Micropatrocinando a las jóvenes promesas

Lorzagirl se abrió un blog en 2005. Qué sabía ella, era joven, necesitaba el dinero (bueno, todavía necesita dinero… como todos) y empezó a escribir. Y sin comerlo ni beberlo ahora tiene veinte años de historias autobiográficas que legar a la posteridad

Pero como los blogs están escritos en el aire (expresión poética que además es literal, los discos duros no están grabados en piedra sino en partículas electromagnéticas que flotan sobre su superficie) unos cuántos caprichosos le insistíamos en que queríamos conservar sus anécdotas y sucedidos en papel. Y ella accedió, pero con el dinero por adelantado, que ya nos conocemos. Por eso se montó un micromecenazgo para sufragar la impresión, distribución y ensugusación del primer libro

Los años han pasado y ya estamos en plena campaña de pedir perras para sacar el cuarto libro de la serie, así que aquí te dejo el enlace para que puedas aportar tu granito de arena a esta noble causa, y de paso llevarte un libro (o hasta cuatro) cuya mayor parte podrías leer gratis en Blogspot, pero entonces lo valorarías menos

Vayamos por partes, cuarta parte

En calzones

¿Qué semana, eh?

Conste que en un momento del pasado tenía la idea de hablar de la cuenta de tuiter «Afectados_traducción_Jerusalén_Alan_Moore» pero como a cada nueva captura que suben de la edición perpetrada por Planeta Cómic y Minotauro la cosa mejora vamos a darles un poco de espacio antes de hacer un álbum recopilatorio. Eso sí, podéis seguirles y retuitearles de mil amores. ¿Que no créeis que sea para tanto? Echad un ojo a esta:

https://twitter.com/AfectadosMoore/status/1391676375505932294

Este viernes pasado varias tiras cómicas aprovecharon para sacar un tema común, los personajes ‘sin pantalones’. En teoría era por una buena causa. Aunque no han acabado de decidir cuál.

En serio, no han dejado claro ni qué hacer ni cómo hacerlo ni qué significa esto. Es maravilloso.

Tradicionalmente en un cómic si un personaje aparecía sin pantalones era por un motivo lógico y razonable como, yo qué sé, estar rodeado de niños gritando que no lleva pantalones.

Ah, que no me creéis… bien:

Pero ahora parece que han decidido adoptar lo que fue una costumbre de una fraternidad que luego decidieron lanzar como parte de su marca -o algo así- y entonces lograron eco para que les hicieran caso en otros países y blablala. La rutina de costumbre.

Y este año, con eso de que llevamos ni se sabe trabajando en calzones, un grupo de autores de tiras cómicas para periódicos han decidido lanzar la iniciativa de celebrar el No Pants Days para recordar algo muy importante:

Que hay periódicos que siguen publicando tiras cómicas.

No, perdón. Algo más modesto y fácil de lograr.

Que hay gente que no tiene la posibilidad de conseguir ropa y aquí tenemos dos ramificaciones del asunto en la que los autores no pensaron demasiado. Porque por supuesto que una gran parte es por pobreza, pero otra parte es por problemas de género.

En cualquier caso la tira que más se está usando para explicar el asunto es la de Daniel el travieso, lo que supongo que os explicará cómo ha ido el tema.

Los personajes salen sin pantalones, se menciona explícitamente la festividad, se señala el carácter benéfico/ humanitario de la misma -sin entrar en explicaciones incómodas- y se sugiere, incluso, una posibilidad para que no parezca un tiro al aire. Pero no como exclusión de las demás sino como inclusión.

Que el chiste sea dos menores diciendo que esperan que su vecino de avanzada edad conozca la fiesta de no llevar pantalones es un tema que podemos dejar para otro día, pero que va ligado a lo que os decía antes de cómo funcionan los cómics.

Y ustedes sin creerme.

Por supuesto hay gente que ha hecho un buen trabajo explicando algunas de estas circunstancias y finalidades. Concretamente la gente del Kings Feature. Y menos mal porque cada autor ha decidido hacer lo que le daba la gana con la idea. Desde los que han cumplido la parte de convertirlo en el centro del chiste, mencionar el día y hablar de las donaciones como Blondie:

a los que hacen todo lo anterior Y ADEMÁS logran que el chiste no sea literalmente explicar la fiesta como Arctic Circle:

a los que lo han convertido en el el tema centrándose en la parte más caritativa como la tira queer Rae the Doe:

Los que hacen el chiste mencionando el día sin explicar nada como Shoe:

los que lo convierten en el chiste sin terminar de hablar de nada más, incluyendo el motivo o el día:

Los que sencillamente enseñan a gente sin pantalones y allá cada uno que se las apañe como Dick Tracy:

Y, por supuesto, los que no han participado pero, ¿cómo de seguros estamos de que no lo han hecho?

