Llevo desde febrero con El libro blanco del cómic en España en el escritorio de mi ordenador. He leído El libro blanco del cómic en España al menos en 5 ocasiones diferentes y he escrito mucho, pero no he publicado nada, sobre lo que en él se contiene. El libro blanco del cómic en España es, sin lugar a dudas, uno de los principales hitos y objetivos de los primeros 4 años de vida de la Sectorial del Cómic. Siendo que el otro gran objetivo cumplido ha sido el de la celebración del Día del Cómic cabe pensar que se puede valorar el trabajo de la Sectorial durante estos primeros años en función del valor que le demos al Libro Blanco.
Sin embargo, hoy no vamos a hablar del Libro Blanco. Hoy vamos a hablar de la Sectorial del Cómic, y si en algún momento recurrimos al Libro Blanco, será porque esta es la más extensa hoja de ruta para comprender la Sectorial de la que disponemos. Y es que ya hemos hablado de que la Sectorial del Cómic es una entidad única en el entorno del cómic en Europa y quizá en el mundo, un organismo que plantea la unión de “todas las partes que componen la industria del noveno arte” incluso en los difusos márgenes en que se pueden situar algunos de sus miembros fundadores, como críticos, académicos, divulgadores o periodistas. Este ha sido desde su fundación uno de los elementos más insólitos de la Sectorial, su carácter transversal que, a su vez, dificulta definir sus funciones. Al fin y al cabo, ¿para qué existe la Sectorial del Cómic?
Porque si les preguntas en corto, la respuesta es que están ahí “en pos de promover acciones que contribuyan a la mejora del sector”. Pero entonces hay que preguntar, ¿qué se debe mejorar en el sector? Podemos remitirnos a los estatutos de la Sectorial, firmados en diciembre de 2020, y que glosa en 15 fines. De estos 15, dos de ellos se refieren estrictamente a los intereses de la propia Sectorial (aumentar el número de miembros y obtener patrocinios y avales), otros dos a la difusión cultural entre los socios, seis de ellos hablan de la promoción del cómic en diversos ámbitos de la sociedad, dos de ellos se refieren a la función de representación del sector, una a la conservación del patrimonio y… nos quedan los dos más interesantes a mi juicio.
·El fomento y participación en la negociación de acuerdos y/o convenios sobre condiciones del ejercicio profesional de los miembros de la asociación.
·Potenciar la vertebración y la organización tanto productiva como creativa del sector del cómic.
Me interesan especialmente porque es en estos dos puntos de sus fines donde encontramos a los lobos durmiendo entre el ganado. ¿Qué intereses van a prevalecer en esas negociaciones cuando medie la sectorial? ¿La de los trabajadores del medio o la de los patrones? Buscando respuestas, acudimos a la composición de su actual junta directiva.
Ya hablamos en su momento sobre Alejandro Casasola, y más hablaremos de él en adelante, de modo que dejemos de lado su figura. Su vicepresidente es Óscar Valiente Sánchez, Director General de Norma Editorial desde hace más de 30 años. Como Secretario General cuenta con Emilio Gonzalo Mallo, asesor fiscal y gestor cultural (como él mismo se describe) y hasta hace unos años, organizador del Expocómic de Madrid. Aunque los estatutos de la Sectorial reconocen la figura del tesorero, en la página web de la Sectorial no consta ninguno. Ya vemos que en los tres cargos principales contamos con tres empresarios y ni un solo autor de cómics. Buena preselección para ganar un Gran Premio en el Saló Barcelona.
Sí figuran una serie de vocales, sin más identificación que sus nombres y su primer apellido, lo que puede hacer difícil conocer la condición de cada uno. Por ejemplo, ¿el Alberto Gonzaléz que figura es el autor de cómic o el Alberto González de SD Distribuciones? ¿Cómo puede saberlo el neófito? La lógica dice una cosa pero la lógica, como ya hemos visto, no aplica siempre en la sectorial. Y es que de la junta fundacional, que se detalla en el apartado de Breve Historia de la web, sí se recoge la filiación de la mayoría de sus miembros. Y ahí vemos que en su momento Gonzalo Mallo fue el tesorero, mientras que Elisa McCausland fue la vicepresidenta segunda (figura que no recogen los estatutos de la Sectorial). Además lo fue “en representación del Colectivo de Autoras”, lo cual no deja de ser chocante dado que McCausland no figura como autora de ningún cómic, siendo autora de ensayos al respecto así como comisaria de exposiciones. Sin dudar de su compromiso con la lucha por la igualdad real con el mundo de la historieta nos encontramos ante otro caso muy Gran Premio del Saló Barcelona.
