Lo que tienen los cliffhangers es que son un recurso que puedes usar pocas veces antes de quemarlo directamente. Es decir. Un cliffhanger de final de temporada funcionará bien, porque te dejará con ganas de más durante todo el verano, pero un cliffhanger por semana, o uno cada dos semanas en el mismo bat-horario y en el mismo bat-canal, nos expone tanto a la tensión que esta se acaba inevitablemente perdiendo puesto que hasta los más lentos pillan, más pronto que tarde, que el personaje que ha quedado en peligro se salvará por alguna chorrada cinco minutos después que comience el siguiente episodio.
Lo del Kamandi Challenge es aún peor, porque cuando usas equipos creativos distintos para retarse unos a otros sólo hay dos posibilidades que se puedan dar en realidad: 1) el desafío está trucado para que, aunque se pueda improvisar alguna cosa, la historia pueda publicarse en el tiempo adecuado sin que pierda coherencia; 2) el desafío se convierte en capítulos que acaban con una situación mortal que se resuelve en cinco minutos para que se dirija inmediatamente a la historia que el creador quería contar antes de la injerencia del equipo anterior.
Ejemplo 1: Tratando de conseguir un objeto de valioso valor Kamandi es hecho prisionero por los piratas orangutanes surferos que le pasan por la plancha para que lo maten las ballenas asesinas en un episodio, pero en el siguiente número Kamandi se agarra a los restos de un naufragio que flotan por allí y acaba en la costa donde un elefante trata de hacer prosperar un edificio de grandes almacenes que ponen muy nerviosos a sus vecinos Comuniosos.
Ejemplo 2: Lo que Calduch quería decir en el post de ayer con el número de ROB! nunca llegó, es que el final de las cosas nunca es el que esperamos, y que por lo tanto lo que tenemos que asegurarnos es de disfrutar de los inicios. Que, como él seguramente ya sabía es, curiosamente, de lo que venía a hablaros yo esta semana, de los inicios…
Estaba terminado el año 42 cuando la Fawcett lanzó al mercado el número 1 de Mary Marvel Comics. Con este título la Fawcett lanzaba la versión femenina de su personaje estrella, el Capitán Marvel, completando de esta forma la primera fase de su expansión hacia la Familia Marvel, un supergrupo que, sin saberlo, estaba destinado a formar parte del segundo escalafón de la elite de DC Cómics, pero esa es otra historia.
A la hora de lanzar un número uno es importante sentar las bases del personaje para que el lector lo entienda. Todos conocían que los poderes de Mary Marvel proceden del panteón femenino olímpico.
La Familia Marvel son unos superhéroes con VALORES!, como ya hemos dejado claro en más de una ocasión, así que su primer cometido fue enseñar a sus lectores que en el debate magia vs ciencia siempre hay que ponerse de parte de la magia, porque la ciencia es lo que usa el envidioso del Doctor Sivana.
Tras demostrar a Sivana que tiene todos los poderes de sus compañeros masculinos, informando de paso así al nuevo lector que llegue atraído por el número uno, el científico loco debe usar su intelecto superior para doblegar a la fémina de los Marvel y lo hace….
…¡¡Ofreciéndole joyas!! Porque ya sabes como funcionaban los guionista en esto en los 40….Los pendientes son en realidad unos pararrayos que desvían la magia que da los poderes de Mary Marvel.
Mary tiene que enfrentarse pues a Sivana sin poderes.
Pero son los 40, y los guionistas saben que una mujer joven y saludable nunca vencerá a un científico loco y enclenque. Con Mary Marvel a su merced Sivana por fin puede hacer con un Marvel lo que siempre ha querido:
¡Ponerla a limpiar su casa! Porque ya sabes, se quejan de vicio, el heteropatriarcado es mentira y esto lo leen los niños…
Al final la Mary Marvel usa sus VALORES! y sale del problema pidiendo ayuda a sus amigas.
Tras sentar las bases del personaje en la primera parte de la historia (origen de sus poderes y ser una mujer mujer de las que gustan a Aznar), en la parte del tebeo se procede a buscar un antagonista propio. Y como ya hemos dejado claro que Mary Batson no puede tumbar a un hombre, y está feo pegar a una mujer, los guionistas buscaron a un enemigo, que encontraron en Venus.
Sí en Venus, porque son los 40, y aunque seas feo y calvo, si eres un hombre, habrás ligado y tenido descendencia con simplemente llegar a la edad de sentar cabeza. Y si no es en Estados Unidos, habrá sido viajando a Venus, que por lo visto es como Cuba pero en cómic.
Georgia Sivana es el reflejo contrario en todo de Mary Marvel salvo en su género, que es igual, tal vez por eso lo primero que piensa que necesita son…joyas.
Porque tú ya sabes. Pero aún así Georgia Sivana es el mejor recurso de los guionistas porque…
Mary Marvel puede soltarle tortas sin parecer nada sexual, recordemos que en pocos años llegaría Gilda para dejar claro que esto de pegar a la muchacha era el paso previo a besarse con la gachí.
Una vez asentado el perfil del personaje y a quien se va enfrentar los guionistas utilizaron el resto del tebeo a asentar las bases del mundo en que se va a mover el personaje.
Por eso en lo que queda después tenemos un muestrario de las enormes y urgentes amenazas de la humanidad de las que nos defenderá Mary Marvel.
Como por ejemplo combatir el analfabetismo, con resultados que ya vimos aquí en su día. O evitar que la gente se quede sin fondo de armario.
Y de los malvados empresarios que quieren aprovecharse de ello para hacer dinero.
Así se escribe un número 1, así se sientan las bases. AVIV AL TTECWAF!!!!
Ay la firgén
Pulidooooooooo
Y Rubín, eh, y Rubín (y adláteres)
Pulido y Rubín:
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Sí, sí, pero gracias a la CIENCIA! Sivana puede sobrevivir a un balazo entre los ojos, uno en la boca, y uno en los mismísimos.
¿Y que es eso de usar a Hipólita y a Flash? Luego os quejáis de que si DC os metió un puro (mente limpia).