Edadismo: más que Sueño, Pereza

Realizo mi lectura de después de cenar en familia, en el salón y con la tele puesta. Y es así cómo me encontré ayer con Andrés Pajares (aka Makinavaja) como entrevistado en el programa de David Broncano (antes lo llamaba así y así lo sigo llamando). No es que me posicione con ese visionado, el mando lo llevan otros y normalmente gana Wyoming, aunque me pregunto que si eso es la antesala del prime time y en ocasiones lo alargan hasta las once pasadas, dónde ubica esta gente el prime time.

Debo reconocer que por momentos me sentí incómodo con la entrevista. Pajares (84) está mayor y ha vivido mucho, y ambas cosas se le notaban. Arrastraba el habla y la coherencia, por lo que es de agradecer el respeto y la ayuda por parte de público y equipo para sacar aquello adelante con dignidad y resultado. Y aun así es de agradecer que visibilicen a una generación a la que la picadora de carne de la televisión suele ignorar. Y mientras se emitía aquello yo estaba releyendo el especial de Excalibur: Mojo Mayhem.

Un equipo artístico en plena forma: Chris Claremont, Arthur Adams y Terry Austin (y una pléyade de entintadores invitados bajo el alias de «Wiacek and Co.». En plena forma, claro…en aquel 1990.

¿Dónde están hoy en día? Claremont (73) tira escribiendo miniseries esporádicas de sus tiempos mutantes a cargo de dibujantes random, Arthur Adams (61) está en el circuito de portadas variantes (aunque la chavalada ve una suya y dice «Uauh, esta vez Nick Bradshaw se ha esforzado«). De Austin (72), lo último que tengo localizado son cosas de Sonic y Archie en 2016. Los focos ya apuntan a otro lado. Me hice entonces la pregunta de si hay una discriminación a nuestros artistas mayores.

Respuesta rápida: aquí no. Aún pesa en el ambiente la ausencia de Don Francisco Ibáñez Talavera (pongo los dos apellidos porque así subrayo su dedicación por la rima con la de cierto tenista) a los 87 años. Y Carlos Giménez (83) va cerrando series, pero tiene muchas y todavía le queda. Y venden.

Eso aquí. Pero allá la vida es diferente, y lo que aquí pasada cierta edad se hace jubilado por gusto y oficio, allá se sigue mayormente por necesidad ¿O acaso Harrison Ford hervía de ganas de hacer otra de Indiana Jones? lo de los gastos médicos es un tema muy chungo allá.

Pero mientras que el público de aquí somos los de siempre, de manera que crecemos con los autores y les acompañamos, allá hay un cierto recambio de público y los autores y conceptos nuevos encuentran su hueco, muchas veces en detrimento de los clásicos. Esa es la razón porque la Marvel actual tiene personajes como el Spider Boy y la Hulkette, mientras lo que satura aquí las librerías son las Bibliotecas Marvel. O la de que mientras allá la serie de los X-Men con autores clásicos retomando por un par de números sus etapas clásicas hace tiempo que no saca nada nuevo, aquí se disfrazan miniseries de autores cualesquiera, clásicos o no, bajo la capa de «Leyendas de la Patrulla-X«.

Edadismo allá, aquí no.

Pero luego está el manga, que llama mucho a los jóvenes. Y entran al mercado, y nos okupan sitio en las estanterías. Así que no puede editarse todo. Y hay que elegir qué editar. Y qué no editar.

Este año Dolmen celebra su 30 aniversario, y para celebrarlo anunció la publicación de Time2, de Howard Chaykin (74)…para Mayo de 2024

¿Alguien lo ha visto?

Vale, es Dolmen. Pero parece que siempre se caen los mismos.

E incluso cuando se publican, apenas hacen ruido. Que Bill Willingham (67) y Mark Buckingham (unos lozanos 58!!!) han sacado doce episodios extra de Fábulas, y hasta han sido publicados aquí.

En otro tiempo, en otra Era, en otra Edad, estas cosas eran noticia.

Y la prueba para mi definitiva de que algo está pasando en nuestro mercado:

Neil Gaiman (63)

Recopilatorio en tapa blanda de material con material terminado allá a finales de 2023. Marvel. Gaiman ¿lo veremos aquí en un plazo razonable?

