Intramuros

Otro año, otro Expofriki sin ninguna radical novedad reseñable.

Oh, vamos, panda de quejicas. ¡Si estaba todo perfectamente señalizado!

Sólo había que seguir las flechas.

Claro que vosotros en cuanto las flechas no son verdes os cuesta seguirlas ¿verdad?

Claro, así os dan la oportunidad de votar y sale el guirigay que sale.

¡EN LAS GENERALES! ¡Hablaba de las Elecciones Generales! El resultado de las votaciones de los Premios Expofriki no sólo ha sido un dechado de democracia de esa que nos dimos los españoles a paletadas con entendimiento y concordia en la Transición sino que no habría podido reconocer la labor de un mejor guionista que la de…

¡QUÍTATE DE EN MEDIO, CHICO ESTORBO!

Decía que no ha habido novedades reseñables en la edición de este año. Bueno, aparte del dramático recorte en las acreditaciones de prensa, claro, pero eso es una que os vamos a tener guardada y os haremos pagar cuando menos os l un nimio detallito que no puede empañar el buen quehacer que la organización ha demostrado un año más.

Y buena muestra de ello es la manera en que se han vendido a los intereses comerciales de las todopoderosas distribuidoras norteam cómo han prestado atención a la más candente actualidad cultural dedicando una de sus exposiciones centrales a La Guerra de las Galaxias (cuya nueva entrega, he oido por ahí, está a punto de estrenarse).

Y tanto organizadores como autores han sabido reconocer quién es el verdadero personaje central de la Saga Galáctica de George Lucas™: la Princesa Leia.

Y pocas temas más adecuados en estos tiempos en que las mujeres por fín empiezan a ocupar el puesto que desde siempre les ha correspondido en el mundillo que el del personaje interpretado por Carrie Fisher.

Leia Organa es un hito adelantado a su tiempo. Tras el engañoso calificativo de «princesa» en realidad se encuentra una  mujer fuerte e independiente. Una lideresa valiente y luchadora.

Leia es un personaje definido y complejo, no una de esas damiselas en peligro que esperan a ser rescatadas por el heroe ni mucho menos un titilante reclamo de carnaza para pajilleros.

Y no es de extrañar.

Lo hereda de su madre.

Pero la mayor joya de la exposición no eran los retratos de Leia. Era una modesta vitrina que nos permitia atisbar en una linea temporal paralela.

Una en la que Lucas se hubiera impuesto a los balbuceos neohippies de Lawrence Kasdan.

En la que Yoda hubiera sido REALMENTE un gran guerrero en  el que su herculea Fuerza se sintiera desde el inicio de su brazo hasta la punta de su espada laser.

Un universo en el que Yoda hubiera sido diseñado por ROB!