Desde aquí repartimos ideas y conceptos para la manipulación creativa y el abuso cultural. Somos el diario de lo genial, y el pensamiento de lo imposible
Es cierto, es un tema raro. Pudiendo dedicar el posteo del día a cualquier otro tema, como a la progresiva periodismodeportivación de la cosa de hablar de cómics. Quizá incluso se haya traspasado ahora que uno no puede encontrar más señales y rastros de que Mbappé va a ir a este o aquel equipo o se va a quedar en donde estaba, y ha decidido que puede dedicarse a interpretar señales de humo y datos aleatorios sobre dónde si DC irá a este o aquel equipo o se va a quedar en donde estaba. Total, para lo que va a servir luego.
En su lugar vamos con algo que comenté la semana pasada y que se ha quedado ahí, dando vueltas. Me refiero, por supuesto, a la frecuencia con la que uno se encuentra un personaje llamado JUSTICE. La semana pasada veíamos cómo Marvel ha tenido TRES cabeceras con distintos protagonistas, dos de ellos llamados igual. La tercera era de polis, así que ahí nadie se llamaba Justicia, claro.
¿Qué posibilidades había de cruzarme durante la semana con otro JUSTICIA? Pues las había, claro que las había. Porque, además, vienen de uno de nuestros sospechosos habituales:
¿Por qué Mr. Justice y no Justice a secas? Bueno, hay quien opina que esto de los pronombres es importante, por supuesto. Si Archie ha creído que debía de señalar que es un Mr. porque llevar puesto un traje de ajustada licra no lo hace evidente… ¿Quiénes somos nosotros para ponernos a hablar de masculinidad frágil? Centrémonos en que este personaje es Mr. He/Him Justice y sigamos con la historia que ya tendremos tiempo para regresar aquí.
Y es que más allá de la personificación de la diosa justicia -que alguna hemos tenido, especialmente en series como Promethea– hemos tenido personajes con este título desde un secundario en 1941 en Great Comics a un esqueleto de niebla en los Jojos Stardust Crusaders, como stand de la anciana Enya en 1990, en los mangas le veríamos también en 1993 en Chōdokyū Senshi Justice. Luego llegaría el hijo de Superpatriot en 1994 y en Savage Dragon. O el -llamémosle- el antagonista principal de Afro Samurai en 1999. En habría otro personaje en 2003 Guilty Gear: Xtra, para 2014 sería una de las Dirty Angels (la rubia) y en 2018 en Edens Zero, un príncipe.
Por supuesto también entre los títulos de cómics hay algunos, como bien sabéis, y debo decir que ofreciendo…
variedad.
En fin, que hay mucho Justice en esto de los cómics. Y que puede que Vance Astrovik sea el personaje con más apariciones que ha llevado este nombre, puede que el otro Justice de Marvel haya tenido casi una centena de intervenciones, pero…
Precisamente por eso podemos hablar de este otro. Que si no el primero con ese nombre si que es uno de los iniciales. Aunque, claro, en aquel momento no era Archie.
En febrero de 1941, , creado en teoría por Joe Blair y Sam Cooper, en el número 9 del Blue Ribbon Cómics de la editorial MLJ (que suena a coña, pero a más coña aún es la explicación: MLJ Comics fue un sello creado por Morris «Maurice» Coyne, Louis Silberkleit y John Goldwater, adivinad cómo le pusieron el nombre) nos encontramos con la presentación de este superhéroe. O lo que sea.
Se trata del fantasma de un príncipe inglés asesinado en un castillo escocés que pasó a encantar hasta que durante la Segunda Guerra Mundial… Bueno, un millonario decidió que la mejor forma de mantener a salvo el castillo era desmontarlo y llevarlo a USA para reconstruirlo allí. Pero un submarino nazi bombardeó el barco que lo llevaba y eso permitió escapar al fantasma que, además de un disfraz de superhéroe cuando es fantasma, resulta que crea un ‘cuerpo mortal’ del que puede escapar cuando le da la gana. Aunque dejándolo tirado porque bueno. Por suerte es un cuerpo inmortal así que a veces lo usan como escudo para las balas o tonterías semejantes. Qué más dará. Los años ’40 eran así.
El éxito le llevó a ser portada de Blue Ribbons pero también a darse un paseo por otras cabeceras del grupo como Jackpot, pero la alegría nunca dura mucho porque otro de los títulos de MLJ, PEP Cómics, presentaría en su número 22, en diciembre de ese mismo 1941, a un nuevo personaje que le iba a quitar el puesto igual que acabaría haciéndose hasta con el nombre de la editorial.
Ah, no, no, ese The Hangman, avanzando hacia The Shield -y Dusty-, a quien yo me refiero es a…
La importancia de Mr. Justice iba reduciéndose mientras en la editorial y para 1943 prácticamente había sido retirado. Su posición un tanto lateral dentro del reparto de superhéroes de Archie no le pondría en primera línea en ninguno de los intentos de que estos funcionaran. De hecho, este Mr. Justice los de ’40s acabaría libre de derechos por uno de esos problemillas de los estadounidenses con su gestión de los derechos de autor.
En cualquier caso, el primero intento de resucitar esta línea en Archie fue a finales de los años ’50s. Parecía que había un nuevo aire en los cómics tras el Cómic Code, y el éxito en los ’60s de la serie de Batman parecía una buena oportunidad. En donde la palabra importante es Parecía.
En el caso de Mr. Justice reaparecería en 1965 como poco más que un cameo en mitad de The Mighty Crusaders
y ya más en profundidad en 1967 dentro de Mighty Comics 47 -en teoría por Jerry Siegel y Paul Reinman – con un trasfondo nuevo. Ahora el fantasma ha llegado a ‘una relación simbiótica’ con un profesor universitario.
Intentaron incluso montar un pequeño grupo, The Terrific Three, junto con Steel Sterling y The Jaguar. Lo cierto es que no duraría demasiado. Ni el grupo ni el revival. Como decíamos, el éxito del personaje no fue más que momentáneo y esta misma línea de supes no tardaría en descubrir que lo de Archie seguía vendiendo más.
Pero no desapareciendo, claro. El siguiente momento de Los Superhéroes Vuelven llegaría en los años ’80s. Esta vez bajo el sello Red Circle Comics, que había usado una década antes para cómics de fantasía y terror y que ahora probaban con supes, pero que seguía siendo Archie pero que algo disimulaba. En 1983 intentaron de nuevo con Blue Ribbon Cómics -rescatado como manera de presentar de nuevo a distintos héroes en sus propias historias-
y se trajeron a un Mr. Justice que… bueno…
…funcionaba como Superhéroe Místico al más puro estilo The Spectre, con un toque de terror y una forma distinta de funcionar como fantasma. Obra de los guiones de Bill DuBay con Trevor von Eeden a los lápices. No tendría mucho más recorrido para él, aunque The Fly sí tendría ese 1983 su propia cabecera. En la que le dejarían un huequito al final del primer número…
y ya. De nuevo con dibujos de Trevor von Eeden, pero esta vez guionizando Chris Adames. Ese hueco final iría rotando, a veces para Fly Girl, a veces para otros personajes de la editorial.
En septiembre 1984 aparecería brevemente para ayudar en el juicio a The Shield.
No llegaría ni a hablar. Ni volvería a aparecer ante la nueva desaparición paulatina de las colecciones superheróicas.
¿La siguiente vez que alguien pensó que era buena idea traer de vuelta los supes de Archie? Pues fue poco a poco ya en los dosmiles.
Primero, en 2008, aprovechando la serie de animación Archie’s Weird Mysteries – obra de Paul Castiglia y Fernando Ruiz– aprovechan para llevarle como uno de los invitados en un especial superheróico de la serie.
Al año siguiente sería DC la que ‘alquilaría’ por una temporada este Red Circle. Y si bien a Mr. Justice no le dieron un hueco, sí se lo darían a The Web que, a su vez, dejaría un par de páginas para The Hangman. En una de cuyas viñetas aparecía de fondo… Mira, está claro que tampoco ahí iba a rascar. Y eso que le hicieron todo un rediseño.
En 2015 -de nuevo en Archie pero esta vez como Dark Circle– sería mencionado de nuevo, casi como de costumbre de pasada, en The Mighty Crusaders.
Ya es más de lo que sucedió cuando en 2018 en Archie intentaron ver si podían mover las cosas y sacaron una obra en dos partes: Archie’s Superteens vs. Crusaders.
Sí que lo hizo para el final de el enésimo intento de recuperar a los Cruzados. Esta vez como The Mighty Crusaders, al final de la cual digamos que algo se revela de lo que estaba haciendo. Aunque no parece que sea mucho.
Es una lástima que volviera a desaparecer, eso le impidió estar en el one-shot The Mighty Crusaders: The Shield que ROB! en persona dibujó para el relanzamiento de 2021.
Pero así llegamos a 2023, con dos apariciones distintas, ambas dentro de un título un tanto inesperado como es World of Betty and Veronica Jumbo Comics Digest, en el que le integran junto con los chavales de Archie. Y vuelven a darle -primero Ian Flynn y James Fry– un trasfondo distinto, menos megacósmico y un poco más cercano al original. Pero, claro, primero lo hacen uniéndole a
Cheryl Blossom. Y unos meses más tarde, ese mismo año, con Ian Flynn aún a los guiones pero Bill Golliher a los lápices, sería Betty la que, en lugar de compartir cuerpo, pasaría a recibir brevemente sus poderes.
Que ya es más de lo que Verónica estaba dispuesta.
Que también lo puedo entender, la verdad. Pero que está claro que alguien pensaba parecido porque precisamente en este Archie is Mr. Justice de Tim Seeley y Mike Norton se deja claro que
lo mismo parte del problema era el diseño del traje. Aunque la parte meta está presente, por supuesto.
Por algún motivo este nuevo universo superheróico también tiene que ser más oscuro y controlado por megacorporaciones que intentan acabar con la vida tranquila de Riverdale.
Y si pensáis si esto ha sido algo meditado…
…por lo menos eso intentan que parezca.
Veremos lo que dura en esta ocasión.
Y quizá creáis que toda esta turra sobre un personaje con pocas pero esparcidas apariciones y no mucho seguimiento fan no podría durar más. Pero es que siempre hay algo más.
Con este nombre, en concreto, lo hay en Marvel.
Sí, ellos también tienen un Mr. Justice. Supongo que no habrá mucha gente que recuerde Marvel: The Lost Generation, una de esas idea de John Byrne -con una mano de Roger Stern como co-guionista- en aquellos dosmiles de la Invasión Secreta en la que pensó que ninguna idea mejor que inventarse un grupo de héroes desconocidos, matarles en el primer número, y avanzar hacia atrás, desde el 12 al 1, sin que el último número resolviera en manera alguna la situación del primero.
Y sí, incluía a un Mr. Justice que era hermano de un Yankee Clipper.
Así que veis que el personaje daba para mucho. Es una lástima, una vez más, que no hayamos podido verle junto al resto de los Mighty Crusaders, tocado por la mano de ROB!
¡Un mes más, una letra menos! Bueno… ¡O DOS! Quién iba a pensar en la J Marvel no iba a tener gran cosa. Así que ahí se están separando otra vez de DC. ¡EN FIN! Lo cierto es que la K tenía un poco más de chicha, así que ha salido una cosa lo suficientemente variada, quizá podríamos decir que es incluso… ¡KAMIKAZE!
