Aunque para el gran público La Era de Ultrón es una película de 2015 de los Marvel Studios, la minoría lectora también conocemos bajo ese nombre a una saga de diez episodios quincenales publicada en 2013, dibujada en su primera mitad por Bryan Hitch, continuada por Brandon Peterson y Carlos Pacheco hasta su conclusión en el noveno número, y con un décimo episodio a modo de cierre estilo «nada-termina-nunca» realizado por una ensalada de dibujantes. Al guión, Brian Michael Bendis, calva cabeza pensante de aquellos marvelianos eventos.
Que Hitch no pudiera culminar por si solo la faena no es algo que extrañe a nadie, dada su probada lentitud cuando se esfuerza. También ha hecho largas tiradas mensuales en series regulares, pero a costa de molar muchísimo menos. Vaya, podría decirse que para que Hitch mole DEBE acumular retrasos o caerse de la agenda, en caso contrario nos estaría escatimando molonidad.
Visto así, debemos considerar como extremadamente molón su papel en esta saga, pues que el capítulo introductorio a la misma lo realizó más de dos años antes de que se comenzara a publicar. Fue en el número 12.1 de la serie de Los Vengadores, en Junio de 2011. De hecho, el tema de un futuro en que la tierra estuviera dominada por Ultron rondaba desde el primer número de esta serie, y era un cabo que Bendis quería atar en algún momento, bien como evento o dentro de la serie. Lo que pasa es que estando Hitch por en medio, la saga comenzó a publicarse medio año después de que la serie vengadora de Bendis cerrase para dar paso a la Hickmaniana.
La aventura en si es atípica, y en su edición española hasta parece bastante ágil tratándose de Bendis, aunque esto es consecuencia de que cada grapa abarcaba dos números americanos. Sin espoilear demasiado, lo primero que llama la atención es la escasa presencia del robot que da título a la saga, puesto que aunque haya sometido y dominado el mundo, lo hace desde un futuro lejano y opera en nuestro continuo a través de un heraldo. Una buena forma de que no te pillen. A menos que tus adversarios tengan una máquina del tiempo, claro. Que es lo que aquí sucede. Y ante la imposibilidad de saber las coordenadas temporales en las que se encuentra el malo, el plan consiste en retroceder en el tiempo para convencer a Hank Pym de que no construya a Ultron. Pero como nada es fácil en esta vida, el enviado a esta diplomática misión es Lobezno. Y como era de esperar siendo el canadiense hombre más de actos que de palabras, termina solventando el tema con sus garras ¡ey, decirle a un científico que no haga algo es la manera más efectiva de que termine haciéndolo, no había otro opción!
Total, que cuando regresan al presente (Susan Richards le acompañaba, más que nada para que Bendis tuviese alguien con quien dar conversación a Lobezno de la paradoja moral de qué pasa si asesinas a los padres de y todo eso) ya se ha parcheado la continuidad con los mariposeantes efectos de todo lo que sucedería si Hank Pym hubiese faltado en aquella época: no estuvo cuando la guerra Kree-Skrull, tampoco con los Vengadores Costa Oeste, etc etc. Vaya, que el futuro es bastante peor para todos excepto tal vez para La Avispa.
Tan mal están las cosas que instruido por otros Lobezno vuelve a coger la máquina y regresa a donde Pym momentos antes de la vez anterior, esta vez si para hablar, aunque para ello debe enfrentarse antes consigo mismo.
Y sí, le convence de diseñar un virus para la inteligencia artificial que todavía no ha construido de manera que si se vuelve demasiado poderosa se autodestruya. También le convence de que olvide todo lo que acaba de ver y hacer para que toda la historia vuelva a suceder como originalmente sin interferencias. Y es que Bendis puede conseguir que hasta Lobezno tenga un pico de oro capaz de cosas así.
Sólo resta por tanto que Susan Richards y los dos Lobeznos vuelvan al presente. Espera…
Dos Lobeznos. No. Lo correcto es que sólo regrese uno y sólo hay una manera de arreglarlo. De ahí la impactante portada de Carlos Pacheco para el noveno número.
Que para mantener el suspense de quién se lo hace a quién tiene trampa, pues dibuja a ambos Lobeznos con el mismo uniforme, cuando en la trama el Logan más viajado lleva uno distinto.
Así pues, para conseguir que todo se quede como estaba ha sido necesario generar dos bucles temporales concéntricos. Y tanta paradoja en un espacio tan cerrado no puede quedarse sin consecuencias. Como dicen en el décimo número, es posible que tanto viaje temporal haya sido la gota que ha colmado el vaso, el caso es que para el décimo número las costuras del espaciotiempo comienzan a desgarrarse. Universos que no tendrían nada que ver se juntan. Sólo así se explica que Galactus asalte el Universo Ultimate en la inolvidable saga de epílogo titulada Hambre.
Que podamos encontrar en un panel de fotografías de héroes marvelianos un personaje de IDW.
O que Angela viaje del Universo de Spawn al marveliano para formar parte de Los Guardianes de la Galaxia. Más adelante sabríamos por retrocontinuidad que en realidad Odín se la ganó en un juicio a Todd McFarlane (así fue, a grandes rasgos).
Pero las paradojas no terminan aquí. Ya se sabe, nada termina nunca. Pues en la contraportada de la grapa española pudimos apreciar la portada original de Pacheco con los dos Lobeznos antes de que le hicieran cambiarla para hacerlos indistinguibles.
Y lo chocante es que, sin espoilear demasiado más, TAMPOCO esa escena es la que termina apareciendo en el tebeo.
¿Que sucedió? ¿demasiado mareo temporal? ¿siguen los eventos cambiando a medida que los vamos leyendo? ¿podemos estar seguros de que lo que leemos hoy permanecerá impreso igual mañana? ¿se siguen mezclando eventos y universos de forma absurda?
Pues a tenor de un pequeño detalle de la portada…
…parece que sí.
¿Inverosímil, decís? pues no se limita la cosa a esto, pues se ha descubierto también que…uy no, que todavía es Martes, lo siento, Bats, no debemos contar nada hasta mañana…ya la subiré mañana.
Hasta entonces id con cuidado ahí afuera, que el espaciotiempo está muy loco.
Menos mal que en DC han descubierto que lo de Hitch son los ¡guiones! y han dejado la enojosa labor artística a otro titán del dibujo, el gran, gran Tony Daniel.
Jajajajaja!!!!!pero quienes toman las decisiones en dc??!!!cuatro monos borrachos?
Tal y como planeó GRANT! (en Él confiamos). Así que, hala, a seguir leyendo DC, que en algún lugar del Multiverso se oculta Logan.
Supongo que en el mundo «Marvel» que aparece en el primer número de Multiversity
Hmmm… Allí tienen un bicho con garras, ¿no?
Marvel Rebirth
Yo lo dejo caer y…
All-new-x100… algo
Me imagino a Bendis en su casa escribiendo en pelotas, sin afeitar y con el Word en un monitor y el porno en el otro. Tirándose pedos y comiendo nachos con queso.
Joder chicos hoy estáis inspirados de verdad!bueno yo creo directamente que bendis tiene cuatro o cinco mendigos en casa haciendole los guiones por unos mendrugos de pan. Y el pavo cobrando…
Gracias qué secret wars me ha abierto los ojos y he decidido no leer un solo tebeo » suyo» más
Supongo que el pobre Pacheco se quedó sin hojas Marvel y tiró de las que tenía por casa… O algo así.
¿Os habéis dado cuenta de que reemplazaron los chorretones de sangre que dibujó Pacheco por rayitas?
Es que eso de la sangre es demasiado DC.