A medida que te haces mayor descubres que alrededor de tu familia y tus amigos se produce un curioso fenómeno, todos saben que te gustan los comics, los videojuegos y la subcultura, y todos se creen expertos en el tema con un bagaje suficiente para despreciar lo que aportan estas obras («¿Como voy a ir a yo a ver una película de superhéroes?») y poder aconsejarte sobre lo inútil de tus aficiones y lo bien que estarías consumiendo productos que ofrecieran contenidos más variados; sin embargo este profundo conocimiento de tus seres queridos se esfuma cuando llega tu cumpleaños o las navidades. Sí amiguitos, en cuanto llega la hora de regalar tus conocidos evitan cualquier posibilidad de comprarte un cómic, o una figura de coleccionista argumentado frases como»yo no entiendo del tema» o, directamente, «como todo lo que te gusta te lo compras por tu cuenta no se lo que tienes o no» (intentad usar ese argumento vosotros si teneis lo que hay que tener «Cariño como no entiendo de ropa no te he comprado nada» o «Como las colonias que te gustan ya te las compras tú pues no se lo que tienes o no»).
El problema, sin embargo, no radica tanto en que tus conocidos no conozcan en realidad nada de tus aficiones como en que son incapaces de reconocerlo. Sobre todo porque regalar es una actividad estresante, requiere conocer bien a la persona a la que vas a regalar y recordar todo lo que te ha dicho durante el año, y el esfuerzo rara vez se reconoce como se debe (modestia a parte yo he regalado más de un regalo que si no era perfecto poco le faltaba y no me ha servido para ligar más), por lo que cuando tu familiar no sabe que regalarte llega un momento en que se agobia, se le nubla la vista y decide tirar a lo seguro…..
Hagamos un pequeño inciso aquí, ¿habeis visto alguna vez una cosa como esta?
Clásicos infantiles: De cómo la Polystation se robó la Navidad
Seguro que sí, es una consola de baja potencia, la de una NES de 8 bits normalmente, que ser presenta con un nombre y un envoltorio que recuerda a un producto de calidad superior. Regalar una Polystation a un niño que espere una Playstation, es como encargarle a un amigo que nos compre un Mercedes a buen precio y regrese con uno de esos coches que se conducen sin carnet. Al igual que las películas de animación de bajo presupuesto que aparecen cada vez que Disney estrena un film, la función de este producto es aprovechar el tirón de un producto conocido para hacerse rico sin preocuparse de la satisfacción real del cliente, son productos que salen al mercado con la esperanza de engañar a jubilados y gente mayor que no entiende de tecnología, y de estrenos, pero que cualquier persona joven un poco informada puede distinguir ¿verdad? ¿verdad?
Pues no, volvamos al hilo principal del artículo, tenemos un familiar, rodeado de una gran muchedumbre de personas y probablemente con niños dando la brasa, llevo un rato largo en una gran superficie mirando zapatos y comprando el regalo para su madre, se le hace tarde y no sabe que hacer contigo, quiere acertar pero aunque no lo reconozca no sabe como….¿Cual es la solución? Pues seguir la máxima «el burro grande ande o no ande» coger algo que tenga relación con algo que sabe que te gusta, que además sea caro, en su mente es seguro que así acierta, lo envuelve para regalo, lo deja debajo del árbol, luce mucho es de gran tamaño y ya sólo queda mirar tu cara cuando lo abres y te encuentres con esto…
Aquí mi regalo de navidades, aquí unos amigos.
Mi primera sensación fue «¿Que es esto? ¿Me han regalado un juego de mesa de Star Wars?» Pues no
Era un libro de 57 euros, de un tamaño que queda mal en cualquier estantería y con una cubierta de cartón duro que le confiere seriedad. Con la mejor de mis falsas sonrisas me decidí abrirlo y comprobar que la tapa traía sorpresa.
Pues sí, levantando una solapa encontrabas dos CDs (de audio ninguno de imagen), y un libreto, que resultó ser:
La traducción de lo que decían en los CDs, si amiguitos, los dos CDs son el equivalente a unas tres horas de material de audio en la lengua de Shakespeare, si lo piensas bien es hasta lógico, ¿que sentido tiene incluir las cuñas originales de radio de Star Wars si las sustituyes por un doblador español? Pero como primera impresión encontrarte dos CDs en inglés como que no es lo mejor que te puede pasar. Veamos el resto del libro.
