
Un agosto desopilante con portadas de F. Ibáñez (I)

Tras el éxito del anterior posteo -entendiendo como ‘éxito’ el hecho de que se me ha ocurrido una excusa sencilla para un posteo regular durante ni sé el tiempo- vamos a seguir con una reformulación.
No tiene sentido seguir con «¿Es real o es falsa?» porque ya sabemos que hasta las falsas son reales, así que vamos a limitarnos a echarle un ojo a todos esos títulos peculiares que probablemente existieron y que suelen tener una historia detrás. Lo que no quita que pueda meter alguna falsa, y mencionarlo, si fuere menester.
Hoy empezamos con los de DC, que como son como son con ir del 0 a la A hemos llenado 18, y para qué queremos más.
01) 1-st Issue Special (1975 – 1976)
Lo que demuestra que estos no son unos posteos habituales es que en cualquier otra versión esto hubiera sido el remate final. Porque puede que en DC no hubiera muchos cómics que empezaran por un número, pero sí que tienen una de las decisiones más indudablemente DC de todas.
1st Issue Special fue una serie creada cuando Carmine Infantino señaló que los números 1 eran los que más vendían. Así que decidieron sacar una colección que fuera SOLO números 1. El problema, claro, es que hay que rellenarlo con algo.
En DC primero se consigue una idea y luego, ya, se piensa en la historia. De ahí que lo usaran para una mezcla de decisiones entre ‘presentar personajes’ o ‘usar a los que ya tenemos a ver si les damos serie propia’. Entre estos últimos tuvieron su oportunidad Metamorpho, Manhunter, The Creeper, Doctor Fate y los Nuevos Dioses.
Entre los primeros, bueno…
Lo cierto es que cualquiera de ellos podría haber aparecido por esta sección. Al fin y al cabo la mayoría solo reapareció, en el mejor de los casos, cuando Tom King decidió sacar Danger Street. Una mini tan apreciada que aparecerá en esta misma sección cuando lleguemos a la D.
Por si os lo estáis preguntando, sí, Atlas era de Jack Kirby, que repetiría en Manhunter y Dingbats of Danger Street; The Green Team y The Outsiders -no, los de Batman no, otros- tenían a Joe Simon, The Creeper a Ditko, Fate a Walt Simonson y Gerry Conway estuvo en Codename: Assassin, Starman y el de los Nuevos Dioses.
Cuando llegaron al 13 decidieron cerrarla. Supongo que porque se dieron cuenta de que no funcionaban. O bien se acordaron de que estaba otra serie –Showcase, la veremos en la S- que habían cancelado en 1970 y recuperarían en 1977.
Aunque sí que hubo dos series que lograron pasar de ese primer número, supongo que para sorpresa de todos. Una de ellas de personaje ya conocido, los Nuevos Dioses, que aquí pasaban a llamarse Return of the New Gods.
Como en DC son como son lo que se les ocurrió fue sacar no un número 2 sino el 12. Así que los personajes hicieron del 1 al 11, luego el 1st Issue Special, y luego del 12 hasta la cancelación… que llegaría en el 19. Qué os puedo decir: DC funciona así. Porque, claro, el número este sirvió más para que se acordaran de ellos que para lanzar propiamente dicha una serie. Bueno, y para cambiarle el traje a Orion, que eso siempre gusta.
El otro personaje fue uno completamente nuevo, creado para la ocasión para el octavo número. -Por si no os habéis fijado, la numeración de 1st Issue Special aparece a la derecha debajo del precio. Qué puedo deciros, es DC.- Esta vez en la única colaboración dentro de la colección que realizaría Mike Grell.
Yep, Warlord. Que duraría 133 números y 6 especiales, de 1976 a 1988 y luego revivido en los ’90s, ’00s, ’10s y no sé aún cómo no lo han traído a la vida en los ’20s, no creo que tarde mucho. Así que parece que quizá la idea no fuera tan mala si en un año lograron usarlo para lanzar esto. O pese a lanzarlo así lograron ponerlo en marcha.
