The Running Dead

Queridos Adlátares, en estas fechas tan señaladas de Halloween ¿qué menos que hacer un post temático sobre muertos vivientes?

¿Cómo? ¿Que Halloween fue ayer?

Nada más lejos de la realidad, camarada. Si bien es cierto que en la España Peninsular, a las 12:35 am ya es jueves, aquí en Canarias (Ente Nacional Macaronésico) todavía son las 11:35 del Dia de Todos los Muertos.

Hay que ver. Uno escribiendo un post contra viento y marea (literalmente) y se me ponen con pegas de continuidad.

¡Centralistas! ¡Peninsuloides! ¡El día que logre descifrar el hechizo guanche para levantar un ejército de momias aborígenes os vais a enterar!

Esto… ¿por dónde iba?

Ah, si…

Hablaba de muertos a medias. De defunciones «que viene el lobo». Que ya han estado muertos antes. Con la misma pose en la misma portada y todo.

Snifs, Beetle está muerto. Si tuviera otra oportunidad esta vez le haría caso…

Para quienes habría que construir tumbas con losa giratoria.

¿Yo? Yo estaba… Estaba en… Vaya, no me acuerdo.

Quienes hacen de su vida una canción «Y volver…»

Nunca juegues a los chinos con una entidad cósmica. Perderás.

«…y volver…»

Proximamente, Phoenix: Europe’s Living a CelebreiSong

Si es que es más facil llevar la cuenta de los personajes que no se han muerto hasta ahora.


Sin ir más lejos, de los Bengadores de Bendis el único que no ha pasado por el tanatorio es Luke Cage, ¿no?. Y Spider-Woman queda en un honroso segundo puesto porque sólo ha estado muerta una vez.

Y, por supuesto, Marlo pudo. Y Betty. Y el Lider. Y…

Pero allende las barreras entre medios existe uno en el que los muertos que se levantan de sus tumbas, una vez devueltos a ellas, tienen la decencia de quedarse allí.

El cine.

Es dificil elegir una sola obra entre el inagotable acervo de narraciones protagonizadas por no muertos que ha producido la gran pantalla (repetid lo anterior frente a un espejo tres veces seguidas, ya vereis que axfisia). Pero he reservado para esta ocasión la reseña de una pequeña obra maestra olvidada por la historia del cine, innovadora y décadas adelantada a su tiempo.


Incubo sulla Citta Contaminata. Que traducido del italiano al español es:


La Invasión de los Zombies Atómicos, obviamente.

Y ¿por qué la película de Umberto Lenzi es digna de honrar este blog con su presencia?

No es por contar con hordas de zombies que corren cual maratón urbano 22 años antes de 28 Días Después.


Ni por tener un clímax final donde los zombies corredores arrasan el Parque de Atracciones de Madrid.

¡Cielos! ¡Se han comido hasta la estatua de Fofó!

Ni es por contar con Paco Rabal como aguerrido general de la OTAN.

Nadie a ganao hamá una guerra muriendo po su paí, Búfalo.

Lo que hace de LIDLZA un clásico olvidado a recuperar es que en ella aparece Manuel Zarzo como aguerrido militar de la OTAN.


Que se saca un sobresueldo trabajando para la Corporación Umbrella.


Si, si, la de Resident Evil. He aquí la evidencia.


Creían que podrían mantener oculta la Verdad. Pero, nuevamente, se equivocaron.

Toooma Capcom.

Toooma Paul Anderson.

Salón del Manga: semos peligrosos, semos fanzineros

Iba yo por el Salón del Manga camino del tenderete de las Charm cuando me interceptaron estos dos poco recomendables sujetos:


Son Pedro Kat y Fdez, dos indeseables que me sacaron el dinero de mala manera colocandome estas estúpidas… cosas


Para los poco familiarizados con el mundillo editorial español: lo que se ve a la izquierda es la tercera entrega del fanzine del Studio Kat. Y a la derecha, la edición sacaperras (o sea, en papel) de la serie online Like a Monkey, a la que pertenece la siguiente tira


Después de esta lamentable exhibición de mal gusto y provocación gratuita, este par de dos se atrevieron a pedirme que les hiciera publicidad de sus gilichorradas en el blog de ADLO! Pues ahora no os saco, ea. Como si aquí estuvieramos faltos de nuevos talentos a los que promocionar, vamos hombre (NOTA: se vende blog por un ajustado precio, pregunten tarifas en el buzón)

Salón del Manga: el minifotorreportaje

No, esto no es otra crónica sobre el Salón, que Lorzagirl lo hizo estupendamente el lunes. Esto va a ser más bien un complemento… incluyendo, claro, lo que Lorza se perdió mientras estaba encerrada en el baño escondiéndose de algún tío raro


En el stand de World of Warcraft antes había una de las modelos de Carlos Díez, pero en cuanto se dieron cuenta de que los frikis solo miraban a la pantalla la sustituyeron por una muñeca hinchable. nadie lo notó

El stand de Planeta, como es habitual, estaba decorado con los mangas de más rabiosa actualidad. AVIV ATENÄLP!

