Lo que voy a mostraros hoy es una de esas concatenaciones de sucesos aparentemente dispuestos de manera inintencionada sin que medie detrás de ellos ninguna intención, pero que se combinan de una forma determinada de manera que un producto creado por unas personas y procesado por otras diferentes adquiere su Verdadero Sentido, no conocido hasta el momento por ninguno de los que ha intervenido en su manufacturación, cuando es recibido por alguien de una cultura distinta en la otra parte del mundo. Algo tan improbable como las combinaciones de partículas que dieron lugar a los primeros ácidos nucleicos en el caldo primigenio del que terminó surgiendo la vida. Algo a todas luces improbable pero que finalmente sucede. Y como me ha pasado, si no lo cuento reviento.
Todo comenzó cuando me dispuse a leer la historieta siguiente:

Una vez más tengo que agradecer al Destino que durante los primeros años del siglo XXI la página de
eBay no fuera conocida por tanta gente y que los lotes que podían pillarse salieran a veces incluso a menos precio que las grapas de
fórum, contando incluso los gastos de envío (portes baratos, sí, si eras capaz de soportar las 6-8 semanas de espera, dicen que iban por barco, pero estoy convencido de que venían en diligencia como mucho). Fue así que pude conseguir más de la mitad de la serie de la
Supergirl de
Peter David en una época que aquí
DC lo publicaba
Norma y no había visos de que fuera a salir en castellano, y mucho menos a un precio asequible. Quién iba a decirnos que algunos años después serían la gente de
fórum/Planeta la que editaría
DC. Y mucho menos podríamos suponer que la terminarían publicándo en tamaño reducido y despachando la serie completa de 80 números en 4 meses. Así era
DC en España, te pasabas años quejándote por que no sacaban lo que quieres, y luego quejándote porque salía demasiado de golpe.
Tenemos pues una historieta norteamericana que ha llegado a las manos de un lector español de la zona de Levante, otra cultura y otros idiomas. Sigamos.
En este número de la serie, una escena se abre con el museo de arte de Leesburg, el pueblo donde habita Supergirl, en el que hay una exposición del artista impresionista Claude Monet.

Ya, es chocante que en un pueblecillo de mala muerte donde apenas pasa nunca nada (a excepción de espectros, demonios, alienígenas y todos esos personajes que tiene que haber cuando has de mantener una serie de acción mensual) haya expuestos originales de un pintor tan famoso, pero con Peter David todo tiene razón de ser. Está disponiendo las piezas para guíar los acontecimientos al climax que ha preparado. De momento hay un atraco al museo pero el asaltante se lleva el chasco de que de la obra de Monet no hay ni rastro ¿Donde están las pinturas de Claude Monet?
La encargada de la exposición le dice que no las tienen todavía a la vista, cosa que al asaltante le importa un bledo. Él ha venido por la obra de Monet y quiere tenerla. De forma que increpa a la señora para que le muestre las pinturas del artista ¡Enseñame el Monet! Show me the Monet!

Peter David es un escritor que gusta de calzar referencias en sus escenas, y todo en esta (la exposición de
Monet, que las obras no estén expuestas, que el atracador quiera verlas) está creado para llegar de una forma sútil y apenas forzada a ese
Show me the Monet! , que era en el 1998 que salió el tebeo una referencia clara al
Show me the Money! de la película
Jerry Maguire (1996), protagonizada por
Tom Ethan Hunt Cruise.
Nada fuera de lo normal hasta el momento, para soltar una referencia ingeniosa David era capaz de que Supergirl se enrollase con un misterioso metahumano y que éste terminase siendo una identidad alternativa de una amiga de la protagonista. Todo para poder titular aquella historieta "The Flying Game".
Pero hemos dejado al asaltante pidiendo ver el Monet ¿dónde está el Monet? ¡Enséñame el Monet!
Lo que no podía saber Peter David cuando escribía la historia es que en la página siguiente los editores partirían el ritmo de la escena colocando un anuncio.

Es lo que nos decían en los correos de fórum, que vaya suerte teníamos de que sus grapas eran mejores incluso que las americanas, que en esas habían anuncios por todos lados. Y ya se sabe que eso de la publicidad es una cosa muy mala. Aquí no padecíamos intrusiones de esas, en parte por la política de las editoriales de no dar cifras de ventas, que echaba atrás a los potenciales anunciantes.
Y ahí lo teníamos, el anuncio. Y a doble página, además, imposible obviarlo. Y eso es lo más maravilloso del asunto, que tuve que pasar necesariamente por ahí en mi lectura.

Porque ¿sabéis lo que había en el anuncio?

El monet.
El equivalente analógico a que esté leyendo en un blog la estremecedora situación de los pacientes en las instituciones mentales en los paises del antiguo bloque comunista…y en el lateral tengas como publicidad contextual un banner de Media Markt.
Por eso algunos preferimos DC, por la metaficción.
Hombre, publicidad en Fórum había, pero de ellos mismos.
«publicidad en Fórum había, pero de ellos mismos»
El examen de hoy es de razonar. La cuestión a desarrollar es la siguiente:
«¿A qué dedicaría Panini las páginas que le sobran si no hubiera portadas alternativas de Skottie Young?»
VID publicó la Supergirl de David casi que en forma y casi completa… No, si al final va a resultar que no eran TAN malos…
¿Coincidencia?
¿Serendipia?
¡¡¡YO VOTO TAQUIONES!!!
(joder, qué mono tenía de decirlOH ESPERA…)