
Sin embargo una alumna levantó la mano y dijo:
–Profesora, yo cuento tres personajes.
–¿Ah, sí, Nancy?
–Sí, la Cosa, el Hombre de Fuego y… ¡la Chica Invisible! jijiji.
No había terminado su risita cuando desde el fondo de la clase el conflictivo alumno multirrepetidor Richard Stooge exclamó:
–Seño, seño, si la Chica Invisible también está en el dibujo ¡¡ entonces yo veo a los Cuatro !!

El alumno fue inmediatamente expulsado del centro. Por este incidente y otras imágenes encontradas en la misma publicación

el asunto fue llevado al claustro escolar y hubo una reunión de preocupados padres de alumnos. Lo que en nuestro país se hubiera solucionado con cuatro vejaciones y algún que otro zarandeo grabado en móvil y subido a la red, allí fue a mayores. La violencia en televisión y videojuegos, las drogas en la calle o los menus XXXL forman parte de la rutina cotidiana de los estudiantes estadounidenses y no se puede cambiar el sistema, pero los padres sintieron que sí podían combatir los mensajes de interpretación confusa en los tebeos, y de esta forma se sentirían algo útiles y dormirían mejor. Una de las propuestas lanzadas, que tuvo bastante buena acogida, fue pedir a las editoriales que marcasen de forma bien visible en la portada de sus publicaciones si su contenido pasaba sin problema un cierto código ético. Por supuesto no se habló en ningún momento de "censura", tan sólo de "filtro". El reaccionario manipulador Michael Moore estuvo presente en la reunión con una cámara oculta, lo que convenció a los presentes de que estaban yendo en la buena dirección.
Por otra parte, en una carta conjunta destinada a la editorial Marvel por el título concreto que ocasionó la polémica, tras las quejas iniciales por el contenido objetable se alabó la aparición de los Cuatro Fantásticos por encima de la peligrosamente popularizada Patrulla-X, ya que mientras el origen inventado de estos últimos se basa en las llamadas mutaciones también preconizadas por la teoría de la evolución, los Cuatro Fantásticos basan sus poderes en una lluvia de Rayos Cósmicos procedentes de los Cielos, lo que apoya e idealiza el principio creacionista del Diseño Inteligente, siendo esta una línea que la editorial debería potenciar para asegurar su presencia en las escuelas.