Comienza la temporada alta. Así como con el Miércoles de Ceniza se inicia la Cuaresma que termina desembocando en la Semana Santa, o como los fastos para Wrestlemania se inician en el Royal Rumble, para nuestro particular Road to Saló del Cómic el evento que da el pistoletazo a partir de ahora y para los años venideros es el Heroes Comic Con Valencia, con sus colas, sus exposiciones, sus actos, sus fuegos artificiales en las Torres de Serrano, su olor a pólvora, sus despertás…Valencia es una ciudad que por estas fechas se vuelca con el mundo de la cultura de las viñetas.
Temporada alta, decía. Comienza lo bueno. Las editoriales preparan su material más cañero, sus formatos más sorprendentes y valiosos, y comienzan las quinielas para los premios. Y para ello hay que recordar todo ese material que ha ido saliendo a lo largo de los meses, y al hacerlo también nos damos cuenta de las carencias, de los olvidos, de esos títulos de los que ya nadie habla pese a sus contrastada calidad y la fama de sus autores. Ya ves, con lo que molaban en su momento, en boca de todos, y ahora hay que hacer memoria ¿por qué? ¿por qué somos tan ingratos? ¿por qué dejamos de hablar de ellos?
¿Por qué no se habla de ese escritor que entre sus tantos proyectos para distintos medios ha dedicado un poco de su saber al noveno arte? y de ese título adelantado a su tiempo en el que era tan, tan feminista que hasta llegaron a dibujarlo mujeres. Ese en el que salía un paseante portando un gran libro por misteriosas estancias.
En el que un gato podía hablarte.
En el que una encantadora muchacha gótica era mucho más de lo que parecía.
En el que mujeres más antiguas que el tiempo tejían los hilos del Destino.
En el que había un lugar también para la fantasía faerica primorosamente ilustrada.
En el que nos encontrábamos con ángeles caidos.
En el que encontrábamos cartuchos de texto a tutiplén, que el figura aquí era el escritor.
En el que lo misterioso podía encontrarse a la vuelta de la esquina, incluyendo a un taciturno ser que porta gafas de sol…
…para disimular una condición ocular algo especialita.
En el que elevadas conversaciones tienen lugar en blanco sobre negro.
Vais haciendo memoria ¿verdad? cómo pudo haberse pasado, y más habiendose publicado en una de las editoriales grandes. Pero así es la memoria y así de ingratos somos. Lo tenía todo para triunfar y ha terminado arrinconada en una esquina de la memoria.
¿Por que no se habla de The Book of Lost Souls de Strackzynski y Colleen Doran para la Icon de Marvel?
Y en sólo seis números. Hay mucha más fantasía ahí afuera, que no todo el monte es oregaiman.
Felices Salones y Felices Premios.
(Ahora es cuando alguien comenta lo de «es que yo quiero que en mis lecturas me cuenten cosas originales» y nos reimos todos)