01) J2 (1998-1999)
Sí, en serio. DeFalco, Lim y Milgrom. ¿Quién podría tener algo en contra de este cómic? Dentro del spider-girl-verso y tratando de que este nuevo Juggernaut se pareciera a…
Toda la historia -los doce números que aguantó con serie propia- son como para montarle un posteo propio, así que supongo que ya llegaremos a eso otro día.
Por supuesto intentaron mostrar una mayor diversidad y así tuvimos a personajes como Y, desde luego, intentaron que hubiera secundarios variados, no solo esa versión del Capitán América pero es mujer, también
bueno… también otras posibilidades. Y es que cuando os decimos que hay cosas que podríamos hacer para su propio posteo no nos lo inventamos,
en absoluto.
Aunque supongo que ahora estará más que justificado el posteo.
02) Jack of Hearts (1983-1984)
Desde que en 1976 Bill Mantlo y Keith Giffen le presentaran en Deadly Hands of Kung Fu 22 -cosas de aquellos años- luchando contra el White Tiger -lo que os decía antes- y que el guionista le cogiera cariño y lo fuera arrastrando por títulos que estaba claro que en cuanto pudiera iba a tener su propia serie. O mini, en este caso. Aunque, claro, visto el éxito del único intento de darle seres propia tampoco creo que Marvel vaya a volver a probar hasta, por lo menos, que tengan que renovar los derechos.
03) Amazing Spider-Man Presents: Jackpot (2010) Jackpot (2024) Jackpot and Black Cat (2024)
En Marvel querían tener una superheroína llamada Jackpot y no sabían cómo conseguirlo. Primero fue la presentación de Alana Jobson en 2008 con el Brand New Day con Marc Guggenheim y Greg Land. Dos años después fue lograr intentarían lanzar a Sara Ehter, la segunda, incluyendo esa especie de mini de solo tres números. Que tampoco. En total otra docena de apariciones, como su predecesora. ¿Cómo intentar que la cosa tire?
Pues para 2023 decidieron ir a por todas y convertir en Jackpot a… Mary Jane Watson.
Una decisión -vamos a decir con benevolencia que- controvertida y que sirvió para que en 2024 saliera primero esto
y luego esto otro
lo raro es que Sony aún no haya anunciado película. Supongo que hará falta un par más de intentos para que se la den junto a La Gata Negra.
04) Jubilee (2004–2005)
Por ridículo que suene la única serie propia de Júbilo es esta historia juvenil de Kirkman en los años ’00s. Así que es posible que el truco para que se la dieran era que no se pareciera a ella misma. O que enseñara cacho con ese pantalón tan… tan… Tan.
05) Juggernaut (1997) (1999) (2018) (2020–2021)
Nada se puede comparar al Juggernaut. Y mira que tardó en tener serie propia, porque el personaje apareció por vez primera en 1965, pero no sería hasta 1997 cuando le dejaron hacer un One Shot a un tal… Joe Kelly. Pero debo decir que la auténtica estrella del número, es, sin duda, su dibujante: Duncan Rouleau.
No, yo tampoco sé qué tiene dentro de la boca.
La cosa debió de funcionar lo siguiente como para que dos años después -publicando en medio J2, por cierto- le dieran otro especial en mitad de otro sarao
y luego ya nada en una buena temporada. En 2018, nada menos.
otro follón que llevó a un nuevo intento en forma, esta vez sí, de mini.
Pero se ve que en 2020 no estábamos para que Nicieza y Garney nos dijeran nosequé. Así que aquí estamos… bueno, más o menso.
06) Jungle Action (1954–1955) (1972–1976)
Una historia curiosa. En los años ’50s iniciaron esta colección con cuatro personajes. Lor-Zas, perdón, Lo-Zar… y su águila Hako, perdón… ah, no, se llamaba realmente Hako. Bueno, cosas que pasan. También Jungle Boy, Leopard Girl y el simio -os juro que es un simio- Man-Oo. Sí, sí, Man-Oo… En fin, que no pasaron de seis números.
Pero en los setenta lo volvieron a intentar… más o menos.
Porque tiraron de reediciones de los títulos clásicos y alguno más como Lorna, Queen of the Jungle; Tharn y Jann of the Jungle. Sí, ha habido varias Mujeres de la Jungla en Marvel. El recorrido que ha tenido… bueno, eso ya es tema para otro día.
Sea como sea reeditar tebeos de hace 20 años no funcionó. Claramente no tenían a la prensa de su lado, o no lo llamaron Novela Gráfica o yo qué sé. Porque para el 5.
Y tras darle el espacio y poner bien en grande su nombre podéis imaginaros que, rápidamente, pasó a cambiar el nombre y el resto… No sé yo si es Historia… pero está claro que algo fue.
07) Justice (1947-1957) (1986–1989) (1994)
Justice, cuántos cómics se han cometido en tu nombre…
A veces las cabeceras viven aventuras. Tal es el caso de Justice, que comenzó en 1947 -sustituyendo a Wacky Duck– con FBI IN ACTION para comenzar, en el 4 pasaron a LAW IN ACTION y para el 7 se habían aburrido y ya era solo Justice Comics y para el 13 simplemente era Justice con el que llegaría hasta el 52.
Para el siguiente pasaría a ser Tales of Justice con el que cerraría finalmente en el 63. 10 años de cómics para arriba y abajo.
Casi treinta años más tarde, y con el lanzamiento del New Universe por delante, en Marvel decidieron aprovechar para sacar de nuevo un cómic con ese título.
Es un poco complicado hablar de él porque está claro que fue más interesante lo que pasó entre bambalinas que el título en sí. Y eso que el título duraría nada menos que 32 títulos. Lo que tiene más mérito aún teniendo en cuenta que nadie parecía tener muy claro qué era lo que quería hacer con él y que no había -de manera casi literal- nadie al volante.
Justice comienza con Archie Goodwin a los guiones y Geof Isherwood a los lápices, parecía un intento de hacer un Superman Edgy o algo así. Pero para el segundo el guionista ya había cambiado a Steve Englehart, que iría por otro lado y al que le cambiarían al dibujante por Joe Staton en el 4. El 5 tendría dos dibujantes distintos de los anteriores –Tony Salmons y Tom Morgan-, pero tranquilos que en el sexto volvería el dibujante original como autor completo del número. Y en el 7 Englehart e Isherwood se reunirían de nuevo… por un número, porque el 8 volvía a ser de Isherwood a solas. Lo que da un poco lo mismo porque el 9 tendría a Gerry Conway y Keith Giffen -este último como dibujante- que durarían 3 números en el título… hasta que en el 12 pasaran D.G. Chichester y Tom Grindberg. Si no estáis perdidos intentando seguir tanto nombre es que Marvel no lo ha logrado aún. Sigamos, porque tras este primer año volvieron Conway y Giffen para el 13, Sandy Plunkett y Dave Hoover para el 14 y, finalmente, Peter David y Lee Weeks el 15. Que parece una tontería pero que ahí, POR FIN, logró un guionista que aguantaría hasta el final. Lo que se notó, además, en que intentó establecer una especie de continuidad nueva… en la que no creo que muchos de los lectores estuvieran de acuerdo, porque en aquella enorme cantidad de cabos sueltos -tanto guionistas es normal que a ratos pareciera algún tipo de ‘cadáver exquisito’ editorial- tomó muchas decisiones que en el menor de los casos eran cuestionables. Salvo que quieras escribir un artículo sobre lo que le gusta a PAD matar a mujeres con papeles de secundaria en series. Pero bueno, que hasta el 24 no habría otro cambio, con Mike Gustovich ocupándose del dibujo. Y es que Weeks permanecería el resto de la coleccón, salvo el 28 -que sería de Gustovich de nuevo- y el 32, el último, en el que se encargaría Alan Kupperberg del apartado gráfico.
Dio igual que intentaran mezclarle con otros populares personajes del New Universe como Nightmask, Star Brand o Psi-Force. Pero bueno, PAD le había cogido cariño y se lo llevó, de entre todas las colecciones posibles, a… Spider-Man 2099. En donde más o menos aparecía. La verdad es que quizá deberíamos de hacer un posteo sobre el asunto. Sea como sea en 2006, dentro del ¿evento? de Untold Tales of the New Universe a David le dejaron que contara una nueva historia del personaje. Y lo hizo honrando su legado. Es decir, buscando a un dibujante nuevo: Carmine Di Giandomenico.
Y solo 5 años más tarde, ya en los noventa, llegaría…
Sí, el miembro de los New Warriors -o lo que fuera- tuvo su propia mini aprovechando el lanzamiento del número 50 de la otra colección. Sí, en tiempos había gente que se leyó 50 números seguidos de New Warriors.
La mini de cuatro números no pasaría de ahí, Justice no llegaría a tener cabecera propia, así que para sus fanses -de haberlos- tendrá que bastar esta obra de Fabian Nicieza y Craig Brasfield que podemos certificar como…
…indudablemente noventera.
08) Karnak (2015–2017)
Ese guionista del que usted me habla logró que alguien se leyera 6 números de uno de los Inhumanos en 2015. ¿En la época en la que Ike Perlmutter estaba empeñado en que se hiciera una película de Los Inhumanos? ¿Durante los intentos de relanzamiento de Charles Soule? No sé de qué me habláis.
Pero os diré que ya son más veces en las que ha tenido cabecera propia que Gorgon… O que Medusa.
09) Kathy (1959–1964)
Aprovechemos para señalar que no todas las protagonistas de cómics fueron recicladas. Y eso que Kathy llegó a aparecer en Patsy & Hedy. 27 números duró, que ya es más de lo que pueden decir la mayoría de títulos lanzados en 2024. Y sin decir ACK! ni una sola vez.
10) Ka-Zar (1970–1971) (1974–1977) (1997–1998) (2011) / Ka-Zar the Savage (1981–1984) / Ka-Zar: Sibling Rivalry (1997) / Ka-Zar: Marvel Tales (2021) / Ka-Zar: Lord of the Savage Land (2021-2022)
Otro del que habría que hacer un posteo. Y como no me apetece vamos a limitarnos a hacer el resumen de cabeceras. No porque yo quiera demostrar nada, que va. Simplemente para dejara constancia.
De ahí que no empecemos el cachondeo de series con Astonishing Tales que comenzó en 1970 con una sesión doble bastante peculiar…
antes de decidir que al que preferían tener de protagonista era a Ka-Zar, a partir del número 9
y ahí seguiría hasta 1973 que le cambiaron por IT! –El coloso viviente, no El payaso asesino. Que esto no es DC– pero lo importante es que ese mismo año le dieron serie propia. Así que…
Vamos contar como si fuéramos el Conde Draco. La primera vez fue en los setenta, tres números en la que aparecerían, además, los X-Men, Daredevil y Spider-Man.
Es de suponer que tiraría lo suficiente como para darle su propia cabecera dos años más tarde,
que lograría durar 20 números nada menos. Hasta 1977.
Lo que facilitó que 4 años después se creara una nueva serie, Ka-Zar the Savage,
que acabaría siendo la que más durara, 34 números, nada menos. Hasta el año ’84, con extraterrestres de por medio y más cosas.
Así que mucho cachondeo con La Tierra de los Héroes Cancelados o como la llamen, pero estaba cancelado estilo Famoso USA porque 13 años más tarde apareció un primer one-shot a ver si así…
y, efectivamente, la tercera serie llegó ese mismo año. Y sí, era tan noventero que le pusieron una perilla. Pero ya os digo que el posteo sería otro día, que hoy estamos contando.