Sobre todo cuando algunos de los que se supone que sí que han participado lo han hecho… de manera creativa.

Y es que al final estas cosas de juntar a mucha gente siempre crean estas situaciones peculiares.

Algo que saben bien los lectores de superhéroes porque tú sugieres ponerle pantalones a Wonder Woman y te la montan.Porque al final eso de ir sin pantalones puede parecer cosa de sexualización cuando puede ser una tradición del cómic. Como lo de los menores que… Queremos decir… eh…

Da igual.

Lo importante es que yo he podido hablar de tiras cómicas, que hemos hablado de iniciativas solidarias, que hemos recordado cómo funcionan las cosas en los cómics…

y, sobre todo, que hemos pensado mucho en los niños.

A los que tanto se tienen en cuenta en estas muestras de solidaridad.

A veces las costumbres son difíciles de quitar, eso sí.

A Alan Moore se le ve el cartón

-¿Qué te parece cómo nos ha quedao Jerusalén? Niquelao, ¿no?

-Hombre, no sé yo. ¿No nos ha salido el estuche un poco grande? ¿No se ve mucho hueco?
-Las fotos promocionales las hacemos por la parte que no se ve y arreglao

-Pero, ¿no bailarán los libros en la distribución? ¿No se estropearán las cajas al apilarlas?
-Tranquilo, que lo tengo todo pensado

-Le metemos un cartón en el hueco y ya no se mueven los libros mientras los llevamos en la fragoneta. ¿Ves qué fácil se arregla todo?

La foto en la solapa

Es posible que haya gente esperando a la publicación de alguna obra para comentar temas menores como el uso del término ‘novela de ficción‘ para definirla, o una vaga sensación de que quizá está intentando aprovecharse de alguna obra anterior en cuyo nombre no acabo de caer…

Pero lo cierto es que no. De todo esto ya habrá tiempo para hablar. Bueno, ya hablará EmeA. Ya sabéis cómo va esto. Porque yo no estoy aquí para comentar el contenido o explicar que es el fianl de la Generación Nocilla a manos de la Generación Al Medio Día Alegría. Ni siquiera estoy para avisaros de que si lo compráis por web os ofrecen una FOTO DEDICADA POR LA AUTORA. ¿Una foto de qué? A saber.

Yo lo que quiero es darles las gracias. En serio, editorial, conozco vuestra línea y vuestros autores y estoy convencido de que todo esto es solo un medio para lograr publicar su foto de autora en la solapa.

No solo eso, también descubrir que hay más fotos de aquella misma sección.

Y es que ya sabéis, nunca se puede juzgar a una obra por su portada. En cuanto a la foto de la solapa…

Hoy libro

Era cuestión de tiempo que esto pasara así que, ¿para qué retrasarlo más? Los cómics, incluso los de superhéroes, mantienen una relación extensa y duradera con la industria menos ilustrada de la edición de libros y novelas.

Ya, ya sé en lo que estáis pensando…

Pero incluso antes de las adaptaciones y los tie-ins con blablabla había ya una relación. Vamos, una relación había ¡incluso antes de que existieran los cómics como los conocemos ahora! Vamos, preguntad a los rusos si no.

Sí, he dicho rusos. Pero, vamos, que los anglos también tenían lo suyo.

Y, claro, de ahí a los cómics y de los cómics a las adaptaciones de cómics…

Pues era cuestión de tiempo, claro. Y de ahí a la tele, otro paso. y de la tele a la novela basada en la serie basada en el cómic, otros cinco minutos.

Hasta llegar a la novela basada en el cómic basada en el… Lo vais pillando, ¿no? El caso es que en los años sesenta al final una cosa

acabó llevando a otra

y, al final, todos se iban apuntando a la juerga.

Sí, es posible que os vayáis encontrado algún nombre que os suene. Luego vuelvo a preguntar.

