña historia divertida, como el reverso agradable de aquella cosa sobre los Westein con Kraven que en Panini insisten en reditar cada vez que pueden. Supongo que el motivo del que esta tuviera menos movimiento es… 2020. El número 6 salió anunciando el 7. El 7 no apareció nunca. Así que aunque hay cierto cierre a la historia pasa como a tantos otros cómics de ese año. Uno pensaría que para 2025 ya habrían sacado algún tipo de cierre… pero se ve que no.
Ahora bien, después de haber publicado viñetas como
¿Cuál era la enseñanza que Marvel podía sacar? ¿Qué es lo que podrían tomar en cuenta? Pues por supuesto.
Dos años más tarde todo aquello que se comentaba, se criticaba y de lo que se reían pasa a ser exactamente lo que han decidido hacer. No solo en aquel especial, también en la miniserie posterior.
Como sé que ha habido suficiente bronca entre los fanses de Mary Jane -en sus dos vertientes: como personaje y como sueño húmedo- y el editor de los espidertítulos tampoco creo que me vaya a extender en exceso.
Y si os estáis preguntando, ¿pero es que puede ir a peor el asunto? Dejadme que os diga solo una cosa:
Oh, boy!
35) Maverick (1997) (1997–1998)
Maverick es, por si a alguien le quedaba duda, un personaje noventero. Creado por Larry Hama, su primera aparición teórica fue como un implante de memoria en el Lobezno de Hama y Silvestri. La primera aparición propiamente dicha tendría lugar ese mismo año en los X-Men de Byrne y Lee, en donde estaría unos pocos números hasta reparecer en la serie de Lobezno. A partir de ahí una aparición en X-Men Unlimited y en el Anual de turno hasta que le dieran una oportunidad. En este especial que tenemos aquí arriba, de nuevo con guiones de Larry Hama, pero esta vez con un tan magnífico como noventero Wilfred Santiago como dibujante.
Es una lástima que el portorriqueño Santiago no se estirase más en los cómics, para Marvel sólo realizó los interiores de este número, de un igualmente memorable número de Cable y una historia en una de las antologías. Lo cierto es que Santiago venía de DC, había dibujado primero un número de Hardware, luego de Icon y, posteriormente, una buena cantidad de ellos de Static. Serían estos los personajes principales con los que trabajaría allí, y a los que volvería, antes de largarse a hacer cómics independientes -muchos biográficos- en Fantagraphics. Y alguna portada aquí y allí para estas dos. Así que más nos vale disfrutar lo que hubo. ¿Y qué hubo?
Todo el masmolonismo que puedas comprar por unos 3$.
Un ´éxtasis noventero, y eso que son solo las primeras páginas. Es una lástima que no existiera la línea MAX aún. Y que Vértigo estuviera en el otro lado.
A partir de ahí una historia en la que Hama lo mismo te habla de la gente con el Virus del Legado (*guiño codazo*) expandiéndose por su cuerpo como, claramente, se divierte
Debió de funcionar lo suficiente como para que unos meses más tarde saliera su colección propia…
…aunque no tanto como para que repitieran sus responsables. Pasaría a ser tarea de Jorge Gonzales y Jim Cheung ocuparse de él, así que lo primero que hacen es dejar que muera… antes de que reviva. Con una serie de poderes, claro. Una docena de números con un estilo más dosmilero, y algunas ideas sobre hacia dónde llevar al personaje, lo cierto es que no pasó de ahí. Aunque hayan seguido sacando de fondo al personaje aquí y allá.
36) Meet the Skrulls (2019)
Quizá fue Secret Invasion, quizá fue The Americans, lo cierto es que algo hizo que se aprobara esta pequeña gran historia de operativos, de espías, que son una familia, que se encuentran en mitad de una maquinaria mayor: superhéroes, imperios, juegos políticos y empresariales. Concebida como una obra cerrada hasta el punto de que la última página es el editor prometiéndonos que no volveremos a ver a sus personajes.
37) Mekanix (2002–2003)
Poco hablamos de Mekanix, y casi todo el rato por Chris Claremont. ¿Por qué no hablamos más de esta serie sobre Kitty Pryde . ¿Por qué no del dibujo? Probablemente porque los interiores eran de Juan Bobillo. A quien conocemos de sobre por su Hulka. Juntos hacían cosas como Kitty en la psiquiatra, Kitty en el Bar Coyote, Kitty de soldadora… lo esperable. Del todo comprensible, incluso, que durara solo seis números. Pero, claro, por otro lado están las portadas.
Las portadas fueron obra de Celia Calle. Que, por algún inexplicable motivo, solo hizo estas seis portadas en Marvel. Es difícil saber cuál fue el motivo por el que no volvieron a colaborar. Supongo que Calle decidió que tenía cosas mejores que hacer. Pero siempre nos quedarán estas portadas.
38) Meteor Man: The Movie (1993) / Meteor Man (1993–1994)
Quizá os suene la película. Quiero decir, hemos hablado por aquí varias veces de ella y, bueno, seguro que si a la gente le interesan las películas de superhéroe habrá estado viéndose todas las que puede, ¿no? En este caso se trataba de una obra de Robert Townsend. Actor, director, guionista, en teoría también cómico. Townsend había ido subiendo los peldaños de Hollywood desde estudiar a ratos en Second City a pequeñas apariciones en series y películas, partes que iban siendo cada vez mayores. Lo que le sirvió para vender a la HBO un especial de comedia y luego a la FOX un programa de variedades… y en esas estaba cuando logró esta película.
Lo que llevó, claro, a que la Marvel accediera a adaptarla a cómic. Con tanto éxito que tras el especial decidieron… no, no, hacer Steel lo decidió DC, lo que Marvel decidió fue darle una serie regular que continuara la película.
En realidad lo anunciaba el propio especial al final, pero ya hemos visto lo poco fiable que es eso. Por lo demás, decidieron meterle dentro del universo Marvel. Esas cosas que sirven para justificar que en el número tres.
Aparezca Spider-Man. No solo eso, también logran hacer team-up con splash page
contra los malos malosos de turno.
Por supuesto Spidey no es el único que aparece…
Supongo que por aquello de la ‘demografía’. Por supuesto no es lo único que traen, también hay una variedad de enemigos que son… ahm…
Son. Lo cierto es que todos ellos existen en el Universo Marvel así que cualquiera de ellos
podría ser recuperado. La mini acabaría con esta nota.
Bert y Dwight son los co-guionistas – sí, en serio, hay DOS guionistas- Bertram B. Hubbard y Dwight Coye, por supuesto. De Coye no volvimos a saber nada, pero Hubbard -que venía de los cómics de Kid ‘N Play para Marvel- aún pudo guionizar algún número de New Warriors y la Capitana Marvel de Monica Rambeau.
Así que, quién sabe, lo mismo cualquier día Marvel decide recuperar la cabecera. Aunque sea solo por los enemigos.
39) Micronauts (1979–1984) (1984–1986) / X-Men and the Micronauts (1984)
No pienso explicar mucho de esto, vamos con que unos japoneses sacaron unos juguetes, unos americanos la ‘adaptaron’ – cof-, y ya que estaban pensaron en ponerse con unos cómics. El resultado es el tipo de colección que puedes vender por 82 €. Casi el precio de una entrada.
Por supuesto no solo sacaron esa colección de 59 números, además en 1984 -casi a la vez que los últimos números de esa colección- salió también:
Para el siguiente volumen, en el mismo año, le pusieron un The New Voyages debajo y tiraron para delante.
Por veinte números, eso sí. Pero teniendo en cuenta que en 1982 habían comenzado a distribuirse para librería especializada en exclusiva… Supongo que es el tipo de cosas que luego cuentan en los prólogos… ahm… ¿Raimon Fonseca? No sé si Fonseca sigue escribiendo pero si no seguro que algo tiene escrito por ahí.
Mucho me sorprende que no hablemos más de los Heavy Hitters de Epic por aquí, pero digamos que también encontraron un hueco para otro cómic de Chaykin. Tan bien dibujado como de costumbre, una historietilla sencilla que, sin embargo, nos dejó algo para el blog. Porque siempre hay algo de lo que hablar, como…
Es lo bueno de Chaykin, da igual lo que sea o cómo sea. Lo importante es que siempre hay material para sacar en ADLO!
Siempre.
41) Mighty Heroes (1998)
Como decíamos antes, en los noventa Marvel sacó varios subsellos. Y uno de ellos fue Marvel Paramount tras un acuerdo con estos para blablabla. En realidad casi todo lo que publicaron fueron cómics de Star Trek. Pero en hubo tres más. El de The Adventures of Snake Plissken, luego hablamos del otro y este de aquí basada en una serie de dibujos que Ralph Bakshi hizo en los sesenta.
Solo un número, pero con capacidad para cambiar orígenes, poner nombres nuevos y todas esas cosas para las que Marvel no pierde tiempo.
¿Sólo eso? Bueno… No exactamente.
Pero seguro que tampoco nos sorprende.
42) Millie the Model Comics (1945–1966) / A Date With Millie (1956–1957) (1959–1960)/ Life With Millie (1960–1962) / Modeling With Millie (1963–1967) / Millie the Model (1966–1973) / Mad About Millie (1969–1970) / Models, Inc. (2009–2010)
Uno de los personajes de más éxito de la historia de Marvel. Con una impresionante cantidad de números y cabeceras propias. Así que supongo que habrá que hacer un poco de historia.
Creado por Ruth Atkinson en 1945, normalmente acompañada al dibujo por Mike Sekowsky, Millie pronto se convirtió en uno de los personajes de referencia de Marvel. Y es lógico, porque referenciaba una realidad.
Por supuesto nos referimos a las historias de unas chicas trabajadoras. La perspectiva era importante entonces.
El estilo interno, por cierto, fue cambiando. De estas aventuras de una joven trabajadora contadas con humor pasamos a una especie de humor más genérico,
a la vez que iba apareciendo en otras revistas de la editorial como Comedy o Joker o…
para el 18 entrarían algunos nuevos autores, tanto en guión como en dibujo -especialmente Dan DeCarlo en sus años pre-Archie– mientras el humor se iba volviendo sicalíptico…
Lo que no significa, por supuesto, que no siguiera sacando algún chiste sólido.
Esto pasaba en los años ’50 -esta última portada es del ’52- y no era lo único, porque para 1956 Millie logró una segunda cabecera, A Date With Millie (1956–1957), que duraría solo solo siete números.
Aunque eso no detendría la buena marcha y para 1959 lo intentarían de nuevo… aunque volvería a durar solo 7 números. Aunque esta vez con un giro final.
Con este tipo de cosas llegaron hasta 1960, un año de cambios para la serie. Comenzando porque abandonaría el título Millie The Model Comics, a partir del 95 sería solo Millie the Model
siguiendo por el número 100, que guionizaba uno de los autores habituales que llevaba colaborando desde el número 18, un tal Stan Lee,
y continuando por un cambio de estilo, tanto por incluir invitados especiales
como por ir acercándose a un cómic romántico
a veces con un toque de misterio o de aventuras.
Y, como decíamos antes, la segunda cabecera A Date With Millie cerraba en este mismo año de 1960… pero para cambiar de título por Life With Millie
respetando la numeración, que comenzaría en el 8 y llegaría hasta el 20 en 1962, porque en 1963 sería relanzada como
más cercana a este nuevo concepto de Millie -frente al más humorístico de sus antecesoras- y que llegaría hasta 1967 esta vez en el número 54 de la suma de las tres cabeceras.
Y en el que se dejaba ver que corrían vientos nuevos:
Todo esto con el cambio de tendencias no impidió, por ejemplo, que la invitaran a la boda de Reed Richards y Sue Storm. O eso hemos oído.
Mientras tanto en la serie regular viviría ese mismo 1967 un relanzamiento de nuevo como Millie the Model.
Incluyendo en el 154 un cambio en el logo con -por supuesto- un NEW delante.
A la que siguió, como seguro os imagináis, en 1969 un nuevo intento de segunda cabecera, esta vez con el título de Mad About Millie (1969–1970)
Casi podríamos decir que empezando como había terminado la anterior. Aunque ya veis que volvía a ser una cabecera más ‘humorística’ frente a la otra más ‘romántica’ -sin que ninguna de las dos perdiera ni el romance ni el humor, claro-. Lo cierto es que ese paso de los sesenta a los setenta se dejó notar, para 1970 hacía cerrado esta segunda cabecera. La colección regular de Millie pasaría a ofrecer reimpresiones desde el 190 en 1971 hasta su cierre en el 207 en 1973.
Millie sería mencionada, haría alguna aparición y todas esas cosas propias del universo Marvel. En los ochenta tendría incluso una sobrina que ‘tomaría su lugar’ -ya hablaremos de ella-. En 2003 Jemas habló de la posibilidad de hacer una película y de relanzarla como una tenista. Al final acabó apareciendo en 15 Love como tía de la protagonista. (De esa hablamos en 0-A, por cierto). Y en el paso a los ’10s veríamos un cierto regreso -llamémoslo así- en otro título particular: Models, Inc.
Su misión parecía clara desde el inicio desde que su editor abriera con una carta
pero, por supuesto, esto son los tebeos de la Marvel de ahora así que para el final del primer número Millie se encontraba -y recogía, y agarraba… podría ser actriz y modelo- una pistola con silenciador que resultaba estar al lado de un cuerpo con tres disparos en él. Y encima era de alguien a quien conocía.
En esos cuatro números el editor se encargaba de ir recordando a las figuras más importantes de las modelos de Marvel: Millicent Millie the Model Collins pero también su mejor amiga Toni Turner y su rival Chili Storm, Patsy Walker y su rival Hedy Wolfe, la incorporación sesentera Jill Jerold y, por supuesto, como aparición especial en el tercer número… Mary Jane Watson.
Un homenaje por encima de otra cosa. Pero uno que servía para que en Marvel quedara claro que aún recordaban a Millie. No como para sacar un Limited Edition a 90 pavos. Pero es de suponer que todo se andará.
De momento la vimos hace unos años, en 2022, en Love Unlimited Infinite Comics, vamos, en los cómics digitales. Y, desde luego, estaba haciendo todo lo posible por adaptarse.
Ahora todo es esperar.
43) Mission: Impossible (1996)
Efectivamente.
El último cómic de Marvel Paramount. No último-último, claro, hubo multitud de cómics de Star Trek. Pero fuera de eso, como decíamos, solo había tres, de dos hemos hablado antes, este es el tercero.
En su interior había dos cómics, una historia de espías de Jim Phelps y Ethan Hunt, y una precuela de la película. Ambas escritas por Marv Wolfman. Pero no iguales.
Efectivamente, ROB! aceptó hacer unas pocas páginas. O, al menos, estar medianamente presente en todo el follón. Y eso es algo que se nota.
En aquellos tiempo antiguos de adaptar personajes famosos Mighty Mouse tuvo un cómic para Marvel. En la rama de Timely apareció primero dentro de Terry-Toons Comics y luego en su propia cabecera, que duraría solo cuatro números. Seguiría apareciendo en Terry-Toons Comics y luego en Paul Terry’s Comics, apareciendo a la vez en otras editoriales como St. Johns, Pines, Dell, Gold Key o Spotlight.
Y para 1990, coincidiendo con la revisión que Ralph Bakshi hizo para televisión con el título de Mighty Mouse: The New Adventures en 1987, volvió a -ahora sí- Marvel.
Aquella duró solo una temporada, pero los cómics llegaban con ganas tanto de seguir esa ‘nueva continuidad’ como de jugar con ella.
Algo especialmente claro a partir del tercer número, tras los dos primeros de introducción se le da un espacio propio a Bat-Bat y comienzan los comentarios sobre los cómics.
Algo que se notará aún más en las portadas.
Así que aunque solo duró 10 números su decisión de hacer algo… ahm… peculiar… quedó claramente establecido. Que supongo que es lo que importa.
Que no volviera a tener serie propia hasta 2017 (en Dynamite), sin duda es tema distinto.
45) Misty (1985–1986)
Efectivamente, dentro de STAR Marvel también creó cómics propios. Como este. ¿Quién es Misty? Pus no tiene nada que ver con lo de la IPC británica, y tampoco Play Misty for me.
Yep, es una adolescente que quiere ser modelo y recibe consejos de su tía Millie. Como decía antes, desde los noventa se intentaron distintas cosas con ella. Hasta cierto punto tiraba de lo que habían hecho en el cómic de Barbie con Skipper. Aunque ahí ni quisieron ni cambiaron nada a la modelo. Y tampoco importó mucho porque aquí Misty lograba un papel en una especie de telenovela de la emisora local llamada As the cookie crumble. Pero, vamos, en seis números estaba fuera y ya nadie volvió a recordarla. ¡Jóvenes hoy, olvidadas mañana!
46) Super-Villain Team-Up MODOK’s 11 (2007–2008) / Astonishing Tales: M.O.D.O.K. (2009) /Fall of the Hulks: M.O.D.O.K. (2009) / M.O.D.O.K.: Reign Delay (2009) / Fantastic Four in ¡Ataque del M.O.D.O.K.! (2010)/ M.O.D.O.K. Assassin (2015) / M.O.D.O.K.: Head Games (2021)
Aparecido por primera vez en 1967, obra de Stan Lee y Gene Colan.
Y, sin embargo, tardaría muchos años en tener serie propia. Bueno… serie propia.
Podemos discutir, tras tantos años apareciendo en títulos serios, quién pensó que era buena idea convertirlo en algo cómico. Es posible que el origen esté en 2005, cuando salió en Captain America and the Falcon, Cable & Deadpool y Wha…Huh? Series cómicas todas ellas. Bueno, vale, quizá Wha…Huh? no. Pero lo importante era que ofrecía una nueva manera de presentar al personaje -o algo- que favoreció un par de apariciones en cómics humorísticas… a la vez que otras más… ¿se puede decir normales en Marvel? En fin. Que tras ir apareciendo en otros títulos y ser uno de los personajes centrales de la cosa de Mark MillarMarvel 1985 y de la mini esa que hemos puesto al principio.
Y, a partir de ahí, a intentar que funcionara.
Astonishing Tales: M.O.D.O.K. (2009)
Es complicado establecer qué les hizo pensar que podría ser un método real por el que conseguirlo.
Fall of the Hulks: M.O.D.O.K. (2009)
Pensándolo dos veces, tampoco entiendo qué les llevó a creer que podrían lograrlo.
Pero lo cierto es que se convirtió en el fetch de la Marvel.
M.O.D.O.K.: Reign Delay (2009)
Por supuesto habrá quien crea que es un asunto de que encuentren al guionista adecuado.
Fantastic Four in ¡Ataque del M.O.D.O.K.! (2010)
De momento no ha habido suerte, ni en los especiales que hemos visto ni cuando intentaron darle una serie propia,
M.O.D.O.K. Assassin (2015)
y así llegamos al momento que Marvel parecía que buscaba. Lograron que se estrenara una serie. En HULU en lugar de en Disney+. El resultado fue similar, porque una cosa es que fuera 2021 y hubiéramos pasado todos por una experiencia traumática. Pero no que quisiéramos pasar por una segunda.
La serie, que tuvo todo tipo de problemas de producción desde que comenzaron a moverlo en 2019.
M.O.D.O.K.: Head Games (2021)
Y sí, Oswalt estuvo mezclado en la serie.
La verdad es que el que haya dos M.O.D.O.K. en Marvel -el segundo es un clon llamado M.O.D.O.K. Superior– ahora mismo no debería ni de sorprendernos.
47) Monster Menace (1993–1994)
No es cierto que lo que más le guste a Marvel sea recuperar títulos antiguos. Sacar cabeceras nuevas reimprimiendo historietas antiguas, de monstruos – terror en este caso, les va incluso más.
48) Moonshadow (1985–1987)
DeMatteis, acompañado por John J. Muth, excepto el 6 que se ocupó Kent Williams, creó esta máxi de doce números y la publicó en EPIC en Marvel. Se trata de un cómic pintado, una rareza en los años ochenta, la idea de DeMatteis es que fuera un cuento de hadas para adultos. ¿Y cómo acabó en Marvel? Pues resulta que DeMatteis se lo presentó a Shooter, y no estaba seguro de publicarlo, como no estaba seguro de publicar Greenberg the Vampire. Hasta que resultó que 1) a DeMatteis se le acababa la exclusividad en Marvel y 2) Karen Berger de DC parecía dispuesta a hacerlo. Así que Shooter hizo lo que se esperaba de él: Ofrecerle renovar la exclusividad y editar ambos cómics. Para eso están. La edición sería limitada -poco más de mil ejemplares- y firmada, por si acaso ahí encontraban un nicho. Y al publicarlo en EPIC tendría los derechos para publicarlo donde quisiera con el paso de los años.
¿Que cómo funcionó el asunto? Eso es material para otro día.
49) Morbius: The Living Vampire (1992–1995) (2013) / Morbius (2019–2020)
Efectivamente: It’s Morbin Time!
Comencemos por lo obvio, Morbius aparece por vez primera en Amazing Spider-Man 101, obra de Roy Thomas, Gil Kane y vamos a asumir que el editor de Roy Thomas.
La presentación se hace en un momento de bastante movimiento con los vampiros en la cosa pop, intentando meter uno que, a la vez, se pudiera saltar las normas del Comic Code. La cosa funcionó lo suficiente como para tras un par de números en lo de Spidey aparecer en lo otro de Spidey, el recién creado Marvel Team-Up, esta vez con la Antorcha Humana y luego los X-Men por medio.
Después de eso decidieron seguir con la senda de los magazines y le pusieron como uno de los reclamos fundamentales de Vampire Tales, una nueva revista que aguantaría doce números (once y un anual) entre 1973 y 1975 con el habitual método de mezclar nuevas historietas con reimpresiones de otras antiguas.