Como suele pasar en estos casos el libro incluye mucha imagen y poco texto, y parece recoger la influencia de Star Wars en la cultura pop occidental, lo cual no es malo, sólo trillado….¿Pero os habeis fijado en esa especie de hoja que sobresale entre las ilustraciones? Pues no es un efecto óptico….
Se saca….así es amiguitos, Star Wars el Legado viene a ser un gigantesco libro de esos que abres y salen figuritas, sólo que con objetos, es como una gran colección de merchadising y documentos sobre la saga pero quitándole toda las gracia porque son reproducciones y no objetos que has ido recopilando con el tiempo, en el libro hay de todo:
Una pegatina para pegar con la plancha a la cazadora
Reproducciones incomprensibles de notas del rodaje
Planos de calidad de reproducción dudosa
Mi favorito absoluto, unas diapositivas para ver a trasluz
Y la bolsa para vomitar que daban en la atracción de Star Wars que pusieron en Disneylandia ¿como he podido vivir hasta ahora sin ella?
No me entendais mal, estas cosas hay que meterlas a mano en el libro, estoy seguro de que más de un simpático inmigrante ha pagado los regalos para sus niños sacrificando sus horas de sueño para ensobrar antes de fiestas la multitud de pijaditas que tiene el libro….pero volvamos un momento al boletín ese que hemos visto al principio.
¿Notáis algo raro? Exacto, está en inglés como todos los extras extraíbles, valga la cacofonía, del libro, claro que la editorial piensa en todo:
Te bajas el PdF lo pegas encima y listo. ¿Quien dijo que los cómics no aportan nada útil a la sociedad?
Por aquello de mantener el scope del blog repasaremos que los fans de los comics a los que les caiga estos reyes el libro podrán encontrarse con el famoso poster, reducido eso sí, que Howard Chaykin hizo para la saga:
Una de las tiras de prensa, ampliada y doblada (con lo poco que nos gustan las dobleces a los coleccionistas):
y un poster enorme que se hizo para un anuncio de cámaras de video en Japón, y que a mi curiosamente:
En vez de parecerme un manga me hace pensar en Groo cada vez que lo veo:
Llegados a este punto, algunos de vosotros ya habreis empezado a encontrar relaciones más que evidentes entre la Polystation y el libro que analizamos, exacto, el libro no está tan pensando para el fan de Star Wars, como para la novia/esposa/madre/hermana que no sabe que comprar a su friki residente,la prueba irrefutable es, sin duda alguna, cuando de una de las solapas sacas un par de hojas perforadas (saludamos de nuevo al currito que se ha encargado de perforarlas) y contemplas que llevan precisamente esto:
¡VA DE RETO TATANÁS! Es parte del guión del Holiday Special, prueba irrefutable de que el producto no va destinado al fan, puesto que todo el mundo sabe que si un fan de Star Wars tuviera el poder de los grandes poderes, como Dan Didio o Joe Quesada, y pudiera retconear el Universo borraría sin dudarlo de la existencia el Holiday Special, sin duda alguna la kriptonita del fan de Star Wars que le hará huir de cualquier debate en el que se nombre. ¿Que clase de enfermo cree que es buena idea vender a los fans la canción de la princesa Leia de ese engendro? ¿Es que el hecho de que Lucas nunca lo haya reeditado en DVD en edición especial con retoques no era suficiente pista?
Concluyamos pues, puesto que para servidor ya es tarde, que en los propósitos de año nuevo debemos todos incluir estimular la comunicación con nuestros seres queridos, escribidles cartas ( de esas de a los Reyes Magos con los regalos que querais para navidad), explicadles que el hecho de que os guste Star Wars no os hace adictos a cualquier bazofia que lleve su logo en portada, o hacerles entender directamente esta sencilla regla: la diferencia entre una falta y un delito depende, en muchos casos, de la cuantía del prejuicio causado, el límite entre uno y otro ha sido fijado por nuestro sabio ordenamiento jurídico en 300 euros, así que, querida mía, la próxima vez que decidas comprarme algo sólo porque sea de Star Wars y sea grande y caro, procura que valga más de 300 euros y así seguro que el fabricante en lo último que piensa es en tomarte el pelo.