Atendiendo a la que explican Universo Marvel y Wikipedia sobre el dibujante Alan Weiss, una vez Joe Rubinstein dijo que era «el tío más difícil para entintar de todo el negocio, sin excepción«. Añadió que esto hacía de él uno de sus artistas favoritos para entintar, porque el trabajo de Weiss era tan intrincado que nunca podía predecir cómo sería el resultado final hasta haber terminado de entintarlo.
Así se entiende mejor qué pudo pasar en aquella escena de Captain America 164 (1973).

Y eso que esa vez se entintó él mismo.
En cuanto a la aventura en si, se corresponde a aquella temporada en que Capi y Halcón rescataron a la hermana mayor de Sharon Carter, Peggy, quedándose todos en casa de los Carter mientras Peggy estaba convaleciente. Evitando contarle a Peggy, antiguo amor del Capi durante la Segunda Guerra Mundial, que Rogers había hecho un plan renove en el apartado sentimental. Como la estancia de los héroes en aquella casa apareció en los periódicos, sufrieron algún que otro ataque de villanos allí. Pero lo de Weiss tiene lugar en una prisión, pues un recluso era antiguo amigo de Sam Wilson (de hecho, el futuro asistente social fue el que de niño le incitaba a realizar pequeños hurtos por el lol) y mandó una carta de auxilio al apartamento de Sam en Harlem. Y el cartero la redirigió a la casa de los Carter donde el que estaba era el Halcón. Si a esto le juntamos que Leila terminó ennoviándose con el Halcón y algunas de sus citas tenían lugar en el apartamento de Sam Wilson (llegando en una ocasión Sam Wilson a vestirse de Halcón antes de entrar en el apartamento para que Leila que estaba dentro no sospechase), podemos suponer que en los setenta el concepto de identidad secreta era bastante fluido. A Englehart se le recuerda por la saga del Capi de los 50 y el Imperio Secreto, pero se le quiere por cosas como esta, que luego desarrollo con más soltura en los ochenta (Estela Plateada, Wandavisión, Nuevos Vengadores, Cuatro Efe…).

Pues a mi me queda la duda de por qué Fury viste ese bonito chaleco de piel…
«Nunca podía predecir cómo sería el resultado final hasta haber terminado de entintarlo»
Y Garra roba animales con garras. Poético.