Hay días en los que uno cree que el techo de la irrealidad no se puede superar, pero aquí estamos, siempre dispuestos a que nos caiga del cielo un nuevo tema para el posteo. Y, claro…

Da igual los años que pasen, uno nunca se acostumbra. Sobre todo porque luego uno busca si es algún tipo de humorada y… es algo real.
O tan real como puede ser este tipo de cosas, claro.

Por supuesto es posible que el nombre os suene. O el estilo. O algo. Es decir, si vas a adoctrinar niños en las escuelas lo lógico es que recurras a alguien más allá de una IA. Y siendo estos empresarios pues lo más normal es recurrir al Nieto de alguien.
Y para quien se esté preguntando de qué le suena este Nieto -que no, obviamente no es el de Ventura, solo faltaría- os recordaremos que es el de Las Ratas. El de este tipo de tiras en las que se trata de los problemas reales de las empresas, por supuesto,



porque si uno quiere cobrar un cómic a los empresarios lo lógico es que empiece practicando en algún lado.
Vamos, no iban a pensar en otro Las Ratas, claramente.
Que más nos valdría… pero que no es donde los empresarios van a poner pasta. Claro.
Eso sí sería una historieta de tebeo.
Esta semana sí que puedo decir que hay medio posteo en los ALT.
¿Es posible que una viñeta en una pantalla huela a esmegma rancio? José María Nieto ha demostrado que sí… Grandes los ALT, por cierto.
Gracias, gracias.
El duende que se hizo empresario no es Olegario, es Norman Osborn, un ejemplo para todos los jóvenes, empezando por su hijo, ese holgazán emo de la generación de cristal.
No sé para qué buscan otros referentes si ya los tienen dentro.
Pues en los 80 Hacienda escribió un tebeo (de línea clara y todo) sobre lo bonito que es pagar impuestos y nadie se quejó. Reedición, YA!.
¡»EL PUENTE!» Porque todo lo que fuera meter el dedito era buena idea.
Pues, fíjate, es otro de esos cómics que tiene un posteo por aquí.
También el PSOE Felipista tardío hizo uno explicando las bondades de su gestión en el poder, y ahí sí que hubo protestas. Recuerdo que el ministro responsable se disculpó diciendo que si la cosa era simplista y ramplona era porque el cómic como medio no daba para mucho más. Ahí hay posteo también.
Qué buenos son Las Ratas y qué pedazo de actuación se marcaron. Cuándo lo leí, creí que era el Nieto de Grouñidos pero sabía que uno de los dos había fallecido, así que lo miré. Pues muy bien, adoctrinamiento de derechas, qué bien, quién puede querer igualdad y justicia social, que eso no es patriótico ni nacional católico. En fin.