En el caso de Morbius comienza con guiones de Steve Gerber y dibujos de Pablo Marcos, para pasar a Don McGregor en el segundo. Convirtiéndose en el guionista más habitual de sus andanzas. Aunque no el único, en los dos últimos números sería Doug Moench el responsable.
Y, entre el 2 y el 3 de Vampire Tales, le veríamos aparecer también en una cabecera dentro de la Marvel y con el sello del Code, se trataba de Fear
en la que cogería el relevo de Man-Thing y que le tendría en el centro de sus números 20 al 31. Efectivamente, el número en el que cerró en 1975, el mismo año que Vampire Tales. A veces los temas vienen, a veces los temas van.
Intentarían revivirlo -je- al año siguiente con la Legion of Monsters en la Marvel Premier
– that era Starseed, pero queda como tema para otro posteo porque si no no acabamos-
lo curioso es que Legion of Monsters había sido el título de un one-shot que lanzaron en agosto de 1975, unos meses antes de esto, pero con un par de historias de Frankenstein, otro par de Drácula, la historia de terror The Flies y la presentación de ¡MANPHIBIAN! Algo que, como veis, era bastante diferente de lo que proponía este otro cómic. Y, por supuesto, sin Morbius.
A partir de ahí y durante lo que quedaba de los setenta y la década de los ochenta tendría alguna aparición por tebeos de Spidey, de Hulka, de los 4F o Doctor Extraño, podríamos decir que era una presencia real aunque no principal. Al menos hasta que llegaron los años noventa.
Es llegar los noventa y volver otra vez a esto, así que tras una breve aparición por Ghost Rider logra su primera serie suya-suya. Dentro del follón de Rise of the Midnight Sons y como parte de un relanzamiento del, llamémoslo así, lado monstruoso de Marvel. La portada de arriba, la primera, esta:
Como podéis ver en el traje, que ahora es de cuero negro con mucha corre y una capa púrpura que parece destrozada frente a las habituales solapas rojas setenteras, estábamos en un abrazamiento total del noventerismo. Incluso en lo onomatopéyico.
¿Hasta qué punto se puede embotellar el zeitgeist en unas viñetas?
Por lo menos lo intentan. Lo intentan fuerte, de hecho.
La historieta, recordemos, partía de Ghost Rider. Empezaba y terminaba en ella y, mientras, lanzaba varias series. Spritis of Vengeance era la segunda -sí, Spirits of Vengeance era un cómic distinto a Ghost Rider-, Morbius la tercera, Darkhold la cuarta y Nightstalkers la quinta. Y no preguntéis si algo de esto tenía sentido porque ya os hemos dicho que buscaba ser lo más noventero posible.
La serie se lanzaría con Len Kaminskiy Ron Wagner -con una aparición en el cuarto número de Ron Garney-, que estarían en la colección hasta el número nueve en el que Gregory Wright compartiría el puesto de guionista para hacerse con el puesto en solitario a partir del 10, una historia que continuaría en Nightstalkers y que venía dentro de una especie de intento de relanzamiento que incluyó el lanzamiento de
Morbius Revisited (1993). Cinco números duró lo que no dejaba de ser una serie de reimpresiones de historietas de Vampire Tales y Fear. Pero había que intentar tirar con ello mientras durara.
Con todos los trucos promocionales que se os ocurrieran, incluyendo los crossovers de portadas… ¿llamativas?
algo que continuaría cuando Wright dejara el título tras el 14 para que entrara en su lugar Isaac Cordova. Las portadas seguían con sus trucos
mientras en los interiores parecía que alguien había pedido menos noventerismo molón y más noventerismo de Vértigo. Hasta el punto de que para el 18
ya podíamos encontrar ejemplos de clásicos como ‘fruncir el rostro’.
No diré que ni con eso valiera, pero sí que para el 19 sustituyeron a Cordova por Nick Napolitano. ¿Y cómo era Napolitano? Pues…
Digamos que más del gusto de lo que buscaban. Estaba claro que iban detrás de algo porque Wright se fue en el 23, con el 24 siendo cubierto por Pat Mills con Napolitano. Y en el número 25 entraría un equipo completamente nuevo…
Que, como veis parecía pensado para: Pero, no, esto tiene que ser MÁS VÉRTIGO. El nuevo equipo estaba compuesto por Lisa Trusiani y Craig Gilmore. Trusiani venía de guionizar algunas historias en Barbie, Gilmore no venía de ningún lado, ni iba a ningún sitio. Creo, sinceramente, que a Trusiani le hubiera podido ir bien en el título en otro momento. Pero estos años eran lo que eran así que había veces en las que se ponían recuadros de final de número…
…y se convertían en captchas.
Algo que se dejaba ver -una forma de hablar- en las mismas portadas de la serie:
en las que de un número a otro le podían reemplazar a Morbius el pelo por una fregona de fideos
y no diré yo que la colección estuviera más perdida que la nariz de Morbius
pero lo cierto es que pese a los intentos de Gilmore por dejar un recuerdo perdurable a sus lectores
y se nos presentaran ‘eventos’ como el entierro de Morbius
cuando la editora quiso cambiar al dibujante, tras seis números… tras seis números. Cuando quiso cambiarle, decía, la serie tenía poco más que hacer. Daba igual que se decidieran por el mismísimo Fabio Laguna para concluir la serie. Su propia última página define bien el sentimiento de los lectores, da igual tener contexto o no:
Durante el tiempo que duró su colección Morbius aparecía en otra de las series de la familia, además de en las de Spider-Man, claro. Bueno, y las de Veneno.
Por supuesto tras su cierre le esperaba un destino peor que la muerte: El Spider-Man de Howard Mackie. Nah, es broma. La D es de Defensa. Y, además, Mackie mataba a Morbius. Así que es un destino IGUAL que la muerte.
¿Que cuánto duró muerto? Que cosas tenéis. Muere en el Spider-Man 80 de marzo de 1997, reaparece en el primer número del segundo volumen de -el ahora cinematográfico- Blade en septiembre de 1998. ¡Más de un año!
Por supuesto seguiría apareciendo en títulos de la liga y de Spidey, al menos hasta volver a tener un especial en 2007.
Otro intento de lograr algo con la Legión de Monstruos, otro que no pasa de ahí. Y eso que tenían a Akira Yoshida haciendo un complemento noventero con Drácula. Pero la historia principal, en un estilo ¿esto es pintado o son filtros de photoshop? no logró interesar a los lectores.
Así que a volver otra vez por Marvel Zombies, por Punisher (que ahora parecía haberse vuelto parte del lado oscuro de Marvel entre esto y Frankle-Castle. ¡Eh, recuperó a Manphibian!) y por las cosas de Spidey. Hasta la llegada de, ahora sí, en 2011 un título propio para la Legión de Monstruos.
Sí, ahí está Morbius con Elsa Bloodstone, Jack Russel, la Momia Viviente y, por supuesto, Manphibian. Una historia de Dennis Hallum con Juan Doe a los lápices que solo duró cuatro números.
Pero que ya encauzaba el segundo volumen de Morbius: The Living Vampire que saldría en 2013.
En este caso la cosa es tan dosmilera que Morbius ahora va en camiseta, pantalones y una sudadera con capucha. La ropa es también parte de la historia.
Bien pensado… quizá creáis que bromeo.
Como para bromear estamos. Lo cierto es que lograron durar 9 números, con guión de Joe Keatinge y dibujos de Richard Elson en los cinco primeros números, en el sexto y séptimo Valentine de Landro y, de nuevo, Elson en los últimos. Y una sobreabundacia de viñetas horizontales que haría suponer que alguien quería vender una película del personaje. Jaja, que cosas tengo. Este cómic hubiera sido mejor película -o serie-, así que aunque se empeñara en cosas como presentar al padre de Morbius un poco de la nada -bueno, de la nada, del Amazing Spider-Man 699.1 el año anterior en el que Keating había presentado la historia con Dan Slott por ahí y con Valentine de Landro dibujando, al final acabaré creyendo que había un plan- o decidieran que lo mejor que se podía hacer con él era convertirle en el protector de un barrio. ¿He mencionado ya que todo ello parece un enorme intento de venderlo para cine/ televisión?
Tras este nuevo cierre vuelve a su habitual rotación por títulos de Spidey y alguno que no, hasta que llega 2019.
Y, con él, una nueva serie.
esta vez con Vita Ayala y Marcelo Ferreira, y el Fundidor (ya, decisiones) y una misteriosa mujer – Elizabeth Nikos, un personaje nuevo que parece una Elsa Bloodstone de marca blanca- como antagonistas, al menos temporal. Además de una trama sobre un intento de curarse que le convertirá en una especie de… MAN-BAT!
Con mejor continuidad, también es verdad.
¿Qué podemos decir de esta serie?
Pues que por lo menos pudo publicar sus primeros cinco números y medio-cerrar el asunto antes de que les pillara 2020 y la cancelaran. Esta podría haber servido también para tele o peli, pero menos que la de 2013.
De todas formas algo debió quedar en Marvel porque para 2021 lo intentaron de nuevo:
Cierto es que Morbius: Bond of Blood no tuvo mucho recorrido, y que sus creadores eran Ralph Macchio y Tom Reilly. Un lanzamiento que parecía un fill-in que tenían para allí, con un dibujo que demostraba que se había publicado después de Hawkeye.
Y que acompañaba un par de recopilatorios del personaje. Si no supiera que la película acabó saliendo en 2022 pensaría que había aparecido un año antes. Pero supongo que se retrasó por motivos y que Marvel decidió que no merecía la pena sacar nada para cuando se estrenara en salas. Ninguna de las dos veces. Volvemos a las apariciones por cómics de Spidey, a hacer apariciones en la parte de terror -más o menos- del Universo Marvel, y a tan poco más que durante Blood Hunt solo sale como secundario en la cosa de Spidey. Ahora mismo está como decíamos antes, Porque después de esto volvería ser una presencia más real que principal. Lo que sospecho que resume cómo ha ido la película.
Pero, quién sabe, en cualquier momento vuelven los vampiros y le toca aparecer otra vez. Al menos siempre y cuando no le estrenen una segunda película. Eso sí que podría ser definitivo.
50) Morlocks (2002)
A principios de los dosmiles aún había gente en Marvel que quería hacer minis como si existiera su propio Vértigo. Por ejemplo, esta pequeña historia sobre ‘ser mutante hoy’ que hablaba de marginalidad, exclusión y, por supuesto, asesinatos. La forma en la que USA ha tratado a sus marginados habitualmente, vaya. Es difícil saber si había alguna metáfora en concreto en mente, pero la presentación del grupo de personajes y su historia queda bastante claro. Luego pasa lo que pasa y alguno de ellos aparece o reaparece, con y sin poderes. El más exitoso -por llamarlo algo- fue Litterbug, pero Electric Eve o Shatter también se dejaron ver. El resto… bueno… el resto no tanto. Pero ya es más de lo que yo hubiera esperado.
51) Mortigan Goth: Immortalis (1993–1994)
A veces las obras de EPIC no estaban tan lejos del Universo Marvel. De ahí que comenzara con Mephisto y pasáramos al Doctor Extraño, junto al que le vemos trabajar. Y sí, es un Inmortal. Uno que en los sesenta avisó a Extraño sobre los vampiros y Vishanti y blablabla. Y en los noventa demuestra tener razón. Que tiene más mérito porque el guionista, Nick Vince, no venía de ahí. Venía de guionizar Clive Barker’s Hellraiser, Warheads, Clive Barker’s Night Breed y… ahm… Dinosaurs, A Celebration.
Toda la historia, puro Vértigo, con esos protagonistas en su centro, acaba de una manera notablemente abrupta. Tanto que si no llevara 1 de 4 en el primer número podríamos pensar que se había quedado a dos números del final, con multitud de cabos sueltos. Todo lo cual es cierto, he de decir.
Pero Mortigan no reaparecería en un cómic de Marvel hasta 2010, cuando alguien (Charlie Huston) pensó que podía recuperarle para Wolverine: The Best There Is. Por supuesto sin nada que ver con la historia original y como miembro de, digamos, un grupo que confunde inmortalidad con otras cosas.
Así que supongo que nunca sabremos, en realidad, si algo pasó o si es que alguien, por fin, descubrió que la forma de evitar un mal final es no hacer un final en absoluto.
Por fin volvemos con Marvel UK y con todos los follones de Mys-Tech. ¿Cómo no disfrutarlo?
Motormouth, una joven con el pelo a dos colores porque la actualidad siempre son los noventa, y por una serie de azares acaba con unos zapatos especiales que la llevan a enfrentarse a…
Efectivamente, la policía de la moda. Ah, y Killpower estaría ahí desde el primer número, otra cosa es que tardara en cruzarse con Motormouth. ¿Cómo que quién es Killpower? Pues él:
Con ese traje -falsa ventana de entreteto incluida- estaba claro que el noventerismo era fuerte en ellos. Y eso que no os he contado que en realidad es un humano genéticamente modificado y lo que tiene es 11 años. Pero parece muy maduro para su edad. Como dirían en los maristas.
Vamos, que cuando en el número 2 te tienen que poner esta explicación:
Es que claramente el guionista sabe lo que hace. Por lo demás, Nick Furia se pasa los números fumando puros, Punisher aparece por ahí. hay referencias a Warheads, y lo mejor es que Motormouth y Killpower no se encuentran hasta el tercer número, para el cuarto ya vemos en la portada que el título incluía un Motormouth & Killpower, que se convertiría en oficial a partir del sexto.
algo que aprovecharon para celebrar en el 7 con otro invitado
Hasta llegar al 12, que como era el último pues aprovecharon para el que quedaba por salir.
Y no, a mí tampoco me recuerda Killpower a Atlas. Que va. En absoluto.
Normalmente diría algo sobre que cualquier día los traen para renovar los derechos. Pero dado que lo hicieron en 2014, con el ‘minievento’ Revolutionary War
Pero teniendo en cuenta cómo acabó el evento -que empezaba informándonos de que después de su paso por Captain Britain and MI13 había acabado en el infierno, y continuaba diciéndonos que ahora era un Lord del Infierno- lo cierto es que espero que sí que toque la siguiente renovación de derechos, a ver si los dejan mejor. Y si se acuerdan de que viene del noventerismo más desatado.
54) Mother Teresa of Calcutta (1985)
Escalofriante documento.
55) Mutant 2099 (2004)
El intento de recuperar los 2099 favoreció la aparición de personajes como este Chad Channing, creado por Robert Kirkman y Khary Randolph para recordar todo lo posible a Spider-Man sin tener que explicar por qué no lo es. El momento en el que en Marvel se tuvieron que poner con estas cosas alguien debió de preguntar qué es lo que estaba pasando..
¿Sirvió para algo? Claro que no, como todas las otras veces. Pero intentarlo lo intentaron. Y casi ni aparecería más. Bueno, en un Marvel Team-Up en el que Kirkman presentaría a Gravity, que es otro intento de de Kirkman de repetir el éxito de Spider-Man… con éxito similar.
56) Mutants Vs. Ultras: First Encounters (1995)
Alguien pensó que era buena idea presentar a la gente del Ultraverso enfrentándola a los mutantes. Luego decidió que el primero en aparecer fuera Hulk. Yo qué sé. Los dibujos -algunos- por lo menos eran muy noventeros. No hay más que ver lo que hace Ken Lashley.
57) Mutatis (1992)
Pues aquí estamos, con Andy Lanning y Dan Abnett otra vez. En una historia en tres números, con viñetas grandes, todo muy a la vista y… bueno. Parece que es el mes más extraño posible porque está lleno de historias de Vértigo publicadas por Marvel.
58) Muties (2002)
El día a día de seis mutantes diferentes, todos escritos por Kari Bollers pero cada uno con un dibujante diferente, y -de nuevo- con distintos personajes que luego no pasaron de ahí. Bueno… el sexto reapareció en X-Men: Legacy. Pero, de nuevo, la idea de una antología que podríamos haber encontrado en otro lado que sirve menos para las historias y más para foguear a sus distintos dibujantes.
59) Mys-Tech Wars (1993)
Sí, quizá esto merece la versión completa.
La verdad es que nada que diga podría quitar lo más Marvel UK que es esto. Una cima, no sé de qué, pero una cima. De ahí que Mys-Tech esté en el centro. Como corresponde.
Durante estos cuatro números sucederán multitud de cataclismos, morirán varios héroes y, al final… borrarán lo sucedido en las últimas 24 horas y todos contentos. ¿Cómo es posible que esa sea la solución? En lugar de, digamos, saber lo que va a pasar y prevenirlo usando ese conocimiento.
Pues porque los cómics, a veces, funcionan así. No van a quedarse sin Mys-Tech teniendo por delante… por lo menos un año aún de Marvel UK.
60) Mystery Men (2011)
Por algún motivo los intentos de Marvel de lanzar un cómic basado en héroes pulp acaban convertidos en historias sueltas con algún lazo con Marvel. Es lo único que justifica que de todo el plantel de personajes de este Mystery Men solo uno de ellos existiera realmente en aquellos años. The Operative. Al que, por cierto, habíamos visto pasar por un proyecto similar basado en los tres personajes más conocidos de entonces titulado, de manera bastante lógica, Marvels Project. Pero bueno, aquí tenemos a ese Operative junto con unos cuantos héroes creados para la historia: Revenant, Aviatrix, Surgeon y Achilles. Para una historia sencilla con algunos guiños al Universo Marvel. Y poco más, como suele suceder con estas historias. No creo que se animen a recuperar a ninguno de ellos. Aunque, quizá, en algún momento quieran volver a registrar el título.
¡Hasta aquí para esta letra! Parecía que no, pero hemos logrado terminarla. El mes que viene seguirán con ella en DC pero, mientras, podemos aprovechar para ir pensando para dentro de dos meses, en las cosas que Marvel tiene preparadas para nosotros en la N. Y ya os podemos ir adelantando que habrá unos cómics…
¡Un mes más, una letra…! ¡URGH! No puedo creer que también en DC haya tantos cómics con la letra M. Estoy por ir a Barrio Sésamo a darle una paliza. Porque también aquí vamos a tener que dividirla en dos partes. Qué le vamos a hacer. Por lo menos aquí en la primera parte nos vamos a quedar poco menos que en la Mi… En fin, que mejor vamos empezando porque con esta letra vamos a tener tebeos a… ¡MANSALVA!
01) Madame Xanadu (1981) (2008–2011) / National Comics: Madame X (2012)
Espero que recordéis cuando estuvimos en la letra D y hablamos de
Doorway to Nightmare, que nos presentaba al personaje de Madame Xanadu. El cierre de la colección llevó a una posibilidad de serie propia con el número especial en el que de nuevo teníamos a Kaluta dibujando la portada y, esta vez, a Steve Englehart y Marshall Rogers encargándose de los interiores. De nuevo, no funcionó demasiado pero sirvió para dejar claro que era un personaje que anda por allí. Lo suficiente como para acabara apareciendo en el segundo volumen del Espectro de Doug Moench y Gene Colan.
Por supuesto con todo se van haciendo pruebas y. tras su participación activa en Day of Judgment en 1999 y luego Day of Vengeance en 2005, para 2008 tuvo finalmente su primera cabecera, la primera regular, Madame Xanadu. Por supuesto para Vértigo.
Matt Wagner estuvo a los guiones los 29 números que duró en los que, por supuesto, fueron haciendo cambios. Los diez primeros y el puesto de ‘dibujante regular’ fueron para Amy Reeder (que ganaría también 2 de los 3 Eisner que se llevaría las serie), que volvería a la serie en otros tres momentos. Del 16 al 18, del 21 al 23 y para el cierre en el 29. ¿Y los otros doce números? Pues cuatro de ellos, del 11 al 15, serían por fin para Kaluta.
Unos treinta años más tarde de esas primeras portadas. No podemos decir que no se note pero, al menos, le dan la posibilidad de poder ser considerado como el autor de algo más que unas magníficas portadas.
De las historias del 19 y 20 se encargaría Joëlle Jones, y del 24 a ese 29 que hablábamos antes tendríamos un cambio de historias más serializadas como llevábamos viendo en esos dos primeros años de la colección a un paso a serie antológica – Extra-Sensory lo llamaron- con menos presencia de Xanadu que permitía servir de presentación a toda una serie de dibujantes: Marley Zarcone, Lauren McCubbin, Chrissie Zullo, Celia Calle y Marian Churchland.
Quizá por esto cuando salió un año después la iniciativa National Comics -de la que ya veremos cuándo toca hablar- se pensó en ella, ahora como Madame X,
para esa especie de ‘pilotos de cómics’ que no acabaron en nada. Y que tenía cierto tufo a que querían convertirlo en series de televisión. De ahí que ahora fuera una especie de asesora paranormal de un despacho de abogados. Como decía, esto no duró demasiado y pronto estuvieron otra vez a vueltas con ponerla de secundaria en series, pero ya sabéis como es esto. Antes o después tendrán que renovar los derechos del personaje. Otra cosa es que para entonces esté Kaluta como para hacer las portadas.
