¿Qué fue de Howard el Pato?

Erase una vez un guionista llamado Steve Gerber que creó una nueva serie sobre un pato al que llamó Howard que venía de una dimensión de patos y que encuentra una novia humana en nuestro mundo, Beverly

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Era lo que se suele llamar una serie «de culto»: una serie fuera de los estándares, con momentos memorables (candidatura presidencial incluida) pero con pocas ventas. En fin, que Marvel se cansó pronto de las marcianadas de Gerber y ya que no podían conseguir que el escritor cambiara, cambiaron al escritor

Pero Gerber es cabezón como él solo, y no se resignó: empezó una batalla legal contra Marvel por la propiedad de su pato. Y para recaudar fondos con los que pagarse los abogados lanzó su nueva serie Destroyer Duck ayudado por Jack Kirby (otro al que le iba la marcha mogollón) en la que Howard tendría un importante papel (sin aparecer ni ser nombrado nunca, claro)

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Gerber perdió la batalla legal y se quedó sin Howard… al menos hasta 1996 (sí, hubo eso otro con Shulkie, pero si Byrne decidió que no existía, por mí vale). En esa fecha estaba trabajando para Image (lo de Stryke Force no lo cuento para abreviar, pero también tiene tela), planeando un crossover Savage Dragon-Destroyer Duck cuando desde Marvel le ofrecieron escribir una historia en la que el nuevo Spiderman, Ben Reilly, se encontrara con Howard

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Aprovechando que ambas historias se publicarían a la vez, Gerber aprovechó para cruzarlas. De forma no oficial, no dejando ver claramente a los personajes de un tebeo en el otro para que no hubiera problemas en un futuro

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Y por eso en medio de sus historias los personajes (Spiderman, Peter Parker, Howard y Beverly por un lado, Dragón y Destroyer Duck por otro) se meten en un almacén oscuro

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Tras una páginas de oscuridad, siluetas y mucha confusión (a lo que contribuye que quizá James Fry y Chris Marrinan no estaban preparados para el reto) los personajes salen del almacén

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En la versión Marvel del encuentro, Howard y Beverly salen junto con Peter y Ben. Pero en la versión Image el almacén se llena de patos clónicos…

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Destroyer Duck encuentra al verdadero Howard y se lo lleva, junto con Beverly, al mundo de los copyrights de los creadores. Quince años después el personaje por fin cumple la misión para la que fue creado

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¿Y el Howard que salió por la otra puerta, rumbo al tebeo de Spiderman? Es un clon, pero ni siquiera se van a dar cuenta en Marvel. Total, ya tienen a un clon protagonizando cinco series regulares… ¡Son los maravillosos noventa, amigos!

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El Dragón, que para algo es policía, apunta a Howard y Beverly al programa de protección de testigos. Nueva imagen, nuevos nombres, nueva residencia, nuevas aventuras… ¡Acaba de nacer Leonard the Duck!

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Y así es como el bueno de Steve Gerber, a pesar de que no va a cobrar nunca ni un duro de los derechos de la peli que hizo Lucas sobre Howard (¡eh, no os riáis!) por lo menos se ha apuntado el tanto moral de ser el dueño legal del que para él y para muchos lectores es el auténtico Howard

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Pero de todas formas el principal beneficio que sacamos los lectores de todo esto es que si nos parece muy feo el rediseño que tiene Howard en la serie que empezó la semana pasada en USA podemos pensar que es un clon que por fin ha empezado a degenerar…

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AVIV DRAWÖH! AVIV EVËTS!

Moteros Image, Toros Awesome II: Qué Verde Era Mi Valle

Honda y trascendental es la huella que ROB! ha dejado en el contínuo espacio-temporal del mundillo. Aquellos tocados por Su Presencia han visto sus vidas cambiadas para siempre. Y en Su Infinita Generosidad, ROB! ha bendecido con Su Divino Toque incluso a aquellos que le traicionaron.