Nadie puede resistirse a la magia del cosplay. Ni siquiera los agentes de la ley que acudieron a poner orden entre las hordas de otakitos que abarrotaron la Farga el sábado. En la foto, uno de ellos vestido de Naruto

Y para terminar… ¿creíais que íbamos a acabar el post sin colgaros la foto de alguna otakita macizorra y piropeable?

La aldea global es cada día más aldea

Agripino era un chico infeliz. Vivía en una población de tamaño medio con una única librería especializada, a la que acudía, si podía, una vez por semana. Su presupuesto era limitado, y le molestaba la sensación de no saber qué encontraría al llegar ¿se habría retrasado alguno de los títulos que seguía? ¿o habrían llegado inesperadamente tres o cuatro tomos que le interesaban y que le tocaría ir comprándolos poco a poco? Esta sensación se acentuaba cuando llegaba el Salón de Barcelona y la librería se llenaba de mesas plegables con apetitosos tebeos, la mitad de los cuales no conocía. Su única fuente de información eran los folletos gratuitos de Planeta, Norma y Panini con las novedades del mes, pero aún con esto Agripino se sentía muy desinformado. Más aun cuando coincidía en la tienda con unos chicos que hablaban con el encargado de títulos maravillosos que iban a salir pronto, y de los que se habían enterado por Internet. Así, el día que arrimando la oreja se enteró de que Dude no seguiría con Bone, Agripino lo tuvo claro. Quería ser una persona informada. Agripino iba a ponerse Internet.
Las llamadas a las operadoras fueron como una seda, todo eran facilidades, y el día acordado le llegó el técnico a casa para hacer la instalación gratuita. Hubo, sin embargo, un problemilla. La habitación donde Agripino tenía el ordenador no disponía de tomas de teléfono, por lo que habría que pasar unos cables. Nada difícil, saldrían desde el dormitorio, irían por el rodapie hasta llegar al pasillo, seguirían recto, habría que pasar un armario con unos agujeritos o quitando una chapa, y llegarían al despacho atravesando la pared del aseo a la altura del techo. No se notaría nada, le aseguro el técnico, si acaso habría tener algo de cuidado con no pisar el que cruzaba el pasillo y apartar el de la ducha cuando fuera a usarse. Como Agripino no se mostraba muy convencido, el técnico le propuso meter el ordenador en el dormitorio. Y como tampoco parecía la mejor solución, el técnico le propuso montarse un alámbrico.

Con un alámbrico no habría problema, el técnico le metía el moden en la toma del dormitorio, donde el matamosquitos eléctrico, y Agripino sólo tenía que solicitar a la casa un rúter. Y la tarjetarred, claro. Claro. Agripino no entendía nada de aquello, él quería que le vinieran, le montaran Internet en el ordenador y a rodar. Pero como el técnico se lo puso tan fácil con lo de solicitar un alámbrico le dejó hacer. Así, con un aparatito con una lucecita verde parpadeando en la toma del dormitorio, Agripino llamó a la casa para solicitar lo del rúter y la tarjetarred para el alámbrico. Cuando consiguió hablar con un humano, le dijo que lo del uifi tenía un coste adicional bastante considerable, y que si lo pedía ahora el plazo de entrega sería de unos veinte días. Pero un conocido le aconsejó que lo del rúter y la tarjetarred se lo pillará por su cuenta en cualquier centro comercial, le saldría mejor, que lo único que tenía que mirar eran las compatibilidades y que le ofrecieran una buena criptación de datos. Eso hizo, y en dos tardes lo tuvo todo montado, o al menos todas las lucecitas marcaban correcto, aunque en el ordenador Internet todavía no le iba. Con dos llamadas a la operadora, le respondieron que por parte de ellos todo estaba correcto y que le debería funcioanr sin problema. Si acaso, podría ser cosa de la configuración de su sistema operativo, y en eso ellos no podrían hacer nada. Carajo. Así que empezó a toquetear, seguir la ayuda del Windows, abrir cajitas, y al final todo se arregló ticando una casilla en las propiedades del Explorer que le venía en el disco de la casa. Había costado tiempo y algo más de dinero de lo esperado (¿cuantos tebeos se podría haber comprado con lo que costaba el uifi?), pero por fin Agripino tenía Internet e iba a ser un lector informado.

Como todo hijo de vecino, puso Google como página de inicio y tuvo por fin el ciberespacio en sus manos. La primera palabra que tecleó en el buscador fue «Tebelogs«. La había oido comentar a los chicos de la tienda, la web con más información sobre tebeos. Y un nuevo mundo se abrió ante él.

Toda la información que estaba buscando, toda. Y cada hora se generaba más. No conocía el resto de dreamers ni la historia de cada uno de los enlaces externos a los que Tebelogs apunta, pero sí que tenía claro que él que ideó esa página se merecía un premio. Agripino iba ser por fin un lector informado.