Pero claro que hay autores en la Junta Directiva de la Sectorial del Cómic. No pretendemos negar eso. Por ejemplo, Fernando Llor representaba a ARGH!, Asociación Profesional de Guionistas del Cómic, una de las sociedades fundadoras de la Sectorial. Aunque ARGH! sigue formando parte de la sectorial, Llor ya no se encuentra en la junta, y en su blog daba algunas pistas de cuál puede ser el motivo.
El tiempo que yo estuve sentado en la sectorial no fue demasiado, pero fue suficiente para lanzar unas cuantas propuestas. De hecho, a la primera reunión ya acudí con una serie de hasta 12 propuestas consensuadas con el equipo de organización de ARGH.
Esas propuestas, que se repetirían durante años en las asambleas de la sectorial, siempre han ido encaminadas a lo mismo: conformar dentro de la sectorial un espacio de debate entre las partes del sector para llegar a acuerdos que pudiesen poner la semilla para un convenio colectivo en el futuro.
Quisimos hablar de porcentajes de royalties, quisimos hablar de pagos apropiados, de la directiva europea, de contrataciones, de un organismo que velase por la transparencia en la cadena de distribución…
Insisto, eso siempre estuvo encima de la mesa, desde la primera de las reuniones hasta la última de las asambleas. Y siempre hemos recibido respuestas del tipo «hay que centrarse en navegar todos juntos», «esto no puede servir para un “¿qué hay de lo mío”» y los siempre socorridos «de lo que hay que ocuparse es de conseguir más lectores».
Una vez más, la misma pregunta. ¿Qué quiere decir “la mejora del sector”? ¿Quiere decir lo mismo para Óscar Valiente, para Elisa McCausland y para Fernando Llor? Pero esto es una pregunta trampa, me temo. La existencia de la Sectorial del Cómic no tiene necesariamente que contraponerse a la existencia de organizaciones de trabajadores que luchen por los intereses de las mismas. El problema es que desde ciertos sectores del mundillo, y desde la propia Sectorial, se pretendió ofrecer la perspectiva de que la Sectorial sería el escenario en el que lidiar todas aquellas batallas. Y quizá no es aquí.
Pongo otro ejemplo, no sea que el astuto lector de ADLO! sienta que le estamos intentando convencer con poca cosa. A raíz de una polémica exposición supuestamente dedicada al cómic pero alimentada con imágenes generadas con IA generativa, el pasado 10 de septiembre de 2024 la Sectorial mostraba su repulsa en redes sociales, incluso haciendo uso del hashtag #noIAenelcomic
Sin embargo, en el Libro Blanco del Cómic en España, publicado en enero de 2024 por la Sectorial, se incluye un capítulo titulado “El futuro del cómic, la inteligencia artificial entre viñetas”. El autor del capítulo es Iván García del Blanco. García no es miembro de la sectorial ni autor del cómic, es ajedrecista y eurodiputado por el Partido Socialista Obrero Español desde 2019. No debemos dejarnos llevar por el título del capítulo, puesto que el texto comienza describiendo el proceso de regulación de la Inteligencia Artificial que ha llevado a cabo el Parlamento Europeo. La “Ley IA” que no entrará en vigor hasta 2026, se nos presenta como una solución que aunará los intereses y la defensa de la propiedad intelectual de los creadores con el desarrollo tecnológico de la Inteligencia Artificial. Este capítulo, de hecho, contiene mi párrafo preferido de todo el Libro Blanco.
Como decíamos, la digitalización está ya en todas partes. Hoy en día, las generaciones más jóvenes buscan entretenimiento a través de diversos medios y, por supuesto, también a través de sus teléfonos y dispositivos móviles. Este fenómeno está perfectamente ejemplificado por un formato disruptivo reciente desarrollado en Corea: los webtoons, cómics serializados y diseñados para ser leídos digitalmente en teléfonos inteligentes que se están volviendo cada vez más populares.
Las negritas son mías. Menudo formato disruptivo y recientemente desarrollado en Corea: los webtoons. Quiero volver a recalcar que este texto se ha redactado entre diciembre de 2023 y enero de 2024. A partir de ahí, la cosa no mejora.
