Desde aquí repartimos ideas y conceptos para la manipulación creativa y el abuso cultural. Somos el diario de lo genial, y el pensamiento de lo imposible
En ADLO! estamos para muchas cosas, pero no para enseñar que es muy cansado no somos quienes. Eso no quita para que procuremos echar una mano en lo posible, por ejemplo con todo el follón este del Orgullo.
Ya, ya sabemos. Siempre pensasteis que aquí éramos más de Soberbia, de Ira, de Lujuria… Una falsedad tras otra, salvo alguna cosa. En ADLO! siempre hemos defendido la Pereza y la Gula. La Avaricia no, que no somos editores. Y la Envidia tampoco, que no somos tuiteros.
Pero no nos desviemos. El asunto-problema-tema aquí es que cada año vemos que se lanzan especiales y cosas. No siempre los mismos ni la misma gente. De momento no ha habido ninguno de Mortadelo y Filemón, pero suponemos que es cuestión de que se vayan quedando sin inéditos. Pero los especiales tienen a tener un cierto problema. -O dos si contamos con chistes que de viejos parecen de cuando en El Jueves publicaban Makinavaja– y es que tienden a ir siempre por el mismo lado.
Tanto follón que es intentar recordar si era LGBTQI+, LGBT, LGBTQ, LGBTIQA+, LGBTQQIAAP2S o cómo iba el asunto. Que nosotros no tenemos problemas en leernos un artículo de recomendaciones de términos, de verdad, o dos, o los que hagan falta. Pero entendemos la popularización del término Queer porque es más sencillo de recordar cómo se escribe y en qué orden.
Pero, claro, entendemos que eso puede hacer que algunas personas se sienten dejadas fuera y, por supuesto, tengan menos visibilidad y, al final, acabemos hablando siempre de lo mismo.
Así que para este año he pensado echar un ojo a esos otros términos que no son ni la G ni la L -dando por hecho que la G y la L son de Gay y Lesbiana, o aquileo y sáfica, o yo qué se, no he empezado aún con los cómics del post y ya me estoy arrepintiendo- que son los que aparecen más habitualmente. Como demuestra uno de esos cómics que han salido este año y que demuestra que no todas las corporaciones se han doblegado ante el alza fascista.
Siempre podemos contar con las Monster High.
De hecho, el año pasado ya tuvieron un especial Pride. Con una portada que parecía clara.
Pero se ve que han decidido que en 2025 hay que serlo más aún. Que es una gran forma de actuar, ya podrían tomar las dos grandes nota de las Monster High.
Pero vamos a nuestro repaso. Lo primero es empezar por los Asexuales. Aquí aconsejaban llamarlo Ace y Aro, según si sea para lo sexual o lo romántico. Debería de ser fácil porque muy románticos no parecen los supes, muy sexuales tampoco.
En teoría deberíamos de buscar ambas opciones, y buscar si se han mostrado otras representaciones. Es decir, si hay personajes asexuales birrománticos, o bisexuales arrománticos, que son cosas distintas. Pero, mira, mucho lío todo esto, de hecho vemos como alguno, como Connor Hawk o Jughead,
originalmente se referían solo como asexuales sin entrar en si eran o no arrománticos. Es decir, si establecían relaciones románticas. Por mucho que el autocorrector insista en que queremos decir que eran aromáticos.
También nos sirve para recordar cómo los de ‘es que este cambio no se corresponde con l del original de los cómics, seguro que si lo hicieran al revés armaríais bronca’ tienden a olvidarse de que estas cosas pasan. Como cuando adaptaron a Jughead a la tele. Y, sin duda, recordaréis las famosas Revueltas Asexuales que siguieron a este borrado de su ‘queeridad‘.
Lo de la Bisexualidad es más fácil porque ahí tienes a los que en algún momento le han puesto otra pareja y tienen que tirar para delante. Excepto si eres Bendis, que entonces decides borrar la bisexualidad del Hombre de Hielo. Pero bueno, fijamos que esto es para reflejar otro tipo de asunto y volvamos al nuestro: Bisexualidad.
Por supuesto no solo es él, Dio, también hay muchas posibilidades para las mujeres sexis -como Catwoman o Black Cat– y algunos casos de ‘todo me va bien’ que llevan a las inevitables discusiones con la Pansexualidad. Os dejo que hagáis los chistes con las barras y seguimos.
La verdad es que es tan habitual que la lista queda larguísima e incluye, por supuesto a Tim Drake -que es Robin pero también es informático-, a Superman Jr., Prodigy, Ghost-Maker, Catman, Riddler y más de la mitad de las versiones alternativas de Wonder Woman o Hércules. Al menos las que no son directamente homo.
Ah, y dentro de lo de Pan está también Deadpool, con aquel intento de explicación sobre que era porque la medicación alteró su química cerebral que luego intentaron arreglar diciendo que era sexualidad fluida. Teniendo en cuenta cómo manejaron otros asuntos -como lo de Freedom Ring– ni siquiera es el peor ejemplo de Marvel.
Por supuesto fuera de los supes tenemos más ejemplos, como Shelley en Omaha, the cat dancer; Maggie y Hopey en Locas, y varios cómics de la BD que -casualmente- tienen a mujeres sexies. Para que luego os digan que hay mucha diferencia entre BD y supes. Tú dejas a Jean Dufaux guionizando y ya tienes la mitad de la representación hecha. Siempre y cuando sea mujeres sexies que, si tienen la oportunidad, se sexualizarán más aún ante hombres mirándolas.
En fin, mirando las notas veo que deberíamos hablar de la fluidez en las diferentes posibilidades, dentro de lo Genderqueer, lo no binario y lo fluido supongo que lo más directo es hablar de los cambiaformas. Sea Loki, sea Xavin, sea el que sea. -Quizá con la excepción de Mortadelo, pero volvemos a decir que ahora mismo es un país desconocido- Pero no son los únicos, por supuesto -ni lo son todos, que parece que no siempre lo tienen claro-, porque ahí en DC está también Kid Quick, de quien lo dejan claro con un recurso un tanto antiguo, sospecho,
pero si sirve para tener más claro cómo es elle… pues tendrá que servir.
En cuanto a la parte No Binaria tenemos a Stitch, Madin, Ragdoll, Cam Long o Porcelain. Que son solo unes poques de les personajes que sirven para que la carcundia se rasgue las vestiduras con las traducciones. No diré que esa sea su finalidad. Ni mucho menos. Es solo una ventaja añadida.
Por cierto, no estamos hablando de las personas Agénero porque en esto de los cómics -especialmente en los de supes, pero no solo- tienden a ser alienos, roboces o similares. Es cierto que con les NB también pasa, pero tenemos más personas humanas -bueno… humanas…-.
Sí podemos hablar, un poco, de Interesexuales, quizá sea Rebus el personaje más conocido -y un tanto complicado de explicar porque magia, ciencia o lo que toque esta semana-, pero no el único. Sir Ystin, uno de los Shining Knights -y parte de los Demon Knights– de DC lo deja bastante claro:
Por supuesto aquí podríamos limitarnos a hablar de obras de Go Nagai -al que ya conocemos-, pero mejor quedarnos con Sir Ystin.
Pero volvamos a lo Trans, comenzamos por el primer personaje Marvel porque la portada del número en el que se presentó merece la pena ser recordada.
Efectivamente, en los años noventa. Con una historia de Ann Nocenti por la que pasan Lobezno, DareDevil, Vengeance… Pero en la que la protagonista es María Tifoidea, a la que mandan -un decir- a rescatar a una niña. Cuando ya lo ha hecho le dicen que en realidad es un chico, salta Bloody Mary, hay algo de drama hasta que, finalmente, Jessie Drake puede hablar:
Y Mary lo entiende. No solo eso, sino que ella acaba con ella soltando un discurso,
-es más largo, pero seguro que Panini tiene la historia completa publicada en algún lado, al fin y al cabo Forum la publicó en un número único que reunía la primera y segunda parte de la historia-
y, por si a alguien le quedaba alguna duda, terminaba así:
Aunque, claro, en DC nos habían presentado un año antes, en 1993, a Coagula
Es lo que tiene el haber tenido a Rachel Pollack en Doom Patrol.
Por supuesto seguiríamos teniendo todo tipo de personajes, Alysia Yeoh en Batgirl, Dreamer un poco por todas partes, Circuit Breaker…
En Marvel, por su parte, anunciaron a bombo y platillo a Escapade, quien dio un par de vueltas con los New Mutants y acabó en la Avengers Academy, que ahora mismo tiene más letras que el alfabeto. Por supuesto tenemos también a Morgan Red, Leonara Eng o Koi Boi, así que os podéis hacer a la idea.
De nuevo, no es solo cosa de los cómics de supes, en My Hero Academia está Yawara Tiger Chatora.
Pero ya que estamos en ello…
aprovechemos para recordar de nuevo los cómics de Jadzia Axelrod.
En cuanto a Questioning… supongo que lo más cercano sería
Eh, Queer es.
Como decía, hay muchos cómics y muchos personajes. Es una lástima que no haya puesto más de españoles porque, por ejemplo, en US tenemos representación no solo trans sino, también, bisexual. Y es que, en general, ahora hay un poco más de visibilidad en todas partes. Tú coges un cómic
y seguro que algo encuentras.
Por supuesto, como hemos dicho en otras ocasiones, por haber hay hasta ‘recursos‘. Como la Queer Comics Database, que tiene el problema habitual de centrarse en USA, pero que ya es algo. Supongo.
Así que aunque este año las empresas estén menos por la labor de tratar de rascar dinero de la diversidad ya sabéis que no hay que conformarse con ello. Con ninguno de los ellos.
Siempre parece que las cosas no hace falta contarlas hasta que resulta que sí que era necesario. Así que uno puede ver como publican, por ejemplo, por fin Deadendia en castellano, cómo sale un nuevo recopilatorio de Leñadoras o como Heartstopper se publica en gallego, incluso todas esas reseñas favorables del segundo Lo que más me gusta son los monstruos. Y pensar que ya está todo hecho.
