..en un gran Gorila. Mejor dicho ¡en un ENORME Gorila!¡porque si hay algo mejor que un Gorila grande es un Gorila Enorme!
Aquí tenemos una muestra de su poder destructivo en la primera (¿y única?) ilustración a doble página de la saga de Dragon Ball ¡Toriyama estaba entusiasmado y todo es poco! ¡Gorila Aplasta!
Sin embargo el concepto del Enorme Gorila era demasiado Rotundo para la serie, que con él hubiera durado unas pocas páginas más, con el Gorila destruyendo castillos, ciudades, bolas, dragón, personajes, y posiblemente, al más puro estilo
The Ring,
hubiera traspasado la cuarta pared y destrozado a sus lectores y nuestra realidad. El Enorme Gorila era demasiado poderoso y debía limitarse.
Toriyama recurrió para ello a cortar la cola a
Goku y recurrir al Gorila con cuentagotas. A medida que el tono de la serie se fue embruteciendo, destruir la luna que causaba la metamorfosis fue también una solución aceptable. De hecho, en la saga de
Dragon Ball destrozan más de una vez la luna, hecho que demuestra su capacidad de regeneración.




Sin Gorilas todo estaba a un nivel más manejable e igualado, pero cuando llegó el momento de darle un giro a la serie,
Toriyama volvió a recurrir al factor Gorila. Así,
Son Goku tuvo un hijo,
Son Gohan, que heredó la colita de su padre. Pero no acaba ahí la cosa, pues se descubre que
Goku pertenece a una raza extraterrestre en la que todos poseen esa cola, y algunos de ellos se presentan ante él y sus compañeros con el propósito de destruir la Tierra (¿por qué? pues por que son Super Guerreros del Espacio y esa es su función, por eso, y es lo que hay). Los paisanos de
Goku suelen llevar la cola dándoles la vuelta a la cintura ¡aprende,
Roco Vidal!
Presentados los personajes, comienza la caña y, como era de prever, Son Gohan se transforma también en un Enorme Gorila ¡Pero eso ya lo hacía su padre! ¿con lo que ha avanzado la saga ahora vamos a volver atrás? ¡Toriyama dice NO!


¡¡
Son Gohan es un Enorme Gorila que lanza Bon Bones explosivos por la boca!! ¡¡un Godzilla peludo!! ¡¡contra esto no hay adversario posible!! ¿Qué no? ¡¡pues claro que sí!! ¡¡Los Super Guerreros de la cola en la cintura!!

Ea, y estos se transforman con traje y todo
(pues claro ¿o no estamos en la Semana Internacional del traje de Gorila?) ¿Acaso hay algo más molón que un Enorme Gorila vestido con un Traje Espacial?
Goku, sin cola, no es rival para los Super Guerreros y muere luchando con ellos. Pero en Dragon Ball nadie se muere, sólo se transforma, de forma que en su forma espiritual llega al mundo del Gran Dios que lo entrenará. Y es significativo que en este momento tan importante de la trayectoria de Goku, la primera vez que muere, nada menos, el personaje que se le aparece, y al que toma por el Gran Dios que le entrenará, no es otro que un Simio. Una escena memorable que todo el que haya visto el anime (o como se decía en la época, «dibujo animado«) recordará y hasta gruñirá.

La saga de
Dragon Ball continuó,
Toriyama asimiló las tendencias del decompressive storytelling («
quedan tres minutos y medio para que Namec explote«), y fue cediendo progresivamente tintas, lápices e historia a los capacitados becarios de su estudio mientras él se encargaba de gestionar los royalties generados. Un caso de autor
Image a la nipona.
McFarlane hace muñequitos y
Toriyama maquetas. Pero está claro que a los dos les gustan los gorilas.

¡una portada de Spawn que no podéis confundir con ninguna otra!
Dragon Ball siguió, haciendo suyas las máximas del credo que reza el opening (o «canción del principio») de su tercera etapa: Luz, Fuego, Destrucción. Y como aparentemente el Enorme Gorila era el límite pasaron a transformaciones testosterónicas peloxigenantes, los Super Super Guerreros de Nivel Dos, Nivel Tres…cuando este truco no dio más de si recurrieron a la técnica de la fusión física de dos Guerreros, que posteriormente podrían subir de nivel de Super Guerrero Fusionado…la pesadilla de todo buen peluquero.

Sin embargo, el potencial del Enorme Gorila quedó ahí, y por no haberse usado en su momento
Dragon Ball cerró finalmente sus páginas. Fueron 34 tomos que
Planeta, una vez más,
recuperará este año, esta vez en lo que llamará
Perfect Edition (se llama así, si lo ponen en la portada no serán faltas), con sentido de lectura oriental, formato de lujo, escenas a color…vaya, una edición que aunque cueste creerlo aún no había hecho. Todo amante de los Gorilas quedará satisfecho con
Dragon Ball. Lo que pasa es que siempre nos quedará la espinita de que la serie podía haber continuado, y ahora tal vez tendríamos Enormes Gorilas que lanzan Bon Bones explosivos convertidos en Super Guerreros de Nivel Equis y fusionandos, una sinfonía de destrucción inabarcable que el equipo
Toriyama sabría plasmar con páginas en blanco, en negro, y con muchas rayitas. Las rayitas son importantes en los tebeos japoneses, sobre todo cuando salen Gorilas.

Moraleja: No toquéis la cola a los niños.
(¿Dragon Ball GT? ¿que hable de Dragon Ball GT? ¿acaso hubo tebeo de Dragon Ball GT? pues a cagar a la vía)