Tenemos que hablar de Star Trek – Green Lantern: the Spectrum War
Que sorprendentemente NO transcurre en el locuelo mundillo del software de 8 bits de principios de los 80 sino en el lejano futuro de la Federación Unida de Planetas.
Un futuro al que, por avatares del destino crossoverístico, han ido a parar nuestros portaanillos favoritos con permiso de Frodo y Cía. Y no es un suceso nada descabellado porque en esto de irse de crossover donde ninguna serie ha ido antes los tripulantes de la Enterprise son…
…ahm… cómo decirlo delicadamente…
…y sobre todo que luego no me crucifiquen en tuister por heteropatri…
Facilones como una guaQUIERO DECIR una mujer que vive libremente su sexualidad sin cortapisas y que debe ser respetada por ello (a menos que sea una actriz porno, claro).
Sin embargo los artífices de la mentada guerra, Johnson, Hernández y Sánchez, han hecho un improbo esfuerzo para que las reconocibles idiosincrasias de ambas franquicias no se pierdan en el inevitable batiburrillo que resulta de estos eventos.
Si, es cierto que tenemos anillos mágicos de colorines recorriendo los pasillos de la NCC-1701 pero hasta el más recalcitrante trekker tiene que admitir…
…que se ha respetado el efecto «mete el filtro lensflare al 100%» que define sus luces interiores.
Y qué decir del Greenlanterverso. Que siendo los Linternas los transportados a la continuidad creada por el Gran Ave de la Galaxia™ hubiera sido muy facil descuidar su representación pero, antes al contrario, todo lo que ha hecho de sus titulos GRANDES está ahí.
Las batallas espaciales masivas diseñadas como si un niño hubiera derramado el set de pinturas Citadel sobre la página…
Hal Jordan comportándose como un gilipollas engreido.
O Kyler Rainer jodido y desposeido hasta las últimas consecuencias, entre otros muchos ejemplos.
Pero no son sólo los heroes quienes han sido retratados con una fidelidad que haria llorar lágrimas de agradecimiento al mismísimo JOHNS! (que falta le hace al pobre ahora que el miserable de Berlanti está borrando su esforzada y GENIAL! labor en las colecciones de Superman). El villano principal de la función es Nekron, lo que nos permite recuperar esas escenas tan caras y añoradas de hordas de zombis lloricas y quejicosos.
Pero todo el espectro emocional ha escogido representante en el Startrekverso. El coraje, el miedo, la rabia, el amor, el completismo de miniseries de crossovers absurdos y sí, también la envidia…
El anillo de Larfleeze (uno que le sobraba, aparentemente) escoje a un romulano como portador. Y este simple detalle le permite a Mike Johnson mostrar el verdadero alcance de la envidia del Cuerpo de Linternas Naranjas.
Ansían poseerlo todo, absolutamente todo. Todos los objetos, todas las armas, todos los poderes…
TODOS…
Incluso los que pertenecen a personajes de la editorial con quienes NO están haciendo el crossover ahora mismo…
Qué guay, un crossover entre dos franquicias que nunca me han importado una m*****…
¡Yo aún tengo mi +2!
Y quiero un Star Trek/Transformers. Quiero ver quién es más chulón, Megatron o Kirk.
Concuerdo con Álvaro
Ésos siempre son los mejores fans, los que amablemente informan que algo no les interesa.
Crossover es una historia que se desarrolla en mas de una colección,esto es un team-up
No es necesario lo de más de una colección, pero un team-up es como más de andar por casa, no? La cosa y el hombre maravilla en alpargatas, no?
Relax, dude…
«¿Qué clase de Atari es ese?»