Este mes de Marzo marca
el regreso de Martin Mystère a las librerías españolas de la mano de
Aleta. Es por tanto un buen momento para que un Bonellista confeso como el que suscribe continue el relato de su andadura editorial
desde allá donde la dejamos la última vez, es decir aquella aventura que llevaba en portada uno de los títulos más adlianos que se han editado por aquí:
!NAUTILUS!
Mucho ha llovido desde aquel 2009 y seis tomos más de la serie regular han salido desde entonces. En aquel mismo año apareció un tomo titulado Fantasmas en Malta, una aventura bastante espesa complementada con una segunda aventura que comprendía dos números italianos.
En los créditos podemos ver claramente la numeración original de los tres episodios contenidos en el volumen, así como la historia del personaje en la editorial, con 37 entregas numeradas y tres especiales:
Expediente Excalibur, los
Adoradores de Kali y
¡Nautilus!
Ya en 2010, la siguiente entrega, La Cuarta Carabela, marca el retorno a la indepencia editorial de Aleta, como se aprecia en los lomos (arf, cuanto tiempo sin escanear lomos, lo echaba de menos…).
El juntar los lomos (de los tomos) me recuerda también sin necesidad de encontrar dónde diantre olvidé dejé catalogados los tomos anteriores que la idea es que en su parte superior formen en conjunto algo, un texto. Veremos qué tal más adelante. Poco que decir sobre esta entrega más allá de lo que puede verse en los créditos:

Que el tomo de
Expediente Excalibur ahora va después del de
Fantasmas en Malta y que hemos pasado de aventuras de 2003 a otras de 1986 y 1992. Esto último es una de las claves de la publicación de
Martin Mystère por parte de
Aleta: la selección de historias en pos de una cierta
unidad temática en cada entrega, aunque haya que recopilar para ello material de épocas diferentes (en este caso tratan sobre cuando Cristobal Colón
SPOILER descubrió América
SPOILER). Esta estrategia de publicación, junto con la de republicación de las primeras aventuras en forma de packs especiales para ver si alguien repite forman parte de la
naturaleza fractal del personaje, de la que veremos en este recorrido otros aspectos. A veces repetidos, lógicamente.
También sirvió esta entrega para convencerme de la buena salud del título en nuestro país; y es que cuando coges una viñeta cualquiera de una de las aventuras…
…y la amplías para clavarla como portada,…
…(como portada doble, por supuesto, no en vano es Novela gráfica)…
…eso significa que ya tienes de sobra al público ganado y no necesitas esforzarte nada más. Es buena señal.
Mismo año 2010, aparece El Poder del Ídolo, uno de mis preferidos en cuanto a los posibilidades de selección por parte de Aleta del material contenido en cada tomo.
Contiene dos números y pico de 1985 y otro de 2003, que continua la numeración donde quedó el de Fantasmas en Malta (que vuelve a ir después de Expediente Excalibur).
Aunque en los títulos se lien un poco, Annabel y Annable son el mismo personaje; de hecho dependiendo de vuestra formación lo de Annabel Lee os sonará además de a aventura de Mystère a poema de Poe, a canción de Radio Futura o a fancine del siglo pasado.
La aventura de 1985 va sobre un curioso caso de transmigración de almas, en el que un fornido moreno con cresta mohicana y presumible mala actitud se revela en su modales como una joven y frágil mujercilla de dieciocho años que no comprende por qué ha quedado atrapada en semejante corpachón.

Pese a revelarle a
Mystère su verdadero nombre y dirección en su población de residencia, no hay ni rastro allá de esa
Annabel Lee, como si no hubiera existido. El cambio de cuerpos se revela finalmente como un efecto de una maldición lanzada al negrazo tras haber robado un ídolo a una tribu. Quedó tras aquella aventura la duda sobre de dónde procedía la
Annabel Lee que ocupó el cuerpo del fortachón de la cresta. La única pista que tenemos es cuando poco antes de abandonar aquel cuerpo pregunta la fecha y alcanza a decir "
Nadie me conocía aquí porque todavía no he na…" y se fue sin terminar la frase. Un mysterio sin resolver.
Y de ahí saltamos a la aventura de 2003, 18 años después…