Pero esto, como las menciones regulares, reediciones, comentarios y blablabla de Fun Home, Camelot 3000, Strangers in Paradise, Nimona, Giant Days, Gender Queer, Sombras sobre Shimanami, Pedro and Me… de las publicaciones de Nazario, Mariko Tamaki, Kay O’Neill, Ralf König, Sophie Labelle o Tillie Walden… de Cosmoknights, Drama, Snapdragon, El Príncipe y la Modista… En fin, de tantas obras y autores. Todo esto, decía, no deja de ser para mucha gente más un ‘cómo están las cosas ahora’ que un ‘cómo han estado siempre’. Como si el Boy’s Love o el Yuri (o el Yaoi, claro) fueran inventos modernos.
Así que parece necesario hacer un poco de repaso, y recordar que tenemos ejemplos de sobra ya desde el siglo pasado. Y, muchas veces, por autores que no son precisamente queer. Lo tenemos en toda la historia de Andy Lippincott en Doonesbury, desde su aparición en los setenta hasta su fallecimiento en los noventa por culpa del SIDA, mientras suena de fondo Wouldn’t It Be Nice.
Igual que lo tenemos en el Lawrence Poirier de la canadiense Lynn Johnston en For Better or For Worse, una decisión a partir del asesinato de un amigo de la creadora que decidió que había que hacer algo aunque fuera solo esto. Así que, como ella misma explica, aprovechó para que el mejor amigo de la familia protagonista saliera del armario. En una sucesión de historias que llevarían a que se lo contara también a su madre:
Y, por supuesto, lo tenemos más cerca, en el cómic de superhéroes, ¿o ya no recordáis cuando a partir de todo el follón con Rawhide Kid resultó queStan Lee tenía algo que decir de otro personaje?
“[Sgt. Fury and his Howling Commandos] had a gay character. One member of the platoon was called, I think, Percy Pinkerton. He was gay. We didn’t make a big issue of it. In this comic book that I read, the word gay wasn’t even used. He’s just a colorful character who follows his own different drummer. He follows a different beat. But we’re not proselytizing for gayness.”
Que altavisteado quiere decir:
“[Sargento. Furia y sus Comandos Aulladores] tenía un carácter gay. Creo que un miembro del pelotón se llamaba Percy Pinkerton. Él era gay. No le dimos mucha importancia. En este cómic que leí, la palabra gay ni siquiera se usaba. Es simplemente un personaje colorido que sigue a su propio baterista diferente. Sigue un ritmo diferente. Pero no estamos haciendo proselitismo a favor de la homosexualidad”.
Por supuesto también hay historias como las de Donna Barr que creó en 1988 The Desert Peach, un cómic sobre Oberst Manfred Pfirsich Marie Rommel, conocido como Erwin pero, sobre todo, como The Desert Peach.
Una historia sobre este ficticio hermano del otro Rommel, pero que tuvo el suficiente éxito como para que la vida de este hermano menor se extendiera durante 32 números, hasta principios de los dosmiles. Dando tiempo, incluso, a que se creara un musical y a que la autora publicara una novela sobre el personaje. Y no solo eso, porque la autora no dudó en digitalizar las páginas y subirlo como un webcómic más, hasta el punto de que ahora se puede leer en Webtoon.
Por supuesto todo esto es al margen de ocasiones en las que las fichas van cayendo. Como cuando Osamu Tezuka decidió crear La Princesa Caballero y fue de tanto impacto este personaje andrógino -aunque perfectamente creíble, dentro de lo que los ingleses suelen llamar Sweet Polly Oliver, en España La Monja Alférez, y para el resto «Pues claro, como en Mulan«– que no solo influyó en sus lectores (y luego espectadores), también en personajes como Lady Oscar o Utena.
Claro que si alguien pensaba que sin duda Tezuka había sido malinterpretado para 1970 estaba su versión de Cleopatra, que ofrece personajes con intereses por su propio sexo como Apollodoria y Octavio.
Y luego estaban las mujeres de La Generación del ’24 -que como la del ’27 en España es menos un nombre propio que uno puesto por los críticos- que no dudaron en revolucionar el manga, especialmente el shōjo, incluyendo lo que llamaban ‘intimidad del mismo sexo’ mostrando, por ejemplo, el Shiroi Heya no Futari de Ryoko Yamagishi una pareja sáfica o Sanrūmu Nite de Keiko Takemiya un beso entre dos hombres, facilitando que en los sesenta hubiera más personas que siguieran ese tipo de historias, en primera plano, en segundo plano, en lo que fuera necesario.
Por supuesto lo hacían sabiendo que no en todas partes serían igual de bienvenidas, pero dándoles lo mismo. Creo que aún nos acordamos de los cortes, cambios y recortes que se hacían en Sailor Moon -en España también, aunque es cierto que los estadounidenses siempre fueron más ‘mogambos‘- o como se intentaba disimular con las cosas de CLAMP, como su Sakura.
Pero, por supuesto, siempre hay más.
Y no, no me refiero a los álbumes paródicos, ni a lo que sucedía en las abiertamente sexuales Biblias de Tijuana ni, por supuesto, a creaciones más ‘fanzineras’ en espíritu, más ‘iconoclastas’ y casi ‘punk’ como puede ser Tintin en Tailandia. Más arriesgadas también, que ya sabemos cómo son los de los derechos. Así que no debió de extrañarnos que la cosa acabara con arrestos. Pero eso, como de costumbre, sería historia para otra ocasión.
Tampoco hablo de esas decisiones particulares como que los robots tengan también género, que permitió a los Transformers crear este tipo de historias tanto en More Than Meet The Eye como en Lost Light, aunque demuestre que siempre hay tiempo para cambiar el chip.
O a Mike Barr, que parece que en Camelot 3000 se quedó con las ganas y aprovechó Malibú para darle a Mantra. Con el guerrero eterno Lukasz renaciendo dentro del cuerpo de una mujer: Eden Blake.
O los personajes secundarios del Sabre de Don McGregor.
O…
Vamos, que lo de ahora tampoco nos pilla tan lejos.
Pero quizá podríamos también hablar de otros creadores, personajes e historias.
Porque incluso aunque siempre haya habido también aliados, como demostró la versión americana de Strip A.I.D.S. (1988) en la que aparecía, por ejemplo, un Spirit de Eisner,
en la contra de la antología, nada menos. Pero eso no quita que también haya habido siempre creadores queer.
Al fin y al cabo si han existido antologías como Strip AIDS (1987) o AARGH (Artists Against Rampant Government Homophobia) (1988), revistas como Gay Heart Throbs (1976 – 1981), Gay Comix (1980-1998) o Meatmen (1986-2004), o ese combo de documental y antología que es No Straight Lines (2012) que recogía ejemplos desde los años 60 es porque, bueno, siempre los ha habido. Aunque no siempre se estuviera mirando para allá. O aunque no siempre estuvieran a las claras.
Lo que pasa es que demasiadas veces las leyes las hace gente cuyo odio o miedo va más allá de lo razonable. De ahí que cuando uno se pone a investigar en el tema descubra que parte del follón venga de las leyes sobre lo que es pornográfico y lo que no. A uno le podría parecer que ese ‘hay que proteger a los niños de la pornografía’ es un truco nuevo para evitar que les llegue cualquier cosa que los asustados y odiosos no quieren que sepan. Pero lo cierto es que en USA hizo falta que el Tribunal Supremo dijera que una fotografía de un hombre desnudo no es inherentemente obscena. En 1962. Pero bueno, ya antes habían reconocido que Sexo y Obscenidad no eran sinónimos. En 1957.
Con ese tipo de leyes es normal que muchas veces fueran las revistas de ejercicio -igual que lo fueron en los años 30 las películas sobre ‘naturismo’ y ‘nudismo’ que a finales de los ’50s ya tenían su propia forma de exploit (menos porque antes no lo hicieran que porque para entonces ya eran toda una institución) en los nudie-cuties – y de ahí que varios de esos creadores fueran apareciendo en esas revistas o en historias relacionadas.
Algo en lo que podríamos comenzar con George Quaintance y sus ilustraciones, comenzando en los años 30 para portadas ‘spicy‘ que le daban una vuelta a las de Enoch Bolles. Convirtiéndole en una de las primeras figuras de estos physique magazine a mediados de los cincuenta.
Pero en la que habría que hablar, sobre todo, de Touko Valio Laaksonen, o Tom de Finlandia, que comenzó dentro de ese género, conocido como beefcake y que daría nombre a su personaje más famoso: Kake. Y en la que estuvo no solo él, también Dom Orejudos, o Domingo Francisco Juan Esteban Orejudos, que solía firmar convirtiendo ese Esteban en un Etienne y que fue uno de los grandes amigos y colegas de Laasonen y uno de los que ayudaría a crear la fundación que lleva su nombre. En ambos casos pioneros que influenciarían a muchos de los que vinieron detrás. Como John Blackburn, que a finales de los ochenta crearía el personaje de Coley, y Belasco, que a principios de los noventa llevaría mucho de este estilo y temas a la comunidad afroamericana.
En contra de lo que podrían pensar los antes citados y sus miedos, lo cierto es que no todo era material sugestivo o sugerente, lo que pasa es que -por lo que sea- tienden a recordar más este.
Por ejemplo, en los sesenta se fundaría The Advocate, una revista de tema queer que continúa hasta nuestros días. En ella podríamos encontrar a John Klamik, que firmaba Sean, haciendo chistes e ilustraciones desde prácticamente su principio, y donde creó la serie Gayer Than Strange, más cerca del slice of life y el cómic undeground. O a Joe Johnson, que llevaba los personajes Miss Thing y Big Dick Ambos más cercanos al panel cómico tradicional y con frecuentes apariciones de los personajes en las viñetas del otro. El primero una caricatura del gay afeminado, el segundo del gay machote que salía -precisamente- de esa idea creada en los physique. Por supuesto ambos autores harían más obras, por ejemplo Klamik crearía años más tarde la tira Up the Block para Frontiers, más cerca del humor cotidiano.
Del mismo modo en la revista Drum estaban más cercanos a series más sugerentes, pero eso no les impedía tener al Harry Chess de Al Shapiro. Una parodia del spionistico tan de moda a mediados de los sesenta. Algo que hacía más sencillo introducir tanto el humor como la sexualidad, casi podríamos decir que como el tío gay que le enseñó todo a Austin Powers. Y que le facilitaría el suficiente reconocimiento como para que el cierre de la revista a mediados de los setenta no significara el final de la tira, pasando primero al Queen’s Quarterly y después a una nueva que pretendía recuperar el espíritu de aquella y se llamaba, claro, Drummer.
