Retomamos el hilo del
escrito de Juan sobre el Superman de Quitely de la semana pasada. Los opinantes no se ponen de acuerdo sobre si
Quitely dibuja bonito o no, en lo que sí coinciden es en lo de que «
narra bien«. Y todos felices. Hasta que, claro, se insiste un poco más en que consiste eso de «
narrar bien«:
-Pues está claro, narrar bien es…pues, eso, narrar bien…tú coges la historia y la lees y te enteras, te está narrando bien…espera, también es porque de una viñeta a la siguiente entiendes qué pasa, y las viñetas están en su sitio y no hacen falta flechas para seguir el orden. Que se lee bien, narrar bien es cuando se entiende bien aunque no esté muy bien dibujado.
-Curioso lo último que has dicho, sobre todo teniendo en cuenta que era una pregunta general ¿no se puede narrar bien y dibujar bien?
-Hombre, si alguien dibuja bien, eso es evidente y no hay discusión. Se ve. En cambio lo de la narrativa cuesta más pillarlo, hay que saber más. Por ejemplo, lo de Quitely, yo creía que dibujaba feo, hasta que leyéndolo en un correo me di cuenta de que ya quisieran muchos narrar como él. Es más, desde entonces todo el mundo lo dice, de forma que es un gran narrador.
-Así que la primera vez que leíste que Quitely narraba bien fue en un correo.
-Sí, sí, pero tenían razón, es un gran narrador.
-¿Igor Kordey?
-También, también un gran narrador.
-¿También lo sacaste de un correo?
-No, de dos, la primera vez que lo leí no me lo creía. Pero ya ves que todos lo dicen desde entonces.
-¿Sean Philips?
-¡Oh, un formidable narrador!
-¿También te lo dijeron en un correo de Nuevos X-Men?
-No, que va, esto…esto fue en un correo de la Patrulla-X…
-¿Erik Larsen?
-Puessss, no sé
-¿No sigues Savage Dragon?
-Sí, pero nunca me lo he planteado. Dibuja espectacular, pero tampoco muy allá, así que supongo que debe seeeer…un narrador correcto. Sí, eso, un narrador correcto, supongo.
-¿Supones o lo es?
-¡Yo que sé!
-Con lo anteriores lo sabías…
-Pero aquellos son maestros de la narrativa, lo sabe todo el mundo ¡esta es una pregunta trampa!
-¿Klaus Janson?
-Dibuja fatal, no sabe narrar, creo ¿o sí? ¡no lo sé! ¡aparta ese foco, por favor, quiero irme a casa!
El pobre se derrumbó antes de que le pudiéramos preguntar por Steve Dillon. De todas formas, parece claro que existe una corriente de opinión que afecta a determinados dibujantes de tebeos mutantes, que si bien al principio se pensaba que eran malos, luego se concluyó que narraban muy bien y eso suplía con creces sus posibles limitaciones. Desconocemos cómo surgió y se multiplicó esta tendencia, pero intuimos que si los derechos de Marvel no hubieran pasado a Panini, ahora en vez de lamentar el retorno de los trajes de color chillón a los mutantes, lo estaríamos celebrando.
Sorprende, sin embargo, que una corporación tan resabiada como Marvel confíe el arte de sus colecciones punteras a dibujantes de los que se pueda dudar su valía. Pero estudiando un poco los entresijos editoriales, se puede pensar que esto responde a una estrategia editorial muy bien pensada.
El mercado americano se basa en el sistema de Previews, los tebeos se encargan tres meses antes de que salgan en base a un listado. Lo libreros piden lo encargado y poco más, pues no pueden devolver lo que no vendan. De forma que en las librerías modestas las estanterías para el público deben estar bastante peladas de novedades, y a los pocos meses las no vendidas irán al cajón de saldos para recuperar algo de la inversión. O sea, que la situación típica de aquí de descubrir un tebeo ojeándolo en la librería cuando llega y decidir comprarlo, allí no se da tanto. Van a los títulos seguros, pero están comprando a ciegas.