Gent(uza)e como Erik Larsen.

No, no es Popeye.

Resulta extraño, pero este individuo goza de una cierta fama debido a que es el único de los Judas de Image que, más de quince años después, sigue escribiendo y dibujando el mismo cómic. Pues vaya argumento. Es como si el post del jueves del Adlo Novleti Librari fuera bueno solo porque lo sigue escribiendo el mismo tipo. Es bueno porque lo escribo YO, ¡faltaría más!.

Otros pueden atribuir el mérito de la supervivencia de Savage Dragón a Larsen. Un adlater sabe que, cuando ROB! está implicado, nada es lo que parece.

He sometido los casi 130 episodios publicados de Savage Dragon a un minucioso análisis que ha revelado un índice taquiónico de 8.32, casi dos puntos por encima de la media del resto de colecciones Image.

El motivo es sencillo de comprender:


El Dragon es el único personaje que ha sido bendecido por el Lápiz de ROB! quedando impregnado de taquiones.


En un primer análisis los síntomas se manifiestan de manera sutil, apenas perceptible.


Uno casi estaría tentado de atribuirlos a la casualidad.


A algún extraño efecto óptico.


¿O quizá a un homenaje?


Y eso a pesar de que Larsen se dedique a hundir en la miseria a los ex-componentes de la Freak Force de Keith Giffen dos años antes de que DiDildo haga lo mismo con los ex-componentes de la JLA de Keith Giffen.


Pero cuando la influencia taquiónica comienza a causar repeticiones dentro de la misma colección


…la evidencia es ya incuestionable.


Uno de los puntos álgidos de actividad taquiónica son los episodios 87 y 108.


Pero el record de deja vu lo ostentan los números 60 y 65.


Llegados a estas alturas se lo que estarán pensando algunos escépticos descreidos: «Es casualidad, coincidencia, serenata…»

Pero hasta ellos deberán callar y abrazar la Fé de ROB! ante ésta, la incuestionable e inapelable prueba definitiva:

¡¡¡SAVAGE DRAGON TAMBIÉN TIENE TETAS!!!

Snifs… perdón… sob… Es que a mi estas cosas me emocionan…

¡¡¡AVÏV BÖR!!!

SUPERHÉROES GENÉRICOS


Bendis, Liefeld, Kirkman, Millar, Busiek… Genios con Mayúsculas. ¿Cómo llegaron a serlo? Les presentamos la fórmula indispensable para triunfar en la industria del cómic americano.

Hola, soy Polloputo, me conocerán de otros artículos en ADLO! como Prophet o «La sinrazón de los huevos Kinder» (escrito bajo un estúpido seudónimo, la juventud, la falta de experiencia…), o el estudio sobre el Tiemporiva ©, que no tardará mucho en aparecer o alomejor fue publicado hace miles de años…

Acompáñenme en este interesantísimo viaje por el mundo de los superhéroes genéricos, a lo largo del cual conoceremos las claves para el éxito inmediato, los diferentes tipos de genéricos, los autores que mejor uso han hecho de ellos…

«Si siempre quisiste dibujar a Superman, llámalo Supreme.»

Los genéricos icónicos: Reconozcámoslo, es harto difícil llegar y besar el Santo, como bien sabe Val Kilmer. No es fácil, por muy genial que seas, que una gran editorial te permita, a la primera de cambio, utilizar a sus personajes para hacer tu gran historia que lo cambiará para siempre. Es fácil, haz la historia a tu antojo, haz modificaciones en el traje que no choquen legalmente con el personaje elegido, y ¡Voilà ! Sólo tienes que buscar una editorial de segunda y venderle la moto. Bueno, más vale que pienses en aportar tu un poco de tu dinero, no querrás que el pobre editor tenga que correr con los gastos de impresión y todo eso él solo.