Pero, como decía, es innegable que lo más habitual ha sido ver adaptaciones. Porque ha habido novelizaciones de casi todo. Desde las parejas favoritas de los espectadores,

a las películas más conocidas,

y las obras que no tanto.

Pero lo importante era que todos tuvieran su huequito. Desde las que aprovechaban una película para abrir camino con la excusa del contexto

hasta las que, verás, en realidad es la precuela de la secuela del videojuego basado en…

Y es normal, claro. Con el tiempo nos han enseñado que se puede sacar libros de casi cualquier cosa si le pones por medio un supes. Mira Spider-Man.

Y eso que estoy evitando repetirme con los libros de cocina.

Se podían sacar hasta versiones de Elige tu propia aventura, no os digo más.

Y la verdad es que ahora os podría contar la historia de las adaptaciones, o de las decisiones de crear libros -incluida la creación y gestión de Marvel Books– pero, ¿no es mucho más divertido simplemente soltar un montón de portadas y hace aquí y allí algún comentarios?

Vale, quizá no sea divertido. Pero soy lo suficientemente vago como para disimular que sí que lo es. Hale, venga.

Bueno, y a veces también que podrían gastarse algo más de dinero en las portadas. Pero venga, que hay lista.

Que quede claro, gran parte de la explosión ocurrió en los años noventa. Y principios de los ’00, pero vaya. ¿Se nota en las portadas o qué?

También es verdad que hay algunas cosas en las portadas que no cambian. ¿Sacarán de aquí las ideas para las películas o será al revés?

Ya que hablamos de las portadas. ¿No os alegra que se de trabajo a todos estos irrepetibles ilustradores? Mirad, mirad qué expresividad…

WAKANDA FOREVER!

¿Lo de los noventas lo habíamos comentado ya?

¿Veis? Descreidos. Si ya os decía yo que de alguna de estas acabaría saliendo película.

Y esto es lo más que ha escrito una mujer en esa película.

Mira, yo qué sé.


Menos mal que acabaron encontrando un portadista. Lo que no acabo de entender es cómo no acabaron de aprovechar el éxito del otro tipo de escritura. Ya sabéis, los fanfics. Con la cantidad de ideas que aparecerían seguro en Wattpad, FanFiction.Net, FanFic.Es o Archive of Our Own de Bruce/Clark. Debe de andar por el de Tony/Steve. Y sí, ya sé que hay gente que tiene prejuicios porque nosequé, pero si puedes encontrar J’onn/Bruce no es tampoco que… ¿supersons? uh… Bueno, da igual, que hay un montón de creaciones y, total, aquí la diferencia entre fanfic y canon es que la empresa que tiene los derechos te pague o no. (Sí, lo sé, no he puesto los de Universo nosequé que había en Dreamers. ¡Si me recordáis la URL la pongo para que todo el mundo pueda leeros! )

Pero, por supuesto, todo esto ha tenido también el resultado de que aparezcan novelas de superhéroes sin cómic detrás. Que es una forma de cerrar el círculo tan buena como cualquier otra.

Pero lo único que demuestra esto es que hay mucha gente interesada y mucho libro publicado -con deciros que todo esto es una pequeña fracción- aunque seguro que os han sonado algunos nombres.

Porque si algo podemos sacar de esto es que con la excusa de los cómics y los argumentos y tal cualquiera puede escribir un libro.

Cualquiera.

¡Estos no son los superhéroes de tu madre!

 Todo el mundo sabe que la Normalización fue eso creado para que la sociedad entera pudiera entrar con más facilidad en los cómics. O el truco del Diablo para hacernos creer que no existe… una de las dos. 

El auge de Lo Paranormal, por otro lado, ha servido para demostrar que hay un buen montón de mercados en los que la ciencia ficción, lo superheróico, lo fantástico en general, aún podría entrar…

Y, claro, con cada nuevo éxito nos íbamos acercando más a que acabará pasando… Esto:

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Que en realidad tendríamos que haberlo visto venir, claro. Porque se empieza que si Crepúsculo, que si los Young Adults, que si la Literatura Crossover -¡Ahí teníamos que haber empezado a olernos la tostada!- y en un momento tienes montados los exploits…

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Claro que todo esto… todo esto lo llevan preparando AÑOS, por eso hay una novela de Nora Roberts que ya iba abriendo camino con supes enamorados…

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y los de Harlequín habían preparado también su frente…

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El problema es que inmediatamente empiezan a buscarle las vueltas los demás, y deciden que hay que explorar eso de los poderes, bien de manera más indirecta…

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… o, incluso, más a las claras. 