02) Magog (2009–2010)
En 1996, en Kingdom Come, Mark Waid y Alex Ross presentaron a David Sikela. O Magog. Y si esperabais que DC lo dejara ahí es que no sabéis cómo funciona DC. Ese Magog pasaría a ser conocido como el del Universo 22, lo que no significa que no nos lo encontráramos En 2004 Chuck Austen e Iván Reis crearía otro Gog, Gog II, para Action Cómics. William Matthews, que aparecería como enemigo para Action Comics primero y luego la JSA. Entre este y Gog I empezaría un jaleo de Kingdom Come Specials, que acabaría con la aparición de otro David. Esta vez David Reid, tataranieto de…
Franklin Delano Roosevelt y con el sobrenombre primero de Lance, como vemos, y luego para el 18 le han matado. Pero poco, que ese mismo número Gog le trae de nuevo a la vida como…
todo lo cual nos llevaría primero a un especial…
Perdón, ese es una de las portadas pero en realidad no es tan fiable como esta otra:
entre otras cosas porque de Alex Ross, dibujando o guionizando, solo está la portada. En el especial encontramos a David Reid / Magog como parte de un grupo de la JSA que combate a Gog. Por el Congo. Porque, aparentemente, no había suficientes ‘g’ y ‘o’ en estas historias. Lo que sí que iba incluyendo la trama en la JSA eran escenas en Tierra 22 que, por algún motivo, cuando entran o salen personajes allí pasan a tener el dibujo de Ross. Para el número 22, en febrero de 2009, se terminaba la historia. PERO…
Dave seguía como Magog. Lo que facilitaba que en noviembre de ese mismo 2009 apareciera esa maxi de Keith Giffen y Howard Porter. La de la portada del principio.
La historia procuraba ser algo así como establecerle como antihéroe que mata. O algo. Lo cierto es que Porter duró solo 7 números, Tom Derenick se ocuparía del 8 al 10 en el que dejarían más o menos establecido el asunto… para que del 11 al 12 se convirtiera en un título llevado solo por Scott Kolins en el que se tomarían… decisiones…
y no son las únicas, claro. Mata a uno de los secundarios -si estás pensando: Seguro que el femenino. has acertado.-, cambia al resto y comienza una trama argumental que tendrían que concluir en un especial en 2010
aunque fuera de la JSA. Pese a ser claramente el último número de la serie que tuvieron que sacar por separado y que nos hace considerar que quizá debieron de haber dejado la serie con la marcha de Giffen.
Por lo demás, le deja listo para más aventuras y alejado del resto de secundarios de la serie. Y como esto funciona como funciona para Brightest Day le vuelven a sacar para, por supuesto, acabar matándolo.
De todas maneras tantas idas, venidas y universos alternativos no significa que para el New 52 no le dieran un reboot, aunque por lo menos volvían a tener el mismo nombre, David Reid, el superhéroe Wonderstar. Por lo menos un rato. Lo suficiente como para que de 2015 a 2017 apareciera en Superman/ Wonder Woman, Nightwing o Supergirl.
Y para que en el ya en los 2020s tuviéramos de vuelta a David Sikela en Infinite Frontier o Batman/Superman: World’s Finest. ¿Volverá a tener una serie? Pues a saber.
03) Major Bummer (1997–1998)
Sí.
La verdad es que esto no solo es noventero, es hasta ejemplo del indie americano noventero. Más aún teniendo en cuenta que hablamos de John Arcudi y Doug Mahnke, que venían de The Mask -explicar por qué eran ‘desarrolladores‘ más que creadores nivel Joe Kelly en MuertoPiscinas será un posteo que tendremos en otro momento-, y el punto de partida es también sencillo de explicar.
Sí, una caja que llega, un chaval –Lou Martin– que la abre, y se convierte en un mastuerzo. Uno con habilidades… especiales.
Por supuesto como esto funciona como funciona y la explicación incluye extraterrestres y más cajas que dan otros poderes. Y algo en la caja del protagonista que también atrae a personajes estrambóticos. Tanto entre los héroes,
como, sobre todo, entre los villanos.
Muy sobre todo.
Ya, Tyrannosaurus Reich. No sé cómo no lo vimos teniéndolo ahí delante.
La decisión de hacer superhéroes con ese punto de humor y extrañeza, también tan noventera, no impide ni mucho menos que Mahnke se divierta cuando quiere.
Aunque lo cierto es que venían anunciándolo, o disfrutándolo, o lo que sea… ya desde las portadas.
Ah, sí, duró solo quince números.
Y como eran tebeos De Autor se los pudieron llevar para las reediciones y todo eso (a Dark Horse, en concreto) pero el mucho trabajo -y las malas ventas, debemos añadir- hicieron que no hubiera continuación. Al menos no de momento. Que cualquier día de estos con los revivals noventeros le toca turno.
04) Man and Superman (2019)
Marv Wolfman dice que este es uno de los mejores cómics que ha escrito. Es una lástima ver a los autores despreciar así su carrera.
Iba a publicarse en DC Confidential pero la cancelaron antes. Así que más de una década más tarde alguien pensó que se podía publicar en un tomito o algo. La idea era hacer un Año Uno con la llegada de Clark Kent a Metropolis. El problema es, claro, que para cuando se publicó… Ya había otras opciones.
Pero dile tú a Marv Wolfman que no le publicas su fanfic porque el de Smallville era mejor.
Además, sí que tuvo un efecto directo en la carrera de Castellini con los superhéroes. Tanto tiempo en un mismo proyecto que casi no se publica sirvió para mantener ocupada su… GENIALIDAD! Así que no todo fueron malas noticias.
Hay personajes que nunca han tenido un cómic propio -en DC solía mencionar a Barda, pero le dieron uno de esos one-shot infantiles el año pasado, así que me buscaré a otra… Elasti-Girl por ejemplo- y otros contra los que las editoriales se chocan una y otra vez en la pared. El de Man-Bat, o Kirk Langstrom, es el segundo de los casos. Suponemos que porque esperan poder venderle tebeos de Batman aunque sea a los disléxicos.
Creado para el número 400 de Detective Comics, en 1970, algún convencimiento tenían de que iba a funcionar, quizá porque le usaron en varias historietas en aquellos años, incluyendo transformar también a su mujer, Francine, en el 407, ya en 1971. Para 1974 en Batman 254 aseguran que se puede transformar a voluntad y comienza su carrera como héroe que, resumiendo, incluye su aparición en el The Brave and the Bold 119, su inclusión en 1975 dentro de la colección antológica
Batman Family en la que decidieron que además de las historietas nuevas de Batgirl y Robin, podían meter reediciones de otros personajes. Y así acabamos en el primer número de la colección con Alfred, y el Comisionado Gordon… y Man-Bat. De nuevo el número 400. Bien es cierto que no salió en más, y que por allí irían apareciendo personajes como Fatman.
Y en ese mismo 1975 veríamos esta primera… ¿serie de dos números? en la que Gerry Conway a los guiones, Steve Ditko a los lápices y Al Milgrom a las tintas nos ponía a Man-Bat a tratar de lograr que su mujer, She-Bat, recuperara la forma humana. O algo.
Es de suponer que el éxito de los cómics de terror fuera lo que motivara que Man-Bat fuera el segundo villano de Batman – tras El Joker– en lograr su propia serie. Pero lo cierto es que el lanzamiento quedó un tanto deslucido. Para el segundo número el equipo creativo habría pasado a ser ya Martin Pasko, Pablo Marcos y R. Villamonte. Casi como si fuera la DC actual.
El cómic no pasó de ahí, pero no preocuparse que encontraron otro lugar en el que publicar los cómics de Pasko y Marcos que a cancelación de la colección había dejado a medias:
Un par de números aquí para completar la historieta iniciada en su propia colección y el resto iría ya a Batman Family de nuevo en donde se convertiría en un personaje casi fijo del 11 al 20. Luego seguiría apareciendo aquí y allá a la búsqueda de una cura para Rebecca, la hija que había tenido en esta última colección. Hasta que, por supuesto, alguien decidió que volviera a ser un murciélago-hombre sin mente. Así volverían las historieta en las que Man-Bat se transforma, amenaza a Bats, y su mujer e hija deben de ayudar a que vuelva a la normalidad. Mientras, como si realmente hubiera gente apostando por esto, en 1984 se lanzaba…
Man-Bat vs. Batman, que volvía a ser el número 400 y otros dos rellenos más. Y ya en 1986 llegaron las Crisis, claro, a borrar gran parte de lo que habíamos tenido antes. Pero no os preocupéis, que para 1989 ya lo habían vuelto a traer en un Secret Origins.
Lo que facilitaría contar otra vez su historia, ponerle de nuevo con la mujer, ir sacándole en más sitios…
Sí, eran los años ’90 ya. 1994 en concreto. Y como pasa en estos casos decidieron ir probando cosas. Como darle al año siguiente un Elseworlds…
Batman: Manbat tenía a Delano y Bolton en lo que afirmaba ser un Elseworlds pero tampoco es que lo necesitara demasiado. Excepto que se deba a algún tipo de negativa a hacer canon en el universo DC los besos de murciélago…
… o Batman con sombrero…
…en cualquier caso, lo suficiente como para que al año siguiente se volviera a intentar darle una cabecera propia.
La anterior duró dos números, esta duró tres. Para que digan que no se iba mejorando.
Siguiendo lo que se contaba en el Showcase -que para algo lo guionizaba Dixon también- nos encontramos con que Man-Bat lleva ‘tiempo’ desaparecido en las selvas latinoamericanas. Pero la imagen mental de su mujer le lleva de vuelta a Gotham. Sale mal, claro. Quizá os estéis preguntando si también sale noventero. Pues bien…
Sí. La respuesta es claramente un Sí. ¿El hijo? Pues parece que en post-Crisis logró conservar a su hija. Y, de paso, le apareció un hijo, Aaron. ¿Cómo tuvo un hijo si llevaba tiempo sin estar por Gotham? No me parece una pregunta que hacerle a la mujer con la que te acabas de reencontrar después de ‘tiempo’. Capciosos, que sois unos capciosos. Por lo menos al final de la serie descubrimos que el hijo es una especie de mutante, con más aspecto de murciélago que de persona. Así que el número de sospechosos se reduce.
Tampoco es que importe mucho porque la siguiente vez que aparece (en Batman 536-538, y si no contamos su aparición en Amalgam como Bat-Thing ) parece que se han olvidado de todo esto. Vive en forma humana junto a su mujer y es un extraño fenómenos atmosférico el que vuelve a desatar la transformación. Escriba usted una mini de 3 números para esto. Con extra de regodeo porque… este segundo volumen fue en 1996, y lo de Batman (y lo de Amalgam) es en… 1997. Gran política editorial la de DC, sí señor.
Por lo menos le dejan una década tranquilo, hasta 2006 que toca el tercera volumen.
Una mini de 5 números. Esta vez hay alguien asesinado a gente en un pueblecito cercano al que se retiraron. Si estáis pensando que a la familia le queda una ronda tenéis razón. Para el primer número se han cargado a la mujer y los hijos. Y han metido, por algún motivo, a Hush (que se pasa los días mirando la tele, la verdad) y Murmur. Y detrás en el segundo número vienen Batman y Black Mask. Supongo que nada es más dosmilero que esto. O la falta de sentido de los guiones. Eso también. Esta vez la cosa acababa con Batman asegurando que Kirk ha muerto y solo queda Man-Bat. Así que os podéis imaginar lo que pasó a continuación.
Efectivamente, reaparece en 2009 el doctor Langstrom con total normalidad y capacidad para cambiar de forma. Y se ofrece a echar una mano a Batgirl y los Outsiders. Supongo que para tener a alguien que le defienda de la gente a la que le parece mal que se desnudan y dejan tirada su ropa. O algo. Lo cierto es que no debería de sorprendernos porque unos números antes en este segundo volumen de Batman and the Outsiders había aparecido Francine como apoyo técnico del equipo. Se ve que se había puesto mejor. Y con el follón que se traen tampoco hay mucho más movimiento. Porque entran en lo de que si Batman ha muerto . Lo que nos lleva a…
En la que le vemos teniendo pesadillas en las que mata a su mujer. ¿Sus hijos? ¿Qué hijos? Pero tranquilos, que en realidad ella estaba secuestrada por el Doctor Phosphorus.
Todo esto sin necesidad de ‘reboots’, pero en cuanto llega los New 52 en 2013 volvemos a las andadas.
En el lado bueno por lo menos estaba su mujer. Solo que su mujer que en realidad era un agente enemigo que se casó con él para lograr la fórmula del Man-Bat y luego matarle. Se ve que pasados los noventa en DC las mujeres servían como cadáveres o como traidoras. Nah, es broma. Antes también.
Después de esto, en 2015, estuvo unos números como profesor en la Gotham Academy, pero ya sabéis cómo es la educación. Se quedó sin contrato pronto, entre reboot y reboot. Una pena porque así sus alumnos no llegaron a hacer el It’s Man-Batin’ Time!
Para el siguiente, el DC Rebith, ya en 2018, está como parte de la Justice League Dark, aunque sea en una versión… particular.
Y su mujer parece que le ha dejado en Young Monsters in Love. Porque ya no es parte de una conspiración contra él. Pero, vamos, también ha cambiado otra vez su pelo y aspecto. Llega un momento en el que no está claro si es que nadie se ha molestado en mirar la anterior o si Francine ha ido pasando de pelirroja, morena, rubia y castaña. Si aparece calva en algún momento no me extrañará nada.
Al final de la serie de la JLD en 2021 llega el momento para probar a dar su siguiente mini, de 5 números también.
Y sí, esto se publica casi a la vez que movían el evento Infinite Frontier. En cualquier caso, ahora vemos a Francine -castaña, gafas, coleta- que decide dejarle. Eso lleva a exactamente lo esperable, y de ahí a un encuentro contra el Escuadrón Suicida, ah, y a descubrir que tiene una hermana sorda. Cosas que pasan. Al final de todo esto nos encontramos con que en realidad lo que nos están contando es cómo llegó a la Liga.
Lo que explica que en Infinite Frontier le mataran, le resucitaran como zombie para ser parte de la Task Force Z, al final de aquello, en 2022 parece que ese es su estado…
Excepto que en 2024 aparece en Batman & Robin ejerciendo no solo de villano sino, además, de uno que tiene la mente del doctor Langstorm en el cuerpo de Man-Bat. No solo eso, resulta que no es un zombie. Pero tampoco te explican cómo por qué. De la mujer o de casi cualquier otra cosa poco o nada se lo dice. Total, tengo el convencimiento de que para la próxima vez tampoco importará demasiado. Al final entre pitos y flautas lleva 4 cabeceras, varios especiales distintos, algunos recopilatorios como Batman Arkham: Man-Bat (2017) y Batman: Tales of the Man-Bat (2018)… Así que lo volveremos a ver.
Ah, y por si os lo estáis preguntando. No. She-Bat no ha tenido jamás cómic propio. Ya os decía yo al principio, hay algunos personajes a los que se les da todas las oportundades… Y otros que… no.
06) Manhunter (1988–1990) (1994–1995) (2004–2009) / The Power Company: Manhunter (2002) / Manhunter OVERsize Special (2017)
Uno pensaría que después de tres mil palabras y tratar de explicar los follones editoriales de las colecciones -y no solo- de Madame Xanadu, Magog o Man-Bat tendría un poco de tranquilidad. Pero no, la letra M no da tregua. Así que vamos con el siguiente follón: Manhunter.
En estas cosas lo bueno es que se puede ir en orden cronológico, así que vamos a 1942, al número 73 de Adventure Cómics que celebra…
La llega de Manhunter. Bueno, en realidad solo dice Manhunter!, pero es claramente una exclamación celebratoria.
Lo que tiene mucho mérito porque en el 58 ya habían presentado a un Manhunter.
Este Paul Kirk de Ed Moore es un investigador al que en ningún momento llaman Manhunter pero eso no evita que del 58 al 72 ese sea el nombre de la sección. Más aún, no impide que cuando en el 73 se presenta ese nuevo Manhunter, distinto y diferente, llamado Rick Nelson en este número y, a partir del 74, Paul Kirk también. Aunque sean personajes distintos. Este segundo es una creación de Joe Simon y Jack Kirby.
que se mantendría en la cabecera hasta el número 92 de 1944.
No volveríamos a saber de él hasta que le dejaran a Kirby las llaves del Cuarto Mundo y recuperaran como complemento a New Gods de 1971 al ’72 la reedición de las aventuras de Manhunter en Action Cómics.
Lo que probablemente ayudó a que en 1973 se anunciara en Detective Comics 437
The ALL NEW Manhunter! Ya os decía yo que el ‘!’ es de celebración.
Lo importante es que Archie Goodwin y Walt Simonson sacan a un nuevo personaje: ¡Paul Kirk! Bueno, vale, se llama igual que Paul Kirk y que Paul Kirk, pero no es ninguno de los otros Paul Kirk… ¡Yo qué sé! ¡Yo no pedí tener que explicar la idea de continuidad de DC!
En fin, el caso es que este Mahunter -que parece que es el Paul Kirk de Tierra Uno o Tierra Dos o yo qué sé- apareció durante un año como complemento en Detective Comics, del 437 al 443 en 1974.
Pues efectivamente, tal y como podéis imaginaros en DC decidieron…
usar el número 5 de la colección 1st Issue Special de 1975 para presentar a OTRO Mahunter. Creado como guionista y dibujante por Jack Kirby. En el lado bueno por lo menos este no se llamaba Paul Kirk sino Mark Shaw. Y no es lo único que presentaba, porque ya puestos nos habla también de la antigua sociedad secreta de los Manhunters. A la que no pertenecían Paul Kirk, Paul Kirk o Paul Kirk.
Lo que, por supuesto, no sirvió para que le dieran una serie propia. Aunque sí para que apareciera de nuevo Manhunter. Paul Kirk, quiero decir. Esta vez como villano y organizador de la Secret Society of Super-Villains, colección que arrancó en 1976 y de la que no os preocupéis porque duró hasta el 15 pero para el 5 ya lo habían matado porque, total, en realidad era un clon. Sí, un clon. Se descubre que es un clon. Algo perfectamente normal. Total, ¿qué más iba a importar un Paul Kirk más o menos?
Además, así podían sacar a Manhunter –Mark Shaw o su clon o qué más dará- en la JLA en 1977, en donde estaría de fondo de una trama casi un año, pongamos del 140 al 150 de la colección. Lo que nos lleva ya hasta 1978.
Así que volvemos a ver a Manhunter en 1982… pero es Paul Kirk -el tercero- y estamos en el All-Star Squadron. De hecho haría algunas apariciones por él aquí y allá porque… luego os cuento por qué.
Algo que favorecería que en 1984 se recopilaran sus aventuras en Detective Comics en un recopilatorio: Manhunter Special
El asunto es que pasaría a aparecer regularmente en el Young All-Stars. Del número 1 de 1987 al 31 de 1989.
Lo que no está mal porque Mark Shaw también apareció en tres capítulos de Suicide Squad en 1987, luego en otro par en el ’89 y media docena durante 1991.
Así que no es extraño que apareciera por fin la serie regular, en 1988. ¿Que quién la protagonizaba? Buena pregunta. Porque a estas alturas incluso en DC empezaban a tener una notable empanada mental. Pero para arreglarlo en parte decidieron dedicarle un Secret Origins a Manhunter. ¿Que a cuál? A cuál va a ser… ¡A los tres!
Como veis ahí están Mark Shaw, Paul Kirk y Donald Richards. ¿Cómo que quién es Donald Richars? ¡Es Manhunter!
Ah, sí, perdón, que os dije que luego tenía que explicaros una cosa. Esa cosa es que cuando DC compró el Quality Universe (el de Plastic Man, por ejemplo) a finales de los ’50 se encontró con que entre lo que estaba comprando -que no fue todo porque algunos acabaron en dominio público y otros se los quedaron sus autores- había un Manhunter. ¿Lo utilizaron? No, para qué. No iban a liar a sus lectores… En fin.
Total, que alguien (Roy Thomas, claro) pensó que sería divertido traerlo de vuelta para aparecer en All-Star Squadron y en Young All-Stars. A él y a su fiel compañero, el perro Thor. Seguro que Thor no tendría problemas de copyright.
Y si estáis pensando en por qué pone Millenium ahí… es porque alguien pensó que era buena idea montar todo el evento sobre los Manhunters. De ahí que en ese Secrets Origins se descubriera que Thor era un Manhunter. No, a ver, resulta que hay Manhunters que son de la raza de los Manhunters y se hacían pasar por gente que existía de verdad. Como para preparar una invasión… una invasión… ¿cómo definir el tipo de invasión? Ah, sí. Una Invasión Discreta. Eso. Total, que el perro de 50 años al que parece que nadie le había hecho una radiografía ni una colonoscopia ni nada resultó ser un agente de los Manhuters.
Así que después de todo ese follón, como decíamos, llegó la primera serie de los Manhunters. Que es la portada del principio, hace mil palabras.
Esta.
Ha costado, ¿eh? Y si os estáis preguntando cuál es, esta serie la protagoniza Shaw. Que también tiene que explicar el follón. Y alguna cosa más que me he callado por no hacer más lío pero que os pongo aquí por las risas.
Tú crees que hay personajes con una psique complicada y entonces te encuentras a Mark Shaw. Claro que lo primero que sucede en la serie es que una mujer contrata a un asesino, Dumas, para lograr la máscara de Manhunter. Para el cuarto número descubrimos que la mujer y el asesino son la misma persona. Si esto os parece hilarante esperad un par de series más. Da igual porque para el 18 nos hacen un flashback a una persona que aprovecha la muerte de Dumas para convertirse en el nuevo Dumas. Si os parece un follón haceos una idea de que para el 22 intentaron explicarlo otra vez. Salió igual de bien. Pero después de toda esta lucha, discusión, religiones más o menos raras y hostias como panes la serie decidió cerrar en el número 24. Con enorme originalidad, por supuesto.
En todo esta juerga de 1988 a 1990 Mark Shaw había ido apareciendo aquí y allá, aunque no regresaría hasta Eclipso en 1993. Y muere luchando contra el villano. Lo que favorece
la aparición de un nuevo Mahunter. Sí, otro más, que era poco. Bueno, espera… que este es el número 1 pero creo que la cosa queda más clara si ponemos la portada del número 0.