Este tercer volumen lograría… otros 20 números. Que no está mal, supongo. Pero que le dejaría tirado en 1998. Eso sí, permitiendo ver la… situación como cápsula del momento también aquí en algún punto.
Pero bueno, que quizá penséis que ahí se cansaron… pero no porque en 2011 lo intentaron OTRA vez.
Eh, los ojos aquí. Una mini de 5 a ver con que nos encontrábamos… Pues con poco. Un par de recopilatorios más tarde y no volveríamos a saber de él hasta
su propio número de Marvel Tales en el que aprovechaban para anticipar que ese año saldría Ka-Zar: Lord of the Savage Land,
por 5 números. Como veis, no han parado de intentarlo. Así que vamos con el resumen del tanteo: 6 series y 2 one shots.
Y ahora vuelvo a recordaros que Medusa no ha tenido NINGÚN cómic propio.
Está visto que no todo el mundo se merece tantas oportunidades. Lo raro es que no haya tenido película, porque ahí habría podido competir con Punisher.
11) Kickers Inc. (1986–1987)
Lógicamente si sacas un New Universe tienes que meter un cómic sobre un equipo de Fútbol Americano con Superpoderes. Quiero decir, si eres Tom DeFalco. Por supuesto el equipo de gente con poderes y cosas raras se dedicaba a otros temas. El número dos, por ejemplo, iba de una señora que contactaba porque había un robot que le está estropeando el jardín, lo que les lleva a enfrentarse con unos pandilleros, terroristas libios y -obviamente- el robot. El siguiente número les enfrenta a otro equipo que se ha metido en la brujería y se dedican a invocar demonios… Por algún motivo le quitaron a DeFalco la colección.
En realidad DeFalco a solas solo hizo los dos primeros, tras el del robot tuvo que escribir el tercero -el de la brujería- con Jo Duffy, el cuarto junto a Terry Kavanagh y Ron Altaville, el quinto con Mark Gruenwald, el sexto lo harían a medias Terry Kavanagh y Ron Altaville y les metería -más o menos- en un secuestro aéreo. Debió de gustar porque pasaron a ser el siguiente equipo… por tres números. En el noveno el absolutamente nada inventado Dwight J. Zimmerman decidió cambiar el concepto y sacar la parte del fútbol, así que cuando en el 10 Maddie Blaustein -que lo firmaría con su dead name– los mandara a Centroamérica no debería de sorprendernos mucho. Pero bueno, solo quedaban dos, otro de Zimmerman y el último, que cerrarían Kavanagh y Altaville mezclado OVNIS y el bigfoot. No le sirvió de mucho PERO al menos terminó como quisieron. Excepto por aquello de que ya no eran un equipo de fútbol.
Pero bueno, creo que de todo esto podemos sacar algo. Y es que si alguna vez habéis querido por fin podéis decir…
¡CHÚPATE ESA, FUTBOLÍSIMOS!
12) Kid Colt (1949–1979) (2009)
Hay gente que no puede escapar a su destino. Por ejemplo Kid Colt que tardó solo cinco números de ser Hero of the West a ser…
Outlaw. De leyenda, supongo. Por supuesto por un malentendido, pero si se cruzaba en su camino podía contratarlo… o algo así. Tanto da porque su serie duró MUCHO. Pero mucho MUCHO. Y gran parte de ella la guionizó una persona: Stan Lee. Cierto. Y gran parta de ella firmó los guiones uns persona: Stan Lee. Hasta el 124, ya en 1965. Que mucho me parece esperar, pero entiendo que tenían que ver que la burbuja de los superhéroes no era más que una moda pasajera. Para el 142 dejaría de seguir el método que usaba hasta el momento -aventuras nuevas (a veces solo una) y reimpresiones, el Método Márvel de Algo Nuevo, Algo Reciclado– para pasar a ser todo reciclado -incluyendo 3 Giant Size que publicarían durante 1975-… y duraría así hasta su cierre en el 229 en 1979.
Seguro que podríamos sacar más posteos, pero lo cierto es que eso implicaría leerme cómics del oeste. Así que veamos qué fue después de Kid Colt.
Pues bien, en 2009 decidieron sacar un cómic -digital, claro- que, bueno…
supongo que se toma muy en serio lo de Kid. Cuatro números tendría esta especie de precuela. Que aparecería en papel en un solo volumen -o como one shot, lo que prefiráis- con un aspecto… diferente.
No debió de entenderse demasiado esto, porque no hemos vuelto a saber de él. Pero vamos a presuponer que para 2039 algo veremos.
Ah, y si os estáis preguntando quién le guionizó en este segundo volumen… Tom DeFalco. Claro que Tom DeFalco.
13) Kid Juggernaut (2024)
Yo no sé qué pasa con el Juggernaut, pero está claro que antes o después lograrán sacarle partido. De momento pensaron que podían intentar algo distinto así que este Juggernaut es el mismo Juggernaut pero no. Porque aquí se trata del nieto del Juggernaut al que Juggernaut arrebató el rubí de Cyttorak. Así pueden tener un nombre clásico con personaje joven, asiático y gay. ¿Qué? ¿Por qué no iba a ser gay? ¿Quién le iba a parar? Total, que le dieron primero una especie de serie suelta en el Unlimited y luego le metieron en los Queervengers. Perdón… en Avengers Academy. Y ahí sigue, de momento. Así que habrá que ver cuál de los tres Juggernauts es el primero en volver a conseguir serie propia.
14) Kid ‘n Play (1992)
Sin duda recordaréis al dúo Kid ‘n Play de temas como… ahm… Bueno, da igual. Pero de House Party seguro que os acordáis. ¿No? … Es una película. Bueno, da igual.. A principios de los noventa todo el mundo los conocía [citation needed] y salían en películas y cantaban sus canciones como… bueno… sus canciones… y les dieron una serie animada y… ahm… Bueno, eso. Un cómic en Marvel. Nueve números. ¡Los noventa!
15) Kid Venom (2024…)
Os juro que no me lo he inventado.
De hecho, el creador de Kintarō, este joven japonés del periodo Heian, llamado como el héroe tradicional -suponiendo que no sea el mismo en otra parte del multiverso- fue el autor japonés Taigami -que resulta que existe y es japonés, ¿ves cómo había interesados, Akira Yoshida?- a partir del segundo número de Death of the Venomverse.
Pero no os preocupéis por ellas, porque todas su páginas de aquello se reunieron en un cómic que, ciertamente, nos da una idea de lo que había dentro:
De momento la serie sigue abierta, probablemente porque solo llevan 3 números publicados. Pero ya os puedo decir que está siendo algo que… bueno, al menos ofrece portadas alternativas -como siempre-.
16) Killpower (1993)
Ah, los noventa. Pero sí, en Marvel UK siempre tienen alguna sorpresa para nosotros. Como darle mini propia a un personaje que empezó de secundario de Motormouth -ya llegaremos a la M– para lograr compartir título a partir del 6, aparecer también En Battletide e, incluso, en Hulk. Esto último a la vez que se lanzaba el primer número de esta mini -suerte de pseudoprecuela de sus apariciones posteriores, o algo-, por aquello de que si cuela, cuela.
A ver si para la próxima Revolutionary War, o como sea, logra un poco más de suerte.
17) Killraven (2001) (2002-2003)
Aunque a Killraven le presentaran en cuerpo y estilista en el Amazing Adventures 18 de 1973, en un follón que acredita a Neal Adams, Gerry Conway -y Roy Thomas, jaja, claro- como guionistas y a Neal Adams y Howard Chaykin como dibujantes.
Seguiría en Amazing Adventures durante poco más de veinte números y luego casi-desaparecería, como pasa siempre en estas cosas. Hasta que en 2001 llegó ese one shot. ¿Sirvió de algo? No. Pero por lo menos estaba entretenido y, bueno, sirvió para recordar las cosas antes del follón de Paradise X, donde volvió a aparecer. Animando a la tradicional reedición que cambia el nombre por si suena la flauta.
[Editada el siguiente párrafo: Gracias a Mr. Pachinko por la corrección]
De manera independiente a esto en 2002 Alan Davis tendría su propia oportunidad como autor completo con una min de seis números sobre el personaje. Con intención de recontar la historia. No pasaría de allá, eso sí.
Conste que no sería el único que se encontraría con algo así, a nada menos que ROB! le metieron en un embolado tras dibujar sobre 2009 los cinco primeros números de una serie -o maxi, o mini, o algo- sobre el personaje. Con guiones de Robert Kirkman, por cierto. Y de los que nunca se llegó a saber más, ni siquiera se intentó poner entre las ‘solicitaciones‘ de Marvel. Así que ya sabéis que si no hay más cabeceras de Killraven es porque en Marvel comprenden que no podríamos soportar su GRANDEZA!
18) Kingpin (1997) (2003–2004) (2016) (2017)
Inexplicablemente -para mí- Kingpin ha tenido su propio comic tres veces. Sí, la primera es esa, por mucho que parezca que los protagonistas son los otros. pero es que Marvel pensaba que en aquel momento que un villano necesitaba de los héroes para vender. Aunque co-guionizaran Stan Lee y Tom DeFalco y dibujara John Romita.
Claro que la siguiente vez fue en una mini…
que parecía querer probar suerte en la era de los antihéroes. Y después, primero con Civil War II…
… y luego con Running with the Devil…
no fue mucho mejor. De nuevo, ya ha tenido más oportunidades que Medusa.
19) Kitty Pryde – Agent of S.H.I.E.L.D. (1997–1998)
El pluriempleo tiene estas cosas. Un día estás en Excalibur, al siguiente Hama te guioniza como agente de SHIELD. Vale, es una mini de tres números, pero aún así. Lograba ser autoexplicativa desde sus portadas.
Ah, y ese Redondo… es Jesús.
20) Kitty Pryde and Wolverine (1984–1985)
Por contra este otro ejemplo de pluriempleo duró 6 números. Y sí, es otra vez una historia con demonios japoneses. Yo qué sé, se ve que tiene un tipo.
21) Kookaburra K (2010)
Lo importante aquí es ese SOLEIL… que no es la firma del dibujante -el dibujante es MUY CLARAMENTE Humberto Ramos– sino de la editorial francesa. Porque esto de aquí es un intento de trabajar juntos para sacar un spin-off de un título francobelga para el mercado americano.
Tres números duró, claro que sí.
22) Kull the Conqueror (1971–1973) (1982–1983) (1983–1985) Kull the Destroyer (1973–1978)
El éxito de Conan llevó a que intentaran repetir la jugada en Marvel con Kull. Aunque, más que eso, sirvió para que fueran cambiándole el nombre. Comenzando en 1971 por Kull the Conqueror, que en el 11 pasaría a llamarse
Kull the Destroyer, con muchas historias que contar…
pero que acabaría en el número 29 en 1978. Pero volverían a intentarlo, primero en 1982 con dos números
y luego ya relanzándolo de nuevo en 1983 por otros 10.
Kull ha seguido apareciendo en los cómics de Conan -el bárbaro, no el detective. Creo- pero de momento no ha vuelto a tener esa posibilidad de protagonizar su propia serie que vivió en Marvel durante década y media. O puede que sea cosa de Marvel. No seré yo quien lo investigue.