Lo cierto es que las revistas tenían también su propia vida. En Japón, por ejemplo, en 1971 el editor Bungaku Itō había convencido a la editorial Daini Shobō para poner en circulación Barazoku (薔薇族), la primera revista japonesa abiertamente gay y que incluía su propia sección de manga. Mientras que para finales de esa década verían en Francia la salida de Gai Pied, auspiciada por Michel Foucault, publicada por Pink Triangle e impresa por la Liga Revolucionaria Comunista. Y es que mucho estaba pasando en esa década.
Para los setenta Bruce Billings estaría creandoCastro, una tira que salía en periódicos como The Voice y en la que se suponía que el protagonista era un perro pero se hablaba de su amo y la vida cotidiana de la Calle Castro de San Francisco. Y lo hizo de una manera tan exitosa que pronto había una cantidad tal de castro-clones que dio píe incluso a una especie de parodia en, precisamente, The Advocate. Gerard P. Donelan decidió que el cese de la colaboración de Joe Johnston con la revista la dejaba coja de humor, así que fue lanzando propuestas hasta que acabó con su propia serie: It’a a Gay Life, que en parte se dedicaba a hacer humor de esas historias de jóvenes gays y sus vidas cotidianas que tanto éxito estaban trayendo a Billings. Aunque lo cierto es que este no tuvo ningún problema. De hecho, cuando en los ochentas apareció la tira Murphy’s Manor de Kurt Erichsen acabaría colaborando con él en un flip-book con una selección de ambas colecciones.
También en los setenta vimos la aparición de Come Out Comix de manos de Mary Wings, autora de novelas de detectives protagonizados por Emma Víctor pero más importante aún por este cómic, uno de los primeros de contenido lésbico explícito no desde un punto de vista sexual -lo que en mitad de todo el exploit de fumetti italiano, con títulos que ya conocemos como Jacula o Sukia, tiene más mérito- sino de autoexploración -espera, mala elección de palabras…- de su realidad y sentimientos.
No sería la única, eso sí, en 1974 Roberta Gregoryenvió el cómic A Modern Romance a la antología Wimmen’s Comix, también creó la tira Feminist Funnies que posteriormente pasaría a expandirse en 1976 hasta crear el cómic Dynamite Damsels del que publicaría unos pocos números. Gregory seguiría publicando, por supuesto, creando en los ’90s a Bitchy Bitch en sus cómics de Naughty Bits para Fantagraphics. Y allá que sigue, claro.
También en los setenta, pero esta vez 1975, comenzó la publicación de Neil the Horse de Arn Saba, es decir, la canadiense Katherine Collins, una obra de estilo retro que funcionó como tira hasta 1982 y que en esos años de cierre del syndicate canadiense había dado el salto a comic book hasta su cierre definitivo en 1988. Que, por cierto, también tendría su correspondiente musical. E intentos -que en eso se quedaron- de convertirla a serie de animación entre esos finales de los ochenta y principios de los noventa.
Pero mejor volvamos a los ochenta, a esa época en la que el británico David Shelton se puso con Controlled Hysteria, Leslie Ewing publicando regularmente en Wimmen’s Comix, Burton Clarke sacaba Cy Ross and the SQ Syndrome, Jeff Krell creaba en 1982 la tira Jayson, con la pretensión de ser un Archie queer -y que tuvo también musical, e incluso un corto animado-, en 1983 Sylvia Mollick y Terry Ryan creaban la tira T.O. Sylvester -que, además, era el pseudónimo con el que la firmaban- , la canadienseNoreen Stevens estrenaba la tira sáfica The Chosen Family en 1984, mientras que Ivan Velez Jr. comenzaba a contar sus Tales of the Closet (1987-1993) entre la intención de hacer una historia realista, pero también divulgativa y educativa.
Los ochenta fueron también la década de Cath Jackson, Jerry Mills, Junichi Yamakawa, Jacki Randall, Vaughn Frick, Bill Ward, Oliver Frey o, por supuesto, Tim Barela.
Tim Barelasería conocido sobre todo por la tira Leonard & Larry, originalmente los secundarios de otra tira pero que acabaron como protagonistas de su propia historia, apareciendo en 1984 en Gay Comix -creado esa misma década por otra leyenda: Howard Cruse– y luego en The Advocate o Frontiers, y recopilatorios. Todo ello con un gran sentido del humor.
Aunque, por supuesto, también en los ochenta había mucha variedad. De ahí que los británicos Don Melia y Lionel Gracey-Whitman pudieran crear Matt Black: Charcoal (1986–1987)
Porque el afroamericano Rupert Kinnard comenzó en los setenta dándose cuenta de que había una falta de supes de color que le llevó a la creación en 1972 de Superbad y luego de Brown Bomber en 1977. A este último lo creó para el periódico de su campus, y una vez la tira logró ser lo suficientemente popular lo sacó del armario. Pero aún tenía más por hacer, porque en los ochenta creo en Oregón la publicación Just Out para la creó a otro personaje más: Diva Touché Flambé. Así, junto a su anterior personaje protagonizaba BB and the Diva.
Una serie superheróica protagonizada por una lesbiana y un gay, ambos afroamericanos, a mediados de los ochenta. Para que luego haya gente que cree que este tipo de obras son ideas financieras o inventos nuevos (Que rima con ‘había antes de que tuvieras pelos en los huevos‘).
Por supuesto otra cosa que tuvimos en los ochenta fue una serie con sexo, drama y… furrismo. Vamos, una de gatos. Y es que Omaha era bailarina, de ahí que el cómic se llamara «Omaha» the Cat Dancer. Así que aunque su historia principal fuera heterosexual sabíamos casi desde el principio que ella era tan bisexual como sus autoras: Kate Worley y Reed Waller. Entre otras cosas por la relación que se deja caer entre ella y su amiga Shelly Hine, también bailarina. Claro.
Originalmente creada como tira por Waller para un fanzine a finales de los setenta, y a partir de ahí, a principios de los ochenta, como comic book para Kitchen Sink Press, a partir del segundo número Worley – recién divorciada- comenzó a sugerirle idea y, finalmente, convertirse en la guionista de la historia. Fueron colaboradoras durante todo lo que duró la serie, que también fue su propia forma de drama que iban -lógicamente- ‘retrasando’ la publicación: En 1988 tuvieron un accidente de coche que dejaría a Waller con secuelas, en 1991 Worley fue diagnosticada con cáncer de colon y para 1995 la relación entre ellas estaba tan deteriorada que decidieron separarse y abandonar la serie inacabada. Worley se casó de nuevo y sería precisamente su marido el que tuviera que intervenir cuando en 2002 llegaron a un acuerdo para recuperar y completar el cómic después de que esta fuera diagnosticada con cáncer de pulmón, algo de lo que acabaría falleciendo en 2004. Ahí fue cuando su marido y Waller remataron la historia con las notas que Worley había dejado, hasta cerrarla en 2007.
No fue la única serie que duraría varias décadas. En 1987 Sean Martin comenzó a colaborar con una publicación de Vancouver publicando la tira Doc y Raider. Duraría una década, hasta 1997. Y 12 años más tarde, en 2009 la revivió con un formato nuevo, esta vez serían ilustraciones 3D, que mantendría hasta su fallecimiento en 2020. Para que veáis que no es algo que pase solo con La Abeja Maya.
Luego ya cada cual que prefiera su estilo favorito. Ehem.
Pero esto nos viene bien también porque, además de que la D sea de Defensa -¿de qué iba a ser si no? ¿de Divulgación? ¡Bah!- nos permite llegar a nuestra década favorita: Los noventa.
Como Diana Green, que en 1993 creó Tranny Towers, que comenzó publicando en Gay Comix. Una autora trans con un reparto que incluía personajes trans. La serie pasaría a la revista Lavender durante un par de años, tratando temas como la dismorfia, la alienación o los roles y normas de género.
Aunque quizá en este blog pegue incluso más Bread & Wine. Un cómic presentado como novela gráfica porque el guionista fue Samuel R. Delany, acompañado al dibujo por Mia Wolff. Y prólogo de Alan Moore.
¿Que por qué lleva como subtítulo An Erotic Tale of New York? Dejadme que mire las notas… Ah, sí, porque en él Delany cuenta como un escritor de ciencia ficción afroamericano conoce a un sin-techo y acaba teniendo una relación con él. Lo típico.
Por supuesto también hemos tenido giros. Como con Real Life, un webcómic que empezó en 1999 centrado en el humor de las situaciones cotidianas como las relaciones con los amigos, las relaciones románticas o cuando en 2020 la autora anunció que era una mujer trans. Ese tipo de situaciones cotidianas.
En realidad a partir de los dosmiles fue siendo más habitual, de hecho hay por lo menos cuatro personajes confirmados asexuales en distintos cómics, como Gwenpool, Connor Hake, Yelena Belova o, por supuesto, Forsythe Pendleton Jones III. Es decir, Jughead. Y si no tenéis claro a qué me refiere, no os preocupéis que os lo explico: Torombolo.
Por supuesto a partir de aquí podríamos ponernos a hablar de… yo qué sé, de Eric Shanower, o de P. Craig Rusell declarando en The Comic Journal en 1991 que era gay. Pero también podemos volver para atrás.
Podemos mencionar a Marcia Snyder, que trabajó en los años cuarenta en Timely en títulos como Capitán América, o en Mary Marvel en la Fawcett, o en la joven de la jungla Camilla en, claro, Jungle Comics para Fiction House. Mientras vivía en Greenwich Village con su novia.
O a Matt Baker, un dibujante que comenzó a mediados de los ’40, recordado sobre todo por Phantom Lady. Sobre todo por una portada que Wertham publicó en La Seducción del Inocente en la que le acusaba de estar siendo demasiado sugerente para los menores.
Baker se había ocupado del personaje después de que el Studio Iger se lo alquilara a Fox Comics. Baker rediseño el personaje, fijó una imagen, colaboró con la habitualmente no acreditada guionista Ruth Roche y… bueno, eso, Wertham.
Que, por supuesto, si hubiera sabido que Baker además de afroamericano era gay probablemente hubiera tenido algo más que opinar. No sé si distinto -probablemente sí- pero desde luego más
Baker fue un dibujante también de cómic romántico, uno de los primeros dibujantes afroamericanos que tuvieron éxito en la industria, como para que en 2009 le incluyeran en el Hall of Fame del cómic. Además de ser citado como influencia por Adam Hughes.
O podríamos hablar de Raúl Natalio Roque Damonte Botana, es decir, de Copi, el argentino que desde su adolescencia en los cincuenta dibujaría caricaturas para distintas revistas, que se instaló en Paris en 1962 -en donde realizaría la mayoría de su producción: escrita, dibujada e incluso montajes teatrales- y donde sería parte del Grupo Pánico, junto con Alejandro Jodorowsky, Fernando Arrabal o Roland Topor. Su temprana muerte a los 48 años en 1987 fue lo único que pudo detener su creatividad.
O podemos movernos un poco más adelante, a finales de los sesenta, cuando Jeffrey Catherine Jones comenzó su trabajo ilustrando portadas, hasta el punto de que Frazetta la llamaría ‘el mejor pintor vivo’. Jones pasaría a trabajar para King Comics, Gold Key Comics, Creepy, Eerie, Vampirella y lo que pillara, sin dejar las portadas, claro. Tuvo incluso una página regular en el National Lampoon entre el 1972 y el 1975 llamado Idyl, igual que tendría un cómic regular a principios de los años ’80 en la Heavy Metal llamda I’m Age. Y compartió el famoso The Studio en Manhattan formado además por Bernie Wrightson, Barry Windsor-Smith y Michael Kaluta. Nada de esto se borró cuando transicionó en 1998, como demostraron los múltiples elogios a su fallecimiento en 2011.
Así nos iríamos a los ’80s en los que el suizo Oliver Frey trabajaba en Reino Unido y lo mismo te hacía portadas de videojuegos o ilustraciones para revistas del ramo,
que te dibujaba erótica -o porno- gay firmando como Zack.
En fin, podríamos seguir, por supuesto, podríamos hablar de Stephen Sadowski, Gengoroh Tagame, Bob Schreck, Daryl Toh…
Podríamos hablar de éxitos recientes. Como que Penguin Random House lleve publicados en España, dentro de su sello B de Blok, nada menos que 8 números de Cloe y su Unicornio
de la autora trans Dana Simpson. Mucho mérito porque uno ve la edición que hacen y se sorprende que de los compradores hayan pasado del primero.
Pero, claro, en España también tenemos lo nuestro. Como la revista Claro que Sí que dirigió Sebas Martín -a su vez otro ejemplo de autor queer de extensa carrera- y en la que podemos ver varios nombres
y alguno que no está pero que podría, como el de David Ramírez.
Sí, estoy tan sorprendido de no haber usado la portada de B3 como ustedes. Y de no haber usado la de Sexo Raro ni os cuento.
O los cómics lésbicos como Bollería Fina de Rosa Navarro y Gema Arquero, Lesbilais de Victoria Rubio o L.S.B.,ANA – ¡El lesbicómic! de Teresa Castro.
Pero, vamos, que es que en Fandogamia están publicando -quizá no lo sabéis- un cómic… no, ese no. Me refiero a Educación Sexual con Chris y Randy.
Qué puedo decir, esto es un asunto internacional. Otra cosa es que el predominio anglo se note aquí también -ojalá otra cosa, pero esto da para lo que da que luego os quejáis de lo extenso de los posteos. Lo importante es que recordéis que hay mucho más porque esto ni puede ni quiere ser exhaustivo-, pero no por ello vamos a dejar de hablar de los autores de patrios.
Porque, además, uno nunca sabe dónde puede saltar la sorpresa. Por ejemplo, un día estas leyendo un cómic tocado por la mano de ROB!
Todo el asunto está en el enlace actualizado a 2023. Os pongo un pantallazo:
Aunque, por supuesto, esto no es todo.
No lo es porque aún no hemos hablado de una autora, creadora de una serie de cómic conocida tanto por su crítica como por su interés en el público de todas las edades, que se ha convertido en bandera de su país no-anglo, y en un clásico por derecho propio.
No lo es porque aún no hemos hablado de Tove Jansson.
Efectivamente, la creadora de los Moomin -o Mumin, según- tuvo una serie de bien documentadas relaciones, incluida una que llevó a una serie de momentos vodevilescos que concluyó con la compra de una casita en una pequeña isla en el golfo de Finlandia.
Pero, puestos a rematar esto, y sabiendo que Janssen es insuperable, creo que es un buen momento para un cierre circular volviendo a Nazario. Un autor tan importante que podemos hacer esa catetada de decir que apareció en esa antología, No Straight Lines, que recogía los nombres más notables desde los años ’60 hasta ese 2012 en que se publicó.
Por supuesto lo mejor para terminar es recordar que las organizaciones estadounidenses GLAAD y Lambda llevan dando premios a cómics desde 1992 y 2014 respectivamente. Los equivalentes españoles -de haberlos- pueden comenzar los suyos cuando quieran.
Cuatro mil quinientas palabras más tarde, lo importante es que haya quedado claro que gente queer ha habido siempre, ha estado haciendo cómics -en tiras, en páginas, en webcómics, en fanzines, en la puerta del baño, en…- siempre, y que siempre lo hará.
Por eso siempre hay espacio para ser consciente de esto, y reconocer haber estado equivocado, como le pasó a ROB!con EstrellaRota y con el pansexual que viene a salvar el cine de superhéroes, MuertoPiscinas. Pero ya sabemos lo que se suele decir: ROB! is ROB! Y es que de casi todo se sale.
Da igual a cuantos nazis haya que golpear por el camino.
La Lista Semestral de Genialidades Esenciales pretende recoger las iniciativas más GENIALES! del mundillo editorial/internetero del frikismo español que a lo mejor te has perdido o participado sin saberlo (esto es el mundillo editorial hispano, no sería la primera vez que alguien trabaja para alguien sin tener constancia de ello).
POR QUÉ
Porque como a los políticos, los críticos, los podcasteros y resto de influencers a nosotros también nos gusta vivir sin trabajar y aunque a diferencia de los anteriores nosotros asumimos que nunca lo lograremos no podemos negar que hacer una lista de cosas da mucho menos trabajo que organizar unos Picadlos.
CÓMO
Esta lista se confecciona deprisa y corriendo, sin orden establecido, usando el criterio personal, subjetivo, y las filias y fobias de los miembros de ADLO! Novelti Librari tanto de blog como lista de correo. Un procedimiento que indiscutiblemente nos convierte en la lista más objetiva de este país ya que no sólo es la única lista creada sin pensar en las copias de prensa sino que además esta es la única asociación que forma gente que ya ha asumido que nunca será nadie importante en el mundillo.
QUIÉN
Este listado ha sido elaborado en dos rondas. En la primera varias docenas de adláteres han presentado un total de cero candidaturas, así que en la segunda una comisión de ocho miembros de la asociación (Eme A, Jonatan Sark, Jota Calduch, Emilio Martín, Pablo Fluiters, Pedro García e Isaac Hernández) ha puesto los esenciales que les han salido del pope
Greg Smallwood
Da igual que no sepas dibujar ciertos tipos de ojos. La Marvel superinclusiva de Akira Yoshida te contrata igualmente para dibujar Elektra: Black, White & Blood y además te ayuda redibujando todo lo que a ti no te salga del todo bien
Deadpool: Bad Blood
ROB! revoluciona la industria una vez más. En una época en que todos los demás autores del mercado norteamericano publican su material en revistas con grapas para más tarde recopilarlas en tomos más gordos, el californiano reedita en grapas las páginas de su tebeo Bad Blood que ya habían visto la luz en formato de tomo (formato OGN, lo llamó Marvel) allá por 2017. Cuando otros artistas se sumen a la iniciativa recordad que Liefeld lo hizo primero. Como casi todo
Vicente García
El editor y fundador de la revista Dolmen, premiada siete veces por el Salón de Barcelona por su trabajo informando sobre el mundo del cómic, vio cómo le era negada la acreditación de prensa para cubrir la última edición de dicho evento, en un cambio de criterio que solo un lector de DC puede entender
Ethan Van Sciver
Por su teoría de que en los supergrupos debería haber como mucho una mujer por cada tres hombres, y la forma ten brillante en que la expresa: si usas palabras como «ratio» te respaldan las matemáticas, y si usas palabras como «Stan Lee» te respalda un muerto que no puede contradecirte
Everything Everywhere Ezra Miller
¿Por qué motivo? ¡Ay, yo qué sé! ¡Si cada noticia que sale es más increíble que la anterior, y cualquier cosa que escribamos aquí se habrá quedado vieja cuando estos Esenciales vean la luz!
La ficha de ADLO! en Tebeosfera
¿Con esto ya podemos optar al Gran Premio del Salón?
Salvaje Spiderman 1
Al mismo tiempo que el protagonista pierde su raciocinio y la capacidad de comunicarse el equipo artístico formado por Joe Kelly y Gerardo Sandoval simula perder su capacidad para narrar una historia coherente. ¡Un maravilloso experimento metalingüístico!
El viaje de SD
La conocida distribuidora organizó un viaje para gran parte del mundillo del cómic español (distribuidores, editores y libreros) al otro lado del estrecho de Gibraltar. No sabemos exactamente qué pasó allí (lo que pasa en Marruecos se queda en Marruecos) pero debieron liarla tan parda que pocas semanas después el presidente español Pedro Sánchez tuvo que cederle al estado marroquí la soberanía sobre el Sáhara envuelta en papel de regalo y con un lacito
Conan Te Eme
En un movimiento sorprendente, los poseedores de la marca registrada «Conan» le han quitado a Marvel los derechos de un personaje (que está libre de derechos en la inmensa mayoría de los países del mundo, siendo Estados Unidos la más notable excepción) antes siquiera de que les diera tiempo a reeditar en tochales la etapa anterior elaborada por la misma editorial. Los próximos tebeos de Conan(tm) vendrán producidos por Titan Comics, compañía a la que recordaréis por éxitos tan prestigiosos como la serie WWE Heroes de Keith Champagne y Andy Smith, allá por 2010. Ocho números duró
De repente, el último Superlópez
Cuando un autor anuncia que deja una serie que lleva cincuenta años dibujando pero su último tebeo publicado no tiene nada de especial que marque esta circunstancia probablemente no estemos ante un final planificado por el autor, sino ante una cancelación o un despido. Mucho sello histórico en portada y mucha tapa dura, pero la editorial aquí no ha podido ser más cutre
Los dos estrenos de Morbius
En una época en que las ventanas de exhibición en cines se reducen cada vez más, Sony apostó contracorriente (aconsejada por ese ente anónimo e irresponsable que es internet) por reestrenar en salas una película que aún no había salido de ellas. Una estrategia que salió mal, muy mal, pero que de haber funcionado hubiera revolucionado la industria
¿Queerbaiting? No, queerchondeo
Tras años (muchos años) de ir preparando el terreno, DC daba el paso y oficializaba la relación de pareja entre las hasta entonces «mejores amigas» Harley Quinn y Poison Ivy. Y lo hizo a lo grande, dentro de un crossover que implicaba a varias colecciones de la batfamilia y con la pareja besándose en primer plano y en viñetas enormes. Pero lo que los tebeos te dan los tebeos te lo quitan, y un mes después, en Harley Quinn 10, la pareja rompía con la excusa más peregrina posible. Esto no es jugar con la audiencia, esto es reirse de ella
Ayuso llamando infantil a la oposición por gustarles los tebeos
Nos parece coherente que alguien que tanto apela a los años 80 se ría de los lectores de cómics en plena era de dominación Marvel. J.M. Menéndez ya nos spoileó a Ayuso: o normalización o libertad, pero las dos cosas a la vez, no.