Germán García dibujó una vez el tebeo más vendido del mes en Estados Unidos, el 75 de X-Men ¿lo pidió la gente por estar dibujado por Germán? Pocos americanos le conocerían entonces, de forma que lo lógico es suponer que se vendió tan bien por ser los X-Men y un número especial. Llevando este razonamiento al límite, el tebeo del mes que viene de los X-Men podría estar dibujado por cualquiera (sí, incluso ese que estás pensando) y se vendería tan bien como el anterior. Exactamente igual. Y los dos siguientes ya estarían encargados, con la misma tirada. El público sólo podría empezar a reaccionar no comprando la serie a partir del tercer o cuarto número, pero ya es lástima desengancharse de una serie tras tantos años por un tipo que dibuje mal, y a lo mejor en los siguientes mejora. DEBE mejorar, no lo colocarían en esta serie porque sí. De forma que lo tenemos dubitativo, pero un pequeño empujoncito bastará para que aguante comprando la serie con ese dibujante cuatro o cinco números más. El empujoncito puede estar en dejar caer lo de la narrativa. No hace falta insistir demasiado, pues se está predicando a conversos.
Sin embargo ¿qué gana Marvel con tener al público con la duda de seguirles comprando? Gana lo que deja de gastar. Los artistas hot molan mucho, sí, pero cobran una pasta ¿qué sale más a cuenta, meter a uno de estos para vender 125.000 tebeos, o vender los 120.000 de siempre con un dibujante barato? Recordemos que estamos hablando de un tebeo que se vende sólo. Los empujones de ventas de los dibujantes de moda se notan en las series de la zona media de la tabla, con subidas de 20 o 30 mil. Ahí es donde compensa meterlos.
Entonces ¿los mutantes no tienen nunca dibujantes populares? Tampoco es eso, lo que pasa es que no deben tenerlos siempre, basta con tenerlos un tiempo, que den el empujón de ventas, y lu
ego cuando se cambien por otros las ventas aguantarán por un tiempo (los 3 meses del Previews + el aguante del lector), y luego bajarán ligeramente, pero como el dibujante cobra menos, el tebeo sigue estando en el margen de ganancias deseado. Y es en el momento que las ventas comienzan a rozar el límite de seguridad cuando se anuncia algún cambio que devuelve las esperanzas y hace picar a lectores nuevos.
Este ejemplo puede aplicarse tambien a los guionistas. La entrada de Chuck Austen subió las ventas de la Patrulla-X, que comenzaban a caer en el declive de Casey, que a su vez empezó subiendo las de Lobdell. Que tres ¿eh? Y que bien fueron recibidos cuando se anunciaron en Previews. La situación en España es más confusa, pues ahora coexisten la entrada de Claremont en los tebeos de Panini con las cábalas de su posible salida en américa. O sea, que no hemos tenido tiempo de cansarnos de él y ya nos ilusionamos con su sucesor. O en X-Men ¿te cansa ya Chuck Austen? No lo dejes todavía, hombre, que dentro de nada llega Peter Milligan…
Con el Previews no es necesario vender buenos tebeos, sino ilusiones.
De hecho, no conviene tener un guionista de moda y un artista hot demasiado tiempo en un título puntero, pues llegas a tu tope un par de meses y todo lo que sigue de ahí es bajada, y si empiezas a perder lectores nunca podrás volver a recuperarlos ¿con qué? los comodines tienen que usarse cuando hagan falta. Imaginemos que los Nuevos X-Men de Morrison hubieran empezado con Jim Lee. Para empezar hubieran vendido menos ¿y eso? Traed la pizarra:
X-Men de Morrison:
Fans de X-Men (muchos)
+ Fans de Morrison que no seguían X-Men (algunos)
En esta primera fórmula se podrían añadir los fans de Quitely si los tuviera. Estamos hablando de una época en la que ni era conocido, y en el Previews no decían nada de cómo narraba.
