









Un nuevo año, los mismos propósitos de siempre: proclamar lo GENIAL!, no hablar de periodismo de tebeos en España y esperar a ver si la Sectorial del Cómic saca un comunicado sobre lo de las IAs, que estamos esperando. Mientras tanto, marcamos fechas en el calendario y esperamos que las editoriales, tanto las extranjeras como españolas, se hagan eco de algunos de los grandes hitos que, con fechas así bastante redondas, se pueden celebrar en 2025.
Hace 50 años…era 1975


Hace 40 años…era 1985

Hace 30 años…era 1995

Hace 25 años…era 2000

Debo reconocer que incluso yo cometo errores de vez en cuando. Y durante muchos años me he dedicado a renegar de la obra de Donnie Cates. Es verdad que debe ser difícil abrazar los senderos de los noventa siendo guionista, porque como todos sabemos, los noventa siempre fueran el territorio especial de los dibujantes, los entintadores, los coloristas,… Los guiones estaban en un segundo plano que se podía modificar o retorcer para cumplir con las exigencias del arte gráfico. Por esto imagino que Cates habrá tenido una carrera complicada intentando reclamar lo más notorio de aquella época mágica sin la capacidad de ilustrar sus obras, dependiendo de la volatilidad de un gran número de artistas que han ido sirviendo a sus ideas, a veces con mayor despliegue de GENIALIDAD! que otras.
Y aunque no soy demasiado aficionado a la mayor parte de su trabajo en Marvel, sí que tenía muchísima curiosidad por Crossover, su obra para Image Comics que prometía reunir ese espíritu noventero sin tener que plegarse a los designios de un editor jefe entrometido. Al fin y al cabo, no hay nada más noventero que largarte de Marvel a hacer los tebeos que realmente quieres hacer.

Y debo decir que aquí hay una madurez que no me esperaba. Un noventerismo que está más cerca del clasicismo de obras como Marvels y Kingdom Come, que se enfrentan a la explosión superheróica desde el punto de vista de personas normales y corrientes sin superpoderes que al despliegue de alienígenas hipertrofiados y escaladas de poder al que nos tenía acostumbrados Donnie. Porque supongo que guardarte tus mejores ideas para la editorial alternativa y no para Marvel también es una cosa muy GENIAL!
Por supuesto, la obra a la que más recuerda Crossover es a Superman: Identidad Secreta, el cómic de Kurt Busiek y Stuart Immonen en el que, igual que aquí, las historias de los tebeos se convierten en realidad. Y es que Cates no renuncia del todo tampoco a hacer de Superman uno de los ejes de su historia. Lo cual, es, por supuesto, mucho más habitual y noventero de lo que cabría esperar.

Hay otras referencias inevitables. En ocasiones esta prospección sobre el mito del cómic convertido en realidad puede recordar a Planetary, la obra que el asqueroso de Warren Ellis y el no asqueroso que sepamos John Cassaday firmaron para Wildstorm a finales del siglo pasado. Y Cates y Shaw no renuncian a meter referencias a personajes del universo Image, por supuesto, algo sobre lo que no se les puede más que aplaudir.

Sin embargo, creo que el momento que más me ha emocionado de Crossover, el momento en el que me he reconciliado con ese Donnie Cates fan de la primera mitad de la década GENIAL!, es este recorrido a la prisión para personajes de cómic del segundo número de Crossover…

…que inevitablemente nos recuerda a un panel muy conocido.

Y aquí no cabe dudas de que hay intención, de que se trata, más que un homenaje, una referencia. Por primera vez en la carrera de Cates siento que ha encontrado la tecla para dar conmigo. Este es, sí que lo puedo decir, un tebeo con todo lo bueno de esa etapa del cómic americano que tanto nos gusta a ambos, de modo que aquí queda una recomendación sin ironía. Dadle fuerte.