Comenzó a navegar. En un sitio le informaban de las novedades de Norma ¡antes incluso de que el folleto llegase a su tienda!, y ya avisaban de un retraso en dos títulos. Que maravilla. Agripino imprimió esa página, aunque no definió el marco de impresión y le salieron 22 páginas, con la lista que le interesaba partida en dos. Luego estuvo un rato leyendo reseñas de tomos de Ponent y Sins Entido que no le sonaba que hubieran llegado a su tienda ¡el próximo día los reclamaría! y en otra página se encontró casi sin querer con el checklist de La Cúpula ¡para dentro de dos meses! ¡Por fin podría hacerse una lista en condiciones y prever sus gastos con antelación!

Una hora después, nueva actualización de Tebelogs. El mismo listado de novedades de Norma, pero esta vez con comentarios, estrellitas, y una discusión sobre sus precios. Y las novedades de Ivrea para el mes siguiente. Estaba todo muy bien, tan bien que en vez de ir imprimiendo las listas, Agripino se hizo un archivo en Excel con los títulos que le interesaban, precio y editorial ordenado por meses ¡con esa lista en el bolsillo no le iba a pasar una a su librero!

Agripino era inquieto, y ya que había empezado con aquello se pondría al día cuanto antes. Se dio cuenta de que, cosa curiosa, era más fácil encontrar información de las novedades de Planeta a dos meses vista que en el mes en curso. Lo intentó en la web de la editorial, pero hasta cosas que ahora sabía que no saldrían hasta dos meses después le aparecían como «título publicado». Tuvo que repasar los históricos por meses de un par de sitios, pero lo encontró casi todo antes de cenar. Porque no cenó, que se le habían hecho las tres de la madrugada navegando. Era la novedad.

Al día siguiente, tuvo que hacer algunos cambios en la hoja de Excel, pues algunas de las novedades del mes anterior no habían llegado todavía, de forma que las pasó al mes siguiente con un fondo gris claro que indicaría «con retraso». Y como sabía tan poco de muchas de aquellas novedades empezó a leer las reseñas y puso las calificaciones de cada una en unas columnas al principio de la hoja. Pero cada bloguero tenía su baremo particular, lo que para unos era una maravilla para otros era basura, de forma que las medias l
e salían muy parecidas, rondando el aprobado, aunque se conseguían a base de combinar dieces y ceros. Tendría que ponerse un poco a la faena de discriminar. Pero eso sería otro día, que hoy se había conectado tarde y ya como mucho podría dormir cinco horas si se acostaba ya. Y con lo del ordenador ya llevaba dos días sin tiempo para leer un solo tebeo. Tenía que remontarse a una vez que lo operaron para recordar cuándo fue la última vez que estuvo tanto tiempo sin un tebeo en las manos.

No pudo volver a conectarse hasta dos días después, de forma que tuvo que meterse en lo satrasados de Tebelogs para tener la información del día anterior que ya no aparecía en la página principal, por si se le pasaba algo importante. Se pudo dar cuenta entonces de que los listados de novedades tenían una vida media de hasta cuatro días, en los que aparecían listados en Tebelogs de vez en cuando. No pasaba nada si se perdía un día, pero entonces debería estar más atento o conectarse más a menudo durante los tres siguientes.

Con todo eso, no tenía tiempo de acercarse a la librería, pero tampoco le quedaba mucho dinero por gastar, el uifi y el primer recibo de la conexión habían sido un pellizco considerable a su economía. Pero valía la pena. Total, ya no hacía falta que pasase tanto por la tienda, sabía lo que se estaba publicando en cada momento, su formato, precio y la puntuación baremada de sus blogs favoritos. Le bastaría con ir una vez al mes con el dinero justo y comprar lo que quería.

Era tarde y era viernes, la navegación de Agripino se salió algo de su ruta habitual y se metió «por curiosidad» en los terrenos de la carne, sólo un ratito. Al día siguiente su ordenador hacía cosas raras, se le abrían muchas ventanas, mensajes de error en el correo, y de vez en cuando se le bloqueaba. Llamó a su amigo informático (todo el mundo tiene un amigo informático) ¿antivirus? ¿pero hace falta un antivirus? si no pueden entrar en el ordenador, va por uifi y además criptado ¿ah, que un antivirus es imprescindible? nuevo viaje a la tienda, a por un Antivirus fiable. Nuevo taco al bolsillo, necesario formateo del disco duro y vuelta a empezar con la configuración de la tarjetarred, la conexión al rúter, la pestañita aquella del Explorer (¿cual era?) y rehacer la hoja excel desde el principio. Menos mal que de algunas novedades se había impreso el listado antes de la debacle. En dos días lo tuvo todo organizado casi como al principio. Y en la tienda del antivirus se había visto una agenda electrónica compatible con Windows, si hacía un esfuerzo podría organizarse el listado con ella y le serviría de copia de seguridad. Además, con ella sería el rey de la librería ¡mucho mejor que el listado en papel, vamos!

