Empecemos con las chicas, que es lo que estáis esperando todos.









Bueno, chicos, ¿qué os ha parecido?

Je, je, je. Tranquilos, tranquilos, que ya sabéis que todo esto podéis hacerlo como siempre. Con la aprobación de ROB!

Empecemos con las chicas, que es lo que estáis esperando todos.
Marvel lo sabía y por eso creó los Marvel Swimsuit -que en cuanto alguien se los recuerde a Quesda volveremos a ver fijo- mientras que DC… Bueno, en DC dejan esas cosas para sus aficionados.
Lo esperable sería realizar ahora algún tipo de Top o sacar por aquí los cambios de dibujo de distintos personajes, pero como eso suena muy complicado vamos simplemente a ir poniendo durante el día de hoy algunas imágenes.
Y, para comenzar, ¿Qué mejor que la contribución del propio Quesada a esto de los Swimsuits?
Pues sí, amigüitos. Después de un par de años horríbilis en los que Marvel ha zurrado a DC por todas partes, la gran compañía ha despertado y está poniendo en marcha un proceso de renovación para meterla definitivamente en el siglo XX. Digoooo, XXI. La primera pieza de esta puesta a punto ha sido la puesta en marcha de una renovada página web, que la editorial está anunciando en todos sus tebeos,
homenaje al gran genio Jim Lee incluido. Veamos que nos ofrece de nuevo la página web de DC pormenorizadamente:
TE INVITAN A FIESTAS PRIVADAS
DONDE PODRÁS «CHARLAR» CON LOS CREADORES
Y ECHAR UN VISTAZO A SU «CONTENIDO EXCLUSIVO»
ADEMÁS DE TENER ACCESO «INTERNO»
JOTACÉÉÉÉÉÉÉÉ!!!!!!!
Mr.T, el ídolo de millones, ha hecho unos divertidos anuncios de barritas de chocolate Snickers en que ayuda a los debiluchos a superarse a sí mismos
[Se vio primero en nuestra legendaria lista de correo]
Esta es la historia.
A un tipo que se creía muy gracioso se le ocurrió hacer una tira llamada Garfield.
Otro tipo que no terminaba de captar la gracia de aquello decidió quitarle los diálogos al gato.
Otro tipo más decidió que aquello estaba bien encaminado pero que todavía no tenia el enfoque correcto, así que añadió un gato más realista.
Por fin alguien se dio cuenta que lo que sobraba era el maldito gato.
Y este fue el momento en que una editorial decidió que por fin merecia la pena publicar estas historias.