De boca para afuera, todos tenemos un gusto exquisito.
Decimos comprar solamente lo mejor de los mejor, y en nuestra cuidada tebeoteca comicoteca únicamente tienen cabida los productos más selectos para los más finos paladares. Por lo que contamos a los conocidos en la barra de la librería, nuestras estanterías deben ser lo más parecido que existe al Club del Gourmet. Eso sí, que avisen antes si un día se deciden a venir a verlas, que, ejem, estás montando baldas nuevas y todo está manga por hombro…y tienes que esconder bajo la cama los Mortadelo y los Fanhunter. Estamos en Adlo!, señores, y se supone que se han dejado la vergüenza al entrar, así que quitémonos la careta y admitamos todos juntos Yo También Tengo en Casa Mortadelos y Fanhunters.
Si es matemática pura, se dividen cuantos ejemplares se venden entre cuanta gente somos y se ve que salimos a más de uno y de dos por cabeza. Simplificando bastante, claro, pues las cifras de venta son las incógnitas de la ecuación, pero no hace falta saber sus valores para entender su comportamiento. Matemática.
Y los que los venden lo saben.
Por eso pasan de la blogosfera. No es porque seamos pocos, que va. Es porque mentimos como bellacos.
Si fuera por lo que decimos, Krazy Kat sería el número uno de ventas cada mes, y no se vendería un sólo tomo de clásicos con una sola viñeta escaneada. Ellos nos leen, luego miran las hojas de cuentas, sonríen, y nos dejan hacer. Todos contentos.
Si hasta habrá gente que intentará seguir la colección de Clásicos Disney de El Mundo pese a la primera entrega. Si es que lo hemos dicho tanto («¡patos! ¡Disney! ¡por fin!»), que ahora no nos podemos echar atrás. Tenemos una imagen que mantener.
Pero ellos saben lo que en realidad vende.
Jamás lo admitiremos, sólo lo compraremos cuando ningún conocido nos mire, tendremos la complicidad del librero amigo o iremos a adquirirlo a librerías alejadas de nuestra órbita habitual, pero siempre acudiremos a nuestra cita oculta, con ese dulce misterio de lo que se hace a escondidas.
Es lo que pasa con Chuck Dixon. (wikipedia)
Se trata de un autor denostado de boca para afuera, acusado de comercial, de superficial, de simple, de descuidado, de despachar sus encargos sin esforzarse apenas, de…poco más o menos Chuck Dixon era Jeph Loeb antes de existir Jeph Loeb. Tanto era así que Chuck Dixon fue la primera elección de ROB! para guionizar su inmortal etapa en el Capitán América, aunque finalmente abandonó por diferencias económicas (¡quería cobrar! ¡por hacer guiones! ¡por adelantado!). Loeb fue la Opción B y el resto es historia.
Pero pese a ser tan poco querido, siempre de boca para afuera, el volumen de su obra publicada en castellano es digno de envidia. No solamente tiene obras en títulos de Batman para DC, sino que cuenta en su haber obras como el Hobbit o SuperHumores de Los Simpson. Visto así, a lo mejor resulta que Chuck Dixon es el autor de historieta más publicado en nuestro país después de Ibáñez. No sería de extrañar.
Sea como sea, ellos lo saben.
Y es por eso que, aunque sea a la chita callando, Chuck Dixon es uno de los autores más queridos por las editoriales que tienen la fortuna de publicarle. Una obra de Chuck Dixon en tu catálogo puede cuadrarte el balance del año si sabes llevarla correctamente. Pasa de lo que leas en los blogs, imprime, distribuye y pásmate. Ruíz Zafón es un aficionado.
¿Necesitáis pruebas, descreídos? pues no será porque no tengáis nada de Dixon por casa, junto con los Mortadelo y los Fanhunter.
Supongamos que tienes el fondo editorial de DC y una ruleta con la que decidir formatos. De entre todas las series longevas actuales ¿por cual te decidirías para publicarla en tomos mensuales de más de 130 páginas a todo color y en tamaño comic-book? ¿por la Wonder Woman de George Pérez? ¡JA! ¿Ligas de la Justicia? ¿quién quiere Ligas de la Justicia? No, el título escogido para este honor mensual sólo puede ser el Nightwing de Chuck Dixon.
Y parecía tonto de pequeño. Pues a ver que otro personaje tiene aseguradas las ventas de al menos 70 episodios americanos en un formato así en nuestro mercado. Que para si lo quisieran el Flash de Mark Waid o Hitman, que se han quedado en pequeño y gracias.
Y justo en el formato Universo DC saldrá una de las series más solicitadas por el fandom. Aves de Presa.
Que sí, que de boca para afuera la gente decía que lo que quería era la etapa de Gail Simone. Pero ellos saben lo que en realidad queremos y nos lo ofrecen. Empezando la serie por el lejano principio, por Dixon. Por eso lo sacan en un formato de menos riesgo editorial, por si acaso suena la flauta y tras Dixon todavía se vende algo y consiguen publicar incluso alguna cosa de la Simone esa. Podría ser. Con Nightwing seguro que no, se acabará Dixon y se acabarán los tomos. Con Nightwing pasa un poco como con Sandman, que si lo trata otro autor no es lo mismo.
¿Hacen falta acaso más pruebas?
Pues vamos con la refinitiva.
Norma Editorial. QuIzá desde que publica Top Cow no tiene la misma credibilidad que antes, pero sigue manteniendo una reputación sólida y se suele caracterizar por un exquisito gusto en la selección de su material. Cada mes nos sorprende en sus líneas Made in Hell, El Día Después, Comic Noir o Alquimia con auténticas delicatessen de lo más granado de los catálogos de las minors americanas. No es casualidad por tanto que Norma haya publicado esto.
Eso sí, adaptando el producto a las particularidades de nuestro mercado. Sin complejos. Ellos saben.
Blanco y en portada. No cabe duda de que si Norma hubiese retenido los derechos de DC, Nightwing saldría en el mismo formato que Lost Girls. Sin necesidad de subir de 20 euros los tomos.
Con la perspectiva que da el tiempo, seguro que si en esta portada hubieran puesto un sello de «Dixon Inside«, la editorial aún estaría dando caña. Lo dicho, no hay que fiarse de lo que se lea por Internet, que mentimos como bellacos.
Así que por una vez, no terminaremos un monográfico de un autor genial con el sonoro AVIV característico. Porque nadie vitorea a Chuck Dixon. De boca para afuera, al menos.
Pero ellos saben. Y sonríen.