1994, indudablemente. Steve Grant guionizando, Vincent Giarrano dibujando. Esta vez se trata de Chase Lawler, un músico. Sí, en serio. De verdad. Esperad, os lo enseño:
Su ex-novia firma con unos ejecutivos que dejaron a su hermano -de él- arruinado, así que decide que va a salvarla. La forma obvia es buscar a un hechicero. Que le ata junto con un ser primordial o algo así. Pero ahora debe de convertirse en Huntsman, un cazador eterno. La serie es incluso más… noventera. Incluyendo un nuevo Psicopirata que…
pero mejor dejar toda la serie para hacer posteos en otro momento. 12 números duró, y en el último aparece Shaw, que está vestido también de Dumas porque por lo visto la locura se ha apoderado de él y tiene varias personalidades peleando o algo. Hasta el punto de que mata a Lawler, pero vuelve en sí y logra que reviva. Aunque los poderes del Huntsman se los queda Shaw, así que Lawler puede volver a una vida norma. ¡JA! El asunto es que en 1995 había terminado y parecía que habría algo de tranquilidad un rato.
Por supuesto nadie explica cómo, si había muerto hacía dos años contra Eclipso, estaba por ahí dando vueltas y habiendo juntado su personalidad con la de Dumas.
De todas formas como aquí no se tira nada en 2002 tuvimos más Manhunter.
Quizá penséis que es un nuevo Kirk Paul. Ni mucho menos. Es un clon. Otro. Y se llama Paul DeKirk. Porque la vergüenza no hace noche en DC. Una vez presentado en este especial pasa a ser parte de The Power Company, una serie de Kurt Busiek y Tom Grummett (aunque el especial lo dibujara Jurgens) en la que presentan a un grupo de superhéroes con estructura de empresa. Un año duró, hasta 2003.
Y entonces llegamos a 2004, el último en el que el personaje tuvo serie propia. ¿Y a quién se la dieron?
¡¡¡A OTRA PERSONA MÁS!!! ¡OTRA DISTINTA! JAJAJAJA. ¡JAJAJAJA!
Perdón.
Kate Spencer, una abogada que resulta ser hija de un supervillano -que asesinó a su madre antes de ser un supervillano- y nieta de dos superhéroes. Yo qué sé, los nepobabies son así. Lo peor es que cuando empieza a ejercer como Manhunter aparece otra vez Dumas a asesinarlos. A asesinarlos a todos. Un sentimiento que puedo comprender, la verdad.
Durante la serie el asesino acaba con Dan Richards, Chase Lawler y Kirk DePaul. Al fin y al cabo se suponía que Paul Kirk estaba muerto. Pero bueno, sigamos. Tras esto empieza a ¿acosar? a Kate Spencer y a Mark Shaw. Os sorprenderá saber que Mark Shaw, que la última vez que le vimos estaba como las maracas de Machín y su personalidad múltiple incluía a Dumas… ¡Ha sido todo este tiempo Dumas! Incluso cuando se perseguía a él mismo. De hecho Marc Andreyko aprovecha para rebootear todo lo que le da la gana, tenga sentido o no. Empezando porque Dumas no existió nunca. Lo que significa que o el primer volumen se lo inventó entero Shaw o en un momento determinado Olivia Vancroft / Shaw contrató a Dumas / Shaw para que matara a Manhunter / Shaw.
Y luego diréis que los tebeos de antes no eran buenos.
Por supuesto no todo llega a ese momento. La explicación de cuando Eclipso es que Shaw no le hizo caso a la petición de Sarge Steel, así que Sarge Steel decidió contratar a alguien que se hiciera pasar por él para que se uniera al ataque a Eclipso en el que acabaría muriendo. ¿Por qué hizo esto Sarge Steel? Ni idea, pero no descarto que fuera Dumas. O algo.
Por supuesto para cuando se enteran de qué es lo que pasó nadie considera que Shaw deba de ser encerrado. Porque un técnico que acaba compartiendo con él piso -no descarto que fueran ‘buenos amigos’- ayuda a Spencer a desprogramarle. Y sin la programación para qué vamos a hacer nada con él. Si, total, a ver cómo le explicaban a la jueza quiénes eran los muertos. En cualquier caso como esta gente no tiene fondo deciden ofrecerle a Shaw el manto de Azrael. Sí, la Orden de San Dumas se le aproxima. Les dice que naranjas, pero debo decir que poco les pasa.
La serie acabaría en el número 38, con una mirada a Some Years Later en la que el hijo de Kate y su novio hacen de superhéroes. Y que termina, claro, con él como Manhunter.
Kate llevaba desde 2007 apareciendo en Birds of Prey, en donde estaría hasta 2009, en 2011 reaparecería un par de veces, en el siguiente volumen de Birds of Prey, en la JSA o -con alguno de sus secundarios- en Batman: Streets of Gotham.
Por supuesto esto no puede quedar aquí porque solo llevamos dos mil palabras para explicar una única puñetera colección. El caso es que durante los New 52 aparece un nuevo Mark Shaw, que es también parte de Manhunter, que pasa por Checkmate, Suicide Squad y luego, claro, Leviathan. En donde se convirtió en el propio Leviathan. Supongo que la otra opción es que diga: Oh, no, no, el Señor Leviathan era mi padre. Tú llámame Leviathan a secas.
Por lo demás, en 2017 DC decidió sacar Manhunter OVERsize Special
en el que nos encontramos con un Manhunter con aspecto de ser Shaw pero que en realidad resulta ser Paul Kirk. ¿Qué Paul Kirk? ¿Y es él o es un clon? ¿Y va a tener continuidad en el universo que creo que toca entre Dark Knights y Dark Crisis? Sinceramente… Ni lo sé ni me importa. Estoy más cerca de la dimisión o de la jubilación que de entender a un editor de DC.
La continuidad es tan abierta que pese a Rebirths y demás follones Shaw se mantiene como Leviathan. Por lo menos hasta 2022 lo era. Cuando apareció en el tercer número de Checkmate, en el sexto número. Para que le maten. Aunque debía ser un cadáver muy activo porque la última vez que le vimos estaba vivo de nuevo, siendo Manhunter de nuevo, y acabando cadáver de nuevo, en Danger Street. Qué puedo decir, Tom King sin duda sabe cómo mover cadáveres.
Sea como sea podemos imaginar que en un par de años habrá un nuevo Manhunter.
Y que será OTRA PERSONA DIFERENTE. Aunque aún no sé si en el peor o en el mejor de los casos.
07) Man of Steel: The Prequel (2013)
Uno de los raros casos en los que ¿Pero qué es esa cosa? no sabes si se refiere al bicho de la portada, al cómic en sí o a todo lo que tiene alrededor. En realidad podría ser peor. Cuando prepararon la peli de la JLA alguien pensó que Mercedes-Benz Presents: Justice League era algo razonable. Así que el que siempre hay posibilidades nuevas de aunque algo acabe siendo vergonzoso. Como este cómic. Que sirve para discutir si es peor o mejor que la película que le siguió.
08) Manifest Eternity (2006–2007)
Hay veces en la que el guión o el color te indican la época, en esta ocasión es el color. Bueno, el resto también, que Lobdell se mete en cuarto y mitad de saga galáctica con pinta de querer venderlo como película y dibujado con el menor número de fondos posibles. Todo propósitos nobles.
09) Mann and Superman (2000)
A veces el indie USA tiene esta pinta. La de una historia sobre un perdedor que, por casualidad, acaba intercambiando cuerpos con Superman. Uno podría pensar que una versión de es viejísima historia que abarca de Vice Versa -el libro original británico de finales del S XIX, pero también todas sus adaptaciones y versiones- a Freaky Friday y de ahí en adelante hasta 17 Again o Le sens de la famille o la adaptación de turno. Por supuesto en un primer momento el perdedor se lo pasa en grande mientras Superman no consigue nada, hasta que el giro esperable pasa y el tipo se encuentra agobiado en la vida de Supes mientras que Supes empieza a enderezar la vida del tipo común a base de esfuerzo y positividad. Que uno pensaría que una Indie no debería de ser así. Pero es que un cómic indie tampoco debería de ser editado por DC. Así que al final la lección es la de siempre: Da igual lo que pongas como sea el exterior, lo importante es que si cambias el interior solo le vas a vender a los incautos. Es una lástima que sea un mercado amplio y siempre en expansión.
10) Mars on Earth (1992)
Cuando DC se empeñaba en parecer Indie lo hacía usando empresas como Piranha Press, en la que podía hacer obras de costumbrismo como la de este jugador de bolos con una no muy destacable vida… el asunto es que esto no es un cómic. Es un libro con ilustraciones. No me atrevo ni a llamarlo ‘ilustrado’. ¿Y qué hace Piranha / DC publicando esto? Pues ya os lo he dicho: Tratar de parecer indie. Porque ya me dirás a quién le va a parecer buena idea publicar libros.
Por lo menos este Manhunter es Martian. Y también es verdad que viniendo de donde venimos esto es bastante más sencillo de explicar. Espero.
Su primera aparición tuvo lugar en el Detective Comics 225 de 1955. Lo que significa que este año cumple los 70.
Ese Manhunter from Mars! -la ‘!’ que no falte- se revela desde casi el principio con un aspecto bastant similar al que tiene aún hoy.
y, como no podía ser de otra madera, J’onn J’onzz -pues ese es su nombre- decidió infiltrarse entre los humanos buscando un grupo en el que su falta de humanidad no se notara. Así que se hizo policía. Con el nombre de John Jones porque para qué disimular. Pronto tenía asignada una compañera y una mascota. El pequeño Zook. ¿No os hemos hablado de Zook? Ya le haremos algún posteo en el futuro. Durante esta época -bueno, en 1960- se crea la JLA de la que se convierte en miembro fundador, mientras sigue apareciendo en los complementos de lo de Batman. El asunto es que para 1964 alguien decidió que había que darle una sacudida a la serie, en el 326 de Detective Comics se enfrenta a la Idol Head of Diabolu y acaba pareciendo que John Jones ha muerto. Así que decide dejarlo así y no decírselo ni a la novia ni na’. Y se va con Zook a combatir a la cabeza blabla, se va a House of Mystery en donde permanecerá del número 143 al 158. Para el 160 regresaría con una nueva identidad secreta y todo lo que esperaríamos del Marciano Cazahombres
O es que se alegra de vernos.
En cualquier caso, fue reclutado para detener a la organización malvada Vulture. En teoría tenía que comenzar investigando al playboy Marco Xavier…
pero tras un accidente en el que resulta no ser culpa del marciano se le ocurre que lo más fácil es hacerse pasar por él mientras investiga al resto de sospechosos, como Menéndez o Apollo Magnus. Sí, yo también me pregunto en qué país mediterráneo puede estar.
La nueva aventura le llevaría hasta el número 173 en 1968, el último antes de un cambio en la colección que llevaría a House of Mystery a dedicarse de nuevo al terror. Así que seguiría solo en la JLA… hasta que en una aventura al año siguiente -en el número 71- anuncia que se va a ir con otros marcianos a colonizar un nuevo planeta que se llamara Nuevo Marte o Marte II, según el día. Como era 1969 no se les ocurrió llamarlo Too Marte Too Furious.
A partir de ahí solo haría algún cameo puntual, al menos hasta que volvió a haber jarana en Marte y decidió regresar a la tierra -en el número 177 de 1980, algo más de una década después-. Y, por supuesto, convertirse en el punto en común que conectara a la Liga clásica con la nueva que surge en 1984, la Liga de Detroit.
Y entonces nos encontramos con las Crisis, claro. Que cambiaron el pasado del personaje en lo que les dio la gana, pero también fueron la excusa necesaria para probar a darle su primer título propio en 1988. Una mini de cuatro números -la que tenéis arriba- con J. M. DeMatteis a los guiones y Mark Badger dibujando-. Un cómic en el que, de nuevo, el Marciano volvía por sus fueros.
Porque lo primero que hace es localizar a Batman, claro.
La mini sirve para cambiar el pasado de J’onn, darle una hija -muerta- y crear toda una nueva civilización marciana distinta a la que ya conocíamos.
Después de esto J’onn continuó en la JLI -en la que llevaba también desde su fundación en 1987-
Aunque en cuanto hubo cambio de guionistas Dan Jurgens le puso a hacer blackface. Ni tan siquiera voy a intentar explicar aquello. Lo importante es que con esto llegamos a su siguiente especial que…
¿American Secrets? No tengo intención de hablar de American Secrets. Ya lo hará Panini cuando lo publiquen, que es el tipo de guionista que les gusta.
Como decía, con esto por medio llegamos a su primer especial en 1996:
44 páginas de algo que parece una aventura con un tipo intentando no ser matado por sus ideas… o tratando de propagarlas… seguido por 10 páginas de ilustraciones casi al azar. Con deciros que solo en una aparece Martian Manhunter en su versión habitual. Pero podemos suponer que esto era algún tipo de prueba a ver qué interés había porque dos años después llegó su siguiente serie:
Serie abierta esta vez, con guiones de Ostrander. En ella presenta a su hermano, un mutante y némesis llamado Maderfaka. Perdón, quería decir… Ma’alefa’ak. Que en este mundo tomaría el nombre de… ahm… Malefic. Que cosa. La lucha contra su hermano servirá no solo para los 10 primeros números, también para que Ostrander presente imágenes… particulares.
Que lo siguiente sean un par de números ‘de relleno’ incluyendo uno sobre Fire haciendo un alegato para que la tomen tan en cuenta como a él tiene también su gracia. Más cuando lo siguiente que hace es meterse en una historia espacial con su primo de Saturno. Lo siguiente será lidiar con DEO -y otro de sus alias: Bronze Wraith, con el que aparecería por las series de Cameron Chase-, mezclarse con la JSA, asistir en las distintas historias de Revelations a su primer encuentro con Superman o Batman entre otros, atar -o algo- algunos cabos de The Spectre -empiezo a sospechar que la S será la letra que compita en mi odio con la M-, hacer un homenaje a la JLI, enfrentarse a unos Renegados de Marte, sacar la forma cabezapepinillo ‘original’, separarle en dos entidades, hacer un repaso -otro- a su vida en Marte, Apokolips, y sus demonios interiores enfrentándole al Doctor Trap y blablabla. En total 36 números más algunos especiales que ponen el conteo sobre los 40 episodios en lo que podría ser la etapa en la que se irían mirando el resto de ellas. Y que llegaría hasta 2001.
Para 2003 decidieron montar otro numerito en la JLA de Joe Kelly, esta vez ‘despertando’ a Fernus, una especie de marciano primordial de fuego que sería el enemigo de la Liga durante media docena de episodios.
Lo que nos lleva a la Crisis Infinita de 2005, primero parece que está muerto, luego reaparece, coordina telepáticamente a los buenos contra los malos. Lo típico. Y mientras lucha contra Checkmate logra que le den su siguiente serie en 2006.
A partir de uno de esos ‘vistazos previos’ se expande esta historia en la que J’onn pasa a usar un traje que le tapa por completo. Y también a usar su cabeza de Pepinillo Furioso.
Y usa su furia para investigar sobre experimentos científicos a marcianos en la tierra. Porque en esto El último Marciano se encuentra en las mismas que El último hijo de Krpyton. Serán el último, pero tienen a mogollón de antes. De ahí que acabe metido en un lío con marcianos verdes y marcianos blancos que para el número 8 no parece muy resuelto. Pero es el último que se publicó, en 2007 quedó cancelada la colección.
Se supone que en alguna parte de todo este follón encajaría M’gann M’orzz, pero no sé si realmente debemos suponer que es el marciano blanco de esta historia, si es otro marciano blanco o qué. Por suerte como esto es wikicontinuidad tampoco importa mucho porque ya la cambiarán luego.
Después seguiría metiéndose en cosas, generalmente como infiltrado, como Salvation Run. Donde se supone que le dejan morir. Y luego reaparece en 2008 en Final Crisis para ser matado otra vez. Todo el mundo necesita un hobby.
Por lo menos esta vez dura un rato muerto porque para 2009 reaparece en Blackest Night como muerto para ser revivido y así ponerlo en marcha con Brightest Day. Bien es cierto que The Entity que se encargó de decidir a quién revivían y a quién no tiene cierta pinta de Editor de DC. Y le tuvo entretenido hasta 2011.
La llegada de los New 52 significó que a J’onn le tocaba nueva historia. Eso sí la esposa y la hijas muertas permanecen. ¡Nunca hay suficientes mujeres muertas en la vida de un superhéroe!
Ah, y esta vez aparece en Stormwatch. Los New 52 fueron así. Duró un año y pasó a la JLA, luego a la JLUnited,
Casi parecía que le iba a tocar librarse de cómic propio durante los New 52, pero casi al final, cuando ya no podían el logo ni nada, consiguió una maxi de 12 números que duró de 2015 a 2016.
En la que en el estilo habitual grim’n’gritty de esta reinvención resulta que es la avanzadilla de un plan de los marcianos para conquistar la Tierra. Superoriginal. Ah, eso sí, su hermano ahora es un marciano rojo. Yo qué sé, cualquier día tenemos un Marcianos de Colores como ya hemos tenido el Anillos de Colores y todos los demás de De Colores.
La mini sirve para presentarle separado en entidades que se van reuniendo. Y para hacer comentarios sobre eso de que de vez en cuando sus alter-egos sean femeninos. Y encuentre ‘hot‘ a Aquaman. Indudablemente sus gustos son… marcianos.
Ah, y por supuesto que tiene una nueva ‘true form’ Marciana. Los marcianos no hacían más que tener formas únicas y verdaderas, como si fueran ediciones definitivas de La Broma Asesina. La de este turno es esta:
¿Cómo acaba todo esto convertido en una batalla de mechas? ¿O sacando un cameo de Chtulhu? Lo cierto es que no tengo ni idea. Pero como el final es casi peor que ‘fue un sueño’ como es ‘en realidad todos eran fragmentos distintos de tu mente que se sentía culpable y blablabla’ pues os podéis imaginar.
Aunque en realidad da un poco lo mismo porque para 2016 llegó el DC Rebirth y con ella otra realidad más-o-menos-cercana más. Lo de los Dark Nights y todas esas cosas. Luego otra JLA en la que quiere saber por qué su raza fue aniquilada. Lo que lleva a un follón en Thanagar que no voy ni a intentar explicar pero que incluye una raza nueva de humanos y marcianos y un ser relacionado con el multiverso. La guinda es que el ‘hyperitiempo‘ permitió a Lionel Luthor raptarle y usarle parar experimentos. Buscando recrear esa raza que mezclaba humanos y marcianos. ¿Qué clase de ‘experimentos’ dices que hacía Lionel? Me niego a responder a esas turbias insinuaciones. Por supuesto lo que decide es ir a hablar con Lex, supongo que como hermanos de calva. En lugar de eso es para hablar de material genético. De verdad, DC, no hay forma de contar esto que no quede mal. La cosa acaba incluyendo multiversos dentro del multiverso y más luchas y cosas…
…y en medio de todo eso a J’onn le tocaría (después de un inevitable cruce con Marvin the Martian en 2017) una serie nueva en 2019. Otra maxi de 12 que le llevaría hasta 2020.
Os sorprenderá, pero la decisión aquí no es que esta vez no maten a su mujer o hija sino revelar que en Marte J’onn J’onzz era un poli corrupto de la peor clase. Y que la compañera policía humana de Johnes -que pasa a ser queer por si acaso- descubriera que es un marciano tras un choque. Que la maxi lograra completar 12 números supongo que hay que agradecérselo a Riley Rossmo.
O a la gente que quisiera ver si salía sus ‘experimentos’ con Lionel. En fin, durante esta etapa además de marianos amarillos (id apuntando, que ya tenemos casi todos los colores para ese evento veraniego de DC) tenemos, efectivamente, experimentos. Aunque no son de Lionel, pero no están tan lejos. Digamos que son todo lo gore que les permiten y que buscan esa hibridación. Centrándose en una adolescente humana a la que ‘marcianizan’. Y no es ni un eufemismo. Ashley Addams irá convirtiéndose en Ad’zzli Ad’amzz. Luego dará igual porque fuera de esa serie no aparecerá de nuevo, claro.
Todo esto, mientras, como decíamos, en la JLA seguían con la historia de los Apex Predators con Lex Luthor diciendo cosas como
porque sin su esencia no puede evolucionar. No sé en qué estado mental estaba la gente de DC en 2019 pero claramente podía ir a mejor. Que todo esto acabara en 2020 en Dark Nights: Death Metal parecía casi inevitable. Que aprovechen toda esta historia para liarle con Hawkgirl es… bueno… una elección. Por supuesto esto termina como siempre, con otro ‘reboot’.
En 2022 a partir del Action Comics 1037 y por seis números nos encontramos con una historia de Shawn Aldridge con dibujos de Adriana Melo en la que le presenta viviendo en Metrópolis, con un gato –Double Stuff en honor a las Ore… quiero decir… las Chocos- y el claro ejemplo de que alguien se leyó todo lo que pudo del personaje y decidió sacarlo. Así vamos enoncontramos con una nueva Human Flame, también con una niña que dice llamarse Zook, se encuentra con Mister V de Vulture y con el Doctor Trap. En fin, lo típico.
Por supuesto a la vez sigue apareciendo aquí y allá, pero lo más reciente es, precisamente, de este mismo 2025: Absolute Martian Manhunter.
Que sin duda recordaréis porque nos trajo de vuelta a
El 6 del revés con la ceja gorda.
Una obra imaginativa de Deniz Camp y Javier Rodríguez que de momento no han matado a ninguna esposa o hija del Marciano Cazahombres. Y sí que ha experimentado mucho con el dibujo y los colores. Y es que dos mil trescientas y pico palabras más tarde parece claro que por mucho que le maten y revivan, que se vayan inventando cosas nuevas con las que putearle en todos los aspectos posibles, aún tenemos marciano para rato. Al menos mientras no decidan darle una película propia.