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Porque, claro, llega un momento en que las editoriales deben pensar, ¿para qué nos vamos a andar con tonterías? ¿Qué es lo que reclama la gente?

¿Superhéroes lesbianas? ¡Se lo damos!

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¿Furrys? ¡También lo damos!

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¡¡¡BIEN FUERTE LES DAMOS!!!

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No es de extrañar que la web SuperHeroNovels tenga una categoría propia, Si es que hasta JotaCe sería capaz de encontrar algo de su gusto… Porque, no nos engañemos, estas editoriales saben PER-FEC-TA-MEN-TE qué es lo que buscamos.

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Y es que todo es susceptible de ser convertido en una obra romántica, sobre todo en estos tiempos de normalización. Y cuando digo todo quiero decir TO-DO, por loco que suene, por retorcido, por casi imposible, porque no le tienen miedo a nada y son capaces incluso de publicar un libro dedicado…

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¡¡¡A LA VIDA AMOROSA DE UN AUTOR DE CÓMICS!!!

Una vez más, en ADLO! hemos sido superados por la propia realidad. 

Hoy No Hay Post (5 de 4).


¡¡¡SOPA DE LETRAS!!!

A ver si puedes encontrar SEIS ideas sensatas en este texto.

Decepción con el Festival de Cine de Sitges

Comunicado Oficial.

Fanhunter S.L. desiste en su intención de recuperar, patrocinar y editar el libro Terrores Intimos para el Festival de Cine de Sitges, debido al trato poco profesional dispensado por la organización.

Hace tres años, propusimos a Angel Sala la recuperación de un libro histórico del Festival, Terrores Íntimos, publicado en 1985, coordinado por Jordi Batlle Caminal y diseñado por Jordi Catafal.
En dicho libro, escritores y periodistas como Manuel Vázquez Montalbán, Vicente Molina Foix, Maruja Torres, Jaume Figueras, Carlos Pumares o José Luís Guarner, entre otros muchos, colaboraban con un texto en el que hablaban sobre una película de terror que les había marcado en algún momento de su vida.

Es un documento irrepetible, tanto por la calidad de sus textos como por el prestigio de los participantes.

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Nuestra intención era correr con todos los gastos de edición del libro, patrocinar económicamente una sección del Festival, hacer lo posible por conseguir los derechos de esos textos e invitar a nuevos colaboradores a que se unieran a los antiguos, para aportar una visión quizá actual del género (Jaume Balagueró, Guillermo del Toro, Alejandro Amenábar, Jordi Costa, por ejemplo…)

Además de poner nosotros el dinero, los beneficios se destinarían a una causa benéfica, una organización con la que nuestra empresa ya colabora.

Mike Hostench y Angel Sala mostraron su interés por escrito. Pero las fechas y otros compromisos editoriales, según ellos, no acompañaban. Les comenté, también por escrito, que si querían desentenderse del proyecto, o si era imposible recuperar los derechos de esos textos, yo estaba dispuesto a asumirlo fuera del Festival. Durante tres años, han seguido mostrando su interés. Tras dejar un mensaje registrado en buzón de voz donde se ponía fecha al libro, me reuní con Angel Sala. En verano pasado se me confirmó que «el libro será uno de los tres que publiquemos en la edición de 2008«.

Se me dijo que Antonio José Navarro, coordinador de publicaciones, se pondría en contacto conmigo.

Nuestra empresa no está acostumbrada a que le den largas, pero el proyecto nos hacía mucha ilusión.
Tras varios intentos infructuosos de ser atendidos, ayer Caroline Meyden, Gerente del Festival, nos decía que «el Festival no puede poner dinero ahora» y, por enésima vez, le expliqué que el dinero lo poníamos nosotros íntegramente, además de una esponsoración paralela (enviada por escrito en propuesta formal con acuse de recibo). Caroline nos comentó que hoy había rueda de prensa del Festival y que nos diría la hora y el lugar para asistir y comentarlo en persona.
Tampoco llamó.