No estamos seguros de si es un meme, pero por si acaso, aquí va el nuestro.
Este mes se cumple el 25 aniversario de uno de los grandes hitos de la Historia del Cómic de Autor. Hablamos de Spawn #31, en el tercer año de la publicación de la GENIAL! creación de TODD!
Y es que si bien Spawn era obra completa de McFarlane, que tuvo un ferreo control sobre la criatura durante muchísimo tiempo, una cosa que caracterizó a la cabecera casi desde sus inicios, casi ecplipsando su importancia capital como obra de autor, fue la presencia de artistas invitados que entraban y salían para dar aún más renombre y brillo a la flamante estrella inaugural de Image Comics. Si bien son célebres las participaciones a los guiones de Alan Moore (Spawn #8), Neil Gaiman (Spawn #9), Dave Sim (Spawn #10) y Frank -yo creo que en 1993 ya podemos llamarle FRANK!- Miller (Spawn #11), algo menos recordadas son las participaciones de otros artistas sustituyendo a TODD! a los lápices.
El primer caso lo tendríamos en Spawn #16, primer ejemplar de la colección en la que TODD! no firma ni los diálogos ni los lápices, cediendo esa labor, respectivamente, a Grant Morrison y a Greg Capullo. El escritor escocés y GREG! continuaron esta colaboración durante 3 números, seguidas por otros dos números donde los guiones serían acreditados a Andrew Grossberg y Tom Orzechowski, en un breve hiatus de TODD! que se terminaría para el redondo número 20 de la colección, de nuevo firmado, tanto a los guiones como a los lápices, por el padre de la criatura.
McFarlane no volvería a abandonar el control de las historias de Spawn a lo largo de más de de un centenar de números y casi una década de carrera del personaje. Sin embargo, ya para el número 25 de la cabecera volvería a dejar los lápices a otro autor, Marc Silvestri y el siguiente número volvería a estar dibujado por Greg Capullo.
La colaboración entre TODD! Y GREG! se mantendría durante unos cuantos números más, pero McFarlane nunca volvería a aparecer acreditado en solitario como dibujante de Spawn. De hecho, a pesar de que seguiría apareciendo ocasionalmente acreditando junto a Capullo, en Spawn #32, Greg Capullo rediseñaría a su estilo barroco el uniforme y el aspecto del protagonista, el alter-ego de Al Simmons. El aspecto diseñado por Capullo vivió mucho más tiempo que el original, manteniéndose él como dibujante de la colección, con alguna excepción mensual para artistas como Tony Daniel, durante los siguientes 70 números de la colección.
Esto es, este mes se cumplen 25 años de Spawn #31, y por tanto, de la última vez que pudimos ver a Spawn vestido con el uniforme original con el que hizo tambalearse el mundo editorial del los 90. El fin de una prometedora era que, un cuarto de siglo después, solo podemos admirar…
Aunque, siendo sinceros, a estas alturas de los 90, ver, lo que se dice ver, ya no se veía una mierda.
Madre mía, ¿no os morís de ganas de releer esta etapa?
Es cierto que las cosas nunca acaba de saber uno por dónde van a salir.
Es igualmente real que cuando te quieres dar cuenta hay una moda y hay que subirse a ella y lo que cuesta eso. Con deciros que ROB! no ha hecho ni el #meToon ni el #DollyPartonChallenge. Con lo que nos gustas a nosotros Dolly Parton…
Pero resulta que el éxito de Youker ha traído otra cosa que uno no esperaba. Igual que el éxito de Watchmen ha traído una cosa que uno no esperaba. Y que… Bueno, lo váis pillando.
A ver, vosotros pensáis en el renacimiento del género superhéroico y en su impulso creativo, de premios, de taquilla y todo eso…
(Es decir, si no eres una periodista que lo mismo decide que está declinando en televisión o que Lo que más me gusta son monstruos es de miedo)
y lo lógico es que pienses que va a ayudar a lanzarse a obras más que parecidas. Obras que compoarten una sensibilidad, unos códigos, una intencionalidad ética y estética. Es decir…
¡SPAWN!
¿Porque en qué podrái pensar una persona que está viendo Youker que en hacer esto mismo con la obra magna de TODD!?
Las señales, os digo. Las señales nos esperan. Las señales que nos van a dejar en la cara.
¡A ver si ROB! aprovecha y relanza también SHRINK! !
¡Feliz Navidad, lectores de ADLO!
¡Y un próspero 2020!
Un año lleno de promesas, pero también de efemérides, y es que en 2020 se cumplen los 25 años de notables y GENIALES eventos, que en una labor de servicio público, os traigo al recuerdo para que os sintáis viejos los periodistas culturales de turno puedan estar pendientes de dedicarles unas palabras.
Y es que 1995 fue un gran año. La imagen que corona estas páginas nos obliga a empezar por TODD! y su Spawn, y es que en Spawn número 32, publicado en junio de 1995, tendríamos un vistazo al primer gran rediseño del uniforme que McFarlane diseñase para él. Con más capa. Más cadenas. Más pinchos. La labor corrió a cargo de Greg Capullo, autor de la preciosa portada navideña que podéis disfrutar.
Aunque es cierto que no fue un año muy prolífico para ROB!, que se encontraba haciendo todo lo posible por hundir MEJORAR Image, es cierto que hay varias creaciones GENIALES que comenzaron su andadura editorial este año, como Witchblade, donde podemos ver la mano del Maestro.
Como también pueden seguirse sus pistas en las páginas de Scott Campbell para la renumeración de Gen 13.
Y es que ROB! Está en todas partes, pero nunca ha estado TAN en todas partes como en 1995. Estaba en la renumeración de las colecciones mutantes en marzo, preparando la Era del Apocalipsis, a través de los nombres de Epting o Kubert.
En las manos del GENIAL Joe Madureira.
En el número 100 de la segunda colección regular del Castigador. En la Saga del Clon que este año acabaría con la vida de Tía May, con la carrera de Peter Parker como Spiderman y con las ventas de la colección.
Está en la llegada de Mike Deodato Jr. a la colección de los Vengadores:
Y es que en Marvel, sabían que volvería. Al fin y al cabo, un año después comenzaría Heroes Return. Pero es que ni siquiera en DC podían resistir la influencia de ROB! Por eso en 1995 lanzarían la cabecera Extreme Justice…
O la incomprendida BloodPack.
De modo que comed, celebrad y festejad este final de año, y preparad la lista de los Reyes Magos del año que viene, porque con tanta efeméride por celebrar, alguna reedición tendrá que caer. De lo que les queda por reeditar.
¡FELIZ NAVIDAD!