Hasta aquí por hoy. Pero ya sabéis que seguimos teniendo mucho abecedario por delante. Habrá que ver cómo responde DC el mes próximo, pero espero que volvamos a Marvel dentro de dos meses. Y que lo que tenemos por delante en la L va a ser una…
¡Un mes más, una letra menos! Listos para ver, de nuevo, todo lo que nos ha ofrecido el Universo Marvel. Y puedo aseguraros que si pensabais que la H sería una letra tranquila… es que no conocéis cómo se las gastan en Marvel…
01) Hallows’ Eve (2023)
De cuando en cuando los jefes del asunto deciden que no tienen suficientes personajes de los que vender muñequitos y se inventan alguna cosa, y deciden machacar con ella a ver si así logran el éxito deseado. Por algún motivo en los últimos años en Marvel han decidido que tienen que probar con personajes que pueden cambiar sus poderes. Así que nos encontramos con Jackpot y también con Hallow’s Eve. Ambas en las páginas de Spider-Man porque una es su ex-mujer y la otra es la novia de su clon. Ya, los cómics, siempre maravillas. En el caso de Hallow’s Eve los poderes múltiples llegan con máscaras de Halloween -la fiesta, no la película- que le dan distintos poderes y que puede compartir con otras personas. Teniendo en cuenta toda la historia de Elizabeth Tyne/ Janine Godbe -que no os voy a contar porque da para posteo- que lleve en este papel desde finales de 2022 y hayamos tenido ya casi tantas apariciones como en toda su historia anterior, más esta mini, más un especial… Bueno, diría que alguien está intentando crear un personaje que poder vender a Disney. ¿No es ese acaso el auténtico significado de crear cómics?
02) Hank Johnson, Agent of Hydra (2015)
Durante Battleworld pasaron muchas cosas, por ejemplo que alguien pensó que podían sacar un especial sobre uno de los matones y que nadie se daría cuenta de que estaba lleno de chistes que llevábamos escuchando años. Supongo que si alguien quiere alguna vez saber dónde puede encontrar todas esas historias sobre cómo funcionan ‘los malos’ que ha escuchado en Robot Chiken, o Jay & Silent Bob, o a quien se supiera que se encargara de aquellas cosas en el cambio a los dosmiles… puede pasarse por aquí porque, gracias a los taquiones, solo ha tardado quince años en recopilarse.
03) Hawkeye (1994)
Ahora sí que podemos pasarnos un rato, y eso que no vamos a hacer el repaso completo de su carrera. Pero lo cierto es que Hawkeye siempre ha estado para arriba y para abajo. Le dieron un pequeño espacio en Marvel Fanfare, le dieron una mini en los ochenta, y ya en los noventa tuvo un par de especiales de entre los que, sin duda, brilla la portada del 159 de Marvel Comics Presents… de la que ya hablaremos cuando lleguemos a la M. De lo que vamos a hablar antes es de la mini, la segunda mini, que llegó un año anterior. En pleno 1993 y que tanto ha incluido desde ese mismo año a otros futuros, aunque fuera taquiones mediante…
Pero volvamos a Marvel, ya habrá tiempo para Un paseo por el Universo Image en el futuro muy lejano. Volvamos a Marvel porque lo cierto es que esta segunda miniserie merece toda la atención que ADLO! pueda prestarle, no solo por sus portadas
que ya hacen mérito suficiente, la verdad.
También por el trabajo de Chuck Dixon a los guiones -que es el esperable por su parte- pero, sobre todo, por el trabajo de Scott Kolins a los lápices. Y es que mucho antes de que lograra un cierto reconocimiento en FlashKolins ya había demostrado su valía en páginas tan vanguardistas que anticipaban a autores como Bendis.
O que demostraban lo bien integrado que estaba en su propio momento. Porque nada demuestra más recursos que una viñeta como esta,
nada habla mejor de su manejo del cuerpo humano que su capacidad para mostrar algo tan habitual como una persona sentada en una silla
¡dos veces!
Pero, sobre todo, nada dice tanto NOVENTAS como una buena ‘splash-page’
y es que su trabajo en esta mini es tan notable que me voy a permitir algo que no suelo hacer. Voy a poneros aquí las DOS PÁGINAS FINALES de esta miniserie.
Ya me diréis si no es pura fantasía el trabajo de Kolins.
AVIV SNILOK!
04) Hellcat (2000)
Ya habrá tiempo de hablar de Patsy Walker. Y de explicar por qué su historia merece un posteo por separado. Quizá, incluso, de en qué momento se enmarañó su vida.
De hecho, algo más se va a comentar hoy aunque no en este apartado. Este apartado lo vamos a dejar para la primera mini que le dieron. A cargo de Englehart y Breyfogle, y con un estilo y fondo que demuestra bien la capacidad de acomodarse en lo dosmilero de ambos autores. No hay más que ver alguna de las portadas.
Así que podemos olvidar también para otro día la mini que protagonizó entre 2008 y 2009
y que sirve más para ejemplificar todo lo que vayamos a decir sobre ella que para establecer al personaje. Por mucho que esta vez lo escribiera una mujer, Kathryn Immonen. Pero, como os decía, esto es solo una marca para reconocer que sí, que en algún momento hablaremos de ella. Quizá en la P.
05) Hellions (2020–2022)
Vale, sí, antes de esta hubo un New X-Men: Hellions allá por 2005, cuando los New X-Men pasaron a centrarse en los estudiantes y alguien pensó que si la serie conseguía estabilizarse también podrían sacar otro cómic con el grupo de ‘los malos’. Que no eran malos, por supuesto. Pero ese es otro tema. En cualquier caso aquello no tuvo mucho recorrido y la cosa se olvidó… Hasta que llegó Krakoa.
Es difícil explicar exactamente qué intentaban con este grupo teniendo en cuenta que la idea de ‘equipo de malotes que deben redimirse de sus acciones’ no era precisamente nueva, igual que es complicado entender si pensaban que estaban haciendo un cómic de humor.
Es decir, lo mismo ellos pensaban que sí.
Pero lo importante aquí es que tenían muy claro una cosa. Algo más importante que cualquiera de las otras.
Y es que sabían cuáles eran sus referentes.
06) Hell’s Angel (1992)
Siempre hay que contar con Marvel UK para mejorar el nivel, para noventerearlo todo, y es que aunque los interiores fueran como fueran, y trataran de tirar de los X-Men más de lo que estaba claro que ellos podían cargar, las portadas..
Las portadas eran, claramente, otro rollo.
07) Hellstorm: Prince of Lies (1993–1994)
Como decíamos con Patsy Walker, su ex-marido tiene un post por medio. Uno que no llegará ahora pero en la que se hablaría de su creación como parte de la tendencia de los cómics de terror setenteros, de esa serie suya que tuvo, Son of Satan (1975-1977), de cómo le han ido dando series como esta o como Hellstorm: Son of Satan (2006-2007) y, sobre todo, de que su mera presencia en el universo Marvel demuestra una cosa a las claras.
No hace falta un control editorial estricto si los personajes van a dar bandazos.
Por supuesto esto no significa que no sepan la diferencia entre un héroe, un villano, un antihéroe, o lo que sea que toque esta semana. Ni que la ambigüedad requiera una complejidad mayor. Probablemente por ello cuando alguien pensó montar esta serie en 1993, con Rafael Nieves y Michael Blair, no sabía la que estaba montando.
Porque Nieves compartíria los guiones con Len Kaminski en el cuarto y quinto número.
De ahí se pasaría a una prueba, primero con Nieves solo y Leonardo Manco dibujando, y luego con Kaminski y Pete Gross.
Que aguantarían como grupo tres números. Para el once Gross fue sustituido por, de nuevo, Manco. Y para el doce sería Kaminski el sustituido, esta vez por Warren Ellis.
Así que doce números, tres guionistas y otros tres dibujantes principales. Está claro que sabían lo que hacían.
Vamos, no hay más que ver qué fue lo primero que hizo Warren Ellis según llegó al título:
Lo segundo fue buscarle un tono. ¿Cuál? No sé ni si él lo sabía, teniendo en cuenta que la serie comenzaba con Nieves creando una especie de mundo con amenazas diabólicas desde un punto de vista casi setentero de estructura superheróica, que para el tercero ya había tenido que explicar qué es lo que había pasado con Patsy Walker en lo que solo puede definirse como una nueva demostración de que los guionistas no saben escribir parejas. En su lugar comenzó una trama que continuó con Kaminski en la que no sabían bien qué hacer con ella pero tampoco sabían cómo quitarse de en medio ni a ella ni a La Gárgola. Y eso que la historia comenzaba con un doble.
Pero esa incapacidad de gestionarlo llegaría al tope con Ellis dándole una nueva novia y matando a Walker de la manera más lamentable posible. A partir de lo cual podría llevar la serie en la dirección que él quería. Que a juzgar por la portada podría parecer que era Metal Nórdico
pero que con todo ese interés porque algo guionizado por ingleses y dibujado con ese estilo… característico… con un HELL en el comienzo del título tenía que tratar y funcionar de una manera concreta…
Acabaría, por supuesto, dentro de lo esperable. Cancelada en el 21 y habiendo creado toda una serie de ‘olas de canon’ que aún están haciendo marejada.
¿Qué puedo deciros? El control editorial tiene estas cosas.
08) Hellverine (2024– )
‘Nuff said!
No, en serio, esto está aún publicándose y, la verdad, no sé si sería capaz de contaros mucho más, no pongamos ya en deciros de qué va. Pero sí que puedo deciros otra cosa.
¡¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO SE HAYA PUBLICADO CON TINTAS METÁLICAS HOLOGRÁFICAS?!
09) Heralds (2010)
Hubo una época, quizá no la recordéis, en la que para demostrar un interés por el feminismo había que poner HER al principio de las palabras, o resaltarlo. De ahí salieron ideas como este HERALDS o HER ALDS en el que un montón de mujeres Marvel se amontonaban para acabar con una heralda resucitada. Vamos, como para que alguien se atreva a decirnos que no se puede hacer sociología desde el estudio contextual de los tebeos.
10) Hercules: Heart of Chaos (1997)
Es ciertamente complicado elegir un cómic de Hércules para esta sección, porque ha tenido muchos y porque tienden a caer en esa zona gris en la que no hay ni una preminencia ni una GENIALIDAD! Desde esas primeras apariciones en las que ‘él no era él’ hasta esas oportunidades. En 1975 tuvo una presencia en Marvel Premiere, en 1982 se montaron un Hércules del Siglo XXIV al que darle un par de minis con apariciones ese año, en 1984 y en 1988, en 1996 Peter David hizo un especial con Hulk y Hercules en el post-Onslaught, luego tuvimos esta que nos ocupa, y ya no tocaría de nuevo hasta 2005, que llevaría a su primera serie abierta: Incredible Hercules (2008-2010) que tras la mini Hercules: Fall of an Avenger regresaría de nuevo en Herc (2011-2012), y que tuvo el suficiente éxito como para que en 2010 volviera otra mini para el Hércules espacial. Bueno, y para montar un Hulk vs Hercules en 2008, una enciclopedia de mitología compartida con Thor en 2009, y una rara mini con Lobezno que ha estado muy cerca de ser la elegida aquí. Depués de 2012 la cosa se tranquilizaría y hasta 2016 no volvería a tener no una sino dos miniseries. Y luego… otra vez nada. Pero como ya vemos que esto es cíclico es de esperar que en algún momento de los ’20s volvamos a verlo. Quizá para entonces podamos escribir un posteo a la altura. Pero hoy os toca conformaros con esto.
11) Hero (1990)
David Michelinie y Steve Purcell -¡con Portacio a las tintas!- tuvieron la idea de coger a un hombre normal que parecía morir en una explosión pero que, en realidad, se encontraba renació en un universo mágico de inspiración medieval inventado. Es decir: Aquí tenéis un isekai de Marvel.