Tres semanas después del formateo, aún sin mucho dinero, Agripino se pasó por la librería con la agenda. Compraría algo de lo previsto, que marcaría con una estrellita amarilla y comprobaría que todo lo demás había llegado. Y se llevó su primera decepción. Las novedades no llegaban a todos los sitios el mismo días, y según zonas podía haber una semana de desfase arriba o abajo. O sea que la información de Norma Sabadell, Tienda Dreamers o Atom Comics no era fiable al cien por cien para la librería de su ciudad. Para calcular su desfase con ellas debería pasar cada día por la tienda durante un mínimo de dos semanas y ver lo que entraba cada día. Así podría estimar mejor con que retraso o adelanto respecto a las listas de Internet llegaban las cosas a su población. Dependiendo de la editorial, por supuesto. Y eso hizo. En la tienda empezaron a mirarle mal. Entraba cada día, no compraba y solamente hacía que jugar con la agendita. Aparatito que por cierto estuvieron a punto de robarle una vez de vuelta a casa, de forma que desde entonces se hacía una copia de seguridad extra de sus datos en CD. Menos mal que las grabadoras estaban bastante tiradas de precio. Aunque por el mismo dinero se hubiera podido comprar dos tomazos.

Entre visitar Tebelogs, bajar nuevos listados, cotejar los antiguos, corregir, añadir, buscar nuevas reseñas, ponderarlas y actualizar los archivos del ordenador, la agenda y un CD, Agripino invertía una media diaria de dos horas, cuando ya se había acostumbrado al proceso. Esto le restaba tiempo para leer, pero como tampoco le quedaba demasiado dinero, tampoco es que tuviera mucha lectura pendiente en casa. Para pagar la conexión tuvo que dejar de comprar algunas cosas, que ponía en un segundo fichero en la agenda y el disco a la espera de tiempos mejores. Seguía actualizando la agenda, pero ya no la llevaba a la tienda, un segundo intento de robo le había hecho pensárselo mejor.

Llegó un momento en que Agripino pasaba más tiempo pensando en títulos y fechas que en los propios tebeos. Más de una vez cuando se disponía a actualizar una lista se encontraba con que ya tenía esos títulos en el fichero, en un avance de hacía dos meses, pero algunos precios habían cambiado y una novedad ya no aparecía, había que volverlo a repasar. Más de una vez consideró no hacer caso a los avances con demasiada anticipación, pues rara vez terminaban cumpliéndose completamente. Pero como le daban una estimación bastante aproximada del gasto futuro los siguió incluyendo aunque en una pestaña aparte, con fondo verde esperanza. Su sistema de cálculo tenía algunos fallos, y en alguna ocasión se perdió un tebeo por haber llegado antes de lo previsto y agotarse. También alguno se le retrasó más de lo previsto, y como él creía que tenía que haber llegado, más de una vez discutió con el librero. Y cada vez salía de peor humor de la librería, cuando no faltaba por llegar algo, resulta que le cambiaban a última hora el precio de una novedad y no llevaba suficiente encima…era bastante frustrante.

Al disponer de menos dinero la lista de la compra iba en aumento, y Agripino dejó de imprimir el listado completo cada vez que iba a la librería, le bastaba con el de cosas atrasadas y las posibles novedades. Pillaba lo que podía y lo tachaba de la lista con un boli. Al volver a casa dejaba la lista al lado del ordenador y actualizaba los ficheros cuando se conectaba, aunque alguna vez perdió alguna y terminó comprando mismo álbum dos veces. Pero al leerlos con dos meses de diferencia le costó darse cuenta. Dejó de usar la agenda.

Gastaba más, leía menos, dormía menos, y su lista de novedades pasadas presentes y fururas estaba algo descuidada. Lo que más rabia le dio fue una vez que actualizó de golpe dos días de Tebelogs y tres visitas a la librería y cerró el archivo sin guardarlo. Se acercaban el Salón del Manga y Expocomic y Tebelogs reventó de información, listado y reseñas. Nunca se había metido muy de lleno en el manga. Y ante tanto título nuevo volvió a bucear en las reseñas de Tebelogs para ponerse al día en el tema. Así descubrió los foros otakus. Esa noche no durmió.

Así, entró en la librería el Sábado del Salón del Manga. La librería había dispuesto las novedades en improvisadas mesas y montones. Esto le contrarió. No llevaba la hoja en el bolsillo, había dormido poco y ni siquiera había recordado que el fin de semana de los mangas era ese. El venía a ver si le quedaba alguno del de los Combates Cotidianos, si le había llegado el Caída de Bici y el Linterna Verde/Flecha Verde de Adams. Aunque no se acordaba bien de si este ultimo era de Octubre o de Diciembre ¿o es que sa
lía en dos listados? ¿seguro que el de Caída de Bici era de Octubre? ya no estaba seguro. Bueno, ese día había pasado por el cajero. Pillaría algo y ya actualizaría la lista al volver a casa. Había muchos mangas, pequeñitos, de vivos colores, había dormido poco, formato, precio…plantado como estaba ante las librerías, cerrando el paso, el dependiente le preguntó:

«¿Que qué buscas?«

Agripino le respondió «No…lo…sé«, y se desplomó sobre una pirámide de tomos de Lupin III.

Tres meses después. Agripino solucionó sus problemas. Se dió de baja de Internet y pasa, si puede, una vez por semana por la librería, pregunta qué les ha llegado de nuevo y se lleva lo que le interesa. Si en esa visita no puede costearse algo pide que se lo guarden. No sabé que habrá llegado en su siguiente visita, no sabe que su serie favorita corre peligro de ser cancelada, no sabe que la maquetación del tomo de Los Defensores es bastante peculiar, y no sabe que dos cosas que pueden interesarle llevan ya dos semanas de retraso. Pero ahora es feliz.

(Los sucesos aquí narrados son completamente ficiticios sin relación alguna con la realidad. Todo el mundo sabe que Lupin III y las cosas de Mangaline del Salón del Manga no han llegado todavía a las librerías)

Cla$$war o la Guerra de las Ganan$ia$

El título es homenaje a Gain Wars, obra que Víctor Alós y Sergi Abad publicaron hace ya algunos años en Otracosa. Cuenta la leyenda que fueron con la obra en busca de editor, y que alguno les dijo que merecía la pena…pero que no se atrevían a hacerlo por si se metían en algún problema de tipo legal con George Lucas. Y es que hay veces que parece que por parte del editor sería más sincero decir a los autores «¡detrás de vosotros! ¡un mono con dos cabezas!» y aprovechar el despiste para escabullirse. Pero estoy desbarrando…
Si algo funciona, no lo toques. Si esto parece tan de Perogrullo, estaremos de acuerdo en que las políticas de algunas editoriales de cara a los salones principales va viento en popa. La directriz a seguir parece sencilla, sacar cuanto más mejor, pero a la perfección se llega puliendo los detalles. El lector español está ya acostumbrado a que durante el año haya dos puntos álgidos de oleadas de novedades: a mitad de año (Abril-Junio) en el Saló y a final de año en dos tandas: Salón del Manga y Expocómic. Estos momentos son muy importantes para las editoriales, si tienen stand, por la venta directa al público, que se ve que les generan unos beneficios muy interesantes. Además de las editoriales, acuden a estos eventos las librerías, que confían en surtirse con las novedades de esos días para sacarse también un pellizco interesante. Muchas editoriales optan por sacar sus productos más interesantes en esas fechas, los que sepan que van a venderse bien. Pero para las editoriales grandes esto no basta. Para una editorial grande el éxito en un Salón consiste en que todo lo que se venda en el recinto sean productos suyos. Y tanto si acude al evento como si no, la forma de conseguir su objetivo es sacar la máxima cantidad de novedades. Entre las que hay cosas interesantes, desde luego. Es posible sacar 5-10 novedades interesantes en un Salón, de esas que el público espera con ansia, pero como las demás editoriales también publican cosas interesantes, se corre el peligro de que nuestros productos no tengan la visibilidad suficiente en los stands o las librerías. De forma que hay que sacar otras cosas menos conocidas, pero que hagan bulto. Ocupando escaparate. Quince mejor que diez, si pueden ser veinte fantástico, y treinta sería lo más. Pueden estar bien, o no, quien sabe. Porque nadie lo sabe. Esos títulos cuya función es restar espacio a los de las demás editoriales para conseguir imponernos en la cuota de mercado son los que vamos a llamar «las Pedreas«.

Queda claro pues que para una editorial grande sacar novedades Pedrea durante un Salón es una necesidad. El problema viene a la hora de seleccionarlas. Ya no se trata solamente de un baremo de calidad (ya que se editan, si lo va a comprar y leer alguien, mejor ¿no?), sino de una cuestión numérica, de dónde sacar tantos títulos como hacen falta. Y mantener la compostura cuando después de un año diciendo que tal título o tal otro con ciertos visos de comercialidad están «En estudio«, se terminan publicando en los Salones a perfectos desconocidos….oh, vaya, quería haber escrito esto de forma general, siempre refiriéndome a «las editoriales grandes», pero me parece que ya sabéis de cual estoy hablando. Tampoco era tan difícil, la otra grande todavía no se entera del tema y saca las cosas a su ritmo haya o no Salón. Ya se dará cuenta algún día que es del género bobo sacar cinco tomos cada mes del año cuando puedes concentrarlos en 30 para cada Salón. Y entonces temblaremos. De emoción, claro. Pues con las caretas quitadas vamos a hablar un poco de la edición de las Pedreas, que también tiene su enjundia.

Lo habitual es conseguir los derechos de algún título o editorial oscura y se preparan en silencio hasta que llegue el momento de anunciar las novedades del evento. Parece fácil ¿no? no, lo de prepararlas sin filtraciones no, lo de buscar títulos. Todos conocemos alguna obra interesante e inédita en castellano que nos gustaría ver editada. Pero imaginad que no nos piden un título o dos, nos piden cuarenta. Dos veces al año. Siendo así, simplemente encontrar obras, contactar con sus autores y editores, y preparar las ediciones y promocionarlas tiene mucho mérito. En pocas semanas deben convencernos de que necesitamos comprar el Spider de McGregor y Colan, o el Monstruos de Neal Adams, o aquellos tomitos en blanco y negro ¿eran de Oni Press? que sí, que creo que me acuerdo, había uno con ¿puede ser con la portada verde? ¿no había hecho otro un tal Steve Rolston? ¿y lo de Dr Cyborg es posible que fuera de Image?