X-Men de Morrison y Lee :
Fans de X-Men (muchos)
+ Fans de Morrison que no leían X-Men (algunos)
+ Fans de Lee que no lo fueran de Morrison que no leían X-Men (pocos)
« Fans de Morrison que no comprarían un tebeo de superhéroes mutantes en pijama dibujado por Jim Lee ni aunque lo escriba Morrison (bastantes).
Hay un sector de gente a la que le enseñas el hipotético tebeo dibujado por Jim Lee y escupirá sobre él, seguro que todos conocéis a alguien. En cambio si lo dibuja Quitely lo comprará. Tú podrás decirle «que dibujo más feo«, y él te dirá «pero narra bien«. Los dos contentos y Marvel más. Y con el público ganado y fidelizado, si algún mes se les ocurre poner a Jim Lee las ventas subirán, pues el sector crítico no se dejaría de comprar su dosis mensual pese a «tener que aguantar ese chino que parece que dibuje mangas» algunos números. Igual tampoco se queja demasiado.
En conclusión, que si quieres tener a Morrison y Lee en un mismo tebeo y que salga rentable, no debe tratarse de un título puntero ¿y dónde han anunciado que van a trabajar juntos? Pues a Wildcats, que precisamente ya ha cerrado tres series pese a contar con un historial de escritores (Claremont, Robinson, Moore, Casey) y artistas (Lee, Charest, Nguyen) de lo más Top Wizard. Bueno, y con Sean Philips, un gran narrador.
La clave del éxito de ventas en el mercado actual es tener dos de los tres ingredientes: título puntero, guionista hot, dibujante hot. Seguro que encontráis muchos ejemplos. En cambio, los tres elementos juntos en el mercado moderno no los encontraréis, no compensa y no conviene. PensAdlo!, igual os puede ayudar a comprender por qué en vuestros títulos favoritos metieron a aquel guionista en aquella saga tan bien dibujada, o por qué aquella historia tan buena fue dibujada por aquel otro… Este tema se ha estado tratando precisamente en el foro de ROB!, y a esta fórmula le añadía las portadas alternativas, que están volviendo a hacer furor, y no precisamente las hechas por narradores…
Por otra parte ¿basta con narrar bien para labrarse un futuro en la industria? Es decir, sus dibujos salen en los tebeos más vendidos, deben tener una legión de seguidores propios, deberían venderse bien aunque dibujaran otros títulos ¿o no? En nuestro país el ejemplo más claro puede ser Sleeper. Escrita por Ed Brubaker, la historia tiene su inicio en la miniserie Point Blank, dibujada por Colin Wilson, que Planeta publicó y las ventas fueron suficientes para animarse a seguir con los 12 episodios de la primera serie de Sleeper. Avalada por las mejores críticas posibles aquí y allí, Sleeper contaba con los dibujos de Sean Philips, un narrador excelente. Excelente, sí, pero de momento publicar la siguiente temporada de la serie no entra en los planes de Planeta. Será por algo. Ojo, no decimos que no narre bien, lo que nos preguntamos es si eso le importa a alguien.
Y ¿Qué pasa con los que dibujan bonito?¿acaso no saben narrar? Si fuera así, no parece que las ventas se resientan. Y si lo hicieran ¿la solución no pasaría por hacer que los narradores abocetaran los tebeos, y fueran los dibujantes bonitos los que los terminaran? La lógica dice que sí, pero en la práctica resulta que recurren a Keith Giffen para abocetar las mil y pico páginas de la serie 52, autor del que mostramos unas páginas tipo de las últimas décadas, tanto cuando dibuja él como cuando escribe sobre otros. Deben ser prodigios narrativos.
Eso de «dibuja feo pero narra bien» suena demasiado a lo de «no es guapa, pero es simpática«. La belleza que importa es la que no se ve, de acuerdo, si me están oyendo yo también lo diré, pero todos miramos el tebeo antes de comprarlo.