Uno con cierto sentido del humor…
…pero que no pasaría de esos seis números contratados.
Supongo que algún día alguien hará un artículo sobre la serie en la que los autores expliquen cómo lograron publicarla y qué había detrás de todo esto. Mientras tanto nos quedaremos en recordar su existencia.
12) Her-oes (2010)
Os lo dije.
Al margen de lo cual… esto es una reimaginación de diversas heroínas del Universo Marvel en una realidad alternativa de instituto. No bromeo.
Durar no duró mucho, probablemente porque en Marvel la idea de buscar un estilo gráfico que se ajustara a la premisa no se les debió ni de pasar por la cabeza. Porque seguro que la idea de un instituto de superjóvenes daba para una serie o algo.
13) Heroes Reborn: The Return (1997)
Vale, quizá meter algo de Heroes Reborn sería complicado. Pero este Heroes Reborn: The Return tiene un título lo suficientemente alambicado, y esos dibujos con hallazgos como…
¡Las cejas por fuera de la máscara!
14) History of Marvels Comics (2000)
Dentro de las múltiples posibilidades del medio estuvo la de crear una historia de la Editorial Marvel… contada dentro de la Realidad Marvel. Fue uno de esos ‘especiales’ a base de recortar y pegar viñetas. Y luego crear tres o cuatro dibujos para disimular. Pero supongo que es precisamente lo que buscaba la persona que hipotéticamente se comprara esto. Que supongo que alguno habría.
15) History of the Marvel Universe (2012) (2019–2020)
Aunque fuera solo porque ya se había vendido una vez una Historia del Universo Marvel. Y fue lo suficientemente bien como para que hubiera una actualización posterior en varios números.
No seré yo el que sugiera que se hicieron para vender camisetas…
Pero tampoco creo que debamos desechar la explicación sin considerarlo.
16) Hit-Monkey (2010) (2010)
¿Cómo de seguros estamos de que esto es un cómic? Es decir, tiene una serie de televisión de esas de Marvel. No solo eso, la serie logró una segunda temporada. Que tiene mucho mérito, pero vamos a suponer que la renovaron antes de ver la serie. O sus datos de audiencia. Pero tiene más mérito todavía teniendo en cuenta que sus apariciones en el Universo Marvel son tan limitadas que casi tiene ya más capítulos que cómics.
Por supuesto también podría ser un acuerdo con su creador, le lanzan esto y tiene con lo que entretenerse. Total, si se lo llevan de Marvel tampoco va a notarlo mucho nadie. Y, con eso y todo, tuvo un especial propio. Y también una mini.
¿Qué puedo decir? Los simios siempre ha sido una minoría con una fuerte representación en los cómics.
17) Hokum & Hex (1993-1994)
Si en la E veíamos a Ectokid en la H tenemos un par más de cómics de la línea Razorline de Clive Barker, comenzando por Hokum & Hex.
Por algún motivo esta nueva serie no estaba protagonizada por un dúo llamado Hokum & Hex sino por un cómico que consigue poderes de manera poco clara, y se convierte en la línea de defensa frente a una invasión interdimensional. O algo así.
Pero bueno, lo importante es que tenemos grande portadas
Y que es la serie que se encontró con otra de las de Razorline. Y también en la H. Nada menos que Hyperkind. Pero esa es otra historia.
18) The Hood (2002)
El universo Marvel había conocido a otros poseedores de capas extraordinarias. Y no me refiero a -precisamente- Capa (o Cloak) tanto como a villanos como Robe o Crimorto. Pero, claro, no tenía mucho sentido traerlos de nuevo y, de hecho, el autor no podría haber dicho que el creador era él y sacarle créditos. Así que mucho mejor crear al tipo este con capucha que hacía lo que otros tipos con capa y capucha y blababa.
Que, además, nos hubiéramos perdido todas esas portadas.
19) How to Read Comics the Marvel Way (2020)
Para 2020 Marvel tenía muchos planes. Uno de los principales era sacar un cómic con el que los profesores entendieran cómo funcionaba el medio, cómo se leían los cómics. Algo que poder compartir con sus alumnos. En siguientes números se explicaba el proceso de creación de un cómic -incluyendo por qué los X-Men no luchan contra Pikachu-, la historia del mismo (dentro de un orden, que son estadounidenses, y de Marvel), y la ruptura de la cuarta pared, las adaptaciones y la cosa meta. Todo ello poniendo a Spider-Man a lucha contra Misterio por el Cómic Cósmico.
Luego resulta que en 2020 pasaron cosas y, por lo que sea, el cómic no se pudo imprimir en papel. Así que se sacó en digital dentro de una serie de ‘recursos didácticos’ para profesores, en 2021 pudo salir en grapa y ya en 2022 recopilarse. En España salió en un 100% Marvel en junio de 2022.
Así que es un cómic que para no ir a salir ha tenido varias vidas y que, sin embargo, podría estar en todas partes.
O, al menos, en las de aquellos que quieran mostrar las posibilidades tanto de medio como de su hibridación.
20) Howard the Duck: The Movie (1986–1987)
Quiero decir, si vas a elegir un cómic de Howard para esta lista, ¿no es acaso este el mejor de los posibles? Sí, ya, podríamos hacer un posteo de toda su carrera, podríamos hablar de Howard el Humano. ¡Pero el cómic adaptación de la película! Eso seguro que habían tratado de olvidarlo antes.
Una serie que sabía cómo convertir a Hulk en un Hulk más… más…
más.
Por supuesto, con la aparición de otros apreciados compañeros del mismo universo.
No, ese MAL no es una valoración, era una firma. En cualquier caso, una obra que podemos celebrar como lo que es: Noventera.
MUY noventera.
22) Hulk-Sized Mini Hulks (2011)
Por supuesto que la aparición del Hulk Rojo favoreció que aparecieran unas aventuras infantiles con el Hulk Verde, el Hulk Rojo y el Hulk… Azul. Ahm. Sí. Y lo hace con unos encantadores dibujos de Giarrusso y guiones de Loeb. De Audrey Loeb. Su hija, sí. Ya, bueno, es Marvel. Todo queda en familia.
23) Hulkverines (2019)
Pues claro, antes de que se les ocurriera lo de Hellverine se les ocurrió lo de Hulkverine. Y por si no quedaba claro lo pusieron ahí: Hulk. Wolverine. Weapon H. En realidad sería suma de los dos igual a la tercera. Pero os lo podéis imaginar.
Y si no podéis imaginarlo, aquí tenéis esta portada para que intentéis definirla:
24) The Human Fly (1977-1979)
Decía Calduch algo de The Human Fly, supongo que porque tiene intención de escribir un posteo él. Pero tenía que quedar constancia aquí. Así que vamos a limitarnos a decir que tras una primera aparición con ese nombre en IW/ Super Cómics -unos piratas editoriales de los que ya hablaremos también en algún momento– de un héroe con ese nombre apareció en Marvel, en los años cuarenta, un villano con el mismo nombre en el Capitán América. Su nombre civil era Hyram Heale. Ya en los setenta aparecería otro en los setenta, Richard Deacon, creado por Bill Mantlo y Gil Kane en un anual de Spidey. Podemos discutir si era un villano o un anti-héroe, tanto da. Porque ninguno de los dos es este. Este es el tercero, que volvía a ser un héroe.
Y, por supuesto, lo hacía en su propia serie y con invitados.
Vale, el villano de Spidey es el que ha llegado hasta nuestros días. De manera literal. Pero el que tuvo una serie que llegó hasta su número 19, protagonizada por un especialista llamado Rick Rojatt y creado de nuevo por Bill Mantlo -esta vez junto a Lee Elias– fue este otro. Una serie basada en alguien que… existía de verdad.
¿Se sacó para evitar una disputa por los derechos del nombre? ¿Se hizo porque pensaron que podía ser interesante? Supongo que si hubiera buscado mejor podría haberlo encontrado.
Lo que sí que puedo decir es que después tuvo un número más publicado fuera de Marvel y dentro de una cosa llamada The New Adventures of The Human Fly producida por Human Fly International. En 2013. Con intención de ser anual. Nunca más salieron más números.
Así que me quedo a la espera de que Calduch publique su posteo, por supuesto.
25) The Human Torch (1940-1949) (1974-1975) (2003–2004)
Aquí estamos de nuevo. Veamos… La primera vez que aparece La Antorcha Humana lo hace, en realidad, dentro de un cómic llamado Red Raven.
La idea era la habitual: Tú presenta muchos personajes que alguno servirá. Y, efectivamente, si en mayo de 1940 salía este en septiembre aparecería The Human Torch. Un cómic de superhéroes que no deja de ser un cómic de superhéroes. No os digo más que al héroe le acompañaba un chaval generalmente con poca ropa encima.
Luego ya está todo eso de Los Invasores,
el salto heroico que hizo que cerraran muchas cabeceras -la suya llegaría al 35 y pasaría a ser Love Tales con el 36- y la aparición de una nueva época con nuevos héroes.
Incluyendo uno que le iba a ocupar el nombre.
Y que, para 1962, estaría teniendo sus propios aventuras -junto con La Cosa– dentro de Strange Tales. Estarían del 101 al 134. (Más un anual con Spider-Man) Y sería reeditado en 1975 con un nombre nuevo. En ambos casos tratando de explicar los lazos de aquel antiguo personaje con este más moderno.
Como de costumbre, la mezcla de fragmentos de esta serie y de otras no tuvo el mismo tirón que los originales, y para el 8 había cerrado. Pero eso no significa que la cosa acabara aquí.
En 1990, para celebrar los 50 años del personaje, Marvel decidió publicar una serie limitada:
Que recuperaba y resumía -un decir- la historia del personaje clásico.
Y en 2003, dentro de la tendencia amerimanga -por llamarlo algo- tendría serie propia el nuevo.
Que esta vez lograría durar doce números. Después de eso -casi diría que alrededor tampoco- no habría más números. Para ser tan conocido parece que no ha tenido mucha suerte. Pero, por otro lado, en la serie principal le han dado un bigote que justifica que no le den serie propia.
26) Hunger (2013)
Galactus pero apareciendo poco, chistes de querer comer hamburguesas y de señores brillantes en pelotas. Lo que uno esperaría encontrar en una historia con este título. Bueno, eso y mucho multiverso, que cuando cogen una linde ya sabemos cómo funciona esto. Lo del Galactus Híbrido lo dejo para cuando hagamos un posteo sobre el personaje. Como lo de Rick Jones. Pero, vamos, que lo meten en otro universo por si las moscas, porque así explican que luego acabara en el Universo Ultimate causando el Cataclismo. Miniseries que dan lugar a eventos. Yo qué sé. El fractal de intentar vender más cómics, supongo.
Cuando Marvel llegó al acuerdo con Clive Barker para darle su propio universo una de las cosas que quedaron claro es que necesitaban unos superhéroes.
Así que Barker se las apañó para darle lo más noventero posible. Hay uno de ellos que no tiene manos, solo cuchillas No quiero pensar en cómo meará. Con dolor, supongo.
Fred Burke a los guiones, un muy contemporáneo Paris Cullins a los lápices y una colección de portadas que da gloria verlas.
El resultado duró los 9 números de rigor. Con Steve Skroce echando una mano en el dibujo a Cullins.
Para el resumen y cierre del universo decidieron montar otro número especial, con uno de ellos en grande y el otro de acompañamiento. En este caso Hyperkind Unleashed
en el que también aparecía Hokun and Hex.
