El mundillo del cómic puede estar dividido en múltiples discusiones o luchas. Iba a decir ‘de poder’ pero la risa me puede. Vamos a decir ‘por churros’. Así que volvamos a empezar…
El mundillo del cómic puede estar dividido en múltiples discusiones o luchas por churros… pero eso no significa que no pueda estarlo más aún.
Tomemos como ejemplo el reciente trabajo para el Festival de Angoulême en el que el ministro Ernest Urtasun estuvo poniéndose medallitas por el interés del cómic en España.
Un ejercicio maestro de hipocresía por su parte y la de su coalición de gobierno SUMAR – PSOE teniendo en cuenta que, como hemos contado más que de sobra, están creando una legislación para regalar el trabajo de todos los implicados en la cosa de los cómics a los Tecnobarones.
Por otro lado, es perfectamente compatible con su gestión general en el ministerio, dejando bien claro que no les puede interesar menos el bienestar de las gentes del mundo del cómic mientras se pueda VENDER LA IDEA de que estamos en una Edad de Oro. En eso hay que reconocer que el Ministro ha tardado absolutamente nada en pillar cómo funcionan los medios y divulgadores españoles. Contar la realidad no, pero tareas de propaganda -a veces hasta cobrando- las que quieras.
Así que han preparado una representación, el típico grupete para vender sus trabajos y, por supuesto, cobrar del erario, en el que un buen montón de personas van a ser cómplices necesarios de la ruinas de los demás. Total, si luego hay gente que se enfadó con nosotros por decir que en 2022 había una burbuja del manga y nos llama repartecarnets, ¿por qué vamos a parar ahora cuando resulta que la realidad no les va a hacer cambiar de opinión?
Pero es lógico pensar que en un mundillo como este pisar la cabeza de los compañeros a cambio de una mínima ganancia personal es la manera normal de proceder. Luego lo puedes llamar «luchar desde dentro», «intentar mantener el Espíritu de La Revista» o «hay que intentar cambiar las cosas». Tanto da.
Así, la organización presidida por un condenado por infringir derechos de autor y actuar de mala fe La Sectorial colaborará con el Ministro que busca destruir la vida de los trabajadores del cómic –como lo hicieron en ese Libro Blanco en el que hablaban de las virtudes de la IA– sin que ABSOLUTAMENTE NADIE HAYA DIMITIDO DE LA SECTORIAL.
NADIE HA INICIADIO UNA MOCIÓN, NADIE HA CAMBIADO NADA, Y AQUÍ NADIE DIMITE.
Porque, por supuesto: EL QUE SE MUEVE NO SALE EN LA FOTO.
Así que en todos estos movimientos de Lo de Angouleme, que ya sabéis que se celebrará del jueves 30 de enero al domingo 2 de febrero de 2025, podéis encontrar las fotos, las caras y los actos de las personas que están vendiendo el cómic español por una ganancia MÍNIMA. De los que buscan su provecho propio. De los que no tienen problema en reír gracias y lamer botas.
Desde que comencé a escribir esto los únicos que han hablado son… la gente de SEGAP y Arte es Ética. Así como algunos creadores alrededor más o menos asociados. Gente como Atilio Gambedotti que tiene su propia propuesta.




El resto están, por supuesto, más ocupados en rascar un mendrugo que en si el día de mañana ese mendrugo seguirá ahí. Desde los medios que han tenido acceso al ministro y han decidido que no era un tema como para preguntarle, como los autores que se han prestado de comparsa o, claro, los intervinientes. Sobre los que podéis leer en el dossier que amablemente el Ministerio –incluyendo el PDF con personas y actividades– , que no responde preguntas ni hace declaraciones, ha preparado.
Así que aquí tenéis a toda esa gente que ha antepuesto su ganancia personal, su trepismo y su deseo de quedar bien sin importarle que en unos años este Ministerio habrá acabado con la industria vendiéndolas a las IAs. Un saludo a todas estas personas a las que pienso insultar a la cara la próxima vez que me encuentre con ellas:

¿Y al gobierno que piensa que esto no le pasará factura?
No es como si España ya hubiera sido el país invitado en 2012, como si en la preparación para ese año no hubiera sido presidente del país un socialista, y como si no supiéramos qué es lo que pasó a finales del año anterior que acabó con un cambio para Angoulême. En parte al comprobar cómo sus intereses eran menos los de los trabajadores que los de los empresarios.
Qué podemos decir, a veces la historia simplemente se repite.
Y en el caso del Ministro de SUMAR Ernest Urtasun… como farsa y como tragedia.