Y todo esto me preocupa en realidad porque ROB! (57) ha anunciado, y posiblemente sea cierto, que sacará cosas nuevas con Youngblood en 2025. Que Scott Mitchell Rosenberg tiene una edad (aunque wikipedia no me la diga).

Ángel de la Victoria

Para el seguidor del mainstream americano, hay muchos eventos que recordar y bastantes más que olvidar. El One Year Later entraría en el segundo grupo.

No confundirse. Cuando lo hizo Marvel años antes se llamó Revolution

Ubicado tras el final de Crisis Infinita, la original premisa consistía en saltar adelante un año en cada título para encontrarse con un salto en la continuidad que supusiera un aliciente para los lectores habituales y una puerta de entrada a nuevos.

La palabra que definiría a la estrategia sería «olvidable«. Reto en todo caso al lectorado a ver si es capaz de recordar la premisa de algunos títulos ¿veis?

Y la cosa es que hubo algún que otro planteamiento interesante, aunque en nuestra piel de toro no llegase a verse. Como fue el caso de Hawkgirl.

Planeta publicó en nuestro país la serie de Hawkman en tomos, llegando estos hasta el 49, el inmediato anterior al One Year Later. Se producía ahí un cambio de título y de autores, y la editorial decidió no arriesgarse con el nuevo material. Cerró la serie que estaban llevando Palmiotti, Gray y Batista desde la salida de Geoff Johns, sin darle una oportunidad al nuevo equipo creativo de Hawkgirl.

Walter Simonson al guión y Howard Chaykin a los lapices.

Ya debe dar rabia dejar colgada una serie a las puertas de su número 50, así que con más razón lo hace con este plantel.

Encasillado en proyectos especiales más que en series regulares, resulta curioso ver a Chaykin en entregas mensuales. Al jerifalte Dan Didio le pareció que sería una buena idea que l’enfant terrible y a la vez adulto autor Chaykin se encargara de las correrías de esta superheroína. Un plan sin fisuras.

Y gracias a su arte podemos conocer nuevas cosas del ambiente de la población de St Roch ya desde la primera escena…

Y es que el lector avispado habrá podido notar que en St Roch de noche hace frío.

El guión es de Walter Simonson, pero la trama corre a cargo de Chaykin. Y es que cuando él dibuja hace uso de la trama que todos tenemos en mente, la que emplea para el encaje de los corsés, ligueros, lencería y demás prendas de vestir si se tercia.

El argumento va de que a Kendra le asaltan misteriosos sueños que la atormentan en la fría noche.

Sueños que posiblemente estén relacionados con una salvaje criatura que asalta indiscriminadamente a todo ciudadano que circule por los bajos fondos de St Roch

Salvaje y tatuada criatura que se protege de la fría noche con una complicada vestimenta.

Pues estamos en un tebeo de 2006, y el C-String no fue patentado hasta 2009.

Entretanto Hawkgirl siente por un momento que ha regresado al antiguo Egipto…

…pero nosotros sabemos que en realidad sigue en la gélida St Roch, en la pobreza energética de su alcoba.

Sueños raros y visiones, como la que cree tener de un envejecido y retornado Hawkman…

…o de si misma cuando era menor de edad.

Pero vamos a lo que realmente importa, al plano físico, a las toñas. Como es de prever en un momento dado ambos personajes se encuentran y surge la confrontación.

Y aunque por un momento temamas por la integridad de nuestra heroína…

…la justicia termina imponiéndose.

…y la criatura se ve despojada de su armamento y llevada a que responda por sus malecedades.

Feliz día. Feliz Chaykin. Feliz trama.

Estábamos tan agostito

Una vez más, redifusión de tuits que hablan de temas ya pasados de moda

Tuiteos de febrero

¡Ahí vamos con febrero!

A contracorriente (II)

Ya os conté el miércoles el repaso que Howard Chaykin le estaba dando a Stan Lee con el personaje de Bob Rose en la serie Hey Kids! Comics! Pero desde entonces ha salido el nº4 de la serie, en que Chaykin trata temas tan delicados como la autoría de los personajes…

hey kids 4a

…el robo de ideas (con chiste sobre su peluquín de propina)…

hey kids 4b

hey kids 4c

…o el atribuirse méritos ajenos

hey kids 4d

Mientras tanto, en Mister Miracle Tom King va en una dirección opuesta pero con el mismo destino, y hace que Funky Flashman (recordad que ya desde los años 70 teníamos un Stan Lee con otro nombre) haga gala de una modestia inusual en el personaje al admitir que solo pone palabras a las historias de Jacob

mister miracle 10

(Por cierto, la secuencia de Funky la podéis ver entera en Brainstomping, que la han publicado precisamente hoy acompañando un extenso texto sobre Mister Miracle)

A contracorriente

El año pasado Howard Chaykin estaba feliz cual perdiz con su serie The Divided States of Hysteria, hasta que tras nosequé polémica politicorrectista la editorial y él decidieron que lo mejor era «congelarla» una temporada

Mientras tanto el enfant terrible de los cómics (ojo con lo de enfant, que va camino de los setenta años), para mantenerse ocupado, decidió contar su versión de la historia de los cómics (estadounidenses (mainstream (del siglo XX))) en un tebeo llamado Hey Kids! Comics!… pero cambiando los nombres a lo Carlos Giménez. Por ejemplo, este no es Stan Lee sino Bob Rose de Verve Comics

hey kids 2a

El guionista Bob es la cara pública de Verve, mientras que el dibujante Sid Mitchell, además de quejarse de que Bob escribe lo justito, empieza a olerse que le están haciendo la cama

hey kids 2b

Y hace bien en sospechar, porque poco después Bob se revela como el avatar de la versión más despiadada del capitalismo salvaje

hey kids 2c

Y justo cuando Chaykin está publicando esto va el Stan Lee de verdad y se muere. Y mientras llueven los homenajes, los elogios y los panegíricos por doquier, y por respeto hasta las voces más tradicionalmente anti-Lee guardan silencio, en los kioscos (figuradamente hablando) los lectores pueden encontrar una versión de The Man tan distinta como esta

hey kids 3

Howard Chaykin, siempre a contracorriente. Aunque no lo pretenda

En el mejor sentido de la palabra

En el clásico futbolero de anteayer marcaron gol tanto Messi como Cristiano. Por separado podrían considerarse como jugadores excepcionales, pero no puede negarse que el hecho de que hayan coincidido en el tiempo, en la misma liga y en equipos rivales hace que tengan ese plus de estímulo que les hace esforzarse más y seguir superándose hasta cotas que no habrían alcanzado sin el otro tocándole los narices. En ese sentido la competencia les retroalimenta para mejorar. Tener al otro como referente les hace tener una marca que batir. Algo parecido sucedió en su día con las ediciones de fórum y Zinco.

fórum había establecido un mercado de la grapa con una serie de títulos, periodicidades y formatos con las que el lector de la época estaba contento por ser mejor que lo anterior, pero la falta de competencia les hizo acomodarse y estancarse en sus fórmulas, de manera que cuando Zinco implantó novedades como el tamaño americano, los números de extensión doble, las series limitadas, los formatos prestigio, etc, les tocó espabilarse para no perder el tren. Y los aciertos de uno los implantaba rápidamente el otro, logrando entre ambos unas ediciones que durante mucho tiempo nos dijeron que fuera de los USA era de lo mejorcito que había. Luego ya llegaron los temas y cierres empresariales, los litigios de derechos y demás, pero esa es otra historia y ya se sabe que la historia la escriben los vencedores (link). Lo cierto es que en un entorno marvelita como era el nuestro, Zinco consiguió que hubiera un nicho para DC del que luego siguieron la senda Norma y ECC (¿que me dejo alguno?¿que Planeta publicó DC? mi memoria está fatal, luego miraré en su web para comprobarlo…). Es por eso que para que este hecho perviva en la memoria colectiva en este sitio tenemos la sección de Zinco Museum.

Y en esta sección se tocó dos veces en las últimas semanas el título de La Sombra.

Un tebeo que 30 años después nadie ha tenido narices de reeditar por aquí. Del Howard Chaykin denso, complejo y al mismo tiempo molón. Balas, onomatopeyas y mujeres maduras con liguero. Que de recuerdos me trajeron estas dos entradas. Y fueron esos dos posteos los que me recordaron (¿he dicho ya hoy que tengo la memoria fatal?) que tenía todavía pendiente de lectura un Chaykin de aquella época, el tomo de Ironwolf.

Ante este hueco en mi lecturografía sólo puedo aducir que el precio de entonces me echó para atrás, y que fue muuucho después cuando un festival de saldos me hizo adquirir bastantes cosas de lo que entonces llamábamos «tapa buena» (ahora ya culturizados sabemos que la palabra correcta en castellano es cartoné). Y como decía fueron aquellas dos entradas las que me impulsaron la semana pasada a desempolvar (literalmente) mi ejemplar de Ironwolf y prestarle atenta lectura.

No es Chaykin el único autor de la obra, pues su función es la de escritor. El arte a lápiz corre a cargo de Mike Mignola, un tipo con agallas. Tantas que en plena explosión noventera de acción y líneas cinéticas se mantuvo en su estética de estatismo estatuario y tinta negra. Y aún así ROB! le buscó para que dibujara uno de los primeros X-Force.

El lector desprevenido picaba con esta dinámica portada…

…y dentro se encontraba con un mannequin challenge.

Pero como el guión y los bocetos seguían siendo de ROB!, molaba.

En Ironwolf se sumaban a este dream team las tintas de P. Craig Russell, autor que selecciona muy mucho sus contadas colaboraciones y que supondría iba a aportar sus acostumbrados minaretes, arpegios y convolutaciones. Y efebos.

A esta terna la portada indicaba también la colaboración de Moore.

Moore, nada menos ¿y qué hacía él? pues de eso si que me acuerdo de una conversación entre dos en una librería con el tomo en la mano «¿esto es de Alan Moore?» «que va, seguro que sólo escribe el prólogo». Lo cierto es que el Moore al que se refieren es el otro, John Francis Moore, conocido ante todo por ser el guionista creador de los X-Men 2099 y además de una larga etapa de más de 40 números entre 1997 y 2000 de, atención, X-Force. En esta obra ejercía de coargumentista, que es al guionista lo que el entintador al dibujante. Dos X-forceros de renombre, poca broma. Esto debía ser canela fina.

Leer al Chaykin de los ochenta-noventa es todo un ejercicio intelectual, debo advertirlo. No es aconsejable pasar de los supermallas de turno a esto, no me responsabilizo de reventamientos mentales. El sistema narrativo del Chaykin de entonces hacía que a veces lo que mostraba la escena principal era una cosa pero la trama iba por un carril secundario. En esto Ironwolf no era una excepción. De hecho, el personaje lejos de ser protagonista no es más en muchas ocasiones que una excusa para que los acontecimientos le vayan pasando por delante de las narices y los espectadores seamos testigos. Mola, aunque a veces parezca más que sea un fardo perdido de amazon rodando de un sitio al siguiente que un verdadero héroe. La cosa va de space opera, pero estando Mignola y Russell de por medio se plasma con jardines victorianos y hojarasca otoñal. Y el malo a batir para derrocar el régimen y traer el nuevo es una pérfida mujer.

Una hembra que de entre todos los nombres posibles para una malvada, lleva por nombre…

¿Se trata de un hecho consciente o de una desacertada conjunción de fonemas para la edición española?

Lo cierto es que hay indicios dispersos de que podría tratarse de una elección consciente.

Pero también es cierto que puede ser casualidad, pues pertenece a la estirpe vampírica.

Difícil discernir.

 

Que el efebo no os confunda. Asumamos finalmente que si así la llaman, así será. Y de serlo ¿hasta que punto lo es? pues a tenor de lo que se cuenta, y teniendo en cuenta de que esto lo lei precisamente la semana pasada (y nada sucede por casualidad)…

…me atrevo a decir que bastante.

Howard Chaykin, lectura adulta. No diga ligero, diga liguero.

¿Ande andan Giffen y de Matteis?

secret squirrel

-Oye, Keith, me acaba de llamar DC por nuestra serie del Inspector Ardilla
-¿Qué pasa, Jota Eme? ¿La han cancelado ya? ¿Nos han sustituido? ¿O por fin han cancelado toda la línea?
-No, era para adelantarnos que el próximo número lo dibuja Howard Chaykin
-¿Cómo engañado a Howard Chaykin para dibujar un serial de complemento de un personaje de Hanna-Barbera?
-Se ve que lo de The Divided States of Hysteria ha sido muy… intenso, y de momento quiere algo más tranquilito
-Pues nada, vamos a escribirle una historia con la que Chaykin se sienta como en casa

Scooby Apocalypse 24