Los guiones de Strip Marvel
Como somos unos boomers de Strip Marvel sólo sabemos que es otro de esos tuiteros «ni de izquierdas ni derechas» pero aún así no podemos dejar de aplaudir el valiente esfuerzo de Panini de seguir editándole cosas para que Strip intente firmar libros con su nombre que no sean el trabajo de los demás. Como no siempre le sale bien prometemos ayudarle cuando encontremos el libro salga Bibliostock.
Los subtítulos de The Orville en Disney +
Están mal traducidos, mal sincronizados y a medida que avanzas aparecen trozos ininteligibles y otros sin traducir. Nos alegra que Torralba haya encontrado otro trabajo.
La edición en catalán de Tokyo Revengers
Porque ser catalán no debería estar reñido con ser nazi, y menos en un país como el nuestro.
Los cursos online de Alan Moore
La BBC te ofrece la posibilidad de aprender escritura de la mano de Alan Moore. Lo único malo es que cuando vendes tu primer guión tienes que mandarle un whatsapp agradeciéndole el dinero o te insultará acusándote de haberte prostituido a la industria (y siendo honestos es probable que lo haga igualmente aunque le agradezcas el dinero).
Together we Burn
¿Bailadoras de Flamenco que torean dragones? Sí, sí, sí y mil veces sí. Por fin sabemos por qué no quedan dragones: Los de la inquisición ecologista prohibieron las corridas y la raza se extinguió (nos lo han explicado en OK Diario).
Los traductores de las series Marvel de Disney Plus
Después de spoilear que Wanda Maximoff se convertía en La Bruja Escarlata al final de Wandavision el listón estaba muy alto, pero ahí está Disney España sabiendo darlo todo para crear el tipo de contenidos por el que pagamos internet: traducciones absurdas que nos permitan a los frikis discutir como si fueramos idiotas.
La polémica por lo que pagan en la revista Planeta Manga
Con una solo publicación en redes sociales nos enteramos 1) de lo que paga Planeta sus autores, 2) Qué autores se escandalizaban porque les parecía poco 3) Qué autores se escandalizaban porque era más de lo que cobraban ellos 4) Qué autores se escandalizaban porque ellos no cobraban. Por cosas como estas las editoriales prefieren pagar con visibilidad.
Fox News quejándose de que Star Trek es ahora «demasiado woke»
¿Qué será lo próximo? ¿Minorías étnicas en los X-men? ¿Superman adoctrinando a los niños para que antepongan las necesidades de la mayoría a la suya propia? ¿Wonder Woman dando discursos moralistas? El cielo es el límite cuando eres una cadena que ha hecho una fortuna dando noticias sin molestarse en documentarlas. No podemos esperar a que Inda, Ana Rosa y Griso empiecen a copiarles (ni a que Ferreras haga como que nos defiende).
Marvel escogiendo a Ramón García para promocionar la nueva película de Doctor Extraño
Es importante conocer la media de edad de tu target comercial, por lo menos hasta que puedas insertar QRs con skins de Fornite en medio de las proyección de tus películas.
Los reporteros de RTVE
En estos tiempos de desprestigio periodístico no nos queda otra el notable esfuerzo de los profesionales de RTVE.es por demostrarnos que es mentira que el periodismo español sólo sepa hacer refritos de lo que pone en Wikipedia.
Zack Snyder consiguiendo dos oscars
Mientras periodistas que no han cenado nunca con Villarejo publican que una legión de bots consiguió impulsar una campaña online para que Warner soltará la panoja y financiara el Snydercut nosotros nos quedamos con lo bueno: el prácticamente casi no relacionado hecho de que ZACK! ha ganado este semestre dos Oscars que se decidían por votación online.
Los audiocomics
Los cómics ocupan espacio y no siempre llevan skins de Fornite de regalo, así que ¿por qué no abrazar el formato del audiocómic? Neil Gaiman podría prescindir de los dibujantes, la editorial ahorrarse la mitad de los royalties, y los fans montar una polémica para decidir si han de llamarse audiómics o «Audiorelatos gráficos».
Las grapas premium
Planeta y Panini suben los precios por culpa de la crisis del papel y la hiperinflación mientras inician una guerra por lanzar sus «grapas premium» a menos de un euro en los líneales de un conocido hipermercado que no nos paga bastante como para que no le llamemos Carrecuatro. El «¡¡HAY QUE RECUPERAR EL KIOSKO!!» se retuerce en estos momentos en su tumba
El manga de Ivrea dedicado a Putin
Publicar en España un manga de Putin montando cosas un 16 de enero de 2022. ¿Qué podía salir mal, Ivrea? ¿Qué podía salir mal?
Oscar Isaac
Algunas personas se han quejado de que no es una adaptación totalmente fiel al original, pero eso es lo de menos. El gran trabajo de interpretación de Oscar en ¡Vaya par de gemelas! merece al menos una mención en este repaso semestral
Yo, siendo un señoro heteronormativo y casi cincuentón, quiero cuatro de cinco (lo siento, Jim Lee, no has entendido el concepto), así que no me puedo imaginar cómo estará de contenta la chavalada que encaje en al menos una letra del colectivo https://t.co/w9cjufUbjZ
Un lector se queja de los relatos de solo texto que incluyen los tebeos de la EC. La respuesta de los editores es escandalosamente sincera pic.twitter.com/kBZFZEJy8G
El tercer nombre de la primera línea y el segundo nombre de la segunda línea del "special thanks" del primer capítulo de Ms Marvel destripa a dónde lleva la subtrama de la escena postcréditos
Darren Warren Johnson tiene nueva serie en Image, se llama "Do a powerbomb" y va de lucha libre… o al menos parte de ahí. ¡Que no se os pase echarle un ojo! pic.twitter.com/73PesfNBqH
DC me ha enfadado esta semana. Sí, lo sé, eso no es una novedad. Pero lo han hecho con un tema que me ha venido sobeteando los ovarios durante doce años. Y, como a estos de ADLO! les gusta más la bilis que a mí un abdominal de Henry Cavill, me han invitado a que suelte la mía aquí.
Lo reconozco, cualquier producto cultural que tenga a Hiedra Venenosa y a Harley me escama. Me atemoriza. Me asusta. Me produce pavor. Pero no es por la culpa de sus personajes, es por puro condicionamiento que me ha hecho DC. “Pero si Hiedra y Harley son una de las parejas LGTB+ más conocidas del cómic de superhéroes, ¿cómo va a ser eso?”, puedes pensar. Pues porque esa es una verdad muy a medias de la que DC lleva sacando pasta muchos años y de la que yo estoy cansada.
Esta es la historia de Harley, Hiedra, el queerbait, DC, yo enfadada y la madre que nos parió a todos. Ven, acércate a la hoguera y deja que te cuente…
Érase una vez…
Paul Dini y Bruce Timm crearon a Harley Quinn para la serie animada de Batman en 1992. Aunque, en principio, fue concebida como una compinche más del Joker, pronto su carisma y su llamativo diseño se ganaron un lugar propio en dicha serie. Si hay una cosa que le encanta a Paul Dini, es establecer relaciones entre la galería de villanos de Batman, así que era cuestión de tiempo que Harley conociese a Hiedra. Eso ocurrió un año después, en el episodio “Harley y Hiedra”, de 1993.
¿Se estableció en aquel momento una relación romántica entre ambas? Hombre, pues el hecho de que fuese una serie aminada de principio de los 90’, nos podía dar una sutil pista de que no era esa la intención.
En 1991, Thelma y Louise había aterrizado en los cines, y, en ese momento, la propia relación entre Hiedra y Harley era una referencia a la película. Dos mujeres fugitivas unidas por sentirse infravaloradas por ser ellas mismas que se alían para cometer algún delito que otro.
¿Las lecturas e interpretaciones? Muchas, todas válidas. ¿La intención de que fuesen pareja? Realmente, ninguna.
Pero, si algo voy a ser en este post es honesta. Si bien en la propia serie no hubo nada reseñable a nivel romántico entre ellas, sí es cierto que en Batgirl Adventures #18, comic derivado de la serie. Podemos encontrar este diálogo.
El caso es que, con el tiempo, Harley dio el irremediable paso al universo principal de los comics de DC, lo que conocemos como canon. Aunque aún muy apegada al Joker, ya en los dosmiles, Harley comenzó a tener sus primeros arcos de emancipación en su serie propia a manos de Karl Kesel, que se extendió del 2000 hasta 2004. A pesar de que Hiedra era un personaje recurrente en la cabecera, Harley seguía profunda y peligrosamente enamorada del Joker, y tampoco existe ninguna intención de que dé a entender algún tipo de relación romática entre ambas.
Entonces, ¿cuándo cambia el tercio? Para mí, el momento decisivo fue Gotham City Sirens. Ni siquiera es algo que se deje ver durante la serie. En el penúltimo número, el #24, escrito por Calloway, una Hiedra enloquecida por su amor por el Joker vuelve junto a él. Hiedra ataca al Joker para intentar liberarla, pero, para despistar a Hiedra y que suelte le suelte, Harley le pregunta que si hace todo eso porque son amigas o si en realidad está enamorada de ella.