Tristísimo asunto por donde se le vea; tristísimo…
Vuelos a Angoulesma con escala en Siria despegando en alguna de las cien mil bases de la OTAN en España. Probablemente mediante aviones de carga desde los que saltarán disparados editores, artistas y críticos, a lomos de elefantes rosas en paracaídas. Más o menos como en aquella película de Michael Caine titulada Ha llegado el águila. Ya una vez en tierra los autores de la izquierda líquida desplegarán un enorme estandarte haciendo bien visible al intelectualmente menguado pueblo franchutés, público que no goza del un conocimiento totalizador del comic book estadounidense como el que hoy le es propio al agringado lector español gracias al poder facsimilar de la Biblioteca Marvel pachichiana, aquel meme ensordecedor del cerdito aviador antifascista con el que lideraron la liberación del Reino de España. Será entonces el momento idóneo para que el ministro más líquido de la demosgracias atlantistas rasgue su traje proletario para mostrar su más auténtico y sentido uniforme de enemigo de la abolición de la prostitución. Los que dispongan de una buenas gafas de sol podrán admirarse enseguida viéndole besar a una papelera. Quemando un póster de Harry Potter y tirando de los pies a un autoeditor local. Para sacudirlo en el aire y que Óscar Valiente recoja todas las monedas que se le caigan de los bolsillos al pobre tipo. Eso solo imaginando que el editor de Norma pudiera ser más rápido que Volodymyr Zelensky, refuerzo de última hora que la Patronal del cOmic ha añadido a su equipo de expertos mendicantes y contrarrevolucionarios del pernil eurocéntrico. Todo por el bien de la normalización del cOmic, pues, como todo el mundo sabe nada hay de natural en la lectura. Incluso una tan negligenciada como la lectura de historieta debe ser dirigida desde planos superiores por seleccionados agentes de mercado que de un modo tendente a la jerarquización consigan elevar el medio artístico más allá de un plano material a base de premios e hitos de imprescindible conocimiento a partir del uso de democráticos listados semejante a clasificaciones deportivas.
Estás jornadas empresariales en Angoulesma prometen dejar en pañales los Juegos olímpicos de Berlín.
Telita con los colaboracionistas. Aunque alguno de los nombres de esa lista no ha cogido un lápiz en su vida (ni pincel, plumilla, aerógrafo, puntero para tableta gráfica o similar), por lo que es complicado que les roben su obra, salvo que las IA desarrollen la habilidad de subirse a una ola y no bajarse más.
En años venideros, una sociedad futura de cavernícolas ulcerosos recordará a Ernesto Urtasun como aquel ministro líquido que supo trasladar el ideal urbanístico de destrucción creativa del Imperio estadounidense en Gaza a la industria artística de la historieta española. Y por muchos años que pasen todavía se distinguirá su jeta en forma de busto en alguna plaza Siria mientras se sigan cortando cabezas o se quemen libros. Allá donde siga oliendo a niño chamuscado y se abran barrigas el rumor de la izquierda líquida antimaterialista y sentida seguirá haciendo posible el triunfo de editores empresarios dispuestos a alquilar pisos a artistas y divulgadores con o sin carné de la ACDcOmic.
¿Et tu, Larroca? Vale que nunca te importó el cómic, pero voluntariamente darle tu «trabajo» a las máquinas…
¿Cuántos de los asistentes a la farsa organizada por un gobierno que regala su trabajo a la IA andan, al mismo tiempo, penando por las redes disfrazados de activistas anti-IA?
Qué poca coherencia y qué barato se venden algunos.
Telita con los colaboracionistas. Aunque alguno de los nombres de esa lista no ha cogido un lápiz en su vida (ni pincel, plumilla, aerógrafo, puntero para tableta gráfica o similar), por lo que es complicado que les roben su obra, salvo que las IA desarrollen la habilidad de subirse a una ola y no bajarse más.
Y Guarnido acude en plan mascota cuqui? Ha cambiado sus influencers de referencia? Urtasun + Guarnido… Para que luego nieguen que las IA son capaces de hacer mezclas creativas.
No está de más recordar que uno de los «agraciados» por el Ministerio de Cultura Artificial de Urtasun sí se ha plantado y ha rechazado la invitación. Una pista: su nombre empieza por David y acaba por Rubín.
Justo me preguntaba si David Rubín iría. Me alegra ver que es coherente con lo que lleva años diciendo. Lo malo es que, los que aparecen son muchos de los mejores autores españoles.
Ernesto Urtasun , nieto de un falangista premiado por Franco por su valor y arrojo, y su hijo negándose a ir a la reapertura de Notre Dame, antitaurino y criticando el etnocentrismo de los museos españoles …..si es que hay sagas familiares que siempre saben estar en el momento justo en el lugar, y con el discurso, adecuado.