12) Masks: Too Hot for TV (2004)
La idea parecía sencilla. Un ‘recopilatorio’ al estilo de los ‘realities’ tipo «COPS» un programa llamado «Masks» protagonizado por superhéroes a los que siguieran las cámaras y dividido en historias de 8 páginas a repartir entre cinco equipos: Brubaker y Mahnke, Winick y Portacio, Oswalt y Conner, Andreyko y Corben, y Thompson y Akins. Más la portada de Glenn Fabry. El resultado fue, por supuesto, un ejercicio en el que cada equipo tiró para su lado y acabó siendo el batiburillo esperable. Más aún, un batiburrillo que no nos pudo hacer olvidar que en DC ya habían publicado un MASK, la adaptación de la serie de televisión. En dos tantas entre 1985—1986 y luego en 1987. Distintos momentos, diferentes cómics.
13) Matador (2005–2006)
Pues sí, hubo una mini de 6 números llamada Matador obra de Devin Grayson y Brian Stelfreeze en la que no aparecían toros. Solo un policía persiguiendo a un asesino en serie. Lo que pasa es que el policía es una mujer cubana que no ha hecho muchos enemigos en Miami. ¿Poner a una hispana a perseguir a un asesino llamado Matador es racista o un intento de evitar la apropiación cultural? Tampoco es que sea lo más problemático que hay dentro. Luego ya lo de siempre, asesinatos, corrupción policial, muchos muertos. Un lunes más.
14) Men of War (1977–1980)(2011–2012)
El auge de los cómics bélicos en los setenta, quizá una manera de intentar recuperar a todos esos alejados de la idea del ejército por culpa de Vietnam, quizá una idea de intentar reconducirles desde el horror a la aceptación, no dejó de producir títulos que no solían durar demasiado. En este caso concreto 26 números. Con Gravedigger apareciendo en alguna historia en cada número -el soldado afroamericano Ulysses Hazard. Y no, no voy a trazar su historia hoy, no ha tenido nunca serie propia, esta es lo más cerca… de momento- y El As EnemigoHans von Hammer apareciendo en cerca de una docena de los números. La cosa duró lo que duró y uno pensaría que en DC se iban a olvidar de ella.
Solo que en DC nunca olvidan nada. Así que aprovechando los New 52 en 2011…
Una serie sutil como esas placas en las que pone ROCK. Bien a la vista, por encima de la sangre, DOS VECES. Una serie en la que si pueden no dibujar un fondo no lo hacen, y en la que en cuanto te descuidas meten superhéroes. O les enfrentan a Circe, o te ponen al (nuevo52) Gravedigger como malo maloso… Una decisión que os hace a la idea de lo genial que es la serie. Que no duda en intentar cortar en el número 6 a ver si así cuela, dando un número suelto en el 7 con un personaje nuevo y otro en el 8 con Frankenstein y G.I.Robot, porque a la cancelación no se va con vergüenzas. Lo raro es que algo tan GENIAL! solo durara 8 números.
Pero bueno, visto lo visto cualquier día intentan traerla de nuevo. Es DC.
15) Metal Men (1963–1978)(1993–1994)(2007–2008)(2019–2021) / Tangent Comics: Metal Men (1997) / DC Comics Presents: Metal Men (2011)
Si creíais que el resto de la letra M nos iba a dar una respiro ya os voy avisando de que no, aún tenemos esta y una más para acordarnos todos de que si alguna vez creamos un personaje o una serie sea con otra puñetera letra. En fin, vamos al lío.
Los Metal Men aparecieron por primera vez creados por Robert Kanigher, Ross Andru y Mike Esposito para un número de Showcase (el 37) en 1962.
En ella conocemos al Dr. Will Magnus. Un brillante científico que creó unos robots para… para…
Para.
Lo cierto es que tampoco hizo muchos roboces, con media docena había suficiente:
Aparentemente decidió que necesitaba cuatro superhéroes, un secundario cómico y una mujer. En fin, inventores.
De todas formas los usaban para crear bolas y golpear gente, una decisión peculiar sin duda. Pero que de alguna manera acaban muertos. ¿Cómo muere un robot que se puede metamorfosear? Mira, a saber, pero así metían la cuña:
Y debió de ir suficientemente bien porque salieron en los tres números siguientes y para el año siguiente salió su primera serie, esa que veíamos al principio.
¿Qué? No, claro que no estaba preparado desde el principios. Que cosas tenéis.
La serie sería bimestral, y en ella vamos descubriendo que Magnus creó el Responsómetro, un microordenador que animaba metales. Durante 57 números, de 1963 a 1978, estuvieron viviendo aventuras con cierto tono de humor y enemigos como Chemo, los Plastic Perils, los Missile Men, el Gas Gang, B.O.L.T.S. o el Doctor Sí. (Efectivamente, vamos a ir pasando del español al inglés todo el rato, qué le voy a hacer) Incluso aparecieron varias veces junto a Batman. Una serie peculiar, ya os digo.
Yo no digo que haya temas recurrentes en esta serie PERO en otro The Brave & The Bold en el ’64 se activa un robot antiguo de Magnus, Uranium. ¿Qué hace inmediatamente Uranium? Efectivamente, crearse una novia-robot.
Unos nueve meses despues a Tin se le ocurrió crearse una novia robot… a la que pasa de ponerle nombre. Así que se llama Nameless. Y estará de secundaria con más o menos presencia varios números.
Por si es no fuera suficiente para el ’68 Magnus accede a crear las Metal Women, que son versiones femeninas de los robots existentes para que sirvan de sus novias. Menos de Platinum. Porque es un chico, a ver qué os pensáis que esto es DC.
Lo cierto es que el trío original de Kanigher, Andru y Esposito duró hasta el número 29. Esposito siguió pero como las ventas iban bajando pusieron a Otto Binder en los guiones y Gil Kane dibujando en el 30, dentro de esto estuvo lo de las Metal Women, con Binder aún en los guiones pero Mike Sekowsky dibujando, y para el siguiente número -de nuevo con Kanigher a los guiones y con George Roussos como primer entintador en sustituir a Esposito– empezaron a probar cosas.
Como un tono más oscuro, o tratar de darles identidades secretas. En el 37 el propio Sekowsky tomaría los lápices -demostrando por qué era guionista-, a partir del 38 pondrían NEW en el título y para el 41 se canceló… más o menos. Porque después de esa cancelación en 1969 para 1973 continuaron la numeración pero metiendo reediciones. En 1976 volvieron a la carga a partir del número 45 pero poniendo a Walt Simonson a dibujarlos, primero con Steve Gerber en los guiones, y luego con Gerry Conway o Martin Pasko. El 50 sería reedición de nuevo, y para el 51 Pasko estaría acompañado por Joe Staton. Conway volvería en el 54 y permancería hasta su cierre en 56. Supongo que es una de esas series que llaman ‘de culto’, pero que Kanigher fuera también el editor durante la mayoría de su andadura hace que parezca que algo de interés por mantenerlo abierto también tenía.
Como suele suceder iban apareciendo de cuando en cuando -MUY de cuando en cuando- hasta que en los ’90s, en 1993, decidieron darles un ‘rebooteo’.
La portada es… particular, pero es que intentar escanear aquellas tintas siempre es complicado. Guionizaba Mike Carlin y dibujaba Dan Jurgens.
Los cambios en su historia llegan desde el principio. Los roboces descubren en una habitación secreta que el Doctor no está trabajando en unos reemplazos. Lo que hay en esa habitación son… cuerpos en coma o algo así. Porque ahora sería un accidente de laboratorio el que crearía por casualidad la transferencia de personalidades del hermano del doctor Magnus –Mike-, su prometida, varios trabajadores del laboratorio y un pizzero a los robots. Futurama antes de tiempo.
No solo eso, lo fueron todo el tiempo. Sin que Magnus dijera nada antes. Pero al recordar ahora van a visitar a sus antiguas familias y blabla. Las aproximaciones son… particulares. El Pizzero regresa sin mayor problema. En cuanto a Iron… Bueno. Descubre que su mujer e hijos se han sobrepuesto al accidente en el que creen que falleció. Cuando intenta acercarse a los niños creen que es un monstruo. Por suerte tiene una idea:
Si esto parecía una mala idea cuando lo hicieron en Diff’rent Strokes imaginad aquí.
Al final del cuarto número ‘matan’ a Oro, el doctor Magnus se convierte en Veridium y se convierte no solo en el jefe de los Metal Men sino, claro, en el novio de Platino.
Inesperadamente no encargaron una serie regular ni casi nada. Bueno, en el follón de Amalgam en 1996 / 1997 salió Magneto and the Magnetic Men y Magnetic Men featuring Magneto, pero poco más.
Así que cuando llegó el ¿evento? de Tangent Comics, en el que Dan Jurgens repartía a distintos creadores cómics para crear obras nuevas a partir de los nombres propios de las series, pareció más claro que habría representación por Jurgens.
Ron Marz, Mike McKone y Mark McKena en los Metal Men. La fuerza de la M.
En fin esta revisión -los créditos dicen Tangent based on concepts by Dan Jurgens– nos presentan a unos Metal Men que eran soldados, junto con un miembro femenino de La Resistencia, en un mundo en el que aún dura la Guerra Fría y en el que se nos cuenta una misión de su pasado. El único robot que aparece es Tornado Rojo, os podéis imaginar el asunto.
Tras esto irían aparecido de nuevo aquí y allá, en Infinity Cris, Superman/ Batman o la JLA. Pero sería en 2007, tras su aparición en 52, en donde se decía que esa miniserie era una alucinación de Magnus y que no pasó nada de eso, ni son consciencias humanas, ni el Doc es Veridio, ni ha muerto oro. Eso sí, presentan a un nuevo roboz femenino: Copper.
La maxi de 8 números, obra de Duncan Rouleau, aunque dejan claro que basado en ideas de Grant Morrison, sirve para que se enfrenten a cosas como un gruopo de robots que incluyen a L-Ron o… sigh… un Manhunter. Se supone que es un prototipo antiguo y, por tanto, lleva un parche. ¿Por qué lleva parche un robot? Yo qué sé, para cruzar a la otra acera o algo así. También te cuentan que el profesor T. O. Morrow fue maestro de Magnus, lo que explica su forma de planificar, supongo. Ah, también reaparece la novia que le dieron en Superman/ Batman a Magnus para que se deje de robopilinguis, se trata de Helen Garren. Además, por supuesto, de presentar al auténtico villano en las sombras. El hermano de Magnus. ¿Mike? ¿Qué Mike? No, no, David. Dos reboots más y tenemos familia numerosa.
En realidad en el primer volúmen habíamos visto al Coronel David Magnus, en el número 33 en el que tenían que fingir su muerte y bla. Pero ahora está metido en maquinaciones aún menos claras. De hecho llega a salir con la novia de su hermano. Y acaba la mini convertido en… Veridio. Yo qué sé, las tradiciones. Y, total, no le volveremos a ver.
Aunque sí a ellos, que lograrían…
Efectivamente: Keith Giffen y J.M. DeMatteis en los guiones, Kevin Maguire dibujando. Es casi como si los conociera de algo. Y si os preguntáis por qué estaDC Comics Presents: Metal Mende 2011 es un 100 pages spectacular. Es que en realidad esto es un recopilatorio de las páginas que tenían como complemento de los cinco primeros números de la Doom Patrol de 2009. Por eso no le pilló todo el follón de los New 52.
El primer número, una aparición en Silver Age: The Brave and the Bold en la que Maguire no estaba muy por la labor de trabajar, así que hay mucho primer plano y poco fondo, pero sirve, por ejemplo, para comprobar una vez más que Iron es Aroamericano. Debe de haber algo recurrente en DC con el tema. El resto, ya los complementos en sí, demuestran que cuando hay tablas uno no se hunde.
El mismo 2009 durante la iniciativa Wednesday Comics salieron unas páginas guionizadas, de entre toda la gente, por Dan Didio con dibujos de José Luis García-López y Kevin Nowlan. Cosas de ser jefe.
En 2011, durante los New 52, aparecerían solo tangencialmente en Swamp Thing. Y casi mejor.
En lo de detrás, en 2016 aparecieron como una de las historias principales en Legends of Tomorrow, una historia de Len Wein con Ildiray Cinar dibujando que tomaba una aproximación… distinta a las anteriores.
Que lo más interesante que tienen es que les toca otro reboot y ahora han sido creado por los militares, pero Magnus se niega a que los usen para matar gente. Así que acaban huyendo de los militares que, por supuesto, tienen preparados unos New Metal Men. Otra vez.
Por último -de momento- para 2019 sacaron una nueva serie. Con unos créditos extraños en los que Dan Didio aparece como Dialogue pero también como Storytellers junto a Shane Davis. Y con Michelle Delecki como dibujante.
El punto de partida es que Magnus tiene una habitación… nah. Una distinta. Esta vez es una habitación con las versiones destruidas anteriores que se dedicaba a reconstruir una y otra vez. Porque los Responsimetros no les daba vida real sino una simulación. Como si eso importara, ya sabemos que fingir que haces lo que no haces y piratear material con copyrights son las dos cosas que caracterizan a las IAs. Además aparece un nuevo material. En Nth Material. Cada nueva revelación sobre Magnus es peor que la anterior, y mira que tiene mérito con este hombre. La cosa es que se acaban yendo y eso lleva a Magnus a crear los…
METAL MAMMALS!
Sí, en serio.
¿No recordáis que Didio estaba por medio? Lo peor es que es posible que crea que está siendo humorístico.
En fin, sí, todo esto va llevando hacia el Dark Metal Universe Nosequé. DC es una cosa. Y en cuanto al final… Mira, os lo voy a poner porque total.
De verdad os digo. Poco nos pasa.
16) Metamorpho (1965–1968)(1993) / Metamorpho: Year One (2007–2008) / Metamorpho: The Element Man (2025–)
Uno (yo) esperaría alguna cosa cortita antes de seguir lo siguiente. Pero está claro que hay veces que no toca. Así que hablemos de Metamorpho.
Creado por Bob Haney y Ramona Fradon a partir de una idea de George Kashdan, Metamorpho apareció originalmente en un sitio poco habitual para este tipo de presentaciones: The Brave and the Bold. En 1965 nada menos.
Rex Mason esa algo así como un aventurero, supongo que más un mercenario porque se supone que trabaja para Simon Stagg, un extraño millonario. En realidad se dedica sobre todo a enrollarse con Shapphire, la hija de Stagg. Da igual que Java, el ayudante personal del tipo -un hombre prehistórico reanimado y dotado de ‘un poco más’ de inteligencia, también la pretenda. Y esto no es nada porque en el transcurso de una misión el javanés le encierra junto a un meteorito que cambia para siempre su cuerpo convirtiéndole en… ¡Metamorpho! Un ser que puede modificar su cuerpo de múltiples maneras y en distintos elementos químicos. También hay un cetro por medio y no le meten más cosas porque no les cabe, incluso aunque usaran también el siguiente número del cómic.
Demostrando el suficiente interés en el personaje como para que probaran a darle serie propia. La portada que está más arriba, vaya. También aparecería en un par de números de la JLA en el primero de los cuales rechazaría unirse a ellos por su aspecto monstruoso -ese día el Marciano Cazahombres no andaba por ahí cerca-, con Hal Jordan intentando arreglar su aspecto y -os sorprenderá- no consiguiéndolo.
«Debía de haber algo amarillo«, la clásica excusita.
Tanto da, pese a que se llegó a considerar incluso un piloto para una serie de animación la cabecera de Metamorpho duraría solo 17 números pero en ellos encontraríamos momentos como en el 10, que comienza con la boda de Shappire y Metamorpho, quien de alguna manera vuelve a tener el aspecto habitual de Rex Mason, y parece que se va a celebrar hasta que irrumpe…
En contra de lo que uno pueda pensar nadie considera que el novio tenga una doble vida, y la explicación de que es una agente secreto que decidió buscar los poderes… bueno, supongo que es una explicación aunque no deja muy claro por qué tiene que buscarle antes de que se case. Por supuesto el dúo duraría algunos números, probablemente para ver si algo así como un triángulo amoroso podía darle algo de vidilla a la colección. No parece que tuviera mucho éxito así que en el 16 casan a Sapphire con otro tipo, sin aviso alguno ni nada. Pasamos del 15 en el que Sapphire discute con Urania por Rex a que en el siguiente se hayan casado ya y Mason esté con un misterioso Mister Shadow haciendo una misión. Por supuesto todo sale mal. El marido de Shapphire es asesinado por un misterioso ser metamórfico, mientras que Mister Shadow -os sorprenderá- resulta ser un villano que ha mentido a Metamorpho para intentar convertirle en su sirviente. El número 16 acaba con él con el Orbe de Ra, un ‘algo’ místico que hace que Metamorpho tenga que servirle. Tanto da porque el número siguiente aparece con el héroe apresado como sospechoso del asesinato del marido de Shapphire. Element Girl salva a Metamorpho, el culpable es encontrado por ambos pero muere no sin que antes se sepa que detrás está The Prosecutor, que a su vez dice que tenía un cliente. Pero el número termina así…
Y ya no hubo siguiente cómic. Así que ni sabemos quién es Mr. Shadow o qué quería de Metamorpho, ni sabemos quién organizó el asesinato del marido de Shapphire, ni qué pinta The Prosecutor en todo esto. Porque cuando volvamos a encontrarnos con Metamorpho en el 101 de The Brave and the Bold la historia que nos contarán será muy otra. Explicando su ausencia desde 1968 hasta 1972 porque Stagg encontró una cura que le obligaba a estar durante años en un tanque. Pero al amenazar alguien a su hija hizo que Mason saliera antes de tiempo para protegerla. Y no hace falta contar más. De hecho de Urania Blackwell, Element Girl, no volveríamos a saber hasta años después cuando tras decidir que Metamorpho no la querrá nunca le pide a Ra que le quite sus poderes, lo que acaba con su muerte. Como es en The Sandman podemos suponer que la enseñanza es que las mujeres no deben tener una vida más allá de adorar al hombre. Pero al menos ella nunca rompió un NDA.
Después de esto Metamorpho pasaría a tener una historia de complemento en Action Cómics del 413 al 418, durante ese 1972. Y en 1975 volvió a tener una oportunidad en el número 3 de 1st Issue Special.
Con el éxito habitual.
Para 1983 sería uno de los fundadores de The Outsiders, en aquel entonces aún Batman & The Outsiders. Un grupo en el que permanecería en la mayoría de sus encarnaciones. Sería en esta serie durante la que tras una muerte y resurrección Shapphire le pediría matrimonio y acabarían casándose… en un Anual, claro. Pero en uno de esos momentos de los cómics la aparente muerte de Metamorpho sirvió para que su padre acabara convenciéndola de que se casara con Java. Y así, cuando de los Outsiders iría en 1989 a la Justice League Europe, nos lo encontramos revivido pero con problemas de memoria… como no recordar que estaba casado. La reunión se produciría en el número 5 de la colección. En el que también descubriría que había tenido un hijo, Joey. Por lo visto la bigamia no les importaba mucho en aquel entonces. (Y en mitad del follón también aparecen los Metal Men, qué os puedo decir… interconexiones) Todo esto, poco a poco, nos ha ido llevando hasta su segundo intento de serie propia en 1993.
En esta mini de 4 números de Mark Waid y Graham Nolan nos encontramos a Metamorpho decidido a ayudar a una mujer afectada por la misma radiación que le tocó a él. Cuenta cómo fue a Simon Stagg a ver si el Orbe de Ra podía ayudarla, pero parece que ya no lo tiene. Como era lo único que impedía que se hiciera con su hijo Metamorpho aprovecha para raptarlo. Que es algo que siempre hace todas las cosas más sencillas. Java se enfurece por el rapto del niño -inesperado, claro- y decide ir a buscarlo en contra de los deseos de Stagg. Que se lo toma bien. Le pega un tiro en la cabeza y lo mata, pero quitando eso se lo toma bien. Mientras, la búsqueda del Orbe lleva a divertidas situaciones como cuando un tipo pone una pistola en la cabeza del bebé para amenazar a su padre. En fin, por supuesto para el final del penúltimo número todo estaba por los aires y para el último todo se va explicando. Detrás de todo el follón estaba Simon Stagg, el Orbe de Ra podría curar a uno de los tres afectados –Metamorpho, su hijo o la mujer- ¿el plan de Stagg? Curar a Metamorpho para que sea humano de nuevo y así poder matarle. Un plan sin fisuras. Os resumo el final: la mujer se había enterado mal de los poderes y muere, pese a todo el niño se cura y parece que Metamorpho podrá volver con Shapphire ahora que es viuda.
Por supuesto la vida de los héroes nunca es tan sencilla, y su regreso a la JLI sirve para escenificar una nueva separación entre ellos para que Rex pueda volver con Crimson Fox, con la que estuvo mientras Sapphire estaba casada -y que al principio de ese segundo volumen se suponía que estaba muerta, pero era de bromis- aunque tampoco iría a ninguna parte porque ella volvería a morir. Algo que pasa recurrentemente a esta gente porque en el relanzamiento de la JLA en 1996 sería a él al que le tocaría fenecer. Un rato, que para el 52 de la colección le trae de vuelta. Después de esto vuelve a aparecer en los Outsiders. Pero luego resulta que es un fragmento de su cuerpo que se ha independizado. Así que le pide que se cambie el nombre por lo menos o algo. De ahí sale Shift. Yo qué sé.
Total, más adelante acaba siendo reabsorbido porque patatas. Pero por lo menos dejamos constancia de esto.