Figuramos en el envío de comunicados de prensa del Festival, así que no necesitaba la información. Gracias, Caroline; si fuera por usted, seguiría esperando. 😉

Esta mañana, en la sede de la SGAE, he mostrado mi desilusión a Angel Sala, cuya respuesta ha sido «no puedo estar por todo» y «¿nadie te ha llamado?». Son respuestas desfortunadas cuando se le dan a un representante de una empresa que quiere patrocinar a un Festival.

Angel me ha comentado, reconociendo supongo la falta de tacto que han tenido, ante otras personas, «¿qué hay que hacer para que el libro se edite?», como si no lo hubiéramos hablado tantas veces antes.

Pero era el momento previo a un acto público y no era el lugar para aleccionar al Director del Festival del tiempo que necesita un libro para ser elaborado.

A tal efecto, muy a nuestro pesar, con tristeza, hemos decidido abandonar el proyecto. Espero que alguien más recoja el testigo de la idea porque una publicación así no debería caer en el olvido.

Lástima, pero ha valido la pena intentarlo, porque el libro es precioso.

De la misma forma, espero recibir disculpas formales del Festival, por todas las molestias ocasionadas.

Un cordial saludo.

Cels Piñol
Director
Fanhunter S.L.

La Anormalización

Lo mejor que le puede pasar a un medio «subcultural» es que se ponga de moda. ¿O no?

Tomemos un ejemplo de la realidad. Un libro. Olvidaos de Chabon y vamos a por el siguiente. Austin Grossman. Grossman escribió «Soon I Will Be Invincible«, una novela centrada -o narrada por- un supervillano superinteligente y que transcurre en un universo superheróico.

También es un tipo con cara de pedroangostismo, pero ese es otro tema.

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Vale, quizá exagero. Quizá es más Mortadelo.

El caso es que su libro tiene hasta una web.

Pasemos a lo obvio. Hay dos ediciones extranjeras del libro. Uan con tapa dura y una rústica. La de Tapa dura lucía un par de encantadores dibujos de Bryan Hitch. En la portada y en el interior.

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La otra era una imagen más.. ahm… general.

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Si un editor de libros se hubiera decidido a publicarlo posiblemente hubiera una tercera portada para enseñar.

De hehco, tenemos otras portadas «alternativas».

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Como el editor de libros decidió añadirse a esta encantadora normalización tenemos una de las portadas de al edición americana. ¿Qué hemos aprendido de la elección de portadas? Efectivamente, nunca hay que escoger la espectacular, porque eso hace subir las expectativas.

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De hecho, para evitar atraer a «ese público» lo mejor es no incluir en absoluto las imágenes de Hitch.

Pasemos a otro asunto de importancia. El tamaño. Sólo un zafio publicaría el libro al mismo tamaño que el resto de los libros de la editorial. Como hacer más grande el libro solo serviría para que los libreros no pudieran meterlo en las mismas baldas lo lógico es aplicar la… Viturtización. Total, el libro ya es en Blanco y Negro.

Finalmente, el libro merece tener un precio al estilo del que pondría una editorial de cómics. Sí, quizá el estandar para la rústica sea de unos 18 € pero no estamos hablando aquí de libros, hablamos de lo que una editorial de cómics haría con el libro.  Gladiator -sí, el que influyó a esos autores- sale por 18 €, El Fin de la Infancia de Clarke a 17,50 €, Apocalipsis Z por 15, 95 €, El Mundo Sumergido de Ballard será reeditado también a 18 €, y  su último libro de relatos cortos, en tapa dura, El Tiempo de Guerra, cuesta 20 €. Por otra parte la nueva de Chabon, con tapa dura pero sin sobrecubierta cuesta 21, 90 €. Dado que este es en tapa blanda el precio debe ser hallado de forma lógica según el habitual cálculo de una editorial. Por eso «Muy pronto seré invencible» cuesta 21, 90 €.

Aunque de todo ello lo más lógico es la contraportada, que resume a la perfección todo el texto anterior: Nada de dibujitos de Hitch, tamaño pequeño y precio superior.

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Y a esto lo llamamos «Normalizar»

¿Truco o Con-Trato?

Me llega la siguiente publicidad, y no puedo más que alegrarme.

 

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En primer lugar porque si algo necesita Will Eisner es una nueva edición. En españa apenas ha tenido unas cuantas y esta, con la dedicación que le presta a sus productos El Andén, logrará, sin duda, hacer por este título lo que logró para el de la sub-directora del HOLA!, «Gafas de Sol para Días de Lluvia«.

