En lo americano podemos ser el segundo país del mundo tras los USA en el formato de grapa, pero somos conscientes de que salvo las vacas consagradas, la mayor parte de limitadas van a tomo. Y según su extensión podemos hacernos una idea del formato del mismo.
Tomemos por ejemplo los doce números de los que se compuso la serie limitada de El Pingüino, de Tom King y Rafael de la Torre. Bonito número el doce para hacer tomitos. Divisible por dos, por tres, por cuatro o por seis. Aparte de por grapa o La Colección Completa. Se trata de una historia que la anterior tenedora de los derechos en castellano dejó colgada tras la primera entrega.


Pues sirva este aviso para deciros que Panini relanza esta publicación, y para tranquilizaros informaros que, salvo hecatombe, también lo harán en dos tomos.


Gracias, Panini.






























