…en el que el cuerpo de la joven
Annabel Lee se ve poseído por el espíritu de un malhechor. Esto es retomar un cabo suelto como Diso manda, y un aplauso a
Aleta por cuando tocaba publicar ese número 260 ponerse a rebuscar las aventuras anteriores con las que ofrecer valor añadido.
Vistas estas piruetas cronológicas, uno puede esperarse cualquier cosa e
n la tercera entrega de 2010, que además completa el texto de los lomos (quedando la duda de cómo seguirá, si con un dibujo o con qué, es la típica cosa que en series cerradas puede quedar bien, pero en las abiertas puede crearte problemas si terminas teniendo más continuidad de la que te esperaba)
Pero hay que decir que aún así el contenido acreditado en Operación Dorian Grey sorprende.
Soprende al menos hasta que se comprende que han habido no uno sino dos errores a la hora de teclear los números de las aventuras (o parte de ellas) correspondientes. Ya estaba yo cogiendo el calendario perpetuo para ver en que mes y año tocaba la publicación del 642, a ver si en alguna época salía semanal, o hicierone ventos con saltos de numeración o qué.
Y pasamos a 2011 con el tomo de La Tierra que nunca Existió. Un tomo que en apariencia nos despeja la continuidad del motivo de los lomos.
Nuevamente tres episodios en dos años diferentes, contando en unos una primera aventura y en el otro un regreso tiempo después al mismo escenario.
Los tomos unitarios más económicos desaparecen de los créditos y encontramos además en el listado la aventura de
El Misterio de la Sagrada Familia, publicado en cartoné para continuar la tradición salonera de que cuando un héroe extranjero visita España hay que publicarlo con lujo, y el
De repente, una noche, que recopila los tomitos 4 y 5 (con mismo título y portada que el 4).
Esta es además una aventura especial porque es una de las contadas ocasiones en que Martin Mystère visita la ciudad de Londres, por lo que estando en el Bonelliverso es imprescindible hacer una mención al ilustre investigador londinese de las pesadillas, Dylan Dog.
Se hace referencia además a la próxima publicación de un especial con un crossover entre
Dog y
Mystère ¡mola!
Sin embargo no hubo más material nuevo con el personaje hasta 2013, y se confirma la sensación de que la entrega anterior nunca debió existir.
Pues se descuajeringa el diseño del dibujo lomístico, cosa que no pasaría de haberlo dejado estar ya en la entrega anterior. Ojo con eso, que en la actualidad por algo así
se repite una tirada de Sandman.
La naturaleza fractal de esta edición se revela desde la mismísima portada.
Con ese
Mystère que tiene un algo, un nosequé, algo difuso, algo repetido. Reminiscencias posiblemente a
aquel hombre pixelado del escrito de la última vez que salió el personaje en este blog.
Ese regreso a lo anterior se refleja también en el contenido (material de 1992-1993) y el formato más fino, con menos páginas, como una entrega doble al precio de una triple, como si quisiera retornar gradualmente a su formato original pero manteniendo el precio.
Se acreditan también los volúmenes
Maxi Martin Mystère, con los que el lector despistado ha podido ir saciando su hambre del personaje durante los dos años de parón de publicación, que no son otra cosa que agrupaciones de los tomitos anteriores. pero ey, si hace tiempo que los leiste puedes volver a comprarlos y disfrutarlos igual, que conste.
Esta es además una aventura especial porque es una de las contadas ocasiones en que Martin Mystère visita la ciudad de Londres, por lo que estando en el Bonelliverso es imprescindible hacer una mención al ilustre investigador londinese de las pesadillas, Dylan Dog.

Se hace referencia a dos especiales publicados (se entiende que en edición española, pues en todas las demás llamadas de la serie dejan claro que son sobre ediciones italianas si no han visto la luz aquí), pero debí despistármelos yo, vosotros, y los créditos. Será cuestión de buscar bien…
En esta aventura nuestros personajes favoritos se ven implicados en un misterio con asesinato incluido en una sociedad de admiradores de Sherlock Holmes. Cuando en holmesiana situación Mystère cita a los sospechosos en la escena del crimen, uno de ellos se revela como el asesino e intenta huir.
Pero su carrera se ve frenada por un personaje que observaba entre las sombras.
¡El mismísimo Sherlock Holmes, nada menos! no es extraño que se le quede esa cara de sorpresa a…uh…Batman…
Un momento, por favor, que ha habido un gazapo…
Que es normal que pase algo así de vez en cuando, que tengo por costumbre ordenar los tebeos según la numeración original, y tengo los Mystères desperdigados por todas pa
rtes, que si el 36, que si el 624, que si el..y sin querer he cogido el 572 de Detective Comics de 1987. Mil perdones, no tengáis en cuenta lo que habéis visto, ya habríais notado que aquello no tenía sentido, menuda barbaridad he intentado soltaros…
Ahora sí, esto es lo que pasó de verdad en la aventura, Mystère cita a los sospechosos en la escena del crimen, uno de ellos se revela como el asesino e intenta huir.
Pero su carrera se ve frenada por un personaje que observaba entre las sombras.
Pero por supuesto ya no es como lo de antes.
Anda que suponer que un
Holmes que todavía fumase en pipa podría llegar a centenario. Fantasías de los comic book americanoides, vaya.
Y con esta última aventura nos plantamos ante lo que Aleta tenga a bien ofrecernos esta vez, sea moderno, antiguo o ambas cosas a la vez, todo es posible ¡incluyendo un dibujante español!
Martin Mystère 1 (vol. 3) Guión: Alfredo Castelli, Luigi Mignacco Dibujo: César Álvarez Cañete (Zesar) 288 páginas – B/N – rústica ISBN: 978-84-16074-09-9 PVP: 15,95 euros
Nueva etapa del investigador de lo imposible, con nueva numeración estrenada con dos historias inéditas dibujadas por el dibujante español Zesar.
Y buscando información sobre ese chico,
Zesar, aprendo que no es tan chico, pues su edad y lugar de nacimiento varía según la fuente (madrileño de 1933 para
wikipedia, valenciano de 1938 para
WhakoomTebeosfera, en datos fiables me quedo con los segundos) de manera que supongo que una vez más volverán a tirar de material añejo. Consultando parece que
Zesar dibujó cuatro episodios de la serie (números 66, 67, 116 y 117, de 1987 y 1991-92), por lo que es muy posible que tengamos del 50 al 75% de su producción total para el título recopilados en un mismo tomo.
Y viendo de lo que es capaz de hacer este autor, sobre todo lo bien que consigue firmar al revés…
…no puedo terminar de otra manera este texto que gritando:
Aviv Zesar! Aviv Martin Mystère! Aviv Aleta!
Y recomendando el seguimiento de este nuevo tercer volumen ¿tendrá dibujito en los lomos? en pocos años, seguiremos.