Es decir, que la primera vez que se insinuó que ambas podrían llegar a tener algo más que una amistad dentro del canon fue en agosto 2011, casi 20 años después de la creación de Harley. Pero, sin duda, aquí es donde se prendió lo que vendría siendo la wea.
Dos amigas que se querían mucho …
Si la relación de Hiedra y Harley se popularizó de verdad en alguna etapa editorial, esa fueran los New 52. ¿Y qué es esto? Pues mira, en septiembre de 2011, Barry Allen, también conocido como Flash, decidió volver atrás en el tiempo para salvar a su madre de ser asesinada. Salió mal y, además, supuso el cambio de muchas cosas en la línea temporal de DC.
En la práctica, supuso un reboot de los personajes de DC, un reinicio de su continuidad, que funcionaba como punto de enganche para nuevos lectores. Los orígenes de la mayoría de personajes, como el de la propia Harley, se revisitaron y se actualizaron. Otras muchas cosas fueran retconeadas y dejadas fuera del canon, como fue el caso de la serie de Gotham City Sirens, o, al menos, parcialmente. Vamos, que tres meses después del primer tonteo entre Harley y Hiedra, lo retconearon.
Los personajes no cruzaron sus caminos durante algún tiempo, ya que Hiedra se unió a las Aves de Presa, mientras que Harley, por su lado, se unió al Escuadrón Suicida.
Paralelamente, en Marvel, Deadpool estaba ganando mucha popularidad. En un movimiento, por mi parte muy cuestionable, pero que resultó un indudable éxito, DC lanza una segunda etapa de Harley Quinn en 2014, con guiones de Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, que se adentra mucho más en terreno gamberro. Eso, en la práctica, significa que tiene muchos más chistes de pedos y tetas que la etapa anterior.
Pero aquí fue, en esta serie es donde el verdadero tonteo se hace palpable. Hiedra es un personaje recurrente de la cabecera. Tontea con Harley continuamente. Aparecen todo el rato en situaciones sexualizadas. Pero, más allá de ello, nunca pasa nada claro entre ellas. Todo es sí, pero no. Somos amigas, de las que se ven las tetas y duermen juntas. Pero amigas.
La gente estaba, obviamente, desconcertada. Había algo entre las dos, obviamente, pero en realidad no se explicitaba nada. Lo cual era muy raro, porque en la misma serie, Harley sí que mantenía relaciones de forma explícita con hombres. Esto llevó a que, en 2015, DC confirmase, vía Twitter, que Hiedra y Harley mantenían una relación abierta.
Pero todos sabemos lo que significa tener que confirmar algo por Twitter gracias a nuestra tránsfoba británica de cabecera, ¿verdad? DC confirmó su relación vía pajarito porque en el cómic no lo hizo. La excusa de la relación abierta, además, les vino genial para justificar por qué Harley mantenía relaciones con tíos mientras que su relación con Hiedra se limitaba a momentos ambiguos y sexualizados.
No obstante, esto funcionó que te cagas. La gente, ávida de representación LGTB+ en los cómics, se comió la historia con patatas. Los medios “especializados” también. DC jugaba con la baza de que los seguidores puntuales no leen todos los cómics y de que los medios mainstream, tampoco. Además, mientras que aquellos que sí que se leían el comic seguían comprando la serie como forma de apoyo a una pareja sáfica abierta entre dos mujeres bisexuales, que es el culmen de lo que le gusta a woke stan twitter USA, los fans más rancios con pililas ambientadas a requesón también lo podían seguir haciendo, porque no había una representación LGTB+ real y, además, se podían llevar hasta alguna pajilla extra. Un clásico del porno. ¿A quién no le gusta una relación de amistad sexualizada entre mujeres? ¿A quién no le va a gustar?
El caso es que DC decidió explotar esto de que los medios y la gente normal y corriente desconocen cómo funcionan los tebeos. Como lo de que Harley y Hiedra no eran novias en los comics no se podía sostener durante mucho tiempo sin viñetas que se pudiesen compartir en Tumblr, DC decidió utilizar sus Elsewordls.
Si eres un civil de los cómics y no sabes lo que es un Elseworlds, te lo explico en un momento. ¿Te has visto “What if…” de Marvel? Pues lo mismo. Elseworlds fue un sello editorial dentro de DC destinado a contar historias fuera del canon oficial, cómo qué pasaría si Superman fuese comunista o qué pasaría si Superman fuese nazi. En cualquier caso, y aunque ese sello ya no existe, en DC le seguimos llamando Elseworlds a todas las historias que ocurren en universos paralelos y que, por tanto, no son canon. Pero, claro, esto lo sabe la gente que está metida en los comics. Y es complicado de explicar en un titular.
Lo que hizo DC fue permitir que Harley y Hiedra fuesen pareja oficialmente en varias series fuera de la continuidad oficial, fuera del canon. De esta manera, sí que había viñetas que subir a Tumblr y titulares en medios diciendo lo inclusiva y LGTB+friendly que era la editorial sin dar una representación real en su universo principal. Movimiento sucio e inteligente.
De esta manera, Harley y Hiedra sí que eran novias explícitamente en, por ejemplo, DC Comics: Bombshells, Elsewolrds que se sitúa en un mundo paralelo en el que las heroínas de DC peleaban contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. ¿La trampa? En esta historia, todos los personajes son sáficos. Por ejemplo, Lois Lane se enrolla con Supergirl. En el canon, Lois es la esposa de Superman y Kara, su prima adolescente. Ninguna de las dos es sáfica.
En los comics de Injustice, también tienen una relación. Llegaron incluso a casarse en Las Vegas. Pero tampoco ocurren en el canon principal. Es más, en los juegos, que son el producto principal, a pesar de que Harley es una de los protagonistas del segundo, no hay ninguna mención a que ambas hayan tenido esa relación que cuentan los cómics. Pero los titulares de que “Harley y Hiedra se han casado” estuvieron por todos los lados ese mes.
Y así, de poco a poco, con trampitas por parte de DC, de repente Harley y Hiedra eran la pareja LGTB+ más visible del cómic de superhéroes. Y todo era un relato, porque lo cierto es que en el universo principal de DC nunca habían sido nada. Todo era una mentira.
He de decir que en la serie principal de Harley hubo dos besos. Soy honesta. Pero los dos funcionaban como un recurso de la trama y no como algo “romántico”. Y, además, quedaban completamente amortiguados por el tono de la propia serie y por la cantidad de morreos que se daba Harley con todo el mundo.
Para mí, lo que encapsula a la perfección la relación de Hiedra y Harley durante esta etapa de su relación es esta viñeta de Harley #25, ya de su tercera etapa propia. Piensas “se están dando un morreo y magreándose todo el culo, ¿cómo no van a ser novias?”. Sí, ahora amplia la imagen. Hazle zoom a los labios. Es un beso en la mejilla. ¿Lo ves? Pues quédate con esta ilustración en mente, porque luego nos va a dar mucho juego.
Y así, poco a poco, nos plantamos en 2019, año en el que me da la impresión de que DC se da cuenta de que ha pisado demasiado el acelerador y se pone a recular. Harley protagoniza junto a Booster Golds una miniserie llamada “Héroes en Crisis”, con guion de Tom King. Toda la trama gira alrededor de lo que Harley quiere a Hiedra. Al final, en el punto álgido de la historia en el que se reencuentran, después de que Harley llevase todo ese tiempo pensando que Hiedra había muerto… se dan un abrazo y ya. Es incluso anticlimático. Queda mal.
Para seguir la trama de estas buenas amigas, DC lanza otra miniserie, “Harley Quinn and Poison Ivy”, de Jody Houser. Durante los seis números que dura, DC se empeña en recordarnos que son amigas. Muy amigas. Amiguísimas. Pero nada de ser novias. En las propias sinopsis oficiales del comic se hace hincapié en ello. Y como tales, la miniserie termina con ellas “cortando” su relación de amigas, mientras se dan este amigable besito en la frente, que no es, para nada, un beso censurado, ¿verdad?
Pero ahora en un ratito hablamos de censura. No sabemos qué pasó, pero el ímpetu que le entró de repente a DC por demostrar lo amigas que eran, comenzó a ser incluso risible.
Llegaron a estros absurdos del queerbait, como lanzar al mercado una figura de las dos especial de San Valetín y explicar en la descripción de la misma que “San Valentín celebra muchos tipos de amor” y que la relación entre ambas es el “epítome de la amistad”.
Ahora, para terminar esta sección, quiero que veais con quien terminó Harley en su cabecera. Y la diferencia que hay en lo simple que es todo cuando se besa con Booster Gold y lo difícil y las trampas que tienen todos sus besos y abrazos con Hiedra. Porque cuando son un hombre y una mujer, de repente no hay ninguna ambigüedad.
¿Amigas o censura?
En 2019 pasó, también, algo muy interesante. HBO lanzó la serie animada de Harley Quinn y Hiedra iba a ser coprotagonista. Claro, con el historial de estas dos, yo no tenía ninguna esperanza de nada. La primera temporada, de hecho, parecía ir en la misma dirección que los cómics. Pero me callaron la boca bien callada. Y yo encantada de que me la callasen. No voy a entrar en diseccionar nada, pero sin duda la serie supuso un gran empujón de popularidad para esta relación.
Otra cosa bastante relevante, es que, en 2020 AT&T, compañía matriz que posee, entre otras muchas cosas, DC Comics, hizo una “reestructuración”. Más allá de lo sintomática que fuese esa “reestructuración” sobre la crisis del medio, para lo que nos incumbe en este post, supuso una limpia enorme de editores. Toda la cúpula editorial que llevaba años en DC, encabezada por Bob Harras, quien desempeñaba su labor como editor jefe desde 2010, fue sustituída.
¿Y por qué es importante que se fuesen los editores? Pues por la censura. Yo ya estaba convencida de que era imposible confabular a tantos guionistas diferentes de tantas cabeceras distintas para hacer queerbait. Puede pasar en una serie. Pero, ¿en tantas? La culpa no era de Conner, Palmiotti, King o Houser. Claramente, se estaba censurando esta relación desde los despachos de los editores de DC.
Pero en dar la voz de alarma fue Sam Humphries, encargado de la última parte de la etapa de 2016 de la cabecera de Harley. En una entrevista, dio a entender como buenamente pudo, que DC no le dejaba usar a Hiedra en su serie.