De todas formas, mientras los Outsiders van cambiando de volumen y hasta de nombre, con un segundo Batman and the Outisiders en 2007 se publica una nueva mini de 6 números de nuestro personaje. Esta vez algo distinto.
Sí, un Año Uno a manos de Jurgens y Delperdang. Sorprendentemente se centran más en hacer todo más dosmilero -sobre todo el dibujo- que en cambiar mucho de los orígenes o primeras andanzas de Rex Mason. Alguna vez tenía que pasar.
Y luego pasaría también por Wednesday Comics en 2009, pero no vamos a extendernos (risas) en eso.
Volviendo a los Outsiders, en esa segunda versión, parece de nuevo que ha muerto. En el mismo número en el que el Doctor Kirk Langstrom pasa por allí a saludar. Al final todo se conecta.
Para los New 52 reaparece como parte de la (nueva) JLI. Ahora con más daddy issues. Ah, y le cambian el origen, ahora es un experimento militar. Qué os puedo decir, ya nadie es aventureros, todo el mundo es un experimento militar. Al menos recuperan a Urania Blackwell y le dan un enemigo o dos: Doc Dread, Stingaree y… the Prosecutor.
Incluso crean a una Element Woman, Emily Sung, en las páginas de la Liga de la Justicia en al menos dos volúmenes, antes de irse a la Doom Patrol. Que se ve que no había suficiente jaleo.
Pero bueno, ya sabéis lo que duran estas continuidades. En este caso es en Doomsday Clock en 2018 en donde juega un papel importante, y en donde aparecen varios de estos ‘experimentos’, así que después… bueno, llega la siguiente.
Aunque es cierto que ese mismo 2018 Rex pasaría a unirse a otro equipo más: The Terrifics. Del que os diré que duraron 30 números, aparece Muttamorpho, the Element Dog, y que ya hablaré de ellos cuando lleguemos a la T.
Porque ahora podemos centrarnos, por fin, en la última de sus colecciones: Metamorpho: The Element Man.
Comenzada este mismo 2025, con Al Ewing en los guiones y Steve Lieber dibujando. En este cómic, que bebe de las historietas más o menos clásicas del personaje,
enfrentándolo a CYCLOPS -la organización malvada opuesta a SHADE que combatía Elemental Girl, perdón, ahora es Elemental Gal-, pero no comenzando desde el principio sino resumiendo con rapidez y pericia su origen, continuando con el quinteto habitual: Metamorpho, Shapphire, Simon Stagg, Java y, por supuesto, Urania Blackwella.k.a.Elemental G… Gal.
Y sí, en el intermedio parecen haberse quitado a Joey, las bodas, rupturas, muertes y demás idas y venidas de los personajes -incluyendo cuando ponen el cerebro del fallecido Java en el cuerpo de Shaggy Man, que esa no la había llegado a contar… me pregunto si en DC hay leyes matrimoniales sobre esto o simplemente los juzgados tienen barra de bar- pero bueno, que con una organización en la que los arcos argumentales existen pero en la que hay una aventura cada número que termina con una página que prepara la siguiente. Claramente hay una idea de trama secundaria que aparece desde el prólogo, pero no permiten que eso sea el centro del resto de cosas que suceden.
¿Qué os puedo decir? De momento llevan anunciados 6 números, pero confío en que sean unos cuantos más… y que no me líen la continuidad mucho más. Por favor.
17) Metropolis Grove (2021)
Un par de chavales en el vecindario, una chica nueva que se muda desde Metrópolis. Que parece obsesionada con Superman. Y un escondite secreto que parece tener algún tipo de habitante secreto. Todas estas cosas sirven para hablar de la amistad, de las discusiones, y sobre… supongo… ser un superhéroe. O algo.
18) Metropolis S.C.U. (1994–1995)
A veces aún veo cosas en los cómics antiguos que me sorprenden, por ejemplo.
Que el guionista aparezca en tercer lugar. En fin. Cindy Goff, Pete Krause y José Marzan Jr. Para contar una de policías polis. En serio. De hecho.
Como veis hay de casi todos los colores. Como si fueran marcianos. Aquellos viejos tiempos de… ahm… los años noventa.
En realidad esto es un comic sobre Maggie Sawyer, pero parece que nadie quería decirlo. Así que en su lugar deciden que Lois tiene que hacer un curso y estar con la poli un tiempo ‘para comprenderles’ -risas- y así disimulan que la historia real es el de siempre en estas cosas: Pobres polis, qué cosas les pasan cuando solo quieren hacer el bien en un sistema horrible.
Luego a la primera oportunidad se meten en un avión a Venezuela para hacer una misión ilegal.
Unos incomprendidos que tienen que sacrificar tanto.
Ojalá fuera una parodia. Pero supongo que la diversidad de colores -y el hecho de que está claro y sin juzgar ni sexualizar que Sawyer es lesbiana y en una relación, es lo que tienen que hacernos pasar por alto toda la copaganda extraña.
19) Midnight, Mass. (2002–2003) / Midnight, Mass: Here There Be Monsters (2004)
Un matrimonio de cazadores de monstruos, una joven que llega para trabajar de ayudante y se encuentra metida en ese extraño mundo. Puede que os parezca el argumento para una serie de televisión. Pero dejadme deciros una cosa: Lo era. En intenciones al menos. John Rozum intentó venderlo como serie desde casi el mismo momento. Los ocho números iniciales y… ah, que no lo había contado.
Los seis siguientes en los que Jesús Saiz daba paso en los lápices a Paul Lee. Durante años estuvo en distintos grados de desarrollos y con diferentes personas por medio. En teoría llegó a ser un proyecto por el que se pelearon distintos estudios. Al final acabó en NBC en donde llegaron a pedir el guión del piloto en 2009 con la intención de haberlo estrenado para la temporada del año siguiente. Pero no pasó de ahí. Y nunca volvieron a moverlo. ¿Por qué? A saber por qué con estas cosas.
Ah, sí, el cómic. Pues ahí está. Protagonizado por un matrimonio que se lleva razonablemente bien. Supongo que eso es lo suficiente original.
20) Midnighter (2007–2008) (2015–2016) / Midnighter and Apollo (2016–2017)
Creado para el número 4 del segundo volumen de StormWatch, uno pensaría que siendo de 1998 nos encontraríamos ante un héroe con una historia fácil de contar. Así que vamos a ver con qué nos encontramos…
Midnighter era parte de un equipo especial del que solo sobrevivieron él y Apollo, una clara versión de la JLA en la que Midnighter era el Batman y Apollo el Superman. Algo que se puede saber porque estaban liados entre ellos. Por supuesto como esta era una versión edgy este Batman era un psicópata aficionado al cuero. Esa es la manera de diferenciarlo de Batman. Obviamente.
Por supuesto faltó tiempo para que se metieran en The Authority. En la que estuvo haciendo sus cosas hasta llegar al número 29, en el que la cabecera acaba, así que aprovechando se casa con Apollo y adopta a la pequeña Jenny Quantum.
Funcionando como funcionan estas cosas hubo algunas aventuras más y luego DC -que había llegado a un acuerdo para hacerse con Wildstorm en 1998- decidió mezclar a los personajes de sus universos. Su forma habitual de hacer las cosas. La cosa comenzaría en 2006 y usando al Capitán Atom. Y de la manera habitual. Muertes en el universo Wildstorm, había mucho chisbum y pimpam, y luego reaparecían. De momento aún en su universo pero empezaban ya a moverse los engranajes.
Incluido Midnighter que pronto se encontró en una multiplicidad de títulos. Incluyendo su propia serie a principios de año, Grifter and Midnighter a mediados y Midnighter: Armageddon a finales.
En su propia serie, de Garth Ennis y Chris Sprouse, vemos que nos esperan más muertos, más vísceras y más adolescencia en general. Lo único con lo que se cortan es con el sexo, probablemente porque al no ser hetero no saben muy bien si tienen la misma libertad. De todas formas Ennis solo aguanta 6 números en los que, para varias, sale Hitler. Supongo que escuchó que esta era una serie de kinks. El siguiente y último es uno de samurais dibujado por Glenn Fabry.
Luego hay un contado del revés, por Brian K. Vaughan y Darick Robertson. No volvería a haber un guionista fijo hasta el número 10 con Keith Giffen. Los dibujantes seguirían bailando hasta el 13, con la entrada de John Landry. Un dibujante muy… de la época.
Durante ese primer año, como decíamos, se publicó también Grifter and Midnighter. Que sirve para poco más que tener a los dos dando vueltas discutiendo si son el mismo personaje o no. Con chistes sobre Bin Laden y esas cosas de la época. Midnighter: Armageddon es poco más que parte de un intento de seguir adelante con eso de la destrucción y asimilación de un universo por el otro.
Así que podemos seguir con la serie regular. En el 16 Landry sería sustituido por Lee Garbett, que lograría aguantar hasta el final de la serie en el 20 en 2008. Tampoco es que hubiera mucho que hacer con ella, porque da la sensación de que cuando Giffen empieza a poner en orden los personajes contando una historia en la que descubre su pasado, antes de los experimentos y el resto de cosas que le convirtieran en Midnighter, incluyendo su nombre real: Lucas Trent -que acaba siendo falso, como todo lo demás, obviamente-, parece claro que le avisan de que vaya cerrando. Porque, desde luego, se permite varios números para hacerlo.
Después de eso llegan varias rondas de World’s End, el fin de fiesta que DC preparaba para acabar, esta vez sí, con la integración de Wildstorm en DC. Una trilogía de títulos y eventos que iban de 2008 a 2011, hasta cuatro meses antes de Flashpoint y los New 52.
Su punto de entrada es en Stormwatch, de 2011 a 2014, una nueva versión con El Marciano Cazahombres -lo que os decía de las conexiones- que decide fichar tanto a Apollo como a Midnighter. Que dice llamarse Lucas Trent.
La siguiente vez que le vemos, el mismo año que cierra Stormwatch,es en Grayson.
Por suerte para 2015 logró su propio cómic.
Ha roto con Apollo por… no soy capaz de explicar por qué. ¿Porque Lucas no es su nombre real? ¿Por exigencias del guión? No porque el guionista no sepa escribir parejas o nada de eso. Que va. Que tonterías. De hecho tras estos 12 números de ¿Quién soy? ¿Por qué soy así? Quiero ser mejor. llegó al año siguiente -más o menos-
¿Qué por qué si la anterior duró 12 esta solo dura 6?
No, no tengo opiniones. Que va.
Por lo demás, para el número 2 Apollo ya está ‘incapacitado‘ y Midnighter tiene que ir al infierno a recuperar su alma. Como decía antes: No tengo opiniones. En absoluto.
Por algún motivo alguien pensó en 2021 que podría montarse una mini de 4 números llamada Superman and the Authority. Supongo que porque Grant Morrison guionizaba y a ver quién le dice que no a elle. Luego ya Mikel Janín decide como dibujarlo.
Que esto fuera poco menos que un prólogo para la historia que comenzaba en Action Comics 1035, que ya no guionizaba Morrison, ni dibujaba Janín. Yo qué sé. Y allí estaría hasta el 1047. Lo curioso es que entre el 2021 y el 2022 -que es cuando transcurrió esta historia- hubo otro punto en común. Y es que del 1029 al 1034, también en Action Comics, venía un complemento dentro de todo el arco -o lo que fuera aquello- de Future Perfect, llamado The Passenger y no solo protagonizado por Midnighter, sino con el final de su historia en un…
Un annual. De alguien que no tenía ni serie propia. Y que si alguien se lo cogía se encontraría la parte 6 de 6 de… En serio, ¿cómo sobrevive DC?
Bueno, después de todos estos follones, ha salido apareciendo… sobre todo como parte de Authority. Aunque también, por supuesto, en los especiales de Pride. Pero teniendo en cuenta que a Apollo no le han dado aún una serie propia supongo que en DC no van a decir quién es el favorito de la pareja PERO.
21) Mighty Crusaders Special (2010) / Mighty Crusaders (2010–2011)
Por extraño que parezca, esto es culpa de Archie. Archie Comics tenía su propio sello de superhéroes, se lo alquiló -o algo- a DC, y de ahí salieron cosas como ese Crusaders dentro de Impact Comics que sacaron en 1992. Lo guionizaba Mark Waid con lápices de Rags Morales y tintas de Scott Hanna. ¿La portada? De Jurgens, que en los años noventa estaba por todas partes. Y ahí estaban los héroes reunidos: The Black Hood, The Fly, The Comet, Fireball, The Jaguar, The Web y, claro, The Shield.
Por algún extraño motivo veinte años más tarde pensaron que era buena idea volver a intentarlo. Así que primero sacaron este The Mighty Crusaders Special
En la que repetían todos salvo The Fly, Fireball o The Jaguar, y se añadía Inferno.
Duró seis números llenos de personajes, porque a los reaparecidos Jaguar y The Fly (ahora Fly Girl), se añade Fox y War Eagle, se intentaban poner en marcha de nuevo este universo superheróico en una empresa a la que ya le cuesta generalmente llevar el suyo propio. Así que los resultados no deberían de sorprendernos mucho.
22) Mighty Love (2004)
Sep, Chaykin y sus cosas. Superheroes, discusiones sobre El Sistema, el vigilantismo y demás para justificar los kinks. Como decíamos antes, DC siempre ha sido muy abierto a publicar cosas que no permitiría en sus propias líneas.
23) Milestone 30th Anniversary Special (2023)
Cuando tocó celebrar el aniversario de Milestones en DC decidieron sacar dos cosas, una es Milestones in History
Un cómic que es exactamente el tipo de ‘repaso de la historia negra’ que uno esperaría de una corporación.
El otro es mucho más interesante, un nuevo paso desde Milestone Forever llamado Milestone 30th Anniversary Special que sirve más para recordar lo que hubo (Milestone) y hablar de cómo ha evolucionado nuestro mundo. Comparar la versión de 1993 con el intento fallido de relanzamiento de 2021. Hablar de cómo ante el espanto de un TRUMP! mejor que quejarse es mejor organizarse y protestar. Evan Narcisse logra, junto a una tropa de dibujantes y entintadores, el raro logro de contar una historia que no sea realmente una historia, rendir homenaje más a una idea que a unos cómics concretos pero hacerlo hablando de esos héroes y personajes, y mandar un mensaje alto y claro que suena -especialmente ahora- más importante e interesante. Y, por supuesto, decir las cosas claras.
Una vez más, lo mejor de hacer esta ¿sección? está siendo releerme las cosas de Milestone que, habitualmente, ofrecen otro punto de vista.
24) Milestone Forever (2010)
En 2010 se corrigió un error histórico. Las publicaciones de Milestone habían cesado su publicación de un día para otro. En la mayoría de los casos con textos indicando el argumento del mes siguiente. En todos ellos dejando cabos sueltos. Hasta 2010, con una excusa argumental mínima, no se ofreció a los creadores -al menos a muchos de ellos- dar pequeños epílogos para que esas historias pudieran tener un final. Así que es menos un cómic, no digamos ya uno que se pueda leer sin el contexto, que un ejercicio de justicia editorial. Que, a veces, también llega.
25) Millennium Fever (1995–1996)
Las historias de Vértigo a veces son tremendamente de Vértigo. Aquí, por ejemplo, lo que podría ser un joven que quiere perder la virginidad en una historia de crecimiento parece añadir un lateral fantástico poco claro que logra el raro mérito de ser más confusa cada vez que se explica. Así que, bueno, supongo que pocas cosas son más Vértigo que esta.
26) Minx (1998–1999)
Otro de esos cómics que parecían ser creados para publicar en Vértigo. Tienes a Peter Milligan y Sean Phillips y un cómic que deciden llamar Minx. ¿un ajoven judía que descubre que tiene parta de su genética alienígena? No parece suficiente. Ahora, si hay un mono que se envió al espacio y que cuando vuelva puede que sea un nuevo mesías… eso mejor. Por supuesto en las primeras páginas hay que meter sexo, algo que aprece un asesinato y una dominatrix. Luego ya lo de siempre: Organizaciones secretas, genete en posiciones de poder haciendo cosas reprobables, y algo de estética punk. A veces me pregunto si no rellenarían estos cómics lanzando dados, la verdad. Quizá deberíamos tratar de hacer una Tabla de Contenidos Aleatorios.
Hasta aquí por hoy. Y menos mal, porque ya estaba con la cabeza peor que un editor que decidiera escribir lo que pasó hace dos años en su empresa en un blog aunque ande de juicios. Así que ahora a descansar, aunque sea solo un rato porque ya sabéis que seguimos teniendo mucho abecedario por delante. Y más con solo media letra. Por lo menos estáis a la mitad de los cuatro meses de letra M que vamos a tener… Y es que si creéis que ya lo habéis visto todo os voy advirtiendo ya de que por delante os queda…
A ver, que lo de la «inteligencia artificial generativa» no es nuevo. Máquinas que prometen dibujos instantáneos aunque no sepas dibujar siempre ha habido
Y vagos a los que vendérselas disfrazadas de herramientas legítimas también
¡Un mes más, una letra…! ¡ARGH! Lo cierto es que la M está tan a tope que vamos a tener que dividirla en dos partes. Qué le vamos a hacer. De hecho en la primera parte nos vamos a quedar poco menos que en mitad de Títulos que Comienzan con Marvel… En fin, que mejor vamos empezando porque con esta letra vamos a tener que ir a… ¡MACHETE!
01) Machine Man (1978–1981) (1984–1985) / Cable/Machine Man ’98 (1998) / Machine Man/Bastion ’98 (1998) / X-51 (1999–2000)/ Machine Man 2020 (2020)
Lo primero de todo… Que vida esta, ¿eh? Un día te crea Jack Kirby para expandir la adaptación al cómic de 2001 y lo siguiente que pasa es que te pasas año pegando tumbos.
En el caso de Machine Man lo siguiente que pasó es que le dieron su propio cómic. 19 números duró, nada menos.
Y unos pocos años más tarde alguien -probablemente Tom DeFalco – pensó que lo más lógico era juntar a Herb Trimpe como dibujante con Barry Windsor-Smith como entintador para contar una historia nueva.
En el futuro, por si os preguntabais por esos cortes de pelo. Sería una serie limitada de cuatro números con portadas a juego…
que ponían a Machine Man nada menos que en 2020, enfrentándose a un Iron Man malvado (pero, ¿no lo son todos?) en un futuro que en lugar de mascarillas tenía coches voladores. Ni punto de comparación, claro.
La serie sería recuperada una década más tarde por el sencillo método de publicarla en dos especiales que cubrieran dos números cada uno.
En esos diez años entre la edición original y la re-edición le había dado tiempo a aparecer por aquí y allá del universo Marvel, incluyendo un par de apariciones, primero como enemigo de los Vengadores dentro de los Heavy Metal -una historia para otro postero- y más adelante como aliadoenfrentándose a Términus
que sirvió para que acabara de reserva de los WaCos y, finalmente, apareciendo como miembro de pleno derechos durante unos números en los que los originales estaban en Iraq… en la Operación: Tormenta Galáctica.
Lo suficiente como para que volvieran a intentarlo otra vez con un par de anuales
Habrá quien diga que esto parece algún tipo de reconversión de un proyecto del personaje. Que cosas tiene la gente.
En realidad al año siguiente Marvel lanzaba la línea -por llamarlo algo- Marvel TECH que incluía el cómic X-51
Total, por intentarlo. 13 números duró. Una serie muy de su época y que incluía un paso de Jack Kubrick a X-51… Si pensáis que se llamaba Aaron mejor no penséis mucho porque, efectivamente, así se llama. Editores y sus cosas. Al final se supone que se va con los Celestiales, pero como el último número no es un cómic sino una especie de cosa ilustrada con letras a los lados pues a saber.
En cualquier caso, la siguiente vez que le vimos…
no, en realidad no le vimos.
Sí, Nextwave fue una serie muy popular -aunque no muy vendida, ya sabéis cómo va esto- en el que Machine Man parecía servir para encajar en el esquema habitual de personajes del guionista y, bueno, en el de Bender. Pese a lo cual estaría la duración de la serie y un tiempo más comportándose así. No solo ahí, también por Ms. Marvel y Marvel Zombies y… ¿hemos mencionado ya los Marvel Comics Presents?
Pues eso. Varios cómics distintos. Incluso logro una muy-mini de dos números.
Sí, ya había habido un Machine Man 2020 en 1984, lógico que en 2020 hubiera otra. Más aún si había todo un evento 2020. En los cómics, digo. En fin, eso. Que le dieron esos especiales con sus historias. Una en la que se hablaba del cambio entre la versión pre- y post- Celestiales y que llevaba un complemento con el Machine Man de 2020. El otro, digo.
Y, a la vez…
(Bueno, teóricamente este cómic es de 2019 y el otro de 2020, pero en este orden quedaba mejor, claro)
Así que ya veis, oficialmente y por orden del Mayor Fontanero de Marvel resulta que hay TRES Machine Man. El de siempre y el ‘impostor’ de Nextwave. Y el de 2020, claro.
¿Que cuál está ahora? Ni idea, por supuesto. Pero seguro que nos lo pueden explicar en algún momento. Quizá en un nuevo cómic. Yo lo veo: Three Machine Mans. Quiero decir, si DC no sigue con ese rumor se lanzó el año pasado.
02) Machine Teen (2005)
Si después de todo lo anterior pensabais que no le podía pasar nada más a Machine Man… aquí está Machine Teen. En realidad no tiene nada que ver con el anterior, solo es un niño-robot. Que, total, en Marvel no había ninguno. Y fuera de su propia serie solo ha aparecido en un par de números de Avengers Academy -la de los ’10s, no la de ahora- pero está claro que había que mencionarlo. Aunque sea solo para tenerlo presente cuando decidan renovar los derechos del nombre.