Y sí, hay quién me dirá que «lo que fue el abuelo no tiene que condicionar lo que será el nieto, que ha habido una «evolución» y blablablabla…..
Claro , y por eso todos los hijos de políticos pesoistas que conozco han llegado al socialismo empapándose de la lectura de Marx y concluyendo que toda la historia es la historia de la lucha de clases
En respuesta a uno de los párrafos finales de este artículo: ya os digo yo que esto no pasará absolutamente ninguna factura electoral al Gobierno. De hecho, cuando uno se mueve por las redes, ve al personal (o a buena parte de él) absolutamente en contra de los autores, diciendo que son unos quejicas y unos retrógrados que se oponen a la tecnología, usando la absurda comparación de los pintores y la aparición de la fotografía (como si ambas cosas tuvieran algo que ver). La solución a este problema de la IA y la creación artística sólo puede afrontarse desde dos bases: la legislativa (que los políticos regulen restrictivamente el uso de las IA’s cuando vulnera derechos de autor), y la moral (que el público consumidor no compre productos realizdos con IA). Pero a la vista de lo que está ocurriendo, no sé yo si…
Y el del público tiene el problema de que, aunque la IA está ahora mismo en pañales, cuesta distinguirla. En un par de años será indistinguible para la mayoría de la gente. Si no es obligatorio aclarar que se ha utilizado IA generativa, no vamos a poder oponernos a los productos que salgan con ella porque no lo vamos a saber
Ah, Angoulême 2025! La gran cita del cómic internacional, donde el cómic español ha brillado con el fulgor de una linterna sin pilas. Un espectáculo de sumisión, amiguismo y canapés de salmón para los elegidos.
La Sectorial del Cómic, con su presidente de honor Alejandro Casasola, ha demostrado una vez más su inquebrantable compromiso con el compadreo y la autopromoción. Ahí estaba, omnipresente, planeando su próxima genialidad: una exposición de erotismo en 2026. Porque si algo representa al cómic español en el extranjero no es su historia, ni su riqueza narrativa, sino, claro, las domingas bien dibujadas.
Los autores, con su acreditación bien sujeta por el collar de la Sectorial, desfilaban orgullosos por Angoulême, como ovejas marcadas con el logo del pastor. Algunos incluso lograron conseguir migajas del festín de canapés, porque ya se sabe, aquí lo importante es ser joven, trendy y tener la aprobación de los amos del cotarro. Mientras tanto, los veteranos y autores con trayectoria seguían en sus casas, viendo en redes cómo el puesto de embajador del cómic español lo ocupaban influencers con el pelo de colores y fanzineras de nueva generación.
Y no nos olvidemos de nuestro querido youtuber, ese filósofo de lo obvio que nos deleita con videos buenrollistas sobre la hizada de bandera y la entrada de los niños al colegio, con la esperanza de que algún día su nombre aparezca en algo más importante que el cartel de una feria de fanzines en un pueblo de Valladolid. Pero no, por ahora su destino sigue siendo el de animador digital de la nada, soñando con un reconocimiento que nunca llega. Mientras tanto, sigue subiendo vídeos donde explica con una seriedad implacable por qué es tan bonito ver una bandera ondear al viento o cómo el orden de entrada de los niños en la escuela es un reflejo del respeto social. Material de calidad, sin duda. Esperando, claro está, que le llamen para una mesa redonda en algo que no sea la fiesta de la espuma en el pueblo de al lado.
Mientras tanto, la gran maquinaria institucional sigue su curso. Por supuesto, cuando finalmente el Ministerio de Cultura anunció un «diálogo» sobre la ley de IAs, después de semanas de mirar para otro lado, entonces sí: hordas de indignados aparecieron en redes compartiendo el logo de «prohibida la IA». Cuatro semanas calladitos, pero en cuanto el jefe de turno dijo «ahora», todos al unísono. Sincronización digna de un ballet.
Y por si fuera poco, en este circo de lo absurdo, las tiendas también hicieron su aporte. Porque no sólo hubo canapés para los autores jóvenes y obedientes, sino también para las mascotas de ciertos establecimientos que iban cargando las maletas de sus dueños con la gracia y la dignidad de una mula de carga. Allí estaban, moviendo las colitas y esperando su premio, mientras en España los artistas con nombre y trayectoria se preguntaban si este año habría al menos un gesto para ellos. La respuesta, como siempre, fue no.
En fin, otro año más de postureo, amiguismo y falta de dignidad. Pero al menos los canapés estaban buenos y las mascotas barriobajeras de las tiendas pudieron cargar maletas con elegancia. ¡El cómic español sigue más vivo que nunca!* (*Excepto para los que no pasan por el aro).