A estas alturas resulta innegable que Producciones Marvel es el proverbial juggernaut, el arquetípico elefante en la habitación, la quintaesencial ballena blanca. Un tipo mazo tocho, vamos. Tanto que como un cuerpo celeste genera su propio e irresistible campo gravitacional que ya ha arrancado de la órbita de la Columbia a Spider-Man y a su tentativo spiderverso. Los mutantes de momento resisten en la Fox en base a la ocasional lobeznada y a que Singer sigue aprovechando el tirón de Primera Clase. Pero ¿qué pasa con Esos Cuatro Superhéroes a los que Usted Se Refiere?
Con menos películas y series de animación en su haber que nuestro Amistoso Vecino sería de esperar que a estas alturas ya hubieran sido fagocitados por el mareante maelstrom marveliano y sin embargo ahí están, retenidos por la Fox. Cualquiera de estos días anuncian otra vez una película en solitario del Doctor Muerte, un espinoff de los Cuatro Temibles o una aventura de Thundra y Agatha Harkness (briconsejo para los chicos de Murdoch: daos prisa y anunciadla antes de que pase la moda de amagar con hacer película con dos secundarios femeninos).
No sólo eso, gracias a la alegre política de venta de derechos de la Marvel noventera en su primera odisea cinematográfica los Heroes Más Poderosos de la Tierra tuvieron que enfrentarse a unos letales y terroríficos No-Nos-Llameis-Skrulls™
Pero la onda expansiva se deja notar hasta en las páginas en las que nacieron. La Bruja Escarlata y Mercurio ya no son ni mutantes, ni hijos de Magneto ni ná de ná. Ese Cuarteto de Superheroes que Usted Menciona ya no tiene serie regular, la mitad de sus personajes están oficialmente muertos y ni siquiera se asoman por los videojuegos Marvel. El sempiterno Vigilante está igualmente fenecido. Que podremos echar pestes de la DC pero ¿a que ellos NUNCA intentarían defecar en una brillante etapa pasada de inolvidables historias deshaciéndose de un querido personaje mediante un vulgar tiro en la cabeza?
Y así nos vemos privados de ver en pantalla a una de las más queridas tradiciones marvelianas: una introducción hecha por Uatu.
¿O no?
Claro que no. En realidad los abogados de la Fox no se han dado cuenta de que el Vigilante ha estado presente en el Universo Cinético Marvel™ desde sus mismos comienzos.
Y no, no me refiero al cameo en Guardianes de la Galaxia Vol 2, por favor. Si, vale, se parecen mucho a nuestra raza de mirones cósmicos preferida.
De acuerdo…
…incluso Stan Lee aparece acreditado como «Informante del Vigilante» pero no os dejeis engañar por detalles meramente anecdóticos.
Analicemos los dos principales hechos objetivos. Uno, que el Vigilante se dedica a (obviamente) vigilar.
Y dos, que el Vigilante no interfiere nunca.
Pero nunca nunca.
Pero NUNQUÍSIMA ¿eh?
Bueno, vale, interfiere de una manera sutil, como dejándolo caer, en plan «Aquí ALGUIEN podría irse a buscar el Nulificador Supremo pero no me gusta señalaaaar…»
Respetando A RAJATABLA la legalidad y el Orden Constitucional ese pero mandando SMS diciéndole a su colega que tenga ánimo y que sea fuerte.
El Vigilante no aparece y señala el camino a uno de los heroes. Simplemente hace la pregunta adecuada y deja que sea el heroe quien encuentre por sí mismo la respuesta.
Dos claves: vigila y sólo interfiere de manera oblícua y sutíl.
¿Hemos visto a algún personaje que las cumpla?
Sí.
El vigilan«guardia de seguridad» que interpretó Harry Dean Stanton en Los Vengadores.
Así que no hagais caso de los titulares ni de las habladurías. No está muerto. Está ahí, en su casa de la Zona Azul de la Luna, cumpliendo con su cometido.
Y Harry también…
Pues fíjate que lo que más rabia me da de los derechos de la Fox es que no suelten al maldito Galactus de una vez…
Galactus como villano principal de la fase 4 del MCU, o quemo el congreso de los diputados. Y nada de nubes, ni navecitas enjambre, ni nada: el Galactus púrpura de toda la vida con el casco raro.
P.D.: RIP Harry Dean Stanton
Pues yo quiero una película en solitario del Doctor Muerte. Con casino en Latveria y furcias mutantes.
Es por artículos como este por lo que os han dado el Premio Nobel de Literatura. (What If, volumen CCC, número 2, escalera 3).
Pues yo suscribo la propuesta de Alvaro…