Frases como «Just like Dad’s gun» dicen mucho de la demografía a la que estaban dirigidos estos anuncios

Frases como «Just like Dad’s gun» dicen mucho de la demografía a la que estaban dirigidos estos anuncios
La compañía de rifles Daisy estaba en su apogeo en los años 40 y 50, pero las leyes del capitalismo hicieron inevitable que quisiera crecer aún más. Así que echaron mano de una de las figuras favoritas de la chavalada para soporte publicitario: el vaquero de los tebeos y los seriales Red Ryder
Por cierto, esta alianza para vender rifles a los niños (y a los padres o abuelos nostálgicos) continúa hoy en día
Fea palabra aunque por desgracia ligada a este periodo electoral permanente en el que estamos sumidos. Término usado como arma arrojadiza entre candidatos que pretenden sacar tajada a costa de una región que entretanto queda asolada por el el fuego, las armas y la violencia.
Ah, no, que esa bandera lleva una franja azul, entonces es fiesta y jolgorio, no pasa nada… La cuestión es que a la chavalada se la adoctrina, y la chavalada lee tebeos, por lo que la pregunta que surge es ¿pueden los tebeos ser usados para adoctrinar?
Para ello deberían llevar publicidad, y sabemos que salvo raras excepciones, la única publicidad que llevan las grapas populares en nuestro país es, por fortuna, propia. Y cuando digo «por fortuna» es literal, refiriéndome al inmenso poder adquisitivo de los compradores de dicho material, baste comprobar que para Enero seis grapas sencillas costarán lo mismo que un tomo en pasta dura conteniendo…el material de seis grapas.
Pero al otro lado del Atlántico la publicidad en los comics cuando eran un medio mayoritario en la juventud era más que habitual, llegando a ocupar hasta el 50% del comic en determinados momentos. Y más de una vez hemos mostrado por aquí esos anuncios destinados a la infancia. Recordad, niños, las armas son buenas.
¿Es esto adoctrinar? ¿los anuncios de armas en los niños producen una sociedad armada? ¿quién vigila a los anunciantes?
Estos anuncios tuvieron su momento de auge en los años sesenta y setenta, en el caso de haber cuajado y adoctrinar no habría habido motivo para que dejasen de ser anunciados, pues siempre entrarían nuevos lectores que…oh, esperad, el mito de los nuevos lectores, claro…¿por qué no vamos a lo sencillo? suponer que allí pasaba lo mismo que aquí, que no hay un verdadero recambio de lectores, que seguimos siendo los mismos que vamos creciendo y por tanto los anuncios cambian con nuestras necesidades y con lo que nos quieras imponer. Una vez adoctrinados con las armas ya no es necesario insistir, de manera que los anuncios cambian a cosas más de adolescente como videojuegos, discos, juegos de rol o cremas para el acné. Tiene sentido. Y esto explicaría el anuncio que me encontré en algunos tebeos de Marvel de 1984, coincidiendo con la tardoadolescencia de los niños que consumieron rifles.
Crecieron y ahora ya buscan entrar en una nueva etapa vital con un pedrusco (que cuesta entre mil y dos mil veces el precio de la revista) que les conduzca al amor y la vida familiar con el bello sexo. Sólo asumiendo la falta de recambio entre los lectores puede explicar que un anunciante como este decidiera anunciarse en tebeos. Y no sólo eso…
…sino que estamos hablando de MILITARY DIAMOND SALES, que únicamente servía a personal militar en activo, que debe dar sus datos de escuadrón, fechas de rotación y domicilio civil de la persona amada. Que una empresa con un público tan específico decidiera anunciarse en los tebeos de la Marvel solamente tiene una explicación.
Los anuncios de armas funcionaron.
Hece mucho que no pillo una grapa americana ¿ahora anuncian cosas para bajar el colesterol?
Está siendo una Semana Santa lluviosa y, a no ser que seas muy devoto, no da ninguna gana de salir a la calle. Afortunadamente la sociedad de hoy en día nos provee de mogollón de alternativas de ocio de interior, no como en 1965, cuando lo único que los niños podían hacer dentro de casa era…
Con la legislación actual, este anuncio de rifles y revólveres para niños sería impublicable
¡Hoy en día obligarían al fabricante a explicar claramente que el caballo no está incluído en el lote!
Amigos, es hora de poner fin a esa insidiosa propaganda con que la progresía de ultraizquierda lleva años bombardeandonos. Me refiero, como ya habreis imaginado, a las armas de fuego. Esa némesis a la que los buenistas radicales le tienen ese miedo insuperable que pretenden inculcarnos a las personas de bien. Oyendo sus argumentos cualquier podría creerse que son una tecnología desarrollada únicamente para matar y herir cuya letalidad acabó con la supremacía de las armas blancas en el campo de batalla. ¡COMPLETAMENTE ABSURDO!
En esto, como en tantas y tantas cosas, tendríamos que aprender de los americanos. No coño, esos no, digo los guays, los del norte.
Inmejorable ejemplo de una sana y equilibrada visión de las armas y del lugar que deben ocupar en la sociedad. Porque debo confesar que entre esos propagandistas anti armas se hayan mis propios compañeros de blog.
Sí, estimados lectores. Creedme, yo los conozco y doy fé de sus buenas intenciones. No es culpa suya, lo es de esa cultura de libertinaje desencadenado en que han crecido que les ha llevado a incluso criticar y mofarse de las publicidades del fabricante de armas de aire comprimido Daisy en los tebeos de los 50 y 60.
¡Como si educar a los niños en el manejo de armas de fuego fuera algo malo! Es una habilidad imprescindible para afrontar los lances y retos de la adulta vida futura, como una epidemia zombi o una invasion extraterrestre. Si alguna vez os topais en un callejón oscuro con un grupo de extraños con máscaras de animales agradecereis llevar encima una fiable Beretta-92 y saber cómo usarla. Creedme.
¿Cómo? Si, el jucicio es el mes que viene. ¿Podeis creeros que sus abogados y la fiscalía han argumentado que eran los carnavales? ¡Excusas de bolivarianos!
Decía que las armas son una parte irrenunciable de una educación juvenil sólida y centrada y por ello su publicidad debería volver a adornar los cómics. Sólo alguien con la mente muy sucia podría ver algo raro en aquellos entrañables anuncios a página completa.
Porque, por si hiciera falta un argumento adicional, pocas publicidades son tan honestas como la de armas de fuego. Al fin y al cabo vende un producto palpable de valores verificables por lo que no necesita mentir. Además si algo caracteriza a la cultura de las armas es que, a diferencia de esa imagen caricaturesca y distorsionada que el progresismo feminazi pretende dar de ella, antepone la seguridad a cualquier otra consideración.
La afición y el coleccionismo de las armas tiene como guías la mesura y la prudencia, no las conductas irresponsables y alocadas que pongan en peligro la integridad y la salud propia o ajenas. Esas ideas son inculcadas en sus practicantes desde la más tierna infancia y la publicidad de armas es una pieza clave de ese empeño.
Sí, amigos. Así es esa positiva y educativa publicidad de armas de fuego. Y, por encima de todo, honesta y veraz.
Si promete que su juguete parece una pìstola real…
…es que PARECE una pistola REAL.
¿O es que acaso no considerais que las pistolas de soldadura sean reales, listos, más que listos?
¡Sí, es otro de nuestros queridos anuncios de los rifles para niños Daisy! Este es de 1964
Los habituales del blog recordarán diversos anuncios de los rifles de aire comprimido marca Daisy que fueron apareciendo en las publicaciones de DC a lo largo de los años, pero siempre hay espacio para alguno más. Este es de 1973