Es un hecho objetivo que por las carambolas editoriales que sean el material de Marvel siempre ha tenido más calado en nuestro país que el de DC, incluso cuando los publicaba una misma editorial, casos de Vértice o Bruguera. Pero esto no es impedimento para que cada cual tenga sus preferencias, y tengo claro que las mías van para el universo creado por Stan Lee.
No se trata de que me guste más tal o cual autor, pues a fin de cuentas casi todos han terminado haciendo la rueda de editoriales y el que hoy está creándote la plana mayor de tu universo, años después se marcará un Cuarto Mundo en la otra acera.

Se trata de algo más, algo ajeno al raciocinio, un sentimiento, una conexión mayor con unos personajes que con otros. Hay enfoques e historias que cuadran con unos determinados personajes pero chirrían en otros. Y en universos diferentes las historias que se cuentan no suenan igual. Se podrían coger escenas sin personajes conocidos y podríamos jugar a adivinar si se desarrollan en el Universo DC o en el de Marvel, casi seguro que acertaríamos en todas. Son pues diferentes y no intercambiables, de manera que por fuerza tiene que gustar más uno que otro. Quien diga que los dos por igual o no los conoce o miente.
Yo tengo claro por qué prefiero Marvel.
En mi caso, repasando mi tebeoteca veo que predominan los tebeos de grupos. Apenas hay nada de Thor, Capitán América, Iron Man, Hulk o Daredevil en solitario. En cambio ahí están las ristras de grapas de La Patrulla-X, Los Vengadores, los Cuatro Fantásticos, Alpha Flight, Triplie Acción/Los Defensores... Era como si en las series protagonizadas por un único personaje hubiera algunas reglas que no podían saltarse, como que no podía morir, casi siempre le salía todo bien (relativamente), el desarrollo interior del personaje tenía que avanzar forzosamente a base de globos de pensamiento al no compartir sus aventuras más que con el acompañante ocasional (por algo se le llama identidad secreta), y en cada episodio se alternaban las peleas pijameras (que es por lo que compramos estas cosas, no nos engañemos) con escenas de paisano con secundarios. Ser consciente de esas reglas hacía que en el fondo todo terminara cayendo en una cierta previsibilidad. En cambio en las series de grupos todo suele ser colorido y pijamas de la primera página hasta la última, la acción puede sucederse sin interrupción entre unos personajes y otros, y como las alineaciones son siempre susceptibles de cambiar, no está asegurado el destino de ninguno de los personajes. Sobre el papel cualquiera podría morir, abandonar el grupo o cambiar de bando.
Siendo así ¿por qué preferí las series de grupos de Marvel sobre las de DC? pues porque con estos últimos no había quién se aclarara. Por una parte, en lo que tocaba a la Liga de la Justicia los de Vértice también sacaban bajo otro título cosas de la Sociedad de la Justicia, con un Superman canoso, un Robin mayor con otro uniforme…si en aquellos momentos encontrar en los quioscos o librerías de lance dos números consecutivos de una misma serie era una hazaña, comprender sin ayuda los conceptos de los mismos personajes en tierras paralelas era tarea destinada al fracaso. Y cuando más adelante llegó Zinco con sus artículos explicativos y su publicación respetuosa al original y cronológica lo volví a intentar de nuevo, esta vez con la Legión de Superhéroes. Y fue otro chasco.

Que sí, que hay muchos que dirán que la Legión es lo más, y se sabrán himnos en Interlac y todo eso, pero seguro que hasta esos han leído poco. Porque lo de la Legión es un lío.
A ver, me encuentro de golpe y porrazo con una serie que llevaba más de veinte años de historia a cuestas ¿os lo podéis imaginar? ¿cómo se come esto? tantos y tantos personajes y no se sabía de dónde había salido cada uno, ni qué poderes tenía, ni que relaciones había entre ellos. Para ponerse al día era más importante estudiar fichas que leerse las aventuras. Que si uno había cambiado de poderes, que si otros estuvieron casados, alguno incluso había vuelto de la muerte ¿cómo podía disfrutarse una aventura teniendo que hacer el esfuerzo de recordar tantas cosas?
Lo siento, yo para estas cosas soy más simple, más lineal, muéstrame un personaje, definemelo en dos frases y que siga adelante, que sus diálogos le caractericen, que pueda comprenderle, que pueda identificarme con él. En este sentido soy un Claremontista convencido. Sí, sé que hace un tiempo que no es el que era, como le pasa a tantos, pero en gran parte es su trabajo en la Patrulla, junto con el de otros grandes autores en Vengadores y 4F los que me han hecho decantarme por Marvel. Son tebeos que sé que puedo seguir, no como con aquello de la Legión, que sin fichas ni nadie que me lo explicara era incapaz de seguir nada.
Por todo esto, por sus personajes reconocibles y sencillos de seguir ¡ EKÄM ENIM LEVRÄM !
(Texto original redactado en 1990)