Las editoriales podrán argumentar que es precisamente en los eventos a los que acude gente que no lee cómic habitualmente cuando hay que diversificar la oferta. Lo que pasa es que si un lector no habitual se ha metido en un recinto de estos, seguramente algún amigo le habrá recomendado algo que comprarse, y dudo mucho que sea el Shutteburg Follies, para que nos vamos a engañar. Si este hipotético comprador tiene un mínimo de interés (y ya que ha pagado entrada para meterse en un Salón, vamos a suponérselo) igual va buscando alguna recomendación como el clásico Maus, o V de Vendetta, o Gon, o… y si encima le han dicho qué editorial lo publica y se encuentra la caseta de ellos nada más entrar, va a suponer que lo van a tener allí ¿verdad? No, no verdad, lo más probable es que le contesten «eso lo sacamos hace tiempo, aquí sólo hemos traído novedades. Pero tenemos este tomito con la tapa morada que igual te puede interesar, es de uh…un autor alternativo«. Y con los stands de las librerías puede pasarle otro tanto, con estanterías clónicas de las mismas novedades. Lo que hace pensar que si lo importante de verdad en estos eventos es el lector no habitual, serían buenas ocasiones para mover restos de material editado con anterioridad. Pero como este es un blog de risa no penséis demasiado en esto ¡detrás vuestro, un mono con dos cabezas!

Tras el maremoto vuelve la calma, y para dejar sitio a las novedades que siguen entrando, los verdaderos títulos Pedrea terminan de forma acelerada en los montones de saldos de las librerías (ya, los saldos no existen, es sólo una forma de expresarse). Lo que termina jugando en su contra, porque si un comprador de librería no se ha decidido en esos meses por un título, el verlo relegado al montón de baratillo lo que hace es confirmarle que su lectura no habría valido la pena. En cambio, si se mantienen un par de títulos Pedrea en las estanterías sin rebajarles el precio, es posible que todavía termine picando por ellos. Y es que si esos no se están saldando es porque deben estar bien ¿no?

Aunque vayan a ser leídas por una minoría, las Pedreas también deben seguir el proceso editorial de traducción, rotulación, problemas, impresión, etc. Y se les debe dar un formato. Formato que, al tratarse de productos diferentes a las líneas que se publican el resto del año, deben estar diferenciados. Esta diferencia es también una buena baza para la cuestión de la visibilidad. Si sacas un producto que a simple vista no parezca de tu línea editorial habitual, no parece que seas tú el que ocupa todo el escaparate. Es en esta cuestión, la del formato, en la que los editores pueden sentirse creativos, libres de las ataduras de grapas, tomos, clásicos reducidos…y todo esto repercute obviamente en el precio del producto. En los últimos años la tendencia ha consistido en productos en blanco y negro, tomos sencillos en tapa blanda, con un precio bastante ajustado. Pero tampoco hay que extremar la uniformidad, un tapa dura a tamaño gigante con un precio exagerado siempre da un toque de distinción necesario. Y algún tomo en tapa dura sin motivo aparente, que hay gente que quiere las ediciones cuidadas, sin importar mucho que haya dentro.

Esta reflexión viene del otro día, cuando entre las novedades del Salón del Manga me encontré con Cla$$war, y pensé «vaya, este año las Pedreas se han adelantado«. Como la Navidad, que el día menos pensado ya van poniendo las luces. Abro y me encuentro con Trevor Hairsine, artista inspirado en Alan Da…Bryan Hitch. Entra por los ojos, aunque no dibuja todos los episodios. Porque en cuanto comenzó a destacar se los llevaron los de Marvel para sus títulos Ultimate y tal, malvados ellos. Cla$$war es de la editorial Com.X ¿no habíais oído hablar de ella? Que raro. Porque Cla$$war es un título más que interesante, y que por fin se ofrece en castellano en un lujoso tomo en tapa dura por 13,95 euros, coincidiendo con las novedades del Saló del Manga. Lo que pasa es que uno no puede dejar de preguntarse cuando lo tiene en las manos en la tienda «de todos los días del año que tienen para sacar esto ¿no es demasiada casualidad que lo publiquen justo ahora?«. La recomendación desde aquí cuando se duda ante una potencial Pedrea es dejarla en la tienda unos días. Si se agota era buena. En tapa dura Cla$$war queda resultón, muy Authority.

Pero esto ha quedado demasiado serio y eso que todavía no nos hemos ahogado con las novedades de Expocómic ¿queréis algo divertido para terminar? Pues pensad en que tan seguro como que el Sol sale cada día es que para el próximo Saló de Barcelona volverán a sacarse otras cuarenta novedades de la manga. Clásicos, reediciones, rescate de autores semiolvidados, editoriales monoritarias. Se hacen apuestas. Y no dudéis que lo conseguirán. Y otras cuarenta para Expocomic 2007. Que no decaiga.

Resiste YAIBA!

No hace aún un mes subíamos un post por aquí sobre la contraportada del número 4 de YAIBA!.

No ha pasado un mes y ya han publicado dos números más (luego nos quejamos) en los que han respaldado la labor del «tipo de las sinópsis»

Recordemos que en su momento señalamos la brillante idea de contar en el resumen cosas falsas para que el públcio se sorprendiera e invocar a los lectores de Dragon Ball alterando ligeramente lo que realmente ocurría dentro.


Pues bien, su forma de respaldarlo ha sido el mantenimiento en el siguiente número, el cinco


y en el recien aparecido sexto número


de esa sinópsis. Aunque el contenido interior se parezca algo a lo del 4 y en absoluto al resto no por ello Planeta va a dejar de reivindicar a sus colaboradores.

Así, sin dudarlo: Con un par de bolas.

Todo Menos Dos

El amigo Kirkman está ya en los Ultimates X Men. Según ha empezado nos regala la siguiente viñeta para que podamos hacer nuestro post de hoy. Kirkman, campeón, te queremos.

Los menores, que vayan a otro blog más familiar.

Nosotro hagamos una lista*:

– Sexo peligroso: Felación mientras hablo por videoconferencia con Nick Furia.
– Sexo aéreo en el X-Wing.
– Un Kevin Smith; quiero decir un culo-boca no que me dejes a medias.
– Un trío con Emma Frost.
– ¿Has pensado en disfrazarte de Enfermera?
– ¿Has pensado en disfrazarte de Emma Frost?
– ¿Has pensado en disfrazarte de Robin?
– Sexo anal rematado soltando un zurullo sobre el pecho.
– Conviértete en Tormenta y hazme una Lluvia Dorada.
– Conviértete en Pícara y absórbemelo todo.
– Conviértete en el Hombre de Hielo y hazme una Bola de Nieve.
– Sexo anal, pero sólo si te disfrazas de Profesor Xavier.
– ¿Sabes lo que se puede hacer con una silla, una palangana y una gallina?
– Ponte chocolate sobre el cuerpo que ya me encargaré yo de fundirlo… y limpiarlo.
– Sexo Peligroso: En la cama de Lobezno.
– Sexo Bastante Peligroso: En la cama de Lobezno sin condón.
– Sexo MUY Peligroso: En la cama de Lobezno, sin condón pero con Lobezno.
– Sexo telepático mientras estoy en el cine viendo una de esas pelis de tías que eliges tú.
– Un Lobdell; sexo en el tejado.
– ¿Sabes lo que es un Strap-On?
– Tú dices «Oh, sí, papi, dame mi meriendilla» mientras te preparo con los chicos un delicioso Bukakke.
– ¿Sabes mi peli favorita de la Lindsey Lohan? Hagámos lo mismo. Intercambiemos cuerpos.
– Me gustaría probar eso que vi el otro día en Cosas de Frikis. (Chicos, se os han adelantado con este post)
– Venga, hazme algo que justifique que este sea el título X definitivo.

Pues bien, chicos, pensADLO!, porque Jean lo haría TODO MENOS DOS!!!

Y, recordad, si añadis cosas en los comments mayor será el número de posibilidades de que Jean acceda al resto.

* Suponiendo, claro, que Scott no fuera un media-nena cuya mayor perversión sea que las luces estén encendidas.

De Lorza y Otakus


Pues yo diría que ya no es domingo…
Da igual, tú ponlo.
Pero tendré que retrasar mis post y hoy tocaba uno sobre sexo…
Pues como este.
En fin…

Contamos hoy, de nuevo, con una colaboradora de excepción. Haremos una excepción y la aceptaremos como colaboradora. La idea era que EmeA pusiera una crónica sobre el Saló del Manga (la idea, también, era que lo hiciera SU día de la semana) pero parece que un estudi de mercado reciente, dice, [estadístico él] que la gente prefiere leer la versión de la vóctima.

Lo que no sé es por qué me ha enviado un texto LorzaGirl para que lo suba aquí. Hasta lo subimos a una Hora de LorzaPosteos. Con todos ustedes:

Cosas que Hacer en Barna Cuando Estás Muermo.