De Hyperkind se seguiría ocupando Fred Burke en los guiones. Pero los dibujos serían de Fabio Laguna. Con la ayuda de Manuel Flores y Luke Ross. Y tintas de Mike Halbies y Dan Schaeffer. Si se descuidan hay más gente en la parte creativa que entre los personajes. Que acababan en un cliffhanger soltando su nave espacial en mitad de una guerra y asegurando que podrían seguir la historia en el siguiente especial que se publicara. Así que ya sabéis, si alguna vez lo publican seguirá desde ahí. Además de eso, una historia en dos páginas de Hokun & Hex que es difícil de saber si tenía intención de continuar sus aventuras, cerrarlas o cambiarlas. Lo cierto es que no daban mucho margen. Pero supongo que vale lo mismo. Aunque mejor esperar a hablar de la cuarta serie para comenzar la campaña para que saquen un tomo con todos los cómics y comiencen a planear su recuperación actual.
¡Hasta aquí para esta letra! Ya habéis visto que no es por falta de títulos. Y el mes que viene habrá más. Además, así podemos aprovechar mientras para ir pensando para dentro de dos meses, en las cosas que Marvel tiene preparadas para nosotros en la I. Y ya os podemos ir adelantando que os va a resultar…
La creación de cómics siempre ha sido una tarea complicada. No hay más que recordar lo que sucedió cuando la American News Company decidió que no solo quería dedicarse a la distribución. Al fin y al cabo su posición de dominación en el mercado a finales del S XIX había empezado a desmontarse, primero cuando la respuesta de Frank Munsey a la negativa de llevar sus revistas -sobre todo Munsey’s Magazine, pero también The Argosy. Una de las revistas que publicaban solo ficción y tuvieron que adaptarse económicamente pasando a publicarse en pulpa de papel- hizo que este en lugar de renegociar un trato o de ofrecerles un mayor porcentaje se montara su propia distribuidora: Red Star News. Y, por supuesto, cuando detrás fueron -por unos u otros motivos- Hearst, Fawcett y buena parte del resto de la panda. Por supuesto Avon seguía llevando más del doble de cabeceras que su más directo competidor. Pero estaba claro que tenía que contraatacar de alguna manera.
Al fin y al cabo aunque distribuyera a Atlas, Dell u otras no lo hacía con National Comics que iba por su propio lado. De ahí que en 1941 ANC decidiera montarse Avon. Sobre todo para evitar que Simon & Schuster y su autoexplicativo sello Pocket Books monopolizaran el mercado. Bueno, o para llevarse un mordisco de ese mercado, según se vea. En realidad la creación fue sencilla porque se hizo por el método capitalista: Se compró una empresa que ya existía y se le cambió el nombre. En este caso se contrató a los hermanos Meyer (Joseph y Edna) para que J.S. Ogilvie Publications -la empresa adquirida de la que los Meyer eran propietarios parciales- pasara a llamarse Avon.
Por supuesto S&S demandaron por copiarles el modelo, pero Avon se defendió asegurando que lo suyo eran títulos que buscaban un público ‘popular’ frente al más literario de los libros de bolsillo de aquellos. Y, por supuesto, pisaron en el pedal para demostrarlo: romántica ‘sugerente’, novela criminal o fantástico en sus tres variedades (terror -fantasmas sobre todo-, fantasía y ciencia ficción) se convirtieron en lo más habitual en sus títulos. Si un género se convertía en popular – o le veían posibilidades- comenzaban a sacar títulos en sus colecciones de novela. Y, a partir de 1945, también en su propio sello de cómics.
Ahí tenían hueco desde una cabecera Eerie muy anterior a que la Warren hiciera sus cosas hasta la que sería uno de sus últimos éxitos: White Princess of the Jungle. Y, entre medias, todo lo demás: Slave Girl Comics, Behind Prison Bars, City of the Living Dead, Buddies in the U.S. Army, Phantom Witch Doctor o Robotmen of the Lost Planet por citar solo algunas.
Porque haber hubo muchas. Y de muchos género. Quizá notéis que no hemos mencionado ningún western pese a su popularidad. Pero hay un buen motivo para ello. Y es que precisamente de una cabecera de Western de Avon es del cómic del que vamos a hablar hoy. Nos referimos, por supuesto a…
Cow Puncher comenzó a publicarse en 1947 y duró hasta 1949. Siete números en total, que en aquellos tiempos se tomaban la publicación con tanta tranquilidad como ¿Qué le pasa a la secretaria Kim?
En su interior no había ninguna colección llamada Cow Puncher -publicidad engañosa, ya sabéis- sino una serie de aventuras en el Oeste de distintos personajes, algunos recurrentes, otras autoconclusivas y algunas que no tuvieron más recorrido pero parecían buscar una recurrencia que no tuvieron por a saber qué motivos. ¿Cómo podía la gente no querer más aventuras de un predicador y vaquero que lo mismo descubría a Los Malos que casaba a La Parejita? Un mundo loco este.
Por supuesto podríamos decir que la revista se vio también llevada a adaptarse por el gusto del público popular. De ahí que esa primera portada fuera dando paso a otras más…
más…
más…
populares. Sí. Eso. Populares.
Uno ve sus portadas y piensa. VAYA, QUE POPULARES:
Por supuesto uno podría haber esperado que el éxito de los personajes recurrentes fuera para alguien como Alabam (alabim, alabim bombam)
Dibujada por ese tal Joe Kubert, un chaval joven que estaba empezando.
Pero lo cierto es que aunque hubieran encontrado una manera de que fuera un cómic… popular…
no fue ese el personaje que se haría con los… corazones… de los lectores. Como podéis comprobar en las portadas fue Kit West quien lo hizo.
¿Que quién era Kit West? Pues a tenor de lo visto en el primer número, alguien que sabía manejarse con una buena serpiente.
Sí, una spitting snake nada menos. Pero ella supo poner manos a la obra y ocuparse con satisfacción de ella.
Ah, sí, ella. Ella es Kit West, una exploradora o scout -pero no escultista, no era Superman- como podría haberlo sido Calamity Jane. Si Jane hubiera ido con pantalón corto, botas de tacón y… Bueno, os hacéis a la idea.
El éxito de West fue tal que salió en todos los números de la colección excepto el segundo. Y pudo vivir todo tipo de aventuras.
Y cuando decimos todo tipo queremos decir, efectivamente, todo tipo.
A ver si os creíais que lo de ¿Has bailado con el diablo a la luz de la luna llena? era metáfora.
Por supuesto el Diablo no acaba siendo el Diablo, porque siempre hay algo peor.
Como MACHETE.
Lo cierto es que toda esta aventura del número 4, tan magníficamente dibujada por Jill Elgin, que incluye la demostración de que a los nativos americanos…
…lo del género fluido les parecía de lo más normal.
Pero, aunque los cómics lo merezcan, lo cierto es que los anuncios demuestran ser la verdadera fuerza creativa que mantuvo la revista a flote. Bien sea con Wonderwall: Origins,
o con la constatación de que al final, sea lo que sea, siempre acaban estando por medio…
LOS ESPAÑOLES.
Los problemas de distribución hicieron que en 1957 quebrara AMC, llevando a Avon a ser adquirida por Hearst en 1959. A partir de ahí abandonaron los cómics y les fue sirviendo para publicar pulp, sobre todo novelitas románticas, pero también La Biblia Satánica de Anton La Vey -ya os habían dicho que siempre había llevado un poco de diablo en el cuerpo- . Probablemente eso atraería a Rupert Murdoch porque la News Corporation compró la editorial en 1999. En realidad solo sirvió para que sacaran un sello de erótica y crearan una convención, la KissCon. En 2016 celebraron el 75 aniversario de la editorial recuperando varios de los libros de romántica -porque ahí siguen, con Lisa Kleypas-… pero ninguno de lo cómics.
Algo inexplicable, no solo por las posibilidades de un integral de Cow Puncher. También por las de otros de los cómics que se anunciaban en el mismo cómic.
¿Qué? Ya os dije que era uno de sus títulos. ¿Os iba yo a mentir?
Lo importante es que no olvidemos todos estos títulos clásicos. Porque, puestos a recuperar cosas… ¿A quién no le gustaría ver lo que ROB! puede hacer con el concepto Cow Puncher?
Cierto, en España lo que se celebra hoy no es lo que celebran los estadounidenses. Nosotros andamos o con la mona o con la resaca, a veces ambas, mientras que los USA están haciendo con tres meses y pico de retraso el Día de los Santos Inocentes.
Normal que acabaran sacando un FoolKiller, pero no es ese el tema de hoy. Suponiendo que lo tuviéramos.
A lo que vamos es a cómo cambian las cosas. Por ejemplo, en 1947 teníamos a Green Lantern, concretamente a Alan Scott. Es cierto que en 1940 se había creado (¿Como que QUIÉN? ¿Es que sois COMUNISTAS?) a El Joker. Pero eso no impidió que ese 1947 apareciera…
Lo cierto es que no hay muchos datos de este extraño hombrecillo que a finales de los ’40s parecía vestir como un cantante de años posteriores. Incluso tenía su origen explicado, como se hacía en aquellos momentos…
…en dos viñetas.
El villano volvería a aparecer un par de veces más en el siguiente año, siempre con crímenes en apariencia estúpidos.
Pero después de 1948 no volvió a aparecer por DC (de momento, ya sabéis cómo va esto)
Veinticinco años más tarde -día arriba, día abajo-, en 1975 y en Marvel nos encontramos con otra variación de ese tipo de villano, esta vez en el Spidey Super Stories. Esta vez no es The Fool sino…
En una historia en la que ese bromista que usa sus extraños objetos para… bueno, para nada en concreto. Es decir, hace bromas pero no quiere robar nada, ni mucho menos matar a nadie. Lo que pasa es que sus bromas son muy pesadas. Yo qué sé.
Pero como han pasado los años podemos ver una evolución, en este caso que..
…más que Spidey es Valerie the Librarian, un otro personaje de la Electric Company el que resuelve la situación frente a la inacción de los otros dos tipos. Por suerte es una mujer joven y de color. (Normal que acabara siendo la primera Spider-Woman) Y es que en los años ’70 pasaban este tipo de cosas todo el rato.
La evolución era imparable, y así, de nuevo en Marvel, unos quince años más tarde, e iniciando el noventerismo, en 1991, Bob Harras decide cubrir las vacaciones de verano en The Avengers con media docena de números en la que nos presenta a otro grupo de creaciones de los Celestiales tras los Eternos y los Desviantes, esta vez eran los Brethren. Como los Músicos.
En teoría es mogollón de gente, en la práctica lo que vemos todo el rato es el jefe Thane Ector, la mujer Sybyl Dorn, y The Fool, que es esa cosa que parece que alguien estuvo viendo demasiado Thundercats.
Bueno, también tenían una especie de pingo zombie llamado Olar, pero no toca hablar hoy de él porque no queremos construir ningún muñeco de… mondonguillo de carne.
Los tres tipos este tenían, claro, tres personalidades, el jefe era el jefe, la chica era la chica y The Fool era…
…el saco de patadas. Que no digo yo que no fuera algún tipo de kink.
Pero tampoco digo lo contrario. Este gusto por que las mujeres le golpearan le ponía de todos los colores.
La historia de los Brethen era, por supuesto, puro noventerismo inicial, como demuestra que pillen a un personaje con cierta trayectoria como es El Coleccionista, y usen con él Poses Noventeras.
Fue muy efectivo, así que evolucionó a Rediseño Noventero, claro.
Pero esa es, de nuevo, otra historia.
Sobre todo porque en esos seis números a los Brethen les dieron pa’l pelo y acabaron como acaban estas cosas…
…en un callejón oscuro con perlas ensangrentadas.
…con el final de esta nueva raza.
Porque, al final, lo que espero que os haya quedado claro es que da igual que cada cierto número de años se intente crear a un personaje llamado The Fool, no solo es que va a tener menos éxito que el FoolKiller, es que no vuelven.
Probablemente porque, con estas cosas, nadie está lleno.
Puede que os parezca un poco exagerado esto de que en el universo DC vayamos de una en una con las letras. La verdad es que espero poder ir algo más rápido más adelante pero es que en la B… está Batman.
La parte ¿buena? es que he logrado limitar las entradas sobre Bats a solo 10. La parte mala es que con esa limitación lo único que he logrado es que sean solo 30 títulos. Y digo esto teniendo en cuenta que nos hemos dejado fuera títulos como Bug! The Adventures of Forager o BatLash. Pero claro, ¿no íbamos a dedicarle una entrada solo a Los secretos del universo DC de Batman a Batman, no?
Así que abrocharos los cinturones para este viaje porque si algo os puedo asegurar es que DC nunca DCpciona.
01) Bad Girls (2003 – 2004)
En 2002 se hizo la prueba de aprovechar la webseries Gotham Girls, que había pasado de episodios sueltos en sus dos primeras temporadas a una narrativa más de arco para la tercera, y dedicarle una colección. Duró cinco números solo, pero sirvió para que se animaran a darle un proyecto similar a su dibujante, Jennifer Graves, aquí con Steve Vance -un nombre bien conocido en cómics de Los Simpson– para crear una serie sobre una joven con poderes. Contra otras jóvenes con poderes. En el contexto de un instituto. No tuvo continuidad, pero quizá alguien se anime a recuperarlo en algún momento.
02) Bane: Conquest (2017 – 2018)
Una clásica aventura de Dixon -con Graham Nolan dibujando- que intentaba colocar a Bane en esa posición de antihéroe que tan bien ha funcionado para otros. Por supuesto no funcionó -al menos no de momento- pero sí que nos sirvió para recibir un pequeño y memorable curso de spanglish.
03) Batman 3-D (1990)
Hay cómics de los que nunca dejaremos de hablar en este vuestro blog, y uno de ellos es este Batman 3-D de Byrne -que recuperaba, además, un cómic anterior en 3-D que se había hecho de Bats en los ’50s- y que es exactamente lo que suena, incluidas las gafas 3-D.
04) Batman: The Abduction (1998)
Otro de esos cómics de los que nunca nos cansaremos. Una historia realizada en pleno éxito de Expediente X en la que Batman creía haber sido abducido y se preguntaba por la existencia de vida extraterrestre. Sí, Batman. El tipo que sale en las fotos junto a Superman y Linterna Verde y El Detective Marciano. Se preguntaba si existía vida extraterrestre. Batman.
05) Batman and Robin and Howard (2021)
Las colecciones de cómics infantiles de DC no dejan de darnos alegrías. Por ejemplo, solo con esta portada podemos montarnos nuestra propia película. Pero es que, además, el título es de por si suficientemente expresivo como para que intentemos decidir qué está pasando ahí. Luego ya tenemos una historia de Damian Wayne siendo el chico nuevo del colegio y teniendo que aprender Lecciones Muy Importantes, que es lo que corresponde aquí.
06) Batman: Bullock’s Law (1999)
A finales de 1996 se publicó Gordon’s Law, luego, en 1988 Gordon of Gotham, así que era casi de esperar que fuéramos un poco más allá, pero como parece que con Gordon no iban a poder hacerlo tocó turno para otro de los polis con Bullock’s Law en 1999, en mitad de todo el follón que llevaba a No Man’s Land. Con el horror vacui de Flint Henry dibujando de manera más apropiada la historia de policías que casi parece sacada de alguna película de justicieros al margen de la justicia de los ochenta -aunque guionizando Chuck Dixon tampoco podemos sorprendernos- y que hace que la idea de ‘policía sucio’ sea el que va mal vestido, grasiento, no lee sus derechos a los criminales y dispara a matar antes que… en fin, otras cosas –Chuck Dixon, como decía-.
07) Batman: Digital Justice (1990)
Una vez más, cómics amados por este vuestro blog. Es curioso como no hay más que poner un personaje como Batman para que, además, ya le hayamos dedicado antes un espacio. Como no voy a poder decirlo más que nuestros posteadores vamos a dejar aquí los enlaces: El auténtico padre del cómic moderno o Generando Cómics [02]: ESTRELLA. Ya os he dicho, es uno de nuestros cómics favoritos.
08) Batman: KnightGallery (1995)
Aprovechando que sacaban Batman: Brotherhood of the Bat -que podría haber entrado en esta lista, igual que podrían haber entrado Batman: Castle of the Bat o Batman: The Last Angel, pero, de nuevo, no queríamos un monográfico Batman– alguien en DC decidió que era una buena idea sacar los distintos diseños posibles para los trajes. Por supuesto esto nunca es tan sencillo porque en lugar del clásico art book decidieron sacar imágenes de esos trajes como si fueran el cuaderno de bocetos de Batman con comentarios suyos hechos a mano. El resultado está mucho más cerca de uno de nuestros posteos que de la clásica publicación de DC, con lo que no podemos más que esperar que traigan de nuevo la idea en algún momento.
09) Batman: Legends of the Dark Knight: Jazz (1995)
Con la decisión de hacer algo que entrara dentro de Legends of the Dark Knight (que según el día era el Vértigo de Batman) alguien pensó que la mejor idea posible era que Batman investigara en la escena del jazz de Gotham. Casi podríamos decir que del Jazz clandestino, pero es que es Gotham.
10) Batman: Mitefall (1995)
Grant y O’Neill decidieron que lo mejor que se podía hacer con Knightfall era una parodia con Batmito. No puedo decir que les considere equivocados, ni mucho menos, pero a ratos es difícil saber si estamos realmente ante una parodia. A esto le pones Batmite Metal y lo puedes volver a vender hoy mismo.
11) Batman: Orpheus Rising (2001 – 2002)
Alex Simmons y Dwayne Turner eran creadores afroamericanos intentando crear un personaje de color para la Bat-Familia. La idea era que esta mini presentara a Orpheus, un bailarín (sí, en serio) y luchador contra el crimen que Batman usara para infiltrarse entre las bandas. La idea salió como salió y en cuestión de cuatro años lo usaron en War Crimes para las cosas que se usan en las minis que al final no van a ningún lado: Para cargárselo como si fuera alguien importante. Pese a lo cual, 20 años más tarde no han intentado ni recuperarlo ni revivirlo ni nada.
12) Batman: Through the Looking Glass (2011)
Esta especie de Año Uno de los villanos de Bats con un guion que podría ser de la serie de animación noventera acaba convirtiéndose en una fiesta a mayor gloria de los lápices de Kieth -gloriosos, por supuesto-.
13) Black Lightning/Hong Kong Phooey Special (2018)
Cuando en Warner decidieron que DC tenía que sacar una serie de números de crossover con Hanna-Barbera no tengo muy claro si realmente esperaban sacar algo en claro, pero el caso es que fueron más allá de lo obvio aprovechando las series de televisión y esas cosas. Así que tuvimos a Aquaman con Jabberjaw, Super Sons con Dynomutt, Flash con Speed Buggy y… Este Black Lightninig / Hong Kong Phooey que decidía ir a los años setenta, la blaxploitation, la karatepoitation y la misterpoitation. Algo así. Hacer a Phooey un veterano de Vietnam en una relación furry con Rosemary es, sin duda, una decisión. Pero, ¿qué no lo es en este one-shot? (De la historieta de Funky Phantom sobre los Padres Fundadores, la Constitución USA y el control de armas no voy ni a hablar)
14) Blackmask (1993)
Por algún motivo en 1993 en DC pensaron que había que hacer una historia sobre un tipo decidido a hacer el vigilantismo en los días posteriores a la guerra de Corea. Una historia que casi era más propia hacía una década y que, en realidad, tenía más que ver con los western clásicos. Pero, claro, si puedes poner a un tipo enmascarado con un trauma combatiendo a una familia mafiosa -los Falcone, no sé si os suenan- pues por lo menos se intentan con estos tres números, así no iba a dar tiempo a que la cancelaran.
15) The Black Racer and Shilo Norman Oversize Special (2017)
Intentando la cuadratura del círculo de lograr sacar un cómic para los coleccionistas de cosas de Kirby y promocionar un poco a su nuevoMister Miracle, que la historia sea de estos dos personajes en mitad de una apuesta contra un personaje sorprendentemente parecido a TRUMP! es… ahm… es.
16) Blasters Special (1989)
De un mega-crossover tiende a salir un intento de serie, y eso es lo que nos encontramos con Blasters, con los supervivientes de Invasión ahora con poderes. Incluido Snapper Carr. El título fue un intento de demostrar que podían tener su propia serie. En su lugar demostró que no había tanto interés como para eso. Inexplicable, saliendo de un crossover, ya lo sé. Así que se fueron convirtiendo en el tipo de personajes que a veces alguien recordaba – Robert Loren Fleming fundamentalmente- pero que iban ‘estorbando’ y acabaron desaparecidos con un Carr que reaparecía para perder las manos. No os preocupéis, le ponían una cibernéticas con las que perdía sus nuevos poderes, pero luego le volvieron a crecer. Los poderes, por lo menos. Y aunque nunca buscó a los Blasters perdidos al menos -ni casi lo intentó- Snap anda por ahí haciendo sus cosas. (Bueno, en 2007 aparecieron sin explicación alguna en un número de Batman vs. Superman, pero ya sabemos que eso tiene sin duda alguna explicación)
17) Blitzkrieg (1976)
Que DC decidiera que había que traer los viejos cómics de guerra en pleno 1976 fue una decisión, que pensara que lo lógico era buscar una perspectiva poco transitada y, por tanto, poner de protagonistas a los nazis… eso sí que fue Una Decisión. Cinco números duró el invento. Probablemente porque en aquel entonces a los nazis no se les tenía tanta estima. Quizá tendrían que haber dicho ser constitucionalistas.
18) Bloodbath Special (1993)
Una vez más el follón de un crossover se intenta extender un poquito más. Fue Bloodlines, que ya sabéis que le tenemos especial cariño por todo lo ADLiano que salió. Estos dos números fueron el intento de darle un final -o algo- a la historia. El resultado es todo lo noventero que uno podría imaginar. Y, por supuesto, también el punto de partida para los varios intentos de usar o recuperar a los nuevos héroes presentados.
19) Bloodhound (2004 – 2005)
Lo de los derechos de autor tiene estas cosas. Jolley crea a un personaje que hace seguimiento a metahumanos, un antiguo policía corrupto, condenado y ahora a sueldo del FBI para redimirse. Sacan 10 números… y ya está. Porque los derechos se los queda Jolley, que ahora tiene un acuerdo con Dark Horse en donde ha sacado una segunda serie de, esta vez, 5 números.
20) Bloodlines (2016)
Como todo vuelve en DC recuperaron a los alienígenas -algo así- de BloodLines para justificar un nuevo grupo de superhéroes (que en muchos casos repiten poderes de la vez anterior) que no solo rinde homenaje el noventerismo gracias a V Ken Marion, además da un cambio rotundo frente a la serie original. En lugar de esperar para matar a los personajes va cargándose a algunos allí mismo. Ah, y termina en un gran cliffhanger al que nadie ha hecho caso los últimos 7 años porque, por supuesto, nadie se ha molestado en continuarla.
21) Blood Pack (1995)
La continuación original -un decir- de BloodLines junta al grupo de personas que sobrevivieron para juntarlas en una serie en la que probablemente no sobrevivan. El intento de que aquello sirviera de algo se chocó de frente con el hecho de que cuatro números podía llamarse Serie Limitada pero sonaba a otra cosa más bien. Aunque espero que a estas alturas haya quedado clara una cosa: La consistencia y persistencia de DC intentando vendernos este crossover.
22) Blood Syndicate (1993 – 1996)
Tranquilidad, que esta vez no está Bloodlines por medio. En su lugar se trata de una obra de cuando Milestone. Es decir, creadores y protagonistas afroamericanos y racializados que aquí salen del Big Bang (un evento de Milestone en el que dos pandillas se enfrentan y los gases que lanza la poli junto con sus propias ¿armas químicas? quién sabe, crea un gas que mata a unos y mutagena a otro. Perdón: muta genes a otros. Eso.) y se convierten en los supervivientes de dos bandas que deciden unirse para… pues hacer sus cosas o algo. De todas formas tuvo la suficiente fuerza como para durar 36 números con portadas de las que no podemos hacer comentarios como:
Y sí, cuatro veces cambiaron el logo del nombre en esos 36 números.
23) Blue Devil (1984 – 1986)
Las cosas cambian. Por ejemplo, en los años ochenta Blue Devil era una historia de magia y técnica. Un tipo dentro de un personaje de cine en un rodaje que despierta a un demonio que intenta asesinarle y lo que consigue es fusionarle con ese traje. A partir de ahí y durante 31 números y 1 anual tendremos al tipo ejerciendo de superhéroe mientras intenta quitarse la maldición de ese traje que no se puede quitar, ayudado solo por un tridente de alta tecnología. Por supuesto en cuanto esto terminó dejaron tranquilo al personaje una temporada hasta que en DC decidieron ejercer de DC y, de entrada, le convirtieron en un demonio de verdad, le dieron una lanza mística y borraron tanto la decisión de intentar librarse de la maldición como los elementos tecnológicos del personaje. No digamos ya el tono de aventuras y humor que tenía. Ah, la evolución de los años.
24) Bob, the Galactic Bum (1995)
Hablando de títulos con historia y también de derechos de autor. Alan Grant, Carlos Ezquerra y John Wagner crearon esta serie con un personaje en una serie en la que aparecería también Lobo. Pero luego decidieron publicarla por su lado. Solo que no pudieron usar a Lobo porque, claro, pertenecía a DC. ¿Solución?
Convertirla en una lesbiana enorme llamada Asbo. Es posible que ya lo hayamos contado en ADLO!, pero eso no significa que no fuéramos a contarlo de nuevo.
25) Body Doubles (1999 – 2000)
A veces uno considera que a Abnett y Lanning les dejaban publicar cualquier cosa con la esperanza de que alguna funcionara. Que estas Body Doubles hayan tenido varias apariciones, un especial y esta serie propia que duró cuatro números -perdón, ‘serie limitada‘- demuestra o que a veces aciertan o que les dejan seguir intentándolo.
26) The Book of Fate (1997 – 1998)
También aquí vamos a rendir homenaje al gran Keith Giffen. Es cierto que esta fue la serie de continuación después de que Fate (1994 – 1996) cerrara y un año antes de que decidieran cargarse al personaje. Así que vamos a dejar aquí el apunte para que cuando lleguemos a la F podamos regod… ahm… hacer más divulgación sobre este particular pero MUY noventero personaje.
27) Boy Commandos (1942 – 1949)
Aunque su nombre pueda parecer otra cosa -y recomendemos, por cierto, no hacer una búsqueda de la serie, o al menos no en la sección de imágenes- lo cierto es que estamos, de nuevo, con uno de esos grupos juveniles de combatientes. Como todo el mundo sabe movilizar hasta a los niños para que combatan por una causa es algo lógico y justo cuando eres el que gana en cualquier situación. Creados por Joe Simon y Jack Kirby, primero eran un grupo plurinacional con un inglés, un francés, un holandés y estadounidense. Cuando se terminó la guerra -porque esto duró 36 números, como lo de Blood Syndicate– pasaron a recolocar al estadounidense en allí y quitarse a los otros chavales, y pasar a poner un grupo de chavales pero ahora estadounideses. Que no durarían tanto, pese a los distintos intentos. Incluyendo la creación de un villano recurrente: Crazy-Quilt. Por supuesto como era de Simon y Kirby intentaron reeditarlo en los setentas, pero no pasaron del segundo.
28) Breach (2005 – 2006)
Bob Harras, ese hombre, tuvo la suerte de encontrarse con Marcos Martin para lo que se suponía que iba a ser un relanzamiento del Capitán Atom y acabó convertido en… bueno, en lo que quiera que sea esto. La historia detrás de la movida tiene pinta de que va a ser más divertido que los guiones de Harras. E igual de digno de estar en este blog.
29) Brother Power the Geek (1968)
No podíamos dejar fuera, por supuesto, uno de esos títulos que siempre salen cuando se hace un artículo sobre Cómics desconocidos. Que duró solo dos números, cierto, ¡pero hay que ver lo que han cundido!
30) The Butcher (1990)
Cinco números para que Mike Baron y Shea Anton Pensa contaran esta historia de un vigilante nativo americano que lucha contra las organizaciones criminales después de que estas acabaran con su familia y blabalbla. Con aparición de Green Arrow, que es importante porque cuando un par de años después pusieron a Baron con Grell a hacer la segunda parte de The Brave & The Bold aprovechó los 6 números que duró aquello para contar una historia con ambos y Question. En fin, decisiones. Después de esto aparecería alguna vez, normalmente en Green Lantern. Pero nosotros jamás olvidaremos su serie original.
¡Hasta aquí por este mes! Un poco más largo porque, por lo visto, hay muchos cómics de Batman. Pero seguro que la próxima vez no hay tanto problema, es decir… ¿qué personaje puede tener DC con la C que nos dé mucho material ADLiano?
Te llamas Jack Burnley. Tu editor te encarga una portada para el número de Batman que aparecerá en la Navidad de 1944. La dibujas, la cobras y te olvidas
En 2022 una multinacional llega a un acuerdo con los que compraron el negocio a los que compraron el negocio a los que compraron el negocio a tus editores y fabrican un pijama con el diseño que tú dibujaste. A tus herederos no les dan ni las gracias
Te llamas Wayne Boring. Tu editor te encarga una portada para el número de Action Comics que aparecerá en la Navidad de 1947. La dibujas, la cobras y te olvidas
En 2022 una multinacional llega a un acuerdo con los que compraron el negocio a los que compraron el negocio a los que compraron el negocio a tus editores y fabrican un pijama con el diseño que tú dibujaste. A tus herederos no les dan ni las gracias
Jill Thompson vuelve a la serie regular de Wonder Woman treinta años después y… joder, es un escándalo lo bonito que dibuja esta señora. Qué pena que sea una colaboración puntual #ww776pic.twitter.com/9lMV3WuaRV
Menos mal que la serie de Superman: Son of Kal-El no ha caído en manos de algún iluminado que quisiera contar la enésima versión oscura/rebelde/edgy de Superman. En vez de eso Tom Taylor va a lo que tiene que ir #ssoke1pic.twitter.com/qKGYMzjjBu
"Vamos, vamos, no puedo escribir hasta que no me deis las páginas". Howard Chaykin se lo está pasando bomba con su versión de Stan Lee en Hey, Kids! Comics! #hkcv24pic.twitter.com/MLFmoEwfne
En la parte positiva: ¡Max Sarin, yupi! En la parte negativa: la relación sigue sin ser canon, aunque el canon está rodeado por tierra, mar y aire y casi no le quedan víveres#hqtas1pic.twitter.com/2WmTPQYBpu
Año Uno sería una buddy movie. Wayne y Gordon, protagonistas por igual, llegan a Gotham a la vez para combatir el crimen, cometen errores y van aprendiendo sobre la marcha a la vez que construyen una relación de confianza entre ellos
Cuando a Joe Quesada se le metió entre ceja y ceja eliminar el matrimonio Parker-Watson seguro que estaba pensando en escenas como esta #los80#marvel#as299pic.twitter.com/tEWxiHX51u
O bien son los taquiones, que lo enturbian todo. Lo que explica lo turbio que nos parece siempre.
Por ejemplo, seguro que recordáis cuando en 2019 estuvimos hablando de Superman y el Klan, un repaso a lo que llevó desde 1946 y el serial a favor de los asiático-americanos que aún sufrían el racismo estadounidense, especialmente grave contra aquellos que no dejaban de ser menores solos, y como Superman -el menor no acompañado más famoso desde Moises– salía en su defensa porque, en fin, eso es lo que hace la gente decente.
Algo que podemos revivir hoy mismo porque, bueno, seguro que os lo imagináis…
La editorial Hidra ha tenido a bien publicalo en español.
Y eso me lleva no solo a recomendaros este cómic tanto como el libro en el que se basa, también en la herencia recibida. Lo que hubo entonces.
Sé que muchas veces cuando se lee esto lo que se para uno a pensar es en los apellidos, en lo increíble que es ver muchas veces como esos apellidos de los años treinta siguen ahora, probablemente por los taquiones enturbiando más que porque haya un grupito que persista en la endogamia. Pero lo más importante es, por supuesto, lo que había entonces y lo que hay ahora.
Y es que ya por entonces estaban todos combatiendo a los Nazis y sus aliados (que entonces se llamaban Potencias del Eje y no Pactos tácticos para defender la libertad en un obvio error de branding) en sus diferentes seriales.
¿Qué? El marrón y rojo quedaban mejor en Blanco y Negro. Cosas del color.
Así que ahí teníamos a todos combatiendo a los nazis.
Bueno, más o menos…
… pero eso es una historia para otro día.
De todos estos probablemente el que más claro está que combatía a los Nazis y sus socios de gobierno era, por supuesto, Spy Smasher, una creación de la Fawcett
Su personaje principal -que sería luego recuperado para DC cuando la compró a golpe de talonario, porque como decíamos antes hay cosas que no cambian nunca- se dedicaba a perseguir a los enemigos de la democracia con un ánimo que a día de hoy los medios de comunicación mayoritarios sólo podrían definir como polarizante…
… poco capaz para el debate civilizado…
…o bien, en realidad no compartía sus ideales pero es que querer que los más ricos paguen más y que por heredar haya que tributar es ir muy lejos, así que está claro quién es aquí el intolerante…
todo lo cual nos lleva a que no sería un mal momento celebrar la reciente publicación de ese Superman contra el Klan a dedicarnos al esparcimiento y la reflexión viendo a este chico joven que está empezando, Spy Smasher.
https://youtu.be/koJ1n_py2X8
Quién sabe, quizá la solución a esos problemas del pasado con apellidos del pasado esté en la forma en la que se encargaban de ellos en aquel pasado. Así que a viejos problemas turbios, viejas soluciones taquiónicas.
Da igual que seas de Marvel o de DC, de La Cúpula o de Astiberri, de copias de prensa o de pagarte tus cómics. Lo importante de verdad es que sepas transmitir valores a tus hijos que a hagan mejores personas a tus hijos: