






Desconozco los motivos, pero desde hace unos días Alan Moore está en boca de todos. Quizá se deba a sus guiones de 100 páginas para un tebeo de 24, o, lo más seguro, a una de sus cualidades más destacadas: saber adaptar sus guiones a los dibujantes encargados de plasmarlos gráficamente. Seguramente, el mejor ejemplo de esta última afirmación irrefutable lo encontremos en el cuarto número de su estancia en los WildC.A.T.S. , hace ya una década.
Moore, en la escena en que Maul se interna en los bajos fondos del planeta Khera y sabedor de que la parte gráfica de ese número correspondía a dos puntales de la ilustración como Ryan Benjamin y Jason Johnson, indicó cláramente en los cuadros de texto cuáles eran los referentes clásicos que se adaptaban mejor a su estilo.
Como ven, referencias de altura: las recreaciones del infierno Doré para la Divina Comedia de Dante…
y de William Blake para su The Marriage of Heaven and Hell
Ryan Benjamin o Janson Johnson (tan buenos ambos que no puedo distinguirlos) supieron trasladar gráficamente los deseos del guionista británico.
Aún así, la capacidad de Ryan o Janson (tanto monta) para el clasicismo de pesadilla brilla con luz propia en la siguiente y espectacular viñeta del tebeo. Las indicaciones del paisaje infernal de los submundos de Khera que Alan Moore sabía se adaptaban como un guante a sus colaboradores gráficos queda patente en el siguiente cuadro de texto.
El espectacular paisaje opresivo ideado por Moore permite el lucimiento gráfico, y más cuando aparece, de nuevo, un referente clásico de altura: Piranesi.
Ryan & Janson supieron sintetizar de manera espectacular la imagen propuesta por el barbudo de Northampton.