03) Mad-Dog (1993)
A ver cómo explico yo esta historia.
Bob Newhart es uno de los mayores cómicos de USA. O era, que ya falleció el pobre. El caso es que tuvo una serie llamada The Bob Newhart Show, de mucho éxito. Y luego tuvo Newhart, también de mucho éxito. Y luego tuvo Bob. Bob tuvo menos éxito. Quizá debería haber probado con «The«. O con «Show«.
En «Bob» Bob interpretaba a un dibujante de cómics, lo había creado en los ’50s y había dejado de publicarse por culpa del Comics Code Authority. Así que Bob se había convertido en dibujante de tarjetas. De las de felicitación y esas cosas… Pero esto es 1992 así que una empresa (Canadiense) había comprado los derechos del personaje. Y estaba decidida a revivirlo porque todo el mundo sabía en 1992 que los cómics se compraban a pares.
El único problema era que, no sé si lo he mencionado, era 1992. Así que el directivo de la editorial quiere que ese personaje sea un violento justiciero, todo grim ‘n’ gritty. Mientras que Bob quiere que siga siendo lo mismo que en los ’50s, un personaje gentil y ocurrente con su side-kick menor de edad y sus inventos y… Ya, supongo que veis por dónde va el asunto.
En realidad en la serie los cómics importaban poco. Tan poco que cuando vieron que a los críticos le gustaba la serie pero a la audiencia los directivos de la cadena -la CBS– decidieron renovarla pero pidiendo cambios. Los cambios fueron los esperables: La temporada terminaba con la noticia de que los canadienses vendían la editorial y los nuevos jefes querían cancelar la serie. Así que en la siguiente Bob dejaba los cómics y volvía a sus tarjetas. Y, de paso, metían a Betty White en la serie como la nueva jefa. Sí, la serie tiene un tiempo. Con deciros que Jere Burns hacía de hijo del personaje de White que quería el puesto de Bob. Tanto dio, cancelaron la serie igual.
ero bueno, los cómics. Resulta que Mark Evanier era uno de los guionistas -algún día tendremos que hacer un posteo a ver qué no ha guionizado Evanier– así que aunque daba un poco lo mismo en el piloto lograron meter a Jack Kirby, Jim Lee, Marc Silvestre, Art Thibert y -por supuesto- Sergio Aragonés, entre otros. E, ncluso, a gente del mundo del cómic aunque no dibujara. Como Bob Kane.
La lógica indicaba que alguien intentaría sacar tajada, y en 1992 ese alguien iba a ser Marvel, claro. Que tenía, además, una IDEAZA.
Montaron un ‘flip-book’ en el que por un lado estaba la versión de Bob -de Ty Templeton… quiero decir, de Bob con la ayuda de Templeton– y en el otro la versión de la editorial -de Evan Dorkin y Gordon Purcell–
Por supuesto la serie no duró demasiado. Ni la de televisión ni la de cómic. Pero es no significa que no lo intentaran.
Por supuesto este no sería el único Mad-Dog de Marvel. Y con el estilo habitual tenemos a un ex-novio de Patsy Walker, de su época de cómics de modelos. Reconvertido en algo así como supervillano. Había varios más, por supuesto. Pero este es el más importante. Y con eso y todo no fueron capaces de darle una serie mensual como aquí.
Mucho menos una con dos portadas en cada número. Mucho menos como estas.
04) Major X (2019)
ROB! Su más reciente creación. En la que ha acabado siendo su oportunidad para acabar saliendo él mismo. Por supuesto este cómic no se merece un pequeño texto aquí, pero como ya hemos dedicado algunos posteos lo más lógico es que el único texto de acompañamiento sea…
AVIV BÖR!
05) Man from Atlantis (1978)
Sep, otra serie de televisión. Pero lo meto igual porque no deja de tener gracia que Marvel tenga un cómic llamado Man from Atlantis. Siete números duró. Antes incluso de que cerraran la serie -que solo duró media temporada, aunque es cierto que antes de eso habían sacado cuatro telefilmes-, pero eso no significa que no puedan reclamar el título para cualquier otro cómic. Si la NBC les deja.
06) Man-Thing (1974–1975) (1979–1981) (1997–1998) (2004) (2017) / Giant-Size Man-Thing (1974–1975) / X-Men: Curse of the Man-Thing (2021)
¿Os acordáis de cuando os decía que Medusa no ha tenido nunca una serie propia y Sue Storm solo una pero que siempre hay personajes a los que se les da la oportunidad una y otra vez. Pues bienvenidos a esta historia.
Trataré de hacerlo lo más corto posible. (Risas).
1971, se estrena el cómic Savage Tales y con ello
llega Man-Thing. (Creado por Roy Thomas y Gerry Conway a los guiones y Gray Morrow como dibujante. Aunque lo mismo tendríamos que buscar quién era el editor para añadirlo). Podríamos haber dicho que recordaba a The Heap, que vio regresar el personaje otra vez ese año, el mismo ene l que se publicó la versión de Swamp Thing (Alex Olsen, no Alec Holland) en House of Secrets. Pero entonces habría un posteo que no podríamos organizar en el futuro. Además de que dije que iba a tratar de ir rápido.
Bueno, en cualquier caso de allí volvió a Astonishing Tales y a Fear, hasta que le dieron su propio cómic. O, mejor, dos cómics. Uno el de la serie regular, y el otro… Bueno, es normal que le miraran a la cara y se preguntaran cómo era su… Man-Thing.
Siempre un paso por delante.
Steve Gerber y Val Mayerik se encargaban de la regular, y Gerber de nuevo, pero esta vez con un grupo variado de dibujantes (incluyendo a Mike Ploog, John Buscema o Alfredo Alcalá) de la otra. Mayerik se iría de la serie tras el cuarto número, dejando paso a Ploog hasta el once, y a partir de ahí de nuevo baile -repitiendo de los del otro lado- y ya Jim Mooney se ocuparía del diecisiete al veintidós.
En fin. Que nuestro protagonista iría saliendo aquí y allí, en sitios más normales como Daredevil o el Monsters Unleashed, y en sitios… no tan normales. Como el Mighty Marvel Calendar for 1975.
Un chico de calendario, que os puedo decir. (Sí, quizá de estos calendarios también deberíamos plantearnos hacer posteos. ¡Si es que la actualidad deja de atropellarnos!)
En cualquier caso, sus especiales y su serie regular terminaría ese mismo 1975. En mayo y julio, concretamente. (Aunque ya sabéis, la fecha impresa es posterior) Tanto da, siguió apareciendo aquí y allá hasta que cuatro años más tarde llegó el siguiente intento.
Jim Mooney volvía a los dibujos pero esta vez Michael Fleisher guionizaba, al menos los primeros tres números. A partir del cuarto -y salvo por un fill-in de Dickie McKenzie y Larry Hama– metieron a Chris Claremont con Don Perlin. Aunque para el 11 cerró, aún con Claremont pero cambiando a Perlin por Val Mayerik de nuevo.
Una serie de apariciones más tardes aquí y allá y en 1988 pasó a Marvel Comics Presents con pequeñas historias durante doce números. Más apariciones sueltas y participaciones en cosas como Daydreamershasta que en 1997 le toca serie nueva.
Efectivamente, con J.M. DeMatteis como guionista y Liam Sharp como dibujante. Ocho noventerísimos (sección Vértigo) números duraría. No tenéis más que mirar las portadas.
Teniendo en cuenta que en el último indican que en el siguiente número aparecerá Silver Surfer… No tiene pinta de que estuviera planeado, no.
Por supuesto en otros ocho años decidieron darle una nueva oportunidad, pero esta vez con un par de cambios. Para empezar ahora estaba dentro de Marvel Knights…
y también era una nueva persona…. cosa… persona-cosa… En fin, que no era Ted Sallis sino Nathan Mehr. Al fin y al cabo lo guionizaba Hans Rodionoff. El guionista de la película.
¿Cómo que qué película? La que se estrenó en 2005.
Imaginad cómo será de buena que el único servicio que la tiene es Filmin.
En cualquier caso fueron tres números solo, peor porque eran una especie de precuela de la película y porque querían dejar a la gente con ganas de más. Claro. Inexplicable saber por qué no funcionó.
En cualquier caso y tras ese pequeño tropiezo volvimos a Ted Sallis y de ahí otro rato de hacer de secundario hasta acabar en… suspiro…
… los Thunderbolts.
Fueron unos años, pero claro. Todo llega a su final. Cierto es que para entonces habían pasado dos años, era 2012 y se llamaba Dark Avengers.
Así que la cosa tenía que ir a mejor.
Bueno… antes de eso…
Pasaron cosas.
Bueno, fueron seis números. Pero fueron. Y para el año siguiente…
Una nueva colección con R.L. Stine guionizando. Su quinta colección ya. Y dado que habíamos pasado por la primera con 22 números, la segunda con 11, la tercera con 8 y la cuarta con 3… esta no podía tener menos números. ¿No? Bueno, tuvo 5 que es una mejora con respecto a la cuarta, aunque sean menos que las tres anteriores. Que al final de la historia quedara atrapado en una realidad alternativa no significa que cuatro meses más tarde no pudiera volver a aparecer haciendo una aparición en su situación habitual y sin explicar nada que tuviera que ver con lo sucedido.
De hecho en 2021 hubo uno de esos ‘eventos especiales’ que no es ninguna de las dos cosas sino una serie de one-shots más o menos temáticos…
Y tan recientemente como ahora mismo -comenzando el año pasado, de hecho- le tenemos de coprotagonista de otra serie de cómics.
Qué puedo decir, hay gente a la que no encuentran el momento de darle serie propia y otros, sin embargo, no dejan de tener oportunidades. Debe de ser parte del Método Marvel.
07) Mantra (1993–1995) (1995–1996)
El caso de Mantra es particular. Comienza su publicación en Malibú. Malibú Cómics, una editorial independiente cuyo mayor logro fue que logró hacerle el sorpaso a DC en las ventas de Diamond. Por supuesto esto se resolvió de la manera tradicional: Marvel la compró y desguazó. Perdón… La integró en su universo.
Por supuesto la compra tuvo lugar en noviembre de 1994 pero la edición de Mantra lo hizo en julio de 1993 (fecha de portada) así que podemos decir que el primer año y medio no tuvo mucho que ver con ellos. Lo que explica el asunto: Mike W. Barr y Terry Dodson cuentan la historia de un guerrero legendario cuya alma acaba en el cuerpo de una mujer. A partir de ahí tiene que aprender a convivir con ello mientras aspira a volver a ser hombre. Por supuesto con muchos enemigos y amigos e historias y acción y blablabla. -Y con el diseño original de los personajes acreditado a Adam Hughes– Pero para cuando llega Marvel hay un parón en la serie y para cuando regresa… Digamos que algunas cosas habían cambiado.
A veces pasan estas cosas. Barr seguía guionizando pero el puesto de dibujante (que primero ocupó Dodson -con algún fill-in sobre todo de Robb Phipps – y tras su salida en el 12 se venían repartiendo Jason Armstrong y Mark Heike) pasaba a un grupo de dibujantes podríamos decir que rotatorio. Duraría solo seis números antes de intentar un relanzamiento
con un nuevo cuerpo después de que el anterior ‘pereciera’ en una lucha contra su hijo poseído. Ya, bueno, cosas que pasan.
El caso es que la colección siguió adelante aunque, como veis, con un cambio particular porque…
Por lo visto a donde iban no necesitaban guionista.
En el segundo aparece un guionista / creador, que repite en el tercero.
Pero para el cuarto…
Vuelve a haber un hueco donde el guionista debería de estar. Supongo que en algún momento sabremos qué pasaba, y si había algún problema entre Barr y Marvel, lo que está claro es que para el quinto aparece como guionista Jerald DeVictoria, el editor de Malibú. La serie no remontaría y solo dos números detrás cerraría, ambos escritos por Tom Mason. Que parecía tener muy clara su posición.
Lamentablemente ni luego y ni en ningún momento encontrarían un hueco en Marvel para aprovechar o recuperar los personajes. Para que luego digan que solo sabe copiar a DC. Claramente hay cosas que no sabe cómo copiarlas.
Pero bueno, lo mismo en algún momento se animan a recordar el dinero que pagaron por esto -o por CrossGen– y el nulo uso que le dieron.
08) Many Loves of the Amazing Spider-Man (2010)
¿Hubo en algún momento un simulador de citas de Spidey? En contra de lo que parece esa portada lo cierto es que no. También es verdad que en 2010 hacer una referencia a The Many Loves of Dobie Gillis es mucho confiar en el público, pero vaya. La historia más extensa es una de Spidey y Gata Negra, luego hay dos cortas, una de Gwen y Carlie Cooper -a quien seguro que recordáis, *cof*– cunado eran jóvenes, antes de Spidey; y una última de MJ en la que Spidey es poco menos que un eco del pasado, presente pero en otro plano.
09) Marauders (2019–2022) (2022–2023)
Riquezas, fama, poder: todo lo tuvo la mujer que se proclamó Gatasombra, Kitty Pryde. Pero en Marvel alguien pensó que podía montar una de piratas -algo así- durante la etapa de Krakoa y ahí estuvo, en teoría a rescatar los mutantes de países que no reconocían Krakoa. O algo así. Creo que era una metáfora.
Tanto da, la primera serie duró 27 números. Que a estas alturas supongo que no está mal, y mejor aún porque decidieron seguirla de casi-inmediato con, eso sí, una nueva tripulación.
Y esta vez acabaron teniendo hasta un ‘mapa del tesoro’. Y duraron una docena de números. Qué puedo decir, está claro que hay ‘conceptos’ más exitosos que otros.
10) Mark Hazzard: Merc (1986–1987)
Con todo aquello del lanzamiento del New Universe hubo reparto para todos y a Peter David -a quien podéis ayudar con sus facturas médicas aquí mientras recordáis eso de que USA es la tierra de la libertad- se le ocurrió una de un mercenario separado de su familia y todo eso. Así que según el día es más ‘drama social’ que ‘acción con trasfondo’, la verdad, acababa estando casi más cerca del psicodrama. Lo mismo va a ver a su hijo al baseball y acaba matando a gente que trabaja en un asunto y acaba en poco menos que bombardeo. Cierto es que algunas viñetas se leen hoy de otra manera…
Pero no lo es menos que hay otras que podrían haber sido de El Castigador. Aunque no sé cuál de sus versiones.
Aparentemente en el número 11 el protagonista moría. En el 12, sin el nombre, se nos contaba otra historia -en Afganistán… contra los malvados Rusos. Como digo, hay viñetas que cambian de significado- y como no hemos tenido más no podemos saber más… Aunque…
En realidad sí que ha habido otra pequeña aparición, mínima,
una historia corta y casi lateral que no parece interesada en contar si sobrevive o no al psicodrama familiar del número 11 o si es una historia alternativa o qué. Pero es que el Nuevo Universo en demasiados casos fue así: Misterioso.
11) Marty Stuart: Marty Party in Space (1995)
En un momento determinado de su historia (los años noventa, claro) en Marvel pensaron que lo que tenían que hacer para sacar pasta era crear MARVEL MUSIC, un sello centrado en… músicos, o algo así. Gente famosa. Como Marty Stuart. ¿Quién no recuerda The Whiskey Ain’t Workin’? que, como coincidencia, es lo mismo que decían en la reunión de Marvel en la que se decidieron estos lanzamientos.
Claro que otra de las elecciones del sello fueron Billy Ray Cyrus, Onyx y, por supuesto, Kiss. Kiss Classics, de hecho. No es lo único que sacarían, pero da una buena idea de por qué el sello duraría un año. Y ya me parece mucho. Así que ya sabéis, siempre podéis aspirar a crear un sello que dure más que el Cop Rock del cómic.
12) Marvel Adventures (1997–1998)
En los noventa Marvel montó Adventures of Spider-Man y Adventures of the X-Men para tirar adelante con las series animadas que habían creado. Ambas se cancelaron en el ’97, poco antes de que llegara esta nueva colección que servía de contenedor de historias de distintos personajes y también de secuela no oficial de estas. Aunque el empezar con un número diciendo All-New Titanic Tales in the Animated Style! en la portada debería hacernos pensar menos en DiCaprio y más en el barco. Lo cierto es que hubo una cierta rotación con Hulk, Spidey, los X-Men, Silver Surfer y los Cuatro Fantásticos. Duraría 18 números, en el último de los cuales tendríamos la primera aventura del Capitán América. No digo que haya una relación directa, pero está claro que no todo el mundo está listo para su primer plano.
13) Marvel Apes (2008–2009)
El multiverso tiene estas cosas. El Gibbon, un viejo enemigo -bueno, o algo- de Spidey acaba viajando a un universo paralelo de simios. Junto con una científica humana. Lo raro es que no fueran patos. En cualquier caso esto les sirve para una mini en la que sale un universo nuevo, varios especiales y luego la otra miniserie.
Así que podemos resumir el asunto en que en los ’00s se intentó a ver si lo de poner un mono en portada se vendía. El resultado es evidente.
14) Marvel Boy (1950–1951) (2000–2001) / Marvel Boy: The Uranian (2010)
Espero que estéis preparados para el dolor de cabeza que se viene.
En 1950 Marvel Cómics decidió intentarlo con los superhéroes, así que puso a uno de sus dibujantes (Russ Heath) a trabajar con uno de sus guionistas (Stan Lee) para crear la historia de… Bueno, es más fácil mostrarlo:
Por supuesto todo muy original. Desde lo de montarse en un cohete para ir a otro mundo a una sociedad que, así entre nosotros, parece que solo tiene hombres y se oculta en URANUS.
Es posible que alguno crea que estas son cosas de niños, al fin y al cabo. En cuyo caso… creo que tenemos que hablar de los problemas de la juventud en los años ’50 según los anuncios en sus cómics.
Pero, por extraño que suene, la cosa no funcionó demasiado.
Paar el número tres el cómic cambió su nombre a…
Astonishing, o Astonishing Tales of Science Fiction!, que mantuvo a Marvel Boy en la portada… un rato. Hasta el número 5 apareció allí, para el 6 ya no estaba en la portada…
y para el 7 no estaba ya ni en el cómic.
Por supuesto la cosa se podía haber quedado ahí. Pero ya sabemos cómo son los escritores de fanfics.
El reputado autor de fanfics e inmatriculador Roy Thomas se trajo en Los 4 Fantásticos de 1975 a un personaje llamado Crusader que se supone que podría haber sido Marvel Boy. Igual que luego decidieron tomar parte de las ideas -y de su equipación- para Quasar.
Y en 1989
en un número de The Mighty Thor se presentaron a los New Warriors. Incluyendo a un Marvel Boy que llevaba años dando vueltas, primero como un joven con relación con los Guardianes de la Galaxia (los de los cómics de antes de las películas), luego como sidekick de La Cosa, y al final… Vance Astrovik era Marvel Boy. Al menos un rato. Hasta el 43 de New Warriors.
Por supuesto no íbamos a terminar con ello. En el año 2000 dentro de los Marvel Knights decidieron dejar que Grant Morrison y J.G. Jones trajeran a
un nuevo Marvel Boy. Esta vez es un kree llamado Noh-Varr… de una realidad alternativa… que acaba atrapado en la nuestra. Una idea popular, la verdad. De nuevo me sorprende que no haya patos. La historia acababa con Noh-Varr clamando venganza, asegurando que crearía un nuevo Imperio Kree en la Tierra y de rebote terminaríamos la mini con…
El anuncio de una continuación que -sorprendente, seguro- nunca llegaría a publicarse.
El personaje, eso sí, seguiría adelante. Reaparecería en Civil War: Young Avengers and Runaways, controlado por los Illuminati o algo igual de estúpido, y a las órdenes de SHIELD para cazar jóvenes superhéroes. Le sacarían en algún otro evento hasta que con los Dark Avengers aprovecharon para que se ocupara del puesto de Capitán Marvel. Y para el Annual de la colección, ya fuera del equipo, pasaría a llamarse Protector.
¿Qué si puede haber un motivo concreto para este cambio de nombre? Bueno… resulta que entre el final de la mini y la reaparición en la Civil War, ese mismo 2006, pasó otra cosa. Unos meses antes de esa fecha llegó una serie con personajes ‘antiguos’…
Y en ella, por supuesto,
volvía Marvel Boy. Que, todo sea dicho, intentaba explicar lo de Crusader. Dos series de Atlas y unos cuantos especiales después debieron de pensar que se podía intentar dar de nuevo una serie propia al personaje. Y hacerlo a la vez que salía Avengers vs. Atlas. Al fin y al cabo el guionista, Jeff Parker, sería el mismo. El nombre para esta ocasión sería, sin embargo… no muy afortunado.
El logo podría haber sido peor, eso sí.
En cualquier caso, los tres números reunían una historia en la que se rellenaba ese momento entre la serie original -cuyas historias aparecían como complemento. Historias seleccionadas, os diría, pero ya sabéis que solo salieron seis- y su reaparición en Atlas. Explicando, por supuesto, todo el follón de Crusader, lo que significaba tanto explicar quién era – Thelius-, de dónde salía -en realidad Bob Grayson no se había encontrado con Uranianos sino con Eternos que habían acabado en Urano y que usaban la banda mental que le dieron para traspasar sus memorias a otra persona después de haber asesinado a su padre, con idea de convertirlo en su propio Marvel Boy– como qué había pasado -los Uranianos descubrieron el pastel y fueron a por los Eternos de Urano, eso es lo que causó que Thelius se despertara, se fuera del planeta y al volver se encontrara el pifostio montado y etc…- parar poder moverlo de nuevo en Atlas. Con el nombre de The Uranian en lugar de Marvel Boy. Que es el que ha salido usando hasta su última aparición en Atlas junto al resto de héroes, como Protector… que no es el Protector que fue Marvel Boy sino…
En fin, mejor lo dejamos en eso. Hemos tenido tres series de Marvel Boy, y un mínimo de tres personas que se han hecho llamar así…
Y ahora mismo no se llama así nadie. (Hasta que haya que renovar los derechos de la marca)
Supongo que hay alguna enseñanza en todo esto, pero ahora mismo solo necesito tomarme algo para la cabeza y tumbarme un rato.