Había un beso de verdad y DC se lo censuró y lo convirtió en el beso en la mejilla más sexualizado de la historia. Que la relación de Harley y Hiedra estaba vetada en el canon principal de DC no es una teoría, ni una conspiración judeomasónica. Es un hecho.
No obstante, tras la sustitución de editores y la visibilidad que le había dado la serie animada a la pareja, todo pintaba muy bien para Harley y Hiedra. La nueva etapa editorial anunció vientos de cambio cuando en un flashback de Batman: Urban Legends #1, se explicitó que Harley y Hiedra habían sido pareja. Sí, en el pasado, pero pareja sin trampa ni cartón por primera vez en el canon.
Por su parte, en su especial del Orgullo LGTB+, ambas tuvieron una historia guionizada por Mariko Tamaki, que venía a parodiar el queerbait que había hecho DC con ellas durante tanto tiempo. Harley y su reencuentro con Ivy comenzaron a tener una importancia más que notable en la etapa de Batman de Tynion IV. También en la nueva cabecera de Harley, que dio comienzo el mismo 2021 con Stephanie Phillips y en el que su reencuentro futuro con Hiedra era un tema recurrente. Todo ello culminó con el final de la etapa de Tynion, en Batman #117, publicado en noviembre de 2021. En él, Harley y Hiedra se establecían, por fin, sin ninguna trampa, como pareja explícitamente. En el canon y en el presente, como debe ser.
Que empezasen a ser novias, por fin, tuvo también impacto en otras series, como Catwoman o la de la propia Harley. Todos lo celebramos. Yo lo celebré. De verdad que pensaba que ya estaba. Los editores que vetaban se habían ido. Harley y Hiedra tenían una relación de pleno derecho en los comics después de doce años tonteando. DC había reconocido sus errores y estaba actuando en consecuencia. ¿Verdad?
La alegría dura poco en la casa del pobre. En diciembre de 2021, un mes más tarde de que empezasen a salir juntas, se lanzó Harley Quinn #10, el primer comic en el que eran novias, oficialmente, en el canon presente de DC. Bueno, pues lo han dejado en ese mismo número. Han estado juntas la friolera de 10 páginas. Ya está. No hay más. Ya no son novias. Puf. Desapareció.
¿Comerán perdices?
Pues mira, no lo sé, porque yo estoy, por decirlo elegantemente, hasta la pepitilla del coño. Estoy harta de que DC lleve vendiendo una moto inexistente desde hace más de una década. Estoy harta de que me maree con estas dos.
¿Puede ser que este movimiento sea para crear salseíllo y que después vuelvan? Pues puede ser, pero es otro movimiento ridículo de DC que juega con las expectativas de una relación entre Harley y Hiedra. DC lleva ya doce años haciendo lo mismo y yo estoy ya cansada. No puedo involucrarme más con este tema, paso completamente. Es el cuento de nunca acabar, de verdad que estoy más quemada que la Antorcha Humana en la comunión de Starfire.
¿Tendrá este cuento un final feliz? Probablemente, a fuerza de años y sufrimiento. Pero estoy cansada de que se pongan una medallita de inclusividad inexistente en sus historias. Me temo que soy una de las personas que se han quedado por el camino con este ship. Que no cuenten conmigo.
Reconozco que no lo hubiera esperado jamás, pero resulta que 2021 es el año de firmar manifiestos.
El último que nos han puesto delante -bueno, el penúltimo, pero a todo llegaremos- es este que se llama #ViñetasContraElFascismo
Sí, efectivamente, ha salido la gente a defender a un editor de un grupo poderoso conocido por ciertos excesos como, digamos, aquel momento en el que pensaron que censurar una revista de humor satírico -sorprendentemente la misma para la que ahora se reclama independencia- era buena idea.
Idealmente uno hubiera preferido que esto se montara ante el señalamiento a los autores, o ante las amenazas a creadores LGBTQIA+ que ha habido, o ante… Bueno, ya sabéis, todas esas cosas que han pasado en el año que llevamos. Pero supongo que hay gente que tiene que poner en algún lado la línea roja y esa puede ser amenazar empresarios.
Pero ya sabéis que hay gente incapaz de firmar alguno de los manifiestos anteriores y decir «Esto SÍ merece un manifiesto» porque la gente es así y el trepismo no se hace solo. Eh, aquí no has ayudado a colocar a una amiga que no tiene ni idea del asunto. Ni corres el riesgo de molestar a un señoro que puteó a otro compañero. ¿Cómo no vas a firmarlo y moverlo? Lo mismo incluso tu asociación de ilustradores lo respalda porque decide que esto sí merece la pena porque no te vas a enemistar con alguien que te vaya a poder dar trabajo.
Por suerte cuando uno firma un manifiesto es más que consciente del tipo de gente que se va a encontrar como co-firmante.
Y la motivación sigue siendo buena incluso sabiendo todo lo que hay detrás. De hecho que la gente que firmó alguno de los anteriores o que se manifestó públicamente en contra cuando este señor al que ahora toca defender y su organización provocó una fuga masiva de la revista por decidir defender a la Casa Real -organización a la que, por supuesto, nadie jamás uniría ni con asomo con el fascismo porque no es como si hubiera algún tipo de continuidad o de fotos efusivas entre dictadores fascistas y actuales reyes en absoluto, eso es algo que nunca ha pasado ni volverá a pasar-, esa gente, decía, ha demostrado mucha más elegancia y coherencia firmando el manifiesto de la que todos esos trepas tuvieron.
Igual que puedes colaborar con un festival que iba a llevar a un reconocido homófobo y que ahora trae a un acusado por abuso sexual que no tiene relación alguna con el género PERO A LA VEZ firmar esto. Eh, ¿quién ha dicho que firmar algo significa tener que cumplir luego con el espíritu de detrás? Es mucho más fácil firmar cosas y luego seguir apoyando aquello que va en su contra. ¿Quién se va a molestar en leerlas?
Es lo bueno de las firmas, que uno siempre tiene a mano quién puso su nombre dónde y, por tanto, quién no estuvo allí.
Por suerte el tener claro que lo primero es firmar sirvió para algo.
Gracias a lo cual se lograron 3000 adhesiones con rapidez. Sí, comparar números es lo que tiene.
Pero bueno, que lo importante es participar. Y que plantar cara al fascismo siempre está bien. Así que vamos a recordar los datos para que firméis todos:
Ya que estaban se ha sacado una convocatoria extra para todo el que quiera colaborar:
Así que si os apetece colaborar con ilustraciones (supongo que también se pueden ofrecer guiones, quién sabe) se ha lanzado un comunicado más pidiendo obras en CC para que se puedan mover y reproducir.
Supongo que esto también habrá hecho las rondas por Twitter, Instagram y, teniendo en cuenta algunos de los firmantes, Facebook. Quizá incluso Signal. Por TikTok lo veo más complicado. Más complicado que por MySpace, de hecho.
Pero lo importante en esto es difundirlo siempre. Ya habrá tiempo de recordar el pasado de cada uno después.
Ya puestos, no ha sido la única iniciativa que ha salido estos días, aunque sí la única centrada en los cómics. Pero si algo ha quedado claro es que al final todo acaba impactando en los cómics. Motivo más que de sobra para compartir este otro manifiesto antes de que tengamos que lamentarnos de no haberlo hecho desde los cómics, o de esperar a que los trepas vengan con su «Ahora SÍ».
Total, que también tenéis esto otro:
No permitiremos que las agresiones homófobas nos devuelvan a los armarios. No nos creemos que la policía y la prisión sean la solución a la LGTBIfobia.#ContraLaLGTBIfobia, cambiarlo todo para ser más libres.
Si sois capaces de obviar la idea de poner ‘ocupación’ como si no fuéramos más que nuestro puesto de trabajo, o de superar las risas ante las decisiones de lo que han puesto algunos, no es mala idea pasar por allí a firmarlo.
Vale, no os servirá para congraciaros con ningún editor, pero a veces las cosas hay que defenderlas y firmarlas por lo que significan y no por lo que podemos sacar de ellas. ¿No?
Pues eso.
Y, por supuesto, en caso de duda y siempre como recordatorio:
Yo hoy tenía otro tema para hablar pero ha tocado fecha señalada y, oye, aprovechemos.
Resulta que es el Orgullo y he pensado, pues parece un buen momento para hablar de cómics queer.
Luego he pensado que en realidad de esos hay muchos (y buenos) dentro de lo que es cómic juvenil o infantil («Drama», «Leñadoras», «Escuela de esgrima», «La receta de la luna», «Snapdragon», «El príncipe y la modista»…) y cómic independiente americano como lo que quiera que Terry Moore esté haciendo. Hay ejemplos también en manga (si os gustó «El marido de mi hermano» en La Cúpula acaban de reeditar otra obra del autor), cómic francoeuropeo y… bueno.
Sospecho que ya os vais imaginando para dónde va esto.
Por supuesto que os recomendamos «COnVIvienDo 19 días» y «US», autores españoles y tal. Os recomendamos hasta «B3», que tiene mucha y muy variada representación.
Y estamos convencidos de que lo que va a venir será incluso mejor. Por ejemplo, estamos seguros de que en algún momento las editoriales recibirán el memorándum de que Grant Morrison prefiere que se use elle para hablar de… bueno… de elle. Y que Noelle Stevenson dice que se pueden usar todos los pronombres con elle pero se define como transmasculine y no binarie y, bueno, si su mujer se refiere a elle como (nunca lo adivinaríais) elle quizá estaría bien que las editoriales que van a publicarle también usen el elle. Una locura mía.
En cualquier momento eso hace que los ‘medios’ reciban comunicados arreglados por la editorial y a fuerza de anarroseos se enteren también.
Pero bueno, creo que ha quedado claro que en todas partes hay personas queer. Así que lo lógico es seguir la progresión creciente y echarle un ojo a los cómics que se publican este mes en las dos grandes, Marvel y DC. Podríamos haber mirado también en las otras pero, claro, están muy liados con sus cosas de a qué autores contratan y ya sabemos que aquí venís a ver qué toca rajar de las grandes así que el tema es sencillo.
CATEGORY IS: CÓMICS DE MARVEL Y DC CON PROTAGONISTA QUEER EN EL TÍTULO.