Nada más coger el cargo de Editor en Jefe de Marvel, a C.B. Cebulski le dejaron bien claro cuales debían ser sus prioridades: no interferir con lo que de verdad da dinero, que son las películas y el merchandasing, desarrollar algún que otro concepto nuevo por si sale peliculeable y ya, de paso, vender lo más que pueda, que a Disney eso siempre le gusta. Y en vista de que este año la editorial cumple los 80 años de historia, se lo ha tomado a pecho.

Volver a cifras millonarias de ventas para un tebeo (ey, es de lo poco que nos falta en este revival noventero de eventos, portadas múltiples y demás). Y en vista de esto, este Verano ha sido apabullante en cuanto a salidas. Hemos tenido el número 1000 de Marvel Comics (¿los tienes todos o te faltan 998?), ese en cuya elaboración se han quemado todos los cartuchos de la agenda de Tom Brevoort.

Ochenta equipos creativos diferentes para ochenta páginas (en las que, por cierto, a ROB! le asignaron el año 1991, como ya anticipamos por aquí que harían si tenían dos dedos de frente), un tour de force editorial que bien por lo especial del fasto podría tener la recompensa de las siete cifras.
Pero en Marvel, como en DisneyLand, cada día debe ser especial y magnífico, razón por la cual también han aprovechado el Verano para darle a Jonathan Hickman los aparejos para devolver al Universo Mutante a tiempos pretéritos de gloria. Con dos títulos de entrada, como estaba siendo norma. Dando aquello que se quiere y ama. Con diagrama. Al Yona nadie le hace la cama. Con diagrama. Elfos, mutantes y Krakoa, quien no le guste que se jo*. Otro firme candidato a romper el techo de cristal del mercado.

Otro producto destinado a atraer a las masas y contentar al marvelita es la miniserie con la que Mark Waid y Javier Rodríguez cuentan la Historia del Universo Marvel. Tanto este producto como el anterior contarán en nuestro país con una edición alternativa especial con misma portada y mejor gramaje. La ocasión lo merece ¿será este título el agraciado?

Las demás editoriales se suman también a la fiesta en el río revuelto. En Image, además de un número muy especial en una serie muy popular (no lo desvelo por si alguién de los que siguen los recopilatorios o las series de televisión no lo sabe todavía), Todd McFarlane se apunta el tanto de igualar a Cerebus como serie propiedad de su creador con 300 números a la espalda (de los cuales los primeros 40 pueden encontrarse en castellano en infinidad de formatos recopilatorios, pero el último centenar lo llevan a un ritmo muy relajado).

Y si hay algo más bonito que igualar un récord es superarlo, de forma que también hemos asistido a la aparición del número 301 del Engendro. Haciendo Historia.

La Distinguida Competencia recurre a sus dos pesos pesados en un título que regurgita conceptos pendientes de la epopeya de «El Snyder que se Ríe» (no preguntes de qué o quién, lector).

Y tambien…ah, no, al final esto no.

Desde luego, Verano ya no es sinónimo de monotonía en el mercado de los tebeos. Cosas de autónomos. De manera que con todos estos candidatos dentro de la coctelera, y sin cifras todavía en la mano, se ha avanzado ya que el tebeo más solicitado del mercado americano en el mes de Agosto ha sido…

…este.
Un hito más en la progresión de Donny Cates manejando secundarios. Una muesca a añadir a haber incorporado al continuo a un Frank Castle que en un futuro alternativo es un Heraldo de Galactus que viaja en moto. Dicen por tantos sitios que lo aclaman que terminarán haciéndolo verdad.
Veremos hasta dónde ha llegado cuando den las cifras, pero entre tanto recordAdlo!: Revival noventero.
Puedes sentirte contento, Cebulski. Con suerte, a lo mejor Disney hasta se plantea sacar película del personaje.
Ronald Reagan en Doom Patrol and Suicide Squad Special (Erik Larsen, 1988)

Donald Trump en Spawn 289 (Jason Shawn Alexander, 2018)

