Ya habíamos contado que el éxito (o exitito, no nos pasemos) de la versión televisiva de Supergirl había pillado a DC con la guardia baja, y por eso tuvo que sacar a la carrera (o el equivalente de «a la carrera» para un dinosaurio de estas características) una adaptación a cómic de la adaptación a televisión de Supergirl
Es ahora, año y pico después de cuando tocaba, cuando la Doncella de Acero retoma su lugar en la (wiki)continuidad DC, como no puede ser de otra manera obviando los últimos cinco (¿quince, veinte?) años para darle un punto de partida similar al de la serie de la CW
El cambio más visible, ya desde la portada: nos libramos del incalificable rediseño de Jim Lee y volvemos a la tradicional falda corta. Y cuando abrimos el primer número nos encontramos a Supergirl trabajando para el Department of Extranormal Operations (DEO), igualito que en la tele. Pero no queda ahí la cosa
El DEO le asigna unos padres adoptivos (los personajes de Dean Cain y Helen Slater) y una identidad secreta que, por primera vez en décadas, no es Linda Danvers sino su alter ego televisivo actual. Ya está todo listo para que en el nº2…
…Cat Grant, cabeza de CatCo Worldwide Media, le ofrezca un trabajo. Vale, quizá la gente de la tele debería haber avisado a la gente de los tebeos de que Calista Flockhart no iba a aparecer en la segunda temporada ¡pero eso destrozaría la imagen de los cómics de ir a remolque siempre de la última moda!
Marvel y DC terminarán convirtiéndose en unas IDW de tres al cuarto.
¿Muchas franquicias pero bien resueltas? Me vale.
Y ya tarda la HIPERCRISIS! en aclarar la relación entre Superchica y la actual Capitana Marvel, ya.
Pues mira tu… Este cambio no me acaba de desagradar.
AH! ha vuelto!, ¡y es políticamente correcto!