Nuestro gran maestro Rob! No sólo fue casi el pionero de los genéricos icónicos en la época moderna, sino que supo contratar a todo un mago, Alan Moore, para contar las aventuras de Superm… Supreme, quiero decir, en una colección ya mítica. Aunque en ADLO! sabemos que se bastó y se sobró el solito, mucho antes, con la primera y genuina serie de Supreme (ilustración de la izquierda), mucho mejor que la ya famosa serie «mensual» recopilada por Dolmen y Recerca.

Sí, vale, Rob! Contrató a Alan Moore por que este había escrito una de las obras «maestras» de los genéricos: WATCHMEN. Coge un episodio cualquiera de la Señorita Fletcher, colócala un test de roschard en la cara y pon un montón de superhéroes que recuerden irremediablemente a los que todo el mundo conoce, pero, eso sí, llena sus vidas de miserias. Durante los 40 años siguientes miles y miles de entendidos del medio te darán la razón en todo lo que hagas después, incluso si te vuelves absolutamente loco, escondes tu maquinilla de afeitar y te dedicas a hacer el truco del periódico y la leche en night-clubs.

Es decir, Watchmen al lado de, por ejemplo, la Glory de Liefeld, es un genérico facilón donde se ridiculiza a los superhéroes, en lugar de redimensionarlos físicamente para que los adore una nueva generación de lectores. Es algo muy poco americano, pero es que Moore es inglés.

-Otros genéricos icónicos importantes han sido Astro City, de Busiek, donde todos los superhéroes de Marvel y DC viven en la misma ciudad (Aquí querría yo ver a George Pérez haciendo un postercito de todo el reparto), Powers, lo mismo que el anterior pero con una comisaría de policía como punto de partida y unos casos misteriosos que se resuelven en dos páginas tras 6 números de diálogos sobre chismes y series de televisión… O invencible, de Kirkman, donde un adolescente hijo de un superhéroe con bigote (evidente genérico de nuestro querido Superlópez), se las verá con problemas cotidianos de telefilm y tratará de abrirse hueco entre los demás superhéroes.

«Vale, una historia chachi, pero que nunca sucedió»

Los casi-genéricos pero consentidos: Si llegas hasta aquí será seguramente tras haber creado algún genérico icónico (1.0), y haber demostrado tu valía. Una gran editorial se habrá fijado en tu trabajo, y, paradojas de la vida, te pedirán que hagas exactamente lo mismo pero ya permitiéndote utilizar a su personaje protegido. Eso sí, seguramente con alguna trampa, como encuadrar tu historia en una realidad alternativa (también llamados elseworlds, nachos con queso, universos paralelos) que no afecte las colecciones mensuales de su pequeño.

De los casi-genéricos tenemos SUPERMAN ROJO, de Millar (¿Y si superman hubiera aterrizado en la URSS?), THE ULTIMATES, de Millar (los Vengadores en un nuevo universo editorial, que nunca debería cruzarse con el Marvel tradicional, al menos hasta que las ventas lo pidan), y por supuesto toda la etapa de Peter David en HULK, que aunque en principio era la serie regular parece que acabó siendo un mal sueño y casi se borró por obra y gracia de Byrne y compañía.

-El genérico más inclasificable de todos los tiempos, probablemente sea SUPERMAN: IDENTIDAD SECRETA, donde un tipo que se llama Clark Kent pero NO es superman, tiene los mismos poderes que Superman y acaba vistiéndose como Superman, y ayudando a la humanidad. Pero NO es Superman. Es obra de Busiek, autor de Astro City.

«Maldita sea, ya no eres un clon, eres el auténtico!»

Genéricos que se ganan el respeto: Claro, estamos en una era de cambios, miedo a las ventas, empresas jugueteras que se hacen dueñas de las editoriales y dictan a su antojo, y guionistas de televisión que se olvidan hasta de cómo vestían sus antiguos superhéroes para darles su nueva imagen cada doce números.