-Lorz, ¿vas a venir conmigo al Salón de Manga? -me dijo Eme A un día que me pilló desprevenida.
-Eh… Buenoooo… Me encantaría, ¿sabes? Pero es que tengo un… Voy a… -piensa, Lorz, piensa-. A Barcelona. Eso es. Voy a Barcelona. Si. A ver a mi familia.
-¡Qué suerte! Es en Barcelona.
-Ah, ya bueno, pero es que no puedo.
-Sí que puedes.
-¿Sí?
-No querrás que todo el mundo se entere de que en realidad eres un camionero calvete, entradito en años y fan de Camela.
Mierda.
Lo peor fue explicárselo a Novio.
Después de pensarlo mucho, mucho, pero mucho, mucho, decidí que lo mejor era ser sincera.
-Novio -le dije-, me acaban de llamar de Barcelona. Toda mi familia catalana ha sido contagiada de una terrible enfermedad y la única manera de salvarlos es con unos anticuerpos que al parecer sólo yo en el mundo tengo…
-¿Crees que soy idiota?
-Estooooo…
-Era una pregunta retórica, Lorz.
Al final Novio me dio permiso para ir, pero con la condición de que me llevara a Hermano Pequeño, pobre, que no tiene la culpa de nada.
Por desgracia Eme A ya había previsto esa posibilidad, y había convencido a Sanscrit para que nos acompañara (no sé qué de degollar a su familia mientras duermen, me pareció entender).
Efectivamente, en cuanto Hermano Pequeño la tuvo delante quedó neutralizado, y yo, cándida e inocente como soy, me vi arrastrada al frikievento.

Sí, había varios pelotes de gente.

Cuando Eme A se distrajo busqué un sitio para refugiarme, un lugar para esconderme…

El baño de las chicas, ese misterioso lugar.

Pasé las siguientes horas hecha un coquito en el baño de las chicas, alimentándome de papel higiénico en pedacitos y de un bote de pintura de carnaval blanca que me prestaron unas otakus, hasta que Hermano Pequeño entró en el baño persiguiendo a Sanscrit y me encontró.
-Deberías salir -dijo.
-¿Por qué?
-Porque eres mi hermana y si estás aquí me vas a cortar el rollo.
Snif.

Me temblaba un poco el pulso.

Era ya de noche cuando conseguí escapar, pero cuando llegué al hostal dispuesta a encerrarme en mi habitación alguien había pegado un chicle en mi cerradura, y no había nadie en recepción, y Hermano Pequeño no aparecía por ninguna parte (horas más tarde aparecería atado y amordazado en un contenedor). Comprendí, desolada, que mis opciones se reducían a:
1. Hacerme un nido con pelusas y dormir acurrucada en el pasillo.
2. Recurrir a la única persona a la que conocía en el hostal: Eme A.
Por supuesto, escogí el pasillo, al menos hasta que fui atacada por varios seres peludos de gigantescas proporciones que me retaron a un duelo mortal en el que se decidiría quién era El Amo del Pasillo.
Yo elegí piedra.
Los seres peludos, papel.
Cabizbaja, me dirigí a la puerta de Eme A.
Parecía encantado de ofrecerme su habitación. Me dijo que podía ocupar la cama de Sanscrit que, casualmente, también había desaparecido (horas más tarde aparecería atada y amodazada en un contenedor).
No me costó mucho convencerle de que siempre duermo vestida y con el abrigo abrochado y, en cuanto se metió en la cama y apagó la luz, me escondí debajo de la cama, apretando en la mano el único objeto cortante que tenía: una lliletsensorforguoman desechable.
No sé como, pero acabé quedándome dormida…
Al amanecer me despertaron los terroríficos bramidos de Eme A.
-¿Lorz? ¿Dónde te has metido?
-¡Aquí! -grité desde debajo de la cama.
-¿Qué haces ahí?
-…
-Ah, que te estás depilando.
-Pues sí.
-No sabía que hubiera que hacerlo debajo de la cama y con toda la ropa puesta.
-Ya ves.
-Bueno, pues tú sigue tranquila, que yo me voy a desayunar.
Jo.
Creo que estoy perdiendo mi atractivo.

Como colofón a tan… ehh… entretenida historia, tenemos la foto exclusiva de Lorza a la mañana siguiente.

Que no había huevos…

Quedáis emplazados al próximo posteo, dentro de un par de horas que SÍ será un posteo sobre sexo…

Una colección de Clásicos como ROB! manda

Bonito, muy bonito el doble guiño a los lectores veteranos que ha publicado Planeta en el décimo tomo de CDC: Nuevos Titanes. Primero, se acuerda de los lectores de las Bibliotecas Marvel incluyendo una nota como las que metía Viturtia cada vez que usaba material escaneado


Y a continuación toca la fibra sensible de los más talluditos usando un anacronismo imposible: ¡una fe de erratas!


Lástima que todo quede en un homenaje a tiempos mejores (como son siempre los pasados) enmarcado en una colección de reediciones de los 80 y no llegue a convertirse en una nueva política editorial, ¿eh? Porque no es una nueva política, ¿verdad? ¿¡De qué escribiría yo entonces!?

Sobre ejemplares impresos y blogs vendidos, ¡NO, PERDÓN!, Sobre ejemplares vendidos y blogs impresos

Por si las moscas, no le hemos preguntado a nuestro compañero Jónatan Sark cuánto cobra por hacer su columna, no sea que Vicente le pague de verdad. Aquí se aplica la Regla de las Portadas de La Razón: nunca dejes que la realidad te estropee un chiste