Por eso, precisamente, este primer ejemplo tendría que haber sido el último. O una entrada por separado. Aunque para eso siempre hay tiempo. Al fin y al cabo hay tanto más que podríamos contar de estos títulos…
Pero TANTO más.
02) A. Bizarro (1999)
Si pensáis que esta es una serie del Bizarro de Superman estaréis equivocados. Al menos de manera parcial. Efectivamente, es un Bizarro COMO los que aparecen en Superman. Pero no es El De Superman. Este es A. Bizarro. El Bizarro que Lex Luthor y el Dr. Happersen crean de un tal Albert M. Beezer con la motivación de Porque Pueden. De ahí este Al Bizarro o A. Bizarro.
Cuatro números salieron de esta historia de Steve Gerber, y ya me parece que Gerber logró sacarles muchos a los de DC. Aún así: sale Superman, la Abuela Bondad, Apokolips, estrellas musicales y países centroamericanos poco reconocibles. Así que podemos asegurar que la forma de llevarlo de Gerber es la habitual.
03) Agent Liberty (1992)
La primera aventura en solitario de Agent Liberty. Para sorpresa de nadie, también la última. La decisión de Dan Jurgens de sacar a principio de los noventa una mezcla del U.S.Agent y ¿Lobezno? con un pasado a medio camino entre una secta y un grupo extremista con vínculos con la CIA; no sabemos cómo pudo fallar.
04) Alpha Centurion (1996)
Un romano del espacio a las órdenes del emperador Adriano que, por una serie de situaciones, acaba abducido por extraterrestres y luego devuelto a la tierra casi dos mil años después en su nave espacial Pax Romana. Os puede parece raro, pero no es ni de lo más extraño que salió de Zero Hour. Aunque lo de darle un especial sí que no era esperable. También sirve para separar la forma de hacer Superman en los noventa entre Jurgens y Karl Kesel. O las coincidencias, quién sabe.
05) Ame-Comi Girls (2012 – 2013)
Con una portada como esta uno esperaría que cualquier explicación tendría que darse en un juicio. Pero no. De momento.
Adaptación de una línea de figuras para DC Collectibles que se supone que querían ofrecer una versión ‘manga’ que ‘celebrara las mujeres del universo DC’. Suponemos que la celebración está entre la verbena y la… bueno, esas cosas. Lo cierto es que algo logran transmitir. No sé si lo que ellos querían.
Conste que tuvo una primera serie de 5 números, y al año siguiente otra de 8. Porque se ve que se quedaron cosas sin contar.
06) Amethyst (1983 – 1984)
Estaba tan convencido de haber escrito sobre esta serie y su personaje central pero, sobre todo, sobre los progresivos retconeos, continuaciones, y cambios de la misma, debido a que cuando una serie empieza en 1983 como una maxi de 12 números, luego un anual para darle un final, una serie abierta de 16, luego un especial para cerrarla, una mini de 4 para cambiar lo cerrado y llegar a 1988. Y un día en 2020 una iniciativa de Bendis te trae de vuelta en una nueva versión que dura 6 números y que luego tiene una ‘novela gráfica’ propia… aún no sé como no se haya escrito sobre ella antes en este blog. Pero no os preocupéis, que seguro que el motivo por el que estaba convencido eran taquiones, que lo enturbian todo.
07) Anarky (1997)
La creación de Anarky como enemigo de Batman tiene sus cosas, entre ellas las dos minis -una de 4, otra de 8- que Alan Grant y Norm Breyfogle, los creadores, hicieron del personaje. Pero, sobre todo, los intentos de los autores de ‘recomprar‘ el personaje a DC. Os sorprenderá el resultado. Que quizá en algún momento sea un posteo propio. Pero en fin, lo raro es que no hayan sacado una mini de Moneyspider.
08) Angel and the Ape (1968 – 1969)
Una de esas series salidas de Showcase, dada serie propia, para el cuarto número le cambian el nombre a Meet Angel and the Ape, en el séptimo pasa a ser solo Meet Angel, y la cierran. En los noventas los recupera Phil Foglio para lo que serían cuatro números…
Con algunos cambios para que encajen mejor en la continuidad de DC y en los juegos de sombras, como podéis ver. Dura cuatro números.
Y luego ya en 2001 regresan una vez más, esta vez en Vértigo y con Howard Chaykin y David Tischman a los guiones, dibujos de Philip Bond y portadas de Arthur Adams.
Vuelve a durar cuatro números.
Dado que fueron mencionados brevemente en el Dial H for Heroe de 2019 lo raro es que no hayan vuelto, pero supongo que es cuestión de tiempo. Y de cuatro números.
09) Angel Love (1986 – 1987)
Dentro de lo que podríamos llamar -porque ellos lo hacen, no por otra cosa- la Experimentación de DC de los años ’80s estuvo este título de Barbara Slate en el que contaba la vida ‘cotidiana y real’ de una joven en la gran ciudad, con temas que iban de lo adulto a lo culebronesco, aunque si podían ser ambas casi que mejor. Lamentablemente para el octavo número cerraron la serie, dejándola en un cliffhanger en el que la protagonista había entrado a la casa de su hermana secreta candidata a alcaldesa para encañonarla para conseguir que donara médula a su madre enferma. Bueno, cada una tiene su vida cotidiana y real, qué queréis que os diga. Por suerte DC sacó un especial de 40 páginas en el que concluir la historia atando todos los cabos pendientes. Que se ve que era más sencillo que dejar que llegara al número 10. (Luego apareció en una viñeta de Animal Man, pero supongo que eso debe de ser lo normal)
10) Anima (1994 – 1995)
Creo que esta puede ser la más noventera de las series que tenemos hoy. Lo que no sé es si alguien recordará que hablamos de un personaje que fue un Titan -y un Blood Pack, pero eso son SPOILERS para dentro de dos meses- pero puedo hacer un par de cosas. Como mostraros algunas de esas portadas:
O copiar aquí la explicación de que se trataba de una serie sobre «una guerra entre personajes que reflejan los arquetipos jungianos». Porque, total, nos vamos a quedar igual.
El asunto es que tuvo 16 números, quince regulares y un número cero como parte del crossover Zero Hour que tiene esta portada que, de nuevo, nos demuestra la noventidad del asunto.
La única pega de esta época es que no hacían suficiente lo de las portadas múltiples para que ROB! hubiera podido hacer una.
11) Anthro (1968 – 1969)
Otro ejemplo de lo que aparecía primero en Showcase: la historia del primer humano, hijo de dos neandertales, y de una complicada trama. No llegaba a ser El clan del oso cavernario / En busca del fuego porque, por suerte, aún faltaba más de una década para que los crearan, sin embargo Hace un millón de años se estrenó solo un par antes y quizá podía explicar que cuando decidieran sacar el primer número de la colección lo hicieron con esta portada:
Aunque tampoco es que importe demasiado, porque para el sexto número la cancelaron y ya se quedó en DC solo para salir como cameo cuando aparece en uno de sus cómics -mejor macro-eventos- la prehistoria por exigencias de guión.
12) Arak (1981 – 1985)
Volvemos al principio con este personaje salido de Warlord. Para que luego digan de las posibilidades de esos inventos. Porque si la serie madre llegaría en su primera versión a los 130 números, para el 48 presentaron a Arak. Que en absoluto es un plagio de Conan, que va. Se trata de una especie de mezcla entre vikingos y pobladores originales de USA. Que duraría 50 números y un especial, así que nada mal para los estándares. Para el 15 intentaron darle una pinta un poco distinta, así que lo acercaron más a los nativos americanos con absolutamente ninguna vergüenza
y con mohawk, claro. Aunque para el 29 decidieron volver al peinado anterior como paso intermedio para llegar a
un nuevo caso de desvergüenza y el peinado con el que permanecería desde este número 31 a su final en el 50. La pluma, por cierto, es un regalo de su padre como parte de su nuevo puesto de shaman. O algo así. En el 50 -cansados ya de viajes, seres folclóricos, santos y demonios, vikingos y japoneses- muestran su final en el que deja una capa para un descendiente que vendrá a ayudar a la humanidad en el futuro y blablabla. Se ve que las negociaciones no favorecieron ese spin-off, porque de momento nadie lo ha reclamado. Pero lo bueno del futuro es que siempre hay tiempo.
13) Argus (1995)
Seguimos con más gente salida de Bloodlines. Quizá deberíamos de dedicarle un posteo a aquella decisión editorial. En este caso Argus -que, supongo, viene de Argustín– lograba el ser invisible en las sombras. Que así por encima no suena muy complicado, porque ser invisible en la oscuridad parece más fácil que, digamos, a plena luz. También podía ver más allá del espectro habitual. El espectro lumínico, no el de blanco y verde. Que lograra una serie -que duró seis números, pero serie al fin y al cabo- o que siguiera vivo en 2009 es una muestra de que los poderes solo son importantes cuando le hace falta al guionista.
14) Arion (1982 – 1985)
Supongo que a estas alturas, con tantas historias entretejidas, no os sorprenderá saber que Arion es otro de los spin-offs de Warlord, presentado en el número 55. Esta vez centrándose en la parte de Brujería de Espada y Brujería. 35 números y un especial en este caso.
Por supuesto, como bien funcionan estas cosas, para cuando llegaron las Crisis decidieron que su Atlantis podía ser la de Aquaman, así que pasó a ser un Señor del Orden y un dios o semidiós de los sardinos, o algo así.
Y, como con Sandman coló, para 1992 sacaron una serie -que acabaría siendo limitada de 6 números- en el que se ofrecían unas aventuras que podían tener cierta inspiración pero buscaban ser contemporáneas y con poso realista e intelectual y blablabla. Una mezcla entre los puntos diferentes pero aún con puntos en común. Vamos, lo que tiene que hasta 1993 no se fundara Vértigo para haberlo metido allí.
A partir de ahí la clásica mezcla de muertes, bandazos y cambios de equipo. Lo mismo es una ayuda para los buenos que uno de los -más o menos confundidos- malos. De ahí que lo mismo te apareciera en la JSA que en Blue Beetle o en la JLA Dark. Supongo que estos es el equivalente al «que hablen de uno, aunque sea mal» de los personajes de cómic.
15) ArkhaManiacs (2020)
No tengo muy claro qué es lo que intentaban Baltazar y Franco con esto, quizá que hicieran una película de animación musical en DC. Pero el caso es que dentro de estas aventuras sacaron a un joven Bruce Wayne que decide visitar Arkham Asylum y vivir divertidas y coloristas aventuras con sus residentes. ¿Qué puedo decir? La rama infantil/ juvenil de los cómics de DC tiene estas cosas, siempre al borde -por dentro o fuera- de Decisiones Fueron Tomadas.
16) Atari Force (1984 – 1985)
Supongo que esto es lo que podemos llamar ‘serie generacional’, porque hay una gente con unos años que la ve como un PUES CLARO, y luego están los de antes y los de después, que les cuentas que en DC decidieron crear una serie que reunía personajes de diferentes minicómics de sus videojuegos para la Atari 2600 y te preguntan qué es una Atari.
La historia del título en realidad es un tanto larga, comenzando con la publicación de Star Raiders, buscando la manera de unir los cómics y siendo la primera DC Graphic Novels oficial. A partir de ahí salió esta serie que lograría durar 20 números -y un especial- y después de eso… nada. Porque Dynamite dijo que iba a reeditarlo, y no lo hizo; en DC se han hecho menciones, pero tampoco hay José Luis García-López que valga, y en España tampoco se ha recuperado. Estarán esperando al crowfunding adecuado, que luego les toca meter pasta a cuatro día de cerrar.
17) Avatar (1991)
Quizá creáis que he metido esta serie -que en puridad es parte de los cómics que adaptaban D&D, sección Forgotten Realms– por las risas con el nombre.
Y es verdad.
Pero no solo, porque es que además SON CÓMICS DE CASI CIEN PÁGINAS. Vale, solo sacaron tres, pero ¡A QUIÉN SE LE OCURRE QUE AVATAR TENÍA QUE SER TAN LARGA!
18) Aztek (1996 – 1997)
Los años noventa también fueron noventeros para Gran Morrison, por mucho que elle probablemente lo niegue. Y entre las cosas más noventeras que ocurrieron estuvo este Aztek -campeón del Quetzalcoatl– al que metería en su JLA. Como se la cancelaron para el número 10 le hizo morir heroicamente en las páginas de la otra serie. Luego sacaría una versión alternativa durante la saga Tercera Guerra Mundial. Que se sacrificó heroicamente. En 2017 aparecería una nueva versión tras Rebirth en las páginas de la JLA y con The Ray por medio. De momento sigue con vida, pero seguro que nos estamos imaginando lo que va a acabar pasando.
¡Esto es todo por esta ocasión! No os preocupéis, que para la próxima ya he estado apuntando títulos que, sin duda, no os esperáis…
…O puede que sí.
Lo de hoy no solo es una historieta, es un vistazo a un pasado no tan lejano. Bienvenidos a 1974
El drama comienza cuando la madre de Archie le pide a su hijo que lave los platos y la ropa. Pero no es que nuestro pelirrojo favorito sea especialmente vago, lo que pasa es que…
¡Su madre le está pidiendo que haga trabajo de mujeres! ¡Normal que Archie esté así de preocupado! ¿Y si haciéndolo se le cae el pene?
Archie les cuenta la movida a sus dos novias, lo que nos permitirá conocer el punto de vista femenino sobre esta inusual petición. Veronica está decididamente de su parte y verdaderamente preocupada por la hombría de su macho, pero Betty discrepa
Porque, aunque ella también cree que es una humillación para el gallo del corral, el argumento que usa es que ¡su madre se merece cualquier sacrificio! Ante tamaña verdad Archie cede, con la condición de que quede en el más absoluto secreto
Y aquí llegamos al punchline de la historia. ¡Basta con darle al botón para que las máquinas mágicas hagan todo el trabajo! ¡Qué gracioso todo!
Y es aquí donde nos damos cuenta de que los autores de esta historieta no han dado palo al agua en su hogar en su vida. ¿Los platos han entrado al lavavajillas solos? ¿Y la ropa a la lavadora? ¿El jabón, el suavizante, el lavavajillas… existen? ¿Qué pasará con la ropa mojada cuando la lavadora acabe de dar vueltas?
En fin, acabamos con una viñeta final que a modo de resumen confronta dos puntos de vista femeninos sobre la masculinidad. Betty está orgullosa de que Archie haya realizado con gran sacrificio por su parte una tarea tan repugnante e inapropiada por amor a su madre y Veronica jamás podrá respetar de la misma forma a un hombre que una vez hizo… tareas de mujer
[Viñetas de Archie 235]
Este fin de semana se ha producido un hecho tan decisivo para el futuro devenir de nuestra sociedad que bien podríamos calificar como «histórico».
¡Claro que estoy hablando de Barbie: el Film! Que cómo habra sido de eventual (de «evento«, no de «inevitable reforma del mercado laboral«)…
…que hasta la han estrenado en Rusia, ese pais a cuyo gobierno le gustan TANTO las cosas rosas. Tan pero tan eventual que también va a estrenarse en los Emiratos Árabes Unidos aunque con un mes de retraso (la más que plausible explicación para la repentina visita de nuestro querido Rey Emérito ¿QUIÉN podría esperar UN MES ENTERO?). Si hasta han montado una campaña en Twitter Equis. De hecho va a exhibirse en una de sus más importante cadenas de cines.
La Vox Cinemas.
(realidad, creando mierdas que uno nunca podría inventarse desde hace 26.700 millones de años, y contando…)
Cómo podria ser de otra manera habiendo participado en su escritura y producción algunos de los más grandes talentos del cine contemporaneo. Y, como en Marea Roja…
…es fácil detectar la escena escrita por Quentin Tarantino.
Películas tan importantes como Barbie dejan una huella en el gestalt de la época. Alteran su schedenfreude. ¡Incluso trastocan su gotterdamerung! Suponen una oportunidad única para debatir temas que hace años que ya deberían haber sido debatidos.
Por supuesto que me refiero a las irreales proporciones de la muñeca. Mattel puede y DEBE aprovechar esta repentina reconversión de su producto estrella en un icono del empoderamiento para adaptar esas absolutamente falsarias medidas a unas que, dentro de la necesaria estilización, puedan ser reconocibles como las que sabemos que tiene una mujer de carne y hueso.
Reduciendo a un tercio esa desaforada cintura y aumentando el tamaño y la esfericidad de esos pechos además se abririan a un mercado de coleccionistas dispuestos a comprar Barbies si tienen proporciones creibles. Y más ahora que pueden argumentar que no son muñecas sino figuras de acción de películas COMO UN AMIGO MIO.
Sobre todo teniendo en cuenta que es un mercado que la afamada juguetera ya ha intentado conquistar antes…
…con sus variadas Barbies Signature.
Pero si hay una Barbie que yo MI AMIGO atesoraría como la pieza más preciada de mi SU colección sería esa obra cumbre del marketing y el emplazamiento de producto, ese Ciudadano Kane de la promoción cruzada que no rivaliza, supera de largo a las celebradas (y tan a menudo glosadas en este blog) decisiones de Jonathan Swift de nombrar a su isla voladora como «Laputa» o de Mitsubishi de elegir como nombre para su nuevo producto «Pajero«.
LA BARBIE OREO.
Sólo superada en magnificente Genialidad! por su hermana…
…LA BARBIE OREO RUBIA.
AVÏV ËIBRÂB!
AVÏV O’ERO!
«Deja de actuar, Dwayne, estamos en huelga»
-«¿Que deje de qué?»
Creo que ya he comentado alguna vez por aquí que el wrestling es uno de los deportes más complejos que existen. No existe ningún otro que además de la gran exigencia física necesite de guionistas. Dwayne Johnson fue wrestler, como había sido su padre, y como había sido el suegro de su padre. Tres generaciones bajo el mismo techo dedicándose a lo mismo, para el pequeño Dwayne esa era la realidad cotidiana en casa, no era nada extraño que incluso en las pequeñas disputas familiares se interpelasen unos a otros con micrófonos en la mano en el ring del comedor. Ah ¿no era así en las demás casas? pues Dwayne no lo sabía.
Desarrolló con gran éxito su tarea en el cuadrilátero, en el negocio familiar, entre 1998 y 2004, teniendo sus disputas con unos y otros en ese colorido y competitivo mundo, siempre jaleado por los aficionados que destacaban su buen hacer. Y esos éxitos en el campo del entretenimiento deportivo le condujeron al paso siguiente, hacer papeles en películas, tales como El Retorno de la Momia o El Rey Escorpión.
Puede que para ti como espectador la cosa tirase adelante por las risas, por ver al bruto ese repartiendo mamporros, pero desde el punto de vista de Johnson, lo que había era una serie de representantes dorándole la píldora mientras contaban billetes y diciéndole lo mismo que ya le decían antes en la lucha libre: «Dwayne, tú vales para esto, tú sirves«. Si se lo vas repitiendo y las taquillas funcionan, pues el hombre hizo lo más coherente: seguir con ello. Así se labró una trayectoria en el mundo de la interpretación, y en algún momento indefinido pasó de ser principalmente un luchador a ser considerado un actor.
¿La clave de su longeva andadura en el séptimo arte? lo que le dijeron sus agentes. «Sé tú mismo«.
Varios son los que hipotetizan sobre si Johnson interpreta siempre al mismo personaje, o incluso si simplemente se interpreta a si mismo, pero desde Adlo! me gustaría apuntar otra posibilidad: ¿alguna vez le ha dicho alguien que está en el rodaje de una película?
El gremio de la farándula suele habitualmente vivir bastante desconectado del mundo real, pero estamos hablando de una persona que desde la más tierna infancia veía a sus familiares más pr´óximos en casa ataviados con leotardos de colores y dándose estopa a voz en grito en complicadas y acrobáticas maniobras. Se dedicó a lo mismo que su familia, y luego fue haciendo lo que los representantes le decían que le convenía más. Pero ¿tenemos claro qué es lo que le decían?
Pensamos que Dwayne cree ser un actor, pero a lo mejor lo que vemos de él es cómo vive su vida. Es muy difícil saber qué es la normalidad cuando nunca la has experimentado, y a lo mejor Johnson piensa que la normalidad es lo que le sucede en las películas.
Sea como fuere, de lo que sí es consciente Johnson es de su popularidad, y un buen día decidió ascender un peldaño más en la misma convirtiéndose en un superhéroe.
Black Adam. DC. Casi todos teníamos claro qué podía pasar. Lo que no tenemos claro es qué percibía Johnson. De hecho, es muy ilustrativa una entrevista que se le realizó el año pasado durante la promoción de la película, en la que podemos percibir el largo alcance de la influencia del entorno de Johnson sobre su conducta.
Afirma que le molaba Black Adam desde que era chaval porque era un culomalo. Dwayne Johnson nació en 1972, de manera que podemos suponer de manera razonable que leería tebeos mayoritariamente entre 1980 y 1987, comenzando a los ocho años y dejándolo a los quince, como hemos hecho todos.
¿Sabéis qué tebeos de Black Adam se publicaban entonces?
Pues su mayor highlight fue este…
…en esta aventura.
Y hasta Crisis fue básicamente eso y alguna reedición por algún título. Lo que viene siendo un culomalo, vaya.
Baste decir que si entró en el directorio de personajes DC que aparecieron en el Who’s Who de 1986…
…fue por ser uno de los numerosos esbirros de la gran amenaza conocida como Mister Mente El Gusano.
Podríamos suponer que el personaje ganó en profundidad, oscuridad, matices y malculismo tras Crisis, en la miniserie realizada por Roy y Dann Thomas con Tom Mandrake.
Repito: Roy y Dann Thomas con Tom Mandrake.
Y esto es prácticamente todo lo que hay ¿fueron realmente estos los tebeos que hicieron que Johnson quedara prendado del personaje hasta el punto de querer interpretarlo treinta años después?
Y de no ser así ¿qué tebeos le mostraron a Johnson? o más importante aún ¿quiénes se los mostraban?
¿Es posible que el entrenamiento de la conducta de Johnson para ser un luchador, un intérprete de filmes de acción y un superhéroe vengan de tan atrás? los datos están ahí y la interpretación es plausible aunque inquietante.
Y otra cosa. Nosotros sabemos que la película de Black Adam ha sido un fracaso de taquilla y que ha sido un clavo más en el ataúd que ha sido esta encarnación de las películas de DC, el disparadero para lo que venga después. Yo lo sé, tú lo saben, pero ¿alguien se lo ha dicho a Johnson? ¿lo sabe él? Si lees sus declaraciones tras el estreno y los números de las taquillas, que es de lo que hoy en día se habla, parece que ha sido un éxito y la creación de un personaje angular en lo ha de venir.
Posiblemente en su búsqueda de la excelencia Johnson ha intentado desbancar a trabajadores como Christopher Lee o Ian McKellen. McKellen es Gandalf y es Magneto ¿se puede molar más? Dwayne quiso hacerlo, pero a su personaje habitual le faltaba un registro que quiso cubrir con Black Adam, su admirado culomalo. Hoy por hoy podemos decir que la jugada no le ha salido muy bien. Es más, podemos decir que hoy día hasta McKellen ha sido desbancado.
Margot Robbie es Harley Quinn y Barbie. Así que a grosso modo podemos decir que la mitad de la población mundial quiere ser ella.
Respecto a Dwayne, sólo podemos esperar que haya suficientes esquiroles en la actual huelga de guionistas para seguir guiando su vida.
A fin de cuentas, todos queremos oler lo qué Dwayne esté cocinando.