




Un nuevo año, los mismos propósitos de siempre: proclamar lo GENIAL!, no hablar de periodismo de tebeos en España y esperar a ver si la Sectorial del Cómic saca un comunicado sobre lo de las IAs, que estamos esperando. Mientras tanto, marcamos fechas en el calendario y esperamos que las editoriales, tanto las extranjeras como españolas, se hagan eco de algunos de los grandes hitos que, con fechas así bastante redondas, se pueden celebrar en 2025.
Hace 50 años…era 1975
Hace 40 años…era 1985
Hace 30 años…era 1995
Hace 25 años…era 2000
Amigos adláteres, ha llegado el momento de revelaros algo que os va a sorprender y que jamás pensasteis que llegaría a decir: vivimos en la Era Dorada de las Series™
Y qué mejor ejemplo de ello el recientemente concluido megacrossover Crisis en Tierras Infinitas que ha revolucionado el Arrowverso.
Cruces de series que comparten universos ya los ha habido antes. Cómo olvidar encuentros clásicos como los del CSIverso, el Leyyordenverso o el de Sleepy Hollow con Bones.
Pero ah, amigos, crossovers tan absolutamente bien escritos, tan preñados de ideas tan inesperadas como innovadoras no los ha habido como estas Crisis. Como botón de muestra sólo contaré que durante el cuarto episodio nuestros heroes, en un desesperado gambito por derrotar al villano cósmico que quiere arrasar el universo, acaban revisitando momentos clave de su pasado memoria.
Sin embargo la asignatura en la que Crisis alcanza la matrícula de honor superando todo lo superable es en la de cameos. Desde el primer minuto del primer episodio la excusa del multiverso ha permitido a Berlanti integrar en su multicontinuidad toda clase de series y películas, de las más clásicas a las más recientes, de las mas recordadas a las más olvidadas. Todas incorporadas como continuidades por derecho propio.
Sí, incluida ESA en la que estais pensando.
En el penúltimo episodio de Crisis asistimos incrédulos a la inesperada participación de un personaje que nunca pensamos que volveríamos a ver y mucho menos en una serie de la DC televisiva. Que bueno, esto es un ESPOILERACO pero ¿qué es un ESPOILERACO entre amigos?
Porque, como quienes ya lo habeis visto ya os habeis imaginado, me estoy refieriendo a…
…la cantera abadnonada donde tenían lugar las peleas finales de los Power Rangers.
Que además cualquier juntaletras podía haberla incluido y haberse quedado satisfecho pero no nuestro Berlanti, no. Él sabe que si muestra la cantera…
…tiene que mostrar una pelea con masillas que explotan…
…y un malo que cuando parece que está derrotado resucita en tamaño Godzilla.
¿Qué impactantes consecuencias puede traer la introducción de la cantera abadnonada donde tenían lugar las peleas finales de los Power Rangers en esa reconstruida continuidad en la que a partir de ahora van a desarrollarse las series del Arrowverso?
Bueno, al principio del cuarto episodio Berlanti deja caer una sutil pista.
¿O sólo yo me he dado cuenta de que los colores de las luces de los edificios de Maltus coinciden sospechosamente con los de los diferentes Power Rangers?
Érase una vez un hombre en la sombra.
Alguien sobre cuyos hombros recaia la pesada carga de vigilar los oscuros rincones que nadie más estaba observando.
Llamémosle Nick Furia.
Nick hacía lo que debía hacerse. No temía mancharse las manos. Cuando Nick miraba al abismo el abismo contaba todos sus secretos. En más de una ocasión sus retorcidos tejemanejes dieron lugar a complejos crossover con un alto coste en venta de tie-ins.
Un día Nick tuvo que pagar las muchas deudas que había ido acumulando con los años y murió traicionado.
Pero nada termina nunca, Adrian.
Y cubierto por una andrajosa túnica, ligado a las cadenas de su irrenunciable deber, nuestro heroe prosiguió su voyeurista y sagrada tarea de llevar el libro de contaibilidad del Destino Universal bajo otra identidad tan misteriosa como inmortal. De supervisar las mortales tierras por las que, paradójicamente, seguía caminando un duplicado suyo. Alguien que casi CASI era él…
…pero más oscuro…
Y es que, mis queridos adeptos en la fe de ROB!, Jason Aaron conoce los taquiones. Y sabe, tan bien como lo sabemos nosotros, que todo esto ha pasado antes…
…y volverá a pasar…
Porque érase una vez un hombre en la sombra.
Alguien sobre cuyos hombros recaia la pesada carga de vigilar los oscuros rincones que nadie más estaba observando.
Llamémosle el Monitor.
El Monitor hacía lo que debía hacerse. No temía mancharse las manos. Cuando el Monitor miraba al abismo el abismo contaba todos sus secretos. En más de una ocasión sus retorcidos tejemanejes dieron lugar a complejos crossover con un alto coste en venta de tie-ins.
Un día el Monitor tuvo que pagar las muchas deudas que había ido acumulando con los años y murió traicionado.
Pero nada termina nunca, Adrian.
Y cubierto por una andrajosa túnica, ligado a las cadenas de su irrenunciable deber, nuestro heroe prosiguió su voyeurista y sagrada tarea de llevar el libro de contaibilidad del Destino Universal bajo otra identidad tan misteriosa como inmortal. De supervisar las mortales tierras por las que, paradójicamente, seguía caminando un duplicado suyo. Alguien que casi CASI era él…
…pero más oscuro…
Y es que, mis queridos adeptos en la fe de ROB!, Jason Aaron conoce los taquiones. Y sabe, tan bien como lo sabemos nosotros, que todo esto ha pasado antes…
-Oye, estos tebeos con esta pinta tan chunga no nos los va a comprar nadie
-Que sí, todo es cuestión de saber presentarlos. Tú métele logos de cosas que sí hayan vendido y verás