Es una suerte que el colaborador de Zona Negativa Juan Gómez-Jurado, haya podido dedicarle un poco de tiempo a completar esta historia- Una suerte porque como autor de un libro llamado «Espía de Dios» ya está habituado a las obras que llevan «Dios» en la portada. Y gracias a «La Masacre de Virginia Tech» también está acostumbrado a las ediciones de El Andén.

Al fin y al cabo por eso le apoya el Autor Superventas del New York Times Javier Sierra.

Esperemos, también, que las ilustraciones de Eduardo Paniagua estén a la altura convirtiendo este producto en una auténtica Novela Ilustrada. Más aún, en una Novela Gráfica, quizá la primera de su estilo. Por lo que Eduardo Paniagua debería ser conocido desde hoy como «El Ilustrador de Contrato con Dios, Eduardo Paniagua«.

Así pues, nos congratulamos de que sucedan este tipo de cosas y esperamos, alegremente, a nueva adaptaciones como «El Espíritu», «Vigilantes» o «La Broma que Asesina».  No podemos esperar nada mejor de ellos.

El dardo en la palabra

La crítica de cómic es muy complicada, niños. La crítica en general, de hecho. Ustedesvosotros se sientan ahí, en sus piltras, mirando cómo nos devanamos los sesos cuatro mataos para juntar letras con cierto sentido, y ni se les pasa por la cabeza lo que se sufre. Y más si uno procede de la estirpe de los gafapastas, como un servidor. No saben, no llegan ni a imaginar la cantidad de textos teóricos que me zampé yo en mis años de universitario, intentando elucubrar cuál era la medida justa, el poso correcto de opinión sintáctica y opinion morfológica, cuál era el equilibro estable, dorado, entre paja mental y tesis férrea. Yo lo sé. Lo que se sufre, digo. Porque yo he defendido Psicosis de Gus Van Sant. A mí me gusta DK2. De lo otro, de cuál es el equilibrium del amor no tengo ni idea aún.

Y si se mezclan crítica de cine y de tebeo, ni les cuento el sindiós semiológico que se arma. Ahí están esos líos que se hace la gente, que llegan a decir que Sin City de Robert Rodríguez es un buen tebeo en movimiento (risas) o, agárrense, que el comic de Sin City es como una película en viñetas (más risas).

Pues dejen de reirse. Estos líos vienen de la continua retroalimentación de lenguajes (avisen si empieza a parecer que estoy en otro blog), que está todo muy contaminado. La culpa es nuestra por reírle las gracias a Stan Lee cuando hace cameos en las películas de la Marvel (anda que no molaría verlo de súcubo con rabo «no, esperen… ¡¡con dos rabos!!- en Ghost Rider), pero les juro que había un tiempo en el que esto no pasaba. O se disimulaba más. Era cuando se editaba todo desordenado, cuando las viñetas hacían cosas raras, los increíbles textos menguantes, qué les voy a contar yo sobre temas que han sido tan comentados por estos lares. Y pongo a Dios por testigo que no echo de menos esos tiempos de mierda. Echo de menos la primera vez que vi Vestida para Matar, echo de menos coger un tebeo de los Nuevos Vengadores y que un escalofrío no me arrase el espinazo, pero ya está. Y quien lo eche, es imbécil.

Sin embargo, lo reconozco, había tiempos en los que era más sencillo teorizar. No había toda esta maraña de narrativas que se cruzaban, que si el videojuego ad hoc extiende pasajes de la película ad hoc que se han prologado en el libro ad hoc. Todo muy ad hoc, ad hoc siempre hasta el ad hoc final. Pero cuando Dardo Gómez escribió Superman Superstar para Bruguera en 1979, con motivo del estreno de la película de Richard Donner, era todo más sencillo. Acumulas toda la información que puedes de las tres fuentes medio reconocidas que tienes a mano (los caóticos archivos de la propia Bruguera, las necrológicas de George Reeves y un par de conversaciones con Javier Coma), algo de prosa sugerente (ahora veremos unos ejemplos) y, hala, tochito de Superman para los niños. ¿Quién va a discutir las frases de cinco líneas, los datos sin contrastar? ¿Los pajeros lactantes, Lolo Rico, algún precedente de Miguel G. Saavedra? Ay, anda que no hubiera yo dado nada por ser escribiente en aquellos tiempos.