Realizar un cómic es una labor meticulosa y requiere de un gran esfuerzo de concepción y realización por parte del artista. La IA nunca podrá sustituir la creatividad, el ingenio inherente a los seres humanos. Pero debemos analizar los posibles usos de la tecnología en este campo para poder dirigir y controlar su impacto. El cómic, como el resto de los sectores culturales, se ve y verá afectado por los generadores creativos artificiales.
Una vez más, mis negritas. A lo largo del texto García del Blanco no escatima ni una sola oportunidad de oponer su crítica a la IA como sustitutiva de la labor humana con un “pero” que deje la puerta abierta a su uso como herramienta para “creaciones humanas asistidas por la IA”. El ejemplo que nos pone de un uso asistencial, por ejemplo, es este:
Un cómic inspirado en el Londres de la época victoriana puede traer consigo cientos de horas de investigación y pruebas para que el autor pueda lograr el ambiente y la estética que desea para su cómic. La IA puede ayudar en esa tarea de ambientación y recreación, planteando los fondos para viñetas basadas en el siglo XIX en Gran Bretaña y ahorrar así también horas de documentación, pudiendo el artista centrarse más en la parte sustantiva de su obra.
De nuevo, esto no es una opinión de un político compartida en un foro abierto. Esto es un capítulo del Libro Blanco del Cómic en España publicado por la Sectorial del Cómic. Y despierta algunas preguntas que, de momento, quedan sin respuesta. ¿Cuál va a ser la mediación de la Sectorial cuando en su seno tenga editoriales que hagan uso de la IA generativa (si las hay) y autores y editoriales que la rechazan? Igual que en el caso del estatuto del sector, simplemente el futuro es incierto.
¿Por qué todo este repaso? En primer lugar porque en diciembre hará 4 años de la fundación de la Sectorial. Y según los estatutos de la misma, la junta directiva se renueva cada 4 años. Como ya hemos visto, la junta fundacional y la actual no son la misma, si bien es imposible encontrar en la web de la Sectorial cuándo se produjo ese cambio o ninguna de las actas de las al menos 3 Asambleas Ordinarias que han debido celebrarse desde entonces. Pero quien no ha cambiado en 4 años es Alejandro Casasola. El Presidente. Ya os decía que volveríamos a hablar de él.
Si bien no hay una cantidad de mandatos máximo recogidos en los estatutos de la sectorial (bug or feature?), la posición de Casasola como presidente se ha visto últimamente cuestionada por algunas persona tras ser condenado por actuar de mala fe contra la marca Ficzone. Ya comentamos aquí la historia (os dejo el enlace otra vez), en la que Casasola se dedicó a sabotear a la Asociación Crossover de Granada, que intentaba sacar adelante un Salón del Manga en Granada, donde el presidente de la Sectorial capitaneaba un Salón del Cómic. Desde que salió la sentencia ni la sectorial ni Alejandro han hecho ninguna declaración al respecto y es que al fin y al cabo, independientemente de que el caso judicial termine ahora, el evidente fraude llevado a cabo por Casasola era conocido por todos. También quienes le aceptaron en un primer momento como presidente de la Sectorial.
Los estatutos de la Sectorial no recogen ningún tipo de expulsión disciplinaria o cuestión de honor para sus socios por lo que incluso si consideramos que la actividad de Casasola (condenado por haber «pretendido expulsar o dificultar la organización» de una asociación de aficionados al cómic que intentan montar un evento) atenta contra los fines de la Sectorial (promover las actividades relacionadas con el cómic) no hay marco para echarle. Pero quizá sí que hay motivos suficientes para que en los primeros meses de 2025, cuando se convoque la Asamblea Ordinaria, se pueda poner fin a su presidencia. También se podría convocar una Asamblea Extraordinaria a tal fin, si lo solicita el 10% de los socios de la Sectorial.
No tenemos motivos para ser optimistas sobre una posible renovación de la junta de la Sectorial del Cómic. Pero quizá podemos desear el mínimo de higiene y cordura en una organización que pretende velar, mediar y representarnos a todos.
«Oligarcas del tebeo esiten»
O esa Elisa McCausland es descendiente del coguionista de Mad Max, o no leo esta entrada.
«Elaborar un comic podría tomar cientos de horas de investigación para lograr una estética y una ambientación correctas, pero ¿han considerado que también se puede evitar ese problema y ese costo simplemente no haciendo esa inversión de tiempo y esfuerzo?»