Bendis, Liefeld, Kirkman, Millar, Busiek… Genios con Mayúsculas. ¿Cómo llegaron a serlo? Les presentamos la fórmula indispensable para triunfar en la industria del cómic americano.
Hola, soy Polloputo, me conocerán de otros artículos en ADLO! como Prophet o «La sinrazón de los huevos Kinder» (escrito bajo un estúpido seudónimo, la juventud, la falta de experiencia…), o el estudio sobre el Tiemporiva ©, que no tardará mucho en aparecer o alomejor fue publicado hace miles de años…
Acompáñenme en este interesantísimo viaje por el mundo de los superhéroes genéricos, a lo largo del cual conoceremos las claves para el éxito inmediato, los diferentes tipos de genéricos, los autores que mejor uso han hecho de ellos…
«Si siempre quisiste dibujar a Superman, llámalo Supreme.»
Los genéricos icónicos: Reconozcámoslo, es harto difícil llegar y besar el Santo, como bien sabe Val Kilmer. No es fácil, por muy genial que seas, que una gran editorial te permita, a la primera de cambio, utilizar a sus personajes para hacer tu gran historia que lo cambiará para siempre. Es fácil, haz la historia a tu antojo, haz modificaciones en el traje que no choquen legalmente con el personaje elegido, y ¡Voilà ! Sólo tienes que buscar una editorial de segunda y venderle la moto. Bueno, más vale que pienses en aportar tu un poco de tu dinero, no querrás que el pobre editor tenga que correr con los gastos de impresión y todo eso él solo.
Nuestro gran maestro Rob! No sólo fue casi el pionero de los genéricos icónicos en la época moderna, sino que supo contratar a todo un mago, Alan Moore, para contar las aventuras de Superm… Supreme, quiero decir, en una colección ya mítica. Aunque en ADLO! sabemos que se bastó y se sobró el solito, mucho antes, con la primera y genuina serie de Supreme (ilustración de la izquierda), mucho mejor que la ya famosa serie «mensual» recopilada por Dolmen y Recerca.
Sí, vale, Rob! Contrató a Alan Moore por que este había escrito una de las obras «maestras» de los genéricos: WATCHMEN. Coge un episodio cualquiera de la Señorita Fletcher, colócala un test de roschard en la cara y pon un montón de superhéroes que recuerden irremediablemente a los que todo el mundo conoce, pero, eso sí, llena sus vidas de miserias. Durante los 40 años siguientes miles y miles de entendidos del medio te darán la razón en todo lo que hagas después, incluso si te vuelves absolutamente loco, escondes tu maquinilla de afeitar y te dedicas a hacer el truco del periódico y la leche en night-clubs.
Es decir, Watchmen al lado de, por ejemplo, la Glory de Liefeld, es un genérico facilón donde se ridiculiza a los superhéroes, en lugar de redimensionarlos físicamente para que los adore una nueva generación de lectores. Es algo muy poco americano, pero es que Moore es inglés.
-Otros genéricos icónicos importantes han sido Astro City, de Busiek, donde todos los superhéroes de Marvel y DC viven en la misma ciudad (Aquí querría yo ver a George Pérez haciendo un postercito de todo el reparto), Powers, lo mismo que el anterior pero con una comisaría de policía como punto de partida y unos casos misteriosos que se resuelven en dos páginas tras 6 números de diálogos sobre chismes y series de televisión… O invencible, de Kirkman, donde un adolescente hijo de un superhéroe con bigote (evidente genérico de nuestro querido Superlópez), se las verá con problemas cotidianos de telefilm y tratará de abrirse hueco entre los demás superhéroes.
«Vale, una historia chachi, pero que nunca sucedió»
Los casi-genéricos pero consentidos: Si llegas hasta aquí será seguramente tras haber creado algún genérico icónico (1.0), y haber demostrado tu valía. Una gran editorial se habrá fijado en tu trabajo, y, paradojas de la vida, te pedirán que hagas exactamente lo mismo pero ya permitiéndote utilizar a su personaje protegido. Eso sí, seguramente con alguna trampa, como encuadrar tu historia en una realidad alternativa (también llamados elseworlds, nachos con queso, universos paralelos) que no afecte las colecciones mensuales de su pequeño.
De los casi-genéricos tenemos SUPERMAN ROJO, de Millar (¿Y si superman hubiera aterrizado en la URSS?), THE ULTIMATES, de Millar (los Vengadores en un nuevo universo editorial, que nunca debería cruzarse con el Marvel tradicional, al menos hasta que las ventas lo pidan), y por supuesto toda la etapa de Peter David en HULK, que aunque en principio era la serie regular parece que acabó siendo un mal sueño y casi se borró por obra y gracia de Byrne y compañía.
-El genérico más inclasificable de todos los tiempos, probablemente sea SUPERMAN: IDENTIDAD SECRETA, donde un tipo que se llama Clark Kent pero NO es superman, tiene los mismos poderes que Superman y acaba vistiéndose como Superman, y ayudando a la humanidad. Pero NO es Superman. Es obra de Busiek, autor de Astro City.
«Maldita sea, ya no eres un clon, eres el auténtico!»
Genéricos que se ganan el respeto: Claro, estamos en una era de cambios, miedo a las ventas, empresas jugueteras que se hacen dueñas de las editoriales y dictan a su antojo, y guionistas de televisión que se olvidan hasta de cómo vestían sus antiguos superhéroes para darles su nueva imagen cada doce números.
Y es ahí donde un Genérico simple donde los haya (Robocop adquiere los brazos del Increíble Hulk y se coloca una cresta ochentera en la cabeza), nuestro viejo Dragón, se ha convertido en el héroe más auténtico que vive actualmente sin variaciones importantes. Es más genuino que Hulk, Spiderman, Batman… porque ha permanecido inmune a cambios editoriales, de autores, no ha tenido que saltar de una línea editorial a otra, para luego volver a la anterior… está ahí, viendo pasar el tiempo, como la Puerta de Alcalá (bueno, visto como está Madrid nuestra querida puerta de Alcalá podría sufrir alguna evolución en breve), asistiendo a tías May que resucitan, Xaviers que andan, Magnetos y demás superbichos que mueren (JÁ!), y es que ahora que cambian las editoriales la autenticidad, continuidad y realidad oficial de sus personajes cada tres meses (x-men reload) Savage Dragon parece que lleve ahí imperturbable desde los 60.
-Spirit debería ser el «genérico que se gana el respeto» más auténtico que describiéramos, pero nos viene un poco mal ya que parece que se comenta que se dice que Jeph Loeb se hará cargo de él en breve, así que ya no cuenta.Pronto vuestro querido profesor Polloputo regresará cual Jean Grey en X-men 3 (venga, ¿me vais a decir que os reviento algo?) para contaros más cositas del increíble mundo de los superhéroes.