Lazos Entrelazados

Desde su creación Gonder Co Wonder Woman ha sido un personaje marcado por una contradictoria dualidad.

Por un lado es una de las primeras y más importantes heroinas. Un personaje femenino tan empoderado que, como se ha escrito, casi podría considerarse el feminismo como uno de sus superpoderes.

Pero por otro es un personaje que tiende a acabar atada e indefensa en sus portadas.

Muy a menudo.

Una y otra vez a lo largo de las edades y las décadas.

Sin distinción de etapas ni de enfoques.

Tanto que casi podría decirse que su otro superpoder es el bondage.

Que, si no fuera porque es imposible, uno podría jurar que su creador era un abierto practicante del BDSM.

Afortunadamente, como cantaba Bob Dylan, los tiempos están a-cambiando. Vivimos en una época en la que por fin se está haciendo justicia a todos los grupos oprimidos por el heteropatriarcado que ha regido el Noveno Arte™ como regía el mundo. Y nuestra princesa de Themyscira preferida ya no es un mero objeto sexual destinado a verse reducida a la indefensión una y otra vez para satisfacer los fetichistas impulsos de masturbatorios lectores.

Bueno, salvo si le pones de guionista a un ex interrogador de la CIA que no ha logrado desengancharse de lo de atar y torturar gente, claro.

8 comentarios en «Lazos Entrelazados»

  1. Qué mal pensados. Que lo de las ataduras lo aprendió del escapista Míster Miracle, que antes de eso seguro que este hombre no ataba ni al perro en la puerta del drugstore

  2. A mí esto me ha servido para acordarme del posteo de Calduch del otro día, porque el año pasado hicieron una ‘tirada especial fascimil blablabla’ del cómic de la primera imagen y los 10¢ de 1942 se habían convertido en 6,99$ en 2023.

    1. El experto en… en… en… El experto es Emilio, pero yo te diría que le echaras un ojo a la portada del 5 y del 38. Aunque lo cierto es que nadie usa ni el lazo ni cadenas. En absoluto.

  3. ¿Se pueden creer que aún no he leido nada de ese guionista que usted me dice? es tanto lo que me han elevado el hipe (o como se diga) de todo lo que ha escrito que el temor a la decepción es muy grande. Y por otra parte su ex-profesión no me hace tenerle excesiva simpatía.

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