Dardo Gómez, un buen hombre, pero no un buen seudónimo (ni malo: es su nombre real, y hoy día es presidente del Sindicato de Periodistas de Cataluña, con todos los respetos que nos merece tal institución), arranca ofreciendo una breve historia del comic-book, de la que yo resaltaría este párrafo.


Estoy completamente convencido (entre mis numerosas virtudes no está la de ironizar) de que Dardo sabía, como todos nosotros, que Yellow Kid se llamaba así… porque era oriental. Pero sin duda, no queriendo redundar en estereotipos raciales que en 1979 ya empezaban a ser de mal tono, improvisó una excusa apresurada e incoherente. Que como no tiene nada que ver con Superman, ya nos va bien.

El tomo prosigue con el capítulo Vida y Milagros de Superman, sin duda una obra titánica. Porque hay que tenerlos cuadrados (icosaedrales, diría yo) para resumir en veinte páginas (que se pasan volando, miren a mí cómo me está quedando este post y aún no he dicho nada) y li-ne-al-men-te toda la vida de Superman. Y estamos en terreno pre-crisis, pero ni Tierra 2 ni hostias. Plas, plas, plas, que si Villachica, que si Superboy, que si Krypto (aquí jocosamente denominado Supercán, que a la hora de poner a caldo a Novaro a todos se nos llena la boca, pero hay que reconocer que eran unos dioses). Y Dardo, nuestro dardo, dice cosas como que Bizarro es de Krypton (un TIO FEO de Krypton, será), y hay párrafos como este, que es bellísimo:


Me permito recalcar la importancia no ya de resumir la ingente catarata de disparates conceptuales que supone la historia de Superman en veinte páginas (con tipografía de tamaño 16), sino de ignorar Tierras alternativas y zampárselo todo a un desprevenido infante lector, que me lo imagino pillando el libro a la salida del cine, recién vista la película, pensando sólo en toalla=capa y balcón=volar, y encontrarse con este maremagnum, con datos como


, y preguntarle al padre que por qué eso no salía en la película, y el padre cagándose en dios. Aunque todo se perdona, piensa el padre con una… euh… paternal sonrisa si los jefazos hollywoodienses se han encargado de que los ancianos Siegel y Shuster, responsables de la ilusión de millones de niños y del enriquecimiento exagerado de miles… no… un puñado de adultos encuentran al fin su merecida recompensa. Porque si lo dice el libro, será verdad:


Posiblemente, entre esto y el resumen de la película, quedó un libro un poco mustio. Me imagino al gerifalte de Bruguera mesándose las barbas y diciendole a Dardo que, hombre, que a ver si se curraba una historia de la editorial esta de supermán. Una historia completa. Los «Pe… pe… pero» del señor Dardo valdrían bien poco ante estos estajanovistas de la información, y hallamos así el capítulo El Rey del Comic, en el que el futuro sindicalista resume la historia de DC en menos espacio del que ha tardado en resumir la del propio superhombre. Ahi nos encontramos semblanzas de Batman tan diestras como esta:


El capítulo culmina con una acertada visión de Superman en la vida cotidiana: sus combates contra las hordas hitlerianas, sus misiones a las órdenes de Kennedy o sus aventuras pacíficas a las órdenes de Unicef y otras Organizaciones Del Bien.

Y luego
el cine, la gran pantalla, la tierra de los sueños. La hipérbole y el pleonasno. ¿Ven a lo que me refería? Sin cambiar de registro, este Dardo puede hablar de cine, de tebeos, de lo que le salga de los cojones, oigan. Eran tiempos felices y sencillos. Una simple palabra, un cambio de capítulo, y júrolo, no se liarían ni un ápice. Todo está perfectamente desgranado. ¿Qué tiene que hacer un making of? Pues nos cascamos un


recreando perfectamente el habla incesante, chispeante, el burbujear dialéctico de Hollywood. ¿Que hay que hablar del reparto? Dardo sabe. Miren qué
precioso fragmento de la semblanza de Marlon Brando:


He disfrutado como un poseso del libro de Dardo Gómez: tiene sentido del humor, es completo, y sobre todo, me ha descubierto encarnaciones de Superman que desconocía.

Pero del todo.

Por completo: