Matarile. En eso estamos, en el matarile.
Una de las cosas peores de la actualidad actual es querer seguir los cómics que salen. O querer que salgan cómics, no sé. Porque los cómics parece que van a su ritmo pero, además, parece que a nadie le interesa demasiado señalar que está habiendo un problema continuo y generalizado para lograr que las cosas salgan.
Quiero decir, si una editorial retrasara un cómic un mes podríamos hablar de un problema puntual. Ha sucedido siempre, siempre sucederá.
Si son varios cómics un mes. Y varias editoriales. Y luego otro mes. Y al final los cómics ‘saldrán‘, pues quizá sea un problema mayor del que parecía.
Que los cómics -al menos algunos- pueden acabar saliendo. De manera que las novedades de hoy acaban siendo las novedades del ayer porque lo que tendría que haber salido hoy saldrá mañana. Es decir: Taquiones.
La periodicidad taquiónica no es muy recomendable pero es indudablemente la que tenemos. Por eso las tiras de prensa de Mickey de Gottfriedson las anunció Planeta en 2019 en el Saló de Barna y la han acabado publicando a finales de 2022.
O en Norma decidieron que El arte de Fernando Vicente sería la portada de su catálogo para noviembre…
…y acabarían teniendo que publicarlo en diciembre. Tampoco fue el único, claro, el Integral de turno de La Mazmorra corrió suerte similar, pero por lo menos no era la portada.
Que es una situación que cualquiera diría que es general y por eso puedes encontrarte que a Astiberri se le retrasó el segundo volumen de Parker, a Diábolo el Li’l Abner por suerte solo una semana, como el primer cómic del Grishaverse que sacaba Hidra, el Stephen King ilustrado que publicó Nórdica se fue de principios de octubre a finales, etcétera…
¿A partir de qué momento podemos dejar de hablar de ‘casos aislados’ y considerar que quizá hay algún problema general? Porque aquí no estamos hablando de Un Asunto Entredos en el que los cómics de Sarah Andersen, los Ana y Froga o el ilustrado de turno de Libros del Zorro Rojo anteriores a este verano están protagonizando su propio remake de Indiana Jones en busca del Arca Perdida, aunque al paso que vamos para cuando los encuentren van a necesitar también que los rejuvenezcan digitalmente.
Hablamos más de que algo tiene que estar pasando para que lo que antes era motivo de broma
ahora sea parte del mundillo hasta el punto de que podríamos montar una ruleta de lanzamientos.
Que es cierto que algunos lo llevan mejor que otros. Porque lo que en algunas editoriales parece un tropiezo inevitable en, digamos, Fandogamia parece una forma de vida.
¿Quiero creer que el último número de Giant Days saldrá en 2022? Por supuesto. ¿Lo espero? Pasapalabra.
E incluso ahí tenemos lo de la fama y la lana porque quien sin duda se merece el premio Carmen Sandiego al cómic que nadie sabe dónde se esconde es la Secretaria Kim de Kitsune Manga.
El 4 de Secretaria Kim tenía que haber salido en julio, luego ya no y para sacarlo en agosto que hay vacaciones pues mejor a principios de septiembre, que al final no fue al principio-principio de septiembre, pero… ¿qué es un poco más o menos entre amigos?
A partir de ahí se prometió que se habían acabado los planes y que, de hecho, para finales de año iban a recuperar el tiempo perdido con publicaciones en octubre y diciembre. Excepto que en octubre tuvieron que retrasarlo a noviembre. Noviembre y enero, eso sería. Salvo que en noviembre no salió. Y aunque haya servicio de novedades en diciembre pues tampoco iban a sacarlo así como así. De manera que ahora mismo el número previsto (un decir) para octubre tiene fecha de salida, perdón, fecha no, mes de salida, fecha no hay… mes de salida de enero. ¿Saldrá en Enero? Pues a lo mejor. Desde luego resulta una manera sencilla de que nos quedemos con el título completo:
Le pase lo que le pase esperemos que no sea muy grave.
En resumidas cuentas, confiamos en que si existiera algún problema general con la publicación de cómics las susodichas editoriales lo hubieran comunicado ya. En lugar de dedicarse a tirar balones fuera y disimular.
Porque, claro, la otra posibilidad es que estuviéramos hablando de un multiverso taquiónico en el que los retrasos de unos influyen en los de otros hasta el punto de que las fechas de salidas pasan a ser ‘posibilidades’ antes que otra cosa. Pero, en ese caso en el que son serían retrasados, serían contagiados, deberíamos buscar quién estuvo detrás, quién empezó esto. Cuál pudo ser ese paciente inicial que ha ido causando con su fuerza taquiónica que el resto se vayan retrasando.
Pero eso, eso…
… eso es un misterio.