Cuando el otro día se propagó la noticia de que Bendis regresaba a Vengadores para su número 800, el impacto del retorno del escriba, aunque fuese finalmente para una historietita de complemento, opacó otro dato merecedor de atención: el número 800 de Vengadores.
Y es que estos números redondos son hitos que, si bien no marcan el devenir de las series, sí celebran su permanencia, y suelen ser especiales reflejo de su época. Es por esto que, coincidiendo también que en esta piel de toro nos toca aniversario histórico, vamos a repasar los números centenarios de la serie vengadora.

Número 100 (1972). Celebración apoteósica, colofón de una minisaga iniciada en el número 98, reuniendo en un especial a TODOS los personajes que hubieran sido Vengadores alguna vez. Sí, a los quince. La ratio de género…muy 1972. Equipo creativo de campanillas, con Roy Thomas , el guionista regular del título, y Barry Smith, que en aquel momento también estaban colaborando en Conan, serie que vendía incluso mejor que esta. Como reflejo de que para el primer número los héroes se aliasen para derrotar al dios Loki, en el centenario se asamblearon para combatir al dios Ares y sus secuaces. Portada icónica, con el eqipo al completo en formación de avance con los pesos pesados al frente y los menos pesados dibujados en huequitos.

Número 200 (1980). El de la burundanga cósmica. Sin tener muy claro cómo fue (cosas del Comics Code), Carol Danvers, Ms Marvel aparece un buen día embarazada. La cosa va rápida y en tres días ya está el chiquillo, Marcus. Zagal que también crece a ojos vista, al tiempo que causa desórdenes temporales a su alrededor. Los héroes (con una ratio más cercana a la paridad, 4 de 12 si contamos a Yocasta como hembra) tratan de capear el temporal temporal, que solamente termina cuando Carol decide marcharse con su hijo a otra dimensión. Los Vengadores le dicen que perfecto que muy bien y que hasta luego. Más tarde se aclaró que se trataba de un hijo de Inmortus exiliado por ese problemilla con el flujo temporal, que para tener vida carnal influyó mentalmente en Carol y la impregnó con su esencia (Comics Code), naciendo en esta realidad siendo su propio padre. La cosa es que cuando se fueron a otra dimensión, el paso del tiempo se cebó en Marcus, que murió de viejo, y Carol regresó, siendo consciente del abuso y del pasotismo de sus anteriores compañeros. Para colmo la cogió Claremont, de forma que con ese bagaje, una pérdida de poderes por contacto con una mutante entonces malvada, y una adquisición de poderes cósmicos binarios por abducción, el personaje terminó dándose a la bebida. Los autores de este especial fueron David Micheline, George Pérez y Bob Layton, teniendo por encima como ejecutor del argumento a Jim Shooter. Aquel mismo mes se publicó el 138 de X-Men, en el que los mutantes enterraban a Jean Grey. Consejos vendo que para mi no tengo.

Número 300 (1989). Walter Simonson, John Buscema y Tom Palmer concluyen una línea argumental que había llevado tres números antes a la disolución del grupo, Aquí vemos que la reunificación se hizo con los retales que se pudo, no tengáis muy en cuenta la ratio pues. El número sirvió para tomar impulso y redefinir el título, que tras unos meses de transición fue cogido por John Byrne en los argumentos, tanto de esta serie como de su hermana de la Costa Oeste. Personalmente me sigue chirriando que Reed Richards y Sue Storm actúen con el mismo uniforme que lucen con los Cuatro Fantásticos, podrían girarse un algo el 4 para que pareciese una A, pero con todo se tiene una panorámica de lo deslabazado de la reagrupación.

Número 400 (1996). Acción desenfrenada a ritmo de los Noventa. Que no os ciegue la doble portada de Deodato con Palmer, que los interiores son Mike Wieringo. Mark Waid maneja a los personajes en una sucesión de broncas, peleas, enfrentamientos y demás sinónimos, contra viejos adversarios del título. En realidad todo importaba poco ya, dos meses después se cancelaba la serie por los eventos de Onslaught.

Número 500 (2004). Caos, reza la portada, pero era caos para traer orden, Bruja Escarlata mediante. Escocidos tras la etapa de Chuck Austen, el grupo cae en manos de Bendis, que con la ayuda de David Finch les pega un lavado de cara para meterlos de lleno en la molonidad moderna de la Marvel de Quesada. Como todo era importante. la saga de Disassembled terminó tres meses más tarde con este volumen del título, que recomenzó con Nuevas energías como los Nuevos Vengadores. Misma gente haciendo lo mismo, pero las renumeraciones son poderosas. Bueno, y traerse a Lobezno y Spiderman al grupo se supone que también suma.

Número 700 (2018). A Jason Aaron le informaron que tras el número 9 de la serie que había iniciado debía haber un especial conmemorativo, de manera que tiró con Ed McGuiness y David Marquez para meter más páginas aquel mes. Total, McGuiness es de esos dibujantes que si le pides que Hulka se levante, desayune y coja el quinjet, te lo puede hacer en cuatro páginas dobles. Y habiendo tejido a largo plazo una saga de cincuenta números en los que tenían cabida Drácula, celestiales, heraldos de Galactus, un torneo de la Fuerza Fénix, y una guerra multiversal con Mefisto de por medio, un especial arriba o abajo no le descuadraba en demasía la programación.
Y a la espera de que llegue ese número 800, que aunque comenzó anunciándose con el retorno de Bendis estará realizado en su historia principal por el habitual Jed McKay (escritor regular de Vengadores y X-Men a la vez, nada menos, poco se dice) concluimos este recorrido por…¿Cómo?
Sí, supongo que los lectores más sagaces lo habrán notado…

Vengadores, Volumen ¿4? número 33 (2012). Tras el pifostio de Vengadores contra Patrulla, y antes del pifostio de Hickman, Bendis va empacando y cerrando tramas, entre ellas la de la muerte de la Avispa, ocurrida durante el pifostio de Invasión Secreta. Era importante, pues dos meses después llegaba Hickman y renumeración. De hecho no fue hasta tiempo después, cuando se liaron a contar, renumerar, legados, aniversarios y demás, que se dieron cuenta de que el número 600 de la serie caía en ese ejemplar, que por otra parte no tuvo nada de especial. Con ello se consiguieron dos hitos, el de Bendis habiendo estado presente en dos centenarios consecutivos, y que un número tan redondo no tuviese en su portada al Capitán América. Al menos se consiguió la paridad. Y que un número que se supone de celebración terminé con un continuará.

Hay un algo simbólico en esta negación de la celebración en un número como el 600, pues en una publicación cuya cadencia habitual es la mensual se corresponde con el 50 aniversario. Se podría decir por tanto que lo que le pasó a la serie fue una crisis de los 50, de la que se repuso rápidamente. Alguna gente lo arregla con un tatuaje, apuntándose al gimnasio o cogiendo bicicleta o pádel, ellos lo arreglaron con dos series simultáneas y una larga trama que condujo a unas nuevas Guerras Secretas tras la reorganización del Multiverso. Hay gente más dramática que otra, otros lo llevan de forma más callada.
Y otra cosa que hay que decir del número en cuestión, ya que ha tocado repasarlo. Que no estaba muerta, la Avispa, estaba en el Microverso con un centauro. Y lo dibujaron los Dodson.

Seguramente por eso pocas veces hemos visto a Hank Pym tan…¿sexy?