15) Marvel Chillers (1975–1976)
En algún momento de los setenta -1975 en concreto- en Marvel decidieron que podían tener una colección llamada Marvel Chillers para servir de plataforma a otro mago místico… o algo así… llamado Modred the Mystic. Para el tercer número ya habían decidido que mejor volver a lo de siempre y dárselo a Tigra.
Que venía de The Cat y un par de apariciones sueltas en un par de los títulos de terror de la compañía. Ya. Decisiones.
Modred pasaría a quedarse como secundario que aparece para liarla. En su siguiente aparición la lio con Spider-Woman, luego la liaría con Chthon y con el Darkhold -fundamentalmente- a la Bruja Escarlata y casi quien pasara por ahí. También estuvo por medio del follón de Blade y Switchblade pero mejor no hablar para eso, ya habrá posts para recordarlo.
Ah, sí, la serie de cómics… Bueno, el paso a Tigra tampoco hizo mucho por ello y para el siete cerraría. Y ella pasaría a Los Cuatro Fantásticos. Así que supongo que nadie perdería.
Salvo Marvel Chillers, claro. Esa cabecera seguiría cerrada.
Por extraño que parezca existió un Marvel Cómics antes que Marvel Cómics. Aunque no duró mucho, la verdad. Quiero decir, sí, presentaba una serie de supers como La Antorcha Humana -original-, El Angel -original-, Submariner -vamos, Namor-, Masked Raider -no es la serie, aunque podría-, y Ka-Zar – David Rand, no había Plunders por medio aún-, así que podríamos decir que había mucho de lo que Marvel luego… reciclaría para su éxito.
Y menos mal, porque para el segundo número ya le habían cambiado el nombre.
Durante los siguiente diez años sería esta Marvel Mystery Comics, que mezclaría material nuevo y reposiciones y todo eso… hasta que la llegada de los años cincuenta hizo que cambiara otra vez, a partir del número 93, a…
Sí, Marvel Tales. Que tendría incluso más reposiciones y que acabaría en el número 159 en 1957. Lo que podría parecer un buen final para el asunto. Excepto porque…
En 1964 alguien pensó que se podrían recuperar. Fundamentalmente para hacer reediciones de historias destacadas y todo eso. Por algún motivo duraron 10 números probando historias de distintos personajes y a partir del 11 pasó a ser reediciones de Spider-Man. A veces solo, a veces acompañado. Un número cada dos meses y así logró llegar hasta 1994 291 números más tarde. Que no está mal para una colección de reediciones más o menos salteadas de Spidey. Supongo.
Por supuesto esto no logró que la historia acabara aquí, porque en 2019 hubo un nuevo…
Marvel Tales. O Marvel Tales 2019. No sabemos por que no el título a secas, será que un tercer volumen era demasiado. En cualquier caso en esta ocasión volvíamos a las reediciones, pero esta vez temáticas por personajes variados. Y no solo personajes, también hubo uno centrado en Ravencroft, por ejemplo. En total 44 números que llegaron hasta 2023 y hasta… veamos… Rom and the X-Men.
Me sorprende que no lo pusieran a 80 €.
Pero hay una enseñanza real. Porque esto significa que de alguna manera ese cómic original llegó hasta 2023. Aunque sea con etapas que daban saltos, reciclando personajes, reimprimiendo y reciclando historias y, en general, cambiando de nombre o sacando números uno nuevos cada vez que era necesario.
Así que podemos decir que ese primer número inspiró todo lo que Marvel es como editorial. Sin duda.
17) Marvel Classics Comics (1976-1978)
No siempre la culpa de todo es de Marvel. Por ejemplo esto de Marvel Classics Comics, que no dejan de ser adaptaciones al cómics de clásicos de la literatura asterisco.
La culpa fue del cierre de Classics Illustrated, la serie de adaptaciones al cómic que llevaba creándose desde 1941. Primero en Elliot, luego en Gilberton y, finalmente en Frawley. En 1969 sacaron la última novedad, en 1971 dejaron incluso de sacar reediciones y cerraron también los Classics Illustrated Junior -que habían empezado en 1953 y duraron un poco más-. Así que eso abrió la clásica ‘ventana de oportunidad’. Y ya sabemos que si en Marvel ven una ventana abierta saltan por ella.
Comenzaron con Dr. Jekyll & Mr. Hyde y tiraron para delante con obras que fueran más o menos juveniles, más o menos clásicas, más o menos de aventuras y fantasía, nada muy estridente, nada muy exótico, total su versión de La Odisea no iba a ser peor que la de Nolan.
Aunque lo cierto es que había algunas adaptaciones en las que cabía la duda de si habían leído el libro más allá del título.
Total, que 36 números más tarde, tres años, y una buena cantidad de libros adaptados incluyendo DOS escritos por mujeres (Black Beauty y Frankenstein, claro) pegaron el cerrojazo.
Ah, no os preocupéis. La empresa original volvería a ponerse a sus cosas en varios otro momentos y distintas maneras. Ya le dedicaremos un posteo en algún momento porque varias de ellas – First, Acclaim– fueron en los noventa.
¿Y Marvel? Pues en los ochenta llegó a un acuerdo para darle una vuelta de nuevo a media docena de los suyos… y no debió funcionar mucho mejor, la verdad. Y, como todo vuelve, en 2007 estrenaron Marvel Illustrated. 10 títulos en 3 años sacaron. En formato miniserie, normalmente. Y nada más. Quizá porque esta vez el aspecto era más… dosmilero…
Pero estando libres de derechos ya habrá tiempo para que lo retomen. Sospecho.
18) Marvel Divas (2009)
Cuando en Marvel deciden ser feministas siempre les pasan cosas. Por ejemplo, en 2009 decidieron sacar este Marvel Divas y, os vais a quedar de piedra, hubo quejas. Y mira que en la sinopsis explicaban claro de lo que iba esto:
*Diva (dee-vah), noun: An unusually glamorous and powerful woman. See: Patsy «Hellcat» Walker; Felicia «Black Cat» Hardy; Angelica «Firestar» Jones; and Monica «Photon» Rambeau. What happens when you take four of the Marvel Universe’s most fabulous single girls and throw them together, adding liberal amounts of suds and drama? You get the sassiest, sexiest, soapiest series to come out of the House of Ideas since Millie the Model! Romance, action, ex-boyfriends, and a last page that changes everything! Let your inner divas out with this one, fellas, you won’t regret it!
Ah, perdón, que a lo mejor lo preferís altavisteado:
*Diva (dee-vah), sustantivo: Una mujer inusualmente glamurosa y poderosa. Véase: Patsy «Hellcat» Walker; Felicia «Black Cat» Hardy; Angelica «Firestar» Jones; y Monica «Photon» Rambeau. ¿Qué pasa cuando juntas a cuatro de las chicas solteras más fabulosas del Universo Marvel, añadiéndoles una generosa dosis de drama y humor? ¡Obtienes la serie más atrevida, sexy y culebronera de la Casa de las Ideas desde Millie la Modelo! ¡Romance, acción, exnovios y una última página que lo cambia todo! ¡Despierten la diva que llevan dentro con esta, chicos, no se arrepentirán!
Vamos, que era gente conocida, no iban a poner una diva sin nombre un montón de ilusión. Mucho mejor que sea valiente, poderosa, sencilla como un simple mortal, no pisa a nadie para brillar. En fin, que estas Marvel Divas buscan hacer lo mejor posible con el feminismo…
…así que es normal que esté lleno de hombres. Porque todo el mundo sabe que no hay nadie más feminista que un hombre.
O algo.
Por algún motivo solo salieron cuatro números. Pero, vaya, si algún día Aguirre-Sacasa vuelve a los cómics SEGURO que sabemos más de las divas.
19) Marvel Fanfare (1982–1991) (1996–1997)
Durante 60 números, a razón de un número cada dos meses, y con Al Milgrom como editor, la idea de Marvel Fanfare era intentar sacar historias sueltas que recuperaban personajes, y servían para probar el interés en creadores establecidos o en novatos. Todo esto con una creación de una historia principal que podía llegar a llevar una segundo e incluso una tercera -normalmente un portafolio- en ocasiones.
La llegada de los noventa los cortó… por un rato. Porque en 1996 sacaron una segunda serie, 6 números que le duraron un año que fueron…
…ciertamente noventeros.
Pero mucho.
20) Marvel Feature (1971–1973) (1975–1976)
Por supuesto los Fanfare no eran los primeros intentos de antología de Marvel. En los setenta estuvieron los Marvel Feature que servían para presentar series y probar a ver. Que no era el único, claro, porque para eso estaban Marvel Premiere y Marvel Spotlight que sacó también la editorial.
Total, que sacaron 3 de Defensores que luego pasaron a serie, después 7 de Ant-Man que no llevaron a nada -o sí, porque como no consiguió serie propia le volvieron a meter en Los Vengadores con todo el follón de Yellowjacket… ¡la falta de compradores fue responsable de que maltratara a su mujer!-, y los 2 últimos números con La Cosa y otro héroe llevaron a la creación de los Two-in-One. 12 números que se saldaron con dos 2 y un asalto. Luego ya alguien debió de darse cuenta de que tener series que servían para lo mismo no tenía demasiado sentido. Al menos un rato porque a los dos años volvieron a la carga. De aquella manera.
En esta ocasión solo se publicarían siete números de Red Sonja que acabarían ganándole su propia colección. Y, una vez logrado esto, desapareció de nuevo.
¿En qué cabeza de editor tenía algo de sentido esto? Pues supondremos que en la de uno de Marvel que no se atrevió a sacar el título directamente. Y es que al final estos cómics estaban para meter el dedo en el agua. Total, si se metían más lo mismo acababan mojándose… en demasía.
21) The Marvel Fumetti Book (1984)
Debí sospechar que algo pasaría cuando al mirar la sinopsis de este cómic lo que ponía era…
What’s a Fumetti? It’s not an Italian pastry – it’s not a sports car – it’s a comic strip made up of captioned photographs! Just like the ones in Ka-zar! It’s a laugh-a-minute romp through the Bullpen, starring your favorite comic book creators in some priceless predicaments!
Perdón, el altavisteo:
¿Qué es un Fumetti? No es un pastel italiano, ni un coche deportivo, ¡es una tira cómica hecha con fotos con subtítulos! ¡Igual que las de Ka-zar! Es una divertida travesura por el bullpen, protagonizada por tus creadores de cómics favoritos en situaciones inolvidables.
Por supuesto lo primero que uno piensa es que un fumetti no es eso y que ya están los estadounidenses con sus cosas. Pero, claro, el interior hace que esto sea solo una parte del asunto porque… lo que uno se puede encontrar dentro…
Ahm… son toda una seri de decisiones tomadas que…
vamos a asumir que son con intenciones humorísticas casi tanto como de alentar los lazos parasociales de los lectores de Marvel. Un intentó de que la gente…
no tengo muy claro la gente ‘qué’. Pero voy a asumir que buscan que la gente ‘algo’. Lo que pasa es, claro, que las decisiones ejecutivas eran…
Vamos a decir que particulares.
Que entiendo que todo lo del Bullpen y lo de Stan«The Man» y demás iba en la misma dirección. Pero al menos quedó claro que esto no tenía muchas más vueltas que darle.
Casi, casi me extraña que no sacaran más números.
22) Marvel Girl (2011)
No es que tenga yo la intención de señalar que solo hay un cómic – un one shot, además- con este título. Pero, mira, si no me toca explicar un follón como el de Marvel yo me conformo. Y aunque el estilo de dibujo y todo lo demás deje esto en muy ’10s -incluyendo una historia central sobre crecer y perder o algo así- supongo que un buen rato estarán cubiertos los derechos del título.
23) Marvel Graphic Novel (1982–1989)
Con un punto de partida que podemos imaginar -en Marvel buscaban vender tomos autocontenidos que se pudieran vender como regalo y que emularan a los lanzamientos europeos, de ahí que las 20 primeras tuvieran un número en el lateral y hasta el 38 hubiera una lista de todas ellas. Al final saldrían unas 75. Dependiendo de si contamos o no las seis de Marvel UK. Sí, Marvel UK tuvo novelas gráficas. O las de Epic. En teoría la última fue Daredevil & Black Widow: Abattoir, en la que iban al mágico mundo de Pandora… supongo.
Lo cierto es que en su interior hubo un poco de cada, algunos menos contenidos, otros… bueno. Un poco de todo. Quiero decir:
Pero bueno, que tampoco tengo mucho que contaros, porque seguro que en Panini están pensando en reeditarlas.
24) Marvel Illustrated: The Swimsuit Issue (1991) / Marvel Swimsuit Special (1992–1995)
Quizá no lo sepáis, pero en un momento determinado Marvel decidió publicar Swimsuits. Primero lo hizo dentro de este cómic llamado Marvel Illustrated: The Swimsuit Issue. Y luego ya, fuera los complejos y Marvel Swimsuit Special para todos.
Del año ’91 al ’95 estuvimos con ellos por medio y aún vemos cómo algunos han decidido considerar la posibilidad de que quizá habría que repetirlos o algo… Inexplicablemente -para mí- en Marvel no han estado tan por la labor de replicarlos y no se me ocurre por qué. Total, ¿qué es lo peor que podría pasar?
Pues eso ya ha pasado, hombre. Ya puede Marvel traerlos de vuelta. A ver cómo supera esto.
Cuando a Joe Quesada le dieron la línea Marvel Knights parecía claro que una de las cosas que hacía falta era un grupo de superhéroes. No me preguntéis por qué. Así que para allá que tiraron, con Chuck Dixon como guionista. Claro que la idea fue un poco ir añadiendo personajes de aquí y allá -en teoría Urban Warriors pero como es Dixon seguro que notáis algo en los colores-, que entraban o salían y no tanto preocuparse por algún tipo de construcción.
Y casi mejor, porque cuando decidía dedicar un número a los personajes, y mejor aún si fuera a las mujeres, lo que acababa pasando es que…
…se iban de compras, claro.
La serie duraría hasta el 15, y ahí que aguantaron Dixon y Barreto. En cualquier caso Daredevil decidía que mejor trabajar solo y ahí se acababa el asunto.
Excepto, claro, que nada termina nunca.
Así que al año siguiente lo intentaron de nuevo, pero esta vez con John Figueroa y Alberto Ponticelli. Menos elementos fantásticos aún, unos hermanos europeos o algo así como villanos, y 6 números de duración que uno no sabe si son muchos o pocos.
Unos años más tarde probaron a sacar una serie de especiales 2099 de personajes de Marvel Knights-algo así- y llamaron al TPB Marvel Knights 2099 porque la vergüenza en Marvel es algo que ni saben ni conocen.
La cosa podría haber quedado ahí, pero es que en 2019 decidieron sacar el especial 20 aniversario.
Seis números a cargo de Donny Cates y Travel Foreman en el que se nos presenta un mundo en el que los héroes están ‘dormidos’ dentro de una versión extraña de nuestro mundo y, claro, hay que despertarlos. Una trama de misterio con guiños a…
Bueno, con guiños. Toda la historia es lo suficientemente Elseworlds como para que no tengamos claro qué están celebrando, o por qué. Más aún cuando la mayoría de los Marvel Knights originales no aparecen. Pero, por supuesto, ¿qué necesidad tenemos de intentar comprender las decisiones editoriales?
Con saber que en algún momento volveremos a ver algo llamado Marvel Knights es suficiente.
26) Marvel Mangaverse (2002) New Mangaverse (2006)
Los intentos de Marvel de poner en marcha un Mangaverse han sido más extensos y sostenidos de los que uno -yo- podría pensar. De hecho, sus tradicionales lazos con Japón darían para varios posts, algunos de los cuales, por suerte, ya hemos escrito. Una historia larga que podríamos comenzar en los ’70s.
Pero que vamos a intentar no extendernos. Así que podemos centrarnos en este momento concreto, a principios de los ’00s. Desde su inicio en New Dawn
a la serie regular, y la de cierre. Además, por supuesto, de los tie-ins.
¿Por qué en estos cómics veíamos nombres occidentales como los de Adam Warren, C.B. Cebulski, Peter David, Lea Hernández, J. Torres, Kaare Andrews o… Chuck Austen en lugar de un mayor número de creadores japoneses como Akira Yoshida?
Supongo que porque los estadounidenses -y sus amigos- conocen mejor lo que el público pide, o alguna tontería similar de gestor editorial. Tanto da. Porque si esto ocurría en 2002 para 2006 había un nuevo intento llamado, claro, New Mangaverse.
Esta vez una única historia dentro del anterior mangaverse en cinco números y por cuenta del consultor de la anterior hornada, C.B. Cebulski, y el dibujante Tommy Ohtsuka que ofrecieron…
bueno, ofrecieron lo que creían que tenían que ofrecer en este turning japanese de Marvel.
La mini acababa, eso sí, con una especie de ‘no saben lo que se les viene encima’ que, efectivamente, nunca llegaron a saber porque no ha habido continuación de esto… De momento.
Vamos a tratar de explicar esto. Sé que lo digo mucho pero es que está siendo una letra llena de ideas GENIALES!
Allá por 2020 la editorial japonesa Shogakukan publicó Marvel Meow, un recopilatorio de los cómics que -fundamentalmente para instagram pero no solo- había estado realizando el dibujante (y todo lo demás) Nao Fuji. El cómic sería publicado en USA por VIZ en 2021. Pero, claro, en Marvel vieron abierto el filón.
Así que les faltó tiempo para sacar lo que podemos llamar una adaptación que luego se publicaría en papel. Más aún, en digital decidieron que podían estirarlo un poco más y en 2023 sacaron también: Marvel Meow and Pizza Dog.
Y, ya puestos, sacaron también uno de perros que -me temo- era más cómic americano que tira cómica.
Que, por supuesto, se publicaron en papel.
Lo cierto es que Marvel Meow logró tener su propia serie de portadas alternativas. Pero no vamos a extendernos más.
Simplemente nos limitaremos a recordar que años antes de todo esto, en 2009, ya hubo alguien que pensó que había que dedicar un Handbook a los…
Marvel Pets.
Así que, la verdad, mucho tardaron. Mucho.
28) Marvel Milk Maniacs: Race for Destruction (2000)
Me repito, lo sé. Pero a ver si puedo explicar esto.
Los años dosmiles fueron muy malo. Sobre todo si eras las torres gemelas. Pero no solo. También si estabas intentando hacer algo así como webcómic. Y Marvel lo estaba intentando. A tope. Una cosa llamada…
CYBERCOMIC.
La idea era hacer una mezcla de webcómic con algún otro recurso web y… bueno. Lo cierto es que empezaron en 1996 pero es en los ’00s cuando llegó al tope. Fundamentalmente porque alguien en Marvel decidió tirar del enchufe y ahora mismo la mayoría están perdidos. Más o menos. Es decir, hay autores que conservan los originales. De los guiones. De los dibujos. Pero no del resto de cosas. Y, claro, no de todo ello junto y tratado. En fin, un follón.
¿Cómo podría ser más follón aún el asunto? Pues con los Marvel Milk Maniacs.
Una iniciativa de Marvel dentro del programa Got Milk…? para que la juventú bebiera más leche. Por supuesto esto es el tipo de iniciativa que da para mucha bronca por unos, otros los de más allá. Que si era el lobby ganadero, que si por qué leche de vaca y no alternativas vegetales, que si la leche es veneno. Lo típico de estas cosas. (Internete. Estas cosas es Internete. No solo, pero fundamentalmente)
Y Marvel participaba, claro.
Hasta el punto de decidir mezclar dos cosas. Los Marvel Cybercomic y los Marvel Milk Maniacs.
¿Qué podría salir mal?
Bueno, ahora mismo es una especie de crater en internete. Podría considerarse incluso una leyenda urbana o algo así, porque hay gente que asegura haberlo visto -y leído y… eso- y que Race for Destruction salen Hulk, Capitán América y Spider-Man bebiéndose la leche…
Supongo que hay cosas que en internete nunca cambian.
29) The Marvel No-Prize Book (1983)
Por fin un cómic normal… Más o menos.
En realidad esta es una recopilación de esos ‘fallos’ de continuidad o pifias generales o lo que sea… todo lo que lleva a que los lectores, esos chacales, lo señalaran y reclamaran su ‘no-premio’.
Por supuesto habría un pequeño cómic humorístico al principio y al final. Pero lo importante es el repaso a las pifias con un cierto humor. Sencillo, agradable, fácil de convertir en posteos…
¡Un cómic ideal, vaya!
30) Marvels Channel: Monsters, Myths, and Marvels (2008)
De alguna manera en Marvel pensaron que era buena idea crear un programa estilo Friker en el que veíamos el espanto que es la telerrealidad en el universo Marvel. La idea era contar distintas historias pero al final el asunto se quedó más o menos aquí, aunque, eso sí, salió también en papel:
Qué puedo decir… Solo porque sean de cómic los periodistas no son mejores que los de la realidad.
Hasta aquí por hoy. Pero ya sabéis que seguimos teniendo mucho abecedario por delante. Y más con solo media letra. Habrá que ver cómo responde DC el mes próximo, y si logramos terminar su M, pero espero que volvamos a Marvel dentro de dos meses. Y es que con lo que tenemos por delante en lo que queda de la M vamos a tener que ir a…