Y es ahí donde un Genérico simple donde los haya (Robocop adquiere los brazos del Increíble Hulk y se coloca una cresta ochentera en la cabeza), nuestro viejo Dragón, se ha convertido en el héroe más auténtico que vive actualmente sin variaciones importantes. Es más genuino que Hulk, Spiderman, Batman… porque ha permanecido inmune a cambios editoriales, de autores, no ha tenido que saltar de una línea editorial a otra, para luego volver a la anterior… está ahí, viendo pasar el tiempo, como la Puerta de Alcalá (bueno, visto como está Madrid nuestra querida puerta de Alcalá podría sufrir alguna evolución en breve), asistiendo a tías May que resucitan, Xaviers que andan, Magnetos y demás superbichos que mueren (JÁ!), y es que ahora que cambian las editoriales la autenticidad, continuidad y realidad oficial de sus personajes cada tres meses (x-men reload) Savage Dragon parece que lleve ahí imperturbable desde los 60.
-Spirit debería ser el «genérico que se gana el respeto» más auténtico que describiéramos, pero nos viene un poco mal ya que parece que se comenta que se dice que Jeph Loeb se hará cargo de él en breve, así que ya no cuenta.Pronto vuestro querido profesor Polloputo regresará cual Jean Grey en X-men 3 (venga, ¿me vais a decir que os reviento algo?) para contaros más cositas del increíble mundo de los superhéroes.

WC Cómics

No es una nueva editorial. Ni lo que pensamos de algunos productos de DC. En absoluto.
Es la entrada para esta pregunta:

¿Qué tebeos llevamos al váter?

Porque supongo que cualquier aficionado a los tebeos aprovecha ese tiempo de tranquilidad y silencio para leer algo. No vamos a quedarnos mirando la uniformidad de las baldosas, supongo. O lo sucias que empiezan a estar las paredes de la bañera o la cortina de la ventana (si hay suerte y ventana). Debemos tomar una postura intelectual (no dejo de pensar en las caras de los canes cuando están en ello) y selectiva; mientras nuestro cuerpo deshaga que nuestra mente absorba conocimientos. Pero… ¿de qué? No siempre tenemos las revistas de DVD o detodounpoco de una gran superficie en particular. Y los dominicales suelen ser un coñazo. Una buena entrevista cada mes a lo sumo, y dos o tres fotos a destacar, exagerando mucho.

Mi tebeo preferido para leer en estas condiciones ha sido Savage Dragon. Rápido, fácilón de leer, un poco tontorrón, pero bien acabado. Y entretenido. La clave es esta: rápido. Algo con lo que no te eternices. No puedes llevarte Blankets, para hacer pesas ya hay otro momento, ni nada de Alan Moore. Olvídate de los tebeos que no te puedes acabar cuando tú has acabado. Corres el peligro de seguir leyendo y seguir leyendo… Llevar algo de Delano sería redundante. La elección es siempre difícil, directamente proporcional al famoso MONTÓN acumulado de tebeos sin leer, de tebeos prestados. ¿Quién a pesar del repentino apretón no ha parado a pensar el tebeo que en ese momento debería leer en el trono? Authority, otro de mis favoritos. Y por supuesto, Rob.

Benditos por siempre los bidés. Aleluya por las tapas de los bidés. Superficies acumulativas de comics, revistas y catálogos del LIDL (los más adlianos del universo). Y para los que tienen monstruitos destroza tebeos (llamados vulgarmente «hijos»), la tapa sirve de escudo protector, y el bidé de pupitre peligroso.

Diabólicas hemorroides. Malas, malas. Pero… son el pago a momentos extendidos de grandes lecturas, de olvidarnos dónde estamos y cuál era nuestra misión. EL problema es para el que espera, que se caga… pero en tí, en tus cómics y en la madre que parió a Yellow Kid.

¿Qué tebeos leeís vosotros en ese mágico momento? No es que sea de mi incumbencia, aunque para rellenar este post me vale. Dime que lees cuando… y te diré si la edición se lo merece.