Sí, sí, ya sé, todos los grupos X tienen alguna ejemplo porque para algo son Legendary Children. El viejo «¿Cómo que esta tela no es buena? Token, token.» Por eso vamos a buscar las series con nombre de personaje, que no son pocas precisamente, en lugar de buscar el pin en las de grupo. Eh, seguro que encontramos un montón.
A ver…
Marvel
71 títulos en junio. 31 titulados por un personaje. Y de ellos son queer…
2 y medio. Ni MuertoPiscinas está ahí. Y así de extensas las series… 1, 3, 11…
Vamos al otro lado.
DC
En DC sacan 85 cómics, de ellos 35 son de uno (o dos) personajes.
5 y medio. 3 de ellos de Harley Quinn. Solo dos de serie regular, una en el 1 y otra en el 4. Eso sí, dos para público infantil/juvenil -lo que os decía antes-. (Ya puede darse prisa Hidra en sacar el de Constantine)
Por supuesto eso no ha parado a ninguna de las dos editoriales en sacar piezas con sus recomendaciones del fondo del catálogo o títulos especiales como
Porque una cosa es que no respeten (el dinero) de la gente queer y otra muy diferente darle cancha. A ver si ahora solo porque les ha costado la misma vida reconocer que una deidad nórdica que lleva la misma vida siendo no binaria ni, desde luego, hetero, resulta que en su universo de ficción tampoco lo es. Y eso que no ha empezado ni a jugar con los caballos.
Pero bueno, que por estas cosas a veces parece que se nos olvida que hay más cómic fuera de estas dos. Y menos mal.
Nunca estuvo tan bien el cómic como en los noventa, algo que sabe todo el mundo. Así que qué menos que echar un ojo, ya que hay tanto, a lo que se publica. Al fin y al cabo todo va moviéndose, aunque no en los mismos círculos. Motivo más que suficientes para que uno vea los medios con mayor difusión pero se vaya perdiendo en los más especializados y -a su través- si no pasan de uno al otro acabe pareciendo que son mínimas o laterales.
Pero, claro, ¿cuándo importa lo que realmente importa? Porque uno diría que si Marvel publica unos 80 títulos mensuales y DC más de 60 habrá oportunidad de crear muchas colecciones enfocados en un público concreto y bien identificado. En el caso de los LGBTQIA+ o GSD podemos encontrar por supuesto los famosos espacios para personajes bisexuales (que suelen estar en una relación con alguien del sexo contrario pero TIENEN UN PASADO) o ese bonito comodín de la Pansexualidad que permite que el guionista haga guiños -cuando no directamente lo use para hacer chistes- porque somos muy avanzados pero lo que está para las risas está sirve para eso. Así que, centrémonos en los cómics que se publican de, por ejemplo, protagonistas únicos lesbianas y gays. Única y exclusivamente. En ese listado de más de 130 cabeceras mensuales.
Hoy de ‘hoy’ no de ‘ahora’. Si me refiriera a ‘ahora’ no sé a cuándo tendría que remontarme. Las grandes empresas los usan para basar en ellos cosas que sí les den dinero y las editoriales para descubrir nuevos y excitantes modos de perderlo. Al final es más interesante estos derivados que el producto original. Como pasa con los cerdos, vaya.
Aunque eso pasa también ocurre con los creadores de los cómics, claro. La mitad de las veces estás más interesado en lo que ha hecho que en conocer al cerdo responsable. Ahm… quizá el cruce de metáforas no sea el más adecuado. Quizá.
Viene todo esto porque ya sé a lo que está todo el mundo hoy. Alguien ha creado una fiesta por motivos comerciales y ha logrado engañar a la población entera de que se una a la celebración. Es como San Valentín pero sin tener muy claro de qué podemos echarle la culpa a El Corte Inglés. En cualquier caso, es la fiesta esa la que ocupa las conversaciones, y no precisamente por el trabajo del ‘host‘. Al fin y al cabo lo que hizo ayer ya demostró que sabía hacerlo mejor Samuel L. Jackson, al menos si Tarantino le dirigía.
Lo que todo el mundo comenta es una inevitabilidad: ¿Cómo podemos evitar que ahora que no ha ganado el OscarTM se dedique a hacer películas de Wes Anderson y renegar de sus anteriores films? Pues en realidad no podemos. Y si eso significa que ya no veremos Alto o mi madre dispara 2: Ahora él es la madre habrá que aceptarlo con entereza.
Total, ya le sustituirá el siguiente en la lista de Lleve mi corto al Festival de Cannes y mi primera película a Sundance y ahora hago películas de acción cuando le toque el momento. Esto es como las películas Rated R de superhéroes, que parece que no existen hasta que la arman y entonces parece que son las primeras. Eso siempre es útil porque así la gente puede olvidar V de Vendetta, 300, Dredd, Sin City, El Cuervo o Bladey centrarse en si Kick Ass o Watchmenfuncionaron en taquilla o no.
Claro que cuando no es una cosa es otra. Por ejemplo, en DC parecían que ya habían asumido que no solo Superman V Batman tendría que competir contra Marvel y contra Suicide Squad sino que incluso MuertoPiscinassería un referente para medir su éxito. Y ya parecía que no habría más notivas negativas para la película. Que es un error de principiante, vale, pero que uno nunca puede confiarse y hasta las revistas del corazón te la pueden armar. Y es que cuando te pillan con el actor principal reescribiendo la película disfrazado de Batman(Como si no fuera la vestimenta apropiada para escribir. *cof*) Sabes que lo más sencillo es que tu película sea el próximo Watchmen. La película, no el cómic. Pero, eh, al menos a estos les han dejado que sea R Rated… cuando lo lancen en BluRay.
Pero claro, ¿y en España qué? Pues lo de siempre, marejada. Que sí, que podríamos hablar del «turismo sanitario» pero en lugar de eso habrá que hacerlo de un par de diferencias notables.
Por ejemplo, la que hay entre ver algo de pasada y encontrarlo ofensivo y leerlo por completo y descubrir hasta qué punto lo es pero no por los motivos que habías pensado en un principio. Pero también que la gente se queja por algo más que buscar que le hagan caso. Y ese problema doble entre la primera y la segunda parte es un poco lo que tocó el domingo.
Es decir, lo que le tocó a David Ramírez. Que habrá quien piense que ya vamos a ponernos de su parte solo porque es amigo de la casa y a esos no les damos caña. Esa es la diferencia entre el apriorismo y el conocernos. Como bien saben los que se han reído con nuestras maneras de apoyar a David. Eh, que la D significa Defensa. Por eso mismo vamos a apoyarle. Que además sabemos que lo agradecerá. Porque así podrá añadir los apoyos recibidos en una nueva recopilación. Y es que DR ha tenido una carrera larga y convulsa en el mundillo, en la que muchas cosas han pasado, con deciros que sus personajes han tenido 5, 4, 0, -1, 3 y 4 dedos durante su extensa andadura en pos de el punto intermedio entre un estilo propio y reconocible de un sencillo vistazo y tener que trabajar podéis entender su interés por evolucionar.
Precisamente por eso ha sido una lástima que su último proyecto, Con 2 Cojones – del que quizá hayáis leído algo antes– haya creado una cierta controversia ayer entre gente que se sentía ridiculizada en él. Por supuesto DR explicó su punto de vista y dejó claro algo que todos sus lectores tenemos más que claro: Tiene un enorme amor y respeto por sus personajes -excepto Seiya, pero como no era suyo no lo contaremos- y por bruto que pueda parecer su humor a la gente – a saber por qué – nunca los ridiculiza.
Quizá por su sentido del humor o por esa cierta tendencia a hacer humor sobre temas arriesgados, el caso que es que parece que siempre le ande rondando alguna pero precisamente la de ayer debería demostrar algo: Incluso aunque creamos que no tenían motivos para molestarse o que también por la parte de la queja hubo una falta de fondo y formas que podríamos resumir en Cuando todo es muy complicado es fácil meter la pata, o son de un foro. En un foro Sólo yo puedo hablar de X es casi una fórmula de cortesía. Y opinar de un cómic sin haberlo leído es algo que también encajaría ahí. – O en una columna de PAM, claro. – A ver si por eso se dice que twitter es un foro de discusión.
Pero no nos disolvamos. Las diferencias. Eso. Llega alguien y hace notar algo. Con sus formas, sus modales y sus cosas, pero lo hace notar. La persona aludida se disculpa si ha podido ofender a alguien pero explica con firmeza su postura. Que puede haber gente que decida meterse en medio -por ambos lados- y expresar con contundencia sus opiniones -y luego que no sé usar eufemismos- y causar una marejada en el mundillo del cómic español, vaya por ROB!, con lo raro que es que eso ocurra. Que sí, que unos se dedican a decir que Es que os quejáis por todo y sus variaciones mientras que los otros acusan a la gente de que Nadie nos puede comprender e intentar hacerlo es ofensivo. Las clásicas posiciones sosegadas que uno podría encontrar en los foros –hummm– y que suelen acabar resumidos en A ver si te enteras que X no te estaba insultando, imbécil.
Ahora bien, ¿con que podemos trazar diferencias? ¡Pues con qué va a ser! ¡¿Es que eres un viejo nazi, borracho, ladrón, pederasta, cabrón que no se entera de nada?! ¡¡¡Con la anterior vez que DR estuvo en problemas por un cómic!!! No, la anterior a esa. Tampoco. Antes. Antes de antes. ¡Bueno, qué, ha sido siempre un autor de culto!
Me refiero a que aquí no ha habido abogados, jueces y todas esas cosas que suele conllevar meterse con señores blancos con bigotes -blancos también, qué casualidad-, sólo el clásico intercambio de opiniones y datos con la mayor cortesía que ha hecho famosa la interacción en las redes. Así que si alguien siente tentaciones de gritar ¡Censura! a lo mejor tiene que mirarse los atrasados.
Por lo demás, espero que David Ramírez siga muchos años guionizando. Y dibujando también, claro, que aún puede evolucionar mucho más. Sin duda. y si algo sale de esto espero que sea gente que le de una oportunidad a Con 2 Cojones. Pongamos una imagen.
Que, además, es interactivo. Así que cuanto más gente lo siga y lo vote más variedad habrá en la historia. Quizá incluso permita la posibilidad de que en algún momento el autor se plantée… quién sabe… ¡recopilarlo!