Esta es la historia.
A un tipo que se creía muy gracioso se le ocurrió hacer una tira llamada Garfield.
Otro tipo que no terminaba de captar la gracia de aquello decidió quitarle los diálogos al gato.
Otro tipo más decidió que aquello estaba bien encaminado pero que todavía no tenia el enfoque correcto, así que añadió un gato más realista.
Por fin alguien se dio cuenta que lo que sobraba era el maldito gato.
Y este fue el momento en que una editorial decidió que por fin merecia la pena publicar estas historias.
¡Coño! Este post ha aparecido aqui por arte de magia, que hace un ratejo no estaba.
Dnm, son los taquiones, que lo enturbian todo.
Pues yo lo vi anoche…
ahora, en el blog de ADLO, paradojas temporales!!!!
Ah, que ya las había, es cierto…
con lo monos que son los gatos…
que Jon tenga un transtorno bipolar y vaya de tripi porque se crea que los animales le hablan, que garfield sea un porrero y que odie vaya de speed… bueno, vale, mejor borramos al gato!!
Ahora las tiras de Jon Arbuckle SÍ tienen gracia. 😀
Yo lo anunciaría como ‘Si no te gusta Garfield… ¡esta tira te encantará!’
Salvo claro está… que te recuerde a Garfield.
La mejor idea desde ‘Joey’, que es como Friends pero sin Friends.
GENIAL! Ya podrían aprender esos gafapastas europeos…
Euh… un absurdo.
Pero lo más absurdo es que a estas alturas de vida, no sorprende.
Me oyes, Garfield?