Escocia. Ese país que tiene derecho a tener un equipo de fútbol y un equipo de Rugby pero no a tener equipo olímpico o a participar en el Festival de la Canción de Eurovisión a menos que sea en su hermana fea, el Festival de Coros de Eurosivión (lo digo en serio).
Como se ve Escocia está acostumbrada a ser trolleada constatemente, ya sea soportando chascarrilos de pub como «qué se puede esperar de un país lleno de cardos de 30 centrímetros y hombres que insisten en llevar falda sin calzoncillos debajo», o bromas mucho más elaboradas como fue el referéndum del Brexit.
Y es una pena, porque quitando el mal tiempo, la horrible comida, las carreteras que parecen caminos de cabras, el acento cerrado de sus gentes, el que conduzcan por el otro lado, o que decidieran dejar sus señales de tráfico fuera del sistema métrico, Escocia es un país maravilloso.
De hecho Escocia, tiene muchas similitudes con España. Como el hecho de que todos en el país odien los ingleses, que el separatismo llene muchos titulares de prensa, que en el dial aparezcan canales de televisión que hablan en lenguas no mayoritarias o que ambos tengan una relación complicada con una de sus banderas.
Pros: Si eres un fan de Harry Potter podrás disfrutar de un montón de tours dedicados al personaje, incluyendo un viaje en tren de vapor por el mismo puente que cruza el Hogwarts Express.
Contras: Si vas con un fan de Harry Potter acabarás haciendo un montón de tours dedicados al personaje, incluyendo un viaje en tren de vapor por el mismo puente que cruza el Hogwarts Express.
Turista más famoso: El Profesor Charles Xavier ha viajado mucho a Escocia. Se dice que realizó inversiones en el mercado inmobiliario de una pequeña isla de la costa Norte, pero mucha gente señala que es mentira y que él solo va tanto porque está liado con una de las lugareñas.
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